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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA

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GEOLOGIA APLICADA – 1523503T
ING. JULIO J. MENDOZA GARCÍA

INTRODUCCIÓN

Las rocas ígneas constituyen la mayor parte de las rocas de la corteza. Aún más, se
puede afirmar que la Geosfera, a excepción del núcleo, es una enorme roca ígnea
parcialmente recubierta por una muy delgada capa de rocas sedimentarias. La mayor
parte de las rocas de la corteza fueron formadas por el enfriamiento y cristalización del
magma bajo la superficie – actividad ígnea plutónica. Una pequeña proporción de este
magma alcanza la superficie y da lugar a todos los procesos y materiales asociados al
vulcanismo.

Los objetivos de esta segunda parte de la Unidad IV son los siguientes:

 Obtener un conocimiento básico sobre los factores que controlan la composición y


comportamiento de magmas y lavas.
 Lograr conocimiento esencial de las texturas de las rocas ígneas en su conjunto,
tanto de tipo intrusivo como extrusivas, así como de sus respectivas
composiciones.
 Tipos de rocas ígneas intrusivas y sus equivalentes extrusivos.
 Estructuras de los diferentes cuerpos plutónicos.

 Relación de los cuerpos intrusivos y de actividad volcánica con los límites entre
placas tectónicas.
 Valoración de las rocas ígneas desde el contexto de la ingeniería civil.

MAGMA, LAVA y ROCAS ÍGNEAS

El término magma se refiere a un material de roca fundida que está bajo la superficie
y lava es el magma que llega a la superficie. Al ser menos denso como roca fundida,
tiende a subir a la superficie donde puede derramarse como flujos de lava o ser
arrojado con fuerza a la atmósfera como material piroclástico.

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Las rocas ígneas se forman cuando el magma se enfría y cristaliza en el interior de la


corteza, formando rocas intrusivas o plutónicas, mientras que aquellas que son el
resultado de flujos de lava o por la acumulación y consolidación de material piroclástico
forman rocas ígneas extrusivas o volcánicas.

NATURALEZA DE LOS MAGMAS

Los magmas son materiales completa o parcialmente fundidos, que al enfriarse se


solidifica y forma una roca ígnea. La mayoría de los magmas se componen de tres
partes: un componente líquido, un componente sólido y una fase gaseosa.

La porción líquida (fundido) está compuesta por iones móviles de los elementos
comunes en la corteza terrestre, principalmente por silicio y oxígeno, así como por
cantidades menores de aluminio, potasio, calcio, sodio, hierro y magnesio.

Los componentes sólidos, si existen, son silicatos ya cristalizados desde la porción


líquida. A medida que el magma se enfría, aumentan el tamaño y la cantidad de
cristales. Hacia el final del enfriamiento, una masa de magma es, básicamente, un
sólido cristalino con cantidades menores de fundido.

El vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2) y el dióxido de azufre (SO2) son
los gases más comunes hallados en el magma y están confinados bajo la enorme
presión que ejerce la espesa columna de rocas suprayacentes. Estos componentes se
encuentran disueltos en la fase líquida hasta que el fundido cristaliza o se acerque a
la superficie, momento en que migran libremente por entre las fracturas.

Factores que inciden en su naturaleza

Composición. Según se expuso en la clase de los minerales, el silicio y el oxígeno son


los elementos más importantes de la corteza terrestre, seguidos por el aluminio, hierro,
calcio, sodio, potasio y magnesio.

El silicio, expresado como SiO2, es el constituyente primario de casi todos los magmas,
su contenido varía y sirve para diferenciar magmas félsicos, intermedios y máficos (ver
tabla). Un magma félsico contiene más del 65% de sílice y cantidades importantes de
sodio, potasio y aluminio, pero poca cantidad de calcio, hierro y magnesio. Por el

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contrario, los magmas máficos son pobres en sílice y proporcionalmente contienen


mayor cantidad de calcio, hierro y magnesio.

