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40 Virreyes
40 Virreyes
GRADO : 3ro
EN EL AMBITO ECONOMICO
La principal actividad desarrollada en el virreinato era la minería.
El trabajo en la mina era desarrollado por aborígenes que pasaban entre una y dos
semanas sin salir de ella en condiciones realmente duras. En un principio, la actividad se
desarrolló en torno a pequeños depósitos de superficie, pero gracias a las mejoras en las
técnicas mineras, los colonos pudieron a acceder a grandes minas. Es a partir de este
momento en que la minería termina de consolidarse como principal actividad en el
virreinato. Los principales yacimientos mineros fueron: Castrovirreyna, Cerro de Pasco,
Cajabamba, Contumanza, Carabaya, Cayllama,
Hualgayoc, Huancavelica y Potosí, todas ellas ubicadas en el territorio del actual Perú.
Potosí, por si sola, aportaba dos tercios de la producción minera del Perú, hasta que en
1776 cambió de jurisdicción a favor del Virreinato del Río de la Plata. A causa de las
malas condiciones y la dureza del trabajo realizado por los aborígenes en la mina, eran
frecuentes los alzamientos de mineros, que eran sistemáticamente sofocados por las
autoridades coloniales.
EN EL AMBITO COMERCIAL
España aplicó medidas proteccionistas y favoreció el monopolio de los puertos de Sevilla
en España, Veracruz, en México, Callao en el Perú, Panamá y Cartagena en Nueva
Granada. Debido a que Panamá y Cartagena eran considerados puertos de tránsito, el
Callao pasó a ser el único puerto autorizado para comerciar en América, lo cual convirtió
al Virreinato del Perú en el centro comercial de las colonias Españolas en América. Pero
la preeminencia de ciertos puertos sobre otros, en este caso el Callao con respecto al resto
de América, hizo que el contrabando y la piratería, actividades desarrolladas la primera
por criollos y la segunda por corsarios ingleses y holandeses en su mayoría, floreciesen,
logrando erosionar lenta pero inexorablemente el monopolio de los grandes puertos, hasta
que en 1778 Carlos III decretó el libre comercio y el Callao perdió su posición de ventaja
frente a los otros puertos, posibilitando el surgimiento de los de Montevideo, Buenos
Aires o Guayaquil.
En 1694, casó con Clara de Barrionuevo y Monroy, hija de los marqueses de Monroy y
Cusano. La pareja tuvo tres hijos: Josefa, marquesa de Monroy; Rodrigo, marqués de
Villagarcía; y Mauro.
Fue el embajador de España en Venecia y virrey de Cataluña (1705). A la muerte de su
padre en 1713, heredó los mayorazgos pontevedreses de Villagarcía de Arosa, el
marquesado de esta denominación y el vizcondado de Barrantes. En 1735, con 68 años,
ya anciano y viudo, fue nombrado XXIX virrey del Perú por el rey Felipe V, viajando
con él los famosos marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa que formaban parte de
la expedición de Charles Marie de la Condamine para medir la línea del ecuador.
Entre 1735 y 1745, tiempo en el que permaneció al frente del virreinato peruano, se ocupó
especialmente de mejorar la hacienda y la producción minera. Reprimió las sublevaciones
de 1739 y 1742 y, a partir de entonces, trató de controlar la corrupción que, junto con la
esclavitud a la que en la práctica estaba sometida la población indígena por el sistema de
la mita y el incumplimiento de las ordenazas reales, habían provocado las mencionadas
rebeliones.
Por otra parte, Caamaño y Sotomayor, teniendo en cuenta el conflicto bélico existente
con Inglaterra en la llamada Guerra del Asiento (1739-1748), tuvo que afrontar
numerosos problemas defensivos por la presencia activa de los navíos del almirante
Anson en las costas del virreinato y del almirante Vernon en el área del Caribe, que
llegaron a provocar el saqueo de Paita y la caída de Portobelo. También en las fronteras
terrestres tuvo que afrontar algunos conflictos con los portugueses de Brasil.
Después de solicitar su sustitución, falleció durante la navegación de su viaje de regreso
a España, dejando una impresión de buen gobierno en el territorio de su jurisdicción.
3° ANDRÉS HURTADO DE MENDOZA
Andrés Hurtado de Mendoza y Cabrera, II Marqués de
Cañete (Cuenca, 1510 - Lima, 14 de septiembre de 1560) fue
un militar y político español que llegó a ser el III Virrey del Perú,
entre 1556 y 1560. Su gobierno marcó la culminación del período de
guerras civiles, caracterizado por continuas revueltas y
modificaciones en el escenario del poder. Pacificó el Virreinato,
impuso el respeto a la autoridad y fomentó la colonización.
INFANCIA Y JUVENTUD
Miembro de un distinguido linaje alcarreño, fue hijo de Diego Hurtado de Mendoza y
Silva, I Marqués de Cañete, de la poderosa Casa de Mendoza (Italia), y de Isabel de
Cabrera y Bobadilla, hija del Marqués de Moya. Nieto de Onorato de Mendoza,
Corregidor de Salamanca durante los Reyes Católicos y de Francisca de Silva y Ribera.
Bisnieto de Juan Hurtado de Mendoza, II señor de Estado de Cañate. Guardamayor de
Cuenca y montero mayor del Rey, e Inés Manrique, hija del adelantado, Pedro Manrique.
Heredó el marquesado de Cañete, concedido a su padre Diego Hurtado de Mendoza y
Silva por Carlos I el 7 de julio de 1530, aunque se había creado (pero sin emitir el
oportuna Real Despacho), en 1490 por los Reyes Católicos.
Sucedió a su padre en sus posesiones conquenses, siendo Guarda Mayor de Cuenca.
