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Goliardos XI
Organo de difusión de los estudiantes
de Historia de La Universidad
Nacional de Colombia.
Sede Bogotá.
Número XI, Año XIII
2006
Comité Editorial
Jhosman Gerliud Barbosa Domínguez
Yezid Alejandro Pérez Jerez
Diego Javier Roa Eslava
Diego Fernando Ortiz Vallejo
Oscar Fabian Murillo
Corrección de Estilo:
Jorge Ramírez Aljure
Corrección de Texto:
Harold Martín Barbosa D.
Diseño y Diagramación:
Dumar Hoyos Anzola
Diego Javier Roa Eslava
David Camargo
Carlos Hernández
creacionhumana@hotmail.com
Diseño de Portada:
José Alberto Roa Eslava
Reconocimientos
Ediciones Humanismo y Sociedad
Agregatura Cultural Embajada Cubana.
Tatiana Visbal
Oscar Javier Casallas
Diego Meneses
Impresión:
Unibiblos
La Revista Goliardos
es una publicación de los estudiantes
del Departamento de Historia
de la Universidad Nacional
de Colombia, sede Bogotá,
que se realiza con el auspicio de
la Dirección de Bienestar Universitario,
la Vicedecanatura de Bienestar de
la Facultad de Ciencias Humanas y el
Departamento de Historia.
revista_goliardos@yahoo.es
Sumario
Editorial 7
El Rey. 118
Juan Diego Espitia
Editorial
La trayectoria de una publicación como ésta, que pasa el umbral de la década,
podría ser considerada como testimonio fehaciente de continuidad; no obstante
¿cómo saberlo en realidad?, ¿acaso el respaldo cuantitativo es suficiente para
atribuirle con absoluta certeza la existencia de una línea directriz? En lo absoluto.
Lo que se aprecia es un altísimo componente intuitivo, aquí no hay un geist, un
espíritu que gravite del mismo modo que en anteriores entregas. Lo único claro es
la experimentación constante en un espacio ya apuntalado; habida cuenta de trece
años de intermitente labor editorial que ha dado cabida a multiplicidad de lenguajes,
ensayos temáticos, total, un popurrí de iniciativas propio de la suma de generaciones
que han integrado el Comité Editorial. Esta diversidad de posturas generacionales
en torno a una idea editorial, se expresa en las ediciones del quinto y sexto número;
cuando se lleva al lector desde el socialismo cristiano al amancebamiento, y luego
se transita de una sobria propuesta de reflexión sobre la ciudad a unos floridos
despliegues de literatura.
Los temas centrales son tan válidos como las misceláneas. El presente Comité,
sin soslayar el trabajo precedente, ha considerado necesario ofrecer un criterio
editorial de largo aliento que, en lo posible, no se componga de retazos y
elucubraciones sin vasos comunicantes. Una revista demanda una unidad de
criterio para proyectarse y posicionarse. Nuestra propuesta quiere edificar
una publicación donde se articulen contenidos de trabajos de grado y ensayos
particulares con las Líneas de Investigación existentes en el Departamento.
Un diagnóstico del funcionamiento de una parte de éstas, como ejercicio de síntesis,
será un elemento fundamental para dar orientación a una pauta editorial, que más
allá de la construcción de un ejemplar, o de un estilo original se encamina por la
senda en la búsqueda de un sentido.
Goliardos desde el primer ejemplar ha reivindicado la preeminencia de los estudiantes
de pregrado como sus principales gestores. Esta finalidad no supone una actitud
excluyente, por el contrario motiva una participación amplia, consecuente con
una formación disciplinar óptima, que en las actuales circunstancias respaldan
una postura crítica frente a la «Reforma Académica», retroalimentándose con las
movilizaciones estudiantiles en el contexto universitario.
Ante una inevitable Reforma que poco a poco irá logrando posicionar sus más
neurálgicos ítems, solo atinamos a dejar en palabras la denuncia ante el lector,
para que piense qué tipo de educación es más adecuada y sensata para sí y las
nuevas generaciones.
A todos los que escribieron, publicados o no; a todas las personas que pasaron por
el Comité Editorial dejando su cuota de trabajo; y a todos los que hicieron posible
esta edición de la Revista Goliardos: Gracias.
8
Artículos
Jorge Eliécer
Gaitán y el
Positivismo:
una
construcción
ideológica
y jurídica
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada. Historia U.N.
Jorge Eliécer Gaitán viajó en 1926 a la Real Universidad de Roma para perfeccionar
sus estudios en Derecho Penal, dos años después de culminar sus estudios de Derecho
en la Universidad Nacional; éste es un hecho destacado teniendo en cuenta las
limitaciones económicas a que estaba sometido1. No obstante tales inconvenientes,
pudo llevar a cabo satisfactoriamente sus estudios de especialización jurídico-
criminal llegando incluso a obtener el premio Enrico Ferri por sus tesis de grado
titulada: El criterio positivo de la premeditación. Fue allí donde Gaitán se permeó
de la corriente positivista plasmándola tanto en su discurso político como en su
práctica jurídica. Esta corriente de pensamiento se caracterizó por dar validez
únicamente al conocimiento que provenía de la aplicación del método científico,
negando de esta manera, el saber que era resultado de la especulación y de los
juicios a priori. En el presente texto nos proponemos analizar someramente la
faceta positivista de Jorge Eliécer Gaitán, a partir de un estudio de sus escritos,
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
discursos y actuaciones públicas, previa una sintética exposición de los conceptos
ligados al positivismo, especialmente del positivismo penal, y cómo éstos marcaron
en su conjunto el pensamiento del líder liberal.
Los exponentes más importantes de la Escuela Positiva del derecho penal fueron
los italianos Rafael Garófalo, Cesare Lombroso y Enrico Ferri2. Garófalo y
Lombroso construyeron importantes aportes a la nueva criminología desde la
medicina y la antropología; en tanto, Ferri hizo lo propio desde el saber jurídico.
Aquellos procuraron una visión investigativa sobre el hombre delincuente. Ferri
trazó sus expectativas cognoscitivas con una teoría sociológica del delito natural y
expuso una nueva concepción de la responsabilidad.
Los positivistas del derecho penal, especialmente Enrico Ferri, lanzaron fuertes
críticas a la escuela de los clásicos porque ponían demasiado interés en la concepción
del libre albedrío: “No puede haber libre albedrío porque los actos pueden ser
voluntarios o involuntarios”3. La escuela positiva del derecho penal aporta nuevos
elementos para comprender y conceptuar el problema de la responsabilidad: la
conciencia de ser libres es una mera ilusión, en consecuencia, el hombre no tiene
conciencia de los antecedentes inmediatos que preceden el hecho; no puede haber
actuación de una voluntad. Ferri propone la existencia de una ley de causalidad
que hace inevitable que operen las causas que producen un delito y las circunscribe
a las condiciones del medio ambiente que modifica la conducta humana. Sus
14
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
conclusiones son apoyadas en el análisis estadístico sobre los crímenes y el consumo
de alcohol.
Ferri construyó una sociología criminal que abarcó desde el derecho penal hasta la
criminología4. Esta sociología fue un acercamiento al estudio sociológico del enfermo
moral (el delincuente); éste es un ser anormal que actúa obedeciendo a las
condiciones impuestas por el medio social y biológico. De acuerdo a lo anterior,
concluye que existen dos tipos de criminalidad: en primera instancia, la criminalidad
muscular, llevada a cabo por criminales natos, habituales o alienados, aquellos
que actúan por pasión en las formas menos graves de la violencia o del fraude; en
segundo lugar se encuentra la criminalidad evolutiva que es producida por seudo-
criminales, es decir, hombres fisiológicamente normales o fanáticos.
15
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
2. Vida pública y fundamentos del pensamiento filosófico de Jorge
Eliécer Gaitán
Resulta infructuoso establecer las dimensiones del pensamiento de un personaje
como Jorge Eliécer Gaitán, sin embargo, sus mismas características nos permiten
captar los ecos de su pensamiento, tanto en sus escritos como en sus discursos y en
la memoria de quienes estuvieron cerca del caudillo durante su vida pública. Por lo
tanto, a partir de estas fuentes, se pueden establecer rasgos generales de las
concepciones de Gaitán, que aunque diversas, hacen parte de una unidad. Antes de
abordar el punto específico del positivismo jurídico, se hace necesario hacer
referencia a las demás facetas del pensamiento de Gaitán que, evidentemente,
también están marcadas por esta corriente.
Sin duda, “la filosofía [de Gaitán] llevada a las prácticas democráticas, tradúcese
en criterio político, en opinión económica, en opinión jurídica”8, aspecto que hace
necesario el análisis detenido de cada uno de estos puntos, enmarcados en el
desarrollo de un línea general, la cual se constituyó en una de sus principales
banderas políticas: la restauración moral.
16
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
una realidad ligada a los hombres, y por ende, a la sociedad, constituyéndose no en
un mero concepto religioso o metafísico.
Sin embargo, dicha restauración estaba vinculada a la concepción que tenía Gaitán
sobre el Estado, que igualmente, estaba permeada por su visión de la economía de
la sociedad; la moral y su relación con la vida material representando un papel
trascendental a la hora de determinar las características del Estado. Las posibilidades
de hacer cumplir las leyes emanadas de la moral, se daban por la acción del Estado
que podía obligar a los individuos a que se ajustaran a las normas de la sociedad.
Pero al mismo tiempo, el Estado debía garantizar las condiciones para que el
individuo se adaptara a la sociedad, por lo que aquel no tendría motivos para
desafiarlo.
En la UNIR, Gaitán pudo desarrollar más abiertamente sus ideas sobre la sociedad
inspiradas en el positivismo; éstas se reflejaron tanto en el contenido ideológico del
partido como en su misma organización. La estructura del partido tuvo un carácter
revolucionario en contraste a las formas de hacer política de los partidos tradicionales
y sus seguidores: el unirismo promovió una relación más estrecha entre el dirigente
y sus partidarios, eso sí manteniendo una jerarquización que incluso no permitió el
surgimiento de otras figuras de trascendencia. Toda la atención iba dirigida hacia
Gaitán.
18
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
exclusivamente a las clases privilegiadas. Era entonces necesario un cambio en el
marco legal del país enfocado en la defensa del derecho colectivo19 y la justicia
social; es decir, construir unas leyes consagradas a la defensa de los hombres más
que a la defensa de lo material o de la propiedad. El contenido moral y humanista
de su pensamiento tocaba las fibras más sensibles del sistema social, buscando
especialmente la resolución de sus contradicciones a través de garantizar los
derechos, especialmente económicos, de los sectores marginados. Esta intención
se puede percibir en los proyectos de ley presentados por Gaitán que proponían
establecer la función social de la propiedad, que no implica negar su existencia,
pero sí buscar la equidad y el equilibrio en la distribución de los recursos.
19
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
al respecto, dió un nuevo aire al discurso de Gaitán que retornó al objetivo de
generar una conciencia política dentro de los marginados del poder y tratar de
materializar su participación en el Estado, más allá de la simple convocatoria
electoral que realizaban tanto el partido liberal como el conservador. De la misma
forma, emprendió una batalla en contra de las oligarquías del liberalismo y del
conservatismo que se aliaban en pos de controlar el Estado y mantener excluida
al resto de la población del poder político y de la riqueza económica23; a partir de
este llamamiento al pueblo para emprender la restauración moral y democrática
del país, Gaitán estableció la división entre el país político y el país nacional.
En un discurso pronunciado en 1945, Gaitán presentó cómo en Colombia hay un
país político concentrado en la burocracia y el poder, mientras que el país nacional
está preocupado por la salud, la educación, el trabajo y permaneciendo desatendido
en todas sus necesidades por el país político. Gaitán convocaba al país nacional
para que combatiera al país político, lucha que requería la intervención de hombres
valientes y decididos24. En este planteamiento, determinó que la sociedad
colombiana está dominada por un régimen oligárquico que le da la espalda a los
intereses de la Nación para satisfacer los propios orientados al sistema electoral.
2.2.Gaitán y la economía
Es evidente la crítica moral que hacía Gaitán al capitalismo27; lo consideraba una
forma de organización económica y social que se basa en el individualismo y el
egoísmo, además, lo rechazaba por su carencia de humanismo y por la injusticia
social en que degenera. La sociedad construida sobre el capitalismo, impide la
manifestación de la conciencia moral de los individuos, motivándolos al crimen
como respuesta al desequilibrio material y social.
Al ser las condiciones económicas las que determinan la vida política y social de
la sociedad, la abolición del capitalismo se constituiría en la mejor solución para
erradicar el desequilibrio y poner fin a la crisis moral de la sociedad colombiana.
Las primeras décadas del siglo XX sería el período histórico adecuado para la
eliminación de la naciente industria capitalista, lo que implicaba que lo medios de
producción regresaran a los trabajadores; en tanto, se puede inferir que Gaitán
presentaba la posibilidad de regresar a un estadio precapitalista pero no
necesariamente feudal28. La posibilidad de dar marcha atrás en el proceso de
21
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
consolidación del capitalismo, se daba a razón de que su instauración en Colombia
aún era débil; no se había constituido aún una fuerte burguesía ni un proletariado
como clase. Pero, por el hecho de no ser un país industrial no significaba que no se
pudieran asimilar las ideas socialistas; para Gaitán, teníamos una industria
proporcionada a nuestro nivel de desarrollo y el avanzar en la industrialización
conducía a agravar las condiciones de la clase trabajadora.
22
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
abundancia incrementaba los fenómenos de corrupción y despilfarro dentro de los
miembros del gobierno, hecho que iría en contravía de la sanificación moral del
país; del mismo modo, la intervención imperialista en las decisiones gubernamentales
supeditaba los intereses nacionales a la voluntad de los extranjeros: “Pero nada de
esto ha de importarles a los señores que ni quieren perder el tiempo en estos debates.
Qué puede importarles a ellos ni al país, que la justicia penal en Colombia no se
administre conforme a los dictados de la ciencia y de la equidad, sino que sea
aplicada por el cohecho del oro americano”32.
23
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
Entonces, se hace evidente la existencia de una jerarquización, que para Gaitán,
no debe verse como una cuestión antidemocrática. Al rechazar la posibilidad de
una dictadura del proletariado, presentó la posibilidad de que el Estado
democrático asumiera la tarea de garantizar dicha desigualdad sustentada en los
méritos personales, mas no en la riqueza económica.
