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La felicidad y la infelicidad parecen ser los polos sobre los cuales gira el interés. Los hombres
miran la felicidad que comporta una creencia religiosa como prueba de su verdad. Ella es la
prueba indispensable de la realidad de Dios.
Para algunas la felicidad es congénita; rechazan la infelicidad como algo malo afanados por
la bondad de la vida. Gente que no puede pensar mal ni del hombre ni de Dios.
Dios tiene dos géneros de criatuaras en la tierra – Francis W. Newman-: Los nacidos una vez;
no ven a Dios como un juez estricto, ni como potencia gloriosa, sino como Espíritu animador
de un mundo hermoso y armonioso; benéfico y dulce, misericordioso y puro. Estar personas
no escruta su interior, por lo que no se preocupan de sus imperfecciones, pero tampoco se
les puede llamar hipócritas ya que no piensan para nada en ellos.
La felicidad, es ciega e insensible ante los hechos contradictorios que se ofrecen. Es un arma
instintiva para autoprotegerse de las perturbaciones. Cuando realmente se posee la
felicidad, el pensamiento del mal no puede impregnar en mayor medida el sentido de la
realidad de lo que puede hacer el pensamiento del bien cuando impera la melancolía.
Todos los estados morales intensos y los entusiasmos apasionados producen insensibilidad
frente a lo nocivo de cierto tipo.
Todos cultivamos más o menos esta mentalidad, incluso cuando la teología que profesamos
debiera prohibirla resultamente. Desviamos nuestra atención de las muete y la enfermedad,
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y la violencia y la indecencia sin fin en las que se basa nuestra vida quedan arrinconadas
donde no las podamos ver, porque así el mundo que percibimos oficialmente en la literatura
y en la sociedad resulta una ficción poética mucho más hermosa, limpia y mejor que el
mundo real.
El pilar fundamental (mind-cure) en que reposan no es otro que la base fundamental de toda
experiencia religiosa: el hecho de que el hombre tiene una naturaleza dual y está vinculada a
dos esferas de pensamiento, una más profunda y otra más superficial, y en ambas puede
aprender a vivir corrientemente. La esfera más superficial e inferior es la de las sensaciones
físicas, los instintos, los deseos, el egoísmo, la duda y los intereses personales inferiores.
Conferencias VI y VII
El temperamento de mentalidad sana como aquel que presenta una incapacidad
constitucional para el sufrimiento prolongado, y con una tendencia a ver las cosas de una
manera optimista.
También hay diferentes niveles de mentalidad morbosa, y unos muchos más intensos que
otros. Hay personas para quienes el mal sólo significa un mal ajuste con las cosas, una
correspondencia errónea entre la vida personal y el medio ambiente.
Así como el entusiasmo mentalmente sano consigue ignorar la existencia del mal, quién está
sojuzgado por la melancolía se ve forzado, a su pesar, a ignorar el bien, que pare él no tendrá
ya nunca realidad alguna.
Tanto la filosofía epicúrea como estoica, es una filosofía de desengaños de los favores de la
naturaleza: “Evitad el desencanto esperando poco, y teniendo aspiraciones bajas y, sobre
todo, no es impacientéis obsesivamente”.
La santidad para James, es la oblación total de la persona. El santo vive de un poder superior.
La santidad es para James un punto de llegada. “La santidad es para James un punto de
llegada que se puede alcanzar por varias direcciones; fundamentalmente son dos los puntos
de partida, originados por particulares condiciones de ánimo, por estructuras religiosas. Es
famosa a este respecto la distinción hecha por James entre los dos tipos de mentalidad que
dan origen a una religiosidad característica y distinta: la estructura «sana» y la estructura
«enferma». La primera representa aquella feliz disposición de equilibrio mental por la que la
vida es vivida en un tranquilo optimismo que hace afrontar la responsabilidad y los cometidos
con ánimo resuelto y con una coherencia lineal. James piensa que esta afortunada disposición
puede a veces favorecer una cierta superficialidad, que sustrae al hombre de aquella actitud
realista con la que debe afrontar normalmente la vida, y que por causa de esta disposición de
ánimo no puede sino hacer que nazca en el hombre una religiosidad instintiva, aún no pasada
a la criba de la vida.
