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Alteridades

ISSN: 0188-7017
alte@xanum.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Iztapalapa
México

MABEL BARABAS, ALICIA; BARTOLOMÉ, MIGUEL ALBERTO


Antropología y relocalizaciones
Alteridades, vol. 2, núm. 4, 1992, pp. 5-15
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74711363001

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ALTERIDADES, 1992
2 (4): Págs. 5-15

Antropología y relocalizaciones

ALICIA MABEL BARABAS *


MIGUEL ALBERTO BARTOLOMÉ *

Las relocalizaciones como fenómeno coercitivos, tales como la incapacidad de decisión de


social recurrente los actores sociales involucrados, quienes son obligados
a abandonar sus asentamientos y se ven imposi-
Los fenómenos de desplazamiento y relocalización de bilitados de retornar a los mismos. Por otra parte, los
grupos humanos de magnitud variable, se han con- niveles de responsabilidad de las agencias participantes
vertido en las últimas décadas en un campo legítimo son mucho mayores, ya que están obligadas a indem-
para la investigación, la reflexión y -deseablemente- nizar a los afectados y contribuir substancialmente al
para la práctica antropológica. En un primer momento desarrollo de su nuevo espacio residencial. Dentro de
se los interpretó como problemas coyunturales deri- este ámbito se ubican los desplazamientos pobla-
vados de otros procesos, y por lo tanto se les prestó cionales resultantes de la realización de grandes obras
una atención secundaria, ya que el foco de la preo- de infraestructura; tales como los complejos turísticos,
cupación se centró en el proceso económico o político gasoductos, reestructuraciones urbanas y, especial-
considerado principal. Pero la reiteración de las mente, la construcción de grandes presas cuyos lagos
situaciones de desplazamiento y relocalización artificiales inundan tierras habitadas. Párrafo aparte
poblacionales, a pesar de sus múltiples causas, obli- merecen los traslados de población provocados por
gan a tratarlos como un fenómeno social específico catástrofes naturales, entre los que se pueden
(Leopoldo Bartolomé,1985); si bien sus características mencionar las inundaciones, los ciclones, los terre-
dependerán en gran medida de la causa que los motos o las erupciones volcánicas. Finalmente cabe
origine. Debemos en un primer momento distinguir apuntar las migraciones masivas resultantes de con-
las relocalizaciones voluntarias de las relocalizaciones flictos armados, que han generado numerosas pobla-
compulsivas. Dentro del primer caso se ubican, por ciones "flotantes" en todos el mundo: en América
ejemplo, las "colonizaciones dirigidas", que suponen Latina no podemos dejar de mencionar el caso de los
un mayor o menor grado de aceptación voluntaria por millares de indígenas mayas de Guatemala, a quienes
parte de sus protagonistas, así como un determinado la represión militar obligara, en los últimos años, a
nivel de responsabilidad por parte de las agencias que refugiarse en el sureste de México.
los llevan a cabo. Dentro de este espectro aparecen la Si bien se puede determinar entonces un gran
colonización dirigida del trópico húmedo mexicano o número de causas que provocan los desplazamien-
el traslado de población del altiplano andino hacia las tos poblacionales compulsivos, nos interesa centrar la
regiones selváticas de Bolivia y Perú. atención en aquellos derivados de la construcción de
En cambio las relocalizaciones compulsivas deri- grandes presas, y en especial en los que afectan a
vadas de proyectos estatales implican aspectos poblaciones indígenas. Esta elección no es coyuntural,
puesto que se deriva de los múltiples problemas socia-
* Investigadores del Centro Regional de Oaxaca del Instituto Nacional
les, políticos y culturales involucrados en dichos em-
de Antropología e Historia de México. prendimientos. Estos ofrecen, con todo su dramatismo,
Antropología y relocalizaciones

