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Negocio Jurídico.
En Roma, en un principio los juristas prefieren emplear el término acto jurídico, puesto que su
función consiste en brindar soluciones a casos concretos. Por tal motivo, resulta más preciso hablar
en el derecho romano de acto jurídico en lugar de negocio, con posterioridad también emplean el
término negocio, que significa lo contrario a ocio.
Mucho después aparece la teoría del negocio jurídico. La transición del concepto se produce
primero por la doctrina bizantina, para luego continuar con la pandectística alemana del siglo XIX,
finalizando en la doctrina civilista actual.
El Sujeto. La voluntad.
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El sujeto es uno de los elementos esenciales debido a que el derecho íntegro gira en torno suyo.
Pero la jurisprudencia romana tiene más en cuenta la manifestación de su voluntad.
No solamente habrá de tenerse en cuenta la voluntad, sino al sujeto de quien emana, y cuando se
alude a sujeto de derecho se refiere tanto de existencia visible como ideal. Éste debe ser capaz
(tanto de hecho como derecho), y se suple la incapacidad mediante la tutela y la curatela.
La voluntad requiere su manifestación, en cualquiera de sus formas (expresa, tácita,
comportamiento inequívoco, etc.). Una voluntad no expresada no existe, salvo los supuestos que la
falta de manifestación signifiquen su exteriorización (callar cuando reclaman algo propio, y pasa a
propiedad del reclamante).
La problemática de la representación.
La jurisprudencia romana no admite ningún tipo de representación directa, sino que dan únicamente
validez a la presencia del sujeto en el negocio. Únicamente aquel que participa en el negocio
jurídico es el dueño de la voluntad que genera efectos. Muy lentamente los juristas conciben la idea
que el sujeto pueda ser representado, por la practicidad de la representación que favorece la agilidad
de los negocios, acortando distancias y tiempos. Un ejemplo es la figura del anunciador o
mensajero de un pater el cual no lo representa pero es portavoz de su voluntad.
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Reserva mental: cuando cualquiera de los sujetos emite su voluntad, aparentando ser válida
en todos los aspectos, pero en realidad se guarda para sí la verdadera intención, que es no
celebrarlo. Los juristas no le otorgan validez como vicio, convalidando el negocio.
La declaración efectuada sin intención de seriedad (iocandi gratia): es la declaración
realizada en broma o sin intención de seriedad. No genera efectos de validez para la
celebración del negocio jurídico.
Error: es el falso conocimiento que el sujeto tiene sobre una cosa. La ignorancia por su
parte consiste en la falta de conocimiento sobre la cosa. En la práctica sus efectos son
idénticos. Se puede incurrir en error de hecho y de derecho (aunque se habla de ignorancia
de derecho en este supuesto). El error de hecho es el único que puede ser excusable, pero
debe caer sobre un elemento esencial, lo cual hace al negocio nulo. Si no recae sobre un
elemento esencial se lo somete a análisis y de ser necesario se lo declara nulo. Sus clases son:
error sobre el negocio (se cree celebrar algo pero se celebra otra cosa); error sobre la persona
(el error abarca cualidades intrínsecas del sujeto); error sobre el objeto (identidad de la
misma cosa, puesto que recae sobre el objeto); error sobre las cualidades de la cosa 8recae
sobre las características esenciales de la cosa); error sobre las cantidades tenidas en cuenta
en el negocio (recae sobre el monto o cantidad de las cosas).
Dolo: toda astucia, falacia, maquinación, empleada para sorprender, engañar o defraudar a
otro (jurista Labeón). Es engañar a la otra parte causándole un perjuicio. Definen dos clases,
el dolo malo (definido por Labeón) y el dolo bueno, que es el engaño no nocivo, o sea, la
astucia empleada sin intención de causar un ilícito ni perjuicio a la otra parte. También
entienden que puede ser causado por una acción o actividad positiva (dolo verdadero), y
también mediante una acción negativa, de omisión o reticencia (dolo negativo). Las
soluciones jurídicas son la acción de dolo (creada por el pretor para obtener la reparación del
daño padecido mediante la reposición de las cosas al estado original, y el pago de una
indemnización si es necesario); y la excepción de dolo (creada por el pretor como remedio
procesal, que persigue el cumplimiento del acto viciado).