Tipos más comunes de magmas / Composición


TIPO CONTENIDO DE SILICE (%)
Máfico 45 - 52
Intermedio 53 – 65
Félsico >65
FUENTE: Wicander & Monroe (2000)

Temperatura: No se han realizado mediciones directas de temperaturas del magma


bajo la superficie. En general, las lavas arrojadas fluctúan entre los 1000ºC y 1200ºC,
aunque se han registrado temperaturas de 1350ºC sobre los lagos de lava hawaianos.
Poco se sabe de las temperaturas en lavas félsicas, porque sus erupciones son raras
y cuando ocurren son de naturaleza explosiva.

Viscosidad: El magma también se caracteriza por su resistencia a fluir (viscosidad). La


viscosidad es una medida de la resistencia a la deformación ante esfuerzos de tracción
o de corte. La viscosidad de algunos líquidos como el agua es muy baja, mientras que
la de otros líquidos es tan alta que fluyen con mucha lentitud pero muchas veces
disminuye con la temperatura. De manera general puede afirmarse que una lava a
mayor temperatura fluye con mayor facilidad que una a menos temperatura.

La viscosidad está directamente relacionada con el contenido de sílice. Las lavas


félsicas forman flujos lentos y espesos, mientras que las lavas máficas son flujos más
fluidos capaces de recorrer grandes distancias. Un flujo máfico en Islandia, en 1783,
fluyó cerca de 80 km.

ROCAS ÍGNEAS

Todas las rocas ígneas intrusivas y muchas extrusivas se forman cuando cristalizan
los minerales del magma. El comienzo de la cristalización ocurre cuando la
temperatura disminuye y se inicia el proceso de ordenamiento de los átomos para la
formación de las redes cristalinas de los futuros minerales. Esto ocurre a partir de

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núcleos que progresivamente se van convirtiendo en los cristales minerales que van a
componer la roca una vez se solidifique.

Cuando un magma se enfría lentamente, esa condición permite que los iones puedan
viajar a distancias relativamente grandes para incorporarse a los pocos núcleos
existentes, promoviendo el crecimiento de menos cristales pero de mayor tamaño.

Por otro lado, cuando el enfriamiento se produce más deprisa, por ejemplo en una
delgada capa de lava, los iones pierden rápidamente su movilidad y se combinan más
fácilmente, favoreciendo el desarrollo de numerosos núcleos embrionarios, que
compiten por los iones disponibles. Esto conduce a una masa sólida con
intercrecimiento de cristales pequeños.

Cuando el magma se enfría rápidamente puede no haber tiempo suficiente para que
los iones se dispongan en una red cristalina. El resultado es una masa de iones
desordenada y a esa textura se le denomina vítrea o vidrio volcánico.

Tipos de texturas ígneas

Textura afanítica (de grano fino).


Las rocas ígneas que se forman en
la superficie o como masas
pequeñas dentro de la corteza
superior, donde el enfriamiento es
relativamente rápido, poseen una
textura de grano muy fino, llamada
afanítica, donde los cristales son tan
pequeños que es imposible
distinguirlos a simple vista. Por ese
motivo, por lo general estas rocas
son caracterizadas por su color
claro, intermedio u oscuro.
Utilizando esta clasificación, en las
de color claro predominan silicatos
no ferromagnesianos y así

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sucesivamente. En muchas rocas afaníticas se observan los huecos dejados por las
burbujas de gas – vesículas, que escapan del material conforme se solidifica el
magma.

Textura fanerítica (de grano grueso). Se


forma en grandes masas de magma que
se solidifican lentamente a bastante
profundidad. Bajo estas condiciones se
desarrolla una textura de grano grueso
denominada fanerítica. Estas rocas
consisten en una masa de cristales
intercrecidos que son aproximadamente
del mismo tamaño y lo suficientemente
grandes como para que los minerales
individuales puedan identificarse a simple
vista sin la ayuda de un microscopio. TEXTURA FANERÍTICA
Generalmente el geólogo hace uso de una
lupa especial para ayudarse en la identificación.

