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EL GOBIERNO DE JUAN VELASCO ALVARADO Y LA REFORMA

AGRARIA 1930 - 1980


Introducción

Los conflictos sociales y políticos han sido parte de nuestra historia. Entre las que más
destaca son las épocas de crisis política.

En el presente trabajo se pretende explicar los acontecimientos políticos, sociales y económicos


en la década de 1930 a 1980.

Para tal cometido se organizó en tres principales aspectos tales como el contexto
económico de la época, contexto social y político y finalmente la reforma agraria como una
consecuencia de los anteriores aspectos.

En la primera parte se explica la coyuntura económica en el país que fue alrededor de


la agricultura principalmente azucarera, algodonera, lana, petróleo, cobre y plata. Los mayores
ingresos de exportación provienen de los recursos mencionados. El cual promovió los esfuerzos
de expandir áreas de producción por lo que se inyectó inversión extranjera para satisfacer la
demanda internacional. Pero sólo salió beneficiada un grupo pequeño de poder conocida como
la oligarquía.

En la segunda parte se muestra la creciente movilización del campesinado desacuerdo


con las políticas planteadas por el gobierno de la época que agudizó la crisis social. Ya que,
solo un grupo reducido de personas se enriquecieron a costa de su trabajo. Los que trabajaban
en las tierras del hacendado seguían siendo pobres y el que no trabajaba se hacía más rico y
finalmente se analiza las acciones que se dieron en respuesta a las movilizaciones mencionadas
líneas más arriba como el golpe de estado perpetrado por el General Juan Velasco Alvarado y
la reforma agraria.

Por otro lado, se sacan conclusiones como una opinión objetiva sobre lo ocurrido en las
décadas 1930 a 1980 y sobre las acciones ejecutadas en consecuencia.
Contexto de la época

1. El agro en 1929 - 1933

Durante la primera mitad de la década de 1930 la población peruana se distribuía


en un 60% rural y la diferencia en urbana. es decir, más de la mitad de la población
peruana se encontraba en la sierra. Además, esta población en su mayoría campesina
mantiene activa la economía del país eminentemente agrícola. A principios de dicha
década las exportaciones de algodón, azúcar y lana equiparaba al de los mineros tales
como el cobre y petróleo. Sin embargo, para finales de 1929 el algodón, azúcar y lana
superó enormemente, el valor de exportación de la minera, en un 78 %. Esto, pone en
manifiesto que el país no tuvo mayores incidencias por la gran depresión de 1929.
(Manrique, N. 2017).

En 1930 la proporción de exportación de cobre, plata y petróleo se redujo de 50


a 23%, por otro lado, la de azúcar, algodón y lana aumentó de 29 a 53%. Por ello, la
proporción de exportación de capital extranjera (minera) cayó en 60%, en consecuencia,
la crisis, ha permitido mayor participación de empresarios peruanos en la economía.
Además, la ausencia de inversión extranjera motivó la inmersión de capital local para
generar nueva industria como la de pesquera.

2. Migración del campo a la ciudad


La participación de la población rural se estancó en los periodos 1961 - 1972
por la crisis de tierras y haciendas (...) “concentración de la tierra en manos de grandes
negociaciones, donde el capital extranjero tenía una importante presencia” (Manrique,
1970. p. s/n), (...) “estos terminaron en manos de las grandes sociedades ganaderas
formadas por la oligarquía limeña entre 1905 y 1910, que así pasó a controlar la
ganadería regional” (Manrique 1987).

El grupo oligarca, los hacendados, que eran los dueños de las tierras de
producción agrícola tenían el poder de decisión por los campesinos que trabajaban en
sus tierras. Es decir, no tenían derechos a la libertad, al voto, a la propiedad privada,
etc. Por ende, las condiciones paupérrimas y esclavitud en las haciendas del patrón han
motivado a buscar nuevas ciudades donde migrar. Por otro lado, expansión de la
exportación agrícola maduro la crisis oligárquica como indica Manrique:
(...) marcada por la expansión de las exportaciones agropecuarias(...), en
ella maduró la crisis de la sociedad oligárquica y del orden terrateniente.
En esta etapa se produjo la ruptura de la relación hombre-suelo debido al
creciente desfase entre el acelerado crecimiento de la población y la
limitada disponibilidad de tierras agrícolas. Esto provocó la migración de
millones de pobladores rurales hacia las ciudades. (2017, p. 159)