Luego, fue Montero Mayor de Castilla y acompañó al emperador Carlos I en las
campañas militares que libró en Alemania y Flandes, donde se distinguió.
NOMBRAMIENTO COMO VIRREY DEL PERÚ
El 10 de marzo de 1555 recibió la designación de Virrey, Gobernador y Capitán General
del Perú y Presidente de la Real Audiencia de Lima. Todavía antes de la partida escribió
una carta al emperador, manifestándole tener noticia de que en el Perú habitaban entonces
cerca de ocho mil españoles, de los cuales solo quinientos poseían repartimientos de
indios, un millar tenían algún negocio u oficio y el resto carecía de medios para subsistir:
era necesario, pues, “desaguar” la tierra de tantos elementos ociosos. Con este ideal en la
cabeza, y con un nutrido séquito de parientes y criados, entre quienes se contaban sus
hijos Felipe y García Hurtado de Mendoza, el conquistador Jerónimo de Alderete como
gobernador designado de Chile, el poeta Alonso de Ercilla y el oidor Gregorio González
de Cuenca, se hizo a la vela en el puerto de Sanlúcar de Barrameda, el 15 de
octubre de 1555.
Apenas tocó tierra en Panamá inició juicio de residencia a los magistrados de la
Audiencia y diversos funcionarios, y reprimió a una partida de cimarrones o esclavos
negros fugitivos que asolaban la región. El encargado de esta última misión fue Pedro de
Ursúa, quien logró apresar al autodenominado “rey de Bayano”, caudillo de los negros,
quien fue ahorcado.
El virrey Marqués de Cañete arribó al Perú tocando tierra en Paita el 24 de
marzo de 1556; pasó a Trujillo y continuó finalmente por el camino de los llanos hasta
arribar a Lima. Era recibido en la Ciudad de los Reyes el 29 de junio de 1556.
4° DIEGO LÓPEZ DE ZÚÑIGA Y VELASCO
Diego López de Zúñiga y Velasco (Burgos, ca. 1500 – Ciudad de
los Reyes, 19 de febrero de 1564), IV conde de Nieva y caballero
de la Orden de Santiago, fue el IV virrey del Perú, cargo que ejerció
de 1561 hasta su asesinato ocurrido en 1564, muerte que hasta hoy
día está teñida de misterio.
DATOS BIOGRÁFICOS
Diego López de Zúñiga y Velasco era hijo de Antonio de Velasco y Enríquez de Lacarra y
de Francisca López de Zúñiga, III Condesa de Nieva. Desde temprana edad se inició en
los ejercicios caballerescos, y en armonía con los designios paternos, contrajo matrimonio
en 1522 con María Enríquez de Almansa, hija de Francisco Enríquez de Almansa,
I marqués de Alcañices, y hermana de Martín Enríquez de Almansa, VI virrey del Perú.
Deseoso de hacerse méritos, participó al lado de Carlos V en la Jornada de
Túnez en 1535, donde fueron liberados 20 000 prisioneros cristianos. Luego continuó en
la campaña italiana de 1535 a 1536. De vuelta a sus posesiones de Burgos, alternó
la montería con las aventuras galantes y el juego.
Luego, se incorporó en el séquito del infante Felipe (futuro Felipe II) durante el recorrido
que este efectuó por Flandes y Alemania (1548-1550). Cuando dicho príncipe subió al
trono en 1555, fue nombrado Gobernador y Capitán General de Galicia. De otro lado
obtuvo el título de cuarto conde de Nieva de Cameros y le correspondieron los señoríos
de Arnedo, Valverde, San Ascencio, Cerezo y la Torre de Sartaguda.
ELECCIÓN COMO VIRREY DEL PERÚ
Debido a la muerte repentina de Diego de Acevedo y Fonseca, quien preparaba su viaje
para hacerse cargo del Virreinato del Perú en reemplazo del Marqués de Cañete, el rey
Felipe II lo reemplazó por el Conde de Nieva, despachando el día 15 de
diciembre de 1558 las provisiones que lo nombraban como virrey, gobernador y capitán
del Perú, así como presidente de la Real Audiencia de Lima.
Por problemas administrativos se retrasó su viaje al Perú, hasta que al fin, rodeado de un
numeroso grupo de oficiales, deudos y protegidos, partió el 28 de enero de 1560 desde el
puerto de Cádiz. Atravesó el istmo de Panamá en mayo y tras superar unas fiebres
tropicales, arribó al puerto de Paita, en la costa norte peruana, desde donde siguió el viaje
a Lima por tierra. Hizo su entrada oficial en la capital del Virreinato el 17 de
abril de 1561.
El Conde de Nieva se distinguió por sus hábitos cortesanos, su desidia para atender los
negocios públicos y su codicia. Lima se transformó en escenario de una suntuosa vida
cortesana, con ceremonias de espléndido boato, capilla musical y lucimiento de trajes
aparatosos, todo lo cual fue reglamentado por el virrey mediante ordenanzas. Su mandato
solo duró tres años.
5° FRANCISCO DE TOLEDO
Francisco Álvarez de Toledo (Oropesa, 15 de julio
de 1515 – Escalona, 21 de abril de 1582) conocido también
como El SolónVirreinal,1 fue un aristócrata y militar de la Corona de
Castilla, que fue el quinto Virrey del Perú. Ocupó dicho cargo desde
el 30 de noviembre de 1569 hasta el 1º de mayo de 1581, un total de
once años y cinco meses. Si bien para la mayoría de los historiadores
fue el más importante de los virreyes del Perú y ha sido elogiado como
el “supremo organizador” del inmenso virreinato, por darle una
adecuada estructura legal, afianzando importantes instituciones
indianas, en torno a las cuales giró la administración del país durante doscientos años,
para otros fue el gran tirano de los indios por haberlos explotado de forma exagerada, al
conservar la mita minera del Imperio Inca pero tergiversando su sentido original, y por
haber ordenado la ejecución del último inca de Vilcabamba, Túpac Amaru I.