Dado que las rocas faneríticas se


forman en el interior de la corteza
terrestre, su afloramiento en la
superficie sólo ocurre después de que
la erosión elimina el recubrimiento de
rocas que anteriormente lo cubrieron.

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TEXTURA FANERÍTICA FINA

Textura porfídica. Esta textura está asociada a una historia más compleja. Se trata de
cristales grandes, visibles a simple vista, llamados fenocristales rodeados de una
matriz de cristales mucho más finos. Esto ocurre cuando una gran masa de magma
localizada profundamente que comenzó a cristalizar lentamente con la formación de
cristales grandes sufre un cambio en sus condiciones de enfriamiento y empieza a
enfriarse más rápidamente dando lugar a una masa de cristales mucho más finos. A
estas rocas se les conoce como pórfidos.

Textura porfídica. Presencia de fenocristales de


feldespato con una matriz fanerítica de grano
medio a fino.
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Textura porfídica. La matriz en este caso es


afanítica

Textura vítrea. Durante algunas erupciones volcánicas la roca fundida es expulsada


hacia la atmósfera donde se enfría rápidamente. Bajo estas condiciones los diferentes
iones desordenados que componen la masa fundida quedan “congelados” antes de
poder unirse en una estructura cristalina ordenada. La obsidiana es un tipo de vidrio
natural de color marrón oscuro a negro, de aspecto similar a una piedra de vidrio
manufacturado.

Textura vítrea de la obsidiana.


Nótese su típica fractura
concoidea

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Textura piroclástica. Ciertas rocas ígneas se forman por la acumulación y


consolidación de fragmentos de roca individuales que son expulsados por las
erupciones volcánicas violentas y al asentarse en la superficie se consolidan para
formar depósitos más o menos coherentes, que, por su aspecto y origen, se asemejan
más bien a una roca sedimentaria clástica. Las partículas expulsadas pueden ser
cenizas muy finas, gotas fundidas o grandes bloques angulares arrancados de las
paredes del volcán durante la erupción. En ocasiones, como es el caso de las nubes
ardientes, los fragmentos finalmente se depositan a altas temperaturas que
contribuyen a soldar parte de las partículas.

Ignimbrita soldada
con textura piroclástica

Textura vesicular. Algunos magmas tienen grandes cantidades de agua, como vapor
de agua, y otros gases en solución cuando están fundidos. Estos gases pueden quedar
atrapados en la lava que se enfría y formar numerosas oquedades o cavidades
pequeñas llamada vesículas. Esto también puede presentarse asociado al vidrio
volcánico.

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Textura vesicular en vidrio volcánico

Basalto vesicular

Textura pegmatítica. En la textura pegmatítica la roca posee cristales interconectados


todos mayores de 1 cm de diámetro. La mayoría de las pegmatitas se encuentran
alrededor de los márgenes de plutones que se extienden en la roca huésped como
pequeñas masas o venas. Se forman en las últimas etapas de la cristalización, más
por la facilidad de movilización que tienen los iones formadores de cuarzo, feldespato
y mica, que por lentos procesos de cristalización. La mayoría de las pegmatitas son
parecidas al granito.

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Clasificación de las rocas ígneas

Como en los magmas, las rocas ígneas se caracterizan por su contenido de sílice:
máficas (45% a 52%), intermedias (53% a 65%) y félsicas (>65%).

Las rocas ígneas se clasifican sobre la base de la textura y composición. Dos rocas
pueden tener la misma constitución mineral pero diferente textura y, por consiguiente,
nombres diferentes. Por ejemplo, el granito es una roca plutónica de grano grueso que
tiene un equivalente volcánico de grano fino llamada riolita, ambas de la misma
composición pero en apariencia son totalmente diferentes.

