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El trabajo

Definición del trabajo y su parte


fundamental en la subsistencia
humana. Entendemos por trabajo a
toda aquella actividad que realice el
ser humano con el objetivo de ganar
algún sustento a cambio que le
permita mantenerse en su día a día y
realizar diferentes actividades complementarias.

Hoy en día, el trabajo se relaciona directamente con la idea de salario, pero esto no
fue siempre así ya que antes del desarrollo del sistema capitalista el trabajo podía
servir para que una persona obtenga sus propios productos de subsistencia o pudiera
intercambiarlos por otros de mayor necesidad.

Las diferentes y numerosas causas por las que un ser humano mejora su vida
al trabajar

Es claro que el hombre para poder subsistir debe realizar actividades de diverso
tipo que tienen como objetivo principal proveerle de aquellos elementos necesarios
como alimentos, abrigo, protección, entre otros. Sin embargo, hoy en día las
sociedades complejas en las que vivimos hacen que esto no alcance y surgen así
innumerables trabajos que tienen que ver con necesidades secundarias como bienes
materiales o servicios. De cualquier modo, el trabajo siempre se erige como la
actividad que le da al ser humano un salario, pago o producto a partir del cual
establece su subsistencia (ya sea porque recibe elementos que pueden ser
intercambiados por otros o porque produce sus propios medios de subsistencia).

Al mismo tiempo, es sabido que el trabajo además de permitirle al hombre y a la


mujer proveerse de un sinfín de otras cosas (objetos o servicios) también le brinda
riqueza intelectual e incluso social ya que le da oportunidades de interactuar con otras
personas, de conocer más sobre la actividad que realiza, de sentirse útil, de descubrir
capacidades y habilidades que no conocía, de decidir sobre su vida, de tener un
porvenir y planear el futuro.

El trabajo es considerado hoy en día un derecho humano social y por lo tanto es


central que se reconozca desde los Estados como una de sus responsabilidades a
cumplir. La posibilidad de tener un empleo que respete las condiciones
internacionalmente reconocidas para cada tipo de trabajo. Cuando este derecho no se
cumple, además de no respetarse los tratados internacionales que indican que
es responsabilidad de los Estados asegurar a los habitantes de un territorio el acceso
al trabajo, se vulneran además cuestiones relacionadas íntimamente con la calidad de
vida de una persona.

Esto es así ya que el desempleo se puede fácilmente convertir en un problema y


requiere la rápida atención de los gobernantes para evitar problemas subsecuentes.
Aquella persona que no tiene trabajo puede caer en situaciones de desesperación,
depresión, pérdida de autoestima e incluso puede llegar a verse necesitado de resolver
sus necesidades a través de la delincuencia.

¿Por qué nos viene bien trabajar (y no solo para el bolsillo)?

Es curioso que el día del Trabajo se festeje tomándonoslo libre, que equivaldría a
celebrar el día de la madre sin ella. La propia palabra tampoco evoca cosas buenas.
De hecho, el término trabajo proviene del latín y de un instrumento de tortura, que
tenía tres palos (tripalium). Casi nada. El término negocio tampoco se queda atrás, ya
que significa no-ocio. Y reconozcamos algo: hay muchas cosas muy apetecibles en la
vida más allá del trabajo y existen profesiones que son durísimas y máxime en países
con altas tasas de pobreza. Pero dicho todo eso, es hora de
desestigmatizarlo. Necesitamos trabajar por algo más que por dinero, porque también
es un camino para la realización personal, la satisfacción con uno mismo y la
felicidad. Es bueno reconocerlo y decirlo a los jóvenes, en especial, cuando se
enfrentan a su primer empleo creyendo que es el final de los buenos días (por
supuesto, el mercado laboral y las condiciones a las que se enfrentan son poco
alentadoras, pero nos referimos a algo diferente).

Lo opuesto al trabajo vendría a ser el ocio, entre otras actividades. El ocio es


necesario, pero el trabajo también. Carl Rogers, uno de los psicólogos humanistas
más relevantes del siglo pasado, decía que a las personas nos mueven dos grandes
necesidades: ser parte del grupo y el autodesarrollo. El buen trabajo consigue ambos
objetivos: por un lado, nos sentimos parte de un proyecto, de un equipo o de un
propósito. Y por otra parte, nos ofrece el camino para el aprendizaje y el desarrollo.
Ahora bien, para conseguirlo requerimos esfuerzo.

Es más, aquellos trabajos que son monótonos, que nos aburren o que no nos
implican un desafío tampoco nos motivan. Lo demostró Mihaly Csikszentmihalyi,
profesor de la Universidad de Chicago, cuando midió la felicidad de las actividades
cotidianas. Cuando hacemos un trabajo que nos absorbe y que nos obliga a dar lo
mejor de nosotros mismos, es cuando conseguimos la autorrealización y los instantes
de felicidad. Pero, claro, todo ello implica trabajar y esfuerzo. Y es posible que la
mala fama del concepto del esfuerzo esté relacionada con nuestra cultura.

La riqueza de un país es su fuerza de trabajo

¿Qué es la Fuerza de Trabajo? ¿Es un sinónimo de Trabajador? La noción de


Fuerza de Trabajo ha sufrido variaciones a lo largo de la evolución de la actividad
económica. En el lenguaje corriente, actualmente, por ejemplo, no se hace ninguna
diferencia entre Fuerza de Trabajo y Trabajador. Aún más, la noción de Fuerza de
Trabajo ha sido substituida completamente por la noción de Trabajador. ¿Por qué y
cuáles son sus implicancias con relación a la gran Transformación?

Acerca de la noción Fuerza de Trabajo


Actualmente se genera mucha confusión al creer que la Fuerza de Trabajo de un
país son los Trabajadores. Es una percepción reductora de la noción Fuerza de
Trabajo. Son dos nociones diferentes que representan a dos conjuntos diferentes. El
conjunto Fuerza de Trabajo incluye al sub-conjunto Trabajadores.

Pero la diferencia entre ambos términos no es solamente numérica. Va más allá. Es


una diferencia en cuanta a la percepción que se tiene de cada uno de estos conjuntos
con relación a la actividad económica. Quienes aprecian a la Fuerza de Trabajo en
toda su magnitud, la aprecian poniendo en tensión a todos y cada uno de los
miembros de la comunidad de un país en el logro de sus objetivos. Cada uno de los
miembros de la comunidad de un país participa, en el nivel que le corresponde, en el
esfuerzo para alcanzar la meta. Unos lo hacen en forma directa mientras que otros, en
forma indirecta. La Fuerza de Trabajo moviliza a todo la Sociedad hacia los objetivos
de la comunidad.

En cambio, y sobre todo actualmente, la búsqueda de objetivos en la actividad


económica está únicamente relacionada con el conjunto Trabajadores. Todo el resto
del Grupo Social ha pasado a la sombra, como si no existiera, a pesar de que siguen
contribuyendo. Esta nueva percepción Fuerza de Trabajo = Trabajadores tiene mucho
que ver con el comportamiento de la Repartición Individualista. Analiza el costo
directo y trata de minimizarlo. Que el resto pase a la sombra se le acomoda. Una
percepción que ha hecho escarnio de la noción de Fuerza de Trabajo.

Fuerza de Trabajo y Grupo Social, cara y sello de la misma moneda

A partir de la instalación de la Repartición Individualista como el segundo


elemento de la actividad económica, la cantidad numérica de la Fuerza de Trabajo
comienza a desligarse de la cantidad numérica del Grupo Social. Al mismo tiempo,
pierde interés la calidad e importancia de la Fuerza de Trabajo en la actividad
económica.
Esto sucedió hace unos diez mil años aproximadamente, cuando se inició la
segunda fase de los dos procesos naturales de producción. La segunda fase de la
agricultura y la ganadería primitiva comienza en lo que podríamos llamar su punto de
saturación. Es decir, el momento en donde ya no existen tierras aptas para crear tierra
cultivable. Como consecuencia lógica, los unos envidian la tierra de los otros. Es el
inicio de las grandes guerras por la apropiación de la tierra cultivable de los vecinos.
Los unos ganan y los otros pierden sus tierras cultivables. Nace el esclavismo y el
feudalismo sobre el principio de la Repartición Individualista. Es decir, la totalidad
del resultado de la actividad económica pertenece, en adelante, al propietario de la
tierra cultivable. De esta manera, la Repartición Individualista substituye a la
Repartición Igualitaria, como segundo elemento de la actividad económica.