El compromiso de Gaitán con las clases desposeídas lo llevó a motivarlas para que
se opusieran a la explotación a que estaban siendo sometidas. Observó que el
interés económico mantiene a las clases privilegiadas en su posición utilizando la
virtud de la fuerza; por consiguiente, el enfrentamiento tendiente a eliminar las
posiciones de privilegio debe darse por la misma vía36. Pero Gaitán no habló de
una Revolución; se refirió a una organización que generara conciencia dentro de
las clases oprimidas que las llevara a rechazar el sistema capitalista y establecer
organizaciones sociales (sindicales y campesinas). Se trataba entonces de un proceso
de evolución paralela a las condiciones históricas del país.
24
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
La defensa de Moisés García, encabezada por Gaitán, desestimó los indicios que
provenían exclusivamente de rumores y del peso de la opinión pública que ya
había condenado a García antes de su juicio; evidentemente, la acumulación de
presunciones y de elementos conjeturales es un vicio lógica y jurídicamente
peligroso46. Gaitán atacó el procedimiento en sus vicios de forma y calificó la
opinión del público como un conjunto de “apariencias múltiples”, “instantes
26
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
naturales del pueblo” y “sugestión colectiva”; es decir, desvaloró cualquier contenido
de verdad por no poseer calidad científica como sí las eran el estudio psicológico y
sociológico que el defensor realizara sobre su poderdante. En tanto, la fiscalía
argumentaba, en su acusación, que García había participado en un baile a pocos
días de la muerte de sus parientes y había jurado allí matar a todos los López;
empero, Gaitán preguntaba a los acusadores si acaso no era una costumbre
generalizada de nuestros labriegos celebrar la fiesta de San Pedro con baile y licor
y si la pasión no llevaba a tergiversar la razón cuando alguien se expresaba. En
general, la actuación de García y la versión del autor material correspondían a la
reacción natural de quienes se encuentran fuera de su medio natural (en relación
con los testimonios aportados por ambos, una vez privados de la libertad) y por
tanto no podían ser valorados como pruebas judiciales por ser actos habituales ya
que “el llamado criterio antropomórfico, que toma forma como patrón de medida
de las circunstancias de la propia personalidad, lejos del ambiente y las condiciones
que rodearon la actuación del hombre cuyos actos juzgamos”47. Pero más allá de
las apreciaciones técnicas, el abogado positivista optó por resaltar las condiciones
sociales en las que vivía su defendido y a su vez neutralizar las pruebas de los
acusadores por carecer de cualquier valor técnico, a la luz de la corriente positivista.
No se puede pasar por alto que la Escuela del derecho penal positivo ayudó a
construir ideológicamente los códigos punitivos de los regímenes totalitaristas del
fascismo italiano, del nazismo alemán y del falangismo de Franco. Ello se puede
explicar en la tipología que construyó el positivismo de los hombres delincuentes
según su personalidad y que se configuró en el concepto de peligrosidad; es decir
que un hombre debe ser objeto de una medida de seguridad antes de cometer
cualquier delito ya que su peligrosidad se evidenciaría en el alcoholismo, la
drogadicción, la vagancia o la prostitución, vistos éstos como enfermedades sociales.
Sin embargo, Gaitán se sirvió de las doctrinas ferrianas para aliviar, al menos en
27
Adriana Rodríguez y Gilberto Parada
parte, las consecuencias que traía el peso de la ley sobre los más desvalídos.
Gaitán fue el catalizador de las ideas del positivismo y las improntas de una realidad
social en la que la legislación penal permanecía atada a las tradiciones que se
habían heredado del siglo anterior; a pesar de las falencias ideológicas del
positivismo penal, éste y sus representantes significaron un viraje de las políticas
criminales colombianas donde el liberalismo alegado por Bentham no logró
consolidarse en la centuria decimonónica. Sería entonces sobre la base de los
planteamientos de Ferri que se construirían en Colombia las dos codificaciones en
materia de legislación penal en el siglo XX.
28
Bibliografía
AYALA DIAGO, César. “Jorge Eliécer Gaitán al final del milenio”. En: Número,
no. 10 (Junio de 1996), p. 72 – 74.
_______, “Enrico Ferri y su último libro”, En: Universidad, Bogotá, no. 77.
(Abril de 1928), 320 – 329.
30
Jorge Eliécer Gaitán y el Positivismo...
18
Jorge Eliécer Gaitán, Escritos… op. cit., p. 76 – 87.
19
Jorge Emilio Sierra, “La moral… op. cit., p. 9.
20
Jorge Eliécer Gaitán, Escritos… op. cit., p. 90.
21
César Ayala Diago, “Jorge Eliécer… op. cit., p. 74.
22
Herbert Braun, Mataron a Gaitán. Vida pública y violencia urbana en Colombia.
Bogotá: Norma, 1998, p. 139.
23
Gabriel Poveda Ramos, “Gaitán, el hombre y su pensamiento”, En: El Mundo
documentos, no. 106 (9 de Abril de 1988), p. 10.
24
Jorge Eliécer Gaitán, Escritos… op. cit., p. 152 – 153.
25
Herbert Braun, Mataron a… op. cit., p. 211.
26
Luis Carlos Pérez, El pensamiento… op. cit., p. 32 – 33.
27
Jorge Emilio Sierra, “La moral… op. cit., p. 7.
28
Herbert Braun, Mataron… op. cit., p. 93 – 96.
29
Ibid., p. 22.
30
Gabriel Poveda Ramos, “Gaitán… op. cit., p. 11.
31
Luis Carlos Pérez, El pensamiento… op. cit., p. 64.
32
Jorge Eliécer Gaitán, Escritos… op. cit., p. 33.
33
Ibid., p. 44 – 45.
34
Herbert Braun, Mataron... op. cit., p. 99.
35
Jorge Eliécer Gaitán, Escritos... op. cit., p. 130.
36
Ibid., p. 28.
37
Ibid., p. 62.
38
Gabriel Poveda Ramos, “Gaitán... op. cit., p. 11.
39
Herbert Braun, Mataron... op. cit., p. 142.
40
Jorge Eliécer Gaitán, “Enrico Ferri y su último libro”, En: Universidad, Bogotá,
no. 77. (Abril de 1928), p. 321.
41
Gaitán comentaba con gran admiración la precisión, los logros y la concisión de
la obra de Ferri denominada Principios de Derecho Criminal: “No me siento
equivocado al pensar que como tratado positivista es superior a otros muy valiosos
antes realizados, como los de Pulía; Florián; Amino y algunos más, de cuestiones
especiales como, los de Gripigne Garófalo; el alcance pues, de esta obra es
trascendental y la ciencia penal ha adquirido con ellas el más valioso aporte de los
últimos tiempos”. Ibid.
42
Ibid., p. 329.
43
Ibid.
44
Ibid.
45
Herbert Braun, Mataron a... op. cit., p. 87.
46
Jorge Eliécer Gaitán, Defensas... op. cit., p. 107.
47
Ibid., p. 51.
31
Ofelia Uribe
de Acosta.
Una mujer
adelantada
para su
tiempo
Carolina Pinzón. Historiadora U. N.
“ ¿De qué sirve hablar si uno no cree en lo que dice?
[...] Yo creo en la revolución pacífica
y creo que ésta no podría lograrse nunca sin el concurso de la
mujer.
¿Por qué no con ella a la cabeza?”.1
Hablar de Ofelia Uribe de Acosta, implica hablar de una parte de la historia del
país, pensar en la lucha, en la fortaleza, en el carácter, en el espíritu aventurero y
aguerrido, que formó a esta mujer como una batalladora incansable por los derechos,
no sólo de la mujer sino de todos los grupos sociales que en algún momento –o lo
que es peor, siempre– fueron invisibles. Esta lucha fue el eje central de su vida y la
dejó registrada en su libro, Una voz insurgente. Mujer de familia y siempre
consciente de que las posibilidades que ofrecía la vida no tenían por qué estar fuera
de su alcance, decidió ACTUAR para lograr un desarrollo más igualitario de la
sociedad.
Carolina Pinzón
Este artículo es de carácter biográfico sobre la pionera de la lucha femenina en
Colombia durante las décadas del treinta y el cuarenta. Plantea las causas que la
llevaron a exigir la reivindicación de los derechos de la mujer, enfatizando en la
enorme convicción que tenía tanto en sus ideas como en la necesidad de una justicia
social que, unidas a su espíritu libre-pensador la llevaron a ser la abanderada de
esta lucha. Por otra parte, de una manera sencilla, se quiere rendir un homenaje a
Ofelia, quien tras toda una vida de lucha, se convirtió en la voz de las mujeres que
hasta ese entonces habían vivido bajo la sombra de los hombres.
Por otro lado, su interés en cultivarse trascendió del ámbito escolar. Ya que el
máximo nivel educativo al que podía aspirar una mujer de principios de siglo era el
normalista, sin embargo, la mayoría de las veces no existió un interés real, por
parte de las familias, en darles a sus hijas una educación más completa, ya que el
ideal femenino era convertirse en esposas y amas de casa, para lo que no necesitaban
educarse. Pero Ofelia, quien ya había dado muestras de su carácter rebelde, quiso
para ella lo mismo que ya tenían sus hermanos: “[…] pero yo insistía tanto que mi
papá, al fin, convino en mandarme a estudiar”.8 Así, terminó estudios en la Escuela
Normal de San Gil, también Santander, en año de 1917; como en esos años, el
gobierno central se encontraba en manos del partido conservador y la familia Uribe
era de tradición liberal, 9 para ella fue muy difícil conseguir empleo, razón por la
cual tuvo que marcharse para Simacota, donde pudo conseguir un trabajo de
maestra; sin embargo, al año de estar ejerciendo allí su profesión, regresó al Socorro,
donde abrió un colegio en compañía de su madre: “Pero los liberales no
conseguíamos auxilios y las pensiones no alcanzaban para cubrir los gastos.
35
Carolina Pinzón
Tuvimos que cerrar el colegio”.10 Fue así, como decidieron emigrar, primero para
Chiquinquirá, y más tarde a Miraflores, dos poblaciones de Boyacá; a esta última,
llegaron hacia el año de 1924, y fue allí, donde Ofelia conoció al que sería el
compañero de toda su vida: Guillermo Acosta Acosta, un abogado liberal,
descendiente del General, liberal, Santos Acosta.11 Su nieto, Manuel Ospina,
recordaba así a su abuelo: “Era un hombre muy dulce, muy instruido, él leía
mucho y su pasión era el estudio de la historia, de hecho, la enseñaba en colegios,
pero la enseñaba, y manejaba una gran biblioteca de historia y anotaba con gran
insistencia, le hacía notas al margen, glosas a los libros, para aclarar alguna cosa,
una carencia, completar algo, era muy riguroso”12.
En el trascurso de estos años, murieron sus padres y los cinco hermanos, incluida
Ofelia, se organizaron bajo la égida del hombre mayor, Tomás. Ocurrido este suceso,
Ofelia conoció a Guillermo Acosta, con el cual contrajo matrimonio en 1926. En
Miraflores, ya casada, administró un almacén durante cinco años hasta que se
trasladó de nuevo a San Gil, por cuestiones del trabajo de su esposo: “La familia
de Guillermo tenía un almacén y yo entré a administrarlo. Eso causó gran escándalo,
pues no se acostumbraba que una mujer se metiera en negocios [...] cuando le
ofrecieron un nombramiento como juez en San Gil, Santander, en 1931, lo convencí
para que aceptara. En San Gil vivimos como cinco años”13.
El matrimonio para Ofelia significó dos cosas principalmente: por un lado, pudo
salir de la tutela de sus hermanos, y por el otro, unió su vida a un hombre que no la
consideró una incapaz, como se le consideraba a la mujer en esa época:
36
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
Durante los años que vivió en Miraflores, Ofelia tuvo su primera hija: Emilia, en
1927, y más tarde, viviendo en San Gil, nació Flor, su hija menor (1932). Ellas dos
se convirtieron en un motivo más de su rebeldía: “Eso también fue una razón
adicional que la llevó a la guerra porque como no tuvo hijos hombres, sólo tenía
dos hijas mujeres y ya había vivido en carne propia lo que era eso de la
discriminación, entonces no quería eso mismo para sus hijas [...] a ella la declararon
incapaz cuando se casó ¿ve?, ella no tuvo acceso a la universidad y vivió en carne
propia el ser declarada incapaz...”.16 Paralelamente, ella iba comprobando
internamente que era muy capaz, que podía trabajar, aprender y ser madre, que
“eso de la discriminación era mental”.17 Bajo estas circunstancias, Ofelia viviría
en San Gil, hasta 1937, pero ocurrirían cosas en Bogotá, que la harían movilizarse
continuamente.
Durante esos años, Ofelia viajó constantemente a lomo de mula de San Gil a
Bogotá y viceversa, para participar en las no pocas sesiones por las que pasó el
proyecto de reforma a las capitulaciones matrimoniales. En compañía de Clotilde
García de Ucrós, una respetable dama bogotana, que empezaba a luchar por los
derechos de la mujer en esos años, presionaron hasta que la reforma se dió. De
esta manera, Ofelia se introdujo de una forma mucho más profunda y comprometida
en la lucha por la igualdad de la mujer; pudo por fin actuar para cambiar todo
aquello con lo que no estaba de acuerdo, todas las discriminaciones que había
vivido, en su infancia y juventud.
Después de 1932, no fueron pocas las reivindicaciones que quedaban por hacer:
“...comprendimos las feministas la desventajosa situación de la mujer emancipada
civilmente, pero carente de cultura y de los conocimientos indispensables para la
acertada administración y defensa de sus propios bienes, y emprendimos la segunda
etapa, que creíamos de combate, por el derecho a la cultura”19.Durante la presidencia
de Olaya Herrera se expidió el decreto 1972 que le permitió a la mujer el ingreso a
la universidad: “Clotilde García de Ucrós y yo logramos este decreto interviniendo
directamente ante el Presidente”20. Más adelante, durante la primera administración
de Alfonso López, que reformó la constitución en 1936, se “dictaminó que la mujer
colombiana, aunque seguía impedida para ejercer el sufragio, podía desempeñar
empleos que llevaran anexa autoridad o jurisdicción, siempre y cuando llenara las
condiciones”21. Con esta nueva reforma, se empezó a abrir el espectro de las
posibilidades de vida para las mujeres. Las primeras abogadas tituladas, que
empezaron a salir de la universidad, ocuparon cargos como funcionarias de la
rama jurisdiccional, sin embargo, “[…] el escándalo fue grande y el país recuerda
la demanda entablada con motivo de la elección de Rosita Rojas para uno de los
juzgados de la capital”22. Ofelia, quien todavía se encontraba en San Gil, decidió
actuar de nuevo. A raíz de las voces indignadas por el nombramiento de Rosita
Rojas, ella inició una labor propagandística por los derechos de las mujeres23.
