Está en la página 1de 5

ARTÍCULOS

CIENTÍFICOS

An iri dia congén ita


Gonzalo Carracedo O.D. nº 11.344 - Jesús Pintor Doctor en Biología - Assumpta Peral O.D. nº 10.149.

La aniridia, falta total o parcial del iris, se define como una alteración congénita que afecta al desarrollo del ojo. Se
produce por mutaciones en el gen PAX6, gen responsable del desarrollo del ojo, tejido nasal y cerebro. Es una afec-
tación bilateral que además de ausencia del iris también se caracteriza por presentar signos en otras estructuras
oculares, como la córnea, el cristalino y la retina. Sus síntomas principales son la fotofobia y la baja AV.

No existe un tratamiento global para la aniridia, se trata cada signo por separado. Las investigaciones actuales van
dirigidas en dos sentidos: mejorar la calidad de vida de los pacientes anirídicos con nuevos fármacos y buscar la
solución para dicha patología dentro del campo de la genética.

PALABRAS CLAVE: Alrededor del 80% de los casos se presenta de


manera aislada (AN1) sin afectación sistémica.
Aniridia, PAX6, síndrome WAGR, fotofobia, ojo En el resto (AN2) va acompañada de signos sis-
seco, baja visión. témicos como el tumor de Wilms (tumor del
riñón que se desarrolla en la infancia), retraso
INTRODUCCIÓN: mental y afectación genitourinaria. Esta anoma-
lía se conoce como Síndrome de WAGR y se
La aniridia, descrita por primera vez por Barra- debe a que la mutación en el brazo corto del
tta en 1818 como ausencia de iris, se define cromosoma 11 afecta al gen PAX6 y también al
como una alteración congénita que afecta al gen WT1, responsable del tumor de Wilms7.
desarrollo del ojo1, 2. Es una enfermedad bilate- Cuando la enfermedad no ha sido heredada,
ral con una incidencia entre el 1:64.000 y el alrededor del 15% de los casos, las probabilida-
1:96.000, que afecta de igual manera a hom- des de padecer el síndrome de WAGR se mul-
bres y a mujeres y no prevalece en ninguna tiplican, alcanzando a un tercio de los afectados.
raza3, 4. Existen casos esporádicos, sólo el 2%, en los
Aunque su signo más característico es la que la herencia es autosómica recesiva. Esta
ausencia total o parcial del iris, también se ven afectación se conoce como Síndrome de Gilles-
afectadas otras estructuras oculares, como la pie, en el cual, además de aniridia, se produce
córnea, el cristalino y la retina. A pesar de ser una ataxia cerebelosa que provoca retraso men-
congénita, no es una enfermedad estática, tal y falta de coordinación. Algunos estudios han
sino que algunos de sus signos se desarrollan demostrado que el gen PAX6 no es el responsa-
en edad adulta, como el glaucoma. Además, ble de este síndrome aunque se desconoce la
esta patología suele ir asociada con alteracio- causa que lo provoca2.
nes sistémicas. En la actualidad en España hay aproximada-
Es una enfermedad hereditaria autosómica mente 400 afectados censados por la Asocia-
dominante por mutaciones en el gen PAX6, ción Española de Aniridia y figura en la lista de
gen responsable del desarrollo del ojo, cere- enfermedades raras publicada por el Ministerio
bro y tejido nasal, el cual se encuentra en el de Sanidad8.
brazo corto del cromosoma 115,6. Reciente-
mente se han descubierto 10 nuevas mutacio- SIGNOS Y SÍNTOMAS
nes en el PAX6 que provocan aniridia3. Las
mutaciones en el gen PAX6 también son res- El signo más característico de la aniridia, del
ponsables del Síndrome de Peters6. cual proviene su nombre, es la falta total o par-