En los primeros 190 mil años de existencia de los seres humanos, cuando la
Repartición Igualitaria del resultado de la actividad económica era hegemónica, la
Fuerza de Trabajo y el Grupo Social eran la cara y el sello de la misma moneda. El
total de miembros de la Fuerza de Trabajo era igual al total de miembros del Grupo
Social. Y esto porque, todo el Grupo Social, en forma directa o indirecta, participaba
en el desarrollo de la actividad económica. Los Trabajadores lo hacían en forma
directa, y el resto del Grupo Social lo hacía en forma indirecta. Los jóvenes se
preparaban para remplazar a los adultos, y los ancianos brindaban toda su experiencia
para la mejor conducción de la tribu.

Hombres y mujeres, grandes y chicos tenían una relación, inmediata o a plazo fijo,
con la actividad económica del Grupo Social. Desde el punto de vista de la actividad
económica se les llama Trabajadores y no-trabajadores, constituyendo la Fuerza de
Trabajo de la tribu. Y desde el punto de vista del Grupo Social se les llama recién
nacidos, niños, jóvenes, adultos y ancianos. Eran, estrictamente, la cara y el sello de
la misma moneda.

Cuando la Repartición Individualista substituye a la Repartición Igualitaria como


segundo elemento de la actividad económica, son los tiempos del feudalismo y el
esclavismo, la Fuerza de Trabajo se reduce a los esclavos, siervos y sus familias. A
partir de este momento, la Fuerza de Trabajo, numéricamente, no es más igual al del
Grupo Social devenido Sociedad. De igual modo, la Fuerza de Trabajo pierde toda su
importancia ante los ojos de la Sociedad, porque pierde el control de la conducción de
la actividad económica. La Fuerza de Trabajo es resumida a la noción Trabajador
(esclavo o siervo) y, de este modo, pasa a ser sinónimo de bestia de carga.

La Fuerza de Trabajo deviene sinónimo de Trabajador

Mientras la agricultura y la ganadería primitiva (dos procesos naturales de


producción) sostienen la actividad económica del esclavismo y feudalismo, no hay
lugar para desempleados. Esta forma de trabajar requiere de mucha mano de obra.
Hasta los niños son empleados en las labores agrícolas y ganaderas. De tal forma que
la diferencia, en cantidad numérica, entre la Fuerza de Trabajo y la Sociedad está
dado únicamente por la diferencia entre las dos clases sociales. Al interior de los
esclavos y siervos existe el pleno empleo de la Fuerza de Trabajo. Pero, el pleno
empleo del total potencial de Trabajadores, al interior de esclavos y siervos, no
sucederá más cuando se imponga el proceso artificial de producción, como nueva
forma de trabajar.

La nueva forma de trabajar, en fábrica, constituyendo una economía de mercado,


se desarrolla también en Repartición Individualista. Cada fábrica, constituida en
empresa, es autónoma financiera y administrativamente. Por lo tanto, la gestión de su
personal es igualmente autónoma con relación al resto del mundo. En estas nuevas
condiciones, el patrón de la fábrica solo se interesa del rendimiento óptimo de los
elementos de su centro de trabajo. Lo que pase en el resto de fábricas y de la
Sociedad no es de su incumbencia. Mientras su fábrica trabaje a plena capacidad, con
el mejor rendimiento de máquinas y Trabajadores, que existan miles de trabajadores
desempleados a la vuelta de la esquina, no es su problema. Son los efectos perversos
de la Repartición Individualista sobre una nueva forma de trabajar que facilita el
nacimiento del desempleo de personas en capacidad de trabajar.
Con el trabajo en fábrica y teniendo como regla la Repartición Individualista, la
Fuerza de Trabajo ha sido reducida a la noción de Trabajador. Es el solo elemento que
interesa al patrón de una fábrica. El personal empleado en su fábrica. Los recién
nacidos, niños, jóvenes, ancianos, así sean familia del mismo Trabajador de su
fábrica, no entran en línea de cuenta del patrón de la empresa. Las personas en
capacidad de trabajar que se encuentren fuera de los linderos de su fábrica, tampoco.
La noción de Fuerza de Trabajo ha sido rebajada al nivel del conjunto Trabajador.

Es urgente repotenciar la Fuerza de Trabajo

A partir del inicio del desempleo, la Fuerza de Trabajo se reduce más aún en
número. Los desempleados y sus familias ya no son parte de la Fuerza de Trabajo. En
estas condiciones, el volumen de la Fuerza de Trabajo es más pequeño todavía con
relación al volumen total de la Sociedad. Ya no es solamente una diferencia numérica
por la existencia de dos clases sociales, una que trabaja y otra que vive del trabajo de
los otros. Se suman a ellos los desempleados y sus familias. Y la masa de
desempleados crece de más en más. Son los países del Tercer y Cuarto Mundo que
sufren más, en donde la masa de desempleados llega a límites extremos.

A ello se agrega el hecho de que el empresario, en Repartición Individualista, no


toma en consideración los miembros de la familia del Trabajador. Entonces, la
percepción de la Fuerza de Trabajo a través del conjunto Trabajador se reduce mucho
más. Es la percepción del empresario que busca maximizar sus ganancias en forma
rápida y directa a través de la máxima utilización del Trabajador que tiene en su
fábrica. El comportamiento en Repartición Individualista le impide reflexionar sobre
la importancia del resto de la Sociedad en la creación de riquezas.

De esta forma, en una economía a Repartición Individualista, como la que existe


actualmente, la diferencia, en cantidad numérica, entre Fuerza de Trabajo y Sociedad
es realmente asombrosa. Recuperar esta paridad es un reto para el nuevo modelo de
economía y de sociedad.
Como vemos, los cambios que han ocurrido desde hace diez mil años no son
solamente numéricos. A la pobreza generada por la Repartición Individualista no
solamente se le ha añadido el desempleo, sino también que se ha llegado a poner en la
sombra, hacerlos invisibles, a los otros elementos de la Fuerza de Trabajo (recién
nacidos, niños, jóvenes, ancianos).Sólo el Trabajador existe en tanto que Fuerza de
Trabajo. Y lo que es más grave, se hace escarnio del Trabajador y de su trabajo.

Como consecuencia de este escarnio a la Fuerza de Trabajo y al Trabajador mismo,


es corriente leer y escuchar que el trabajo es para los negros, los indios, los pongos,
los asalariados. Se ha tergiversado a tal extremo los reales motores de la creación de
riquezas que, incluso, en las alternativas de solución a los problemas socio-
económicos solamente se toma en consideración al conjunto Trabajadores. A tal punto
que, los modelos matemáticos de desarrollo económico de la escuela neoliberal
solamente toman en consideración al factor Trabajo, expresión directa del conjunto
Trabajador.

El pensamiento neoliberal ha llegado a tal extremo de suponer que, para el


empresario, lo único válido es el Trabajador que tiene delante de él. Todo el resto
carece de importancia. Aún más, ellos estiman que la sobrepoblación es un costo para
la Sociedad. Tomando en consideración este argumento se han ejecutado programas
de esterilización, incluso, sin el consentimiento de las mujeres. Aberraciones
extremas que han llegado a facilitar crímenes de lesa humanidad.

Por ello es urgente devolver a los estamentos de la Fuerza de Trabajo la


importancia que merecen. En lugar del endiosamiento al dinero, producto de un
comportamiento a Repartición Individualista, egoísta; debemos devolver los blasones
a los elementos de la Fuerza de Trabajo porque ellos son los reales creadores de
riquezas.
Pleno empleo de la Fuerza de Trabajo

Debemos volver al pleno empleo de la Fuerza de Trabajo, reconociendo que dentro


del modelo actual de economía es imposible. Incluso es contradictorio. Al empresario
le interesa el desempleo, el máximo desempleo, porque abarata la mano de obra. Es
una visión a cortísimo plazo, porque no es consciente de que ello deprime la
economía. Es un comportamiento del que no puede escapar. Un comportamiento que
proviene de la Repartición Individualista. Todos los empresarios se encuentran en esa
lógica. Ninguno puede escapar a riesgo de ponerse en desventaja con los otros
empresarios de su mismo rubro. Por ello, para cambiar este comportamiento se
requiere implementar un nuevo modelo económico y social.

La alternativa de solución es una economía de mercado a dos sectores, en donde el


sector a Repartición Igualitaria será el hegemónico. En dicho sector, la Remuneración
de Base, el incremento acelerado del salario mínimo hasta alcanzar el estándar
internacional, y la producción acelerada de Bienes de Necesidad Básica, crearán otras
condiciones. Estos mecanismos crearán las condiciones mínimas indispensables para
el florecimiento de todos los elementos de la Fuerza de Trabajo.