Segura de que la lucha no terminaba ahí, pues “comprendía muy bien que sin la
agitación necesaria, los decretos pasados para favorecer a la mujer fácilmente
podían convertirse en letra muerta”24, viajó por algunas ciudades del país, dando
una serie de conferencias radiales: “Personalmente estuve en Ibagué, Socorro y
Cúcuta, en donde la radiodifusora se negó a permitirme hablar de feminismo sin la
autorización del gobierno, y solamente después de agotar todos los recursos de
38
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
súplica logré al fin el permiso presentando con antelación el texto de la
conferencia”25. En su libro Una voz insurgente, relata cómo la gente se aglomeraba
para ver, lo que entonces era una novedad: una mujer hablando por la radio. Muchos
–decía– salían “desinflados” al no ver a una especie de “animales raros” hablando,
sin botas, ni gafas, ni paraguas, careciendo de las características del “marimacho”
descrito por la prensa; pues entonces, se pensaba que este tipo de acciones eran
impropias del “bello sexo”, y que hacían perder el “perfume” de la feminidad, que
residía en la cabeza de la mujer: “Pues al menor contacto con las disciplinas de la
inteligencia se evaporaba el perfume [...] hasta las mujeres salían espantadas porque
ninguna quería perder el perfumito”26.
39
Carolina Pinzón
Cada vez eran más las mujeres que se interesaban en la problemática femenina.
Desde la fundación de La hora feminista, con Ofelia, se fue consolidando un grupo
de mujeres, con cierto nivel educativo que fueron levantando una barrera en defensa
de sus propios derechos. Con varias relaciones establecidas en Tunja y Bogotá,
entre las que se encontraban: Leonor Barreto Rubio, Anita de Sánchez, Inés Gómez
de Rojas, Luis López de Mesa, Augusto Ramírez Moreno, Jorge Soto del Corral,
Absalón Fernández de Soto, Carmen Medina de Luque y Lucila Rubio de Laverde,
entre otros, formaron un bloque de acción, que apuntó sus esfuerzos a la consecución
del voto femenino31 .
Corrían ya los años cuarenta y, para ese entonces, Ofelia tenía muy claro que su
lucha debía ir hasta el final: “Las feministas queríamos que la mujer se integrara a
la colectividad con inteligencia rectora para ayudar a la solución de los grandes
problemas nacionales, con los hombres también, porque intentaron decir que era
una guerra de sexos. ¿Cuál guerra de sexos? Luchar nosotras por nuestros derechos
¿eso era guerra de sexos?”34. La organización de la mujer fue un punto fundamental
que ella tuvo muy claro desde el principio, ya que pensaba que si la mujer no se
cohesionaba alrededor de sus necesidades, no lograría llevar a buen término su
lucha: “El día en que esta fuerza latente se cohesione y movilice para expresar su
propio mensaje, cristalizando en generosos programas de reestructuración política,
económica y social, se podrá afirmar que las colombianas realizaron lo que no han
logrado las mujeres de ningún país del mundo: hacer historia patria”35. Al respecto,
su nieto Manuel Ospina, recuerda:
40
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
mujeres que después llegaron al ministerio, que lo que hicieron
fue eso –decía ella–, Esmeralda Arboleda, que fue fatal, fatal
(risas) que son las que ponía como ejemplo. Ella pensaba, y en
esa época eso era muy válido, que la mujer se podía organizar
políticamente, que eran básicamente la mitad de la población,
y que si se organizaban políticamente para hacer una lucha por
sus derechos y por los derechos en general y con un criterio, lo
harían con mucha más honestidad y competencia que los
hombres, que lo que pasaba era que no tenían la oportunidad.36
Con este fin, en 1944, fundó su revista Agitación Femenina: “[…] y para eso
fundé yo la revista, a ver si lográbamos la unión”37. La Revista duró dos años, y
fue ideológicamente revolucionaria, como la misma Ofelia, pues en cada página se
respiraba vitalidad y bullía en ella, claramente, su espíritu rebelde. Con una
orientación política independiente, luchó infatigablemente por conseguir el derecho
al sufragio femenino, defendiéndose, con argumentos, de los ataques que cada
partido le hacía: “Los liberales y conservadores no estaban de acuerdo con el voto,
los unos porque las mujeres eran extremistas y si les daban el voto se volvían
comunistas y se agarraban del pelo, y los otros, porque las mujeres eran amigas
del confesionario”.38 Por esto, la Revista “les pareció, a los varones, sumamente
peligrosa y terrible”39.
41
Carolina Pinzón
participación política y de agitación, digamos permanentemente,
porque ya empezó a hacer organización de manifestaciones,
recepciones de los candidatos, ella era en Tunja una institución
también, que se fue convirtiendo con el tiempo, porque era una
mujer muy dinámica, tenía tan bien puesto el talante de acción,
se movía entre círculos de hombres, atraía mucho a los
intelectuales, porque era muy versátil en cualquier tema: historia,
política, literatura... 40
De esta forma transcurrieron sus años en Tunja. Allí consolidó la idea de una
cohesión femenina para exigir y poner en práctica los derechos que por tanto tiempo
les habían sido negados a las mujeres. Los años venideros aunque no fueron tan
gratificantes, significaron la materialización de su lucha.
Más tarde, en 1954, durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, volvió a debatirse
el tema de los derechos políticos para la mujer. Durante esos años, se habían
celebrado congresos y reuniones de mujeres, que debatieron este punto por largo
tiempo, empezando a presionar en los debates del Senado45. La Asamblea Nacional
42
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
Constituyente mediante el acto legislativo N° 3, en ese mismo año, sesionó a favor
del voto para la mujer: “Bueno es que se sepa también que en la comisión encargada
del estudio de dicho proyecto había una resuelta mayoría contra su expedición y
que, de no haber sido porque el presidente Rojas Pinilla envió a su ministro Henao
Henao a pedir la aprobación expresando la irrevocable decisión del gobierno de
concederle el voto a la mujer, la comisión lo hubiera negado”46.
La concesión del voto para la mujer, a pesar de haber sido más una disposición
presidencial que otra cosa, significó un nuevo impulso para Ofelia. Ella tenía la
plena convicción de que esto era lo único que faltaba para que la mujer pudiera
organizarse políticamente y, así, ganar un espacio más sólido dentro de la sociedad.
En 1955, tras una larga preparación, lanza su semanario Verdad, escrito y editado,
en su totalidad, por mujeres: “nuestros amigos y anunciadores pensaron que su
éxito sería instantáneo y completo, creyendo que todas las mujeres correrían a
comprarlo. Y sin embargo, no fue así. Por el contrario, la lucha contra el periódico
fue mucho más frontal y poderosa que contra Agitación Femenina”47. Las críticas
contra el periódico, desde los otros diarios, no se hicieron esperar y poco a poco
los anunciadores se fueron retirando: “Los pocos anunciadores originales se fueron
retirando, amenazados por los diarios grandes de que retirarían sus avisos si
anunciaban en Verdad. Y la distribución fue un vía crucis: lo mismo sucedió con
los voceadores. Una vez decidimos invitarlos a todos a almorzar y preguntarles
por qué se negaban a vender el periódico. Nos confesaron que si repartían el nuestro,
les quitarían la distribución de El Tiempo y El Espectador, y en ella estaba su
sustento”48.
A pesar de todas estas retaliaciones, Verdad fue mucho menos trasgresor que
Agitación Femenina. Al salir a la venta, el semanario se promocionaba así: “Verdad
es la fuerza constitutiva que, guiada por los principios eternos de la moral cristiana,
habrá de orientar la inteligencia femenina hacia una nueva corriente ideológica
dentro de un clima de equilibrio de cordura y de paz”49. Los temas que trataba
fueron mucho más diversos, en parte, porque la mujer ya había obtenido el derecho
al voto y podía enfocar sus esfuerzos en otros temas. Sin embargo, no se puede
obviar que el espíritu de Ofelia estaba inmerso en esta publicación y la reacción
del Régimen no tardaría en hacerse sentir. En las páginas del semanario se publicaron
unas fotos sobre una manifestación de mujeres, protestando por el cierre del
periódico El Tiempo, lo que produjo su deceso inmediato: “Tan pronto salió la
edición con las fotos, me llamó a mi casa un oficial del ejército que me conocía
mucho y me advirtió que desapareciera, pues iban a allanarnos el periódico, que
funcionaba en mi casa”50. Por otro lado, los problemas financieros, que la falta de
43
Carolina Pinzón
anunciadores estaba provocando, hicieron muy difícil acarrear sus costos y el
dieciocho de agosto de 1955 se emitió su último ejemplar51.
De esta forma, su militancia en el MRL significaba una nueva puerta que se abría
para la lucha organizada de la mujer, y además, una esperanza en que ésta misma,
que había sido en buena medida el sentido de su vida, podía llegar a buen termino.
Con todo, la participación femenina en la política fue un hecho que la desilusionó
profundamente.
44
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
El MRL y Ofelia
El MRL, surgió de un grupo de “políticos e intelectuales que deseaban fundar un
nuevo movimiento de avanzada”.55 En 1959, inconformes con el sistema de
alternación que se estableció con el Frente Nacional, buscaron formar un bloque
de acción, dirigido por Alfonso López Michelsen, a quien trajeron desde México
para tal fin. En un principio, fue un grupo más cultural que político, que tuvo sus
raíces en la vida bohemia del centro de la capital, donde se reunían los intelectuales
de la época para hablar sobre diversos temas:
Es así como, estas publicaciones, entre muchas otras más, dentro de las que se
encontraba, Nueva Crítica, de Álvaro Uribe Rueda, fueron el preludio de este
movimiento y confluirían en el semanario La Calle, vértebra del movimiento,
dirigido también, por Álvaro Uribe Rueda y Alfonso López Michelsen.57 La
vehemencia con que se pronunciaron en las cuestiones políticas, los llevó a
constituirse en la oposición más fuerte que tuvo el Frente Nacional; sus militantes,
levantaron la voz en contra de la alternación partidista, intentando modernizar la
forma de hacer política en el país.58 Álvaro Tirado Mejía, en su artículo de la
Revista Credencial, afirma que: “Tanto en sus revistas como en las interpretaciones
jurídicas y en las diferentes actividades culturales, el MRL representaba una
tendencia de pensamiento modernizante, que expresaba la influencia de las
corrientes intelectuales más activas de la Europa de posguerra, y estimuló el rápido
proceso de transformación cultural que sufrió el país durante los años del Frente
Nacional”.59
45
Carolina Pinzón
De esta forma, Ofelia Uribe de Acosta, quien estuvo integrada a este movimiento
desde el principio, se pronunció desde La Calle. Sus colaboraciones estaban
enfocadas a criticar las prácticas corruptas del bipartidismo – pues tampoco estaba
de acuerdo con el Frente Nacional – las reformas económicas que hacían los
gobiernos y las injusticias sociales;60 no obstante, ella siguió batallando por la
causa femenina: “Al ingresar al MRL, buscaba lograr que la mujer entrara a
participar en los debates políticos y consiguiera un número de representantes de su
mismo sexo en los cuerpos colegiados. Como ya teníamos lo importante [...] se
trataba de [...] luchar desde allí por leyes que garantizaran la situación igualitaria
y participativa de la mujer, la igualdad de salarios, etc.”.61 Sin embargo, pronto, la
desilusión la atraparía por completo. En un artículo, de agosto de 1960, publicado
en este semanario, Ofelia escribió, dejando ver su enorme descontento por los
resultados que la lucha femenina, que se había librado desde los años treinta ,
estaba arrojando: “Ojalá no volvamos a oír decir a las mujeres desde la Cámara de
Representantes, que han ido allá únicamente para ejercitar la bondad y la dulzura,
para embalsamar el ambiente con su perfume de feminidad [...] en esta moderna
etapa de los derechos políticos, a nadie hacen gracia ya ni los van a convencer con
tamañas simplezas”.62 Por otro lado, el sistema de alternación del Frente Nacional,
había terminado por convencerla, de que los ideales y los propósitos de mejorar el
país, no existían en los demás: “ya estaba imperando el clientelismo, el objetivo
era conseguir puestos, escalar posiciones. Comenzaba el clientelismo pero este
nació criado, al amparo del Frente Nacional [...] éste acabó completamente con la
democracia. En primer lugar porque convirtió al país en un botín para repartir [...]
se acabaron los programas, se acabaron los ideales y cada partido ahora lo que
pensaba era en conseguir –sabía que tenía la mitad de los puestos– también porque
la única condición sine qua non de la democracia es que exista oposición”.63 La
desilusión que la invadió, terminó con su militancia. Sobre ella –como decía–
pasó la aplanadora oficial.
Por otro lado, en 1960, estando aún en el MRL, Ofelia viajó a China, Alemania,
Checoslovaquia y otros países; allí aprovecharía para ver de cerca la condición de
las mujeres: “yo las veía trabajando en albañilería, en todo lo que usted quiera, en
igualdad de condiciones a los hombres, las vi haciendo un muro. Pero nunca las ví
en una posición rectora, sino siempre como subalternas”.64 Este viaje, alimentó
también el desencanto que sufrió, por el papel que estaba desempeñando la mujer
en la sociedad, que a diferencia de lo que ella esperaba, no se unió, convirtiéndose
en “carga-ladrillos” –como las llamaba– de los hombres. Sumado a esto, en 1965,
ocurriría un suceso que la devastaría fuertemente: “la muerte de Guillermo, para
ella fue una pérdida devastadora. Ella se dió cuenta, de repente, que él había sido
una de las cosas más sólidas que ella había tenido y que fueron muchos los años en
46
Ofelia Uribe de Acosta. Una mujer adelantada...
que ella se la había pasado mucho tiempo afuera y haciendo cosas, y bueno que
eso estaba bien, pero que casi no lo había disfrutado. Sentía un gran vacío, la
muerte de él fue muy sorpresiva”.65 De esta forma, Ofelia se retiró casi
completamente a la vida familiar, lo último que haría, aún estando en el MRL,
sería escribir su libro: Una voz insurgente, que se publicó en 1963.
48
Notas
* Trabajo de grado dirigido por el profesor Mauricio Archila Neira para optar al
título de Historiadora.
1
Torres, Anabel. Una voz insurgente. “Entrevista con Ofelia Uribe de Acosta”,
en: Laverde T., María Cristina y Sánchez G., Luz Helena. Voces insurgentes.
Fundación Universidad Central. Servicio colombiano de comunicación social,
Bogotá. 1986, pp. 37 y 45.
2
Entrevista con Manuel Ospina Acosta (nieto de Ofelia Uribe de Acosta). Bogotá,
14 de diciembre de 2004.
