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Derecho Romano Final.

Negocio Jurídico.

En Roma, en un principio los juristas prefieren emplear el término acto jurídico, puesto que su
función consiste en brindar soluciones a casos concretos. Por tal motivo, resulta más preciso hablar
en el derecho romano de acto jurídico en lugar de negocio, con posterioridad también emplean el
término negocio, que significa lo contrario a ocio.
Mucho después aparece la teoría del negocio jurídico. La transición del concepto se produce
primero por la doctrina bizantina, para luego continuar con la pandectística alemana del siglo XIX,
finalizando en la doctrina civilista actual.

Concepto de Hecho y Acto jurídico.


Hecho es todo acontecimiento o suceso producido por la naturaleza o el hombre que forma parte del
mundo de los sentidos y las percepciones. El hecho simple es el acontecimiento o suceso que
emana de la naturaleza o del hombre, y que no produce ningún tipo de consecuencias o efectos
jurídicos (lluvia, atardecer, pasear); el hecho jurídico es el acontecimiento o suceso que proviene
de la naturaleza o del hombre y que produce consecuencias jurídicas (inundaciones, testamento,
adopción).
Se considera propiamente acto jurídico a todo aquel hecho jurídico en el cual interviene la voluntad
del hombre. Éste debe enmarcarse en lo legal, debe ser lícito.
Por lo tanto, el derecho romano visualiza al acto jurídico como el hecho voluntario lícito que
produce consecuencias jurídicas.

Clasificación de los negocios jurídicos.


Es actividad del jurista moderno la clasificación:
 Por su objeto son patrimoniales y extrapatrimoniales: los primeros tienen en mira la
adquisición, modificación o extinción de los derechos reales y crediticios; los otros de los
derechos relacionados con las personas y la familia.
 Desde el orden jurídico que le da origen son del derecho civil y de gentes: los primeros son
exclusivos de los ciudadanos romanos; los otros nacen del derecho común a todos los
pueblos.
 Según su causa son causales y abstractos: los primeros son cuyos fines surgen del mismo
negocio (compraventa, donación); los otros son aquellos que no (la stipulatio).
 Según las partes que intervienen son unilaterales y bilaterales: en los primeros interviene
solo una voluntad (testamento); los otros por lo menos dos personas.
 Según el momento que comienzan a generar efectos son actos inter vivos y mortis causa.
 Contemplando formalidades para su validez son formales y no formales: los primeros hacen
depender de sus formas la propia validez del acto; los segundos no.

Elementos del Negocio Jurídico.


De la jurisprudencia romana puede inferirse que existen en principio dos tipos de elementos del
negocio jurídico: esenciales y accidentales, aunque también se puede considerar un tercer tipo,
llamado naturales. Según Costa no van los naturales, ya que sólo deben tenerse en cuenta para la
compraventa.

Elementos Esenciales del Negocio Jurídico.


Son aquellos que hacen a su misma existencia, si falta uno de éstos no existe el negocio jurídico.
Son el sujeto, objeto y causa.

El Sujeto. La voluntad.

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El sujeto es uno de los elementos esenciales debido a que el derecho íntegro gira en torno suyo.
Pero la jurisprudencia romana tiene más en cuenta la manifestación de su voluntad.
No solamente habrá de tenerse en cuenta la voluntad, sino al sujeto de quien emana, y cuando se
alude a sujeto de derecho se refiere tanto de existencia visible como ideal. Éste debe ser capaz
(tanto de hecho como derecho), y se suple la incapacidad mediante la tutela y la curatela.
La voluntad requiere su manifestación, en cualquiera de sus formas (expresa, tácita,
comportamiento inequívoco, etc.). Una voluntad no expresada no existe, salvo los supuestos que la
falta de manifestación signifiquen su exteriorización (callar cuando reclaman algo propio, y pasa a
propiedad del reclamante).

Formas de manifestación. El silencio.


El modo expreso es aquel llevado a cabo por cualquier medio que permita exteriorizar, es decir, la
transmisión al mundo exterior de su pensamiento. El modo tácito es el que surge de una actitud,
conducta o comportamiento inequívoco del sujeto que guarda relación de conformidad con el acto.
El silencio no se considera como un modo de expresión de voluntad, salvo que las circunstancias
permitan atribuirle un significado cierto, o que la propia ley le otorgue expresamente un valor de
expresión.

La publicidad del acto en el derecho romano.


El derecho debe manifestarse (publicidad) para que el resto de la sociedad tome debida cuenta de
ello (genera oponibilidad a terceros). Diversas instituciones romanas exigen distintos requisitos
formales que no hacen sólo a su validez, sino a la necesidad de darlos a conocer.
Estos principio rectores quedan reflejados en la creación de los distintos registros de la actualidad.

La problemática de la representación.
La jurisprudencia romana no admite ningún tipo de representación directa, sino que dan únicamente
validez a la presencia del sujeto en el negocio. Únicamente aquel que participa en el negocio
jurídico es el dueño de la voluntad que genera efectos. Muy lentamente los juristas conciben la idea
que el sujeto pueda ser representado, por la practicidad de la representación que favorece la agilidad
de los negocios, acortando distancias y tiempos. Un ejemplo es la figura del anunciador o
mensajero de un pater el cual no lo representa pero es portavoz de su voluntad.

Vicios del Consentimiento.