campos privilegiados para la reflexión y la praxis provocado severas consecuencias ecológicas en los
antropológica, tal como trataremos de destacar en frágiles ecosistemas amazónicos. Sin duda, uno de los
estas páginas. más impactantes megaproyectos brasileños está re-
presentado por el complejo hidroeléctrico del Río San
Francisco, cuyas presas Paulo Alfonso I, II, III IV e
Presas y relocalizaciones en América Latina Itaparica, han determinado la expulsión de millares de
campesinos e indígenas ribereños, en aras del pro-
En las últimas décadas la construcción de grandes grama de desarrollo del seco y empobrecido nordeste.
presas ha constituído parte integral de las políticas de Pero los procesos más intensos están aún por venir, tal
desarrollo llevadas a cabo por los estados latinoame- como lo exhiben los muy ambiciosos proyectos
ricanos. Tanto en razón de las crecientes demandas hidroeléctricos a realizarse en un futuro inmediato, y
energéticas derivadas del modelo de desarrollo esco- que afectarán irremediablemente a la ya tan agredida
gido, como de las llamadas políticas de desarrollo floresta amazónica, especialmente en el área del Río
regional, orientadas a promover el crecimiento eco- Xingú.
nómico de las regiones consideradas marginales; las Las presas binacionales generan también complejos
presas fueron percibidas por los Estados como instru- problemas políticos y jurídicos respecto a las conse-
mentos idóneos para el desarrollo de los recursos cuencias sobre los grupos humanos afectados; ya
locales y nacionales. En lo que atañe a los marcos que dicha responsabilidad tiende a ser asumida por la
regionales, aparecían como la estrategia adecuada Agencia responsable de la construcción. Así la presa
para superar los desequilibrios estructurales interre- Yacyretá, que se construye sobre el Río Paraná uniendo
gionales y homogeneizar el tan anhelado desarrollo Argentina con el Paraguay, supone la generación de
nacional. Estas características adjudicables a los pro- un embalse de 1,600 km2, que ya ha obligado a relo-
cesos económicos y políticos de los diferentes proyec- calizar a 30,000 urbanos pobres y a 10,000 campesi-
tos estatales latinoamericanos, constituyen los mar- nos y pescadores ribereños, tradicionalmente asenta-
cos globales dentro de los cuales las presas aparecen dos en ámbos márgenes del río Paraná (Leopoldo
como manifestaciones concretas de modelos econó- Bartolomé,1984). Otra gran presa binacional es la de
micos. Ello generó una tendencia sociológica gene- Salto Grande, construída por Argentina y Uruguay so-
ralizada, orientada hacia el análisis y crítica de los bre el Río Uruguay, que opera como su frontera acuá-
llamados "proyectos nacionales" (aunque sus modelos tica. Las obras supusieron la relocalización compulsi-
de referencia no sean locales). Pero un epifenómeno de va de más de 20,000 habitantes urbanos y rurales de
esta legítima perspectiva de análisis macrosistémico, ambos países (M.R. Catulo,1986). Los procesos sociales
radicó en una cierta minusvalorización de algunas de generados por dichos emprendimientos a partir de la
sus expresiones concretas, entre las cuales se cuentan década de los 70s, aún no han encontrado una reso-
las grandes presas entendidas como un fenómeno en lución satisfactoria para las poblaciones afectadas.
sí mismo, independientemente del hecho de que se en- Sin pretender exponer un listado exhaustivo de las
cuentren inscritas en el marco de las políticas nacio- obras realizadas, de las que están en proceso y de
nales y del modelo de desarrollo energético escogido. las proyectadas, resulta evidente que ningún país
Una muy breve referencia a las grandes presas que latinoamericano escapa a la masiva presencia de las
se han construído o están en construcción en los presas. En Panamá tenemos el ya realizado Complejo
últimos años en América Latina, permitirá una mejor Hidroeléctrico del Bayano y el programado Changuila-
comprensión de la importancia de los procesos sociales Teribe. En Perú el programa Paquitzapango supone la
involucrados. Indudablemente que Brasil es el país construcción de tres presas sobre el Río Ene. El pro-
con mayor experiencia en presas y con más proyectos yecto de la presa Tavera en la República Dominicana,
de obras futuras. Así la monumental represa Ytaipú es uno de los pocos que recibió atención por parte de
construída por Brasil en relación con el Paraguay, ha un antropólogo desde la etapa de su formulación
generado un lago artificial de 884 km2, que obligó a (N.González,1972) Finalmente, y ya aterrizando en la
desplazar a más de 40,000 personas sólo del lado problemática local, podemos advertir que en México
brasileño. Pero la mayor inundación le corresponde las relocalizaciones (o "reacomodos") poblacionales de-
indudablemente a la presa Sobraninho, cuyo gigan- rivadas de la construcción de grandes presas, cons-
tesco lago de 4,000 km2 desalojó a más de 60,000 in- tituyen una constante en el pasado y el presente, así
voluntarios contribuyentes al progreso nacional. Otra como una perspectiva para el futuro. La Presa la An-
presa, Tucuruí, construída sobre el Río Tocantis dam- gostura en Chiapas desalojó a alrededor de 17,000
nificó a 30,000 campesinos, y su lago de 2,430 km 2 ha personas; la de Chicoasen en el mismo Estado desplazó

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Alicia Mabel Barabas / Miguel Alberto Bartolomé

norancia institucional, debido a que en las últimas


décadas se ha estado construyendo una definida re-
flexión antropológica e incluso una amplia praxis
social al respecto.