3
Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”. Programa radial de Caracol
a cargo del periodista Antonio Ibáñez. 1984.
4
Ibíd.
5
Op. cit, Torres, Anabel, p. 28.
6
Ibíd, p. 28.
7
Op. cit, Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”...
8
Ofelia Uribe de Acosta, en: Riascos, Clara. Documental: “La revolución pacífica
de las mujeres”, 1983.
9
El apellido Uribe, proviene del General Uribe Uribe. Fueron cuatro hermanos
que se distribuyeron por el país: uno fue al Huila, otro al Socorro y otro a Antioquia.
Por otro lado, el apellido materno de Ofelia: Durán, proviene del general Justo L.
Durán, general de las guerras civiles de principios del siglo XX.
10
Op. Cit, Torres, Anabel, p. 29.
11
Velásquez Toro, Magdala. “Ofelia Uribe de Acosta. Reivindicación de los derechos
de las mujeres”.
Revista Credencial
(68), agosto de 1995, p. 13.
12
Op. cit, entrevista con Manuel Ospina.
13
Op. cit, Torres, Anabel, p. 29.
49
Carolina Pinzón
14
Op. cit, entrevista con Manuel Ospina.
15
Op. cit, Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”.
16
Op. Cit, entrevista con Manuel Ospina.
17
Ibíd.
18
Uribe de Acosta, Ofelia. Una voz insurgente. Editorial Guadalupe, Bogotá, 1963,
p. 189.
19
Ibíd. p. 197.
20
Op. cit. Torres, Anabel, p. 32.
21
Ibíd, p. 32.
22
Op. cit. p. Voz insurgente, 198.
23
Op. cit. Revista credencial, p. 14.
24
Op. cit. Torres, Anabel, p. 32.
25
Op. cit. Voz insurgente, p. 199.
26
Op. cit. Ofelia Uribe de Acosta, en: Documental: “La revolución pacífica de las
mujeres”...
27
Op. cit. Voz insurgente, p. 200.
28
Ibíd.
29
Op. cit. Revista Credencial, p. 14.
30
Op. cit. Torres, Anabel, p. 32. (La cursiva es mía).
31
Op. cit.Voz insurgente, pp. 202 y 203 y Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en
el camino”.
32
Ibíd, Voz insurgente, p. 202.
33
Ibíd.
34
Op. cit. Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”...
35
Op. cit.Voz insurgente, p. 120.
36
Op. cit, entrevista con Manuel Ospina.
37
Op. cit, Ofelia Uribe de Acosta, en: Documental: “La revolución pacífica de las
mujeres”.
38
Ibíd.
39
Ibíd.
40
Op. cit. entrevista con Manuel Ospina.
41
Ibíd.
42
Op. cit. Revista Credencial, p. 15.
43
Op. cit. entrevista con Manuel Ospina.
44
Ibíd.
45
Velásquez Toro, Magdala, “Condición jurídica y social de la mujer”, en Álvaro
Tirado (director), Nueva Historia de Colombia, Bogotá, Planeta, 1989, pp. 56 y
57.
46
Op. cit. Voz insurgente, p. 221.
47
Op. cit. Torres, Anabel, p. 37.
50
Ofelia Uribe de Acosta. Una Mujer Adelantada...
48
Ibíd, pp. 37 y 38.
49
Esta era la frase, con la cual, el periódico se anunciaba semana tras semana.
Tomado de:
Verdad
(1), febrero de 1955.
50
Op. cit. Torres, Anabel, p. 38.
51
Ibíd.
52
Op. cit, entrevista con Manuel Ospina...
53
Ibíd.
54
Ibíd. (La cursiva es mía).
55
Uribe Rueda, Álvaro, en: Tirado Mejía, Álvaro. “El MRL y la cultura en
Colombia”, Revista Credencial (3), marzo de 1990, p. 8.
56
Botero Montoya, Mauricio. El MRL. Bogotá, Publicaciones de la Universidad
Central, 1990, p. 54.
57
Ayala Diago, César. Nacionalismo y populismo. Anapo y discurso político de
la oposición en Colombia. 1960-1966. Bogotá, Universidad Nacional, 1995.
58
Entre sus militantes estaban: Eduardo Humaña Luna, Gerardo Molina, Mario
Latorre, Rafael Maldonado Piedrahíta (gran amigo de Ofelia), Alfonso Castellanos,
Isabel Ospina de Mallarino, Juan Uribe Durán (hermano de Ofelia), Mario Arrubla,
Indalecio Liévano, María Helena de Crovo, Camilo Torres y la lista se extiende
demasiado. Véase: Ibíd, Botero Montoya, Mauricio.
59
Op. cit. Tirado Mejía, Álvaro, p. 11.
60
Op. cit. Revista Credencial, p. 15.
61
Op. cit, Torres, Anabel, p. 39.
62
Uribe de Acosta, Ofelia. “La desorientación organizada”, La Calle, agosto de
1960, p. 14.
63
Op. cit. Torres, Anabel, p. 39.
64
Op. cit. Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”.
65
Op. cit. entrevista con Manuel Ospina.
66
Op. cit. Torres, Anabel, pp. 44 y 45.
67
Op. cit. entrevista con Manuel Ospina.
68
Op. cit. Ofelia Uribe de Acosta, en: “Una voz en el camino”...
51
Piel oscura,
naturaleza
imperfecta: el
legado teológico
y literario
español frente a
la esclavitud del
negro africano
Harold Rincón. Antropología U. N., sede Leticia.
Introducción
Sometidas a la esclavitud por parte de los imperios coloniales de la época, parte de
las sociedades africanas constituyeron la fuerza de trabajo primordial utilizada en
trabajos agrícolas, mineros y domésticos que se llevaban a cabo en las respectivas
metrópolis y en lo territorios coloniales de ultramar, donde se argüía la supuesta
destreza y resistencia física de esta población a la hora de realizar las arduas
labores a que eran sometidos; argumento que en innumerables ocasiones se apoyó
en la complexión física de estos individuos y a la concepción acerca de la tonalidad
oscura de su piel, la que representaría un papel importante a la hora de dirimir las
Harold Rincón
principales razones que justificaban su sometimiento y su supuesta adaptación a
las faenas de trabajo colonial.
Solo me resta decir que las ideas y el texto que ensegida presento, son de plena
responsabilidad y autoría de quien escribe, basándose en fuentes y bibliografía
escogidas como pertinentes al desarrollo del presente artículo.
54
Piel oscura, naturaleza imperfecta...
De Aristóteles a los eruditos y doctos de la teología escolástica renovada:
un breve recorrido por la concepción de diferenciación corpórea desde
la antigüedad
Los pronunciamientos de Aristóteles en torno de la servidumbre y esclavitud, serán
objeto de estudio y análisis durante los siglos venideros por parte de diversos
estudiosos interesados en la materia. Al respecto, Aristóteles observaba a la
esclavitud como un régimen socioeconómico que hacía parte incluso de la misma
estructura familiar, principal eje de la sociedad que para entonces describía: “la
familia debe componer dos elementos claves: los esclavos y los hombre libres”;
esclavos que eran categorizados en dos clases específicas: “[...] los que nacen en el
seno de una familia esclava y los que se dejan llevar por las condiciones bárbaras”1.
56
Piel oscura, naturaleza imperfecta...
características que sirvieron como argumento a la hora de justificar el sometimiento
de aquellas poblaciones de hombres y mujeres de tez oscura8.
Es así como en los siglos XVI y XVII, teólogos y voceros de la Iglesia reflexionaron
tangencialmente acerca de los supuestos nexos entre lo pecaminoso y la tonalidad
de la piel, apoyándose en las Sagradas Escrituras y dirimiendo que era posible
explicar el sometimiento de las poblaciones esclavizadas teniendo como base su
condición de pecado. Podría decirse que esta concepción dilataría en cierta manera
la discusión en torno a la abolición de la esclavitud africana, llegando incluso a
promover entre teólogos y doctos de la Iglesia, un silencio casi que sospechoso.
Si bien entre las principales justificaciones a las cuales se recurrió para razonar
acerca del porqué de la vigencia de la esclavitud africana en contraposición al
siempre criticado sometimiento de los aborígenes americanos, se argumentó la
existencia de esta práctica desde tiempos remotos “unos negros sojuzgaban a
otros y los retenían a su servicio o los vendían”12; práctica que fue retomada por
los europeos del Mediterráneo como parte de su sistema socioeconómico. No
57
Harold Rincón
obstante, el argumento que empuñó durante muchos años la iglesia fue la de declarar
a los negros africanos como individuos y sociedades, algunas de las cuales, eran
adversas a la fe cristiana; argumento que es clave a la hora de entender por qué
el papado – especialmente Nicolás V -, justificó la acción de los portugueses en
pleno continente africano y “bendijo” en cierta medida, el tráfico negrero lusitano13.
58
Piel oscura, naturaleza imperfecta...
Los vocablos corrientes referente a las características físicas de los negros son
pues la base para señalar la manera como los españoles y concretamente su literatura
testifica las constantes tensiones que en la sociedad de la época se daban entre
hispano y la población negra africana, enfatizando la supuesta naturaleza diferente
entre unos y otros. Es así como las características físicas de los negros con respecto
a su piel, cabello y fisonomía facial (ojos, nariz y boca) se convirtieron en señales
o marcas que caracterizarían a un estamento social que ya hacía parte del contexto
sociocultural hispano.
En el escenario del teatro y la comedia, el papel del negro era representado por
actores blancos que se pintaban las manos y la cara de color negro y que además
con su personificación recurrían a emplear metáforas que aludían a la suciedad,
impureza, oscuridad o sombra; condición que era combinada con la caracterización
festiva del negro, representada a través del baile.
59
Harold Rincón
A manera de conclusión.
El silencio de algunos teólogos y juristas con respecto al tema de la esclavitud
africana, la manera hipotética como los literatos y comediantes de la época
identificaron y clasificaron la supuesta naturaleza disímil entre blancos y negros;
todo esto sumado a los argumentos dogmáticos de la Iglesia basados en la Sagradas
Escrituras permitió que se viera a las sociedades negras africanas con desprecio
siglos mas tarde, generando sentimientos de discriminación hacia individuos y
sociedades que se diferenciaron culturalmente de los ibéricos. Poco a poco se
relacionaría su condición de sometimiento con características fisonómicas
específicas que ayudaría a justificar su sumisión.
En lo que respecta al legado literario español del Siglo de Oro, podría decirse que
hasta nuestros días se siguen empleando las categorías y caracterizaciones burlescas
enraizadas en la mentalidad de la sociedad occidental, la cual en tono irónico ha
tendido a ridiculizar al hombre de tez oscura, a quien se le sigue estigmatizando
por su configuración física y especialmente por su pigmentación.
60
Bibliografía
ANDERSON, Kerby. La raza y las cuestiones raciales. http://www.probe.org/
espanol/raciales.html
MOLINERO, Fray Baltasar. La imagen de los negros en el teatro del siglo de oro.
México: Siglo Veintiuno Editores, 1995.
ZAVALA, Silvio. “Defensa de los derechos del hombre en América Latina”. En:
Por la senda hispánica de la libertad. México: Editorial Mapfre; Fondo de Cultura
Económica, 1992. pp. 13 – 71.
2
ARISTÓTELES. La políticaMadrid: Alianza Editorial, 2000. Serie El libro de
bolsillo. Biblioteca temática. Clásicos de Grecia y Roma; Pág. 53. Cáp. V. libro I.
3
“Pero lo cierto es que si los hombres fuesen siempre diferentes unos de otros
por su apariencia corporal, como lo son las imágenes de los dioses, se convendría
unánimemente en que los menos hermosos deben ser los esclavos de los otros; y
si esto es cierto, hablando del cuerpo, con más razón lo sería hablando del alma;
pero es más difícil conocer la belleza del alma que la del cuerpo”.ARISTÓTELES.
La política Madrid: Alianza Editorial, 2000. Serie El libro de bolsillo. Biblioteca
temática. Clásicos de Grecia y Roma. pg. 53 (Cap. V. Libro I).
4
GALLEGO, José Andrés y GARCIA AÑOVEROS, Jesús María. La iglesia y
la esclavitud de los negros. Ediciones Universidad de Navarra.Pamplona:2002.
Pág. 61 – 62.
5
Ibid.
6
ZAVALA, Silvio. Op.cit. Pág.23.
7
En el trabajo de Guadalupe Mejía Núñez se vislumbra la relación estrecha entre
lo negro y lo diabólico cuando la autora se refiere al caso de los artistas de la
62
Piel oscura, naturaleza imperfecta...
época, quienes a la hora de reconocer con recelo la belleza y atractivo de algunas
mujeres negras, no dejan de lado los pronunciamientos que aluden a lo diabólico
como explicación de este atractivo. MEJIA NUÑEZ, Guadalupe. La mulata en la
expresión artística.Universidad de Guadalajara. México 2002.
8
La autora al respecto cita a René Dépestre, quien asegura que se generalizó la
en la sociedad hispana la relación supuestamente existente entre la tez oscura y la
condición de esclavitud, donde el color negro se asociaba además como la fealdad
y la maldad. MEJIA NUÑEZ, Guadalupe. Op.cit. Pag. 40
9
BELDA PLANS, Juan. La escuela de Salamanca y la renovación de la teología
en el siglo XVI. Biblioteca de Autores Cristianos.Madrid 2000. p. 135– 139.
10
Sin hacer parte de la llamada Escuela de Salamanca que promulgaba una teología
escolástica renovada, en el Nuevo Mundo se dieron casos como el del dominico
Bartolomé de Las Casas, quien se opondría a la esclavitud indígena sugiriendo de
manera directa la necesidad de importar y fomentar la presencia de esclavos negros
de africanos hacia América como estrategia para preservar las poblaciones
amerindias BRADING, David. “El gran debate”. En Orbe indiano, de la monarquía
a la república criolla. 1492-1867 Fondo de Cultura Económico. México: 1991.
11
GALLEGO, José Andrés y GARCIA AÑOVEROS, Jesús.Op.cit. Pág. 72.
12
GALLEGO, José Andrés y GARCIA AÑOVEROS, Jesús María. Pág.16. Desde
este mismo enfoque D. Estevao Tavares Bettencourt, OSB en su artículo “O trafico
negro no Brasil e a Igreja” (página web http://www.presbiteros.com.br/
Hist%F3ria%20da%20Igreja/Trafico.htm) señala:
13
GALLEGO, José Andrés y GARCIA AÑOVEROS, Jesús María. Op.cit. Pág.19
Véase también MOLINERO, Fray Baltasar. La imagen de los negros en el teatro
del siglo de oro. Siglo Veintiuno Editores. México 1995. Pág. 8.