BIOGRAFÍA
Nacimiento y primeros años
Francisco de Toledo nació el 15 de julio de 1515,4 en el Castillo de Oropesa perteneciente
a la noble familia Álvarez de Toledo. Fue el cuarto y último hijo del II conde de
Oropesa, Francisco Álvarez de Toledo y Pacheco y de María de Figueroa y Toledo —
primogénita de Gómez Suárez de Figueroa, II conde de Feria y de su segunda
esposa, María Álvarez de Toledo, hija de los I duques de Alba de Tormes—. Su
nacimiento se produjo al tiempo que fallecía su madre, lo que influyó en su talante serio
y taciturno. Sus tías María e Isabel se encargaron de su crianza.
Al cumplir ocho años se trasladó a la corte del rey Carlos I de España, para servir
como paje de la reina consorte Isabel de Portugal.
Aprendió latín, historia, retórica y teología, además de esgrima, música, baile y modales
cortesanos.
Al servicio del emperador Carlos V
Francisco de Toledo tenía quince años cuando en 1530 el rey Carlos I lo aceptó en su
casa. Acompañó al emperador hasta sus últimos días en las más variadas circunstancias
tanto de paz como de guerra. Este contacto personal con el monarca, de quien adoptó la
prudencia política, el “maquiavelismo” y la tendencia a buscar contrapesos entre sus
colaboradores, le serviría de provechosa experiencia para su labor gobernativa posterior.
En 1535, cuando tenía veinte años, fue investido con el hábito de caballero de la Orden
de Alcántara, una orden religioso-militar, y en 1551 se le dio en esta corporación la
encomienda de Acebuchar.
La primera acción militar en la que intervino fue la expedición a Túnez en 1535, gran
triunfo de las tropas imperiales sobre los turcos otomanos a quienes arrebataron dicha
plaza del norte de África. Siguiendo al emperador en su recorrido por Europa, el joven
Álvarez de Toledo pasó por Roma, donde Carlos I desafió al rey de Francia Francisco I,
lo que desencadenó otra guerra con dicho país (la tercera del reinado del emperador),
entre los años 1536-1538. Tras la firma de la paz, Álvarez de Toledo regresó a España y
marchó más tarde a Gante, en Flandes. Participó enseguida en la expedición a Argel,
importante plaza turca del norte africano, campaña que culminó en fracaso debido al mal
tiempo (1541).
Se ocupó de los asuntos de Hispanoamérica interesándose respecto del estatus jurídico
que debían tener los indios. Estuvo en Valladolid cuando fray Bartolomé de las
Casas presentó ante una junta de teólogos el texto de la Brevísima relación de la
destrucción de las Indias y supo de la redacción de las Nuevas Leyes de Indias que tanto
revuelo provocaron en el Perú.
Nombramiento como Virrey del Perú
Fue mayordomo en la casa del rey Felipe II, hijo y sucesor de Carlos I, y asistió en calidad
de delegado regio al concilio provincial de Toledo de 1565. Tuvo el decisivo apoyo que
le otorgó el cardenal Diego de Espinosa, presidente del Consejo Real de Castilla, durante
las deliberaciones de la Junta Magna de 1568. Entre los resultados de la junta, donde se
tomaron acuerdos importantes sobre la organización administrativa de las Indias, surgió
el nombramiento de Álvarez de Toledo como virrey, gobernador y capitán
general del Virreinato del Perú, el 30 de noviembre de 1568.
A fines de diciembre de 1568 salió de Madrid y tras visitar a sus familiares llegó
a Sevilla el 23 de febrero del año siguiente; se embarcó en Sanlúcar de Barrameda el 19
de marzo, en la armada que conducía el general Diego Flores de Valdés. Llegó junto con
su secretario Eusebio de Arrieta, quien desempeñara como secretario del santo oficio
limeño, la misma familia Arrieta establecida en Lima y Tarma.
El 31 de marzo de 1584, en San Lorenzo del Escorial, se suscribió la cédula que investía
al conde del Villardompardo como virrey, gobernador y capitán general del Perú y
presidente de la Real Audiencia de Lima. En octubre el flamante virrey se hizo a la vela
en Sanlúcar de Barrameda con un numeroso cortejo de parientes y criados, entre los que
se contaba su hijo Jerónimo de Torres y Portugal, su nieto Fernando de Torres, su sobrino
Diego de Portugal y su hermano político Hernán Carrillo de Córdoba, este último capitán
general de Mar y antepasado del ilustre José Baquíjano y Carrillo. Si bien apresuró su
viaje, su mala salud lo obligó a prolongar algunas de sus etapas. Arribó a Panamá a
principios del año siguiente y en mayo se embarcó para el Perú. Desembarcó
en Paita el 11 de junio de 1585, continuó su viaje por tierra, y tras pasar
por Piura y Trujillo, hizo su entrada solemne en Lima el 21 de noviembre de 1585.
BIOGRAFÍA
Nació en la villa de Santisteban del Puerto en el año 1607, siendo hijo de Francisco de
Benavides y de la Cueva, séptimo conde de Santisteban del Puerto, y de Brianda de Bazán
y Benavides, hija de Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz. Se trasladó a
estudiar a Madrid, donde recibió una educación humanística de parte de los jesuitas en
el Colegio Imperial de Madrid, y posteriormente a la Universidad de Salamanca,
siendo colegial de San Bartolomé.