Así, por ejemplo, el volumen del pleno empleo de Trabajadores estará determinado
por todas aquellas personas que quieran voluntariamente realizar una acción directa
en la actividad económica. Que el trabajo vuelva a ser una alegría y una decisión
personal. Que el trabajo no sea una obligación para obtener un mínimo de recursos
indispensable para supervivir. Que el trabajo se convierta en una decisión personal.
Ya no más asalariados a doble turno, como si fueran bestias de carga.

Es necesario que el nuevo Trabajador distribuya su tiempo total de actividad


durante su vida en un tiempo para su participación directa en la actividad económica,
un tiempo para su formación y reclasificación profesional, un tiempo para su vida de
hogar, y otro para su diversión. Es decir, ya no más el asalariado, sino la persona que
desarrolla una vida integral: contribución con la actividad económica, con la familia,
con la sociedad y con el desarrollo de la ciencia, de la tecnología y del arte.
Es importante, igualmente, reconocer el trabajo realizado por las personas en edad
de jubilación, durante su vida activa. Es necesario que las personas inicien su
jubilación con los recursos financieros suficientes para llevar una vida decente y en el
goce de sus facultades. No debemos olvidar, además, que las personas jubiladas
tienen el potencial, físico e intelectual, para seguir contribuyendo, a su ritmo y su
conveniencia, en la actividad económica y en el reforzamiento de las redes sociales.
Es todo un todo un bagaje que actualmente se desprecia y se desperdicia.

De igual modo, es urgente darle importancia debida a la niñez y la juventud.


Cuanto mejor desarrollemos las aptitudes en los niños y los jóvenes tanto mejor se
desarrollará la actividad económica y la sociedad. Es importante prestar suma
atención a los niños desde su nacimiento hasta los 8 años, período en el cual afloran
todas su aptitudes, los mismos que serán reforzados hasta los 15 años. Es sabido que,
actualmente, los nuevos ídolos; es decir, los nuevos líderes, en casi todas las ramas,
son jóvenes de 17 años en promedio. Los tiempos se han acelerado y que continúan a
recortar caminos. Las innovaciones, los descubrimientos, las creaciones, son pan de
cada día. Es un nuevo mundo al que estamos ingresando, el de los conocimientos que
generan nuevos conocimientos.

En suma, en el camino a la gran Transformación se debe prestar especial atención


a los componentes de la Fuerza de Trabajo: Trabajadores y No-trabajadores (de otro
modo: recién nacidos, niños, jóvenes, adultos y ancianos). Son ellos los verdaderos
creadores de riqueza, de futuro, de sociabilidad. Volvamos a repotenciar la Fuerza de
Trabajo a fin de que vuelva a unirse, en número y calidad, con la Sociedad. Ellos
fueron la cara y el sello de la misma moneda. ¿Por qué no volver a esta paridad
maravillosa? Uno de los caminos es precisamente el pleno empleo de aquellos que,
libremente, deseen trabajar. Un paso previo para lograr el pleno empleo de todos los
estamentos de la Fuerza de Trabajo. Con ello, igualmente, se irá reformulando la
noción de pleno empleo.
¿Es obligatorio maximizar las ganancias en las empresas-país?

Las empresas-país se desarrollarán bajo condiciones completamente diferentes de


las empresas actualmente existentes. Y el punto de separación entre unas y otras será
precisamente el tipo de Repartición del resultado neto de la actividad económica. Las
empresas-país estarán regidas por la Repartición Igualitaria del resultado neto de su
actividad económica. Esto determina que su objetivo es societal y no individualista,
como las empresas actuales a Repartición Individualista.

Pero, en tanto que empresas, ¿las empresas-país están también obligadas a


maximizar la rentabilidad de su actividad económica? Al respecto es importante
comenzar por hacer la diferencia entre rentabilidad y eficiencia. En una economía de
mercado, como el que anima el proceso artificial de producción, todas las empresas
deberán ser eficientes. Así tengan un tipo de repartición como el otro, las empresas
deberán ser eficientes, a riesgo de salir del mercado. La eficiencia de la empresa se
mide, esencialmente, en sus costos de producción, margen de utilidad, precio de venta
y calidad del producto. La eficiencia se mide en cada uno de estos elementos pero que
se resume, para el cliente, en dos variables importantes: precio de venta y calidad del
producto.

Supongamos que dos empresas ofertan el mismo producto con la misma calidad y
el mismo precio de venta. Bajo estas condiciones, ¿cómo es que una de ellas logra
separar del mercado a la otra? Una de las explicaciones para que la empresa se
declare en quiebra es que su costo de producción supera a su precio de venta. Otra
explicación es que el margen de utilidad es igual a cero, motivo por el cual no
presenta ningún interés al inversionista privado.

Volvamos de nuevo al ejemplo. Supongamos esta vez que dos empresas ofrecen el
mismo producto, con el mismo precio de venta, calidad del producto y que, además,
tienen el mismo costo de producción. Esto significa, por consiguiente, que tienen el
mismo margen de utilidad. Pero, la comunidad decide incrementar el salario de los
trabajadores. ¿Cuál de las empresas continuará en el mercado?
Si el incremento de los salarios absorbe el margen de utilidad de las empresas,
¿cuál de las empresas quedará en el mercado? La empresa a Repartición
Individualista no tiene el menor interés de continuar a poner en riesgo su capital si es
que no va a retirar ninguna utilidad. Este no es el caso de las empresas-país. La
empresa-país no tiene esa restricción. Ella está animada por un servicio a la
comunidad, y mientras se respete la eficiencia empresarial, se recupere el monto de
inversión, no existe ningún inconveniente para seguir en el mercado.

Este es uno de los argumentos a favor del Nuevo Contrato de Trabajo a ponerse en
práctica en las empresas-país, en donde el salario mínimo de sus trabajadores se
incrementará aceleradamente. Además, la decisión de seguir en el mercado tiene dos
argumentos mayores. Uno, es el de ofrecer puestos de trabajo en condiciones de
eficiencia. Dos, incrementar la riqueza del país al producir bienes reales que
mejorarán el cuadro de vida de la población. Es decir, en condiciones extremas,
siempre la empresa-país tiene mayores ventajas para el desarrollo del país que la
empresa a Repartición Individualista.

Eliminación de las desigualdades monetarias no significa eliminación del


atraso

Con el ejemplo precedente hemos puesto en relieve las ventajas de las empresas-
país para eliminar el desempleo de todos aquellos que, voluntariamente, deseen
trabajar. Pero, al mismo tiempo, ¿podríamos decir que las empresas-país son
igualmente ventajosas para eliminar la pobreza? Hasta aquí, según todo lo expuesto,
la respuesta es no. Porque, hasta donde hemos desarrollado sobre las empresas-país,
ellas contienen los mecanismos necesarios para eliminar las grandes desigualdades
monetarias al interior del país. Para ello se servirían de la Remuneración de Base, del
incremento acelerado del salario mínimo, y de la eliminación del desempleo.
Lo que no debemos olvidar es que los países del Tercer Mundo, como es el caso
del Perú, viven un atraso en formas de trabajar, de cientos y miles de años. Es decir,
el cuadro de vida que se refleja de un alto índice de desempleo y de un irrisorio nivel
de remuneraciones es lamentable. Por ello es que, en términos de creación de
riquezas, el Perú se encuentra muy lejos del nivel alcanzado por los “países
desarrollados”. Entonces, ¿qué es lo que faltaría para que la eliminación de las
grandes desigualdades monetarias, al interior del país, ponga a la población en
igualdad de progreso que los “países desarrollados”? En concreto, ¿qué hacer para
eliminar el atraso?

Lo que faltaría, precisamente, es ponerse a tono con los avances de la Humanidad


en las formas de trabajar. Los países del Norte ya ingresaron a la economía
inmaterial. Como consecuencia ellos comienzan a gozar de un cuadro de vida
correspondiente a una nueva y más eficiente forma de trabajar. Entonces, en lo que
nos concierne, lo que nos falta es acelerar la instalación del proceso de trabajo de
concepción.

Entonces, a pesar de que ya no existiría desempleo, todavía no se puede hablar de


haber eliminado la pobreza en tanto sigamos desarrollando nuestra actividad
económica con formas de trabajar ancianas de siglos y miles de años. El pleno
empleo de las personas que voluntariamente deseen trabajar, en economías del Tercer
y Cuarto Mundo, no garantiza la eliminación de la pobreza. La pobreza se mide no
solamente con relación a la localidad, el país o la región. La pobreza se mide con
relación al mundo. No olvidemos que a partir de la instalación del proceso artificial
de producción, hace seis siglos aproximadamente, vivimos en una economía-mundo.