La Antropología ante las presas

El aspecto más significativo de las grandes presas,


para el análisis antropológico, se centra en el despla-
zamiento involuntario y en la consecuente relocaliza-
ción de poblaciones. Los estudios pioneros de E.G.
Brown (1951) sobre los 60,000 desplazados en el valle
del Tennesse, de H. Fahim (1960) acerca de los 100,000
nubios afectados por la presa de Aswam en Egipto, de
T. Scudder (1966) y E. Colson (1971) en diferentes
regiones de Africa, de J. Ingersoll (1968) en la cuenca
del Mekong, entre otros; llamaron la atención sobre la
relevancia de esta problemática hasta entonces poco
conocida, y enumeraron algunos de sus principales
a 2,000 campesinos; la Miguel Alemán expulsó a efectos derivados. Desde entonces la antropología ha
20,000 indígenas de sus tierras; la Cerro de Oro ha avanzado en este controvertido tópico, tanto a través
reiterado este último proceso con otros 26,000 nativos; de la crítica de proyectos ya consumados, como en la
en el estado de Guerrero la Presa El Caracol hizo elaboración de propuestas tendientes a minimizar los
relocalizar a 5,000 personas; la 02 en el estado de altos y dramáticos costos sociales de los emprendi-
Hidalgo afectó a los ya pauperizados otomíes del Valle mientos. La creciente casuística sobre el tema en todo
del Mezquital. En el presente se está construyendo la el mundo ha permitido la sistematización de situa-
imponente cortina de Aguamilpa en Nayarit, inundando ciones, acciones, resultados, problemas y respuestas
a cientos de huicholes. El proyecto hidroeléctrico de sociales que, si bien muestran un amplio rango de
Tetelcingo, en Guerrero, ha tenido que detenerse como variaciones contextuales, han hecho posible la ela-
resultado de las luchas de los miles de indígenas boración de modelos teóricos e incluso manuales-
nahuas potencialmente afectados. guías, que permiten acercarnos a la grave cuestión de
Por lo expuesto en esta breve casuística, resulta la relocalización poblacional con un instrumental
evidente que las relocalizaciones derivadas de la cons- teórico y práctico de referencia (D. Butcher,1971; T.
trucción de presas no se configuran como un fenómeno Scudder y E. Colson,1982; L. Bartolomé, 1983,
social coyuntural sino estructural. Incluso no sólo las 1984a,1984b,1985; Suárez, Franco y Cohen (comp.),
poblaciones desplazadas se han constituído como un 1984; M. Cernea,1989; etc.).
objeto de estudio, sino también los masivos contin- Son hoy en día sobradamente conocidos los resul-
gentes laborales reclutados para la construcción de tados contradictorios de las grandes presas en términos
las obras, y por lo general confinados durante largas de desarrollo social regional. Mientras que algunos de
temporadas en los campamentos de trabajadores (G. sus logros (generación de energía, riego permanente)
Lins Ribeiro, 1989) . Tanto en el pasado como en el promueven el desarrollo de ciertos grupos y regiones;
futuro las poblaciones rurales así como las urbanas los sectores más pobres de la población (indígenas,
han estado y estarán expuestas a este tipo de traumá- campesinado tradicional, marginados urbanos), son
ticos procesos. Las problemáticas sociales derivadas quienes ceden sus tierras para las obras y quienes
son aún más complejas en el caso de las sociedades menos o ningún beneficio obtienen de ellas. En ciertos
indígenas, puesto que constituyen campos culturales casos, verdaderos ejemplos de autoritarismo, negli-
alternos a los estados y agencias que llevan a cabo los gencia y mala planificación, como el de Cerro de Oro en
proyectos, aunque tradicionalmente han sido tratadas México, los indígenas desplazados han resultado vícti-
en formas muy poco respetuosas de su diversidad. mas y no beneficiarios del proyecto de desarrollo; ya
Esta práctica autoritaria ha incrementado, en todos que perdieron sus tierras ancestrales, involucionaron
los casos, el dramatismo del impacto social padecido; económicamente, y entraron en un creciente proceso
situación que ya no puede ser justificada por la ig- de pérdida cultural y descaracterización étnica, que

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Antropología y relocalizaciones

puede ser conceptualizada como etnocidio (A. Barabas autoestima y disminuyen el repertorio cultural de res-
y M. Bartolomé, 1973; M. Bartolomé y A. Barabas, puestas frente a las nuevas situaciones. En ciertos
l990). casos, la crisis de identidad y la paralización cultural
Tampoco resulta desconocido que la construcción producidas por estos procesos de cambio dirigido,
de grandes presas generalmente es decidida en función pueden llegar a culminar en situaciones de anomia, si
de objetivos energéticos, macroeconómicos y políticos; los afectados no generan estrategias adaptativas ade-
y programada en términos técnicos, financieros y cuadas para enfrentar los cambios.
políticos. Al primar en ellas una óptica de ingeniería a Cuando se trata de sociedades y culturas alternas,
ultranza, las cuestiones sociales, culturales , ecológicas como las indígenas, la crisis existencial individual y
y sanitarias, no sólo han sido relegadas a segundo colectiva suele ser aún más intensa y disruptora que
plano y para último momento; sino que también han entre otros grupos sociales de tradición occidental.
llegado a ser consideradas como gastos superfluos Las sociedades indígenas son específicas formas de
que constituyen un impedimento al desarrollo normal organización social, política y económica, dotadas
de la obra. Dentro de esta lógica ilógica, los equipos de conocimientos milenarios que suponen la adapta-
dedicados a la planificación social suelen contar con ción a un territorio que es también ámbito sacrificial.
escasos recursos, y pocas veces son integrados a los La pérdida del territorio ancestral y los cambios drás-
proyectos al mismo tiempo que los equipos técnicos. ticos, poco o mal planificados, pueden conducir a
Los estudios sociales resultan no sólo desfasados sino agudos procesos de anomia social y descaracterización
que sus especificaciones suelen ser ignoradas, hasta cultural.
que la evidencia de los errores (movimientos sociales La política indigenista integracionista que primaba
de protesta, aumento de costos de infraestructura, en América Latina hasta comienzos de los setenta,
etc.) obliga a los técnicos a recurrir a los científicos para la cual el cambio cultural era un logro civilizatorio
sociales para subsanar problemas, que muchas veces que debía ser inducido, no generó mayores críticas
ya no tienen solución. Una excepción, estaría cons- frente a los impactos culturales producidos por las
tituída por el ente binacional Yacyretá (Argentina- relocalizaciones forzosas. Las iniciativas contrarias
Paraguay) que integró un equipo de planificación so- provinieron de investigadores académicos y poblaciones
cial desde un primer momento, pero esta presa aún no implicadas. Por su parte el Banco Mundial, a raíz de
ha sido concluída y en la actualidad el reacomodo se numerosas experiencias que demostraron la invia-
encuentra atrasado respecto de la obra de ingeniería. bilidad económica, ecológica y social de proyectos mal
La energía hidráulica es el único recurso renovable planificados y peor implementados, decidió adoptar a
con el potencial suficiente para proveer las crecientes partir de los ochenta una política y directrices de ope-
necesidades de los países involucrados en procesos de ración específicas. Estas fueron dadas a conocer a tra-
desarrollo industrial y agroindustrial. Se calcula que vés de diferentes documentos en 1980 (Reasentamien-
alrededor de 40 proyectos de agricultura e hidroelec- tos Involuntarios), 1982 (Poblaciones Indígenas y
tricidad aprobados por el Banco Mundial entre 1979
y 1985, obligarán a reasentar por los menos a 600,000
personas en 27 países (M. Cernea,1988). En América
Latina las presas han afectado y afectan miles de
hectáreas de tierras productivas pobladas por muchos
miles de personas, incluyendo indígenas. Gran parte
de ellas, de enormes dimensiones, han sido o serán
construídas en áreas de bosque tropical. Esto enfatiza
la magnitud de la problemática que, lejos de disminuir,
crecerá en las próximas décadas debido a los mayores
requerimientos de la sociedad industrializada.
Los grupos humanos que son obligados a abandonar
y ver desaparecer el lugar en que han vivido durante
generaciones, sufren múltiples traumatismos, que han
sido caracterizadas como "estrés multidimensional de
relocalización" (Scudder y Colson, 1982). Los dife-
rentes tipos de pérdida: afectiva, emocional, psicológica,
intelectual, cultural y material; predisponen a los relo-
calizados a contraer enfermedades de riesgo, dañan la