Violencia: fuerza material o psíquica ejercida sobre uno de los sujetos para que brinde su
consentimiento en el negocio que de otro modo no hubiera otorgado. Tanto la violencia
física como psíquica, implican la aplicación de una fuerza compulsiva sobre la víctima. Del
derecho honorario sale el tratamiento jurídico mediante la creación de la acción por causa de
violencia (creada por el pretor a fin de que las víctimas puedan obtener una reparación
pecuniaria) y la excepción de violencia o miedo (defensa de carácter procesal para detener la
acción instaurada por el autor de la violencia contra la víctima, con el fin de lograr la
ejecución del negocio viciado).
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Son la condición, el plazo y el modo.
Condición: es el acontecimiento futuro e incierto del cual las partes hacen depender el
nacimiento o la finalización de los efectos del acto jurídico. La incertidumbre es la
característica propia de la condición, por cuanto si el acontecimiento es cierto no se trata de
condición, sino de plazo. Existen de dos tipos, la suspensiva (la entrada en vigor de los
efectos del acto dependen del acontecimiento), y la resolutoria (pone fin a los efectos del
negocio cuando se produce el acontecimiento). Los juristas analizan según los efectos que
producen, a saber: el supuesto de condición pendiente (no genera efectos, puesto que la
condición no se ha cumplido); el supuesto de condición cumplida (nace la exigibilidad de
todos los derechos que se encuentran supeditados a ella); y el supuesto de la condición
frustrada (cuando se tiene certeza que la condición jamás se va a cumplir, el negocio nunca
se concreto).
Existen otros tipos de condiciones, que son: las condiciones positivas (aquellas que
contemplan el efectivo cumplimiento de un hecho), y negativas (subordinadas al no
cumplimiento de un hecho); condiciones potestativas (dependen de una actitud de la persona
a quien esta dirigida); las casuales (dependen de un acontecimiento ajeno a la voluntad de
las partes); las mixtas (subordinadas a un hecho que participa de las características de las
dos anteriores); condiciones posibles e imposibles.
Plazo: es el acontecimiento futuro y cierto del cual las partes hacen depender el nacimiento
o la finalización de los efectos del negocio jurídico. Puede ser suspensivo o resolutorio. Sus
efectos deben ser analizados únicamente durante las etapas de pendencia y de cumplimiento,
por cuanto la etapa de frustración no existe, dado que el acontecimiento siempre es cierto.
Modo: es la carga impuesta a título gratuito a la persona beneficiada por una liberalidad
para que cumpla con determinado comportamiento. Ejemplo: te doy un millón de ases para
que con una parte de eso mantengas a tal esclavo hasta su muerte. Durante el derecho
quiritario su cumplimiento queda librado a la voluntad de la persona. Durante el derecho
clásico se asegura su cumplimiento con una caución. En el derecho justinianeo, se le otorga
al beneficiario del modo diversas acciones para asegurar el cumplimiento.
Elementos Naturales.
Aquellos que no son esenciales para la constitución del acto, pero que hacen a su propia naturaleza.
Pueden ser considerados aun cuando las partes no los prevean y dejados expresamente de lado por
ellas. No deben considerarse por cuanto sólo se encuentran presentes en la compraventa, y por ello
se deben extender para el acto jurídico en general.
El Patrimonio.
Los romanos definen el patrimonio como aquellos bienes que el hijo tiene heredados de su padre o
abuelo. En un principio, sólo está integrado por los bienes corpóreos. Posteriormente, comienzan a
considerar que el mismo constituye un ente jurídico tutelado por la ley, conformado por todos
aquellos bienes, créditos derechos y acciones que tiene un sujeto luego de deducir sus deudas.
Justiniano lo define como todo aquello que quedará después de deducidas las deudas.
Lo consideran un ente jurídico, éste no sólo puede transmitirse mortis causa, sino también por actos
inter vivos, como la adrogación. Conciben la posibilidad de que exista un patrimonio con capacidad
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para adquirir derechos y obligaciones sin titular como la herencia yacente, o que exista una persona
sin patrimonio.