Luchó en Aragón y Portugal, y obtuvo la encomienda de Monreal por la Orden de
Santiago, de la que fue caballero y Trece de la orden. Después de la guerra con Portugal
en 1643, fue nombrado capitán general de las Fronteras y más tarde gobernador y capitán
general de Galicia. En 1653 fue nombrado Virrey y capitán general de Navarra. Por sus
invalorables servicios diplomáticos en la negociación de 1659 (Paz de los Pirineos) y el
posterior matrimonio de la princesa María Teresa de Austria con Luis XIV de Francia, el
rey Felipe IV de España elevó su señorío de Solera a marquesado, creando
el Marquesado de Solera.
Como escritor destacan entre sus obras los Epigramas latinos del humanista giennense D.
Diego de Benavides y de la Cueva (Latin epigrams) y Horae succisiuae siue
Elucubrationes. Esta última obra es una antología poética recopilada por sus
hijos Manuel y Francisco de Benavides que fue publicada en 1660 (Segunda
edición, 1664).
En 1661 fue nombrado virrey del Perú, llegando a Lima el 31 de diciembre. Durante su
administración, se preocupó mucho por la condición de los indígenas, particularmente
por su educación y condiciones de trabajo, estableciendo la llamada Ordenanza de
Obrajes en 1664.
Enfrentó terremotos y epidemias, y pudo erradicar las disputas mineras de los españoles.
Construyó el Hospital de San Bartolomé y también el primer teatro de Lima. Su tercera
mujer destacó en el mandato de su marido como una prevaricadora, pues su mayor tarea
fue la de vender cargos públicos, así como asistir a fiestas y actos públicos.
Falleció en la ciudad de Lima el 19 de marzo de 1666.
PRIMER VIRREINATO
En 1716, durante su arzobispado de La Plata en Charcas, fue reclamado por el rey Felipe
V para asumir el título de virrey de Perúde manera interina. El 15 de agosto entró en Lima
substituyendo a Mateo de la Mata Ponce de León, presidente de la Audiencia. Mata
también había estado ocupando el cargo de manera interina, desde el retiro de Don Diego
Ladrón de Guevara el 2 de marzode 1716. Morcillo ocupó este puesto hasta el 5 de
octubre, cuando el cargo fue asumido por Carmine Nicolás Caracciolo, Príncipe de Santo
Buono y sucesor oficial de Ladrón de Guevara. Don Diego Morcillo retornó a sus deberes
eclesiásticos como arzobispo de La Plata, sin haber tomado decisiones de cierto calado
en su virreinato, más allá de las propias que garantizaran su continuidad y estabilidad.
SEGUNDO VIRREINATO
Al final del mandato de Caracciolo, Morcillo recibió de nuevo el encargó del Rey de
ocupar la sede vacante, esta vez como titular. Entró solemnemente en Lima y ocupó el
cargo el 26 de enero de 1720; el Cabildo metropolitano ofrecíole una misa de acción de
gracias en la Catedral (3 de febrero de 1720), durante el cual pronunció un sermón
laudatorio el canónigo Vicente Ortiz de Foronda; y Pedro de Peralta Barnuevopronunció
un discurso en su elogio durante el recibimiento que le tributó la Universidad de San
Marcos.
Sus biógrafos destacan a Morcillo como un inteligente administrador. Entre sus logros
políticos consta que, bajo su mandato, se registró un gran aumento de los ingresos reales
en la colonia. En ese sentido, en 1722 consiguió que llegara a Cádiz la fragataÁguila
Volante de D. Nicolás Giraldino con una importante carga de plata y otras riquezas.
En el aspecto de la defensa:
Entre 1720 y 1721 combatió a los piratas ingleses John Clipperton y George Shelvocke,
quienes, entrando por el estrecho de Magallanes, asolaron las costas del Mar del Sur, es
decir, el litoral chileno y peruano, en el marco de la guerra entre Inglaterra y España.
Clipperton apresó el galeón en el que venía de Panamá su viejo enemigo José Antonio de
la Rocha y Carranza (Marqués de Villa-Rocha) con su familia. En Nicoya (Costa Rica)
dejó libre a la esposa del marqués, y regresó a las costas peruanas, donde
bombardeó Arica en febrero de 1721, antes de retirarse rumbo a Oceanía, llegando hasta
las islas Marianas donde logró fugar el marqués. Cerca de las islas Filipinas Clipperton
fue reducido por navíos españoles y se presume que terminó ahorcado. Por su parte,
George Shelvocke saqueó Chiloé, capturó naves mercantes en Concepción, incendió el
puerto de Paita el 21 de marzo de 1720 al negarse su población a pagar rescate, y luego
de una serie de peripecias propias de un relato novelesco, prosiguió su viaje
hacia Panamá y California sin que los tres Navíos de Guerra Españoles enviados por el
Virrey, al mando del General Bartolomé de Urdinso, lograran capturarle. Finalmente,
hubo otra incursión, la del corsario holandés Jacobo Roggeween por el estrecho de
Magallanes, que concluyó con el descubrimiento de la isla de Pascua el 6 de abril de
1722.
En el gobierno económico:
Conminó a los oficiales reales de Huancavelica a adquirir el azogue a un precio más
favorable para la Tesorería Real. La superintendencia de minas registró un importante
superávit que se invirtió en el arreglo de las cureñas del puerto del Callao y en la
reparación del puente de Pilcomayo que comunicaba las ciudades de La Plata y Potosí.
Por bando del 11 de marzo de 1720 el virrey prohibió el comercio ilícito por las costas
peruanas y comunicó en 1722 al Consejo de Indias la captura de diez bajeles franceses
cargados de mercadería europea. En 1721 llegó a la feria de Portobelo el navío de
permiso "Royal George", en conformidad con lo dispuesto en el Tratado de
Utrecht firmado entre España e Inglaterra.
En el orden interno:
Este gobernante tuvo que enfrentar en 1723 el alzamiento de los
indios araucanos en Chile que condujo al abandono de los fuertes
de Concepción, Purén y Nacimiento. Por Real Cédula del 30 de diciembre de 1724 el
virrey ordenó que el número de hombres en armas en Chile se elevara a dos mil y que los
mismos procedieran a apaciguar a los indios.
