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Agua subterránea:

El agua subterránea representa una fracción importante de la masa de agua presente en


los continentes, bajo la superficie de la Tierra, tanto en el suelo como en el subsuelo

El agua del subsuelo es un recurso importante y de este se abastece a una tercera parte de
la población mundial, pero de difícil gestión, por su sensibilidad a la contaminación y a
la sobreexplotación. El agua subterránea es parte de la precipitación que se filtra a través
del suelo hasta llegar al material rocoso que está saturado de agua. El agua subterránea se
mueve lentamente hacia los niveles bajos, generalmente en ángulos inclinados (debido a
la gravedad) y finalmente llegan a los arroyos, los lagos y los océanos.

Cuando la lluvia cae al suelo, parte de ella fluye a lo largo de la superficie de la tierra a
los chorreos, ríos y lagos, alguna hidrata la tierra. Parte de esta agua se utiliza por la
vegetación; alguna parte evapora y vuelve a la atmósfera.

Clases de agua subterránea según su origen:

Las aguas subterráneas pueden dividirse en varias clases atendiendo a distintos factores:
origen, condiciones de yacimientos, propiedades hidráulicas, composición química, etc.

Atendiendo a su origen se distinguen varias clases de las aguas subterráneas:

Aguas de infiltración:

Son originadas como resultado de la penetración a la profundidad de las aguas meteóricas.


Como es notorio, en el globo terrestre tiene un lugar un ciclo hidrológico ininterrumpido
que abarca las aguas atmosféricas, las superficiales y las subterráneas. Bajo la acción del
calor solar, el agua de los océanos, mares y ríos se evaporan y satura el aire con vapores
acuosas.

Aguas de condensación:

En ciertas zonas climáticas, como por ejemplo, en los desiertos, se observan fenómenos
difícilmente explicables por la teoría de la infiltración referente al origen de las aguas
subterráneas.
Aguas fósiles o congénitas:

Son aguas de cuencas marinas, lacustres y fluviales, que se han conservado en sedimentos
respectivos aún después de la transformación de estos en roca.

Aguas juveniles:

Es el agua de muchos manantiales situados en regiones de actividad volcánicas actual o


reciente de las montañas jóvenes, tienen una temperatura elevada y contiene disueltas
compuesto y componentes gaseosos insólitos para las condiciones superficiales.

Clases de agua subterránea según su condición de yacimiento:

Atendiendo a las condiciones de yacimiento, se distinguen cuatro tipos principales de


aguas subterráneas.

Aguas suspendidas:

Son los subterráneos que yacen a escasa profundidad bajo la superficie de la tierra, en la
zona de aeración. Se hallan por encima de las freáticas, allí donde se verifica la infiltración
de las precipitaciones atmosféricas, siendo, además limitada su extensión.

Aguas freáticas:

Son sumamente difundidas. Son aguas del primer horizonte acuífero que descansa sobre
la primera capa impermeable más o menos continua. Pueden acumularse tanto en las rocas
sueltas porosas como en las rocas duras agrietadas, la zona de alimentación coincide con
la de su disfunción.

Aguas confinadas:

Se diferencian de las anteriores solo por el hecho de hallarse confinadas entre dos capas
impermeables continuas. Son difundidas en regiones de topografía accidentada.

Aguas artesianas:
Se originan bajo condiciones estructurales favorables. La mayoría de las veces se
encuentran en los pliegues sinclinales y monoclinales de las capas de rocas.

Acuíferos:

Un acuífero es un terreno rocoso permeable dispuesto bajo la superficie, en donde se


acumula y por donde circula el agua subterránea. En un acuífero "libre" se distinguen:

 Una zona de saturación: que es la situada encima de la capa impermeable, donde


el agua rellena completamente los poros de las rocas. El límite superior de esta
zona, que lo separa de la zona vadosa o de aireación, es el nivel freático y varía
según las circunstancias: descendiendo en épocas secas, cuando el acuífero no se
recarga o lo hace a un ritmo más lento que su descarga; y ascendiendo, en épocas
húmedas.
 Una zona de aireación o vadosa: es el espacio comprendido entre el nivel freático
y la superficie, donde no todos los poros están llenos de agua.

Acuíferos según su textura:

Desde el punto de vista textural, se dividen también en dos grandes grupos: los porosos y
fisurales.

En los acuíferos porosos: el agua subterránea se encuentra como embebida en una


esponja, dentro de unos poros intercomunicados entre sí, cuya textura motiva que existe
"permeabilidad" (transmisión interna de agua), frente a un simple almacenamiento.

En los acuíferos fisurales: el agua se encuentra ubicada sobre fisuras o diaclasas,


también intercomunicadas entre sí; pero a diferencia de los acuíferos porosos, su
distribución hace que los flujos internos de agua se comporten de una manera
heterogénea, por direcciones preferenciales.

Según su comportamiento hidrodinámico

Por último, desde un punto de vista hidrodinámico, de la movilidad del agua, podemos
denominar, en sentido estricto:
Acuíferos: Buenos almacenes y transmisores de agua subterránea (cantidad y
velocidad) por ejemplo arenas porosas

Acuitardos: Buenos almacenes pero malos transmisores de agua subterránea (cantidad


pero lentos) por ejemplo suelos limoso

Acuícludos: Pueden ser buenos almacenes, pero nulos transmisores por ejemplo suelos
arcillosos

Acuífugos: Son nulos tanto como almacenes como transmisores.

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