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Alicia Mabel Barabas / Miguel Alberto Bartolomé

Desarrollo Económico) y 1986 (Propiedad Cultural) tomadas en cuenta. Retomando lo señalado por
(Goodland, 1989; Cernea, 1988). En base a las reco- Goodland, (1979,1989) podemos referirnos a este pro-
mendaciones allí incluídas, se ha logrado que en los ceso clave como la "internalización de las externali-
últimos años algunos países, como México y Brasil, dades"; ya que los diversos ejecutores de las obras
hayan comenzado a modificar sus procedimientos de aprenden a internalizar estos y otros tópicos (v.g. so-
relocalización. En el documento de 1982 se propone ciales), generalmente considerados ajenos o no esencia-
una política de "autonomía cultural" que deja entrever les al proyecto, como factores integrantes de toda
importantes cambios de óptica, ya que reconoce el va- evaluación técnica y económica; y a planificarlos con-
lor de la culturas nativas, el derecho de sus miembros juntamente con el desarrollo de la obra de ingenie-
a resguardarlas o transformarlas según su decisión, ría. En la medida que se evita el retraso en las acciones
además de la obligación de la sociedad nacional de encaminadas a proteger la ecología en el área del em-
brindarles las opciones tendientes a su propio de- balse y la región de influencia, y a prevenir las enfer-
sarrollo. Quizás sería apresurado adjudicar una nota- medades relacionadas con el hidroproyecto que azo-
ble preocupación humanística al Banco Mundial; esta tan a las poblaciones afectadas (locales y relocalizadas),
institución , como todas las de su naturaleza, se podrán evitarse daños irreversibles contrarios a los
orienta más hacia la eficacia que hacia la justicia. Sin objetivos de desarrollo preconizados por estos em-
embargo, la búsqueda de una eficacia operativa con prendimientos. Se evitarán también considerables
frecuencia ayuda a mitigar situaciones injustas, que derramas económicas que deben realizarse para pa-
no son necesariamente generadas por voluntad sino liar, muchas veces sin éxito, los desastres ambientales
por ineficiencia institucional. y sanitarios que no fueron previstos.
Diversos especialistas han determinado que los
impactos negativos sobre el medio ambiente y la salud
Impactos ambientales y sanitarios están directamente relacionados con el tamaño de la
obra. En contraste con la ideología prevaleciente entre
Los efectos ecológicos y sanitarios negativos provoca- los técnicos, los ambientalistas saben que cuanto
dos por las grandes presas son hoy en día muy cono- mayor es el reservorio mayores problemas ecológicos
cidos, y generalmente ya tomados en cuenta por los y de salubridad deben esperarse; además del costo
organismos financiadores y ejecutores de los proyectos. económico que representa sustraer muchos miles de
El análisis de los impactos ambientales se constituyó hectáreas a la producción agrícola. Igualmente, se
como una nueva rama de investigación recién a partir reconoce que las grandes presas afectan no sólo el
de 1969 (Goodland,1985). Con anterioridad no se hábitat y la población aledaños al lago artificial, sino
sabía qué impactos podrían causar estas obras y las también las áreas de relocalización lejanas, incluyendo
consecuencias, convertidas muchas veces en desastres las tierras y los sistemas acuíferos indirectamente
irreparables, se evaluaban a posteriori y se tomaban relacionados.
pocas o ninguna medidas de prevención para controlar Los impactos ambientales y sanitarios negativos
o evitar los efectos adversos. han sido ya detallados con amplitud en diversas publi-
Hacia 1966, a partir de la experiencia acumulada caciones (Goodland, 1979,1985; Werner, Langdon,
en Egipto (Aswam) y otras grandes presas, varios Bloemer, Nacke, 1987; etc.). Entre los principales se
investigadores comenzaron a sistematizar el conoci- cuentan: azolvamiento de la presa, erosión de los
miento, sentando las bases para nuevas políticas de cauces por adelgazamiento del agua, salinización de
prevención, control y evaluación a priori de impactos las tierras de cultivo, playas de lodo derivadas de la
ambientales y sanitarios producidos por grandes oscilación de cotas, eutrofización de las aguas del em-
presas, que en el presente son condiciones sine qua balse, cambios climáticos derivados de la evapotrans-
non que instituciones como el Banco Mundial requieren piración, pérdida de flora y fauna salvaje. Algunos de
de las agencias estatales nacionales a fin de financiar los efectos sobre el ambiente, como las playas de lodo
las obras. Entre sus diversas políticas relacionadas y la eutrofización, desarrollan vectores de múltiples
con grandes presas el BM ha formalizado las relativas enfermedades (malaria, esquistosomiasis y otras pa-
a Medio Ambiente (1984) y Biodiversidad (1986), que rasitosis, oncocercosis, encefalitis, infecciones
intentan normativizar las acciones de gobiernos, ins- cutáneas y del aparato respiratorio, etc.).
tituciones y especialistas en esta temática fundamen- Es sabido que en tales condiciones ambientales,
tal. Pero además pretenden una transformación aunadas al estrés psicosocial que sufre la población
cualitativa de los procedimientos, al incorporar a los afectada, se incrementan las tasas de morbilidad y
equipos técnicos nuevas ideas y prácticas antes no mortalidad. La eutrofización, originada en el exceso de

