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I. INTRODUCCIÓN
Llegando a tocar el tema del VPH (Virus del papiloma Humano), un virus de
transmisión sexual, sin importar que tipo, debemos hablar de lo que significa la
necesidad o el deseo sexual que sufrimos a partir de la adolescencia:
comenzamos a manifestar ciertos cambios hormonales que modifican nuestra
conducta en un ciclo que inicia con muchas inquietudes y curiosidades que llegan
a volverse parte de nuestro diario vivir. Quiero recalcar y valorizar que es muy
importante que sepamos que detrás de todo lo agradable o placentero con que se
puede presentar nuestro primer encuentro sexual, existen muchas cosas más que
el solo hecho de un casi inexistente momento de placer. Con el paso del tiempo se
han ido descubriendo y generando muchas enfermedades tales con el VPH, que
por falta de nuestro conocimiento no tenemos presentes al momento de tener
contacto sexual, arriesgándonos ante el contagio.Siendo así testigo de los casos
de enfermedades de transmisión sexual, que se va viendo muy a menudo en los
hospitales y redes sociales, destacando de gran manera el VPH en las mujeres,
más que todo en jóvenes adolescentes, convirtiéndose así en un gran problema a
tratar, ya que vamos viendo la ingenuidad de la sociedad más que todo en
adolescentes hacia este tema, desvalorizando la gravedad de llegar a contraer
este virus. Dando a conocer más casos de cáncer cervico-uterino, por la falta de
información, concientización y valoración que se le debe llegar a dar a este tipo de
enfermedades, como a las pruebas que se debe realizar la mujer ni bien empiece
el siclo sexual, tal es el caso de la mayoría de las adolescentes del colegio
INSPARQUI desconociendo la existencia o la gravedad que puede llegar a tener
este mortal virus.
1.2 Hipótesis
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tratar este tema, dándolo a conocer mediante talleres, para así llegar a la
concientización, valorización y prevención sobre este virus.
II. OBJETIVOS
El hecho clave que llevó a los investigadores a relacionar la infección por VPH
transmitida sexualmente con el cáncer cervical fue las mayores tasas de cáncer
cervical registradas en prostitutas como en mujeres casadas en comparación con
las tasas registradas en monjas. Hoy en día muchos estudios han demostrado
claramente que el VPH se transmite fundamentalmente por contacto sexual,
siendo así considerada una de las enfermedades de transmisión sexual con más
alto índice en la población femenina juvenil.
Los virus del papiloma humano son virus de ADN de doble cadena y de pequeño
tamaño (aproximadamente 8000 pares de base) que han convivido con la especie
humana durante decenas de milenios presentando pocos cambios en su
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composición genética. El VPH representa una de las infecciones de transmisión
sexual más comunes en la población, afectando en su mayoría a jóvenes
adolescentes desconocedores del mortal virus. Se han identificado más de 150
tipos de VPH que pueden llegar a clasificarse según su tropismo cutáneo o
mucoso.
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llegado a observar un segundo pico de prevalencia en las mujeres pos-
menopáusicas que podría reflejar la reactivación de una infección latente que
hubiera pasado indetectable, a lo largo de la vida y que se hace aparente en ese
momento asociada a la reducción fisiológica de la inmunidad natural en las
mujeres de edad avanzada.
Las grandes investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha han mostrado que la
mayoría de las infecciones de VPH son transitorias, pasando a no ser detectables
al cabo de 1-2 años. Las infecciones de alto riesgo parecen persistir durante más
tiempo que las de bajo riesgo. Una vez que el VPH ha contactado con las células
basales de epitelio cervical a través de una pequeña erosión cervical, tienen lugar
a una serie de cambios histopatológicos, con una fuerte tendencia a la regresión y
una muy baja a la progresión.
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Cofactores del huésped, incluyendo hormonas endógenas, factores
genéticos, y otros factores relacionados con la respuesta inmunitaria.
Con respecto a los cofactores medioambientales, se ha observado que el tabaco
aumenta el riesgo de progresión de la infección por VPH entre 2-4 veces frente a
no fumadores. El tabaco tiene un efecto carcinogénetico directo y además produce
alteración de la inmunidad local en el cuello uterino, contribuyendo a la
persistencia de la infección. El consumo de anticonceptivos orales durante 10
años se asoció a un aumento en aproximadamente el doble de riesgo comparado
con las mujeres que nunca habían usado anticonceptivos orales. Como hipótesis,
se postula que los estrógenos y progestágenos pueden potenciar la expresión de
genes del VPH en el cérvix a través de mecanismos mediados por receptores de
progesterona y elementos de respuesta hormonal en el genoma viral.
