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Por otro lado, la restauración ecológica pasiva se basa en remover los factores tensionantes generados por los
humanos para permitir que se dé la regeneración natural espontánea,
la cual deberá ser evaluada periódicamente a través del monitoreo o seguimiento para confirmar si la
trayectoria sucesional se dirige hacia los objetivos de restauración deseados. Puede consistir en la
instalación de aislamientos con cerca de alambre de púas o firma de acuerdos con los
pobladores ubicados en las áreas de interés con el fin de impedir alteraciones en el ecosistema.
El páramo es un ecosistema tropical de montaña único por los servicios ecosistémicos que presta,
dentro de los que se destacan la regulación y conservación del recurso hídrico, pues por ejemplo en
Colombia abastecen el agua del 70% de la población. En el continente americano sólo Colombia,
Venezuela, Ecuador, Perú y Costa Rica tienen páramos tropicales, de los cuales la mayoría se ubican
sobre la cordillera de los Andes. Los páramos cuentan con un suelo cubierto de por una gran
diversidad de especies donde se resalta la presencia de los frailejones, muchas de las cuales son
endémicas de Colombia, lo que quiere decir que tienen una distribución reducida a un ámbito
geográfico. Colombia posee la mayor riqueza de frailejones del mundo, aproximadamente 88 especies
de las 144 conocidas, considerándose especies claves para la conservación de los páramos y su
biodiversidad, por lo tanto, es indiscutible la importancia de su conservación y uso en procesos de
restauración ecológica de ecosistemas estratégicos como los páramos.
3. En el mes de febrero de 2019 un grave incendio afectó más de 80 hectáreas que destruyó parte de
la zona protegida del Páramo de Almorzadero en los municipios de Cerrito y Concepción, Santander,
afectando poblaciones de frailejones y bosques naturales. Teniendo en cuenta que cuidar los páramos
se traduce en cuidar los elementos que lo constituyen, principalmente los frailejones, se requiere
iniciar de la mano de las comunidades ejercicios de educación ambiental y propagación para producir
material vegetal que ayude a la recuperación de las coberturas afectadas, pues lo páramos tienen
capacidad de fijar el carbono atmosférico, contribuir al control del cambio climático y a retener y
almacenar agua que abastece a las comunidades aledañas para su propio consumo y actividades
agropecuarias. Los frailejones (subtribu espeletiinae) y las más de 3.380 especies de plantas
vasculares presentes en estos ecosistemas (Rangel-Ch, 2000), son vitales para garantizar la provisión
de bienes y servicios ecosistémicos y para mantener y fortalecer una conectividad funcional.
4. Objetivo general
Propagar material vegetal de especies nativas, con énfasis en frailejones para adelantar
procesos de restauración ecológica participativa en el Páramo de Almorzadero
Objetivo Específicos
Mejoramiento de suelos a través de obras biomecánicas para control de erosión
Elaboración de arreglos florísticos con especies de rápido y lento crecimiento
Construcción de viveros temporales para la producción de material vegetal que se utilizara
En la implementación de la estrategia de restauración ecológica participativa
5. Metodología
El Páramo de Almorzadero se localiza en la cordillera Oriental de los Andes Colombianos , y se
conecta directamente con los complejos de Páramo Santurban, Cocuy, Pisba y Tota -Bijagual -
Mamapacha. Es un sitio importante por su diversidad y zona de recarga hídrica estratégica para el
abastecimiento del Sur de Norte de Santander, el Oriente de Santander y grandes partes de Arauca.
Está compuesto por 46 humedales (37 lagunas y 9 humedales), surte de agua al Río Chicamocha y al
río Valegra, que es afluente al Río Arauca.
El pasado 6 de febrero del año en curso se presentó una emergencia ambiental en el páramo de
Almorzadero, por un incendio que afectó 80 hectáreas de bosques y destruyendo grandes poblaciones
de frailejones
Se realizará la caracterización diagnóstica por medio del levantamiento de mínimo tres parcelas de
vegetación de 100 m2 en las coberturas afectadas y los ecosistemas de referencia, donde se
registrarán datos asociados a la estructura y composición de la flora. Además, por medio de
la metodología del IGAC 1998 se levantará la línea base de suelos a través de análisis físico,
químicos y biológicos y un diagnóstico socio ecológico donde se recopilará información
sobre la historia de uso del suelo, los principales tensionantes al ecosistema y las especies de
flora y fauna afectadas por el incendio. Con la información del diagnóstico se definirán las
estrategias y diseños de restauración ecológica. Finalmente se construirá un vivero temporal
donde se realizará el ejercicio de propagación de material vegetal nativo con énfasis en
frailejones, que cuando tenga las condiciones propicias se llevará a campo y se le hará
seguimiento en términos de crecimiento, supervivencia y estado fitosanitario.