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Catedra bolivariana

BOLIVAR CONTINENTAL

Acciones del gobierno posteriores a Carabobo

Acciones Posteriores después de Carabobo:

Después de la Batalla de Carabobo, Bolívar amplía su visión para observar el panorama y buscar la
manera de asegurar la libertad de toda América. Sabe que mientras haya países bajo el dominio
español, la República de Colombia no puede considerarse totalmente libre.

Organiza en forma provisional el gobierno y dicta algunas medidas. Entre ellas, dejar en sus cargos
a los regidores y alcaldes de la capital, declarar en vigencia la ley de sobre secuestros de propiedades
de los emigrados dictada en Angostura y exigir empréstitos a los comerciantes y hacendados para
la confección de uniformes militares. Pero estos empréstitos no dieron el resultado esperado debido
a las condiciones paupérrimas en que se encontraba Venezuela. Sin embargo, Santander envió
desde Bogotá a Bolívar treinta mil pesos para que emprendiera con su ejército el viaje hacia Nueva
Granada.

Bolívar encomendó una misión diplomática a Sucre, con el fin de dirimir en forma correcta las
diferencias con Mariño. La gestión diplomática de Sucre hace posible la firma de dos tratados, uno
de armisticio que se convirtió en un instrumento estratégico para fortalecer la causa de la
Independencia Y otro, más importante aún, el Tratado de Regulación de la Guerra, suscrito el 26 de
noviembre de 1820. Es allí donde se pone de relieve la magnanimidad de Sucre; él mismo redacta
los artículos de dicho tratado mediante el cual se pone fin a la guerra. Es el recuerdo de la suerte
que corrieron sus hermanos lo que le inspira a redactar los artículos 2 y 4 de dicho Tratado, que
establecen normas categóricas para que la guerra entre España y Colombia se haga como lo hacen
los pueblos civilizados.

Congreso y constitución de Cúcuta 1821

planes para panama y congreso de cucuta 1821

Planes para Panamá: Asamblea convocada por Simón Bolívar en la ciudad de Panamá, para crear
una federación de países hispanoamericanos independientes. Se desarrolló entre el 22 de junio y el
5 de julio de 1826 y contó con la participación de la Gran Colombia, México, Perú, Bolivia y
Guatemala. Enviaron observadores Gran Bretaña y los Países Bajos, pero no acudió Estados Unidos,
que había sido invitado. Se acordó un tratado perpetuo de unión y confederación, la creación de un
Ejército interamericano para la defensa común y la renovación bianual del Congreso, al que se
podrían sumar otros países. Debido a las rivalidades entre los distintos países y a la oposición de
Estados Unidos, que no deseaba la formación de un sistema de estados federados en América del
Sur, los acuerdos sólo fueron ratificados por la Gran Colombia y no tuvieron consecuencias efectivas.
Logró reunirse en una segunda ocasión, a convocatoria de México, muy pocos años después.

Congreso de Cúcuta 1821: El principal objetivo de este congreso fue unificar a la Nueva Granada
(Colombia y Panamá) y Venezuela mediante la Constitución de Cúcuta y así crear un enorme estado
conocido en ese entonces como República de Colombia. Posteriormente Quito (Ecuador) hizo parte
de esta enorme nación.

Juramento como presidente de Colombia

Simón bolívar dice en su juramento “Señor, espero que me autoricéis para unir con los vínculos de
la beneficencia a los pueblos que la naturaleza y el cielo nos han dado por hermanos. Completada
esta obra de vuestra sabiduría y de mi celo, nada más que la paz nos puede faltar para dar a
Colombia todo, dicha, reposo y gloria. Entonces, Señor, yo ruego ardientemente, no os mostréis
sordo al clamor de mi conciencia y de mi honor que me piden a grandes gritos que no sea más que
ciudadano. Yo siento la necesidad de dejar el primer puesto de la República, al que el pueblo señale
como al jefe de su corazón. Yo soy el hijo de la guerra; el hombre que los combates han elevado a
la magistratura: la fortuna me ha sostenido en este rango y la victoria lo ha confirmado. Pero no son
éstos los títulos consagrados por la justicia, por la dicha, y por la voluntad nacional. La espada que
ha gobernado a Colombia no es la balanza de Astrea, es un azote del genio del mal que algunas
veces el cielo deja caer a la tierra para el castigo de los tiranos y escarmiento de los pueblos. Esta
espada no puede servir de nada el día de paz, y éste debe ser el último de mi poder; porque así lo
he jurado para mí, porque lo he prometido a Colombia, y porque no puede haber república donde
el pueblo no está seguro del ejercicio de sus propias facultades. Un hombre como yo, es un
ciudadano peligroso en un Gobierno popular; es una amenaza inmediata a la soberanía nacional. Yo
quiero ser ciudadano, para ser libre y para que todos lo sean. ¡Qué vivo entusiasmo excita en el
ardiente pecho de todo sensible patriota, la heroica franqueza de estas palabras! Yo soy el hijo de
la guerra, el hombre que los combates han elevado a la magistratura: la fortuna me ha sostenido en
ese rango, y la victoria lo ha confirmado. Un hombre como yo es un ciudadano peligroso en un
gobierno popular, es una amenaza inmediata a la soberanía nacional. Aprended de un héroe
americano, o tiranos legítimos de Europa, el verdadero lenguaje de la virtud, de la razón, y de la
gloria.