En cambio es distinta la historia de quien está dotado de una estructura «enferma», es decir
de una disposición de ánimo más bien inclinada a la problematicidad, a la inquietud, a la
búsqueda. Entre estas personas se registra quizá más frecuentemente el caso de la conversión
que señala el momento crucial de la madurez religiosa.”
La conversión como una tentativa para integrar toda la vida pasada en una nueva
perspectiva en la que el descubrimiento de lo divino, como presencia que condiciona y
orienta la vida, juega un papel esencial.
Para James, la religión constituye en verdad, para quien la posee, una potente fuerza o
factor de maduración psíquica.
Allport, admite que puedan existir situación en las que la religión canalice
determiandas perturbaciones psíquicas, sirviendo así de desahogo expansivo d e
personalidades anormales, (35)
El origen de religión; en la necesidad de reorganizar la propia experiencia cotidiana
respecto a u significado global, que dé a la vida una perspectiva unitaria y válida. Da
importancia a la transformación de las motivaciones que tienen lugar en cualquier
conducta en el transcurso de la evolución de la personalidad. (36) Las motivaciones¸
vienen de las motivaciones de nivel pisco-existencial, que la sostienen en el período
de la madures y no tanto de las puramente psico-biológicas. (36)
Po medio de la autonomía funcional de las necesidades, explica que existe una
radical transformación de las motivaciones al aparecer los estados de desarrollo más
avanzados y, por ello, rechaza la interpretación de la religión bajo términos de
infantilismo figo o regresivo. (36)
La religiosidad –para Allport- se presenta como un factor propulsor de la
personalidad, en cuanto que, en esta conducta, parecen canalizarse las necesidades
de relación intencional y significativa que todo individuo experimenta a través de la
totalidad de su vida. (36) De esta manera, Allport, eleva la religiosidad a factor de
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1.- Motivaciones
2.-Funcionalismo de la religión: estimulo a la superación
3.-Explicación de lo inmaduro a lo maduro:
4.- Psicología que olvida la fenomenología: importa la conducta
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Elementos positivos
Intrínseca:
Equivale a madura.
Es propulsora de la personalidad en cuanto el individuo se relaciona
significativamente con la totalidad del Ser.
La poseen personas equilibradas y logradas
La conducta religiosa viene manifestada por las motivaciones (superiores)
sucesivas de nivel psico-existencial.
Es abierta
Opuesta a prejuicios sociales.
Extrínseca:
Para Freud la religión tiene su origen tanto individual como colectivo en un conflicto entre
las relaciones de los hijos con respecto a sus padres:
Alrededor del tercer año de edad el niño empieza acatar la presencia de la imagen
paterna como un rival que se entromete entre él y la madre.
la madre representa la OMNIPOTENCIA INFANTIL, el cauce de las atenciones, del
afecto, del deseo y de los cuidados; la que canaliza LA LIBIDO obedeciendo al
principio del placer.
Esta OMNIPOTENCIA INFANTIL se ve limitada por la figura del padre que es la Ley, la
norma que se impone al hijo, es decir, el padre sustrae al niño de su tendencia
egocéntrica y le proyecta un interés de carácter oblativo.
La carga de la libido debe dejar para otro momento su tendencia típicamente
genital; el momento habrá llegado cuando el niño haya interiorizado la misma
imagen paterna, que, de esta forma, viene a constituir un ideal.
el niño se encuentra, en este punto de su evolución, en una situación de
AMBIVALENCIA AFECTIVA respecto al padre; por una parte le odia porque le cierra
la posibilidad de utilizar inmediatamente su libido por otra, le ama y le admira en
cuanto que representa su ideal y encarna el desarrollo a que está destinado.