10 noviembre 420 Gaceta Optica


juntivales. El resto de los anirídicos presenta ojo
seco pero de menor grado9,10.
El test de Schirmer y el BUT en pacientes con
aniridia dan resultados anómalos, indicando
producción normal. Algunos estudios sugieren
valores bajos en el test de Schirmer y poca esta-
bilidad de la película lagrimal por disfunción de
las glándulas de Meibomio11, aumentando el
riesgo de úlceras corneales10.
Sequedad ocular, irritación y picor son los sínto-
mas más habituales entre los pacientes con ani-
ridia que presentan ojo seco. La gran mayoría de
los afectados utiliza lágrimas artificiales sin con-
servantes para mejorar su sintomatología9.
Tabla 1. Porcentajes de incidencia de algunas alteraciones oculares en pacientes con La córnea es la estructura ocular más afectada,
aniridia (datos facilitados por la Asociación Española de Aniridia). excluyendo el iris. Las mutaciones en el PAX6
provocan un desarrollo deficiente de las célu-
cial de iris. Pero la afectación del iris puede ser las Stem -responsable de la proliferación de
muy diversa, desde la ausencia total del iris células epiteliales corneales- en el limbo escle-
hasta una ligera hipoplasia de su estroma con rocorneal y de la migración de las células epi-
pupila de apariencia normal. La mayoría de los teliales. Así, en los anirídicos, no hay una rege-
pacientes presenta iris muy poco desarrollados neración correcta del epitelio corneal,
y prácticamente sin funcionalidad, causando una causando queratopatías de diverso grado.
fotofobia muy importante1, 2, 3, 4 (Figura 1). Los primeros signos de alteraciones corneales
En la Tabla 1 se muestran las diferentes altera- aparecen en los dos primeros años de vida, en
ciones oculares que se presentan en los pacien- los cuales se produce un adelgazamiento del
tes con aniridia congénita. Los porcentajes de epitelio y los vasos sanguíneos empiezan a
incidencia están basados en datos de la Asocia- invadir capas superficiales en la zona inferior y
ción Española de Aniridia8, pero no son conclu- superior de la cornea, terminando por cubrir
yentes, ya que la incidencia es muy variable toda la periferia. Esta alteración se conoce
dependiendo del estudio que se consulte1, 5, 6. como pannus corneal.
Si empezamos la exploración del ojo anirídico La neovascularización corneal avanza irreme-
desde el polo anterior al posterior, la primera diablemente hacia el centro de la córnea, apa-
estructura afectada es la película lagrimal. Rivas recen estrías en la membrana de Bowman,
et al afirma que el 56% de los anirídicos sufre manchas de Bitot en la conjuntiva y células epi-
ojo seco severo con un proceso muco-deficien- teliales conjuntivales invaden epitelio corneal
te, según el criterio de ojo seco de Madrid, debi- (Figura 2). En los grados más severos de insu-
do a una deficiencia de células caliciformes con- ficiencia de células Stem en el limbo, la córnea
se opacifica por completo, impidiendo la
visión12, 13, 14 (Figura 3).
Algunos autores relatan la presencia de micro-
córnea, hipoplasia de la membrana de Bow-
man y queratitis ulcerosas en algunos pacien-
tes con aniridia1,10.
Debido a la progresión de la degeneración cor-
neal, la agudeza visual de estos pacientes dis-
minuye hasta llegar a la ceguera.
Pero las alteraciones corneales no son la única
causa de pérdida de visión. Diversos estudios
calculan que el 75% de los anirídicos padece
glaucoma. La mayoría de los casos se presen-
ta en edad adolescente, siendo raro en niños o
recién nacidos.
La aparición del glaucoma en la segunda déca-
da de la vida se debe a un progresivo despla-
zamiento hacia delante por parte del tejido rudi-
Figura 1. Aniridia total (fotografía cedida por el Dr. Murube).
mentario del iris, debido a la contracción de las