Los juristas romanos enseñan que la voluntad que emana del sujeto debe ser espontánea, y que ésta
no debe encontrarse afectada por ningún tipo de causa que provoque en ella una decisión contraria.
Estas causas que afectan de un modo u otro la voluntad del sujeto se denominan vicios del
consentimiento.
Los vicios del consentimiento pueden ser de dos clases, por un lado, conscientes o intencionales
(simulación, reserva mental, declaración iocandi gratia), y por otro, inconscientes o no intencionales
(error, dolo y violencia).

 Simulación: consiste en aparentar la celebración válida de un negoccio jurídico cuando la


realidad indica lo contrario. Se expresa la voluntad aparentando ser la cierta, cuando en
realidad se oculta la verdadera. Es absoluta cuando si bien se expresa la voluntad para la
celebración del negocio, no se lo quiso nunca llevar a cabo. Y es relativa cuando la
celebración del negocio intenta ocultar al verdadero.
Cuando causa un perjuicio a los acreedores, configura fraude, por lo que protegen a la
víctima con la acción de restitución (busca restituir las cosas como estaban) y la acción
pauliana (se inicia contra el deudor y terceros que obtengan beneficio de ello, es creada por
el pretor paulo y se aplica en venta fraudulenta de los bienes del deudor sin satisfacer el
crédito de sus acreedores, el plazo para interponer esta acción es de un año).

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 Reserva mental: cuando cualquiera de los sujetos emite su voluntad, aparentando ser válida
en todos los aspectos, pero en realidad se guarda para sí la verdadera intención, que es no
celebrarlo. Los juristas no le otorgan validez como vicio, convalidando el negocio.
 La declaración efectuada sin intención de seriedad (iocandi gratia): es la declaración
realizada en broma o sin intención de seriedad. No genera efectos de validez para la
celebración del negocio jurídico.
 Error: es el falso conocimiento que el sujeto tiene sobre una cosa. La ignorancia por su
parte consiste en la falta de conocimiento sobre la cosa. En la práctica sus efectos son
idénticos. Se puede incurrir en error de hecho y de derecho (aunque se habla de ignorancia
de derecho en este supuesto). El error de hecho es el único que puede ser excusable, pero
debe caer sobre un elemento esencial, lo cual hace al negocio nulo. Si no recae sobre un
elemento esencial se lo somete a análisis y de ser necesario se lo declara nulo. Sus clases son:
error sobre el negocio (se cree celebrar algo pero se celebra otra cosa); error sobre la persona
(el error abarca cualidades intrínsecas del sujeto); error sobre el objeto (identidad de la
misma cosa, puesto que recae sobre el objeto); error sobre las cualidades de la cosa 8recae
sobre las características esenciales de la cosa); error sobre las cantidades tenidas en cuenta
en el negocio (recae sobre el monto o cantidad de las cosas).
 Dolo: toda astucia, falacia, maquinación, empleada para sorprender, engañar o defraudar a
otro (jurista Labeón). Es engañar a la otra parte causándole un perjuicio. Definen dos clases,
el dolo malo (definido por Labeón) y el dolo bueno, que es el engaño no nocivo, o sea, la
astucia empleada sin intención de causar un ilícito ni perjuicio a la otra parte. También
entienden que puede ser causado por una acción o actividad positiva (dolo verdadero), y
también mediante una acción negativa, de omisión o reticencia (dolo negativo). Las
soluciones jurídicas son la acción de dolo (creada por el pretor para obtener la reparación del
daño padecido mediante la reposición de las cosas al estado original, y el pago de una
indemnización si es necesario); y la excepción de dolo (creada por el pretor como remedio
procesal, que persigue el cumplimiento del acto viciado).
 Violencia: fuerza material o psíquica ejercida sobre uno de los sujetos para que brinde su
consentimiento en el negocio que de otro modo no hubiera otorgado. Tanto la violencia
física como psíquica, implican la aplicación de una fuerza compulsiva sobre la víctima. Del
derecho honorario sale el tratamiento jurídico mediante la creación de la acción por causa de
violencia (creada por el pretor a fin de que las víctimas puedan obtener una reparación
pecuniaria) y la excepción de violencia o miedo (defensa de carácter procesal para detener la
acción instaurada por el autor de la violencia contra la víctima, con el fin de lograr la
ejecución del negocio viciado).

El objeto como elemento esencial.


El objeto del negocio jurídico es su mismo contenido. No habrá de entenderse como aquello que
resulta ser el objeto de la prestación, sino, como la prestación en sí misma (ej: no es la casa, sino la
compraventa).
Debe ser posible tanto física (no debe ser contrario a las leyes de la naturaleza), como jurídicamente
(no debe ser contrario a la ley). El objeto debe ser determinado o determinable, es decir,
perfectamente individualizado.
Con el tiempo se le añaden otras, como que se trate de cosas que estén en el comercio, que no se
trate de un fin ilícito, etc.

La causa como elemento esencial.


El motivo tenido en cuenta por las partes, y la causa fuente como el acto que le da origen.

Elementos Accidentales del negocio jurídico.


Modalidades insertas por las partes, no contrarias a la ley, y que no hacen a la existencia de éste,
pero que, una vez convenidas, alteran sus efectos.

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Son la condición, el plazo y el modo.