Para que llegue a producirse una infección por VPH, tiene que existir una
adhesión de viriones intactos a células de un epitelio escamoso a partir de lo cual
pueden ocurrir dos tipos de infecciones: productivas o activas; en la que la
replicación viral se lleva a cabo principalmente en células escamosas ya
diferenciadas, esto es, en las capas intermedias y superficiales del epitelios
escamoso, en donde ocurre una intensa actividad de replicación del ADN viral; y
llegando a una infección de tipo latente, esta infección ocurre predominante en
células inmaduras (basales o metaplasticas) del epitelio escamoso. El ADN viral
permanece dentro de la célula en forma libre sin llegar a replicarse. En este, la
detección viral en citologías solo puede hacerse a través de métodos moleculares.
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también la vía perinatal, transplacentenaria, a través de líquido amniótico y
sanguíneo.
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Hasta la fecha existen más de 200 tipos de VPH, de los cuales al menos 150 tipos
virales se han aislado y caracterizado mediante la secuenciación de ADN de la
región L1 del genoma viral, región bien conservada en todos los papilomavirus. Su
clasificación actualmente del VPH se basa en las diferencias de las secuencias en
sus nucleótidos dentro de las regiones codificadoras de las proteínas E6, E7 Y L1.
Se define un nuevo tipo viral cuando la secuencia de la región L1 difiere más de
un 10% del tipo conocido más similar. Las diferencias entre un 2% y un 10%
definirán un subtipo, y las inferior al 2% una variante. Los estudios de la secuencia
genómica de los VPH, además de servir para clasificarlos en tipos, también se
utiliza para hacer grupos taxonómicos en función de las similitudes de dicha
secuencia. De esta manera se define un género como un conjunto de tipos de
VPH que comparten al menos el 60% de la secuencia de la región L1. Dentro de
un género podemos encontrar una variedad de especies, y en cada una de ellas
se distingue varios tipos de VPH, que guardan entre un 60% y 70% de similitud en
la secuencia de L1.
Cabe mencionar que el riesgo del virus del papiloma humano reside más en la
persistencia de los virus de alto riesgo que en la multiviralidad, que aparece en
uno de cada cinco casos, según lo que se ha apuntado en el congreso de Aepcc.
Los VPH de alto riesgo son los que se encuentran con mayor frecuencia
asociados en los casos de cáncer de cuello uterino. Estos virus oncogénicos
causan crecimientos que normalmente parecen planos y son casi invisibles,
comparado con las verrugas causadas por los VPH-6 y VPH-11. Sin embargo, se
encuentra en todo el espectro de las lesiones intra-epiteliales e invasoras, tanto el
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escamoso como el glandular. Este grupo está constituido por lo menos de 15
tipos, que incluyen el VPH-16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66, 68 y
70. Los VPH 16 y 18 son considerados particularmente carcinógenos. La
asociación éntrela infección con estos virus y el desarrollo del CaCu (cáncer
cervicouterino) ha sido demostrada.
Existe una prueba para detectar los tipos de VPH de alto riesgo que causan
infecciones en la vulva, el pene, el ano, la garganta y estas infecciones de por si
no provocan síntomas o signos algunos. Esta prueba fue llegada a aprobar en
2003, para llegar a usarse de manera rutinaria junto con la prueba del
Papanicolaou en todas las mujeres de 30 años de edad o mayores, el grupo
considerado el más vulnerable al cáncer de cuello uterino.
La infección por VPH no tiene cura, pero por lo general el cáncer tarda varios años
en aparecer, lo que permite detectar y tratar las células anormales del cuello
uterino antes de que estas mismas lleguen a convertirse en células cancerosas.
La gran mayoría de las infecciones de VPH son temporarias y no son graves. Pero
eso no significa que tengas que despreocuparte y dejar de cuidarte, asegúrate de
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no dejar de hacerte los chequeos de salud periódicos , las cuales deben incluir las
pruebas de Papanicolaou o del VPH.
No existe tratamiento para la infección por VPH, pero si el VPH es de alto riesgo,
puede causar cambios anormales en las células como fuimos mencionando
anteriormente, llegando a provocar cáncer. Si el resultado de la prueba de
Papanicolaou es anormal, es posible que debas hacerte más pruebas o
tratamientos, los cuales incluye:
VPH de bajo riesgo o no oncogénico se les llama aquellos virus cuyo riesgo de
provocar cáncer es bajo. Producen infecciones en piel, en las mucosas del tracto
ano-genital, oral (boca, garganta) y respiratorio. En la piel las lesiones más
frecuentes son las verrugas cutáneas también llamadas vulgares y las verrugas
plantares, que son lesiones en las plantas de los pies que a menudo son
extremadamente dolorosas. Las lesiones ano-genitales incluyen a las verrugas
genitales (condiloma acuminado, cresta de gallo) que son formaciones escamosas
con aspecto de un coliflor que aparecen en zonas húmedas de los genitales. En
este grupo los tipos más comunes son el 6, 11, 40, 42, 53, 54 y 57. Los tipos de
VPH de bajo riesgo pueden causar cambios en el cuello del útero de una mujer.