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Antropología y relocalizaciones

biomasa en el reservorio, es también perjudicial para torio étnico implica la ruptura de milenarios y equili-
la economía, ya que impide la navegación y el correcto brados procesos de interrelación hombre-cultura-
funcionamiento de la usina; además de contaminar medio ambiente, que dan como resultado la cancelación
los peces y las aguas. de multitud de conocimientos y prácticas (técnicas,
En especial cuando las grandes presas son estrategias laborales, acceso a productos naturales,
construídas en áreas de bosque tropical, deben espe- creencias, costumbres y sitios de culto religioso y
rarse mayores disturbios ecológicos y sanitarios. Un práctica terapéutica, etc.), de gran relevancia para la
ejemplo característico es el de la presa Tucuruí, en supervivencia física y cultural del grupo. Por lo tanto,
Amazonia, que cubrió 2,640 km2 de bosque tropical. su pérdida no significa sólo la pérdida de un medio de
Datos recientes indican que la proliferación del mos- producción intercambiable por otro de similar mag-
quito culex mansoni, que está afectando gravemente nitud: para los pueblos indios la tierra es historia e
la salud de la población y la cría de ganado, deriva de ideología; la tierra es cultura.
los disturbios ambientales antes mencionados (Jornal
do Brasil, 1988). Un efecto aún más grave, detectado
en 1991, es la aparición de contaminación por mercu- Ideologías y contraideologías de las presas
rio en el lago articial y en el río, provocada por las tur-
binas de la presa. Estudios realizados entre la pobla- Indudablemente estas grandes obras de ingeniería
ción y la fauna (ganado, peces) del área muestran que representan fenómenos objetivos, cuyas manifesta-
los niveles de mercurio que presentan son superiores ciones concretas suponen una de las mayores evi-
a los permitidos por la OMS. Esto implica que los dencias tangibles de la capacidad humana para trans-
afectados tienen mayores riesgos de sufrir problemas formar la naturaleza. Sin embargo los aspectos subje-
neurológicos y genéticos mortales (EFE, Brasilia, tivos influyen en forma extraordinaria en dichos em-
1991). prendimientos, a pesar de que raramente son tomados
En las últimas tres décadas, guiada por la ideología en cuenta dentro del análisis global de los procesos
del progreso y la modernización, la sociedad occidental sociales involucrados. Lo anterior implica el privilegio
ha alterado y transformado irreversiblemente nume- de una óptica, a la que tal vez podríamos calificar como
rosos bosques tropicales, así como otros ecosistemas mecanicista, en contraposición a una perspectiva que
terrestres y acuáticos que las sociedades indígenas no no excluya la comprensión de los aspectos ideológicos,
habían afectado a lo largo de milenios de habitación. culturales y cognitivos factibles de ser identificados. Y
Los resultados suelen ser tan riesgosos para la super- esta preocupación no es de naturaleza meramente for-
vivencia de las especies animales y de los hombres, malista, puesto que refiere a factores actuantes que en
que actualmente el BM no apoya proyectos naciona- muchas oportunidades influyen de manera crucial
les que convierten las llamadas "tierras salvajes" en en el desarrollo de los emprendimientos. Dentro de la
áreas deforestadas, lagos artificiales y plantaciones, mayoría de las grandes obras de infraestructura, en-
ya que estos desembocan en desastres ecológicos y contraremos a dos grupos de actores sociales interac-
económicos (Goodland, 1988). La presa Cerro de Oro, tuantes, básicamente constituídos por el personal a
en México, es claro y reciente ejemplo de la dramática cargo de las obras y por el conjunto de los afectados
deforestación de 85,000 ha del bosque tropical de por las mismas. Ambos grupos generan represen-
Uxpanapa y de los fracasados proyectos agropecuarios taciones colectivas de sus circunstancias, las que
y agroindustriales que afectaron a miles de indígenas tienden a configurarse en términos de lo que podríamos
chinantecos relocalizados en esa región (Bartolomé y denominar como ideologías y contraideologías res-
Barabas, l990). pectivamente.
Las problemáticas generadas por las grandes presas El antropólogo brasileño Gustavo Lins Ribeiro (1985)
en medio ambientes tropicales se incrementan cuando ha caracterizado con singular claridad algunas de las
además éstos constituyen el hábitat geográfico, histó- manifestaciones ideológicas del personal de los pro-
rico y cultural de sociedades indígenas. No sólo tienen yectos, entendiéndolas como un proceso de legitima-
que considerarse las invaluables pérdidas de bienes ción que articula varias construcciones ideológicas.
arqueológicos, históricos y antropológicos sepultados La gran magnitud de los proyectos (el "gigantismo"),
por los embalses. Un aspecto de fundamental impor- los hace aparecer como necesariamente positivos, en
tancia, sobre el que las ciencias sociales deben llamar la medida que ofrecen numerosas oportunidades labo-
la atención, son los procesos de destrucción cultural rales. Pero al mismo tiempo generan lo que define co-
(etnocidio) que devienen de la inundación y conversión mo una ideología de redención, basada en la noción de
ecológica de territorios indígenas. La pérdida del terri- progreso que hace aparecer al Proyecto como una ex-