Composición.
Está compuesto por todos los bienes, créditos, derechos y acciones que tiene una persona,
incluyendo tanto los derechos que hoy llamamos personales como reales.
Los personales permiten exigir el cumplimiento de un hecho o una abstención. Los reales se ejercen
directamente sobre las cosas.
No distinguen los romanos entre estos derechos, sino que lo distinguen entre acciones, cuyo tipo es
la vindicatio, y acciones in personam, como las conditiones (estas últimas la debe interponer el
deudor, las otras son erga omnes).
Los derechos reales se dividen en derechos sobre la cosa propia (propiedad, dominio), y sobre la
cosa ajena (instituciones del derecho civil como la servidumbre).
La posesión no puede incluirse en ninguna de estas categorías, ya que implica un poder que puede
ejercerse tanto sobre cosa propia como ajena, en forma directa e inmediata.
Concepto de cosa.
Se la conoce como res, que está sujeta a acepción e interpretación tan variada como compleja, dado
que todo aquello que no puede ser determinado con precisión es denominado res.
En Roma son cosas todos los objetos corporales e incorporales sometidos al poder del hombre y
susceptibles de apreciación económica, todo aquello externo que le proporciona una utilidad, un
servicio, una ventaja.
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permite excluir su uso a otros pueblos (los caminos, lechos, orillas del río). Se consagran a
través de una ceremonia llamada publicatio. Se incluyen cosas que son susceptibles de
tráfico comercial y que le pertenecen al pueblo romano (ej: dinero que integra el tesoro
público).
Cosas universales: integran el patrimonio de los sujetos de existencia ideal, como las
ciudades y las corporaciones, y se encuentran afectados al uso de sus miembros (teatros,
baños públicos de las ciudades).
Cosas privadas: compuestas por cosas suceptibles de apropiación por parte de los hombres.
Se subdividen en : Cosas mancipi (según Gayo sólo pueden transmitirse mediante los
sistemas antiguos solemnes de la mancipatio y la in iure cessio; se inscriben en los registros
del censo y sólo es su propietario quien figura en ellos con tal calidad); y cosas no mancipi
(se transmiten por la simple tradición de la cosa sin que resulte necesaria formalidad alguna.
Posesión.
Poder de hecho que se ejerce sobre determinada cosa corporal, propia o ajena, independientemente
de la legitimidad que se tenga para hacerlo, con la intención de retenerla y disponer de ella como lo
hace un propietario. La posesión es un señorío de hecho sobre una cosa, mientras que la propiedad
constituye un señorío de derecho. Consta de corpus y animus.
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La Propiedad.
Se trata de un derecho real sobre la cosa propia y constituye el señorío más general que existe sobre
ella, ya sea en acto o por lo menos en potencia, porque su titular puede usar o usufructuar la cosa,
disponer y hasta abusar de ella, ya que ésta se encuentra sometida a su poder.
La voz propiedad, en sentido jurídico, sirve para designar aquel derecho absoluto que una persona
puede ejercer sobre una cosa sin que fuese necesario que su titular se encuentre en contacto
inmediato con ella, bastando la mera posibilidad de poder ejercer este derecho libremente.
Es el más amplio de los derechos reales, ya que de él se originan todos los demás y comprende la
totalidad de las utilidades o ventajas que pueden obtenerse de una cosa.
Caracteres.
Es:
Absoluto: porque no existe poder imaginable que el hombre tenga sobre la cosa que no se
encuentre comprendido en el derecho de propiedad, puede ejercer sobre ella todas aquellas
facultades que no están taxativamente prohibidas por el ordenamiento jurídico o mediante
convenciones privadas.
Exclusivo: no puede haber dos personas con dominio similar sobre una misma cosa. Este
principio admite excepciones.
Perpetuo: la perpetuidad y la irrevocabilidad son una consecuencia de los dos principios
enunciados precedentemente.
Contenido.