En el terreno Social:
Correspondió a este gobierno aplicar la Real Orden de 1720 que suprimió el régimen de
la encomienda, lo que liberó a los indios de este sistema de explotación, aunque algunas
encomiendas persistieron hasta la segunda mitad del siglo XVIII, como fue el caso de las
de Chiloé.
CARRERA MILITAR
Nació en Ribaforada en el seno de una familia aristocrática
de Navarra formada por Juan de Armendáriz y García de Usechi y María Josefa Perurena
y Muguiro, teniendo un hermano menor de nombre Juan Francisco. Fue bautizado
cristianamente en Pamplona el 2 de noviembre de 1670.1 Ya de adulto, comenzó su
carrera militar sirviendo al ejército como capitán de caballería. Durante la guerra
de Flandes se halló en las batallas de Fleurus (1690) y Neerwinden (1693). Pasó
a Cataluña como maestre de campo del cuerpo de dragones, y concurrió al sitio
de Palamós y la campaña sobre Barcelona. Destinado a Nápoles y ascendido a brigadier,
participó en la guerra de Portugal. Estuvo presente en el sitio de Gibraltar (1704)
como mariscal de campo. Promovido luego a teniente general (1706), desempeñó cargos
en Extremadura; comandó las tropas reales en la batalla de Lagudina (1708) y tuvo acción
decisiva en Villaviciosa (1710). Fue entonces premiado con la Orden de Santiago y, en
tal virtud, beneficiado con las encomiendas de Montizón y Chiclana, además de
otorgársele, el 30 de junio de 1711, el título de marqués de Castelfuerte.
Intervino en la pacificación de Aragón y el sitio de Barcelona en 1714; ejerció la
gobernación de Tarragona; pasó a Cerdeña y durante la guerra de Sicilia contribuyó a la
toma de Mesina y la victoria de Francavilla (1719). Ocupó el puesto de inspector general
de la caballería y de los dragones de la Corona de Aragón. Era gobernador y capitán
general de Guipúzcoa cuando fue nombrado Virrey del Perú en los primeros días de
octubre de 1723.
En 1694, casó con Clara de Barrionuevo y Monroy, hija de los marqueses de Monroy y
Cusano. La pareja tuvo tres hijos: Josefa, marquesa de Monroy; Rodrigo, marqués de
Villagarcía; y Mauro.
Fue el embajador de España en Venecia y virrey de Cataluña (1705). A la muerte de su
padre en 1713, heredó los mayorazgos pontevedreses de Villagarcía de Arosa, el
marquesado de esta denominación y el vizcondado de Barrantes. En 1735, con 68 años,
ya anciano y viudo, fue nombrado XXIX virrey del Perú por el rey Felipe V, viajando
con él los famosos marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa que formaban parte de
la expedición de Charles Marie de la Condamine para medir la línea del ecuador.
Entre 1735 y 1745, tiempo en el que permaneció al frente del virreinato peruano, se ocupó
especialmente de mejorar la hacienda y la producción minera. Reprimió las sublevaciones
de 1739 y 1742 y, a partir de entonces, trató de controlar la corrupción que, junto con la
esclavitud a la que en la práctica estaba sometida la población indígena por el sistema de
la mita y el incumplimiento de las ordenazas reales, habían provocado las mencionadas
rebeliones.
Por otra parte, Caamaño y Sotomayor, teniendo en cuenta el conflicto bélico existente
con Inglaterra en la llamada Guerra del Asiento (1739-1748), tuvo que afrontar
numerosos problemas defensivos por la presencia activa de los navíos del almirante
Anson en las costas del virreinato y del almirante Vernon en el área del Caribe, que
llegaron a provocar el saqueo de Paita y la caída de Portobelo. También en las fronteras
terrestres tuvo que afrontar algunos conflictos con los portugueses de Brasil.
Después de solicitar su sustitución, falleció durante la navegación de su viaje de regreso
a España, dejando una impresión de buen gobierno en el territorio de su jurisdicción.
30° JOSE ANTONIO MANSO DE VELASCO
Torrecilla en Cameros, 1688- Priego de Córdoba, 1767), I conde de
Superunda, fue un militar y político español, XXX Virrey del Perú.
Fue Gobernador de Chile entre 1737 y 1744. Virrey del Perú durante el
reinado de Fernando VI, gobernó el Virreinato del Perú entre los
años 1745 y 1761.
BIOGRAFIA
Fueron sus padres Diego Sáenz Manso de Velasco y Ambrosia Sánchez de Samaniego,
pertenecientes a la aristocracia riojano-alavesa. Se incorporó al ejército en 1705,
participando en la Guerra de Sucesión hasta 1714. Posteriormente lo hizo en
las expediciones a Cerdeña en 1717, en el sitio de Ceuta en 1720, en el sitio de
Gibraltar en 1727, en la reconquista de Orán en 1732, y en las guerras de Italia desde
1733 a 1736. Obtuvo al final de su carrera, el grado de Brigadier general y el título
de caballero de la Orden de Santiago.
GOBERNADOR DE CHILE
En octubre de 1736 se le otorgó el cargo de Gobernador de Chile. Llegó a Santiago de
Chile el 15 de noviembre de 1737, donde asumió como Gobernador, Capitán general y
Presidente de la Real Audiencia del reino. Ocupó el cargo hasta junio de 1744. Se destacó
por la fundación de nueve ciudades:
ULTIMOS DIAS
Encontrábase de paso en 1762 por el puerto de La Habana en la Capitanía General de
Cuba cuando le sorprende un conflicto armado con Inglaterra que implica el sitio de la
isla. Por ser el militar de más alto rango en ese momento en el territorio, el Conde de
Superunda es nombrado por el Gobernador de Cuba con título de «Presidente de la Junta
Consultiva de Guerra». Es así como el viejo conde de 74 años encabezó la resistencia de
la plaza artillada de La Habana con tropas mal entrenadas y con peor equipamiento, la
cual sólo duró 67 días y tuvo que rendirse ante los ingleses.