El sentimiento religioso nace por tanto al hijo necesitar una imagen ampliada de un
padre (PADRE EXALTADO) a quien referir su necesidad de superar el SENTIMIENTO
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ELEMENTOS NEGATIVOS:
El significado esencial de la imagen paterna tiene el poder de evocar otro Padre. Pero esta
solución vacía del todo la hipótesis freudiana, en cuanto supone el origen independiente del
Padre Celestial: el padre terreno, en este caso, no «produce» la imagen del Padre, sino
simplemente sugiere y reclama su presencia. Es únicamente una causa dispositiva, una
ocasión que «puede» crear también una experiencia religiosa, pero que no la produce
necesariamente. (P. 65)
Proceso de individuación. Según la estructura de la psique concebida por Jung formada por
dos niveles
El consciente donde está:
el Yo (imagen de la propia individualidad) y
la Persona (imagen de la propia personalidad social)
En el nivel inconsciente se encuentra:
la Sombra (imagen inconsciente de la propia individualidad, caos, debilidad)
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EL SELBST:
Entre los arquetipos decisivos en la psique del individuo, por ser universales cuenta
también los religiosos.
la imagen arquetipo de Dios se identifica fácilmente, en todas las culturas por la
abundancia de símbolos y mitos.
la imagen de Dios no proviene de las experiencias psíquicas del individuo
Dios es como una impronta dejada en el psiquismo, que reviste diversas experiencias
humanas proporcionándoles un significado religioso.
[11]
APORTES:
e. Valor del símbolo para expresar lo sagrado, lo trascendente. El descubrimiento de la
importancia de la actividad simbólica en la conducta religiosa. El símbolo se presenta,
en tal modo, como factor capaz de indicar a la conciencia una pluralidad de otras
experiencias y contenidos emotivos, efectivos e imaginativos. El símbolo no tiene
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Todo hombre tiene, una religión; para Fromm se trata sólo de ver cuál «es» «su» religión.
Religión autoritaria
Centro: la sumisión del hombre a un poder superior, fuera de él, absoluto e irracional
y auto-despreciarse (concepto bajo y pesimista de sí mismo)
Virtud: la obediencia ciega.
La devoción llega a ser un hecho compulsivo, necesario, obligatorio y es tenida como
un método de superación de la propia bajeza y de reintegración en Dios.
El hombre renuncia al ejercicio de su libertad
Se deja todo por conseguir seguridad e identidad, por pertenencia al grupo
Religión del TENER
Sentimiento que prevalece el dolor y la culpa
Ej. : Nacismo, stalinismo
Religión humanista
Centro: fe en el hombre y sus posibilidades: poder de la razón, poder de amarse a sí
mismo y a los demás, etc.
Virtud: autorrealización con otros
Finalidad: alcanzar la máxima riqueza
Relación con los otros y con un dios que potencia la libertad y el crecimiento humano
Sentimiento que prevalece la alegría
Religión del SER y de la libertad
Ej.: Tendencias místicas en las tradiciones judía, hebrea, cristiana,
Teoría del aprendizaje social. Papel determinante del grupo social específico en el
que el individuo es acogido. Se considera entonces que la conducta religiosa
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constituye un elemento más de los que cada cultura transmite en sus diversos
momentos históricos. Se explica por qué los diversos individuos creen, sienten y
practican la religión de unos modos específicos, determinados por su grupo social.
Sin embargo, se olvida de las motivaciones profundas que sostienen la religión; las
conductas no se aprenden si no satisfacen determinadas necesidades.
B. F. Skinner. Posición de extremado positivismo psicológico. Máximo represéntate
del neo conductismo. Intentó comprender la religión como una mera respuesta a los
refuerzos (positivos o negativos) que socialmente administra la cultura (ej. cielo-
infierno).
Respuesta a determinados tipos de frustración que tienen lugar en la vida: las
necesidades de tipo económico, de integración social, sexuales incluso, la soledad,
conducirían a adoptar conductas religiosas de diferente signo. Pero, sobre todo, la
enfermedad y la muerte, como frustraciones radicales jugarían un papel decisivo en
el desencadenamiento de las creencias y los comportamientos religiosos. Resulta
problemático reducir a este campo toda la motivación de la conducta religiosa
aunque es difícil negar la intervención de estos factores en la génesis de muchos
comportamientos religiosos.
