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Filosofía latinoamericana

Por lo general cuando hablamos sobre filosofía imaginamos que se refiere a la antigua Grecia, Romana,
Alemana, francesa, Contemporánea, etc. Pero nunca nos ponemos a pensar sobre la latinoamericana. En
otras palabras, que no ha habido en Latinoamérica ninguna filosofía original y que sea la expresión
genuina de características propias de este pueblo. Además la llamada “Filosofía Latinoamericana” no es
más que un replanteamiento de problemas filosóficos de raíz europea.

El pensamiento filosófico europeo tiene una tradición de siglos, que es lo que hace que surjan filósofos
con una proyección y una dimensión universal: Kant, Nietzsche, Habermas, Foucault etc. En muchos
países de América Latina no ha habido un filósofo de estas dimensiones, posiblemente por carecer de una
tradición filosófica de siglos, que se requiere para hacer filosofía. No creemos, no obstante, que sea la
lengua un impedimento para pensar filosóficamente. La filosofía alemana no sería posible sin la filosofía
griega, y la filosofía griega, alemana o asiática fue posible precisamente porque se construyeron a sí
mismas fundadas desde una tradición filosófica de siglos.

El proyecto de elaborar una filosofía propia, anclada en la idiosincrasia y en las realidades


latinoamericanas, se desarrolló durante el siglo XX en tres vertientes diferentes: 1) la vertiente ontológica,
también llamada "americanismo filosófico", que reflexiona sobre la identidad nacional o continental; 2) la
vertiente historicista, que busca una comprensión filosófica de la historia de América Latina y la
formulación de una historia de las ideas en el continente; 3) la vertiente liberacionista, más conocida
como "filosofía de la liberación", que reflexiona sobre las condiciones para la emancipación política,
económica y cultural de los pueblos latinoamericanos.

Algunos de los máximos exponentes de la filosofía latinoamericana podemos encontrar a escritores tan
importantes como: Jose Marti, Jose Gaos, Leopoldo Zea, José Vasconcelos, Rubén Darío, que han dejado
una huella significativa en la filosofía latinoamericana que nos ha permitido tener diferentes puntos de
vista a las preguntas que nos hacemos a diario.

El legado de la filosofía latinoamericana, en las tres vertientes mencionadas, ha sido transformado


sustancialmente hacia comienzos del siglo XXI por obra de tres figuras principales: el cubano Raúl
Fornet-Betancourt (Raúl Betancourt), el ecuatoriano Bolívar Echeverría y el colombiano Santiago Castro-
Gómez.

Fornet-Betancourt propone un "giro intercultural" de la filosofía de la liberación que la convierta en un


puntal para el diálogo con distintas tradiciones filosóficas de la humanidad. La obra de Echeverría podría
ser ubicada como una prolongación crítica de la vertiente ontológica en clave de filosofía de la cultura,
sobre todo en aquellos textos donde realiza una caracterización del "ethos barroco" de América Latina
como alternativa a la racionalidad capitalista de la modernidad europea. Por su parte, Castro-Gómez se
inscribe como heredero de la vertiente historicista, pero repensándola desde la genealogía de Michel
Foucault y desde los estudios poscoloniales latinoamericanos. De Fornet-Betancourt destaca el libro
Crítica intercultural de la filosofía latinoamericana actual (2004), de Echeverría La modernidad de lo
barroco (1998) y de Castro-Gómez sus libros Crítica de la razón latinoamericana (1996) y La hybris del
punto cero (2005)
TRABAJO SOBRE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA

PRESENTADO POR: CAMILO PUELLO VARGAS

PRESENTADO A: MARIA ELIANA PARADA

COLEGIO: GUILLERMO CAREY

2019

11°

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