Durante el mismo periodo la población urbana creció con mayor velocidad que
la urbana, para ser más específicos tes a cinco veces más veloz. Este fenómeno fue,
también, por el incremento de esperanza de vida que subió de 37 años en 1940 y 53 en
1980.
Antecedentes

1. Movilizaciones campesinas

La corporación Cerro de Pasco CORP instaló una planta de fundición de metales


que contaminan las aguas de alrededor. En consecuencia, las aguas contaminadas
afectaron la producción agrícola. Muchos de los hacendados vendieron sus tierras y los
campesinos que laboraban estas tierras tuvieron que ofrecer su mano de obra a la
minería.

En el gobierno de Augusto B. Leguía se promueve un fondo de desarrollo


llamada “banca de fomento” que da crédito mediante el Banco de Crédito Agrícola, sin
embargo, los requisitos, como los respaldos sólidos, solo beneficiaron a las grandes
explotaciones agrarias y no al campesinado, (...) “de esta manera, la banca favoreció la
concentración de la propiedad y profundizó las diferencias sociales en el campo en lugar
de atenuarlas” (...) (Manrique, 2017, p. 168). Además, “se apoyaba, pues, los intereses
de la oligarquía establecida en Lima y de las grandes explotaciones azucareras de la
costa norte y, en menor medida” (Manrique, 2017, p. 169)

Las acciones mencionadas anteriormente, fueron el detonante para el


descontento de los campesinos y seguidamente las movilizaciones como indica
Manrique, “una gran oleada de movilizaciones campesinas comenzó a fines de los años
cuarenta y alcanzó su clímax entre los años 1956 y 1964. A diferencia de las
movilizaciones campesinas anteriores, todos los departamentos del Perú —con la
aparente excepción de Madre de Dios— se vieron involucrados. Se cerró así la
posibilidad de controlar el desafío exclusivamente a través de la represión armada
(Guzmán y Vargas 1981)”. (p. 182). Los movimientos fueron en parte resultado de
cambios estructurales como la incorporación del campesino en el circuito monetario, el
crecimiento de los medios de comunicación y carreteras.

Se suman otros factores como la sequía en la sierra sur de 1957. Además, “desde
la década de 1940, muchos comuneros reclutados por hacendados de cacao, azúcar, café
y té atraídos por la promesa de tierra a cambio de trabajo y la esperanza de convertirse
en granjeros independientes” (Manrique, 2017, p. 182) que fue un fraude. Los
campesinos exigían una reforma agraria para resolver las ya mencionadas dificultades.

2. Gobierno de Juan Velasco

La reforma agraria de la Convención y Lares en el sur ayudó a calmar los ánimos


en la región, sin embargo, motivó a otras regiones a movilizarse y conseguir los logros
que habían conseguidos sus hermanos.

El gobierno de Belaunde inicialmente había priorizado, en su campaña, la


ansiada reforma agraria entre otras propuestas y fue este el que le llevó a la presidencia.
No obstante, fue una desilusión por los resultados como indica Nelson Manrique:

“El gobierno de Fernando Belaunde constituyó una profunda desilusión


para quienes habían apostado a que el joven arquitecto cumpliría sus
promesas: solucionar el problema del petróleo en cien días, ejecutar una
reforma tributaria que permitiera redistribuir mejor el ingreso nacional y
la prometida reforma agraria, que quedó convertida en una caricatura,
pues el parlamento, controlado por la alianza apro-odriísta (...) hasta
octubre de 1968, cuando Velasco Alvarado dio el golpe que destituyó a
Belaunde.(2017, p. 194)

Debido a la incapacidad del gobierno de Belaunde de tomar acciones para evitar


una masiva movilización campesina y un posible origen revolucionario. Los militares
concluyeron que los civiles no harían las reformas sociales que era de suma importancia
para evitar el estallido de guerrillas como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR) y el Ejército de Liberación Nacional. Sin embargo, los militares enviados a
reprimir las movilizaciones campesinas llegaron a la conclusión de que las guerrillas
tenían razón en pedir cambios radicales en el país. Esto trajo consigo el golpe de estado
efectuado el 3 de octubre de 1968 por el General Juan Velasco Alvarado y la medida
más trascendental fue la reforma agraria. Las guerrillas revolucionarias y las fuerzas
policiales fueron amistadas porque ambas luchaban por las mismas transformaciones.
(Manrique, 2017, p. 194)