63
¡Un respetuoso
saludo de bienvenida
al señor coronel
Agudelo, rector de la
Universidad
Nacional!
Saúl M. Rodríguez. Historiador U.N.
Desde su fundación la Universidad Nacional de Colombia ha estado íntimamente
relacionada con el acontecer nacional. Su nombre original Universidad Nacional
de los Estados Unidos de Colombia, es sólo una muestra de la cercanía institucional
a la realidad del país en determinados períodos de la historia. En este sentido no
era nada extraño que hacia finales del siglo XIX, las clases se vieran interrumpidas
por las guerras civiles de esa tormentosa centuria o porque los mismos miembros
de la Universidad partieran a luchar en algunas de esas exóticas y caóticas
contiendas.
Frente a los fatídicos hechos ocurridos a comienzos del mes de junio de 1954, la
comunidad universitaria sufrió una profunda crisis. Las clases se suspendieron de
forma automática y el entonces rector Julio Carrizosa Valenzuela renunció de forma
irrevocable a su cargo en la tarde del día 8 de junio. Dos días después la rectoría
fue ocupada por el abogado, Abel Naranjo Villegas. La tensión en los días posteriores
se hizo insostenible, los decanos insistían en renunciar debido a que deseaban dejar
el espacio libre para que el rector Naranjo Villegas nombrara a las personas que
debían acompañarlo en su gestión. No obstante, el mismo rector que no solo deseaba
que los decanos continuaran en sus cargos sino también que hicieran todo lo posible
para reanudar las labores académicas. Este último punto fue el motivo de su retiro,
ya que ante la decisión del rector Naranjo de abrir algunas clases y prácticas el día
12 de julio, chocó con la decisión expresa y terminante del Presidente de no abrir la
Universidad hasta nueva orden, siguiendo el mejor estilo militar.
No obstante esta fue una medida poco conveniente. Aunque en los años cincuenta
la relación entre la academia estatal y los militares era menos áspera que la actual,
ya que se consideraba que ambas instituciones hacían parte de un mismo proyecto
nacional, la decisión fue vista como una muestra de intromisión en la vida de la
Universidad y en su tradición de independencia.
66
¡Un respetuoso saludo....
A pesar de ello se permitió que el coronel Agudelo ocupara el cargo de rector, pues
según el Consejo Directivo de la Universidad, el nuevo designado cumplía con los
requisitos exigidos por los Estatutos de la Universidad, entre estos por haber sido
profesor universitario en “pedagogía militar”, en la Escuela Superior de Guerra.
Notas
Historiador Universidad Nacional de Colombia. Cofundador del grupo “Relaciones
internacionales y fuerzas armadas”, Universidad Javeriana
– Universidad Pedagógica Nacional. Profesor Universidad Javeriana. Este artículo
se sustenta en un trabajo empírico llevado a cabo en el Archivo Central e Histórico
de la Universidad Nacional de Colombia a finales del año 2003.
67
La subordinación
del trabajo al capital.
Un aviso marxista
de la sociedad
capitalista
contemporánea.
John J.Cárdenas H. Historiador U.N.
Con el presente escrito, lo que se pretende hacer es un análisis de las tesis de Marx
acerca del paso de una subordinación formal del trabajo a una subordinación real
del trabajo en el marco de la sociedad capitalista contemporánea, y ver que dichas
hipótesis, acerca del desenvolvimiento del sistema capitalista, tienen asiento en la
explicación de la sociedad capitalista contemporánea. Para esto, nos valdremos de
varias obras de Marx y además utilizaremos conceptos de algunos escritores que
nos ayuden a comprender cómo esta transición se ha logrado mediante la creación
John J. Cárdenas H.
de una ética del trabajo por parte del capital que trae como consecuencia la
mistificación del capital, en cuanto que se autoafirma como único creador de valor
y hace que el individuo acepte esta realidad instaurando una nueva moral basada
en la “ética del trabajo”, mediante la cual lo que hace es luchar por su esclavitud
como si se tratase de su libertad.
La transición
Partiremos por decir que la transición de una sociedad de tipo feudal a una de tipo
capitalista, no fue espontánea y por el contrario necesitó de dispositivos extremos
para poder realizarse, entre ellos la construcción de una “ética del trabajo”, mediante
la cual los entonces siervos estuviesen en “disponibilidad” para formarse como
masa de fuerza de trabajo; esto conduce a pasar de producir, para satisfacer
necesidades propias y garantizar la reproducción de los productores, a producir
para el capital. Si se mira detalladamente este proceso implica muchas pérdidas y
pocas ganancias. Pero entonces ¿cómo se hizo que la gente trabajara?. Primero,
despojándola de cualquier posesión sobre algún factor productivo, para lo cual el
mecanismo propicio fue la expulsión de las tierras de los otrora “señores feudales”
que ahora en vez de albergar en sus tierras a sus siervos, a cambio de una renta
(sobre todo en especie), prefieren dedicarlas para la crianza de ovejas, que debido
a las condiciones del sistema económico emergente produce mayores rendimientos.
Segundo, con el discurso moral de la “ética del trabajo”, bajo el cual el trabajo es
el estado normal de los seres humanos; no trabajar es anormal, e incluso no trabajar
implica sanciones morales graves contra el que disfruta de los placeres de la
“holgazanería”. Además, era necesario instituir en la masa de trabajadores una
conciencia laboral que implicaba el acomodarse a largas jornadas de trabajo en un
mismo sitio, realizar la misma tarea durante todo el día, etc.
Con este escenario, el trabajador pasa de ser un actor que produce para satisfacer
sus necesidades, a ser una pieza más en el proceso de producción de capital. Se
pasa de un proceso de producción de subsistencia a un proceso de producción para
el mercado. Por otro lado se pasa de una economía de la “carencia” a una economía
del “deseo”, pero un deseo que en sí mismo es una “producción industrial” en la
cual la ética del trabajo juega un papel primordial, en cuanto determinante de este
deseo. En Deleuze y Guattari se puede observar cómo en el sistema específicamente
capitalista, el deseo no es una carencia, sino una producción, y no una producción
cualquiera sino una “producción industrial”. Lo importante de esto es observar
cómo las necesidades no son naturales, ni simples estados subjetivos o sicológicos
de los individuos basados en una no-posesión, sino que son producto de la sociedad
industrial de la cual emerge una producción de necesidades, una producción
70
La subordinación del trabajo al capital...
industrial del deseo, una producción de consumo. Como dice Marx, no existe
carencia, existe pasión como “ser objeto natural y sensible”. No es el deseo el que
se apoya sobre las necesidades, sino al contrario, son las necesidades las que derivan
del deseo: son contraproductos en lo real que el deseo produce.. Deleuze y Guattari
con respecto al análisis del deseo afirman: “El deseo se convierte entonces en este
miedo abyecto a carecer. Pero justamente esta frase no la pronuncian los pobres o
los desposeídos. Ellos, por el contrario, saben que están cerca de la hierba y que el
deseo necesita pocas cosas, no estas cosas que se les deja, sino estas mismas cosas
de las que no cesa de desposeerles y que no constituían una carencia en el corazón
del sujeto, sino más bien la objetividad del hombre. El ser objetivo del hombre,
para el cual desear es producir, producir en realidad. Lo real no es imposible, por
el contrario, en lo real todo es posible, todo se vuelve posible.”2
El Capital
¿Qué es el capital? cierta cantidad de trabajo acumulado y puesto en reserva.:
“El capital está formado por materias primas, instrumentos de trabajo y medios
de vida de todo género que se emplean para producir nuevas materias primas,
nuevos instrumentos de trabajo y nuevos medios de vida. Todas estas partes
integrantes del capital son horas del trabajo, productos del trabajo, trabajo
acumulado. El trabajo acumulado que sirve de medio de nueva producción es el
capital.”3
Por ello quizás es que autores como Gilles Deleuze se refieren al capitalismo como
un sistema esquizofrénico, pues tiene como objeto el producir por el hecho de
producir, para lo cual se valen de dispositivos tales como producción de producción
y producción de consumo. Además, esta acumulación tiende por un lado a garantizar
la demanda de un mayor número de trabajadores, pero por otro lado, y este tiene
peso considerablemente mayor, a disminuir el salario. De esta forma lo analiza
Marx en una de sus obras:
Por otro lado, el capital tiene como finalidad su valorización, la cual se obtiene a
partir de la fuerza de trabajo que es la que produce valor, es decir, tratar de
maximizar la plusvalía que se obtiene del sobreproducto del trabajo asalariado.
Otra vez en palabras de Marx:
72
La subordinación del trabajo al capital...
sociedad, se conserva y aumenta por medio del intercambio con la fuerza de trabajo
inmediata, viva. Este punto se ve reflejado en la siguiente afirmación: “La existencia
de una clase que no posee nada más que su capacidad de trabajo es una premisa
necesaria para que exista el capital.”6. Incluso Marx hace una distinción entre
salario real, salario nominal y salario relativo; el salario real es la cantidad de
otras mercancías que se pueden intercambiar por la mercancía fuerza de trabajo, el
salario nominal es el valor de cambio de la fuerza de trabajo, es decir el dinero que
se otorga al obrero, y el salario relativo es la proporción del valor generado por la
fuerza de trabajo que el obrero obtiene en relación con la plusvalía, fruto de la
misma fuerza de trabajo que el capitalista usurpa. En este sentido puede pasar, y
usualmente sucede, que el salario nominal aumente, arrastrando consigo a la alza
al salario real, pero el salario relativo disminuya como consecuencia de un aumento
en la proporción de la plusvalía tomada por el capitalista de la actividad productiva;
en este caso, el proletariado se estará pauperizando, así el salario real aumente,
pues “el hombre es por naturaleza, si no un animal político, como entiende
Aristóteles, por lo menos un animal social”7, y sus condiciones de vida social están
marcadas por la sociedad misma. Por ejemplo, si en una sociedad todos tienen
casas pequeñas, un obrero que tenga una casa pequeña no se “sentirá” ni será
efectivamente pobre; por el contrario, si un obrero tiene una casa pequeña, cuando
ciertos capitalistas tienen mansiones gigantescas, entonces el obrero se sentirá pobre
y lo será efectivamente. Por esto, el concepto fundamental para evaluar la condición
material de los trabajadores en la sociedad está signado por el salario relativo, y
este a su vez es históricamente, la prueba de la pauperización de la clase proletaria
basado en la explotación capitalista. Dice Marx al respecto:
Para continuar con nuestro análisis de una manera sistemática es menester citar a
Marx en lo concerniente al precio de la mercancía:
En todo caso, el desarrollo de las fuerzas productivas planteado por Marx obedece
a su materialismo histórico, pues los diferentes estudios de la historia constatan el
progreso constante de las fuerzas productivas, y de las cuales se desprende el
sistema capitalista tal y como ya lo comenzaba a observar el propio Marx en su
época. Además Marx concibe como una alternativa analítica el paso del capitalismo
al socialismo mediante la pérdida de la enajenación de la clase trabajadora, que
considera que el desarrollo alcanzado de las fuerzas productivas no le pertenece
sino que le concierne exclusivamente al capital. Marx a la vez considera que cuando
el proletariado asuma la posesión del desarrollo de las fuerzas productivas al servicio
del individuo y por ende de toda la sociedad, se estará pasando del estadio del
capitalismo al estadio del socialismo.
74
La subordinación del trabajo al capital...
Fuerza de trabajo
Marx en este tema lo que propone es el análisis de las relaciones económicas
implícitas y explícitas en la relación salarial obrero-capitalista. Con este fin, parte
de caracterizar al salario como el precio de la mercancía fuerza de trabajo, que
como toda mercancía se mide por el tiempo socialmente necesario para su producción
y reproducción, o lo que es lo mismo, por su costo de producción. Salario es el
precio que el capitalista paga por consumir la mercancía fuerza de trabajo; a su
vez, este precio no es una parte del precio de la mercancía obtenida del proceso
productivo de la fuerza de trabajo, pues tanto las máquinas como la fuerza de
trabajo son mercancías que el capitalista adquiere previamente al proceso productivo
y las consume en el mismo. Lo que sí sucede es que el capitalista incluya el costo
del desgaste de la fuerza de trabajo en el precio de la mercancía, es decir, si por
ejemplo una máquina que ha comprado el capitalista se consume en 10 años,
entonces el capitalista añadirá la décima parte del precio de la maquina anualmente
al precio de las mercancías producidas en el proceso productivo, lo mismo sucede
con la fuerza de trabajo.
Pero el precio que el capitalista paga por la mercancía fuerza de trabajo, lo paga
individualmente y no colectivamente así haga uso de la fuerza social que emana de
la cooperación de los trabajadores más que de la capacidad individual de trabajo,
pese a que al capital (o mejor al capitalista) no le interesa el trabajador en cuanto
individualidad, a pesar de que se lo contrate individualmente y no colectivamente;
al capital lo que le interesa es el trabajador en cuanto que hace parte de una masa
de trabajadores a la cual comandará.
Por otro lado es importante resaltar, y es uno de los puntos que queremos destacar
en el presente escrito, la capacidad del capital para someter, no de una manera
75
John Jairo Cárdenas Herrera
violenta en un sentido físico pues la violencia es muy distinta, es una violencia
subjetiva, es una violencia enajenante, es una violencia que se instituye mediante
la imposición de códigos, sobre todo morales, que hacen que los trabajadores luchen
por ponerse al servicio del capital, bajo el supuesto de una “vida correcta”. La
ética del trabajo supone en este sentido un tipo muy particular de violencia, la cual
se da a partir de la remodificación de la vida social en miras de proteger al capital,
para que pueda cumplir con su función esencial, cual es la apropiación de la plusvalía
o la apropiación de la materialización del trabajo ajeno:
Cooperación
Cabe resaltar, además, el proceso de cooperación que el sistema específicamente
capitalista logra desarrollar a gran escala y que para Marx se alcanza en su forma
más desarrollada a partir del siglo XVI, momento a partir del cual se empieza a
desarrollar con mayor acentuación la subordinación real del trabajo al capital,
pues basado en la cooperación que el capital promueve, el sistema hace más fácil
que se logre la valorización del capital mediante el aumento de la productividad del
trabajo, sobre todo a partir de la división del trabajo que la cooperación propicia,
con el consiguiente mejoramiento de la técnica e incursión de tecnología. En este
sentido, la división del trabajo alcanza niveles de exacerbación, pues se logra que
un individuo realice la misma actividad durante todo el día y que el trabajo ya no
se constituya como la esencia misma del ser humano por el cual ha conseguido
llegar a los niveles históricos en que se encuentra, sino que ahora se empieza a
vivir precisamente cuando se termina de trabajar. A esto también lo podemos ubicar
dentro de lo que Marx llama la enajenación del trabajo, pues por un lado el fruto
del trabajo, el producto, ya no pertenece al trabajador sino al capitalista, pero
además de esto, el trabajo deja de ser la actividad realizadora de la esencia del
hombre, por el contrario, se convierte en la actividad enajenante por naturaleza de
la misma esencia del hombre. Por esto es tan importante el surgimiento de la ética
del trabajo, pues ella logra construir “bálsamos” morales que permiten que la
explotación y la enajenación sean menos evidentes, ya que el “trabajo es natural al
hombre”. Se diría en este aspecto que el trabajo es natural al hombre, pero la
explotación es natural al capital.