2do tema
Campaña del Sur

Fueron campañas militares que emprendió la Gran Colombia al sur de su territorio entre 1821 y
1826 contra el dominio español en la América del Sur y que tuvieron una importancia decisiva para
la independencia de las actuales repúblicas de Ecuador, Perú y Bolivia.

Batalla de la bombona

El 7 de abril ve Bolívar una fuerza enemiga acercarse al otro lado de la quebrada de Cariaco. De una
vez manda a Torres a atacar pero el entiende mal y eso permite que el enemigo se apodere de una
estratégica colina. El Libertador le grita que es mejor que entregue el mando al Coronel Barreto que
seguramente cumpliría mejor las órdenes. Torres le contesta, que si no es digno de servir como
General lo hará como soldado y se coloca en la primera línea de la tropa. Conmovido Bolívar lo
vuelve a poner frente al frente de su regimiento.

Los patriotas empeñan la batalla en condiciones desfavorables ya que la posición de los españoles
era apoyada a la derecha en el volcán de Pastos y a la izquierda en los bosques de el Guaitara.
Ataco de frente al enemigo para desalojarlo de sus fuertes posiciones.

Los realistas eran 2200 partidarios, dispuestos a sacrificarse antes de ceder un solo palmo de
terreno: Los ataques los realiza la División de León Torres sufriendo grandes pérdidas, incluyendo
su jefe que recibe una herida mortal y muere varios días después. Diezmados también los españoles,
un ataque de flanco dado por la División Valdés en la parte alta define la batalla.

El ejército libertador tiene 341 heridos y 116 muertos, los realistas 250 muertos, heridos y
prisioneros.

La batalla de Bombona logra que los realistas de Pastos no salieran a defender a Quito.

Negativamente Bolívar tuvo que alejarse al Peñol ya que no recibió socorros de ninguna clase de
Bogotá. A Sucre no le llegaron las órdenes de avanzar a Quito. Si esto se hubiera realizado el
Libertador atacaría de nuevo y acababa con la amenaza de los pastusos después de Bombona.

Bombona le abre al Libertador las puertas del sur del continente y todas las provincias del Virreinato
granadino son incorporadas a Colombia.

Guayaquil era una plaza estratégica sobre el Océano Pacifico. Pertenecía a la Presidencia de Quito y
esta era parte de la Republica de Colombia. Perú quería anexarla a su territorio.

El General San Martín, Protector del Perú quería hacer efectivo los deseos de anexión Sucre
comandaba las fuerzas colombianas enviadas en auxilio de la ciudad, desarrolla una acción de
diplomacia y logra que la Junta de Gobierno reconozca al gobierno Colombiano.

Los jefes de Guayaquil y de toda la región le encargan la misión de reorganizar el ejército y la


economía del país.

Sucre como era común en el se entrega a esta misión.

Preparado el ejército, se inicia la campaña de Quito, la cordillera de Los Andes era el enemigo más
difícil. Sucre actúa con cautela. En Yaguachi obtuvo una victoria que eleva la moral de su ejército.

En Guachi es derrotado pero no se rinde ante esta prueba.

Bolívar es hostilizado por guerrillas realistas y tiene que retirarse al Peñol, combatiendo
desesperadamente. Sucre le escribe participándole su entrada en Cuenca y de sus planes de ataque
a Quito.

A las tropas del Libertador le llegan refuerzos, 400 hombres miserablemente vestidos y armados,
días más tardes 400 hombres más, con lo que sus fuerzas volverán a ascender a 2000.