De acuerdo con Manuel Ormeño Prado quien tiene 72 años en la actualidad el


golpe de Velasco le hizo bien al país. Él recuerda el día 3 de octubre de 1968 cuando
juan velasco entró al palacio de gobierno y dio el golpe a Belaunde: Recuerdo que
Belaunde fue sacado del palacio en pijama nos dice Manuel. Manuel indica que
Velasco actuó en favor de los pobres. (Entrevista, 2019).
Reforma Agraria

Como la mayoría de las tierras estaban en manos de los varones del algodón y
azúcar que a su vez tenían el poder sobre el poder del agro peruano. Dicho grupo
controlaba los gremios de la propiedad rural. llamada la Sociedad Agraria Nacional
medio por donde protegían y defendían sus intereses personales presentándolos como
interés común. El golpe de Velasco seguido de la expropiación de las tierras que
anteriormente se los arrebató a los campesinos los tomó de sorpresa.

De acuerdo con Natalia Huayta Ccoralla, quien tiene 70 años en la actualidad,


indica que: en aquella época antes de Velasco las condiciones de vida en la sierra sur
del Perú (Puno) eran deplorables e inhumanos. Natalia recuerda: “Recuerdo desde los
doce años que mis padres trabajaban para un hacendado, que apellidada Cuquilla, por
un plato de comida. A Veces el patrón dejaba que trabajara una parcela de tierra con
la condición de que entregara el 90% de la producción; comparando con un plato de
comida era relativamente mayor en términos de cantidad, aun así, sigue siendo una
miseria. Por otro lado, no teníamos propiedad alguna, sino, sólo una pequeña porción
de tierra que el patrón nos prestó para vivir a cambio mis padres y nosotros sus hijos
trabajemos en sus tierras. En aquella época no se podía soñar con tener algún bien,
pero mis hermanos mayores que yo, me contaban que, en Cusco, algunos obreros, se
habían levantado en protesta de los hacendados y el gobierno envió a los policías para
que se los llevaran a la cárcel y nosotros teníamos miedo. (Entrevista, 2019)

Por otro lado, después de perder las tierras, los varones del algodón y azúcar no
ofrecieron resistencia alguna ni político ni militar. Esto último por una serie de razones
sucesivas como la crisis de los partidos políticos, la crisis agroexportadora y la crisis de
latifundios de la sierra. Demás, las haciendas fueron abandonadas por los hacendados
y los campesinos ocuparon dichas tierras. Manrique agrega:
(...) “los masivos movimientos campesinos de 1956-1964 habían herido
de muerte a los latifundios tradicionales serranos, y las guerrillas de 1965
fueron para los militares una señal de alarma con relación a la urgente
necesidad de encarar los problemas nacionales pendientes. Los militares
culminaron, pues, con la reforma agraria un proceso que ya era inevitable,
dada la crisis general del agro peruano (...). La reforma agraria se ejecutó
a través de la expropiación de las tierras a los terratenientes, pagándoles
en bonos convertibles si estos eran invertidos en el desarrollo industrial,
que era uno de los objetivos declarados del proceso”. (2017, p. 196)

Como efecto, el campesinado, es reconocido como ciudadano y se le atribuyó


las tierras para que el campesino las trabaje en comunidades. Pero la mayor parte de las
tierras se entregó a las unidades asociativas que fueron creadas con la reforma agraria.
El cual no fue bien aceptada por los campesinos, pues ellos querían que se les adjudique
individualmente. Por su parte el Gobierno de Velasco evitó la división de las tierras
para mantener la capacidad de producción de estas, pues al dividir se temía que la
producción llegue al mínimo o sea nula en manos del campesino propietario como
indica Nelson en las siguientes líneas:
“La motivación básica de los ideólogos de la reforma agraria era evitar el
fraccionamiento de las grandes unidades de producción (...). El modelo
básico fue el de la Cooperativa Agraria de Producción (CAP), que
pretendía imponerse a todo el agro, formando luego federaciones
regionales y una gran cooperativa central de carácter nacional. Como era
imposible convertir a las comunidades campesinas en cooperativas, se les
otorgó el rango de “empresas cooperativas comunales”, con consejos de
administración y vigilancia, lo que creó una nueva estructura de poder
paralela a la existente que favorecía especialmente a los jóvenes letrados
en desmedro de los comuneros de mayor edad, que habían pasado los
cargos políticos y religiosos, y que tradicionalmente eran las autoridades
elegidas. (2017, p. 1197)