76
La subordinación del trabajo al capital...
En todo caso Marx resalta la capacidad del capital de crear una fuerza social de
gran envergadura, como la de reunir en torno suyo y en un mismo lugar a muchos
hombres que bajo el comando del capitalista y mediante la división del trabajo,
alcanzan niveles de productividad inmensos, pues la cooperación que surge como
nueva condición productiva lleva a un aumento en la acumulación del capital, y
como diría Marx, el obrero depende, para que su condición material mejore, de
que el capital se acumule más eficazmente. A la vez este aumento en la acumulación
y es, en sí mismo, la perpetuación de la condena de los trabajadores, cayendo así
en un circulo vicioso en el que la no reproducción del sistema capitalista produciría
la muerte de la clase obrera, al tiempo que la reproducción del sistema significa no
solo la pauperización de los obreros, sino que los capitalistas perpetúen su
dominación sobre aquellos.
Examinemos ahora lo que para Marx significa subordinación real del trabajo. En
Marx llega a este concepto a partir del análisis hecho de la plusvalía, la cual se
puede obtener de dos maneras: absoluta o relativamente para el primer caso, lo que
se hace es prolongar la jornada de trabajo, con un mismo salario, entendiendo por
salario el precio de la mercancía fuerza de trabajo, para de esa manera obtener una
mayor plusvalía. Es decir, Marx divide la jornada laboral en dos partes, en la
primera el trabajador lo que hace es producir el valor de su reproducción y en la
segunda el valor producido en el excedente de tiempo (plusvalía) lo toma el
capitalista, es decir, que el proceso de trabajo se convierte en el instrumento que
permite la autovalorización del capital, de la creación de plusvalía. Bajo esta
plusvalía absoluta se desprende la subordinación formal del trabajo al capital, en
otras palabras “El proceso de trabajo se subsume en el capital (es su propio
proceso) y el capitalista se ubica en él como su dirigente, conductor; pero éste es al
mismo tiempo, de manera directa, un proceso de explotación de trabajo ajeno.”
Pasemos al concepto de plusvalía relativa, donde Marx plantea dos caminos para
conseguir su aumento (con el tiempo de la jornada de trabajo constante). Por un
lado “hacer descender el salario del obrero por debajo del valor de su fuerza de
trabajo”14, aunque Marx hace la acotación de que en el nivel de abstracción en el
que él se encuentra no considerará este camino, pues:
77
John Jairo Cárdenas Herrera
“aquí partimos del supuesto de que las mercancías, incluyendo entre
ellas la fuerza de trabajo, se compran y venden siempre por todo su valor (…)
Por tal motivo se desprende que para que disminuya el tiempo necesario para
producir la fuerza de trabajo o reproducir su valor no disminuirá por el hecho de
que el salario del obrero quede por debajo del valor de su fuerza de trabajo, sino
que para ello será indispensable que disminuya este mismo valor. (…) Para ello,
es indispensable que la capacidad productiva del trabajo aumente.¨ 15
De Marx podemos dilucidar que una de las causas que provocan el paso de la
subordinación formal del trabajo al capital a subordinación real, consiste en que:
6
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. Madrid Editorial Planeta de Agostini,
1985, pág. 18.
7
Marx, Karl. El capital. Crítica de la economía política Fondo de cultura
económica México. Tomo I, cap. XI, pág. 263.
8
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. Editorial Planeta de Agostini, 1985,
pág. 17.
9
Ibid, pág. 22-23.
78
La subordinación del trabajo al capital...
“La cooperación de los obreros asalariados tiene, pues, como condición
material la concentración de grandes masas de medios de producción en manos
de cada capitalista,. y el enlace de la cooperación o la escala de una producción
depende del grado de concentración de estos elementos.”19
Producción
El momento de la producción, es el momento en que el capital se valoriza, por ello
la capacidad única de generación de valor es la fuerza de trabajo, que es en últimas
la que produce valor, que a su vez es capturada por el capital.
“La mayor o menor permanencia del capital dentro de la esfera del proceso
productivo depende de las condiciones tecnológicas de aquel y él quedará
dentro de esta fase por distinta que tenga que ser la duración según el tipo
79
John Jairo Cárdenas Herrera
Para concluir y responder a los planteamientos realizados durante el escrito es
pertinente decir que el capital en cuanto productor único de valor, parte de la
concepción construida a partir de la “ética de trabajo”, a partir de la cual se considera
al trabajo como algo bueno pero no como fuente de valor, es decir se pasa de una
sociedad basada en el valor-trabajo a una basada en la necesidad de trabajar debido
a causas morales. Así, el capital logra construir una ética en la cual despoja al
trabajo de su característica esencial de creador de valor y la reemplaza por la
necesidad de trabajar en cuanto instrumento de legitimidad ante la sociedad.
En el presente escrito se trató de mostrar cómo el desarrollo, por parte del capital,
de la plusvalía relativa, que trae consigo la subordinación real del trabajo al capital,
ha logrado ahora transmutar todos los valores de las sociedades precedentes. A
medida que la plusvalía relativa se desarrolla en el sistema específicamente
capitalista y que la productividad social del trabajo crece, las fuerzas productivas
y las conexiones sociales del trabajo parecen separarse del proceso productivo,
pasando del trabajo al capital. “De este modo, el capital se convierte en un “ser”
muy misterioso, pues todas las fuerzas productivas parecen nacer en su seno y
pertenecerle.”22 Esto se ha logrado a través del montaje de dispositivos tales como
la ética del trabajo, y que fue analizada en el presente escrito.
Notas
1
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital Madrid, Ed. Planeta de Agostini,
1985, pág. 25.
2
Deleuze Gilles y Guattari, Félix. El anti-edipo capitalismo y esquizofrenia.
Ediciones paidos. 1985, Pag. 34.
3
Marx, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía
política:1857-1858¨, Vol. 2, Buenos Aires, Siglo XXI editores, tercera edición,
1972, pág.16.
4
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. Madrid. Obras maestras del
pensamiento contemporaneo.Ed planeta de Agostini, 1985, pág. 31.
5
Marx Karl. El capital. Crítica de la economía política Fondo de cultura
económica. México. 1972. Tomo I, cap.XI, pág. 267.
6
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. Madrid Editorial Planeta de Agostini,
1985, pág. 18.
80
La subordinación del trabajo al capital...
7
Marx, Karl. El capital. Crítica de la economía política Fondo de cultura
económica México. Tomo I, cap. XI, pág. 263.
8
Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. Editorial Planeta de Agostini, 1985,
pág. 17.
9
Ibid, pág. 22-23.
10
Ibíd., pág. 25.
11
Marx, Karl. El capital. Críitica de la economía política México Fondo de cultura
económica. México. 1978. Tomo I cap XI, pág. 267.
12
Marx, Karl. ¨ Elementos fundamentales para la crítica de la economía
política,1857-1858¨, VOl 2.Siglo XXI editores. Buenos Aires.1972. Pág 35.
13
Ibid, pág 93.
14
Marx Karl. El capital. Críitica de la economía política.Fondo de cultura
económica.Tomo I cap X,pag 251
15
Ibid. Marx, Karl.Trabajo asalariado y capital,Obras maestras del pensamiento
contemporáneo, ed planeta de Agostini, 1985 pag 20.
17
Marx, Karl. El capital. Crítica de la economía política.Fondo de cultura
económica.Tomo I cap XI pag 265.
18
Ibid
19
Ibid, pág. 266.
20
Ibid.
21
Ibid, pág. 5.
22
Marx, Karl. El capital. Crítica de la economía política México Fondo de cultura
económica, Tomo III cap. XXV, pág. 19.
81
Bretton Woods:
asegurando el
ciclo financiero
en un nuevo
orden
internacional
Santiago Colmenares. Historiador U.N.
84
Bretton Woods:asegurando el ciclo financiero...
internacional, apoyaran el crecimiento económico de los países y promovieran los
flujos internacionales de bienes y capital de manera libre.
De esta manera se puede observar a las claras que la principal función que se lo
otorgó a estas nuevas instituciones, desde el punto de vista de los inversionistas
privados europeos y norteamericanos, es el de cumplir un papel anticíclico en los
flujos de capital internacional. De acuerdo a esto, en un principio, pero como
veremos luego sólo en un principio, se podría observar al sistema creado como
funcional tanto a los intereses del capital financiero, como a los intereses de las
economías dependientes. Ambos quedan protegidos de los ciclos recesivos de la
economía internacional: los primeros obteniendo la garantía de recibir puntualmente
el capital invertido, bien sea de bonos vencidos de la banca multilateral (que
invariablemente obtienen la calificación AAA en las agencias de riesgo) o de papeles
de deuda de economías dependientes en crisis, pero rescatadas por las instituciones
financieras internacionales y los países desarrollados; los segundos - las economías
dependientes - logrando mantener mal que bien un flujo de recursos netos positivo
o por lo menos no tan negativo en los mismos períodos de crisis.
85
Santiago Colmenares
pagado, capital exigible y reservas. El capital pagado y las reservas es el capital
efectivamente poseído por el banco. El capital exigible es el capital que el banco
está en capacidad legal de cobrar a los países accionistas que lo componen en caso
de necesidad. Esta estructura de capital hace que los bonos de los BMD tengan un
riesgo supremamente bajo, y por lo tanto puedan ser emitidos a muy bajo costo.
Lógicamente, esto también permite que los préstamos otorgados por los BMD a
los países de ingresos medios y bajos también tengan unos costos inferiores a los
ofrecidos por las fuentes privadas de financiamiento.5
Cuando se compara las crisis financieras internacionales del siglo XIX o la Gran
Depresión con las crisis financieras ocurridas desde los años 70 del siglo XX hasta
la actualidad, se puede observar una diferencia importante: las crisis del siglo XIX
y la Gran Depresión tuvieron un impacto más largo en el tiempo, e implicaron una
suspensión de flujos internacionales de capital más profunda. Al margen de otras
consideraciones que sería importante analizar con mayor detenimiento, un hecho
que salta a la vista cuando tratamos de explicar esta diferencia es que la Gran
Depresión y las crisis que le precedieron ocurrieron en un mundo donde no existía
ningún marco institucional global para el manejo o “administración” de la crisis.
Por el contrario, las crisis de la segunda mitad del siglo XX contaron con este
marco, proporcionado por las instituciones de Bretton Woods. Durante las crisis
que han ocurrido en los últimos 25 años, bancos multilaterales, Fondo Monetario
Internacional y potencias mundiales han afrontado con relativa eficacia la situación
mediante dos estrategias: respaldo financiero a los países afectados para garantizar
la continuación de los pagos a los inversionistas, y presión para implantar severos
ajustes económicos en las economías dependientes afectadas con el objetivo de
recuperar su capacidad de pago inmediata y futura. Como afirma Marichal, “el
poder conjunto de los bancos comerciales y las agencias multilaterales es mucho
mayor [hoy en día] que el que pudieron movilizar en épocas anteriores aquellos
banqueros extranjeros involucrados en los empréstitos latinoamericanos.”6
Mirando la historia financiera mundial resulta claro, entonces, que el efecto más
relevante causado en Bretton Woods fue el de iniciar un proceso de creación de
instituciones cuya principal función, con una perspectiva histórica de larga
duración, ha sido la reducción drástica de los costos económicos, sociales y políticos
que en la historia anterior del capitalismo devenían de los períodos recesivos de la
economía internacional. A pesar de esto, la justificación que se dió en Bretton
Woods para la creación del Banco Mundial fue la de crear una institución que
canalizara el ahorro privado y oficial hacia la reconstrucción de Europa – objetivo
prontamente abandonado tras la expedición del Plan Marshall – y para “desarrollar
los recursos y la capacidad productiva del mundo, prestando especial atención a
86
Bretton Woods:asegurando el ciclo financiero...
los países menos desarrollados, para elevar el nivel de vida y las condiciones
laborales en todas partes, para hacer los recursos del mundo más plenamente
disponibles para toda la humanidad.”7 En efecto, si se revisan los empréstitos
otorgados por el Banco Mundial a lo largo de su historia, es claro que su destinación
la constituyen aquellos rubros que a lo largo de la historia del Banco se consideraron
como los ejes promotores del desarrollo.
Así, entre 1947 y 1960 la destinación principal de los préstamos del Banco Mundial
a la región fue el desarrollo de infraestructura, con 1.033,4 millones de dólares. En
la década del 60, y a la luz de los postulados de la política exterior norteamericana,
el banco amplió su perspectiva sobre la manera de lograr el desarrollo económico,
de manera que aparecieron tímidamente los préstamos para desarrollo social con
123,1 millones de dólares, aunque la destinación central siguió siendo la
infraestructura. En los setentas se profundizó la tendencia iniciada en la década
anterior, mientras que en los 80, y sobre todo a partir de la reforma ocurrida al
interior del Banco en 1987, la nueva filosofía planteada considera que los efectos
benéficos esperados de sus préstamos no han sido del todo satisfactorios debido a
las malas políticas económicas de los países receptores. En consecuencia se observa
un fuerte incremento de los préstamos destinados a mejorar las políticas económicas,
a modernizar los Estados y a hacerlos más eficientes. El conjunto de políticas
asociadas a esta mejora son, en términos generales, las que se sintetizan en el
Consenso de Washington. De acuerdo con esto cerca del 25% de los préstamos
dados a la región en los 80 fueron para los programas de Ajuste Estructural y
Sectorial (11.020 millones), aumentando en los 90s a 33,5% (20.060 millones).
Debido a los efectos adversos para las capas medias y bajas que en el corto plazo
el Banco Mundial explícitamente reconoce en las reformas, el 36,6% de los
empréstitos se destinaron a Desarrollo Social en los 90 (21.933 millones).
88
Bretton Woods:asegurando el ciclo financiero...
Mundial, y consecuentemente, la preponderancia del Plan White en la conferencia
de Bretton Woods.