El sistema de clasificación ilustrado en la figura siguiente se ha realizado sobre la base


de las proporciones de minerales claros y oscuros. Hacia el extremo izquierdo se
presentan rocas compuestas fundamentalmente por silicatos claros: cuarzo y
feldespato; las rocas de este tipos son de composición granítica (félsica). Hacia el otro
lado del espectro, se encuentran las rocas con cantidades sustanciales de silicatos
oscuros y plagioclasas ricas en calcio (pero no cuarzo). Estas rocas son de
composición basáltica (rocas máficas). Debido a su contenido de hierro las rocas
máficas son más densas y mucho más oscuras

Las rocas con una composición intermedia entre las graníticas y basálticas se dice que
tienen una composición intermedia o andesítica. Este tipo de rocas está asociada con
actividad volcánica en los márgenes de los continentes (vinculadas a zonas de
subducción oceánica continental).

Otro tipo de roca de importancia, la peridotita, está constituida primordialmente por


olivino y piroxeno. Se encuentra hacia el extremo opuesto con respecto a las rocas
graníticas y se les conoce como rocas ultramáficas. Son muy poco frecuentes en la
superficie terrestre. Se cree que son el constituyente principal del manto superior.

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MINERALOGÍA DE LAS ROCAS ÍGNEAS COMUNES

Otro aspecto importante en la composición de las rocas ígneas es su contenido de


sílice (SiO2). En las rocas félsicas el porcentaje puede superar el 70% mientras que en
las ultramáficas se encuentra por debajo del 45%. La abundancia o escasez de sílice
es paralela a la de otros minerales. Por ejemplo, una proporción baja de sílice va
emparejada con cantidades importantes de minerales oscuros ricos en hierro y
magnesio, como el piroxeno, y en plagioclasas cálcicas ricas en calcio, mientras que
una proporción alta de sílice (rocas félsicas) va acompañada de minerales claros con
bajo contenido de hierro y magnesio, y con especies ricas en sodio y potasio
(feldespatos potásicos y plagioclasas sódicas). En conclusión, la composición química
de una roca puede deducirse directamente sobre la base de su contenido de sílice.

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Denominación de las rocas ígneas más comunes

Tanto la textura como la composición son usadas para la clasificación de las rocas.

Las texturas son la consecuencia de la historia de enfriamiento mientras que la


composición es resultado de la constitución química del magma que les dio origen.
Dado que la clasificación considera tanto textura como composición, dos rocas de igual
composición mineralógica pero de diferente textura tendrán nombres diferentes. Por
este motivo, cada roca plutónica (como el granito) tiene su contraparte extrusivo (riolita).

Clasificación de los principales grupos de rocas ígneas según su composición y textura. Las
rocas de grano grueso son plutónicas y cristalizaron en profundidad. Las de grano fino son
volcánicas o solidificaron en pequeños plutones o cerca de la superficie terrestre.

Rocas félsicas (graníticas): Granito, riolita, obsidiana, pumita

Granito. El granito es una roca fanerítica compuesta por alrededor de 25% de cuarzo
y 65% de feldespato potásico y plagioclasa sódica. Los cristales de cuarzo suelen ser
vítreos y de color blanco o ahumado. El feldespato potásico y la plagioclasa son de

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color blanco a gris o rosa salmón y exhiben formas rectangulares. Cuando predomina
el feldespato potásico y es de color rosa oscuro, el granito adquiere colores casi rojizos.
Cuando el feldespato es de color blanco o gris la roca toma un color gris claro. Otros
constituyentes menores del granito son la mica moscovita y algunos silicatos oscuros
como la biotita y el anfíbol, cuya proporción es generalmente inferior al 10%.

El granito también puede tener textura porfídica, con cristales de feldespato de 1 cm o


más de longitud, repartidos entre una matriz de grano grueso de cuarzo y anfíbol.

El granito suelen ser productos secundarios de la formación de montañas. Es muy


resistente a la meteorización y forma el núcleo de montañas erosionadas como por
ejemplo, las formaciones montañosas del parque nacional Yosemite en la Sierra
Nevada de California.