 Condición: es el acontecimiento futuro e incierto del cual las partes hacen depender el
nacimiento o la finalización de los efectos del acto jurídico. La incertidumbre es la
característica propia de la condición, por cuanto si el acontecimiento es cierto no se trata de
condición, sino de plazo. Existen de dos tipos, la suspensiva (la entrada en vigor de los
efectos del acto dependen del acontecimiento), y la resolutoria (pone fin a los efectos del
negocio cuando se produce el acontecimiento). Los juristas analizan según los efectos que
producen, a saber: el supuesto de condición pendiente (no genera efectos, puesto que la
condición no se ha cumplido); el supuesto de condición cumplida (nace la exigibilidad de
todos los derechos que se encuentran supeditados a ella); y el supuesto de la condición
frustrada (cuando se tiene certeza que la condición jamás se va a cumplir, el negocio nunca
se concreto).
Existen otros tipos de condiciones, que son: las condiciones positivas (aquellas que
contemplan el efectivo cumplimiento de un hecho), y negativas (subordinadas al no
cumplimiento de un hecho); condiciones potestativas (dependen de una actitud de la persona
a quien esta dirigida); las casuales (dependen de un acontecimiento ajeno a la voluntad de
las partes); las mixtas (subordinadas a un hecho que participa de las características de las
dos anteriores); condiciones posibles e imposibles.
 Plazo: es el acontecimiento futuro y cierto del cual las partes hacen depender el nacimiento
o la finalización de los efectos del negocio jurídico. Puede ser suspensivo o resolutorio. Sus
efectos deben ser analizados únicamente durante las etapas de pendencia y de cumplimiento,
por cuanto la etapa de frustración no existe, dado que el acontecimiento siempre es cierto.
 Modo: es la carga impuesta a título gratuito a la persona beneficiada por una liberalidad
para que cumpla con determinado comportamiento. Ejemplo: te doy un millón de ases para
que con una parte de eso mantengas a tal esclavo hasta su muerte. Durante el derecho
quiritario su cumplimiento queda librado a la voluntad de la persona. Durante el derecho
clásico se asegura su cumplimiento con una caución. En el derecho justinianeo, se le otorga
al beneficiario del modo diversas acciones para asegurar el cumplimiento.

Elementos Naturales.
Aquellos que no son esenciales para la constitución del acto, pero que hacen a su propia naturaleza.
Pueden ser considerados aun cuando las partes no los prevean y dejados expresamente de lado por
ellas. No deben considerarse por cuanto sólo se encuentran presentes en la compraventa, y por ello
se deben extender para el acto jurídico en general.

Ineficacia del Negocio Jurídico.


Las principales causas de ineficacia del negocio jurídico estriban en los vicios o falencias
contenidas en los elementos del negocio.

El Patrimonio.

Los romanos definen el patrimonio como aquellos bienes que el hijo tiene heredados de su padre o
abuelo. En un principio, sólo está integrado por los bienes corpóreos. Posteriormente, comienzan a
considerar que el mismo constituye un ente jurídico tutelado por la ley, conformado por todos
aquellos bienes, créditos derechos y acciones que tiene un sujeto luego de deducir sus deudas.
Justiniano lo define como todo aquello que quedará después de deducidas las deudas.
Lo consideran un ente jurídico, éste no sólo puede transmitirse mortis causa, sino también por actos
inter vivos, como la adrogación. Conciben la posibilidad de que exista un patrimonio con capacidad

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para adquirir derechos y obligaciones sin titular como la herencia yacente, o que exista una persona
sin patrimonio.

Composición.
Está compuesto por todos los bienes, créditos, derechos y acciones que tiene una persona,
incluyendo tanto los derechos que hoy llamamos personales como reales.
Los personales permiten exigir el cumplimiento de un hecho o una abstención. Los reales se ejercen
directamente sobre las cosas.
No distinguen los romanos entre estos derechos, sino que lo distinguen entre acciones, cuyo tipo es
la vindicatio, y acciones in personam, como las conditiones (estas últimas la debe interponer el
deudor, las otras son erga omnes).
Los derechos reales se dividen en derechos sobre la cosa propia (propiedad, dominio), y sobre la
cosa ajena (instituciones del derecho civil como la servidumbre).
La posesión no puede incluirse en ninguna de estas categorías, ya que implica un poder que puede
ejercerse tanto sobre cosa propia como ajena, en forma directa e inmediata.

Concepto de cosa.
Se la conoce como res, que está sujeta a acepción e interpretación tan variada como compleja, dado
que todo aquello que no puede ser determinado con precisión es denominado res.
En Roma son cosas todos los objetos corporales e incorporales sometidos al poder del hombre y
susceptibles de apreciación económica, todo aquello externo que le proporciona una utilidad, un
servicio, una ventaja.

Antigua clasificación. Gayo.


Es la que difunde Gayo y luego es superada por la moderna. Se encuentran las cosas del derecho
divino y, por otro, las cosas del derecho humano.

Cosas del derecho divino.


Están consagradas a los dioses y sometidas a los pontífices, encontrándose como consecuencia de
ello fuera del comercio y ajenas a los actos de la vida jurídica. No pertenecen a los particulares por
motivos religiosos. Esta clasificación se subdivide en:
 Cosas sagradas: son los objetos destinados al culto. Las cosas deben ser objeto de una
declaración legal que así lo establezca, realizándose al efecto la ceremonia de la
consagración. Para desafectar una cosa sagrada se lleva a cabo una ceremonia inversa
(profanatio). Si una cosa sagrada cae en poder del enemigo, cesa su condición, y si es
rescatada, la recupera.
 Cosas religiosas: se considera así al suelo que sirve para recoger los restos mortales de una
persona, aunque se trate de un esclavo. En principio solo los lugares en los cuales se
encuentran sepultados los antepasados, es decir, los dioses manes. Justiniano lo amplía a
todos aquellos lugares donde se inhume un cadáver. Si se entierra un cadáver en un terreno
ajeno no se vuelve religioso, pero no le confiere autorización al propietario de exhumar el
cadáver.
 Cosas Santas: sin ser sagradas, están protegidas por una sanción penal para quien las viole
(los muros, las puertas de la ciudad). Revisten esta condición luego de una ceremonia
especial llevada a cabo por el colegio de los augures.