Apresado por los ingleses es llevado a Cádiz en España, donde en su calidad
de Presidente de la Junta Consultiva de Guerra fue llevado ante la justicia marcial por el
oprobio causado a la corona española por los términos de la rendición de Cuba, y fue
condenado a la pena de "suspensión por 100 años de todo empleo militar" y confinamiento
en la ciudad de Granada. Murió finalmente en Priego de Córdoba donde se encuentran
sepultados sus restos, en la Iglesia de San Pedro.
31° MANUEL DE AMAT Y JUNIET
(en catalán Manuel D'Amat i de Junyent; Vacarisas, Barcelona, 1704-
Barcelona, 14 de febrero de 1782) Marqués de Castellbell, fue
un militar y administrador virreinal español. Gobernador de
Chile (1755-1761) y Virrey del Perú (1761-1776).
Nació en el seno de una aristocrática familia española, radicada
en Cataluña. Hijo de Josep d'Amat i de Planella (primer marqués
de Castellbell) y de Maria Anna Junyent i Vergós (hija del primer
marqués de Castellmeià).
Demostró tener dotes castrenses desde muy joven, participando ya en 1719 en acciones
bélicas contra los franceses en Aragón. A los 17 años ingresó en la Orden de Malta y
marchó a la isla como caballero permaneciendo en ella cuatro años. Sirvió en las guerras
de África y por ello obtuvo el mando del Regimiento de los Dragones de Sagunto.
Se destacó en la batalla de Bitonto (Reino de Nápoles, 25 de mayo de 1734) con el
contingente que al mando del conde de Montemar derrotó a las tropas austríacas de
Visconti y Traun, en la guerra de sucesión de Polonia y sobresalió en el asedio de
Gaeta (1734). En su carrera militar llegó a alcanzar el grado de mariscal de campo.
VIDA EN ESPAÑA
En 1776 regresó a Barcelona y mandó construir un suntuoso palacio en La Rambla, luego
conoció a Maria Francesca de Fiveller i de Bru, con quien se casó el 3 de junio de 1779;
la boda se celebró por poderes, ya que el novio estaba en Madrid.6
El 14 de febrero de 1782 murió el virrey. Como herederos dejó a su mujer, su sobrino
Antonio Amat y Rocabertí y su hijo Manuel Amat y León (hijo que tuvo con la condesa
de Castilla, doña Josefa de León). El heredero del título fue su sobrino, mientras su hijo
con la condesa de Castilla heredó gran cantidad de dinero, tierras y joyas, y el hijo que
tuvo con Micaela de Villegas no tuvo ningún derecho. La viuda residió en el palacio hasta
1791, por lo cual se lo conoce como el palacio de la Virreina.
GOBERNADOR DE CHILE
Durante su gobierno se inauguró el servicio de Correos terrestre de Chile.
Se inauguró la catedral de Santiago de Chile el 8 de diciembre del mismo año, se creó la
Academia de práctica forense, anexo a la Real Universidad de San Felipe y se realizó el
primer censo de la población del Reino de Chile, el cual estableció que había 259.646
habitantes.
Es durante su gobierno que la Capitanía General de Chile sufrió la escisión de la región
de Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis) debido a la creación del Virreinato del Río de
la Plata en 1776.
En 1777 establece que las milicias tienen por objeto perseguir a los bandoleros rurales,
por lo que están obligadas a tener sus armas y uniformes, costeadas por ellas mismas,
debiendo estar preparadas para cualquier acción militar y de hacer alardes cada cierto
tiempo.
Célebre es su intento de conocer la población existente en Chile, para la cual ordena
realizar entre 1777 y 1778 el primer empadronamiento general de población, el cual dará
paso a los primeros censos oficiales en este territorio.
BIOGRAFIA
Nacido en el castillo de Prévoté, cerca de la ciudad de Lille, en la parte de
Flandes ganada por Luis XIV a España en 1668. Tercer hijo gemelo de
Alexandre-Maximilien-François de Croix, marqués de Heuchin, e Isabelle-Claire-Eugène
de Houchin.2 A los 17 años, como su tío Carlos Francisco de Croix y su hermano mayor
el conde Felipe Carlos de Croix, ingresa en el Ejército español. Ese mismo año entra al
servicio del rey de España como alférez de granaderos de la Guardia Real y es enviado a
Italia. En 1750 se incorporó a la Guardia Valona, la guardia personal de los reyes
Borbones de España. En 1756 es ascendido a teniente y se le nombra caballero de la
Orden Teutónica, y en 1760 asciende a coronel.
En 1766 marcha a Nueva España como capitán en la guardia del virrey 3 Carlos
Francisco, su tío. Hasta 1770 sirvió como comandante de la fortaleza de Acapulco y como
inspector de las tropas del virreinato. Cuando finalizó el mandato del virrey de Croix
(1766-1771), retornó a España con su tío y con el visitador José de Gálvez.