Implica el ejercicio de las facultades de usar, disponer y disfrutar. El derecho a uso consiste en
servirse de la cosa y obtener de ella todas las ventajas posibles sin incluir los frutos. El derecho de
disposición radica en el poder consumir la cosa y disponer de ella en forma definitiva y absoluta. El
derecho de disfrute es el derecho de gozar de la cosa obteniendo de ella los productos civiles o
naturales que pueda producir.
Limitaciones.
Louzán de Solimano: el dominio se encontraba limitado por ley, razones de vecindad, urbanismo e
interés social.
Ej: prohibición de elevar edificios hasta una altura.
A fines de la república se aplica la confiscación, y luego en el bajo imperio aparece la expropiación
por causa de interés público, mediante pago de una indemnización.
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In Iure Cessio.
Consiste en la transferencia de la propiedad bajo la garantía de la autoridad constituida, es decir,
ante el magistrado, mediante un proceso reivindicatorio, simulado o ficticio, en el cual, y en
presencia del pretor, el adquirente sujeta el objeto a adquirir y afirma que le pertenece por derecho
de los quirites. A continuación, el pretor interroga al cedente o enajenante acerca de si se opone a la
pretensión del adquirente y, en caso que éste no se oponga o calle, le adjudica el objeto a quien lo
reclama como propio.
No confiere al adquirente la acción de autorización.
En la actualidad tenemos el derecho registral.
Accesión.
Se produce cuando una cosa se une a otra de modo natural o artificial, formando un todo
inseparable. El dueño de lo principal adquiere la propiedad de la cosa accesoria. La accesión de un
inmueble a otro sólo puede producirse por acontecimientos naturales.
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Otros: el paño tejido con hilos ajenos, la tela teñida con tela ajena y lo escrito en papel ajeno,
la propiedad le pertenece al dueño del paño. En el caso de pinturas, el autor del cuadro
adquiere la propiedad. Cuando dos trozos del mismo metal se sueldan, el dueño de la pieza
principal adquiere la accesoria; cuando la unión verifica mediante la utilización de otro
metal, no se considera que haya accesión.
Especificación.
Es la transformación de materia prima en otra cosa distinta de la anterior. Justiniano establece que si
el objeto nuevo puede recuperar su forma primitiva, la nueva especie le pertenece al dueño del
material y, en caso contrario, al especificador. Si se utilizan materias primas propias y ajenas, su
propiedad le pertenece al especificador.
Tradición.
Consiste en el simple traspaso de una cosa de manos del dueño a las de un tercero, teniendo el
primero la intención de desprenderse de ella y el segundo de adquirirla con causa lícita. Nadie
puede transmitir un derecho más extenso que el que tiene sobre la cosa. No pueden enajenar los
locos, pródigos e infantes. En un principio, cuando se transfiere una cosa mueble, ésta debe pasar de
la mano del anterior dueño a la del nuevo, y cuando se trata de un inmueble sólo basta con que
ingrese a este.
Las clases de tradición son:
Traditio simbólica: la entrega de un símbolo o la realización de un acto simbólico resultan
suficientes para operar la tradición.
Traditio brevi manu: se produce cuando el adquirente ya tiene la posesión de la cosa y el
vendedor no necesita hacer la tradición real porque el comprador ostenta el poder físico
sobre ella.
Traditio longa manu: cuando se realiza la transferencia de bienes muebles o inmuebles que
el adquirente tiene a su alcance, pudiendo disponer de ellos a voluntad, se reemplaza la
entrega de la cosa por su indicación o señalamiento desde lejos.
Usucapión.
La propiedad de la cosa se adquiere mediante el transcurso del tiempo, previamente establecido,
ejerciendo la posesión continuada de la cosa. El plazo es estipulado por ley. Las XII Tablas
establecían plazos de dos años para los fundos y para las cosas muebles de un año. Luego se exige
el justo título (todo aquel acto jurídico válido que es idóneo para justificar la adquisición del
dominio, pero que, por adolecer de un defecto de forma, tan sólo legitima el comienzo de la
posesión), y la buena fe (existe cuando el comprador ignora que la cosa es ajena o, al adquirirla,
cree que quien se la vende tiene derecho para hacerlo).
No son susceptibles de usucapión las res divini iuris y las res humani iuris, ya que debe tratarse de
una cosa que esté en el comercio.