Cosas del derecho Humano.


Objetos excluidos del comercio por una causa de interés general. Son:
 Cosas comunes: por su propia naturaleza se encuentran sometidas al libre uso del genero
humano (aire, el mar).
 Cosas públicas: le pertenecen al pueblo romano considerado como comunidad
políticamente organizada, sobre las cuales ejerce un verdadero derecho de propiedad que le

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permite excluir su uso a otros pueblos (los caminos, lechos, orillas del río). Se consagran a
través de una ceremonia llamada publicatio. Se incluyen cosas que son susceptibles de
tráfico comercial y que le pertenecen al pueblo romano (ej: dinero que integra el tesoro
público).
 Cosas universales: integran el patrimonio de los sujetos de existencia ideal, como las
ciudades y las corporaciones, y se encuentran afectados al uso de sus miembros (teatros,
baños públicos de las ciudades).
 Cosas privadas: compuestas por cosas suceptibles de apropiación por parte de los hombres.
Se subdividen en : Cosas mancipi (según Gayo sólo pueden transmitirse mediante los
sistemas antiguos solemnes de la mancipatio y la in iure cessio; se inscriben en los registros
del censo y sólo es su propietario quien figura en ellos con tal calidad); y cosas no mancipi
(se transmiten por la simple tradición de la cosa sin que resulte necesaria formalidad alguna.

Moderna Clasificación Romana de Cosas.


1. Consumibles: perecen con el primer uso de que ellas se haga.
2. No consumibles: no desaparecen con el primer uso, pero pueden deteriorarse con el tiempo.
3. Fungibles: todo individuo de una especie es similar a cualquier otro de la misma especie,
pueden reemplazarse unos a otros teniendo en cuenta peso, número, medida y calidad (ej:
lentejas).
4. No fungibles: no pueden sustituirse unas por otras, por cuanto tienen individualidad propia
(ej: un caballo).
5. Divisibles: pueden reducirse en varias partes, conservando cada una de ellas la esencia y
función propia del todo.
6. Indivisibles: aquellas que no se pueden dividir porque pierden la esencia y función del todo.
7. Principales: las que por su propia existencia y naturaleza están determinadas por sí solas,
sirviendo por ellas mismas a las necesidades del hombre, sin depender de otra cosa (ej: un
fundo).
8. Accesorias: dependen de otra cosa principal sin la cual no existen (ej: un árbol). Se dividen
en accesorias por incorporación (estan unidas a otras de modo que forman un todo), y por su
destino (productos naturales u orgánicos de una cosa). Las cosas accesorias fortuitas se
producen por causas accidentales y provocan un aumento del valor de aquella cosa.
9. En el comercio: dentro del tráfico jurídico y pueden ser objeto de un negocio.
10. Fuera del comercio: fuera del tráfico jurídico. Se encuentran las cosas abandonadas por su
dueño y que no pertenecen a nadie.
11. Simples: forman un todo sin que se destaquen sus componentes.
12. Compuestas: se dan por la unión de cosas simples.
13. Universales: no tienen un lazo material entre sí, pero se las considera una unidad por su
función económica social, circunstancia que las convierte en un objeto unitario (ej: un
rebaño, una biblioteca).
14. Muebles: por su esencia y su uso económico, pueden trasladarse de un lugar a otro.
15. Inmuebles: el suelo y todo aquello que se encuentre adherido a él, por lo que no pueden
desplazarse de un lugar a otro. Pueden clasificarse en inmuebles por su naturaleza (como el
suelo y todo lo que se encuentra debajo); inmuebles por incorporación (cosas unidas al
suelo); e inmuebles por su destino (objetos muebles colocados por el propietario para la
explotación del fundo, ejemplo, los esclavos; éstos pierden su calidad de inmuebles cuando
son separados del terreno al cual están anexados).

Posesión.
Poder de hecho que se ejerce sobre determinada cosa corporal, propia o ajena, independientemente
de la legitimidad que se tenga para hacerlo, con la intención de retenerla y disponer de ella como lo
hace un propietario. La posesión es un señorío de hecho sobre una cosa, mientras que la propiedad
constituye un señorío de derecho. Consta de corpus y animus.

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La Propiedad.

Se trata de un derecho real sobre la cosa propia y constituye el señorío más general que existe sobre
ella, ya sea en acto o por lo menos en potencia, porque su titular puede usar o usufructuar la cosa,
disponer y hasta abusar de ella, ya que ésta se encuentra sometida a su poder.
La voz propiedad, en sentido jurídico, sirve para designar aquel derecho absoluto que una persona
puede ejercer sobre una cosa sin que fuese necesario que su titular se encuentre en contacto
inmediato con ella, bastando la mera posibilidad de poder ejercer este derecho libremente.
Es el más amplio de los derechos reales, ya que de él se originan todos los demás y comprende la
totalidad de las utilidades o ventajas que pueden obtenerse de una cosa.

Caracteres.
Es:
 Absoluto: porque no existe poder imaginable que el hombre tenga sobre la cosa que no se
encuentre comprendido en el derecho de propiedad, puede ejercer sobre ella todas aquellas
facultades que no están taxativamente prohibidas por el ordenamiento jurídico o mediante
convenciones privadas.
 Exclusivo: no puede haber dos personas con dominio similar sobre una misma cosa. Este
principio admite excepciones.
 Perpetuo: la perpetuidad y la irrevocabilidad son una consecuencia de los dos principios
enunciados precedentemente.