El 16 de mayo de 1776, el rey Carlos III de España nombra al brigadier Teodoro de Croix
como primer comandante general de las Provincias Internas del Norte de Nueva España,
Comandancia establecida en 1776, y que comprendía Nueva Vizcaya, Santa Fe de Nuevo
México, Nuevo León, Coahuila, Sonora y Sinaloa, Las Californias, y Tejas. Esta
disposición fue respondida con varias revueltas de los indios apaches, seris, comanches y
otras tribus indígenas. El cuartel general se estableció en Arizpe, Sonora. De Croix
reemplazó a Hugo O'Conor, nombrado por el virrey Bucareli y que estaba al cargo de las
fuerzas españolas en la frontera norte. De Croix no dependía del virrey en la frontera pero
compartía jurisdicción con O`Conor en la Alta California. Tomo posesión del cargo el 1
de enero de 1777 y en agosto partió de México capital a inspeccionar su nueva
jurisdicción. Era el responsable de la defensa militar, la colonización civil y la conversión
de los indios de un extenso y poco poblado territorio. Respondía de sus acciones
directamente ante el visitador José de Gálvez. Renovó y organizó la mayor fuerza militar
de la frontera norte, de Tejas a Sonora, habida hasta entonces. El 24 de octubre de 1781,
el rey aprobó la separación de las Californias como nueva jurisdicción del mismo nivel
que las Provincias Internas de Occidente. Hizo también muchas cosas de buen proceder
en los territorios antes llamados Provincias Internas del Norte de la Nueva España.
Ya como teniente general, deja el mando en las Provincias Internas del Norte a Felipe de
Neve y es nombrado virrey del Perú (13 de febrero de 1783). En Perú descentralizó el
gobierno organizando siete intendencias. Creó el Anfiteatro Anatómico e inició el Jardín
Botánico de Lima, ciudad que le conocía como "El flamenco", por su país de origen.
Adoptó medidas rigurosas para impedir el avance del pensamiento enciclopedistas y
revolucionarios de franceses y norteamericanos. Mejoró las fortificaciones de la costa y
colaboró en la creación de la Junta Superior de Comercio y el Tribunal de Minería (1786).
Su mandato como virrey terminó en 1790. De regreso a España, es nombrado en 1791
coronel de las Guardias Valonas, y comandante de la Orden Teutónica. Murió en Madrid
al año siguiente, en 1792, a resultas de la pulmonía, derivada en tuberculosis, que contrajo
por los fríos del cabo de Hornos (la ruta de vuelta a España que él escogió).
35° FRANCISCO GIL DE TABOADA
Francisco Gil de Taboada Lemos y Villamarín (Santa María de
Soutolongo, Lalín (Pontevedra), 1733 - Madrid, 1809) fue
un noble, político, militar y marino español, IX virrey de Nueva
Granada (1789), XXXV virrey del Perú (1790-1796) y XIº capitán
general de la Real Armada Española.
BIOGRAFIA
Nacido en el seno de una distinguida familia gallega, sus padres fueron Diego Felipe Gil
de Taboada y Villamarín, señor de Dés, y María Josefa de Lemos y Rois. A los 16 años
de edad se convirtió en caballero de San Juan de Jerusalén, orden en la que llegó a ser
Gran Cruz y bailío, y comendador de Puertomarín.
Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 27 de
octubre de 1752. Fue ascendido a alférez de fragata el 23 de diciembre de 1754, a alférez
de navío el 12 de abril de 1760, a teniente de fragata el 8 de abril de 1765 y a teniente de
navío el 3 de septiembre de 1767. Durante estos mandos estuvo embarcado en diferentes
buques, haciendo cruceros por el Mediterráneo y los océanos Atlántico y Pacífico.
Ascendió a capitán de fragata el 22 de octubre de 1770. Con este mando se le
nombró gobernador de las islas Malvinas (1774 - 1777),1 pero luego fue ascendido
a capitán de navío el 17 de febrero de 1776, siendo nombrado capitán de la recién creada
Compañía de Guardiamarinas del Departamento de Ferrol, cargo que desempeñó durante
algunos años.
Fue ascendido a brigadier el 19 de junio de 1781, siguiendo en el cargo anterior; a jefe de
escuadra, el 21 de diciembre de 1782 y a instancias de Antonio Valdés, ministro de
Indias, a finales de 1788 fue nombrado virrey, gobernador y capitán general del Nuevo
Reino de Granada y presidente de la audiencia de Santa Fe. Ascendió a teniente
general el 4 de marzo de 1789.
Con este grado, pasó en 1790 a virrey del Perú y presidente de la audiencia de Lima. A
su regreso a España pasó con éxito por el Juicio de residencia, donde unos secretarios y
un tribunal especial analizaban todas las actuaciones de su gobierno como tal virrey, con
arreglo a lo establecido en las Leyes de Indias. En estos juicios nada quedaba sin
investigar, hasta cuadrar la última cuenta, dándose el caso de durar varios años.
El conde de Toreno, en su comentario sobre la junta, se expresa de la siguiente
manera: Continuó al frente de la marina don Francisco Gil de Taboada y Lemos, anciano
respetable, de carácter entero y firme. Esta cualidad pronto hubo de manifestarla
oponiéndose al deseo del gran duque de Berg de que le fuese entregado Godoy, que se
hallaba confinado en el castillo de Villaviciosa para ser sometido al fallo de un tribunal.
Previendo que la junta de ministros pronto sería anulada por la presión de los invasores,
Gil de Lemos lanzó la idea de que fuese sustituida por otra, reunida fuera de Madrid.
Cuando los franceses obligaron al infante don Antonio a salir hacia Bayona después de
la explosión popular del 2 de mayo, escribió a Gil de Taboada una carta instándole a que
la junta siguiese por los mismos cauces trazados para evitar males mayores. Pero el 4 de
mayoMurat quiso presidirla, asistiendo algunos de los miembros, que al fin cedieron. No
así Gil de Taboada, que se mantuvo firme, presentando su dimisión y retirándose a su
domicilio.
Al ser evacuado Madrid por los franceses después de la victoria española sobre los
ejércitos imperiales en Bailén, Gil de Taboada juró de nuevo su cargo el 29 de
septiembre de 1808 en Aranjuez, donde se reunió la Junta Central como depositaria del
poder supremo de la nación durante la ausencia del Rey.