Es una práctica común el utilizar el término granito a cualquier roca ígnea de minerales
claros que contenga cuarzo. Esa práctica, para los efectos de la geología aplicada es
útil en virtud de la sencillez.

Riolita. La riolita es el equivalente extrusivo del granito. Su color es marrón claro a


rosado, a veces, un gris muy claro. La riolita es afanítica y frecuentemente contiene
fragmentos vítreos y huecos indicativos de un rápido enfriamiento en un ambiente
superficial o bastante cercano a la superficie. Cuando la riolita presenta fenocristales,
son normalmente pequeños, de cuarzo y/o feldespato potásico. Los depósitos de riolita
son poco frecuentes y poco voluminosos. Sin embargo, el parque Yellowstone es una
excepción bien conocida.

Obsidiana. La obsidiana es una roca vítrea de color oscuro, generalmente marrón


oscuro a negro, que normalmente se forma cuando la lava rica en sílice se enfría
rápidamente. Bajo esta condición, no existe una estructura ordenada. Por esta razón
los vidrios volcánicos no están constituidas por minerales en el sentido estricto.

A pesar de su color oscuro, su composición se asemeja a la del granito y la riolita. Ese


color se debe a la existencia de iones metálicos. Posee fractura concoidal y, por su
capacidad para conservar bordes duros y cortantes, la obsidiana fue un material
preciado usado por los nativos norteamericanos para la elaboración de puntas de
flecha y útiles cortantes.

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Pumita. La pumita es una roca volcánica que, como la obsidiana, tiene textura vítrea.
Se forma cuando grandes cantidades de gases escapan a través de la lava en proceso
de rápido enfriamiento para generar una masa gris y porosa que muchas veces le
permite flotar en el agua. Su nombre común es piedra pómez y tiene muchos usos
industriales y cosméticos.

ASPECTO DE UNA MUESTRA DE GRANITO Y DE SU EQUIVALENTE EXTRUSIVO: RIOLITA

Obsidiana
Pumita

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Rocas intermedias (Diorita y Andesita)

Diorita. La diorita es una roca plutónica, de grano grueso que tiene un aspecto similar
al granito gris. Se diferencia de este último por la ausencia de cristales de cuarzo y
porque tiene una mayor proporción de minerales oscuros. Su composición básica es
plagioclasa rica en sodio y anfíbol, con cantidades menores de biotita. Debido a que
las proporciones de plagioclasa (blanquecina) y anfíbol (negra) son aproximadamente
igual, la diorita tiene un aspecto de “sal y pimienta”.

Andesita. La andesita es una roca de color gris medio, de grano fino y de origen
volcánico. Su nombre proviene de los Andes de América del Sur donde numerosos
volcanes están formados por este tipo de roca. Muchas estructuras volcánicas en el
océano Pacífico son de composición andesítica. En muchos casos muestra textura
porfídica y, cuando éste es el caso, los fenocristales son cristales claros y
rectangulares de plagioclasa o negros y alargados de anfíbol. Frecuentemente se
parece en color a la riolita; en estos casos, su identificación requiere el uso de
microscopio para verificar la presencia o ausencia de cuarzo. La andesita no contiene
cuarzo o en muy poca cantidad mientras que la riolita tiene un ± 25% de este mineral.

Diorita – roca plutónica de composición intermedia

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Andesita porfídica. Obsérvense los


fenocristales de plagioclasa con
cierto contenido de vesículas

Rocas máficas (Basalto y gabro)

Basalto. El basalto es una roca volcánica de grano fino y color verde oscuro a negro,
compuesta fundamentalmente por piroxeno y plagioclasa cálcica, con cantidades
menores de olivino y anfíbol. Cuando exhibe textura porfídica, presenta pequeños
fenocristales de plagioclasa cálcica de colores claros o fenocristales de olivino de
aspecto vítreo embebidos en una pasta oscura.