Gaceta Optica 420 noviembre 11


ARTÍCULOS
CIENTÍFICOS

PIO, ya que interfiere en la medida, dando valo-


res más elevados de lo normal.
En nuestro camino hacia el interior, la siguiente
estructura que nos encontramos es el cristali-
no. Entre el 50% y el 85% de los pacientes
con aniridia congénita padece cataratas (Figu-
ra 4).
Habitualmente, se desarrollan durante la ado-
lescencia, aunque es habitual encontrar en los
recién nacidos pequeñas opacidades en el
cristalino, que no comprometen la visión. A
veces aparecen cataratas congénitas que hay
que extraer con celeridad para evitar futuras
ambliopías.
Corticales, nucleares, piramidales y capsulares
anteriores son los tipos de cataratas más fre-
cuentes en pacientes anirídicos. Subluxacio-
Figura 2. Citología de impresión en la que se observan células epiteliales corneales invadidas por células nes de cristalino también han sido descritas,
epiteliales conjuntivales en el ojo de un anirídico (fotografía cedida por el Dr. Rivas). pero en casos esporádicos3, 4.
La mayoría de los anirídicos presenta algún
grado de hipoplasia del nervio óptico y también
de mácula (Figura 5), y de forma esporádica
también presentan depósitos de lípidos en la
retina periférica. Únicamente los pacientes con
síndrome de Gillespie no presentan alteracio-
nes retinianas.
Parece ser que existe una correlación entre el
grado de hipoplasia del iris y la hipoplasia de la
mácula, debida a que las mutaciones en el gen
PAX6 interfieren de igual manera en el desarro-
llo de la retina y del iris17.
La hipoplasia macular induce en la mayoría de
los casos un nistagmus pendular y una dismi-
nución severa de la agudeza visual. También es
habitual encontrar estrabismos asociados a la
aniridia congénita, siendo la exotropia la más
común.

TRATAMIENTO
Figura 3. Paciente anirídico con opacidad corneal debida a la deficiencia de células Stem en el limbo
corneal (fotografía cedida por Asociación Española de Aniridia). No existe actualmente un tratamiento global
para la aniridia: hay que tratar de manera indivi-
fibras preexistentes que pasan sobre el ángu- dual cada uno de los signos que presenten
lo, y que termina taponando la malla trabecu- los pacientes.
lar. La mayoría de los pacientes anirídicos nece-
Cuando el glaucoma es congénito, el mecanis- sita tratamientos farmacológicos para el ojo
mo que lo provoca es diferente. En este caso seco (lágrimas artificiales, pomadas reepiteli-
no existe invasión del ángulo iridocorneal por zantes...) y el glaucoma (betabloqueantes,
parte del tejido rudimentario del iris, sino que inhibidores de la anhidrasa carbónica, simpa-
durante el desarrollo ocular se forma una capa ticomiméticos…).
vascularizada que cubre todo el ángulo, impi- La cirugía también está indicada para paliar
diendo el drenaje del humor acuoso3, 4, 15. algunos de los síntomas y signos en la aniri-
Además, recientemente se ha demostrado que dia congénita. Así, muchos de los pacientes
el espesor corneal en pacientes con aniridia están operados de cataratas y algunos de
congénita es sensiblemente superior a pacien- ellos han necesitado una trabeculoctomía
tes no anirídicos16. Esta característica de la cór- para tratar el glaucoma. Algunos anirídicos
nea hay que considerarla a la hora de medir la optan por utilizar una lente intraocular con un