Contenido.
Implica el ejercicio de las facultades de usar, disponer y disfrutar. El derecho a uso consiste en
servirse de la cosa y obtener de ella todas las ventajas posibles sin incluir los frutos. El derecho de
disposición radica en el poder consumir la cosa y disponer de ella en forma definitiva y absoluta. El
derecho de disfrute es el derecho de gozar de la cosa obteniendo de ella los productos civiles o
naturales que pueda producir.

Limitaciones.
Louzán de Solimano: el dominio se encontraba limitado por ley, razones de vecindad, urbanismo e
interés social.
Ej: prohibición de elevar edificios hasta una altura.
A fines de la república se aplica la confiscación, y luego en el bajo imperio aparece la expropiación
por causa de interés público, mediante pago de una indemnización.

Modos Romanos Antiguos de Adquisición de la Propiedad. La Publicidad del Acto.


Mancipatio.
Es la venta formal y simbólica que consiste en el cambio de una cosa por una cantidad de dinero, la
cual se efectúa ante cinco testigos y un librepens que sostiene la balanza (todos deben ser
ciudadanos romanos púberes).
Sólo habla el adquiriente, es necesario que la cosa que se va a transferir se encuentre presente en el
acto, ya que el adquiriente toma el objeto con la mano, excepto en inmuebles que no es necesario.
Con ello opera la inmediata transferencia de la propiedad, ya que no puede estar sometida a
condición o término. Le confiere al adquirente la acción de continencia (de carácter penal, contra el
enajenante, si el fundo tiene medidas inferiores a las fijadas y por medio de ella puede obtener el
doble del valor faltante); y la acción de autorización (en caso de que el adquirente sea privado de
ella por la reinvidicación ejercida por el verdadero propietario, autorizándolo a reclamarle el doble
del precio pagado por la cosa).
Es abolida formalmente por Justiniano.

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In Iure Cessio.
Consiste en la transferencia de la propiedad bajo la garantía de la autoridad constituida, es decir,
ante el magistrado, mediante un proceso reivindicatorio, simulado o ficticio, en el cual, y en
presencia del pretor, el adquirente sujeta el objeto a adquirir y afirma que le pertenece por derecho
de los quirites. A continuación, el pretor interroga al cedente o enajenante acerca de si se opone a la
pretensión del adquirente y, en caso que éste no se oponga o calle, le adjudica el objeto a quien lo
reclama como propio.
No confiere al adquirente la acción de autorización.
En la actualidad tenemos el derecho registral.

Modos Romanos Modernos de Adquisición de la Propiedad.


Ocupación.
Implica el apoderamiento de algo que no pertenece a nadie con la intención de hacerlo propio. La
cosa puede no tener dueño porque nunca le ha pertenecido a nadie o porque su dueño la ha
abandonado.
Tiene gran vigencia en la época de expansión territorial de Roma, ya que permite la apropiación de
los bienes del enemigo.
En cuanto al botín de guerra, sólo puede ser adquirido por ocupación cuando se cuenta con la
autorización del general a cargo.
Caso particular: el hallazgo de un tesoro (objeto móvil de valor escondido desde tiempos remotos).
En los primeros tiempos, le pertenece completamente al dueño del fundo en el cual se halla. Luego,
se considera un bien vacante y su propiedad se le adjudica, por ley, al Estado. Finalmente, Hadriano
dispone que la mitad le corresponde al dueño del fundo y la otra a quien lo encuentra. Si su
aparición es resultado de una excavación que se realiza a tal fin, la propiedad del tesoro le pertenece
por completo al dueño del fundo.

Accesión.
Se produce cuando una cosa se une a otra de modo natural o artificial, formando un todo
inseparable. El dueño de lo principal adquiere la propiedad de la cosa accesoria. La accesión de un
inmueble a otro sólo puede producirse por acontecimientos naturales.

Accesión de cosas inmuebles.


 Aluvión: lento depósito de tierra en los fundos ribereños inferiores por la acción de las aguas
que erosionan el curso superior.
 Avulsión: es el agregado brusco en un terreno de una porción de tierra fragmentada de otro
fundo ubicado en el curso superior del río. La tierra debe quedar añadida de modo
permanente.
 Lecho del río: abarca distintos supuestos: el propietario de la orilla es dueño de la isla que se
forma frete a ella. Si se forma en medio de un río, ésta queda bajo el dominio de los
propietarios ribereños de ambos lados, se toma como base una línea que divide al río en dos.
Si un río queda seco, los propietarios de las orillas se convierten en dueños del cause seco.

Accesión de cosas muebles.


 La obra o edificación adherida en forma permanente al suelo le pertenece por accesión al
dueño del terreno. Dos supuestos: que se construya en un terreno propio con materiales
ajenos, en cuyo caso el propietario del terreno se hace también dueño de la edificación por
ser ésta un accesorio del suelo; cuando una persona construye en un terreno ajeno con
materiales propios, la propiedad del edificio le pertenece al dueño del terreno, y si es
demolido, el dueño de los materiales puede reivindicarlos.
 Siembra: los árboles plantados y las semillas sembradas pasan a ser propiedad del dueño del
suelo.

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 Otros: el paño tejido con hilos ajenos, la tela teñida con tela ajena y lo escrito en papel ajeno,
la propiedad le pertenece al dueño del paño. En el caso de pinturas, el autor del cuadro
adquiere la propiedad. Cuando dos trozos del mismo metal se sueldan, el dueño de la pieza
principal adquiere la accesoria; cuando la unión verifica mediante la utilización de otro
metal, no se considera que haya accesión.