Por ley.
La ley le otorga la propiedad de una cosa a una persona.
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Adjudicación.
La propiedad es otorgada por el juez en el transcurso de aquellos procesos que tienen por objeto
obtener la división de la cosa común que hasta ese momento está en condominio.
Obligaciones.
La obligación es el vínculo jurídico por el cual una persona, llamada sujeto activo o acreedor, tiene
el derecho a constreñir a otro, denominada sujeto pasivo o deudor, a realizar una determinada
prestación que puede consistir en un dar (dare), en un hacer (facere), en un no hacer (non facere), o
en una prestación (praestare).
En los primeros tiempos, la simple deuda no configura un deber de cumplir la prestación, ya que
ello no se encuentra previsto legalmente. Esta situación provoca la creación de la institución
conocida como nexum, por medio de la cual el sujeto pasivo queda sujeto a una situación de
dependencia con respecto al acreedor y garantiza el cumplimiento de la obligación con su propia
persona.
Si el deudor no cumple queda en una situación de esclavitud respecto del acreedor. Luego se
sanciona la lex Poetelia Papiria, por la cual queda abolido el nexum al establecer que no se puede
encadenar, vender o dar muerte al deudor, determinando que éste responde únicamente con sus
bienes y no con su propia persona por las obligaciones contraídas.
Elementos.
Son los sujetos, el vínculo y el objeto.
Sujetos.
Son de dos clases, el sujeto activo (acreedor) y el sujeto pasivo (deudor). Cada uno de estos roles se
encuentra perfectamente determinado.
Vínculo jurídico.
Consiste en el deber que tiene el deudor de cumplir la prestación, haciéndose efectivo por medio del
establecimiento de una sanción que tiene efecto de compeler al deudor. El carácter esencial del
vínculo jurídico es la coercibilidad. En algunos casos, consiste en una acción, que permite exigir
coactivamente el cumplimiento de la obligación y, en otros, en la posibilidad de oponer una
excepción.
Objeto.
Es la prestación propiamente dicha y consiste, básicamente, en realizar una conducta, positiva o
negativa. Cualquier conducta humana que sea susceptible de constituir el objeto de un derecho.
El objeto debe cumplir los siguientes requisitos:
1. Debe ser física y jurídicamente posible.
2. Lícito.
3. Determinado o por lo menos determinable.
4. Contenido patrimonial. (la prestación debe ser valuable en dinero).
Prestaciones según fuentes romanas:
Dare: tienen por objeto el traspaso al acreedor de la propiedad de la cosa o de un derecho
real sobre ella.
Facere: consiste en un acto o hecho del hombre que no implique un dare e incluso puede
involucrar una abstención (no hacer).
Praestare: Comprende la entrega de una cosa, pero con un fin diferente que el de transferir
su propiedad o constituir sobre ella algún derecho real.
Fuentes.
Costa entiende por fuente de la obligación todo hecho jurídico que la origina.
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Gayo: sólo pueden originar obligaciones los contratos y los delitos.
Modestinto: se contraen por una cosa, con palabras, o al mismo tiempo por ambas, o por el
consentimiento o por la ley o por el derecho honorario o por necesidad o por delito.
Justiniano: las obligaciones nacen de un contrato o de un cuasicontrato o de un delito o de un
cuasidelito.
Clasificación.
1. Del derecho civil y del derecho de gentes.
2. Civiles y Honorarias (éstas vienen del derecho pretoriano).
3. Civiles y naturales (estas carecen de una acción).
4. Transitorias y continuas.
5. Simples (tienen unas sola prestación) y Compuestas.
6. Patrimoniales y extrapatrimoniales.
7. Divisibles e indivisibles.
8. Determinadas (su objeto es individualizado) e indeterminadas.
9. Genéricas y de cantidad.
10. Alternativas (tienen por objeto una cosa de varias prestaciones) y facultativas (permiten al
deudor cumplir con otra prestación distinta).
11. De sujeto fijo y de sujeto variable.
12. Correales (existe pluralidad de deudores o acreedores).
Efectos.
El efecto principal consiste en el cumplimiento de la obligación.