12 noviembre 420 Gaceta Optica


trumentos de baja visión. Los más utilizados
son:
• Telescopio. Es el único instrumento de ayuda
para visión lejana. Pueden ir adheridos a las
gafas del paciente, en posición central o supe-
rior, o ser manuales, muy útiles para localizar
objetos alejados. Tiene inconvenientes como
pérdida de luminosidad y limitación del campo
visual. Cuanta mayor es la potencia del telesco-
pio, más reducida es la luminosidad y el campo
visual.
• Microscopio. Es un sistema de lentes diseña-
do para mejorar la visión en distancias próxi-
mas. Aumenta la imagen al disminuir la distan-
cia de trabajo. Se utiliza para distancias
menores a 25 cm. Este es uno de sus principa-
Figura 4. Aniridia parcial con catarata (fotografía cedida por el Dr. Murube). les inconvenientes: al realizarse la tarea a una
distancia tan corta produce fatiga con facili-
dad, ya que la posición de lectura no es cómo-
da. En estos casos es muy útil el atril.
Tiene varias ventajas frente a las otras ayudas
visuales para cerca. El campo visual es más
amplio en relación a las lupas y telemicrosco-
pios (telescopio adaptado para visión próxima).
Además, para periodos largos de tarea en
visión próxima es más cómodo que las ayudas
antes mencionadas.
• Lupa. Es una lente convexa que permite
aumentar el tamaño de los objetos que se
encuentren en la distancia focal de la lente.
Podemos encontrar muchos modelos de lupas,
desde manuales a lupas con soporte, con luz,
de regla…
Con este instrumento la distancia de lectura es
relativamente normal. Además, son de fácil
manejo y no conllevan un aprendizaje comple-
Figura 5. Hipoplasia retiniana macular en paciente anirídico (fotografía cedida por el jo. Por contra, el campo visual es mucho más
Dr. Murube). reducido que con los microscopios.
• Tele-lupa. Consta de un monitor, una cáma-
diafragma opaco simulando al iris (lente de ra de vídeo con un sistema óptico adaptado
Morcher) para reducir las molestias que produ- para distancias próximas y un soporte para
ce la fotofobia18 (Figura 6). colocar el objeto que el paciente quiere ver.
En los casos de degeneración corneal severa, Es muy útil para la lectura, ya que podemos
en los que la agudeza visual está muy merma- ampliar la imagen de forma independiente a
da, hay que realizar transplante de córnea y de nuestra distancia de trabajo (en este caso, la
limbo esclerocorneal o el implante de una distancia del paciente al monitor). Su mayor
membrana amniótica5, 12, 13. El riesgo de rechazo inconveniente es la movilidad. Es un instru-
cuando se realiza un transplante de limbo es mento demasiado aparatoso para trasladarlo
alto, debido a que es una zona muy vasculariza- de un lugar a otro.
da y los pacientes operados deben seguir un Además de los instrumentos ópticos de baja
tratamiento con inmunodepresores8. visión, existen otras ayudas no ópticas muy úti-
Como ya hemos comentado, la AV de estos les, como programas informáticos de amplia-
pacientes es muy reducida, con valores por ción de texto como el Zoomtext, atriles para
debajo de 6/60. Por tanto, es muy importante acercar los objetos, relojes y móviles con
realizar una refracción muy completa. La princi- voz…19
pal ayuda optométrica que les podemos pro- Para disminuir la fotofobia pueden utilizar gafas
porcionar es mejorar su calidad visual con ins- de sol con filtros de categoría 4 y, en algunos

Gaceta Optica 420 noviembre 13


ARTÍCULOS
CIENTÍFICOS

El estrabismo en la mayoría de los casos necesita


intervención quirúrgica para su corrección. La amblio-
pía, si se diagnostica a tiempo, tendrá el mismo trata-
miento que en los ambliopes no anirídicos.
La amplitud y la frecuencia del nigtasmus se redu-
ce al disminuir la intensidad de la luz que llega al ojo,
ya sea con gafas de sol, lentes de contacto cosmé-
ticas o lentes intraoculares de Morcher.4
La aniridia congénita es una enfermedad con una
incidencia baja en la población. Esto implica que
haya pocos recursos destinados a la investiga-
ción y desarrollo de nuevos tratamientos para
esta patología.
En la actualidad hay varias vías de investigación,
se realizan investigaciones para desarrollar nue-
vas técnicas quirúrgicas, nuevos fármacos que
disminuyan los síntomas de las alteraciones ocu-
lares asociadas a la aniridia, como el ojo seco y el
glaucoma20 y, dentro del campo de la genética, se
Figura 6. Paciente con aniridia al cual se le ha realizado un transplante de córnea y se le ha colocado buscan soluciones a esta patología.
una lente intraocular de Morcher para disminuir su fotofobia (fotografía cedida por la Asociación
Española de Aniridia). AGRADECIMIENTOS