89
Santiago Colmenares
El segundo punto en disputa también vió el predominio de la propuesta
norteamericana. Consistía en cómo lograr el equilibrio internacional, lo cuál tiene
que ver con las políticas de ajuste de las balanzas de pago. En este punto, ambos
planes preconizaban eliminar todas las restricciones al comercio internacional y
sus formas de pago. Sin embargo, la propuesta de Keynes admitía controles a los
movimientos de capital de corto plazo y su concepción de estabilidad cambiaria
era más flexible que la asumida en el Plan White y concretada en los estatutos del
FMI. La propuesta de White consistió en implantar relaciones cambiarias fijas y
convertibilidad obligatoria. La de Keynes se apoyaba más en mecanismos de
compensación y aconsejaba límites a los procesos de convertibilidad a oro de las
monedas.
Una diferencia importante entre las dos propuestas es que según el Plan Keynes los
mecanismos de ajuste de balanza de pagos debían aplicarse tanto a países deficitarios
como superavitarios. Por el contrario, el Plan White sólo concebía la implantación
del ajuste para el caso deficitario. “De esta forma, Estados Unidos quedó desde un
comienzo a salvo de rendir cuenta de sus políticas económicas, mientras todo el
peso de los ajustes, generalmente depresivos, se descargaba sobre los países que
recurrieran a solicitar el apoyo del FMI por problemas derivados del déficit en la
balanza de pagos.”14
Según Gwin, tres objetivos guiaron la política de EEUU hacia el Banco hasta
principios de los años sesenta: construir una organización que promocionara la
estabilidad y el crecimiento de una economía mundial abierta y libre, aliviar la
carga de EEUU para la asistencia económica a otros países, y apoyar países de
91
Santiago Colmenares
importancia estratégica para sus intereses. Para todos estos objetivos, los
mecanismos de ayuda multilaterales resultaban funcionales a sus propósitos.18 Por
el lado de su política exterior, en los años sesenta el objetivo central de EEUU se
concentró en detener la influencia del comunismo soviético mediante una política
de mejoramiento de las condiciones de vida y desarrollo económico en los países
capitalistas subdesarrollados. Esta política se materializó en América Latina en la
Alianza para el Progreso, la consolidación de programación de ayuda bilateral a
través de la USAID y los cuerpos de paz. La combinación de estos factores tiene
como resultado que en la década del sesenta EEUU presione al interior del Banco
Mundial para que éste expanda sus programas en países de bajos ingresos, en
especial aquellos programas destinados a mejorar la productividad de las zonas
rurales.
92
Bretton Woods:asegurando el ciclo financiero...
setentas, no tanto por algún consenso nacional de que la amenaza soviética hubiera
declinado, sino por la sensación de que la experiencia de Vietnam demostró que
una política así, cuando severamente puesta a prueba, resultó excesivamente cara
y no necesariamente efectiva.”20
93
Santiago Colmenares
mucho más radical en cuanto a emitir una legislación que prohibiera el uso de
dineros de EEUU entregados a los bancos multilaterales para préstamos a países
que el Congreso consideraba que violaban los derechos humanos, o países
socialistas.22 Dos consecuencias importantes resultaron de esta situación: por un
lado, se rompió el consenso bipartidista que históricamente había existido respecto
al apoyo por parte de EEUU a los bancos multilaterales. A partir de ese momento
se dividió el apoyo entre un sector mayoritario del republicanismo, hostil a la
ayuda multilateral y los demócratas que eran acusados por parte de aquellos de
favorecer a países comunistas. La segunda consecuencia fue que debido a la
estrategia de Carter, en donde para lograr que se aprobara las recapitalizaciones
de los BMD se redactaban contrapartidas que se consideraba satisfactorias para
los sectores del congreso hostiles a la ayuda multilateral, tales como solicitar la
reducción de la carga relativa de EEUU entre otros, se tornó en costumbre que
cada ronda de negociaciones de recapitalización se sujetaba a distintos tipos de
condicionamientos.
Con estos antecedentes llega la primera administración Reagan, y por primera vez
un presidente electo hace explícita su hostilidad hacia estos mecanismos de ayuda
de EEUU al mundo en desarrollo. El gobierno anuncia que estudiará detalladamente
cuál será el papel futuro de EEUU frente a la ayuda multilateral. El documento
resultante, aunque lleno de críticas, es sorpresivamente favorable y resalta la
importancia que tiene para un país como EEUU participar activamente en la ayuda
por mecanismos multilaterales.23 Tres recomendaciones principales hace el informe
sobre las políticas que EEUU debe impulsar por medio de la banca multilateral
1) mayor adherencia de los países a mercados más abiertos y libres y mayor énfasis
del sector privado como vehículo hacia el crecimiento. 2) trabajar para asegurar
que el otorgamiento de empréstitos por la BMD esté sujeto a la adopción de reformas
en los países prestatarios. Esto significa apoyo a instrumentos como los Structural
Adjustment Lending (SAL) y los Sectoral Adjustment Lending (SECAL). 3)
procurar reducir el peso financiero de EEUU sobre la BMD. Como esto implica
reducir el monto global de los recursos públicos disponibles para el desarrollo, se
recomienda propugnar para que cada vez más los países financien sus economías
mediante fuentes privadas, principalmente emisión de bonos en mercados de capital.
Lo que se sigue de esto es tan obvio como trascendental para los países en desarrollo:
en el contexto de la crisis de la deuda latinoamericana, el despegue de programas
de ajuste estructural y sectorial de estos países con el Banco Mundial y de programas
Stand By con el FMI, que básicamente perseguían la adopción de políticas de
ajuste económico en la dirección del llamado consenso de Washington.
94
Bretton Woods:asegurando el ciclo financiero...
En el caso de Colombia, en 1985 se firma con el BM un préstamo por 300 millones
de dólares para un “proyecto de diversificación de exportaciones y política
comercial” en donde básicamente el país consolida su política de apertura económica,
política que se profundizaría mucho más en la década siguiente. Al año siguiente
se firma el “Proyecto de política comercial y agrícola” por 250 millones de dólares
que sigue la misma línea del anterior y en 1987 se firma el “Programa de ajuste del
sector eléctrico” por 300 millones de dólares. Por el lado del FMI, y muy de la
mano de Roberto Junguito, uno de los Ministros de Hacienda que hubo en esos
años, se firma el acuerdo de “monitoría”, una especie de Stand By no formal que a
juicio de algunos expertos resultó más estricto y rígido para el país que si se hubiera
firmado un programa formal de ajuste.24
95
Santiago Colmenares
En conclusión, el sistema monetario internacional y las instituciones surgidas de la
conferencia de Bretton Woods no fueron neutrales, sino que fueron pensadas para
responder a ciertas funciones y objetivos que no benefician de manera simétrica a
todos los países del mundo. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial
fueron creados en la época en que EEUU se consolidaba como primera potencia
mundial, de manera que su creación reflejó la posición oficial de EEUU a cerca de
cómo debía funcionar la economía mundial, cómo se debían transferir los recursos
y cuáles eran los criterios para tomar decisiones de inversión. Esto hizo que desde
el principio EEUU tuviera una importante influencia sobre el Banco Mundial,
influencia que a pesar de no ser homogénea a lo largo del tiempo, resulta un
importante punto para explicar la política del Banco Mundial en general o hacia
algún país en particular. En los capítulos que siguen se analizarán las relaciones
entre el Banco Mundial y Colombia, tratando de seguir el rastro a la influencia del
primero sobre las políticas económicas adoptadas en el segundo. Como veremos,
para poder explicar el desarrollo de esta relación habrá que mantener la atención
sobre los elementos desarrollados en este capítulo.
96
Notas
*Capítulo de la monografía de grado para optar al título de Historiador dirigida por
el Profesor Oscar Rodríguez.
1
Banco Mundial. Banknotes. Washington: Julio, 1956. Citado En: George, Susan,
y Fabrizio Sabelli. La religión del crédito: El Banco Mundial y su Imperio Secular.
Barcelona: Intermón, 1996. pp. 33
– 34
2
Sagasti, Francisco. La banca multilateral de desarrollo en América Latina. Santiago
de Chile: Naciones Unidas; CEPAL, Unidad de Estudios Especiales, Mayo de 2002.
p. 7
3
Un análisis histórico de este sistema para América Latina se encuentra en Marichal,
Carlos. Historia de la deuda externa de América Latina. Madrid: Alianza Editorial,
1988.
4
En adelante BMD.
5
Sagasti, La banca multilateral de desarrollo en América Latina, p. 9
6
Marichal, Historia de la deuda externa de América Latina, p. 276
7
Palabras de Keynes ante los miembros de la comisión II en la Conferencia de
Bretton Woods. Citado En: George y Sabelli, La religión del crédito, p. 39
8
CEPAL. Globalización y desarrollo. Brasilia: Naciones Unidas; CEPAL, 2002.
pp. 136
– 147
9
Baer, Mónica, y Samuel Lichtensztejn. Fondo Monetario Internacional y Banco
Mundial: Estrategias y Políticas del Poder Financiero. Caracas: Editorial Nueva
Sociedad, 1989. Las ideas que a continuación siguen se basan en gran parte en las
desarrolladas por estos autores.
10
Baer y Lichtensztejn, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, p. 26
11
Baer y Lichtensztejn, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, p. 27
97
Santiago Colmenares
12
Mikesell, Raymond. The Bretton Woods debates: a memoir. Princeton: Princeton
University, International Finance Section.
No. 192. Marzo de 1994. p. 59
13
Baer y Lichtensztejn, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, p. 28
14
Baer y Lichtensztejn, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, p. 29
15
Incluso una investigación financiada por el propio Banco Mundial con motivo
de su aniversario número 50 reconoce abiertamente este punto de vista.
Ver: Kapur, Devesh, John Lewis, y Richard Webb. The World Bank: It
’s first half century.
Washington: Brookings Institution Press, 1997. 2 vols.
16
Estos datos y los que siguen son tomados de Gwin, Catherine.
“U.S. Relations with the World Bank, 1945 - 1992.” En: Kapur, Lewis y Webb,
The World Bank: It
’s First Half Century, Vol. 2, pp. 195 - 274.
17
El capital total del Banco Mundial se dividió en esa época en dos partes: 20% de
capital pagado y 80% de capital exigible.
18
Gwin, “U.S. Relations with the World Bank, 1945 - 1992” pp. 209
– 213
19
Gwin, “U.S. Relations with the World Bank, 1945 - 1992” p. 210
20
“was progressively abandoned in the late 1960´s and 1970´s, less because of a
national consensus that the Soviet threat had declined than because of a sense that
the Vietnam experience demonstrated that such a policy, when severely tested, was
excessively expensive and not necessarily effective.” Congressional Research
Service. “Soviet Policy and United States Response” p. 1 Citado en: Gwin, “U.S.
Relations with the World Bank, 1945 - 1992” p. 210. Traducción del autor.
21
Kapur, Lewis, y Webb, The World Bank: It
’s first half century, pp. 215
– 268
22
Gwin, “U.S. Relations with the World Bank, 1945 - 1992” pp. 224
– 228
23
Department of the Treasury, United States Participation in the Multilateral
Development Banks in the 1980s. 1982. Citado en: Gwin, “U.S. Relations with the
World Bank, 1945 - 1992” p. 230
24
Londoño, Juan Luis, y Guillermo Perry. “El Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y Colombia: Análisis crítico de sus relaciones.” En:
Coyuntura Económica. Bogotá: Fedesarrollo, 1985.
Vol. XV, pp. 209 - 243
25
Gwin, “U.S. Relations with the World Bank, 1945 - 1992” pp. 232
– 234
26
Cálculo en base a programas vigentes entre Colombia y el Banco Mundial.
98
Balance
Las Líneas de
Investigación:
balance y
compromiso
frente a la
carrera de
Historia
Comité Editorial de la Revista Goliardos XI.
Presentación
En marzo de 2005 el Comité Editorial de la Revista Goliardos, elaboró un
cuestionario de diez preguntas encaminado a la búsqueda de un balance que
permitiera entregar a los estudiantes del departamento, como primeros lectores de
este impreso, una aproximación lo más objetiva posible a las Líneas de Investigación,
en aras de difundir y promover la vinculación a las mismas; estableciendo un canal
entre las expectativas de estudios individuales en pregrado, a expensas de los
inherentes beneficios de la socialización de investigaciones en temáticas similares.
No confundiendo así vinculación con comunicación y pretendiendo que esta última
contribuya al incremento de la calidad en la producción intelectual de esta etapa de
la educación superior.
Comité Editorial
No se encontrarán las entrevistas realizadas a los responsables o directores de las
Líneas, sino una síntesis de las mismas; expondremos el cuestionario base ejecutado
por los miembros del Comité Editorial, que a discreción de los mismos, fue
modificado de acuerdo con las dinámicas propias de las charlas. El balance se
trabajó sobre las Líneas de Investigación en: Historia Social de las Enfermedades,
dirigida por la profesora Estela Restrepo Zea; Historia Económica y Social, dirigida
por el profesor Heraclio Bonilla Mayta; e Historia Política y Social, dirigida por el
profesor César Augusto Ayala. Adicional a éstas, existe una en Historia Ambiental
y otra en Educación en Historia; a las que infortunadamente no se les aplicó el
cuestionario por razones que no es pertinente señalar en el momento. Agradecemos
a la profesora Marta Herrera Ángel de la Universidad de los Andes y a Francisco
Ortega director del Centro de Estudios Sociales (CES) por la disposición prestada.
Cuestionario
¿Cuánto tiempo suma hasta el momento la Línea de Investigación? ¿Cuánto
tiempo lleva usted como director del mismo? ¿Con qué reconocimientos dentro
del Departamento, Facultad, Universidad o academia cuenta el grupo?
¿Considera que se hace un aporte efectivo en la construcción de conocimiento
histórico tanto en los estudiantes como en la temática específica de la Línea?
¿Qué impacto o contribución ha tenido la Línea en los trabajos de grado?
¿Crée usted que la Línea se promueve y se difunde de manera satisfactoria
en el Departamento para la vinculación de nuevos miembros? ¿Crée usted
que el Departamento debería crear políticas más sugestivas para la
vinculación de estudiantes a las Líneas de Investigación? ¿Cuenta el grupo
con el suficiente acumulado teórico práctico para facilitar apoyo, soporte,
orientación y asesoría a investigadores internos o externos a la Universidad?
Formalmente ¿qué tipo de reconocimiento tienen los estudiantes dentro de la
Línea de Investigación?