Esto nos indica que, paralelamente al suministro de Bienes de Necesidad Básica se


debe comenzar con toda fuerza a la instalación del proceso de trabajo de concepción.
Una forma de trabajar que genera esencialmente una economía inmaterial. Y en esta
tarea, las empresas-país nuevamente juegan un papel importante. Ellas cuentan con
una fuente de financiamiento que no está obsesionado en la maximización de las
ganancias. Y los proyectos de investigación y desarrollo requieren este tipo de
comportamiento en sus fuentes de financiamiento.

Por otro lado, no debemos olvidar que los “países desarrollados” ya comenzaron a
vivir los inicios de la economía inmaterial. Desde hace un buen número de años están
invadiendo el mundo con productos de la economía inmaterial. Ya cuentan incluso
con una bolsa de valores llamada NASDAQ. Ello nos indica que, incluso en esta
nueva forma de trabajar, ya tenemos un retardo a recuperar.

La eliminación del desempleo a partir del presupuesto público

Supongamos un país de 30 millones de habitantes con una población


económicamente activa de 20 millones, de los cuales el 60 % se encuentran
ocupados; es decir, 12 millones. Lo que significa que el 40% se encuentra
desocupado (8 millones de personas).Supongamos igualmente que 250 mil personas
(1.25 % de la población económicamente activa) estaría compuesto de desempleo
friccional (amas de casa que prefieren quedar al cuidado de sus hogares, de personas
con discapacidad física, entre otros). La tarea a realizar consiste, entonces, en crear 7
millones 750 mil empleos en obras, Investigación y Desarrollo (I&D), educación,
salud, justicia, policía y otros.

En definitiva, las medidas de política económica deben orientarse a ocupar siete


millones de personas de una manera directa. Las 750 mil personas restantes (10.7%
del personal a ocupar) serían absorbidas por los efectos indirectos de dicha política
económica de contratación masiva de personal.

Del total de siete millones de desocupados, se estima que 3 millones serían


absorbidos por obras e I&D, con la ayuda del sistema financiero a Repartición
Igualitaria. Entonces, el presupuesto público deberá apoyar la inserción de cuatro
millones de desocupados en los sectores educación, salud, justicia, policía y
administración.
Si hubiéramos puesto como ejemplo a Suecia, el problema de desempleo ya estaría
resuelto. Sucede que en Suecia, un cuarto de la población económicamente activa
trabaja para el Estado. Un cuarto de la población activa, en el caso de nuestro
ejemplo, son cinco millones que deberían estar trabajando para el Estado. Con esta
política, en el caso de nuestro ejemplo, ya no existiría desempleo. Veamos. Si
estimamos que actualmente están trabajando un millón de personas, lo que restaría es
contratar cuatro millones de desocupados para que el país de nuestro ejemplo esté de
acuerdo con la política de Estado de Suecia, y no sufra de desempleo. Y,
precisamente, en el caso de nuestro ejemplo, son los cuatro de millones de
desocupados que estamos empeñados en contratar para eliminar el desempleo. Es lo
que decíamos, si el país de nuestro ejemplo estuviera alineado con la misma política
de Estado de Suecia, ya no tendría el problema de desempleo. Simplemente, no
existiría desempleo.

Pero, olvidemos a Suecia y volvamos a nuestro ejemplo. Supongamos que en este


país de 30 millones de habitantes, con un presupuesto público de 60 millones de soles
por año, con una tasa de desocupación del orden del 40% de la población
económicamente activa, cuenta con un salario mínimo de 600 soles en la Capital y de
300 soles en Provincias.

Si el país del ejemplo decide ejecutar el programa de absorción de desempleados


en un solo año, los egresos en efectivo a pagar por los cuatro millones de nuevos
contratados, con cargo al presupuesto público, alcanzaría la suma de 21 mil 600
millones de soles anuales (36% del presupuesto público anual),.

Nada alarmante si recordamos que, el pueblo americano estuvo dispuesto a


realizar una emisión monetaria por un monto equivalente al 100% de su presupuesto
anual para hacer frente a su crisis del 2007. En la práctica, ellos ejecutaron una
emisión monetaria, en una sola vez, por un monto de 787 mil millones de dólares
(27% de su presupuesto anual). Una emisión monetaria, sin respaldo real, no previsto
en su presupuesto público, y por casi 100 veces más de lo que necesitamos para
eliminar, en un solo año, el total de nuestro desempleo. Sin contar que no fue la única
emisión monetaria que efectuaron sin que estuviera inicialmente programada en su
presupuesto público anual.

Pero, una vez más, volvamos a nuestro ejemplo. Supongamos que la población y
sus políticos del país de nuestro ejemplo son temerosos por ignorancia. Vista la
consideración anotada, supongamos que la absorción de los cuatro millones de
desocupados tomaría un plazo de cuatro años efectivos. Sobre la base de estos
supuestos, se trataría de absorber 500 mil desocupados el primer año, un millón el
segundo, un millón el tercero y un millón 500 mil el cuarto año. Total, cuatro
millones en cuatro años.

El egreso del primer año sería del orden de los 2 mil 700 millones de soles (4.5%
del presupuesto nacional anual), suponiendo que el 50% de contratación se efectúa en
provincias y el otro 50% en la capital. El egreso del segundo año, y bajo los mismos
supuestos, sería del orden del 13.5% del presupuesto nacional anual (4.5% por los
contratados en el primer año + 9% por contratados en el segundo año). En los dos
casos, nada significativo con relación al monto total estimado del presupuesto público
nacional anual.

Para el tercer año se puede continuar a prever un aporte presupuestal del orden del
22.5% por lo que concierne los nuevos contratos de los tres ejercicios económicos
(4.5% por los contratos del primer año + 9% por los del segundo año + 9% por los del
tercer año).De igual modo, para el cuarto año se prevé un aporte presupuestal del
orden del 36% correspondiente a los nuevos contratos del cuarto año (4.5% por los
contratos del primer año + 9% por los del segundo año + 9% por los del tercer año +
13.5% por los contratos del cuarto año). Porcentajes de compromiso presupuestal
bastante razonables, dado la importancia del objetivo.
Sin olvidar que, dado los ajustes
presupuestales en el corrido de los 4
años, tales como la eliminación de
los programas sin mayor interés,
retroalimentación del presupuesto a
partir de los 4 millones de nuevos
contratados y, de un clima de pleno
empleo a nivel país, el esfuerzo a desarrollar a partir del presupuesto público para
eliminar el desempleo sería mucho menor que el 36% previsto.

Ferreñafe, el pueblo de las dos Fe, 22 de octubre del 2012


Dr. Hugo Salinas

El Estado venezolano. Organismos e instituciones del Estado.

Estado de Venezuela fue el nombre oficial de Venezuela adoptado por


la Constitución de 1830, durante el gobierno de José Antonio Páez.

Este nombre se mantuvo hasta 1856 cuando en la constitución promulgada en ese


año cambia el nombre oficial del país al de República de Venezuela. Luego en la
constitución de 1864 cambia nuevamente de nombre a Estados Unidos de Venezuela.

Estados Unidos de Venezuela

Durante la presidencia de Falcón se firmó la constitución de 1864 la que cambió el


nombre de las provincias a estados, el de la nación de República de Venezuela
(constitución de 1856) o Estado de Venezuela (constitución de 1830, cabe recordar
que la constitución de 1856 no entró en plena vigencia y fue derogada por Julián
Castro) a “Estados Unidos de Venezuela”.

Surgimiento del nombre


Durante el periodo comprendido entre 1830 y 1857 el nombre oficial del país
era Estado de Venezuela;5 mientras que en la constitución de 1858 el país tenía por
nombre oficial República de Venezuela.

Cambio del nombre oficial a Estados Unidos de Venezuela

Luego del triunfo del Partido Liberal en la Guerra Federal se convoca a una
asamblea constituyente para crear una nueva constitución basada en los principios
federales. El 28 de marzo de 1864 los miembros de la asamblea constituyente
reunidos en Caracas firman la constitución. El presidente Falcón ordena su
publicación y circulación el 13 de abril y finalmente es refrendada por el ministro de
Interior y Justicia, de Relaciones Exteriores, de Hacienda, de Fomentos y el de
Guerra y Marina el 22 de abril.