Especificación.
Es la transformación de materia prima en otra cosa distinta de la anterior. Justiniano establece que si
el objeto nuevo puede recuperar su forma primitiva, la nueva especie le pertenece al dueño del
material y, en caso contrario, al especificador. Si se utilizan materias primas propias y ajenas, su
propiedad le pertenece al especificador.

Tradición.
Consiste en el simple traspaso de una cosa de manos del dueño a las de un tercero, teniendo el
primero la intención de desprenderse de ella y el segundo de adquirirla con causa lícita. Nadie
puede transmitir un derecho más extenso que el que tiene sobre la cosa. No pueden enajenar los
locos, pródigos e infantes. En un principio, cuando se transfiere una cosa mueble, ésta debe pasar de
la mano del anterior dueño a la del nuevo, y cuando se trata de un inmueble sólo basta con que
ingrese a este.
Las clases de tradición son:
 Traditio simbólica: la entrega de un símbolo o la realización de un acto simbólico resultan
suficientes para operar la tradición.
 Traditio brevi manu: se produce cuando el adquirente ya tiene la posesión de la cosa y el
vendedor no necesita hacer la tradición real porque el comprador ostenta el poder físico
sobre ella.
 Traditio longa manu: cuando se realiza la transferencia de bienes muebles o inmuebles que
el adquirente tiene a su alcance, pudiendo disponer de ellos a voluntad, se reemplaza la
entrega de la cosa por su indicación o señalamiento desde lejos.

Usucapión.
La propiedad de la cosa se adquiere mediante el transcurso del tiempo, previamente establecido,
ejerciendo la posesión continuada de la cosa. El plazo es estipulado por ley. Las XII Tablas
establecían plazos de dos años para los fundos y para las cosas muebles de un año. Luego se exige
el justo título (todo aquel acto jurídico válido que es idóneo para justificar la adquisición del
dominio, pero que, por adolecer de un defecto de forma, tan sólo legitima el comienzo de la
posesión), y la buena fe (existe cuando el comprador ignora que la cosa es ajena o, al adquirirla,
cree que quien se la vende tiene derecho para hacerlo).
No son susceptibles de usucapión las res divini iuris y las res humani iuris, ya que debe tratarse de
una cosa que esté en el comercio.

Praescritio longi temporis.


Sólo se encuentran facultados para adquirir por este medio los ciudadanos romanos y se aplica a los
fundos itálicos, protegiendo mediante una excepción al poseedor contra quien se lleva a cabo la
reivindicación de la cosa. Deben transcurrir diez años desde la posesión sin que el propietario
reclame la cosa para que se configure esta forma de adquirir la propiedad.

Praescriptio longissimi temporis.


El poseedor puede adquirir la propiedad de una cosa mueble o inmueble por el transcurso de treinta
años sin necesidad de justo título, aunque sí necesita cumplir el requisito de buena fe.

Por ley.
La ley le otorga la propiedad de una cosa a una persona.

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Adjudicación.
La propiedad es otorgada por el juez en el transcurso de aquellos procesos que tienen por objeto
obtener la división de la cosa común que hasta ese momento está en condominio.

Obligaciones.

La obligación es el vínculo jurídico por el cual una persona, llamada sujeto activo o acreedor, tiene
el derecho a constreñir a otro, denominada sujeto pasivo o deudor, a realizar una determinada
prestación que puede consistir en un dar (dare), en un hacer (facere), en un no hacer (non facere), o
en una prestación (praestare).
En los primeros tiempos, la simple deuda no configura un deber de cumplir la prestación, ya que
ello no se encuentra previsto legalmente. Esta situación provoca la creación de la institución
conocida como nexum, por medio de la cual el sujeto pasivo queda sujeto a una situación de
dependencia con respecto al acreedor y garantiza el cumplimiento de la obligación con su propia
persona.
Si el deudor no cumple queda en una situación de esclavitud respecto del acreedor. Luego se
sanciona la lex Poetelia Papiria, por la cual queda abolido el nexum al establecer que no se puede
encadenar, vender o dar muerte al deudor, determinando que éste responde únicamente con sus
bienes y no con su propia persona por las obligaciones contraídas.

Elementos.
Son los sujetos, el vínculo y el objeto.

Sujetos.
Son de dos clases, el sujeto activo (acreedor) y el sujeto pasivo (deudor). Cada uno de estos roles se
encuentra perfectamente determinado.

Vínculo jurídico.
Consiste en el deber que tiene el deudor de cumplir la prestación, haciéndose efectivo por medio del
establecimiento de una sanción que tiene efecto de compeler al deudor. El carácter esencial del
vínculo jurídico es la coercibilidad. En algunos casos, consiste en una acción, que permite exigir
coactivamente el cumplimiento de la obligación y, en otros, en la posibilidad de oponer una
excepción.

Objeto.
Es la prestación propiamente dicha y consiste, básicamente, en realizar una conducta, positiva o
negativa. Cualquier conducta humana que sea susceptible de constituir el objeto de un derecho.
El objeto debe cumplir los siguientes requisitos:
1. Debe ser física y jurídicamente posible.
2. Lícito.
3. Determinado o por lo menos determinable.
4. Contenido patrimonial. (la prestación debe ser valuable en dinero).
Prestaciones según fuentes romanas:
 Dare: tienen por objeto el traspaso al acreedor de la propiedad de la cosa o de un derecho
real sobre ella.
 Facere: consiste en un acto o hecho del hombre que no implique un dare e incluso puede
involucrar una abstención (no hacer).
 Praestare: Comprende la entrega de una cosa, pero con un fin diferente que el de transferir
su propiedad o constituir sobre ella algún derecho real.

