Está en la página 1de 1

El paracetamol es uno de los fármacos más consumidos y prescritos

debido a la eficacia y seguridad que tiene (tomando la dosis


recomendada). De hecho, su uso apenas tiene reacciones adversas y,
siempre que sea a corto plazo, está permitido durante la lactancia y el
embarazo.
Podemos encontrar este principio activo en múltiples formatos (en
comprimidos, comprimidos efervescentes o bucodispersables, cápsulas y
sobres, así como en supositorios y solución oral, siendo estas últimas las
formas farmacéuticas de elección en niños), lo que favorece que se pueda
elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades terapéuticas del
paciente.
Alicia de Toro, farmacéutica en el Centro de Información del Medicamento
del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, explica que es
importante que la administración de los fármacos resulte lo más cómoda y
fácil posible para así conseguir un mayor éxito en el cumplimiento del
tratamiento.
“Se utiliza, tanto para aliviar el dolor debido a su actividad analgésica,
como para reducir la fiebre, gracias a su actividad antipirética”, indica
la experta.
Sin embargo, tal y como señala Juan Gabriel García Ballesteros,
Coordinador Nacional del Grupo de Trabajo de Gestión del Medicamento,
Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de
Médicos de Atención Primaria (Semergen), no tiene capacidad
antiinflamatoria.

¿Cuándo está recomendado su uso?


Dada su acción antipirética y analgésica, el paracetamol está indicado en
el tratamiento de las enfermedades que cursen con fiebre o dolor de
leve a moderada intensidad en adultos y niños. En estos últimos, se
considera el antipirético y analgésico de elección.

También podría gustarte