Venezuela, oficialmente denominada República Bolivariana de Venezuela, es


un país situado en la parte septentrional de América del Sur, constituido por una
parte continental y por un gran número de islas pequeñas e islotes en el mar Caribe,
cuya capital y mayor aglomeración urbana es la ciudad de Caracas. Posee
una extensión territorial de 916 445 km². El territorio continental limita al norte con
el mar Caribe y el océano Atlántico, al oeste con Colombia, al sur con Brasil y por el
este con Guyana. Con este último país, el Estado venezolano mantiene
una reclamación sobre 159 542 km² de territorio al oeste del río Esequibo, esta área es
conocida como Guayana Esequiba o Zona en Reclamación. Por sus espacios
marítimos, ejerce soberanía sobre 71 295 km² de mar territorial, 22 224 km² en
su zona contigua, 471 507 km² del mar Caribe y del océano Atlántico bajo el
concepto de zona económica exclusiva, y 99 889 km² de plataforma continental. Esta
zona marina limita con las de trece Estados. El país tiene una biodiversidad muy
alta y ocupa el séptimo lugar en la lista mundial de naciones con mayor cantidad de
especies. Existen hábitats que van desde las montañas de los Andes en occidente
hasta la selva tropical de la cuenca del Amazonas en el sur, a través de las extensas
planicies de los Llanos, la costa del Caribe y el delta del río Orinoco en el oriente.

La actual Constitución de Venezuela, aprobada en referéndum constitucional el 15


de diciembre de 1999 y promulgada cinco días después, establece que la República
Bolivariana de Venezuela se constituye en un Estado
Social y Democrático de Derecho y de Justicia que "propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político"..

En los términos establecidos en la Constitución de la República, Venezuela asume


la forma de un Estado federal descentralizado, y se rige por los principios de
integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad. El
mismo tiene como fines la protección y fomento de la persona y su humanidad,
garantizar el ejercicio democrático de la voluntad popular, y la búsqueda de un estado
de bienestar general. Para la consecución de tales metas, se señalan como vías el
desarrollo de la educación y el trabajo.

Se establece además que la forma de Gobierno es la de una República


presidencialista, encabezada por el Presidente de la República, con funciones de Jefe
del Estado y Jefe del Poder Ejecutivo Nacional a la vez. La soberanía, la cual reside
en el pueblo, se ejerce de dos maneras: directamente a través de la Constitución
misma y de la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por el Poder Público, cuyos
componentes están sometidos a dicha soberanía popular y se deben a ella. Todos los
entes públicos están sujetos a lo previsto en esta Constitución. El Presidente tiene la
facultad de dirigir las acciones del Gobierno.

El territorio nacional se divide en Estados, un Distrito Capital, dependencias


federales y territorios federales. Los estados se organizan en Municipios. De la misma
forma, el Poder Público se distribuye entre el Poder Nacional, el Poder Estatal y
el Poder Municipal. Tanto el Gobierno nacional como el de las subdivisiones
territoriales deben ser de naturaleza democrática, participativa, electiva,
descentralizada, alternativa, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

Gobierno y política
La actual Constitución de Venezuela, aprobada en referéndum constitucional el 15
de diciembre de 1999 y promulgada cinco días después, establece que la República
Bolivariana de Venezuela se constituye en un Estado
Social y Democrático de Derecho y de Justicia que "propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida,
la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia,
la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos,
la ética y el pluralismo político".

En los términos establecidos en la Constitución de la República, Venezuela asume


la forma de un Estado federal descentralizado, y se rige por los principios
de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
El mismo tiene como fines la protección y fomento de la persona y su humanidad,
garantizar el ejercicio democrático de la voluntad popular, y la búsqueda de un estado
de bienestar general. Para la consecución de tales metas, se señalan como vías el
desarrollo de la educación y el trabajo.

Se establece además que la forma de Gobierno es la de una República


presidencialista, encabezada por el Presidente de la República funciona Jefe del
Estado y Jefe del Poder Ejecutivo Nacional a la vez. La soberanía, la cual reside en
el pueblo, se ejerce de dos maneras: directamente a través de la Constitución misma y
de la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por el Poder Público, cuyos
componentes están sometidos a dicha soberanía popular y se deben a ella. Todos los
entes públicos están sujetos a lo previsto en esta Constitución. El Presidente tiene la
facultad de dirigir las acciones del Gobierno.

Identidad nacional

La identidad nacional se basa en una condición social, cultural y espacial. Es la


identidad basada en el concepto de nación, es decir, el sentimiento de pertenencia a
una colectividad histórico-cultural definida con características diversas, rasgos
de cosmovisión definidos con mayor o menor localismo o universalismo (desde
la cultura a la civilización), costumbres de interacción, organización social y política
(particularmente, el Estado tanto si se identifica con él como si se identifica contra
él). La identificación con una nación suele suponer la asunción, con distintos tipos y
grados de sentimiento (amor a lo propio, odio o temor a lo
ajeno, orgullo, fatalismo, victimismo entre otros) de las formas concretas que esas
características toman en ella.

Se da simultáneamente a otras identidades individuales o identidades colectivas


basadas en cualquier otro factor (la lengua, la raza, la religión, la clase social, y más.),
asumiéndolas, superponiéndolas, ignorándolas o negándolas. Suele tomar como
referencia elementos explícitos tales como símbolos patrios, símbolos naturales y
signos distintivos (banderas, escudos, himnos, selecciones deportivas, monedas, entre
otros).

Según Liah Greenfeld la identidad nacional es la «identidad fundamental» en el


mundo moderno frente a otras identidades en cuanto que «se considera definidora de
la esencia misma del individuo». Así Greenfeld define el término «nacionalismo» en
un sentido general como el «conjunto de ideas y de sentimientos que conforman el
marco conceptual de la identidad nacional». Un punto de vista semejante es el que
defiende Anthony D. Smith cuando afirma, refiriéndose al nacionalismo, «que ningún
otro principio dispone de la lealtad de la humanidad» «el mundo moderno es un
"mundo de naciones"». En cuanto a cuándo se formaron las identidades nacionales
Greenfeld afirma que «la primera nación en constituirse fue Inglaterra, en el siglo
XVI. Francia y Rusia se definieron en el siglo XVIII. La mayoría de las otras
naciones lo hicieron en los siglos XIX y XX».

Históricamente la identidad nacional es una comunidad imaginada, la forma en


que se efectuó la construcción de nación por los nacionalismos del siglo XIX en
los estados-nación europeos y americanos; extendida al resto del mundo por los
movimientos de resistencia al imperialismo y el colonialismo, y en la segunda mitad
del siglo XX por la descolonización y el tercermundismo.
La identidad nacional venezolana

Todos los elementos comunes que unen a un pueblo, una nación, personas, tales
como el idioma, la religión, gastronomía, folklore, música, danza, y muchos otros
elementos; ese sentimiento común a todos los ciudadanos que conforman un país es
lo que conocemos como Identidad Nacional. Esa serie de valores o costumbres
pueden ser morales, religiosos, culturales, gastronómicos, sociales, territoriales, en
fin, ese conjunto de elementos puede ser de diversa índole siempre y cuando sean
comunes a la sociedad. La Identidad Nacional tiene una serie de elementos, si faltara
alguno de ellos ya no estaría configurada la Identidad de un país.

Los elementos que conforman la Identidad Nacional son: la historia, el


territorio, símbolos patrios, música y danza, idioma, religión, símbolos
naturales, arquitectura, gastronomía.

La Historia: Un pueblo sin pasado es un pueblo sin historia, y sin duda la Historia
aporta ese elemento que hace conocer cómo se forjó lo que hoy existe como país, sus
luchas y las Batallas que se libraron en el territorio del país para alcanzar
la Libertad y la Justicia.

El Territorio: El territorio venezolano es, como lo establece el artículo 10 de


la Constitución, "los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de
la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las
modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no
viciados de nulidad..."

También permite conocer el pensamiento y la labor de los


venezolanos que se conocen como Los Libertadores
de Venezuela como: Simón Bolívar, llamado Libertador, Antonio José
de Sucre, llamado Gran Mariscal de Ayacucho, José Antonio Páez, José Félix Rivas,
así como los conocidos como precursores de la nacionalidad como Manuel Gual, José
María España, Francisco de Miranda, y muchos otros que participaron en las batallas
donde se logró la Independencia de Venezuela de la Corona Española.

Los Símbolos Patrios: Estos Símbolos constituyen la más autóctona y oficial


representación de la Nacionalidad, y están integrados por la Bandera Nacional,
El Escudo de Armas y el Himno Nacional.

Bandera Nacional: Con respecto a la Bandera Nacional hay


toda una historia, puesto que la misma fue cambiada
aproximadamente en 21 oportunidades para poder llegar a
la bandera que hoy se conoce.

