DISCURSO DEL 4º AÑO “B” 2012

BUENAS NOCHES:

Señor Valentín Pizarro, Director.

Distinguidas autoridades que nos privilegian con su presencia.
Señores Profesoras y Señoras Profesoras
Señores asistentes de la Educación
Señores Padres y apoderados
Queridos compañeros:

Hoy después de 12, 10, 6 ó 4 años decimos adiós, pero es un adiós que no significa
“un hasta nunca”, sino que va llenos de un eterno “hasta luego” que refleja
esperanza, ilusiones, deseos, sueños, anhelos y por qué no también miedos.
Finaliza una de las etapas más complejas de nuestras vidas. En el camino de este
capítulo de nuestra vida aprendimos y desarrollamos experiencias inolvidables,
pasamos por muchas emociones, alegrías, tristezas, rabias y melancolías. En todo
proyecto de vida hay problemas, pero este año estará marcado para siempre, nos
licenciamos de Cuarto Medio y estamos contentos por finalizar nuestra escolaridad
y salir adelante a pesar de todas las adversidades.

Hay personas que han sido indispensables en este largo proceso: principalmente
nuestros padres, porque de no haber sido por ellos nos hubiese sido posible que
se nos impartiera esta educación.

A nuestros maestros y profesores, por haber sido nuestros guías e impulsores a

través del tiempo, por las enseñanzas que nos han dejado en nuestras mentes y la
formación de nuestras almas.

A nuestro Director, por estar siempre pendiente de nuestro éxito académico y a

todo el personal de nuestro querido Liceo Polivalente “B” 133, por colaborar en
nuestro crecimiento individual, como seres humanos y estudiantes.

Gracias a ustedes algún día seremos hombres y mujeres de bien, lleno de éxito
profesional y una gran plenitud en nuestro interior.

A ustedes compañeros, con todos sus defectos y virtudes, cada uno aportando un
granito de arena para llegar a ser un grupo unido, apoyándonos mutuamente en
nuestras debilidades y en nuestras destrezas.

Hasta siempre, amigos, hasta siempre en nuestro corazón. Levantémonos hoy en

señal de triunfo, en señal de nuevos anhelos y metas cumplidas.

Y a todos mis queridos compañeros, les digo, que sigan siempre lo que
creen o piensan es lo mejor para sus vidas, luchando hasta el final por
alcanzar sus anheladas metas, confíen en ustedes mismos, porque, como
pude comprobar, son grandes, son seres que entregan mucho y que no se
deben dejar apagar por malos momentos o malos deseos, todo al final trae
sus recompensas, y la mía en estos años, fue haberlos conocido.

Adiós, hasta luego; sigamos en el camino, porque la vida no termina acá; la vida
apenas comienza si ponemos nuestro corazón en ella. Mucha suerte y esperemos
que no sea el primer título que obtengamos, sino el comienzo de nuevos triunfos
que nos depara el destino.

¡GRACIAS! Y BUENAS NOCHES.