Se debe analizar desde cuatro supuestos:
1. Desde el punto de vista de los sujetos: acreedor es aquel que constriñe al deudor al
cumplimiento de la prestación, se encuentra facultado de exigir los daños y perjuicios
pertinentes; para el deudor, el cumplimiento de la prestación extingue el vínculo jurídico
existente, facultándolo además de repeler cualquier intento del acreedor a exigir nuevamente
el cumplimiento de la deuda.
2. Respecto del contenido: ambos sujetos no deben ser obligados a entregar o recibir una cosa
distinta de aquella que constituye el objeto de la obligación. Excepciones: dación en pago
(se entrega un objeto distinto al comprometido, ya que el deudor solvente que no cuenta con
dinero o en efectos muebles), y beneficio de competencia (importa un pago parcial de la
obligación, ya que el deudor insolvente no puede ser obligado a pagar mas de lo que de
buena fe puede).
3. El lugar del cumplimiento: el acreedor no puede exigir el cumplimiento de la obligación
en un lugar distinto de aquel que se ha fijado. En los casos que no se determina hay distintas
posibilidades: en los casos de cosas inciertas o fungibles, el cumplimiento debe verificarse
en el domicilio del deudor; en los casos en que la prestación consiste en la entrega de un
bien inmueble u otra cosa cierta, el lugar es aquel en el cual se encuentran los bienes.
4. En cuanto al tiempo que debe verificarse el pago: si no se ha fijado un plazo opera a
favor del acreedor, la obligación es exigible desde que nace. Si hay un plazo estipulado, la
obligación se torna exigible a su vencimiento. Lo mismo con condiciones suspensivas o
resolutorias.
Mora. Requisitos.
La mora es el incumplimiento de la obligación por parte del deudor a su debido tiempo. También
incurre en mora el acreedor cuando no acepta la prestación que le es debida.
El derecho quiritario entiende que si el acreedor ejecuta la obligación fuera de término, o la
prestación se torna imposible, el deudor queda liberado sin ningún tipo de sanción.
Luego con el procedimiento “acciones de la ley”, aparece el concepto de obligaciones perpetuas,
por medio del cual la obligación del deudor persiste aunque la prestación desaparezca por caso
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fortuito. Cuando adquieren importancia los contratos de buena fe, comienza a admitirse que el
deudor debe indemnizar al acreedor.
Requisitos para la constitución de la mora:
1. La obligación debe ser válida.
2. La obligación debe ser exigible.
3. El retardo debe ser injusto.
4. El retraso debe ser imputable al deudor por dolo o culpa.
5. El acreedor debe haber exigido el pago mediante una interpelación (acto judicial o
extrajudicial, no exige ningún formalismo y puede no hacerlo el mismo acreedor).
También existe la mora ex re (automática) en los casos que las partes estipulan que el solo
vencimiento del tiempo convenido constituye en mora al deudor, o también se produce cuando el
deudor se ausenta injustificadamente. También si la obligación tiene origen en una posesión de mala
fe o violenta, o proviene de un delito.
Si el acreedor realiza actos u omisiones que le impiden al deudor cumplir con su obligación, el
primero de los nombrados cae en mora. Hay mora por parte del acreedor cuando éste se rehúsa
arbitrariamente a aceptar la prestación; cuando no se encuentra en el lugar convenido para su
ejecución o no quiere realizar aquellos actos que resultan indispensables para su cumplimiento;
también si se ausenta sin justa causa sin designar representante o cuando no concurre al acto en el
cual va a llevarse a cabo la medición o peso de los objetos que debe recibir.
Efectos de la mora.
El deudor tiene la obligación de responder por los daños y perjuicios, debiéndolo colocar en la
misma situación en que se hubiera encontrado el acreedor si él hubiera cumplido a tiempo. El
acreedor puede exigir los frutos civiles o naturales desde el momento de la interpelación.
El acreedor se hace responsable en forma inmediata de todos aquellos perjuicios derivados de sus
actos que le impidan al deudor cumplir con su obligación en el tiempo debido. Esta mora suspende
el curso de los intereses. El deudor puede abonar la cosa que debe entregar ante la mora del
acreedor, y este último tiene el deber de restituirle los gastos que hubiera realizado para sonervar la
cosa después de la mora.
