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Marisela Madrigal Miranda

Migraciones en el siglo XIX

Unidad 3

Reconstruyendo un testimonio

Llegué a Ellis Island en Febrero de 1848 llena de ilusiones de poder comenzar una vida nueva en un país
que era fructíifero y además estaba recibiendo a miles de inmigrantes.

Soy ciudadana originaria de Irlanda. Una isla a la que llevaré siempre en mi corazón pero a la que no
quiero volver. Ahi nací, crecí y pasé Buenos momentos junto a mi familia, pero ahí tambien pasé cosas
que una niña de mi edad no debería pasar nunca: hambre. Mis padres mis 2 hermanos y yo viviamos en
el campo. Trabajabamos duro para poder tener sustento. Pelo la plaga lo arruinó todo. Por dias no
tuvimos alimento que probar. Mi madre angustiada nos comenzaba a dar hiervas que encontraba en el
campo, pero no era suficiente. Muchos de mis vecinos , amigos y familiars murieron. Mi familia entera
pereció tambien. Que haría sola en el mundo?

Alguien me dijo que en un lugar en America había tierras fértiles, trabajo y una mejor vida para quien
quisiera llegar allí. Un paraíso. Me embarqué en un mounstro de acero. Enorme ,sin conocer a nadie.
Había primera, segunda y tercer clase de pasajeros, realmente yo no entendía muy bien lo que eso
significaba. Lo único que yo quería era salir de Irlanda y llegar a esa ciudad llamada Nueva York donde
una mujer enorme con una antorcha en su mano estaría esperandonos, eso decían.

Finalmente un fuerte silbido anunció la salida del buque. A lo lejos veía como la tierra desaparecía ante
mi vista y después solo divisaba agua : agua azul y cristalina, salada como mis lágrimas.

Fueron dias eternos. En el barco nos dieron un plato y un utensilio. Comiamos sopa mal hecha y un
pedazo de pan durante semanas. Nos daban un poco de agua, ya que tenian que cuidar las porciones
porque eramos miles de personas, asi lo veía yo, todas o la mayoría con familia. Padres, madres, hijos,
tios, sobrinos.. todos en busca de una mejor vida. Yo me hice amiga de una niña que venía con su mama
y su hermana. Fuimos compañeras de viaje y hasta el dia de hoy conservamos nuestra Amistad. Nos
unen muchas cosas, comenzando por ese viaje.

El dia tan deceado llegó. Toda la gente del barco comenzó a hacer una bulla. Me sobresalté porque
pensé que había un amotinamiento o algo así, pero mi amiga me tomó de la mano y me dijo que mirara
hacia el otro lado. Mucha gente ondeando sus sombresos o sus pañuelos en consecuencia del júbilo que
se respiraba en ese barco. Y ahi estaba, esa enorme mujer con su antorcha en su mano derercha
dándonos la bienvenida . Habíamos llegado a América. Al paraíso.
Al llegar a tierra nos llevaron a gran edificio con techos altísimos y muchas ventanas y puertas. Lo
primero que recuerdo son esos escalones que teniamos que subir al llegar. Aquí nos recibirian? Porque
tenemos que entrar aqui y no llegar directamente al Puerto donde los de primera clase de quedaron?

Entramos a un salon enorme con muchas sillas. Nos indicaban que teniamos que esperar para que
verificaran nuestra información. Mientras tanto nos llevaban con medicos para que nos revisaran. Nos
veían como bichos raros. Nos esculcaban para ver si teniamos piojos y chinches yo creo. La familia de mi
amiga dijo que me quedara junto a ellos, así lo hice, no me separé jamas de ellos. Me tocó ver como
personas fueron mandadas de regreso a sus paises porque no estaban sanos. No entendía muy bien
porque, pero me dió pánico el solo de pensar que no me dejarían quedarme aquí. Llegó mi turno. Las
piernas me temblaban. Mi nueva familia y yo no tuvimos problema alguno. Nos dieron la bienvenida.
Éramos ciudadamos norteamericanos. Estabamos felices de estar juntos.

El inicio no fué fácil. Sufrimos de discriminación y rechazo. No fué facil encontrar trabajo. Nuestra casa
era un cuarto mal arreglado con un colchón solamente .. pero estabamos juntos y saldriamos adelante.
Aprendimos un idioma Nuevo. Construimos una vida nueva con amigos y vecinos de todos los rincones
de Europa. Llegamos para no irnos. Nueva York era nuestra casa ahora y eso se notaría dia a dia. Una
pequeña Europa surgía junto a cada inmigrante que llegaba.

Todos pasamos por Ellis Island. Todos atravesamos el Atlántico.

Todos soñamos con una vida mejor: sin guerras, sin pobreza, sin hambre.

https://www.youtube.com/watch?v=LfvRxpPlYC0

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