El basalto es la roca ígnea extrusiva más común. Muchas islas volcánicas, como las
de Hawái e Islandia, están compuestas fundamentalmente de basalto. Las capas
superiores de la corteza oceánica son de basalto. En zonas continentales existen
grandes áreas cubiertas por potentes capas de coladas basálticas, que han acumulado
espesores de hasta 3 km (parte central del estado de Oregón, EE. UU.

Gabro. El gabro es el equivalente intrusivo del basalto. Como el basalto, es de color


verde muy oscuro a negro y está compuesto fundamentalmente de piroxeno y de
plagioclasa rica en calcio. El gabro no es un componente común de la corteza
continental pero sí es un constituyente significativo de la corteza oceánica. Allí, las
erupciones y flujos basálticos fueron alimentados por depósitos subterráneos de
magma de composición máfica, algunos de los cuales acabaron por solidificar en
profundidad formando gabros.

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Muestras de basalto y gabro

Rocas piroclásticas (tobas, brechas)

Estas rocas por su aspecto más parecen sedimentarias que ígneas, aunque por su
origen son inequívocamente ígneas.

Las rocas piroclásticas son fragmentos expulsados durante una erupción volcánica
que posteriormente se acumulan en un depósito y consolidándose como una masa
coherente. Una de las rocas piroclásticas más comunes es la toba, compuesta por
diminutos fragmentos del tamaño de cenizas que se acumulan y cementan después
de su caída. Cuando estas cenizas permanecen suficientemente calientes como para
fundir el contacto entre ellas, a la roca resultante se le denomina toba soldada, también
conocida como ignimbrita.

Las rocas piroclásticas de tamaño mayor que la ceniza se denominan brechas


volcánicas. En las brechas las partículas pueden consistir en fragmentos que se
solidificaron en el aire, bloques provenientes de las paredes de la chimenea del volcán,
así como cristales y fragmentos vítreos.

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Las tobas y brechas no llevan implícita composición mineralógica, solo textural. Por
tanto, suelen utilizarse con un calificador, por ejemplo, toba riolítica.

Clasificación de los materiales piroclásticos según la


abundancia relativa de cenizas, lapilli y bloques y/o bombas.

Clasificación de rocas piroclásticas según su textura

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Toba volcánica

Brecha volcánica

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ORIGEN DE LOS MAGMAS

La forma más obvia de generar magma a partir de roca sólida consiste en elevar la
temperatura por encima del punto de fusión de la roca.

Se sabe que la temperatura aumenta entre 25ºC y 30ºC por km (gradiente geotérmico).
La temperatura a unos 100 km de profundidad oscila entre 1200ºC y 1400ºC. Sin
embargo, la presión de confinamiento a esas profundidades eleva el punto de fusión.
Entonces, cuando una roca sólida pero móvil del manto, que fluye hacia arriba de
manera muy lenta, puede eventualmente fundirse por disminución de la presión. Esto
es particularmente posible en las zonas de creación de corteza, en las dorsales
midoceánicas, donde el adelgazamiento de la corteza oceánica y los procesos de
extensión (divergentes), favorecen una disminución de la presión y ello puede conducir
a la fusión sin necesidad de un aumento en la temperatura.

Conforme asciende una roca


caliente del manto, se desplaza
hacia zonas de menor presión de
confinamiento. Esta disminución
de la presión puede ocasionar la
fusión, incluso sin calor adicional

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Las sustancias volátiles desempeñan un papel importante en la generación de


magmas en los límites de placas convergentes, donde la presión y altas temperaturas
que encuentra la placa que se hunde expulsan el agua contenida en ella, migrando
hacia el manto caliente que se encuentra por encima. Este proceso disminuye la
temperatura de fusión del manto, lo suficiente como para generar algunos fundidos.
Este magma basáltico puede provocar la fusión de la base de la corteza continental y
producir magmas secundarios andesíticos o riolíticos.

EVOLUCIÓN DE LOS MAGMAS

Dado que existe una gran variedad de rocas ígneas, sería lógico suponer que también
debe existir una variedad igualmente grande de magmas. Sin embargo, algunos
volcanes son capaces de generar lavas con diferentes composiciones. Este tipo de
información llevó a los estudiosos a examinar la posibilidad de que el magma pudiera
cambiar (evolucionar) bajo ciertas condiciones.