El Escudo de Armas surge en medio de la angustia por


la Revolución de 1810, y debido a la preocupación de crear un
"Sello de Armas" que identificara los documentos oficiales.

El Himno Nacional es el canto patriótico conocido


tradicionalmente con el nombre "Gloria al Bravo Pueblo",
este canto representa el sentimiento de libertad y justicia que
animó a los hombres y mujeres que lucharon y forjaron la
Independencia de Venezuela. Este canto fue sin duda, un
elemento de convicción y sentimiento nacional que motivó el sentido de
independencia y la lucha social por la libertad. El autor de la letra fue Don Vicente
Salías, y de la música Don Juan José Landaeta.

Estos iconos no solo identifican al país sino que lo distinguen de cualquier


otra nación en el mundo. Dichos símbolos patrios son usados comúnmente para
celebrar algún acontecimiento que reviste importancia de tipo histórico, social,
cultural, científico, y simbolizan el orgullo que se siente al formar parte de
esta nación.
La Música y la Danza. Es uno de los elementos más representativos de
la identidad y el nacionalismo, en el país por los diversos tipos de geografías que
existen: llanos, andes, costas, selvas, la música que predomina en el país es variada,
es así como de acuerdo al tipo de zona hay un tipo de música propia y representativa
de las costumbres del lugar. En los Llanos la música propia de la zona está
representada por el Canto recio y la modalidad llamada el Contrapunteo , y ese tipo
de música cuenta con un baile que lo caracteriza denominado El Joropo, que tiene
distintos estilos; en el Zulia la música propia de la zona está representada por
las Gaitas; en la zona oriental del país la música predilecta y propia de la zona son los
llamados Polos y las Fulías; en los Andes los apacibles Valses son la música propia de
la zona; en las costeras predomina la popular música de los Tambores, siendo
famosos en la zona los llamados Tambores Barloventeños, y en las zonas cercanas a
la selva amazónica como los estado Bolívar y Amazonas el popular ritmo
llamado Calipso.

El hecho de que Venezuela sea un país donde la variedad de razas y geografías


conviven, permiten que haya esta variedad de ritmos, sabores y sonidos, pero todos y
cada uno de estos estilos de música, de diferentes versiones, permite la identificación
de cada individuo como venezolano. Sin duda, el estilo de música por la que los
venezolanos se proyectan en el exterior lo representa la llamada música
venezolana que es sinónimo de música llanera, que con los populares instrumentos
como el arpa, las maracas y los cuatros, dan ese toque de originalidad y
venezolanidad a ésta música, y que con el típico baile conocido como el Joropo,
llaman la atención de propios y extraños al país.

No obstante, dentro de las raíces musicales venezolanas se encuentra una canción


muy popular, considerada por muchos como el segundo himno de la nación, el Alma
Llanera, escrita por Pedro Elías Gutiérrez. Entre los bailes más tradicionales se
encuentran: el de San Benito, San Juan, San Pedro y el de los Diablos Danzantes de
Yare.

El Idioma. Considerado otro de los elementos que identifica una nación, y en


algunas ocasiones aleja de otras culturas. Antes de la llegada de los españoles a
Venezuela las poblaciones indígenas tenían su propio idioma o dialecto, pero con los
cambios introducidos en el país y la evolución de la sociedad esas lenguas pasaron a
formar parte de los pequeños asentamientos indígenas que pudieron subsistir en el
territorio.

El idioma oficial en el país es el castellano, pero la Constitución vigente


reconoce y oficializa los Idiomas Indígenas, lenguas que son oficiales para los
pueblos indígenas. Entre los idiomas indígenas se encuentran el arauaco, caribe,
guajiro, yanomami, yucpa, bari, wayuu y anu.

La Religión. Desde la época de la Conquista y Colonización se dio inicio a la


llamada Evangelización de América, proceso que fue llevado a cabo
por grupos misioneros católicos. Las llamadas Misiones tenían por objeto enseñar a
los indígenas a vivir la fe católica. Al principio fue difícil lograr insertar en las
costumbres de los indígenas, y luego los negros este tipo de religión, pero con el
pasar de los años y la llegada de nuevas generaciones mestizas dicha religión se
fueron aceptando y arraigando en las familias y en la sociedad.

En la actualidad, el pueblo de Venezuela en más del 60%


pertenecen y practican la religión Católica, sin embargo, con el
pasar de los años han ido ingresando al país otros grupos religiosos
de orden protestante y a la que muchos venezolanos se han sumado, esto es lo que se
llama La Libertad de Cultos. El elemento religioso es un aspecto sumamente
importante en la cultura venezolana, ya que en la misma las personas encuentran
esperanza, aliento, fuerza para continuar y afrontar las diversas situaciones que se le
presenta en la vida.

En el país han existido y existen personajes muy importantes en el ámbito


religioso, entre los más conocidos están: El Dr. José Gregorio Hernández y la Madre
María de San José.

Un fenómeno interesante dentro de la religión, es la llamada religiosidad popular,


dicho fenómeno no forma propiamente parte de la religión, es un elemento social, y
es así como se observa las famosas devociones a la Virgen María en sus diferentes
advocaciones: de Coromoto, del Valle, del Carmen, la Chinita , la Divina Pastora, del
Valle, Auxiliadora, de Botanamo, entre otras. Y una muestra de la llamada
religiosidad popular se configura en las tradicionales celebraciones como: la Quema
de Judas (el domingo de Pascua de Resurrección); la Paradura del Niño (en los
Andes); el Velorio de las Cruz de Mayo, entre otras.

Los Símbolos Naturales. Estos símbolos como la frase lo indica están


conformados por una serie de elementos propios de la geografía venezolana y que son
una clara representación de la flora y fauna del país. Entre los Símbolos naturales
están:
El Araguaney: llamado también Árbol Nacional. La decisión de
declararlo como símbolo natural de la República radica en la
belleza y colorido de esta especie. Es común encontrar este árbol en
bosques claros así como en tierras cálidas de la sábana y cerros
semiáridos. El nombre por el cual se conoce tradicionalmente es de
origen indígena, pero el nombre científico es Chysantha, que se deriva de 2 vocablos
griegos que significan "flor de oro".

El Turpial: conocido en Venezuela como el Ave Nacional. Esta


preciosa ave se encuentra en toda la zona tropical árida del país, es
muy común encontrarlo en las zonas costeras, y en los llanos.

La Orquídea: se le conoce como la Flor Nacional de Venezuela,


llamada también Flor de Mayo. Su nombre científico es Cattleya.
Una de las razones más relevantes para nombrarla flor nacional fue
la gran variedad y belleza de esta flor, así como que la misma es
una flor autóctona de la zona.

La Arquitectura. Este elemento es una muestra del sentir patrio. Las


edificaciones del pasado reflejan la forma de vida de esos tiempos, un ejemplo de
esas grandes edificaciones históricas está representado entre otras:

Por las Catedrales de muchos Estados del País

El monumento Campo Carabobo

La sede de la Asamblea Nacional

El Panteón Nacional

La Casa Natal del Libertador en Caracas

La Casa donde se firmo el Decreto de Guerra a muerte en la ciudad de Trujillo


El Museo Histórico de San Mateo

Entre otras edificaciones relevantes y que son una muestra de la arquitectura


venezolana.

La Gastronomía. Dentro de la gastronomía están los


conocidos platos tradicionales, que distinguen a la nación,
entre los platos más conocidos dentro y fuera de nuestras
fronteras están: la popular Arepa, la Hallaca, la Chicha, el
Majarete, el Pabellón Criollo, las Empanadas, entre otros. Además de estas, en el país
existe una cantidad de comidas dependiendo de la zona geográfica donde se resida,
pero las comidas más populares son las ya mencionadas.

Influencias Presentes en Nuestros Elementos Culturales

La Cultura de Venezuela es una mezcla de tres culturas distintas, la indígena, la


africana y la española. Las dos primeras a su vez tenían culturas diferenciadas según
las tribus.

La transculturación y asimilación, condicionó para llegar a la cultura venezolana


actual, similar en muchos aspectos al resto de América Latina, pero el medio natural
hace que haya diferencias importantes. La influencia indígena se limita al vocabulario
de algunas palabras y la gastronomía. La influencia africana del mismo modo,
además de la música como el tambor. La influencia española fue más importante
porque eran la mayoría de los colonos en la zona del Caribe de la época colonial.
Ejemplos culturales de ellos, se pueden mencionar las edificaciones, parte de la
música, la religión católica y el idioma. Una influencia evidente española son las
corridas de toros y parte de la gastronomía.