Fuentes.
Costa entiende por fuente de la obligación todo hecho jurídico que la origina.

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Gayo: sólo pueden originar obligaciones los contratos y los delitos.
Modestinto: se contraen por una cosa, con palabras, o al mismo tiempo por ambas, o por el
consentimiento o por la ley o por el derecho honorario o por necesidad o por delito.
Justiniano: las obligaciones nacen de un contrato o de un cuasicontrato o de un delito o de un
cuasidelito.

Clasificación.
1. Del derecho civil y del derecho de gentes.
2. Civiles y Honorarias (éstas vienen del derecho pretoriano).
3. Civiles y naturales (estas carecen de una acción).
4. Transitorias y continuas.
5. Simples (tienen unas sola prestación) y Compuestas.
6. Patrimoniales y extrapatrimoniales.
7. Divisibles e indivisibles.
8. Determinadas (su objeto es individualizado) e indeterminadas.
9. Genéricas y de cantidad.
10. Alternativas (tienen por objeto una cosa de varias prestaciones) y facultativas (permiten al
deudor cumplir con otra prestación distinta).
11. De sujeto fijo y de sujeto variable.
12. Correales (existe pluralidad de deudores o acreedores).

Efectos.
El efecto principal consiste en el cumplimiento de la obligación.
Se debe analizar desde cuatro supuestos:
1. Desde el punto de vista de los sujetos: acreedor es aquel que constriñe al deudor al
cumplimiento de la prestación, se encuentra facultado de exigir los daños y perjuicios
pertinentes; para el deudor, el cumplimiento de la prestación extingue el vínculo jurídico
existente, facultándolo además de repeler cualquier intento del acreedor a exigir nuevamente
el cumplimiento de la deuda.
2. Respecto del contenido: ambos sujetos no deben ser obligados a entregar o recibir una cosa
distinta de aquella que constituye el objeto de la obligación. Excepciones: dación en pago
(se entrega un objeto distinto al comprometido, ya que el deudor solvente que no cuenta con
dinero o en efectos muebles), y beneficio de competencia (importa un pago parcial de la
obligación, ya que el deudor insolvente no puede ser obligado a pagar mas de lo que de
buena fe puede).
3. El lugar del cumplimiento: el acreedor no puede exigir el cumplimiento de la obligación
en un lugar distinto de aquel que se ha fijado. En los casos que no se determina hay distintas
posibilidades: en los casos de cosas inciertas o fungibles, el cumplimiento debe verificarse
en el domicilio del deudor; en los casos en que la prestación consiste en la entrega de un
bien inmueble u otra cosa cierta, el lugar es aquel en el cual se encuentran los bienes.
4. En cuanto al tiempo que debe verificarse el pago: si no se ha fijado un plazo opera a
favor del acreedor, la obligación es exigible desde que nace. Si hay un plazo estipulado, la
obligación se torna exigible a su vencimiento. Lo mismo con condiciones suspensivas o
resolutorias.

Mora. Requisitos.
La mora es el incumplimiento de la obligación por parte del deudor a su debido tiempo. También
incurre en mora el acreedor cuando no acepta la prestación que le es debida.
El derecho quiritario entiende que si el acreedor ejecuta la obligación fuera de término, o la
prestación se torna imposible, el deudor queda liberado sin ningún tipo de sanción.
Luego con el procedimiento “acciones de la ley”, aparece el concepto de obligaciones perpetuas,
por medio del cual la obligación del deudor persiste aunque la prestación desaparezca por caso

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fortuito. Cuando adquieren importancia los contratos de buena fe, comienza a admitirse que el
deudor debe indemnizar al acreedor.
Requisitos para la constitución de la mora:
1. La obligación debe ser válida.
2. La obligación debe ser exigible.
3. El retardo debe ser injusto.
4. El retraso debe ser imputable al deudor por dolo o culpa.
5. El acreedor debe haber exigido el pago mediante una interpelación (acto judicial o
extrajudicial, no exige ningún formalismo y puede no hacerlo el mismo acreedor).
También existe la mora ex re (automática) en los casos que las partes estipulan que el solo
vencimiento del tiempo convenido constituye en mora al deudor, o también se produce cuando el
deudor se ausenta injustificadamente. También si la obligación tiene origen en una posesión de mala
fe o violenta, o proviene de un delito.
Si el acreedor realiza actos u omisiones que le impiden al deudor cumplir con su obligación, el
primero de los nombrados cae en mora. Hay mora por parte del acreedor cuando éste se rehúsa
arbitrariamente a aceptar la prestación; cuando no se encuentra en el lugar convenido para su
ejecución o no quiere realizar aquellos actos que resultan indispensables para su cumplimiento;
también si se ausenta sin justa causa sin designar representante o cuando no concurre al acto en el
cual va a llevarse a cabo la medición o peso de los objetos que debe recibir.

Efectos de la mora.
El deudor tiene la obligación de responder por los daños y perjuicios, debiéndolo colocar en la
misma situación en que se hubiera encontrado el acreedor si él hubiera cumplido a tiempo. El
acreedor puede exigir los frutos civiles o naturales desde el momento de la interpelación.
El acreedor se hace responsable en forma inmediata de todos aquellos perjuicios derivados de sus
actos que le impidan al deudor cumplir con su obligación en el tiempo debido. Esta mora suspende
el curso de los intereses. El deudor puede abonar la cosa que debe entregar ante la mora del
acreedor, y este último tiene el deber de restituirle los gastos que hubiera realizado para sonervar la
cosa después de la mora.
Justiniano dispone que cuando la obligación consiste en entregar una suma de dinero, el deudor
puede depositarlo in público, y extingue de pleno derecho la obligación.