Las aplastantes victorias de Sucre en Cuenca y Quito evitan que Bolívar sea aplastado. En Río Bamba
el cumanés abate la caballería de los españoles
Acción diplomática de sucre

Batalla de pichincha

La Batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, a más de
3.000 metros sobre el nivel del mar, justo arriba de la ciudad de Quito, en el Ecuador actual. Ocurrió
en el contexto de las guerras de independencia de Sudamérica. En esta ocasión enfrentó al ejército
independentista bajo el mando del General venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista
comandado por el Mariscal de Campo Melchor Aymerich. La derrota de las fuerzas realistas leales a
España condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que
pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la
jurisdicción administrativa colonial española de la que eventualmente emergió la República del
Ecuador.

Encuentro de bolívar y sucre en quito


Encuentro de Bolívar y San Martin: Al mediodía del 26 de julio de 1822, San Martín con su comitiva
y una pequeña escolta hasta la casa escogida para el encuentro con Bolívar. San Martín fue a
Guayaquil a solicitar la unión de los dos ejércitos para terminar la guerra de la independencia de
América del Sur. En los días previos al encuentro también había solicitado refuerzos a Chile y las
provincias del norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Además le propuso a Bolívar la
Jefatura Suprema del que tendría que ser el ejército unido libertador y le ofreció servir a sus
órdenes, pero en vista que Bolívar no aceptó, San Martín decidió dejarle campo libre para que
Bolívar concluyera dicha gesta libertadora. Guardó el secreto de lo tratado en la entrevista pues la
guerra de la Independencia no estaba concluida y los realistas tenían un importante ejército en el
Alto Perú. Como conclusión, puedo decir que el tema militar fue el punto central de la entrevista y
que al producirse el desencuentro se produjo también el desencanto. Ambos personajes no
quedaron satisfechos con la entrevista y es por ello que en sus testimonios se trasluce ese
desconcierto y esa desilusión.

Anexión de Guayaquil a Colombia: Entrevista de Bolívar y San Martín. Ascenso al Chimborazo. Delirio
sobre el Chimborazo:

La primera llegada de Bolívar a Guayaquil se produjo el 11 de julio de 1822. La tradicional cortesía y


generosidad guayaquileña hizo que sea recibido con grandes muestras de júbilo: no se recibía al
“Libertador”, puesto que Guayaquil se había independizado dos años antes y sin su ayuda; se recibía
simplemente a un gran hombre de América.

Durante casi una hora y acompañado por Olmedo, Roca y Jimena -miembros de la Junta de
Gobierno-, cabildantes y personas notables de la ciudad, Bolívar caminó en medio de la algarabía de
la multitud entre los aplausos y el tremolar de las banderas de Colombia y Guayaquil.

Guayaquil sabía que ella representaba la esencia de la libertad y, generosa como era, sabía también
que, así como su participación había sido determinante para dar la libertad a Quito y consolidar la
independencia de Colombia, de ella dependía también en gran parte la libertad del Perú; por eso,
queriendo compartir su independencia y su condición de República soberana, Guayaquil aclamó a
Bolívar con expresivos gritos de “Viva Colombia... viva el Libertador” o “Viva Bolívar... Viva el Perú”.

Muchos han querido ver en el entusiasmo guayaquileño un oculto deseo de ser anexados a
Colombia o al Perú, e indudablemente así pudo ser; pero el deseo de mantenerse independiente lo
constató el propio Bolívar, cuando desde veredas y balcones -por encima de los vivas a Colombia y
Perú- la gran mayoría de guayaquileños lo saludó expresándole con voz emocionada “Viva Guayaquil
Independiente”; confirmándole así su deseo de no ser anexados a ningún país extranjero.

Por otro lado, ¿por qué querría Guayaquil anexarse a Colombia, con la que debido a las distancias
desde épocas coloniales no la unía ningún vínculo? o, ¿por qué querría anexarse al Perú, que aún
permanecía bajo el dominio español?