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Alicia Mabel Barabas / Miguel Alberto Bartolomé

presión normal y deseable de la trayectoria histórica del Carmen con tierra firme en Campeche, que tiene
del país o de la región. Los protagonistas de estos pro- una longitud de varios kilómetros sobre el mar. Al
cesos se perciben entonces como verdaderos pioneros; interrogar a los lugareños respecto a la oscilación que
individuos excepcionales construyendo una obra ex- se advierte al atravesarlo, nos contestaron que se de-
cepcional contra el desafío de la naturaleza y en pos de bía a que los ingenieros no habían sepultado una
un futuro mejor. En algunas oportunidades tal vez suficiente cantidad de niños bajo los pilares del puente.
esta ideología se puede basar en razones atendibles, El tema de los niños sacrificados aparece recurrente-
pero uno de sus resultados no deseados es considerar mente asociado a las cortinas de las presas, creencia
a los críticos como traidores a una gran causa nacional, a la que subyace la noción de que una trasgresión a la
y a los afectados y a sus demandas como a enemigos y naturaleza y a la sociedad de tal magnitud, debe nece-
obstáculos para su realización. En más de una opor- sariamente estar acompañada de sacrificios propi-
tunidad, y en distintos países y obras, hemos podido ciatorios. Durante la construcción de la Presa Cajón
apreciar que los afectados eran percibidos como un de Peña en Jalisco, entre la población desplazada se
grupo decididamente alterno, como un Otro, cuyas desarrolló una estructurada creencia sobre la existen-
conductas y propósitos responden a intereses oscuros cia de sacrificios de niños realizados por los ingenie-
y no entendibles: “les estamos dando cosas mejores ros. Con rara sensibilidad dos arqueólogos a cargo del
que las que tenían antes y todavía protestan”. Y, en el rescate de los sitios inundados, registraron a través de
caso de las poblaciones indígenas, su desplazamiento encuestas las características de esta creencia (Joseph
suele adquirir el carácter de una cruzada civilizatoria, y Emilia Mountjoy, 1977). Se encontraron así con que
ya que se supone que les permitirá integrarse a nuevas la mayor parte de la población estaba convencida de
condiciones de vida y de trabajo, más compatibles con que los ingenieros habían construído pequeños
los modelos que preconiza el Estado-nación como su "cajones" o "cuartitos" en la cortina, dentro del los
proyecto de futuro. cuales introducían niños "inocentes" (vírgenes) de am-
Del otro lado de la moneda se ubican las construc- bos sexos. Las criaturas pasan a llamarse "salvadores"
ciones ideológicas de los afectados. Resulta frecuente y tienen el papel de anunciar si la presa va a reventar y
que las obras sean percibidas como una agresión, tan- también el de asegurar que no se acabe el agua. Es
to individual como social, basada en argumentaciones para conocer los mensajes de estos niños que los in-
no siempre entendibles y que responden a fines dife- genieros contratan veladores que recorren la cortina
rentes a los que argumentan sus responsables. “El de noche, escuchando sus voces y llantos.
gobierno nos mandó el diluvio para matarnos, porque En al caso de los pueblos indígenas la percepción
nosotros no queríamos hablar el idioma (español) del de la naturaleza transgresora de la obra, suele estar
gobierno”, nos decía un anciano chinanteco contem- elaborada en términos del universo simbólico propio
plando el lago que había inundado su territorio como de cada cultura. Entre los mazatecos del estado me-
consecuencia de la Presa Cerro de Oro. "Hidronor es el xicano de Oaxaca, se afirmaba que una camioneta del
Diablo" rezaba una pinta que observamos en la calle gobierno recorría los pueblos raptando niños para
principal de Rodelas, en el estado brasileño de Bahía, empotrarlos en la cortina de la Presa Cerro de Oro, y
aludiendo a la agencia hidráulica constructora de la que el Señor de la Naturaleza que vivía en la montaña
Presa Itaparica que inundaría la localidad. Pero las sagrada había requerido el tributo caníbal de 200
presas no sólo son vividas como una agresión sino hombres para permitir la construcción de la presa
también como una transgresión: como una violación Miguel Alemán (E. Boege,1982). La realización de la
tan severa del orden de la naturaleza, que incluso misma Presa Cerro de Oro se pudo efectuar sólo des-
requieren de prácticas sacrificiales protectivas para pués del fracaso de las entidades míticas vinculadas
poder llevarse a cabo. al territorio étnico de los chinantecos, que pretendían
Dentro de la tradición oral referida a cada obra, es impedir su construcción, a pesar de que se suponía
frecuente escuchar que ésta costó la vida de varios que numerosos ingenieros habían sido "tragados" por
trabajadores, a los que se supone sepultados en la el sagrado Cerro de Oro (M. Bartolomé y A. Barabas,
cortina de cemento. Un lanchero del represado Río 1990). Estos factores "subjetivos", que suelen ser
Grijalba en Chiapas, México, nos relataba que el mo- minimizados por los planificadores y que tan sig-
numento que está sobre la cortina de la Presa de la An- nificativos son para un antropólogo, tienden a cons-
gostura, en realidad constituía un homenaje a los tituirse en motivadores de conductas colectivas en
obreros muertos en la obra, a pesar de que la placa contra de las obras; llegando con frecuencia a influir
conmemorativa aludiera a otra cosa. Hace algunos ideológicamente en la estructuración de los movi-
años se construyó el camino-puente que une Ciudad mientos de oposición a las relocalizaciones.