Incumplimiento.
Se origina cuando el deudor no satisface la prestación a la cual se ha obligado. Puede porvenir de:
1. Dolo: consiste en la actitud voluntaria y maliciosa del deudor con el propósito de no
cumplir su obligación y provocar un daño al acreedor. Este perjuicio necesariamente deriva
en el incumplimiento de la obligación. Si es una de dare, el deudor puede ser compelido a
entregar la cosa por medio de violencia, e indemnización. El acreedor puede pactar las
consecuencias que implica actuar con dolo luego de que este se consuma, y negociar sobre
las pérdidas e intereses debidos, e incluso llegar a condonarlos. El acreedor incurre en dolo
si realiza actos tendientes a dificultarle al deudor el cumplimiento de la prestación, situación
que se rige por los mismos principios.
2. Culpa: el deudor incurre en culpa cuando le ocasiona un daño al acreedor al impedir el
cumplimiento de la obligación por falta de cuidado o por negligencia. La culpa existe por
parte del deudor. los principios que regulan la culpa son consagrados en la compilación
justinianea. Se distingue la culpa grave o magna (implica un descuido extremo), y la culpa
leve (el deudor no ha puesto debida diligencia que todo hombre normal debe prestar a los
negocios), la cual comprende la culpa in abstracto (el deudor omite los cuidados de un buen
padre de familia), y la culpa in concreto (dada por inobservancia del deudor de la diligencia
que suele tener en sus propios negocios). Las consecuencias cambian con el tiempo, en el
período clásico sólo responde cuando deriva de una conducta dolosa; cuando se incorporan
los contratos consensuales, sólo responde por sus conductas intencionales y por su falta de

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diligencia; luego se toma en cuenta la utilidad del negocio, y se establece como norma
general que sólo responde de la culpa grave cuando la relación se celebra en provecho del
acreedor, y por culpa leve cuando el negocio se realiza únicamente en su propio beneficio o
de ambas partes.
Se establecen excepciones, responsabilizando al deudor por la culpa levis, o eximiendo de
responsabilidad al deudor a pesar de que la relación se constituye en su provecho.
la custodia es un supuesto en el cual la falta de diligencia origina responsabilidad por culpa.
3. Caso fortuito: ocurre un evento que no le es imputable al deudor porque resulta
imprevisible. Excepciones: capitán del buque, del hotelero o del mesonero, quienes son
responsables de los objetos dejados bajo su guarda. El derecho romano establece que las
cosas se pierden para el acreedor.
4. Fuerza mayor: es todo aquel acontecimiento que, aunque previsto, no se ha podido evitar.

Efectos derivados del incumplimiento.


El incumplimiento de la obligación por dolo o culpa del deudor genera para el acreedor el derecho a
una indemnización pecuniaria por los daños y perjuicios sufridos. Pueden definirse como:
1. Daño emergente: disminución real del patrimonio del acreedor que acaece en virtud del
incumplimiento de la obligación por parte del deudor. En principio cuando no hay una
verdadera pérdida patrimonial tampoco hay lugar a una indemnización, pero luego,
completa esta noción con el concepto de lucrum cessans.
2. Lucro cesante: consiste en la privación de una ganancia o utilidad que el acreedor ha
dejado de percibir. Es necesario valuar los daños e intereses que debe abonar el deudor en
concepto de indemnización. La determinación de su valor queda librada al arbitrio judicial,
o, a la estimación efectuada por el acreedor (en ciertos casos). El derecho justinianeo
establece que la valoración del daño no debe resultar superior al doble de lo que importa la
prestación. Si es el acreedor quien efectúa la estimación, debe afirmar bajo juramento que
ella es exacta. A fin de evitar abusos, el juez tiene facultad de fijar de antemano un máximo
o reducir la indemnización a un monto menor. La valuación también puede quedar sujeta al
arbitrio de las partes cuando éstas incluyen en el contrato una cláusula penal que fija la
indemnización de antemano.

Extinción.
Sus principales modos de extinción son:
1. Pago: consiste en el cumplimiento de la obligación. Es el principal efecto que ésta persigue,
y el modo habitual de su extinción. El pago en Roma no sólo es entregar una suma de dinero
sino cumplir con la prestación debida, que puede ser la entrega de una cosa, o la realización
de un hecho o su abstención.
2. Novación: es el cambio o sustitución de una obligación por otra. Ulpiano: transfusión y
traslación de una deuda anterior a otra obligación, esto es cuando por virtud de otra causa
precedente se constituyó una nueva, de modo que se extingue la primera.
3. Compensación: se origina cuando el deudor opone al acreedor un crédito que tiene a su vez
contra el primero, se extingue la obligación si ambas deudas son iguales.
4. Confusión: se origina cuando en una misma persona convergen la calidad de acreedor y
deudor, produciendo la extinción de pleno derecho de la obligación.
5. Transacción: es la extinción de las obligaciones litigiosas mediante concesiones, o
renuncias, recíprocas, efectuadas de común acuerdo por las partes.
6. Prescripción liberatoria: es la extinción de la obligación por el transcurso de un
determinado período de tiempo sin que el actor exija su cumplimiento.

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