casos, lentes de contacto cosméticas con el Queremos agradecer al Dr. Murube del Castillo,
iris simulado opaco. al Dr. Rivas y a la Asociación Española de Ani-
El uso de las lentes de contacto no está muy ridia la cesión de las fotografías que ilustran
extendido entre los pacientes anirídicos, ya este artículo.
que les resultan muy molestas debido a la
sequedad ocular que padecen. Otra contrain- Y también deseamos agradecer a la Asocia-
dicación para su uso es la mala cicatrización ción Española de Aniridia su colaboración
del epitelio corneal, por la insuficiencia de para realizar diversos estudios sobre ojo seco.
células Stem en el limbo, en caso de querati-
tis o úlceras epiteliales.
En los casos en que sí utilizan lentes de con- NOTA SOBRE LOS AUTORES
tacto, como son los niños o adultos con dege-
Gonzalo Carracedo, Dep. de Óptica II (Optometría y Visión), UCM.
neraciones corneales leves, los tipos de lentes
que demandan son cosméticas y lentes tera- Jesús Pintor, Dep. Bioquímica y Biología Molecular IV, UCM.
péuticas para proteger la superficie corneal. Assumpta Peral, Dep. de Óptica II (Optometría y Visión), UCM.
BIBLIOGRAFÍA
1. Nelson L.B., Spaeth G.L., Nowinski T.S. et al. Aniridia. A review. Surv Ophthalmol, 1984; 28: 621-42. 13. Kristine L., Nordlund M.L., Schwartz G.S., Holland E.J. Keratophaty in congenital aniridia. The Ocular
2. Lilakova D., Hejcmanova D., Juttnerova V. Rozsival P. Aniridia. Cesk Slov Oftalmol, 2002; 58: 176-179. Surface, 2003, April; 1, number 2: 74-79.
3. Singh D., Verma A. Aniridia. Web www.emedicine.com/OPH/topic43.htm, Febrero 2002. 14. Nishida K., Kinoshita S., Ohashi Y. et al. Ocular surface abnormalities in aniridia. Am J Ophthalmol,
4. Bakri S., Simon J. Aniridia in newborn. Web www.emedicine.com/OPH/ topic317.htm, Agosto 2001.
1995; 120: 368-375.
5. Tiller A.M., Odenthal T.P., Verbraak F.D., Gortzak-Moorstein N. The influence of keratoplasty on
15. Valenzuela A., Cline R.A. Ocular and nonocular findings in patients with aniridia. Canadian J Ophthal-
visual prognosis in aniridia, Cornea. 2003; 22(2): 105-110.
6. Churchill A., Booth A. Genetics of aniridia and anterior segment dysgenesis. Br J Ophthalmol, 1996; mol, 2004; 6: 632-638.
80: 669-673. 16. Whitson J.T., Liang C., Godfrey, D. et al. Central corneal thickness in patients with congenital aniri-
7. Fischbach B.V., Trout K.L., Lewis J., Luis C., Sika M. WAGR syndrome: a clinical review of 54 cases. dia. Eye&Contact Lens, 2005; 31, 5: 221-224.
Pediatrics, 2005; 116, 4: 984-988. 17. McCulley T.J., Mayer K., Dahr S.S., Simpson J., Holland E.J. Aniridia and optic nerve hipoplasia. Eye,
8. Pagina web Asociación Española de Aniridia. www.aniridia.com. 2005; 19, 7: 762-764.
9. Rivas L., Murube J., Rivas A., Murube E. Estudio del ojo seco en pacientes con aniridia congénita
18. Burk S.E., Da Mata A.P., Zinder M.E. et al. Prosthetic iris implantation for congenital, traumatic or
mediante citología de impresión. Arch Soc Esp Oftalmol, 2003; 78: 615-622.
functional iris deficiencies. J Cataract Refract Surg, 2001; 27,11: 1732-1740.
10. Jastaneiah S., Al-Rajhi A. Association of aniridia and dry eye. Ophthalmology, 2005; 9: 1535-1540.
11. Mackman G., Brightbill F.S., Optiz J.M. Corneal changes in aniridia. Am J Ophthalmol, 1979; 87: 497-502. 19. Vila J.M. Apuntes sobre rehabilitación visual. Madrid: ONCE, 1994: 190-228.
12. Holland E.J., Djalian A.R., Schwartz G.S. Management of aniridic keratophaty with keratolimbal allo- 20. Pintor J., Peral A., Pelaez T., Carracedo G., Bautista A., Hoyle C.H.V. Nucleotides and dinucleotides in ocular
graft: a limbal Stem cell transplantation technique. Ophthalmology, 2003; 110, number 1: 125-30. physiology: new possibilities of nucleotides as therapeutic agents in the eye. Drug Dev Res. 2003; 59:136-145.

14 noviembre 420 Gaceta Optica

También podría gustarte