Estos cambios no conducen al cáncer, no son perjudiciales y desaparecen con el
tiempo. Rara vez se les asocia con una lesión escamosa intraepitelial de alto
grado o carcinoma invasor.
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El factor de riesgo más común del CaCu( Cáncercervicouterino) es la exposición a
ciertas variedades del VPH (Virus del papiloma humano) , dada la característica
de latencia del VPH, los cambios metaplasicos en el cérvix, pueden ocurrir antes
de que la infección se llegue a detectar.
Para el caso particular del CaCu, la infección por el VPH, es el principal factor de
riesgo asociado con el desarrollo de estos tumores, tristemente lo confirman el
99.7% de las mujeres diagnosticadas con el VPH, sin embargo esta enfermedad
puede verse antecedida por otros factores que están relacionados básicamente
con la conducta de las pacientes y sucesos ambientales y no por factores
genéticos. A continuación he de llegar a mencionar algunos de ellos:
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más altas de América. Aunque en nuestro país se tiene una unidad establecida
dentro del ministerio de salud para crear, administrar y supervisar programas
nacionales para la prevención y el tratamiento del cáncer cervico-uterino, en
coordinación con cada una de las autoridades sanitarias de todos los
departamentos del país, estas nos están vinculadas entre sí. Lamentablemente los
programas no cuentan con recursos humanos suficientes capacitados, ni con
recursos económicos necesarios para llevar a cabo las estrategias destinadas a
lograr que el tamizaje del cáncer cervico-uterino alcance la cobertura ideal del
80% que es la meta establecida internacionalmente. Una gran parte de la
población en especial los que están más propensos de llegar a infectarse
hablando más directamente hacia las jóvenes mujeres, carecen de información,
logrando el lamentable hecho de que los índices de cáncer cervico-uterino y
contagio de VPH aumenten.
Las técnicas de diagnóstico para la detección del virus pueden ser; morfológicas
(citología, colposcopia e histopatología, incluso microscopia electrónica),
inmunohistoquímicas para la detención del antígeno (Ag), viral en lesión, y
técnicas basadas en la detención del ADN viral mediante hibridación o
amplificación. Aunque no existe un método ideal para el diagnóstico de la
infección, este debería ser rápido, económico, sensible y específico, aplicable a
muestras no invasivas y capaz de tipificar el VPH implicado en la lesión.
3.5.3.1Papanicolaou
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respectivo análisis. El PAP es una herramienta muy útil, por su bajo costo, fácil
realización y su gran amplia difusión, no obstante tiene poa reproducibilidad,
sensibilidad y una especificidad variable dependiente de la experiencia del
personal que realiza. Un dato importante y que cabe recalcar es que el PAP
presenta un significativo porcentaje de falsos negativos que alcanza, dependiendo
del laboratorio, hasta 20-30% de los frotis examinados. Como consecuencia, se
estima que aproximadamente el 50% de las infecciones de VPH positivas pasan
desapercibidas por el PAP. Además debe considerarse que la detección indirecta
de VPH mediante estos exámenes, no permite la tipificación viral, importante
información en el momento de categorizar subgrupos de pacientes desde una
amplia perspectiva clínica práctica. El sistema de clasificación más utilizada para
los cambios morfológicos por PAP es el sistema de Bethesda, que recoge la
calidad de la muestra y establece categorías y subcategorías según la presencia y
el grado de las lesiones epiteliales.
3.5.3.2 Colposcopia
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indicar cambios pre-cancerosos y cancerosos. Por su parte el examen de
colposcopia tiene una alta sensibilidad, pero baja especificidad.
Para efectuar una biopsia sólo se necesita una pequeña cantidad de tejido. Toda
lesión colposcopia sospechosa debe ser biopsiada, básicamente las verrugas
genitales en muy pocas ocasiones precisan una confirmación histológica, dado su
escaso porcentaje de asociación con lesiones preneoplásticas. La biopsia a partir
de la lesión sospechosa es una forma rutinaria y establecida de confirmar el
diagnóstico histopatológico y permite un diagnóstico de gran precisión sobre el
grado de lesión precursora o maligna.
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