Justiniano dispone que cuando la obligación consiste en entregar una suma de dinero, el deudor
puede depositarlo in público, y extingue de pleno derecho la obligación.
Incumplimiento.
Se origina cuando el deudor no satisface la prestación a la cual se ha obligado. Puede porvenir de:
1. Dolo: consiste en la actitud voluntaria y maliciosa del deudor con el propósito de no
cumplir su obligación y provocar un daño al acreedor. Este perjuicio necesariamente deriva
en el incumplimiento de la obligación. Si es una de dare, el deudor puede ser compelido a
entregar la cosa por medio de violencia, e indemnización. El acreedor puede pactar las
consecuencias que implica actuar con dolo luego de que este se consuma, y negociar sobre
las pérdidas e intereses debidos, e incluso llegar a condonarlos. El acreedor incurre en dolo
si realiza actos tendientes a dificultarle al deudor el cumplimiento de la prestación, situación
que se rige por los mismos principios.
2. Culpa: el deudor incurre en culpa cuando le ocasiona un daño al acreedor al impedir el
cumplimiento de la obligación por falta de cuidado o por negligencia. La culpa existe por
parte del deudor. los principios que regulan la culpa son consagrados en la compilación
justinianea. Se distingue la culpa grave o magna (implica un descuido extremo), y la culpa
leve (el deudor no ha puesto debida diligencia que todo hombre normal debe prestar a los
negocios), la cual comprende la culpa in abstracto (el deudor omite los cuidados de un buen
padre de familia), y la culpa in concreto (dada por inobservancia del deudor de la diligencia
que suele tener en sus propios negocios). Las consecuencias cambian con el tiempo, en el
período clásico sólo responde cuando deriva de una conducta dolosa; cuando se incorporan
los contratos consensuales, sólo responde por sus conductas intencionales y por su falta de
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diligencia; luego se toma en cuenta la utilidad del negocio, y se establece como norma
general que sólo responde de la culpa grave cuando la relación se celebra en provecho del
acreedor, y por culpa leve cuando el negocio se realiza únicamente en su propio beneficio o
de ambas partes.
Se establecen excepciones, responsabilizando al deudor por la culpa levis, o eximiendo de
responsabilidad al deudor a pesar de que la relación se constituye en su provecho.
la custodia es un supuesto en el cual la falta de diligencia origina responsabilidad por culpa.
3. Caso fortuito: ocurre un evento que no le es imputable al deudor porque resulta
imprevisible. Excepciones: capitán del buque, del hotelero o del mesonero, quienes son
responsables de los objetos dejados bajo su guarda. El derecho romano establece que las
cosas se pierden para el acreedor.
4. Fuerza mayor: es todo aquel acontecimiento que, aunque previsto, no se ha podido evitar.
Extinción.
Sus principales modos de extinción son:
1. Pago: consiste en el cumplimiento de la obligación. Es el principal efecto que ésta persigue,
y el modo habitual de su extinción. El pago en Roma no sólo es entregar una suma de dinero
sino cumplir con la prestación debida, que puede ser la entrega de una cosa, o la realización
de un hecho o su abstención.
2. Novación: es el cambio o sustitución de una obligación por otra. Ulpiano: transfusión y
traslación de una deuda anterior a otra obligación, esto es cuando por virtud de otra causa
precedente se constituyó una nueva, de modo que se extingue la primera.
3. Compensación: se origina cuando el deudor opone al acreedor un crédito que tiene a su vez
contra el primero, se extingue la obligación si ambas deudas son iguales.
4. Confusión: se origina cuando en una misma persona convergen la calidad de acreedor y
deudor, produciendo la extinción de pleno derecho de la obligación.
5. Transacción: es la extinción de las obligaciones litigiosas mediante concesiones, o
renuncias, recíprocas, efectuadas de común acuerdo por las partes.
6. Prescripción liberatoria: es la extinción de la obligación por el transcurso de un
determinado período de tiempo sin que el actor exija su cumplimiento.
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