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Serie de reacción de Bowen.

Un magma cristaliza en un intervalo de al menos 200ºC. Por medio de experimentos


de laboratorio, Bowen demostró que conforme un magma basáltico se enfría, existe
un orden de cristalización de los minerales de acuerdo a su punto de fusión. Esta
cadena de cristalizaciones también tiene un efecto sobre la composición del remanente
del fundido a medida que van cristalizando aquellos que lo hacen a mayor temperatura.

De esta manera, durante el proceso de cristalización, la composición de la porción


líquida del magma va cambiando constantemente. Por ejemplo, en la etapa en la que
alrededor de una tercera parte del magma ha solidificado, el fundido carecerá casi por
completo de hierro, magnesio y calcio porque eses elementos son constituyentes de
los minerales que se formaron primero. Eso contribuye a que el líquido remanente sea
más rico en sílice, en sodio y potasio.

PLUTONES: ESTRUCTURA DE LOS CUERPOS INTRUSIVOS

Los plutones son las diferentes configuraciones que adopta el magma dentro de la
corteza. La actividad intrusiva solo puede estudiarse indirectamente, a diferencia de la
actividad volcánica o extrusiva. Solo pueden ser observados después de que la erosión
los ha expuesto en la superficie, aunque no se pueden duplicar las condiciones
existentes cuando estaban soterrados en las profundidades de la corteza.

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Los tipos de plutones se


definen por su geometría y
su relación con la roca a la
cual intrusionan (roca caja).
Son masivas o irregulares,
tabulares, cilíndricas o
fungiformes.
Asimismo, se describen
según su relación con la
roca caja: en discordantes
si cortan las capas, o con-
cordantes, si están de
forma paralela a las capas
de la roca caja1.

Los diques y mantos son plutones tabulares o en forma de hojas que se diferencian
porque los diques son discordantes, mientras que los mantos son concordantes.
Los diques, que en su mayoría son pequeños – miden 1 m o 2 m de ancho, presentan
un grosor que varía de unos cm a más de 100m, se emplazan o sitúan en zonas de
debilidad donde existen fracturas o donde la presión del fluido es lo bastante grande
para que ellos mismos formen sus propias fracturas durante el emplazamiento.

Los mantos son plutones concordantes, miden 1m o menos de grosor aunque eso
puede variar. La mayoría de los mantos se han introducido en rocas sedimentarias.
Los volcanes erosionados revelan que estas características se inyectan en pilas de
rocas volcánicas, se emplazan, a diferencia de los diques que siguen zonas de
debilidad, cuando la presión del líquido es tan grande que el magma introducido
levanta realmente las rocas suprayacentes. Cabe mencionar además que los mantos
son cuerpos intrusivos aplanados.

1
Estos conceptos de discordancia o concordancia asumen que la roca caja es estratificada, o sea, sedimentaria
dispuesta en capas o estratos horizontales. Este tipo de relación pierde sentido si el plutón llegase a intrusionar
una roca masiva como otra roca ígnea. En estos casos, es preferible usar el término dique para intrusiones
tabulares verticales o con un ángulo alto y mantos o sills para estructuras horizontales o subhorizontales.

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GEOLOGIA APLICADA – 1523503T
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Los lacolitos comparten con los mantos la característica de ser concordantes pero,
en lugar de ser tabulares, tienen una geometría fungiforme (en forma de hongo).
Tienden a tener un piso plano y en su parte media se les forma una cúpula o bóveda.
La mayoría de los lacolitos son cuerpos pequeños.