Por otro lado, en la sierra sur, las comunidades campesinas pasaron a ser las
instituciones más importantes. Sin embargo, las únicas cooperativas que llegaron a
funcionar fueron las que se organizaron en base a las haciendas modernas como la del
norte y la sierra central en donde regía el trabajo por un salario, la división social del
trabajo y la unión del todo orgánico. (Manrique, 2017, p. 198).

Ante la fallida propuesta el campesinado reclamaba la entrega de las tierras.


Seguido de los levantamientos del campesinado en Apurímac y Andahuaylas por la
expropiación de sus tierras por los ex hacendados que violando la ley querían retomar
los ya expropiados terrenos. Finalmente, el gobierno de Velasco termina con
descontentos de los que alguna vez aplaudieron su actuar.

En la actualidad las comunidades campesinas siguen siendo la institución más


importante de la sociedad peruana. Sin embargo, en la historia del país dichas
comunidades no tuvieron mayor importancia.
Conclusiones

De los antecedentes ya mencionados podemos claramente, en mi opinión, reconocer


tres aspectos durante el periodo de 1930 a 1980. Primero la situación agrícola que en su
momento fue de suma importancia pues representaba la mitad de las exportaciones. Por otro
lado, trajo consigo una vasta lucha de imposiciones y dominio de un reducido grupo de
oligarcas que aprovechando la desventaja de los campesinos usurpó las tierras y posteriormente
introdujo la agricultura extractiva para aprovechar la demanda internacional con utilidades muy
satisfactorias. Se aprovechó de la mano de obra gratis de los campesinos para hacerse ricos.
Además, los grupos de poder se aseguraron de manipular y gestionar las leyes en favor de sus
intereses personales. Claramente se observa una época de esclavitud de los campesinos por
parte de los oligarcas.

Segundo, pese a un largo tiempo de esclavitud los aspectos sociales, culturales y


estructurales seguían evolucionando y consigo el pensamiento crítico de muchas dudas sobre
la desigualdad e injusticia hacia los más desfavorecidos. La expansión de los medios de
comunicación ha permitido compartir pensamientos, reflexiones y muchas interrogantes que
les ha permitido levantarse en protesta para reclamar sus derechos básicos. Las movilizaciones
campesinas acrecentaron su importancia a llegar a ser un tema de debate en el gobierno que
hasta ese entonces no los reconocía como ciudadanos. En los años posteriores, estas luchas, ya
formaba parte en las propuestas de los candidatos a la presidencia. Dichos movimientos
hicieron de presidente a Belaunde quien ante el poder de la oligarquía en los organismos del
Estado no tuvo ninguna actuación que atienda los reclamos de los campesinos el cual motivó
con mayor fuerza la creación de grupos revolucionarios.

Finalmente, la incapacidad de Belaunde de actuar acorde a los reclamos de los más


desfavorecidos sumado con escándalos de corrupción y la inminente formación de grupos
militarizados para imponer sus reclamos hizo que los militares intervinieran e hicieran el golpe
de estado de 1968. Para calmar los ánimos de toma de poder de los ya cansados campesinos a
quienes se le ha dejado de lado. La mayor petición de los trabajadores esclavizados fue la
reforma agraria. Sin embargo, el General Juan Velasco no actuó estrictamente al pedido de la
reforma sino para evitar una revuelta de revoluciones y crisis política inminente.
Referencias

Manrique, N. (2017) “Historia de la agricultura peruana”, Perú.

Ormeño, M. (2019). Caso Juan Velasco Alvarado [entrevista]. Lima.

Huayta, Natalia. (2019). Caso Reforma Agraria [entrevista]. Lima.

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