Balance
Nos hemos de referir en primer término a los tiempos de funcionamiento de Las
Líneas de Investigación señalados. La Línea dirigida por la profesora Estela
Restrepo, lleva trabajando casi dieciocho años, y ha desarrollado proyectos con
Colciencias y con el Programa de Apoyo al Desarrollo de Archivos Iberoamericanos
(ADAI) la cual funciona en España; además de desarrollar su actividad en el Centro
de Estudios Sociales CES. La Línea a cargo de Cesar Ayala funciona hace quince
años, y cuenta con el reconocimiento de Colciencias. Y por último la Línea de
102
Las Líneas de investigación:...
investigación del profesor Heraclio Bonilla, trabaja desde hace tres años y tiene
como objetivo el reconocimiento formal por Colciencias como Línea de investigación
organizada.
103
Comité Editorial
bajo la categoría en que participaron. Sin descartar eventuales trabajos emanados
de los auxiliares, vinculados por afinidad temática. La Línea de investigación en
Historia Económica, se encuentra en plena reapertura, y tiene entre sus objetivos
la vinculación de estudiantes de postgrado en Economía y en Historia.
En consecuencia las Líneas decaen por falta de una gestión más orgánica del
Departamento en su Coordinación Académica, que sin quitar libertad a cada cuerpo
investigativo, no solo surta de un director a los grupos; sino que destine recursos
para fomentar actividades que desborden la investigación; buscando extensión y
publicación. Esto va indefectiblemente de la mano de la necesidad de convocar al
Departamento de Historia para que piense en el conjunto de sus estamentos un
plan académico idóneo que permita una sólida formación profesional.
Comentados estos aspectos del marco de la reforma, el presente balance sobre las
Líneas de Investigación cobra significativo sentido; ya que evidencia, como
alternativa de colaboración en la formación disciplinar, a los grupos de investigación;
toda vez que éstos pueden apuntar a una integración interdisciplinar, como es el
objetivo de la Línea de Investigación en Historia Económica y Social, entre otras.
105
Comité Editorial
socializar el trabajo de éstas, incluir miembros de las Líneas en los comités editoriales
y motivar la participación del estudiantado, contemplando como meta el
sostenimiento de la calidad que conlleve a un indexación de las publicaciones
estudiantiles (Taller del Historiador y Revista Goliardos) en el índice Publindex de
Colciencias.
Notas
1 En el diálogo sostenido con el profesor Germán Rubiano, manifiesta la
insatisfacción frente al estatuto que se le otorgaba a los docentes que se
especializaban en historia del arte en el departamento. Textualmente, se plantea
que se asumía que era una disciplina subalterna.
2 Cuadernillo número 6 de la serie Documentos de Trabajo páginas 12
(Pedagogía y Formación con énfasis en Competencias) y Pág. 24 (Qué es un
Ciclo Común); así como en el acuerdo 037 (Artículos 3 y 4)
106
Nexos
El realismo
dialéctico en
la Historia*
Fernando Santacruz C. Economista U. del Cauca
En las ricas reflexiones contenidas en sus obras, está siempre presente el pensamiento
filosófico socialista, democrático, crítico, humanista dinámicodialéctico,
contrapuesto al dogma marxista ortodoxo y estático.
Del mismo modo, diserta sobre la formulación absolutista del Materialismo Histórico
y la atenuación del mismo hecha por Engels, Lenin y Plejanov, partiendo de la
base de que dicho Materialismo exige el reconocimiento a priori de la Causa
Causarum de la estructura económica, en los términos utilizados por Marx en el
libro Contribución a la Crítica de la Economía Política: “El modo de producción
de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual. No
es la conciencia del hombre la que determina el ser, sino, por el contrario, el ser
social el que determina su conciencia”. En punto al anterior aserto, sostiene García:
“el materialismo conlleva una completa subestimación de lo que es la influencia o
acción recíproca de los factores constitutivos de la vida histórica y una absoluta
sobrestimación del factor económico, situándolo en la condición sempiterna de
motor de la historia”. En su lucha contra el dogmatismo y contra la concepción de
que el marxismo no era una doctrina acabada, Lenin reivindicó su condición crítica
y el carácter plurilateral de la dialéctica, la cual definió “como conocimiento vital,
multilateral… de innumerables matices en el modo de abordar, de aproximarse a
la realidad…”
112
El realismo dialéctico en la Historia
III) Aplicar decididamente “la teoría de la perspectiva múltiple y condicionada a
cada época histórica”.
IV) Renunciar a los conceptos filosóficos del “proceso histórico” como “proceso
lineal” y del “hombre racional”, para concebirlo en su exuberante y “contradictoria
complejidad de elementos racionales e irracionales”.
Desde comienzos de la década de los años 40’s en el siglo XX, Antonio García fue
uno de los primeros científicos sociales que negó dialécticamente la causa causarum
del comunismo marxista planteó la necesidad de movilizar las fuerzas sociales
progresistas hacia un nuevo proyecto de vida, con el fin de asegurar el sentido
humanista de la economía, el valor trascendental de las libertades y la integración
de todos los derechos civiles, políticos, sociales, y económicos del hombre.
113
“A Propósito de los 80
años de Fidel Castro.”
José Martí: la
tradición ética de la
Nación cubana*
Armando Hart Dávalos
115
a
v
Armando Hart Dávalos
con la injusticia adquiría una singular fuerza ética.
Nuestra cultura ética parte de la mejor tradición intelectual y política del siglo XIX
cubano cuyo más alto exponente fue José Martí. En los numerosos aforismos de
Luz y Caballero y en toda la prédica martiana están presentes con fuerza los
principios éticos que rigen el patrimonio espiritual de la nación cubana. José de la
Luz y Caballero señaló en uno de sus numerosos aforismos que instruir puede
cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo. Años más tarde, José Martí,
continuador de esa línea de pensamiento pedagógico precisó que: Instrucción no es
lo mismo que educación: aquella se refiere al pensamiento, y ésta principalmente a
los sentimientos y añadió que el pueblo más feliz es el que tenga mejor educado a
sus hijos en la instrucción del pensamiento y en la dirección de los sentimientos1
(1). Ambas figuras reflejan lo que ha sido una orientación clave de la pedagogía
cubana, concebir la escuela en el contexto más amplio de la sociedad para poder
contribuir de modo eficaz al objetivo de preparar al hombre para la vida y ponerlo
en consonancia con su pueblo y con su tiempo.
De las aulas del colegio El Salvador se fueron los jóvenes a la manigua a pelear por
la independencia de Cuba asumiendo un compromiso ético con los intereses de la
población trabajadora y explotada del país y del mundo. Recuérdese que Martí
echó su suerte con los pobres no solamente de Cuba, sino de todo el orbe. Esto fue
lo que permitió también a Fidel Castro a principios de la Revolución decir: Quien
traiciona al pobre, traiciona a Cristo.
116
aptooon asadadas
A propósito de los 80 años de Fidel Castro...
Los principios éticos, como puede apreciarse están presentes desde los tiempos del
Moncada como fuerza esencial de la revolución en el medio siglo concluido. El
genio y la originalidad de Fidel Castro consistió en llevar al terreno de los hechos
estos métodos y principios que, en esencia, significan relacionar dialécticamente
las ideas del socialismo con la tradición ética de la nación cubana.
Notas
Por el Doctor Armando Hart Dávalos. Doctor en Leyes. Director de la Oficina
Nacional para el Programa Martiano, presidente de la Sociedad Cultural “José
Martí” y miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba.
1
Obras Completas de José Martí, tomo 19, p. 376, Edición Karisma Digital. Co-
lombia. La Habana, febrero 3 del 2003
117
El Rey*
Juan Diego Espitia
Murió el Rey. El sábado de este 2005 del tiempo. Murió el día sagrado de los
hebreos. Aquellos pioneros fundamentales de su imperio. Que inventaron en el
mundo o humo de los sueños el eje pos-terreno de la unidad. Dios solo. Único.
Eterno. Y entonces, la supervivencia de un quimérico reino a su cabeza. Condensado
más de los sueños antropocentristas que de la naturaleza, y cuyo prevalecer iría
tanto y todo más allá del tiempo o los tiempos en la anhelada eternidad imaginada.
El universo entero se plegaba, aun en las distancias remotas de su desaparición a
un omnipotente, todopoderoso, rey de reyes, medida y evolución humana total,
hasta de su aquí pequeño representante: él, el que fue Rey, y murió; que instalaron
su vestigio corporal en un salón interior, lleno de eco y gravedad, donde su corte lo
honra, calla, medita, desplaza ora, depone compone sueña y conspira.
Mientras, todos sus vasallos por el mundo, marcan la fecha como referencia de sus
vidas. Mil doscientos millones entre herederos de la tradición, adeptos apasionados,
y distraídos incluidos del orden de amores, valores, odios, horrores, íconos y
plegarias que salmodia el imperio; más tantos y tantos desenfadados millones y
millones, hijos escindidos de la pretendida unidad, y remotos parientes que sienten
la de vendavales, presencias, e intervenciones universales que el Rey urdió, como
igual también suscritos al mismo orden de ambages en amores valores odios
extravíos pecados e ignominias que ha planteado tácito o explícito su mismo imperio.
Todos los hombres que son ahora, atravesados en su centro, o rasgados de soslayo
por su presencia indudable, son, o por eco de sus empecinadas sonoridades o por
solo fuerza de la historia, si no vasallos, al menos tributarios en sus vidas del
imperio que el rey dejó.
119
El Rey
El orden y estructura temblaron. Los líderes flemáticos y sus comunicados. Los
medios oraculares y sus campanas más que las iglesias, ‘bastante’ es decir; siendo
medios, canal además para panegíricos obvios elegías y ditirambos por una
consternación si tan sincera tal vez, igual contagiosa más bien. El pueblo entero
sin saber bien hizo multitud alrededor de las imágenes que mostraban multitud, y
absorbió el eco del duelo por un hombre que se veía bueno y todo el mundo dijo y
decía que era bueno. Pero que además era Rey. Su Rey.
Se llevan eras enteras a milenios los procesos extraños, o la historia es muy muy
joven, o juntos ítems, porque, es a todas luces visibles que, tan fanfarrones como
hombres somos siempre y ahora tanto entre intercomunicados cuyos dispositivos
casi líquidos nos alucinan de verdad el futuro, entre desenfado y relativismo en
todo ligero, entre nanotecnología y androgenismo, entre el fárrago de pastiches y
esfuerzos que disputan el carácter de la época, es a todas luces visibles, que somos
ciudadanos de medioevo. El que nunca dejó de ser.
120
Juan Diego Espitia
Todavía. Nos aprendemos viscerales por violencias y totalitarismos de la cultura
la qué de supervivencias, ordenes, burocracias, dinámicas, subterfugios y crímenes
para sobrevivir; y el imperio de sede pesada y columnas en la tierra doblemente
nos cobija, consuela y exhorta en ello: no solo consiente y avala todo el trámite y
tráfico preocupante de los días y los años de lluvia ácida, también ha sido y es el
vocero directo y representado del omnipotente, estableciendo entonces con legítimo
derecho el orden fundamental de dudas y jerarquías, exclusiones y disoluciones
espíritu-corporales, cristianos enrarecimientos de la justicia y tantas más sospechas
como apenas animales somos ascendiendo la cuesta de dominaciones y sumisiones
de manada que tan bien hace extensivo el imperio a todo nuestro pequeño distrito
redondo y feudal. Fundado todo imperio sobre sus promesas para seguirlo siendo,
de este las suyas a granel bañan de consuelo al reino con una alguna redención del
orden abrupto de la vida del hombre; y para que no queden dudas, la vida eterna.
Todo y un príncipe hebreo oscuro y triste que anatematizado por la más lisonjera y
melíflua difamación se acuclillaría en un rincón del edén erosionado a morder su
distancia. Inquietante redención que convoca al universo entero y todos sus pueblos
y todas sus razas en un llamado católico apostólico y romano, sobre todo romano,
totalitario, absoluto, global, donde la deserción será sedición para la que desde
antes de ser el hombre, se construyeron los cuarteles y sus tan modernos sótanos y
potros o el infierno a la derecha de las naciones explícita o implícitamente adheridas
a su poder.
He ahí entonces, que cuando las mujeres mayores en casa, los hombres obreros en
bodegas, los jóvenes y las jóvenes inermes y lelos, los poderosos favorecidos por
este imperio proclamado, los miserables desposeídos por él también, todos, todos,
se enteraron del estelar deceso por fin, rodearon el mismo oráculo cromático que
les había revelado el insuceso y consternados y obedientes siguieron los pasos
litúrgicos de duelo y relevancia que ordenaron los velos en tecnicolor del oráculo
ministrado por las lúcidas cortes de los medios que proclamaron edictos y ritos
pertinentes desde la corona. La tarde algo lluviosa, encontró los sucesos fáciles y
coloquiales de la gente como de recordación, tibia y tenue del sábado de paz o
transición en la ciudad en que hacían o reposaban inocentes desde su pequeño
espacio en el mundo y moría un Rey. Que marcó, Rey, por lo menos un tercio de
sus vidas, la mitad, toda… Vidas que las esferas distantes de arriba desde Dios en
descendencia ordenada, tamizaban, ductilizaban, troquelaban con los inaccesibles
acontecimientos que daban miedo, y miedo dan, del que no se explica pero la gente
sabe muy bien intuir. Pero aquella tarde, la paz por ahora.
121
El Rey
El Rey moría, sonoro y aparatoso en su fastuoso palacio al otoño invernal de un
imperio, y la vida seguía el sábado de este 2005 del tiempo. Por ahora.
Notas
*A propósito del deceso del jerarca de la iglesia católica Juan Pablo Segundo.
Juan Diego Espitia, estudiante de Educación Artística en la Universidad
Minuto de Dios.
122
Índice de Imágenes
Lám. 1. Jorge Eliécer Gaitán. Billete de 1.000 pesos. 2004. Pág. 12
Lám. 2. Jorge Eliécer Gaitán. Billete de 1.000 pesos. 2004. Pág. 28
Lám. 3. Estereoscopia. Santiago Monge. 2002. Fotografía. Fragmento. Pág.32
Lám. 4. Barco Negrero. Siglo XVIII. Grabado en Metal. Pág. 52.
Lám. 5 Mayo de 1968. Magazín Dominical. Mayo 1 de 1988. Fotografìa. Pág. 64
Lám. 6. Karl Marx. Fotografía.Pág. 68
Lám. 7. Dollar. Pág. 82
Lám. 8. Composición de manos. Pág. 100
Lám. 9. Antonio García. Fotografía. 1980. Pág.108
Lám. 10. Juan Francisco Elso Por América Instalación. 1986. Pág.114
Lám. 11.Molino de viento. Ilustración. Pág 118.