Venezuela también se enriqueció por otras corrientes culturales de origen antillano


y europeo en el siglo XIX, en especial de procedencia francesa.

En etapa más reciente en las grandes ciudades y las regiones petrolíferas


irrumpieron manifestaciones culturales de origen estadounidense y de la
nueva inmigración de origen español, italiano y portugués. Aumentando el ya
complejo mosaico cultural. Así por ejemplo de Estados Unidos llega la influencia del
gusto por el béisbol, del cine, el arte y las construcciones arquitectónicas actuales.

Dado que Venezuela forma parte de la comunidad mundial, hoy en día se puede
observar la influencia de otras culturas, que en algunos casos han contribuido al
deterioro de nuestro arte y nuestra cultura autóctona. Esto ha incidido en la
descalificación de nuestros valores e inclusive en el olvido de muchas de nuestras
creencias, mitos, costumbres, entre otras.

Actualmente, a través de los medios de comunicación es mucho lo que se puede


ver o conocer de otras culturas, también es mucho lo que se puede aprender, y mucho
lo que se imita, es ahí donde se debe tener precaución y no olvidarnos de quiénes
somos y de nuestra propia cultura, estos son algunos ejemplos de esas costumbres
ajenas a nuestro país que se imitan y opacan nuestra Identidad Nacional:

Música y danza
Vestido

La moda es un factor importante en el tema de la pérdida de la identidad nacional,


esta te muestra un prototipo determinado y hace ver que sin él no se está bien. Lo que
lleva a la constante imitación de las tendencias y a la perdida de las costumbres
tradicionales.

Lenguaje

Un ejemplo claro de esto, serían el llamado idioma "spanglish"; pues Internet se


está llenando de sitios web escritos en "spanglish", esa tergiversación idiomática que
consiste en trasladar (no traducir) palabras del inglés al español, y viceversa,
saltándose cualquier norma semántica, sintáctica u ortográfica.

Comúnmente se puede escuchar hablar o ver en el día a día palabras como "editar"
(del inglés "edit") en lugar de "modificar", "exit" en vez de "salir", comprar "tickets"
en vez de "boletos" o "entradas" o ir de "shopping" en vez de "salir a comprar", éstas
son algunas de las muchas manifestaciones de influencias en nuestra cultura de
venezolanos.

Y nuestra ciudad no se escapa de esa tergiversación de culturas, pues se pueden


observar en el centro de la ciudad locales comerciales con nombres como:
Estos por mencionar solo algunos de los tantos que existen.

Transculturización

El término Transculturización se puede definir como los procesos de difusión o


infiltración de complejos o rasgos culturales de una a otra sociedad o grupo social.
Tiene lugar por contacto generalmente entre dos culturas de diferente grado de
evolución, viniendo a ser como un efecto del desnivel existente entre ellas; en el
contacto suele imponerse la conducta mas evolucionada con la absorción de la que es
menos y esta por su parte puede sustituir su cultura original por la aunque
desnaturalizada nueva cultura.

Sin duda alguna este no es solo un problema de algunos lugares, pues en el mundo
entero se pueden observar huellas de culturas exteriores en distintos países.

Si bien es cierto que es mucho lo que se puede aprender de otras culturas,


debemos enfocarnos en mantener siempre latente la cultura que nos hace ser
VENEZOLANOS, de hecho es mucho lo que se ha aprendido de culturas
exteriores, pero debemos enfocarnos en imitar o aprender de ellas siempre y
cuando éstas no opaquen o dejen a un lado nuestra cultura propia.

Organismos e Instituciones que componen el Estado venezolano

El Estado Venezolano se divide en 5 poderes, el


poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral; cada una de las ramas
del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los órganos a los que incumbe su
ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado. El Poder
Público Nacional está conformado por los órganos y entes del Estado con
competencia nacional que se enmarcan dentro de la Constitución de la República.

Las autoridades nacionales del Estado residen en Caracas, Distrito Capital, ya que
según la Constitución Nacional, es el asiento de los órganos del Poder Público
Nacional. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y se
fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia,
eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad, según lo exige el
Artículo 141 de la Constitución de la República.

Poder Ejecutivo

El gobierno nacional se ejerce por órgano del Presidente de la República,


del Vicepresidente Ejecutivo, de los Ministros y de los demás funcionarios que
establece la Constitución de la República y la ley. El Presidente de la República es
elegido por sufragio directo, secreto y universal para un mandato de 6 años, teniendo
la posibilidad de ser reelegido para nuevos períodos, de acuerdo a la Enmienda N. º1
de la Constitución Nacional.

El Presidente de la República es el Jefe del Estado, Jefe del Poder Ejecutivo


Nacional, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y dirige
las relaciones exteriores de la República. El Vicepresidente Ejecutivo es colaborador
directo e inmediato del Presidente. Coordina las relaciones del Ejecutivo Nacional
con la Asamblea Nacional, preside el Consejo Federal de Gobierno y suple las faltas
temporales del Presidente de la República. Los Ministros son órganos directos del
Presidente, y reunidos con éste y con el Vicepresidente, integran el Consejo de
Ministros. El Procurador General de la República asiste, con derecho a voz, a las
reuniones del Consejo de Ministros. Adicionalmente, el Presidente puede convocar
al Consejo de Estado, siendo un órgano superior de consulta del Gobierno y de la
Administración Pública Nacional para recomendar políticas de interés nacional en
asuntos de especial trascendencia.

Poder Legislativo

Es ejercido por la Asamblea Nacional de Venezuela a nivel federal, por


los Consejos Legislativos a nivel estadal y por los Consejos Municipales y Cabildos
Distritales en las entidades locales.

Poder Judicial

El órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes es el Tribunal Supremo de


Justicia y los demás tribunales que determine la ley. Éstos, conjuntamente con
el Ministerio Público, la Defensa Pública, los órganos de investigación penal, los
auxiliares y funcionarios de justicia, el sistema penitenciario, los medios alternativos
de justicia, los ciudadanos que participan en la administración de justicia conforme a
la ley y los abogados autorizados para el ejercicio, integran el Sistema de Justicia.

Poder Ciudadano

La máxima instancia del poder ciudadano se ejerce por órgano del Consejo Moral
Republicano, conformado por el Ministerio Público, la Contraloría General de la
República, y la Defensoría del Pueblo. Cualquiera de las máximas autoridades de los
órganos que integran este Poder puede ser elegido como Presidente del Consejo
Moral Republicano por períodos de un año, reelegibles. Entre sus funciones está
prevenir, investigar y sancionar hechos que atenten contra la ética pública y la moral
administrativa, velar por el buen uso del patrimonio público y preseleccionar a los
candidatos a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. El Ministerio Público es
el encargado de garantizar en los procesos judiciales el respeto a los derechos y
garantías constitucionales. Está bajo la dirección y responsabilidad del Fiscal General
de la República, designado por la Asamblea Nacional para un período de siete años.
La Contraloría General de la República es el órgano de control, vigilancia y
fiscalización de los ingresos, gastos, bienes públicos y bienes nacionales, así como de
las operaciones relativas a los mismos. Está bajo la dirección y responsabilidad del
Contralor General de la República, designado por la Asamblea Nacional para un
período de siete años. La Defensoría del Pueblo tiene a su cargo la promoción,
defensa y vigilancia de los derechos y garantías establecidos en la Constitución de la
República y en los tratados internacionales sobre derechos humanos, además de los
intereses legítimos, colectivos o difusos de los ciudadanos. Está bajo la dirección y
responsabilidad del Defensor del Pueblo, quien es designado por un único período de
siete años.

Poder Electoral

El Poder Electoral se ejerce por órgano del Consejo Nacional Electoral, el cual
tiene como órganos subordinados: la Junta Electoral Nacional, la Comisión de
Registro Civil y Electoral y la Comisión de Participación Política y Financiamiento.
Su objetivo es reglamentar y gestionar los procesos electorales así como la aplicación
de la personalización del sufragio y la representación proporcional. El CNE mantiene,
organiza, dirige y supervisa el Registro Civil y Electoral. La Constitución de
1999 incorpora la figura del referéndum revocatorio para todos los cargos de elección
popular, los cuales pueden ser sometidos a nueva elección a la mitad del mandato,
como una forma novedosa de permitir una decisión política de la ciudadanía sobre los
funcionarios electos.

A nivel regional el Poder Electoral es ejercido por las juntas regionales y locales.

El sufragio en Venezuela es Universal, y se puede ejercer a partir de los 18 años.