Y no podía ser de otra manera. “El pueblo de Guayaquil había declarado su independencia sin la
intervención de otros pueblos. Libre por sí mismo, por nadie libertado, tenía perfecto derecho para
darse un gobierno propio o por escoger la nacionalidad que más le conviniese. Recibió auxilio y
armas del Perú y soldados de Colombia para sostener su independencia, pero a cambio, agotó sus
recursos pecuniarios y dio su contingente de tropas para libertar las provincias de Quito en cuatro
campañas sucesivas. Los colombianos no figuran solos en la batalla del Pichincha que terminó la
guerra. Atenidos a ellos solos no habrían podido librar esa memorable batalla, a la cual concurrieron
dos batallones peruanos, un escuadrón argentino y un batallón de guayaquileños”

Ante la complejidad de esta situación y envuelto en su megalomanía frustrada ante un pueblo que
logró ser libre sin su participación y que por el contrario, le había abierto sus puertas para que pueda
continuar sus campañas, Bolívar se negó a aceptar la existencia de un estado soberano que pudiera
ensombrecer su grandeza, y respaldado por una fuerza de 1.300 bayonetas que lo acompañaba,
inventó un estado de caos republicano para justificar una resolución violenta que se produjo el 13
de julio cuando de manera prepotente y abusiva asumió el mando civil y militar de la provincia, se
proclamó Jefe Supremo y a través de su secretario envió a la Junta de Gobierno un oficio en el que
decía: “S. E. el Libertador de Colombia, para salvar al pueblo de Guayaquil de la espantosa anarquía
en que se halla, y evitar las funestas consecuencias de aquella, acogió, oyendo el clamor general,
bajo la protección de Colombia al pueblo de Guayaquil; encargándose S. E. del mando político y
militar de esta ciudad y su provincia...”

Esta comunicación, que ni siquiera llevaba la firma del Libertador, fue recibida con indignación por
los miembros del cabildo guayaquileño, quienes comprendieron que ante tal atropello no podían
ofrecer ningún tipo de oposición.

Así, de manera artera, Bolívar ocupó y tomó por la fuerza la ciudad capital de la Provincia Libre de
Guayaquil, poniendo fin a un año y nueve meses en que había permanecido independiente y
soberana, con un gobierno propio representado por una Junta que había sido elegida
democráticamente por voluntad del pueblo, con un territorio definido que con sus 53.000 km2
integraba en un solo Estado todos los territorios de las actuales provincias de Manabí, Bolívar, Los
Ríos, Guayas y El Oro; el sur de Esmeraldas, y las estribaciones de la cordillera occidental, con una
Constitución conjugada en el Reglamento Provisorio de Gobierno, con un periódico, el Patriota de
Guayaquil, que circulaba regularmente informando y orientando a la ciudadanía a través de una
libertad de prensa sin tapujos ni intereses; con un ejército, la División Protectora de Quito, que con
patriotismo había regado con su sangre todos los campos de batalla para libertar a toda la audiencia;
con una marina, representada por la goleta Alcance y sus fuerzas sutiles; con una bandera la gloriosa
celeste y blanco que había flameado en todos los campos de batalla durante las luchas por la
independencia; y una condición de Estado Soberano reconocida por Colombia y Perú y, sobre todo,
por el representante de la corona española, Melchor Aymerich, Presidente de la Audiencia de Quito,
quien en su oportunidad había escrito a Olmedo, dirigiéndose a él como Presidente de la Junta de
Gobierno de Guayaquil.

“Papel mojado fue para Bolívar el Acta de Independencia de Guayaquil, no le importó la libre
determinación de la provincia, nada dijo el derecho de gobierno de los pueblos al lector de
Montesquieu y de Rousseau, no franqueó sino que rompió las puertas de la ciudad, la prepotente y
abusiva actitud de Bolívar puso fin a la natural alegría de la ciudad, y acalló los gritos que expresaban
su voluntad independentista. El glorioso pabellón celeste y blanco fue arriado y sustituido por el
tricolor de Colombia que fue izado en el muelle, se disolvió la Junta de Gobierno de Guayaquil y sus
miembros, atropellados por el dictador, tuvieron que abandonar el país.

Consumado el abuso, Bolívar se preparó para recibir al Gral. San Martín, con quien se había citado
en la ciudad que acababa de someter.

Ante estos hechos, los guayaquileños, indignados, escribieron en los muros y paredes de la ciudad:
“Aquí tremoló la intriga... Un tricolor sostenido por la fuerza, con mengua de los derechos del pueblo
guayaquileño”.

Cuando en la mañana del 26 de julio llegó a Guayaquil el Gral. San Martín, con intenciones de
anexarla al Perú, en el mismo muelle fue recibido por Bolívar quien estrechó su mano diciéndole:
“Bienvenido a Colombia...” Pocos días después, el 31 de julio de 1822, la asamblea provincial o
colegio electoral -presionado por Bolívar- ratificó lo hecho y declaró que desde ese momento
Guayaquil quedaba para siempre restituido a Colombia.

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