VIDA Y TRABAJO
Ambrosio Bernardo O’Higgins (bautizado Ambrose Bernard O'Higgins) fue hijo
de Charles O’Higgins y Margaret O’Higgins (hija de William O'Higgins y Winnifred
O’Fallon), su abuelos paternos fueron Charles O’Higgins de Ballinary y Margaret
Brehan. El bisabuelo de Charles O’Higgins, Seán Duff O’Higgins, tenía el título
territorial de Tiarna o Señor de Ballinary, y estaba casado con Margaret O’Connor, una
dama de la casa real de O’Connor del castillo de Ballintuber, quienes reinaron sobre
Irlanda hasta el año 1000.
Los O’Higgins poseyeron grandes extensiones de tierras en los condados irlandeses
de Sligo, Westmeath y Mayo, pero con las expropiaciones realizadas por Oliver
Cromwell contra los católicos, y con las deportaciones de inquilinos hacia el condado
de Sligodespués de la conquista de Irlanda por el mismo Cromwell, las tierras de los
O'Higgins se redujeron cada vez más. Debido a esto, el clan O'Higgins emigró al condado
de Meath, donde se convirtieron en pequeños arrendatarios/campesinos al servicio de la
familia Rowley-Langford. De hecho, se dice que Ambrosio fue empleado por Lady Jane
Rawley.
En 1751, Ambrosio arriba a Cádiz, en donde se dedica al comercio como un empleado de
la firma Butler Trading House. Como irlandés y católico, le fue posible emigrar
legalmente a la América española en 1756.
Tras pasar por la Capitanía General de Chile y Virreinato del Perú, una mala racha de
negocios lo devolvió a Cádiz en 1760. De allí volvió a Chile en 1761, como asistente de
otro irlandés, el ingeniero John Garland. Trabajó como dibujante y diseñó los refugios
cordilleranos que posibilitaron tener correo todo el año entre Santiago y Buenos Aires.
LEGADO
Con seguridad, el mayor legado de O'Higgins fue su hijo; sin embargo existen también
otras áreas en las que la influencia de Don Ambrosio O'Higgins se dejaron sentir, a saber:
MILITAR EN PERU
En 1768, con el grado de sargento mayor, fue destinado a Perú. En 1771 se le designó
sub-inspector para la instrucción de las milicias de caballería, aunque en la práctica
actuaba como director de las tropas. En 1776 obtuvo por Real Orden el grado de coronel.
Desde 1780 participó en la represión de las sublevaciones encabezadas por José
Gabriel y Diego Túpac Amaru. Siendo comandante de Cuzco resistió a los ataques del
primero y lo derrotó en varios enfrentamientos importantes. Más tarde, al mando del
cuerpo de reserva, participó en la expedición del general José del Valle contra los
rebeldes. En el Cuzco, se casó con la viuda del marqués de Santa Rosa, Mercedes del
Risco y Ciudad (1782), de quien se decía era persona en extremo piadosa.
En 1785 heredó de sus hermanos el título de Marqués de Avilés, concedido veinticuatro
años antes al entonces intendente de Zaragoza, su padre, el brigadier José de Avilés. En
1787 fue nombrado gobernador del presidio y plaza fuerte del Callao. Permaneció en
Perú hasta 1796, un año después de haber alcanzado el grado de teniente general.
ESCUDO DE ARMAS
En campo de gules, un castillo donjonado de oro, con dos alas de plata, una a cada lado;
el cual se asienta sobre rocas y ondas de azur y plata. El escudo se encuentra adornado
con banderas y estandartes propios del rango de Teniente General que ostentaba y demás
ornamentos (cañones, lanzas, etc) característico de su profesión de armas. En la parte
superior porta un yelmo con lambrequines que salen del mismo. El todo timbrado con
una corona de marqués correspondiente a su título nobiliario.
ULTIMOS AÑOS
La exitosa campaña de la Sierra, la imposibilidad de expulsar a la escuadra de Thomas
Cochrane de la costa peruana y la fidelidad del virrey Joaquín de la Pezuela
al absolutismo provocaron su desprestigio, especialmente debido a que la mayor parte de
los oficiales a sus órdenes eran liberales.
El 29 de enero de 1821, los jefes liberales, dirigidos por el general José de la Serna, lo
derrocaron por medio del llamado Pronunciamiento de Aznapuquio.
Pezuela se embarcó inmediatamente hacia España, donde en 1825 fue nombrado Capitán
General de Castilla la Nueva.
Falleció en Madrid en 1830.
CONCLUSIONES:
En el Virreinato del Perú las revueltas anti fiscales, como su nombre lo indica, son
contra la política fiscal del Estado colonial español y se dan en las ciudades; las
que tienen dos motivaciones: la primera, el interés de comprender entre los
tributarios a los mestizos, cholos y castas; la segunda, el paquete de medidas
económicas que trató de implantar Areche, con el establecimiento de aduanas y el
alza de la alcabala.
Puede decirse que políticamente, Túpac Amaru desarrolló un movimiento contra
el Virreinato Español, proyectando independizar al Perú. Pero en la colonia el
poder se le estaba escapando a la metrópoli, ya que los criollos ricos eran quienes
en verdad dominaban, corrompiendo a las autoridades enviadas por el rey y
utilizándolas para servicio de sus intereses. En consecuencia, el movimiento de
Túpac Amaru estuvo a punto de traer abajo la maquinaria de dominación criolla
montada por la burguesía comercial de Lima en alianza con los terratenientes
feudales y los propietarios de minas y obrajes. Esto explica también el por qué
algunos sectores de la pequeña burguesía, afectados por la clase dominante, se
plegaron al proyecto revolucionario. Explica también el por qué los criollos ricos
suspendieron de momento su disputa con la corona, ante el peligro indio.
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