Conflicto psíquico experimentado La conducta religiosa se ve poderosamente
interdependiente del nivel de conflicto. La interpretación freudiana de la religión
entra aquí, según la cual los conflictos originados por la tensión existente entre las
pulsiones y la prohibición representada por la instancia del Superyó serían causa
importante para la adopción de una creencia y una práctica religiosa. Más en
particular, los sentimientos de culpa asociados a la ambivalencia afectiva
experimentada frente a la ley y la autoridad interiorizadas, encontrarían un lugar
para aquietarse en las prácticas y rituales religiosos.
Psicoanalistas:
a. Mackinnon y Rosenweig. Las personas religiosas suelen presentar mayores
tendencias al autocastigo que las no religiosas.
b. Mayor grado de autoritarismo o de prejuicio racial, asociados al
comportamiento religioso, viéndose en ellos expresiones de unas
dinámicas personales marcadas por un mayor grado de conflictividad.
Teoría cognitiva. Presenta las necesidades y urgencias en el plano del conocimiento
(deseo de comprender, la tensión creada por los enigmas que la vida plantea) como
impulso y motivación para la conducta religiosa. Ejemplo serían las explicaciones
mitológicas religiosas o los dogmas de las diversas confesiones como modo a ofrecer
una vía para resolver esa tensión creada ante lo misterioso y enigmático de la vida.
a. Teoría de la atribución
b. Teorías cognitivas de L.Festinger. Situación denominada disonancia cognitiva:
tensiones que, en el ámbito del conocimiento, se pueden producir y a las que
la creencia religiosa intentaría dar respuesta. Ej. Si una persona cree en Dios y
otra persona de relevancia para ella no cree, se crea una situación disonante.
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Las figuras parentales (o quienes desempeñen sus funciones básicas) se alzan como
piezas clave en la configuración de la dinámica particular de cada uno y en la particular
estructuración simbólica de su deseo. Desde estas primeras relaciones que hay que
entender los referentes primordiales de toda religiosidad.
RAICES MATERNAS:
Olvidada por Freud pero recuperada por los freudianos posteriores.
La cuna misma en la que la experiencia religiosa futura podrá ver su nacimiento y
encontrar uno de sus más fundamentales soportes :
a. Espejamiento empático (Heinz Kohut): sólo mediante las experiencias
positivas de gratificación simbiótica proporcionadas por la figura materna
es posible la emergencia de un self, un «sí mismo» cohesivo e integrado.
De otro modo, no es posible la adquisición de un Yo que acierte a unificar
y regular los estímulos externos e internos. Este espejamiento donde el
niño se ve a sí mismo a partir de su relación con la figura materna hace
posible el paso del autoerotismo (self fragmentado) al narcisismo (self
integrado y cohesivo).
b. Erickson y la confianza básica. La relación de empatía madre-hijo, como
relación indiferenciada en la que todavía no es posible advertir la
presencia de un auténtico yo-tú, se constituye, efectivamente, en la base
de la seguridad básica de la personalidad.
c. Rof Carballo. Urdimbre primaria: relación primera madre-hijo,
constituyente y programadora, tejido que en su mayor o menor
consistencia vendrá a convertirse en el fundamento de la mayor o menor
confianza básica del sujeto en sí mismo y en la vida y frente a los demás.
d. Suelo de experiencia de “auxilio, fuerza, salvación”... confianza, consuelo...
e. Primera relación simbiótica madre-hijo como sustento básico que
posibilita la posterior dimensión mística... lo unitivo, fusional, placentero.
Prefigura la unión con esa otra totalidad que será en el futuro lo sagrado.
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RAICES PATERNAS
e. El fundamentalista y el fanático viven con la certeza de que esa totalidad del ser
(Dios) es controlada por el conocimiento que le proporciona su fe. Olvida con mala
fe la provisionalidad y relatividad de todo discurso humano, el de la fe incluido, con la
pretensión orgullosa de poseer un saber de carácter absoluto.
Sacrificadores y leguleyos