Las chimeneas y cuellos volcánicos. La chimenea es la estructura por la cual el


magma sube a la superficie, y es el conducto que conecta el cráter del volcán con una
cámara magmática subyacente. El cuello volcánico se forma cuando un volcán cesa
de hacer erupción, ya que se erosiona al entrar en contacto con el agua, gases y
ácidos, la montaña se gasta con el tiempo pero el magma que se solidificó en la
chimenea suele ser más resistente quedando a menudo un remanente

Batolitos y troncos. Los batolitos son los cuerpos intrusivos más grandes que tienen
como mínimo 100 km2 de superficie y muchos alcanzan dimensiones mayores. Son
discordantes en general y la mayoría están formados de múltiples intrusiones, es decir,
se producen por intrusiones voluminosas y repetidas de magma en la misma área. Los
troncos, en cambio, tienen las mismas características generales de los batolitos pero
son más pequeños.

ROCAS ÍGNEAS EN VENEZUELA / SUS USOS Y VALORACIÓN

Las rocas graníticas son muy abundantes en el cratón2 de Guayana, específicamente


en los estados Bolívar y Amazonas. En el resto de Venezuela existen varios plutones
pero han sufrido cierto grado de metamorfismo y, por lo tanto, en realidad más bien se
trata de gneises3.

El mayor uso que se le da a los granitos en Venezuela es en el área de construcción,


específicamente en el área de topes para cocina y usos similares. Es una industria
creciente, ubicada mayoritariamente en el estado Bolívar, aunque un cuerpo granítico
de colores claros, ubicado en El Baúl, estado Cojedes, está siendo usado con los
mismos propósitos.

2
Un cratón es una masa continental muy antígua (Precámbrico) que, desde entonces, no ha sufrido mayores
fragmentaciones o deformaciones, al no haber sido afectadas por movimientos orogénicos
3
El gneis es una roca metamórfica foliada de grano grueso o bandeada --- será estudiada en la subunidad de
rocas metamórficas

Unidad 04 (II) Rocas ígneas – Pág. 24


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En Venezuela no existen rocas extrusivas o de tipo piroclástico. La formación 4 Copei,


de edad Jurásico – Cretácico temprano, y que aflora al norte del estado Sucre, incluye
dentro de su secuencia, metalavas y metatobas, pero, nuevamente, al estar
metamorfizadas no pueden considerarse como rocas ígneas.

El granito, usando el término en el sentido amplio que normalmente le daremos en


geología aplicada, en su estado fresco (no meteorizado), presenta condiciones
geotécnicas muy favorables. Como material de fundación es excelente y es capaz de
soportar elevadas presiones de contacto, siempre y cuando se demuestre la no
existencia de fracturas de descompresión. Estas fracturas pueden favorecer la entrada
de agua y los agentes de meteorización pueden ocasionar el desarrollo de minerales
arcillosos, lo que podría conducir a asentamientos indeseables.

Como agregado para la elaboración de concreto es excelente, ya que es un material


muy resistente y su textura rugosa proporciona excelente adherencia con la pasta del
cemento. En cuanto a las arenas provenientes de granitos meteorizados, deben ser
lavadas para eliminar arcillas y micas. Por ese motivo, debería desconfiarse de las
arenas naturales provenientes de granitos.

BIBLIOGRAFÍA

López M., J. M. (2002) Geología aplicada a la Ingeniería Civil. CIE Inversiones


Editoriales Dossat 2000, Madrid, 564 p.
Tarbuck, E. & Lutgens, F. (2015) Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología
física. Pearson Educación S.A., España. 700 p.
Wicander, R. & Monroe, J. (2000) Fundamentos de geología. International Thomson
Editores, S.A. de C.V. México. 445 p.
Wikipedia – entradas varias

4
Una formación litológica es un conjunto de rocas con una composición y estructura común, enmarcada en un
lapso de tiempo geológico particular, que se diferencia y distingue de las adyacentes.

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Explotación de una cantera de granito masivo, en bloques de grandes dimensiones para


luego ser cortados en delgadas “tablas” y finalmente pulidos para su comercialización.

Una variedad de granito rosado ya


preparado para su comercialización

Unidad 04 (II) Rocas ígneas – Pág. 26

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