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Antropología y relocalizaciones

Relocalizaciones y movimientos sociales culturales, la democracia de base, la deslegitima-


ción del Estado y la redefinición del papel de la ciuda-
El análisis de los movimientos, sociales o de protesta, danía.
desarrollados por poblaciones directa o indirectamente Con el único propósito de evidenciar la amplitud
afectadas por procesos de desplazamiento compulsivo, mundial y la magnitud del fenómeno, mencionaremos
resultan de capital importancia tanto para evaluar la algunos casos conocidos. Uno de los más impactan-
magnitud de los conflictos suscitados por la actuación tes fue protagonizado por los nativos bantoc y kalinga
de instituciones y Estados a través de los grandes pro- afectados por el proyecto del Río Chico en Filipinas,
yectos hidroeléctricos, como para entender la natu- quienes ante la intransigencia del gobierno y las ame-
raleza de la dinámica social involucrada en la respuesta nazas del ejército debido a sus constantes protes-
generada por estos grupos. Es frecuente que los estu- tas, decidieron aliarse con al grupo guerrillero Nuevo
dios de casos puntuales registren los avatares de las Ejército Popular que buscaba el derrocamiento del
movilizaciones populares que, de diversas formas, gobierno (Drucker,1983). Los adivasis del estado
pretenden oponerse a la construc- de Bihar en India, al ser afectados
ción misma de las grandes presas o, por la presa Koel Karo, constituyeron
mínimamente, a las condiciones una nueva organización denomi-
desfavorables de relocalización que nada Jan Sanghathan. En 1983 és-
los organismos ejecutores pretenden ta sostuvo un enfrentamiento ar-
imponerles. Por ello, resulta tanto mado que culminó con la retirada
más sorprendente que muchos ela- militar y el inicio de un proceso de
borados modelos teóricos -como los negociación pacifica. Además de bro-
antes mencionados-, pongan tan tes virulentos de corta duración,
poco empeño en tratar de conceptua- como los arriba citados, que buscan
lizar un fenómeno sociopolítico, que en última instancia posibilidades
constituye tal vez el elemento fun- de negociación y el cumplimiento de
damental para la comprensión pro- ciertas demandas (mejores indem-
funda de los dramáticos efectos so- nizaciones, obras de infraestruc-
ciales, culturales y psicológicos tura,etc.); existen otros movimien-
producidos por estas obras, tal co- tos que denotan una más profunda
mo son vividos por sus involunta- intencionalidad política. Tal es el
rios protagonistas. caso de la Comisión Nacional de
Algunos estudios realizados en Afectados por Presas creada en 1982,
Brasil apuntan interesantes conclu- que aglutina a diversos grupos y
siones, respecto de la naturaleza de sectores sociales de Brasil; misma
los movimientos sociales gestados que a través de varios encuentros
en relación con proyectos hidro- interestatales y nacionales (1986,
eléctricos. Ligia Sigaud (1986) ha 1990) ha cuestionado no sólo aspec-
destacado acertadamente que se ge- tos puntuales de las diversas obras,
neran nuevas situaciones y grupos sociales, diferentes sino las implicaciones culturales y políticas del modelo
de los preexistentes, que resultan de la confrontación de desarrollo prevaleciente en el país.
de intereses y lógicas establecidas entre los organismos En el estado de Oaxaca, en México, hemos registra-
ejecutores y las distintas fuerzas sociales existentes do diversos episodios de protesta entre 1984 y 1989
en el universo social afectado. Scherer-Warren y Reis llevados a cabo por indígenas chinantecos afectados
(1986), a partir del análisis de los movimientos de- por la presa Cerro de Oro, en demanda de cumplimien-
sarrollados en oposición a las presas del Río Uruguay, to de promesas incumplidas. Si bien las acciones de
concluyen que se trata de nuevos movimientos socia- este grupo quedarían inscriptas dentro de los pará-
les, que se constituyen como un nuevo sujeto histórico metros tradicionales de la movilización popular, en la
en razón de sus planteamientos, tales como: la crea- medida que canalizaron sus demandas a través de
ción de una cultura política caracterizada por la bús- organizaciones sindicales y partidos políticos
queda de autonomía respecto de sindicatos y partidos preexistentes; no debemos olvidar que en las etapas
políticos, la descentralización política y económica, inciales del proyecto (1973) multitud de indígenas
la ampliación de la esfera de lo político plasmada en apoyados por líderes tradicionales integrantes del
originales formas de organización y prácticas Consejo de Ancianos protagonizaron un movimiento