Funcionarios Públicos

La Función Pública puede entenderse como el conjunto de la Administración


pública; la actividad de los funcionarios; o bien toda la actividad que realiza
el Estado.
En este caso, tales funciones públicas pueden ser realizadas por el Estado por
razón de que la ley las pone a su cargo o al menos prevé su realización en un Estado
de Derecho o bien por la voluntad unilateral o soberana de un Estado que no se rige
por tales normas (una monarquía absoluta o un Estado totalitario). El Estado puede
realizarlas de manera directa o de manera indirecta, mediante la participación
de particulares (ya sean concesionarios -obra pública y sus contrataciones- u otros
tipos de relación de trabajo o servicios).

La condición jurídica de estas relaciones tiene distintas peculiaridades según las


legislaciones o la aplicación de estatutos previamente definidos, que matizan los actos
unilaterales del Estado e introducen distintos tipos de expresión de la voluntad del
trabajador o prestatario de los servicios. El tipo de acto contractual o cláusulas
limitadoras se han calificado de actos de condición o de unión más que de adhesión,
dado que la capacidad negociadora de las partes está interferida por cuestiones que
pueden tener incluso consecuencias constitucionales.

Ética en la Función Pública

La Ley de ética en la función pública, que establece las reglas de conducta que
deben seguir todos los funcionarios públicos y regula la presentación de declaraciones
juradas e incompatibilidades de los funcionarios. Esta Ley de ética se aplica a todas
las personas que cumplen una función pública, aunque hayan sido designadas de
manera directa, por concurso o por cualquier otro medio legal, a los empleados del
Estado y a los jueces de la Nación.

La declaración jurada patrimonial que deben presentar los funcionarios es un


documento que debe incluir la lista detallada de todos los bienes del funcionario, de
todos los bienes del esposo o esposa del funcionario o de la persona que convive con
él, de todos los bienes de los hijos menores del funcionario y de todos los bienes de
alguna sociedad de hecho del funcionario; aunque estén en el extranjero. Los
funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional y los candidatos a cargos nacionales
electivos deben presentar sus declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupción y
los funcionarios del Poder Legislativo y del Poder Judicial deben presentar sus
declaraciones juradas en las dependencias que indiquen cada uno de esos poderes,
que luego envían las declaraciones juradas a la Oficina Anticorrupción. Si el
funcionario no presenta su declaración jurada la autoridad que debe recibirla debe
intimar al funcionario para que presente la declaración jurada en un plazo de 15 días.
Si el funcionario no cumple con la intimación, comete falta grave y se le deben
aplicar sanciones, incluso se puede suspender el cobro de su sueldo hasta que cumpla
con su obligación.

Las declaraciones juradas son públicas y pueden ser consultadas por todas las
personas por medio de internet, aunque algunos datos tienen carácter reservado y, por
eso, sólo se pueden conocer a pedido de autoridad judicial o la Oficina
Anticorrupción, por decisión fundada del Ministro de Justicia y Derechos Humanos.

La Ley de ética en la función pública establece que los funcionarios públicos no


pueden recibir regalos o donaciones por sus funciones, y en caso que reciban alguno
por razones de cortesía o por costumbre diplomática, deben registrarlos para que
luego el regalo forme parte del patrimonio del Estado. La prohibición es para cosas y
también para servicios o cesiones de uso, por ejemplo: prestarle una casa quinta para
que pase el fin de semana.

Los funcionarios participan en la administración pública o de gobierno; y acceden


a su condición a través de elección, nombramiento, selección o empleo. Funcionario
electo es el que accede a su cargo en virtud de una elección (cargo político). Los
funcionarios también pueden ser nombrados "de oficio" (en virtud de otra oficina, a
menudo en una capacidad específica, como presidente, asesor, secretario). Algunas
posiciones oficiales pueden ser hereditarias; y en algunas formaciones históricas,
ciertos cargos eran venales, es decir, podían ser objeto de compra.

Los cargos públicos son los que se desempeñan en las Administraciones públicas o
en los órganos constitucionales y que, a diferencia de los ocupados por funcionarios
profesionales, tienen carácter electivo o de confianza.
Max Weber fue el primer autor en respaldar la idea del servicio público como una
característica necesaria de la modernidad. El sector público emplea actualmente más
del 25% de la fuerza laboral en muchos países occidentales.[cita requerida] Y un 20%
los países latinoamericanos

El funcionario, en el ejercicio de sus funciones públicas, está vinculado al aparato


estatal mediante un régimen de Derecho público.

La relación laboral entre el funcionario y su organismo público suele tener


bastantes diferencias con respecto a los contratos de trabajo del sector privado. Entre
otras, estas diferencias suelen ser:

 Una mayor seguridad, para conferirle independencia (neutralidad


funcionarial), y quizás también debido a la mayor fortaleza del organismo
público frente a empresas privadas. La Administración neutral requiere la
presencia de una serie de elementos estructurantes de la carrera
administrativa funcionarial.
 Respeto de las condiciones laborales legalmente establecidas (horarios,
vacaciones, permisos, excedencias, entre otras)
 Presenta conflictos de competencia con muchas actividades aparte de la de
funcionario. Existen importantes restricciones para ejercer un segundo
empleo.
 En un Estado de derecho, suele exigirse para una selección por sistemas
objetivos. Suelen utilizarse varios sistemas de selección: concurso-
oposición y oposición, el que prima es el sistema de la oposición.
 Una regulación estatutaria o específica.

El funcionario público debe ser un ciudadano digno de respeto y admiración, está


en el deber de asumir con un alto grado de responsabilidad y compromiso el bienestar
de los ciudadanos, está al servicio de la comunidad para resguardar su integridad y
garantizarle mejor calidad de vida, cuando este funcionario asume convertirse en
empleado público accede, decidido y convencido que parte de su tiempo y servicios
serán ofrecidos pensando en primer lugar en los ciudadanos, su calidad de vida y el
progreso y desarrollo continuo de las comunidades. El ciudadano regularmente debe
dirigirse al funcionario público con respeto, admiración y agradecimiento y el
funcionario público debe anteponer como prioridad el bien del ciudadano.

En la actualidad es realmente lamentable observar como se ha distorsionado el


verdadero rol del funcionario público; y el cambio y reacción de los ciudadanos frente
a la labor de estos funcionarios, pero continuamente somos testigos de los abusos y
arbitrariedades de estos empleados, haciendo uso de la atribución y autoridad que les
adjudica su puesto de trabajo, anteponiendo sus beneficios sin detenerse a pensar un
poco en el de los ciudadanos. Buscando ser los primeros atendidos en las largas colas,
ofreciendo una pésima atención al usuario, e incluso llegando a veces hasta el
maltrato, esto deja mucho que desear cuando un ciudadano asiste a un
establecimiento público, llámese, entidades policiales, comisarias, hospitales,
registros, alcaldías, gobernaciones, entre otros. Ya que si él ciudadano acude a ellos,
es porque tiene una necesidad enorme de resolver un problema y obtener una
respuesta satisfactoria, que le ayude a solucionar a través de la entrega del servicio de
los funcionarios públicos, ese inconveniente que complica su cotidianidad.

Es cierto que la crisis en nuestro país Venezuela, ha transformado muchos


procesos en las áreas de trabajo, y por supuesto ha influido notablemente en la
conducta del ser humano. Pero cuando se asume ser funcionario público tienes
que ser consciente de tú decisión y asumir con un gran compromiso, que te debes
a esos ciudadanos, que estás allí para protegerlos, orientarlos, guiarlos y hacer
de su existencia un camino más fácil, buscando mejorar continuamente su
calidad de vida.

No te enojes si te preguntan una información varias veces, busca estrategias de


servicios que te ayuden a mejor la atención. Entiende que en los asuntos de salud
muchos de los ciudadanos llegan a perder la cordura; orienta de manera paciente a la
mejor de las soluciones. Funcionarios policiales impongan su autoridad, pero
proyecten respeto y credibilidad, vuelvan sus oídos y conciencias a las solicitudes de
los ciudadanos y no únicamente a la imponencia de sus superiores, actúen apegados a
las leyes, pero defiendan los derechos de los ciudadanos.

Funcionarios públicos, no se cansen de exponer sus ideas y propuestas de


nuevos y mejores servicios a sus superiores, tengan presente que su labor está
dirigida por y para seres humanos, que son parte activa e importante de la
comunidad y nación. Funcionario público, tu compromiso con el ciudadano es el
que te hace sentir útil y te permite experimentar uno de los sentimientos más
desinteresados, ayudar y servir como lo señala nuestro jefe superior, Dios.
Funcionario público, reflexiona, levanta tu voz y tu autoridad pero para el bien
de toda una comunidad.

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