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Alicia Mabel Barabas / Miguel Alberto Bartolomé

de características mesiánicas, en el cual un personaje ser asumidas por organismos profesionales; tal como
sagrado -el Ingeniero El Gran Dios- les anunciaba que ha ocurrido en el caso de la Asociación Brasileña de
la presa no sería construída (A. Barabas, 1977; Barto- Antropología y su toma de posición pública respecto a
lomé y Barabas, 1989). Recientemente asistimos a la las hidroeléctricas del Xingú. Esto implica analizar
movilización nacional, hasta ahora exitosa, del Consejo también el modelo de desarrollo energético que subyace
de Pueblos Nahuas del Alto Balsas; organización a la necesidad de las obras, puesto que en muchos
creada en 1990 que representa a 22 comunidades del casos estas podrían ser reemplazadas por microturbi-
estado de Guerrero, aliadas en oposición a la cons- nas u otras formas de generación de energía, cuyos
trucción de la presa San Juan Tetelcingo que pretendía efectos no fueran tan nocivos tanto para la naturaleza
desplazar a más de 30,000 indígenas. como para las sociedades.
A partir de estos y muchos otros casos conocidos, Ahora bien, cuando la participación antropológica
los movimientos sociales relacionados con grandes directa es posible, lo que cada vez es más frecuente
presas podrían ser tentativamente agrupados de -y no gracias a la voluntad de las instituciones locales
acuerdo a sus objetivos y a sus formas de organización. sino a las exigencias del BM-, resulta evidente que ésta
En el primer aspecto se proponen: a) oposición a la debe ser consciente de sus limitaciones y posibilidades.
obra misma y al consecuente traslado, b) oposición a Las estrategias de reclutamiento de las agencias hidráu-
las áreas y condiciones de relocalización, y c) demandas licas se orientan tanto hacia la búsqueda de asesorías
acerca de compromisos incumplidos. De acuerdo a las externas, como a la de convenios interinstitucionales
formas organizativas, los afectados se agrupan en: a) o a las contrataciones directas. En estos casos el ma-
instituciones tradicionales propias preexistentes en yor riesgo involucrado consiste en ser un productor de
los grupos afectados, b) instituciones ajenas pre- la llamada "literatura gris", que sólo representa una
existentes en las que se ofrecen o son reclutados co- contribución ritual sin mayor repercución sobre el
mo clientela, en la medida que éstas acceden a repre- proceso de toma de decisiones (L. Bartolomé,1984).
sentarlos como mediadoras, y c) nuevas organizacio- Esta situación se debe generalmente a que las deci-
nes, basadas o no en las tradicionales, cuya creación siones son tomadas por razones políticas o económicas,
responde a las problemáticas suscitadas por la cons- sin tener en cuenta los estudios sociales que sólo sir-
trucción de la obra. Resulta evidente la imposibili- ven para cumplir un requisito formal. Pero en otros
dad de soslayar la importancia de las movilizaciones casos existe un severo problema de comunicación
sociales, no ya como un epifenómeno coyuntural sino debido a la incompatibilidad de los códigos lingüísticos
como una problemática central dentro de los procesos y de las perspectivas científicas respecto al proceso.
de relocalización compulsiva. Por lo general las posiciones fundamentales dentro de
las Grandes Obras están ocupadas por ingenieros, o
técnicos de similar naturaleza, dotados de una muy
El diálogo entre antropólogos e ingenieros alta calificación profesional, pero que no los habilita
para entender el lenguaje de los científicos sociales. Lo
La inserción de la práctica antropológica dentro de los mismo le ocurriría a éstos si debieran analizar reportes
procesos de relocalización plantea diferentes proble- técnicos de ingeniería. Esta dificultosa comunicación
máticas para el desempeño profesional. Pero de capi- supone frecuentes procesos de intermediación, que
tal importancia resulta conocer y asumir los cuestio- van desdibujando la naturaleza de los mensajes inter-
namientos éticos posibles respecto a la legitimidad de cambiados. En razón de ello, es de la mayor importan-
este tipo de procesos. Es decir, el desarrollo de una cia que la planificación social sea llevada a cabo por
conciencia analítica y crítica del problema, sin la cual científicos sociales que ocupen posiciones definidas y
nos encontraríamos incapacitados para proponer con capacidad de decisión dentro del organigrama de
opciones alternativas o perspectivas que tiendan a las agencias.
destacar los dramáticos costos sociales. Ello puede Esperamos que estas notas contribuyan en alguna
suponer, tal como lo sugiere G. Lins Ribeiro (1990), el medida al desarrollo de una conciencia profesional
desarrollo de estrategias de participación indirecta, respecto a la necesaria participación de las ciencias
tales como ayudar a proporcionar información opor- sociales, con el fin de aliviar el drama de la relocaliza-
tuna a los afectados y la creación de redes políticas e ción, especialmente en aquellas situaciones donde
institucionales de apoyo a dicha población, que pueden ésta resulta inevitable.

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Antropología y relocalizaciones

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