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Logica 3
Logica 3
Derecho 2-C
Capítulo 3
Manuel Atienza
Jhosner Micolta
1° de Octubre de 2019
El surgimiento de la nueva retórica
En relación al capítulo 2 del texto, el texto hace alusión al autor que fue el más grande
contribuyente a este resurgimiento de la retórica, Chaim Perelman.
Perelman nació en 1912 y murió en 1984, se dedicó en sus inicios a la lógica formal y escribió su
tesis sobre Frege, el padre de la lógica moderna.
En 1945 durante la ocupación Nazi, emprendió un trabajo sobre la justicia intentado aplicar el
método positivista de Frege, es decir eliminar la idea de todo juicio de valor ya que estos en si no
pueden ser llamados racionales.
Su tesis iba de formular una noción valida de justicia formal enunciada así: ‘Se debe tratar igual a
los seres pertenecientes a la misma categoría’. Pero esto cuenta con unos criterios los cuales se
distinguían según Perelman de la siguiente manera:
Pero si se detallan los últimos criterios se puede decir que los últimos de ellos implican un juicio de
valor, y esto llevo a Perelman a plantearse de cómo se razona a propósito de valores. A esta última
cuestión la respuesta fue encontrada con el tipo de razonamientos dialecticos en la obra de
Aristóteles en el año de 1950 y esto desencadena la obra más importante de la que fue parte
Olbrecht-Tyteca quien lo doto de una sistematicidad.
Crítica conceptual.
El mayor problema de Perelman en su obra es la imprecisión de sus conceptos, pues defiéndela tesis
de que los argumentos imprecisos, más que ser inevitables, juegan un papel importante en la
concepción de derecho; sin ningún tipo de limitación que se le dé a las imprecisiones no habrá
discurso que esclarezca las oscuridades de las subjetividades.
El auditorio universal.
Se tilda la idea de ambigua por presentarse de distintas formas, de un lado se muestra como una
construcción dependiente en entera medida del orador; se entiende, por otro lado, que el auditorio
universal (ideal) está basado en el imperativo categórico establecido por Kant, quien invita a
comportarse como un juez que decide sobre un principio fundamental.
Crítica ideológica.
Desde el punto de vista ideológico, la crítica que se hace al modelo de Perelman es el
conservadurismo que presenta su teoría, lo que produce oscuridad en las nociones del aspecto
normativo de los criterios de argumentación, tales como pluralidad (problemas inevitables entre
individuos que deben ser canalizados hacia instituciones), razonabilidad (lo que no es razonable, no
es derecho) e imparcialidad (tratar de manera igual casos semejantes), dejando a la hora de tratar un
caso específico sin criterios posibles de racionalidad o razonabilidad por su talante conservador.
Critica de la concepción de derecho y el razonamiento jurídico.
Para Perelman el positivismo jurídico se caracteriza por eliminar del derecho toda referencia a la
justicia, que el derecho es la expresión de arbitrariedad del soberano, haciendo énfasis en la coacción,
pasando de lado la aceptación de la normativa, y, dejando sin herramienta decisorias al juez más que
la intención del legislador; las ya mencionadas, ubican su modelo en mayor sintonía con los modelos
positivos el siglo XX que con el modelo positivo actual (Hartiano).
Hablando de la concepción tópica del razonamiento jurídico, el uso de los tópicos en el derecho
moderno tiene que ser limitado, a no ser que con su utilización se pretenda, sencillamente, la
conservación y consolidación de cierto statu quo social e ideológico.
En cuanto al derecho y la retórica se debe situar el centro de gravedad del discurso jurídico en el
discurso judicial, ya que se distorsiona la forma del derecho actual por atribuirle al discurso
retórico un mayor peso del que tiene en realidad, debido a otros elementos como la creación de
órganos más institucionalizados.
Para la retórica general y la retórica jurídica, no se deja en claro si el criterio del auditorio universal
se aplica al discurso jurídico o no; “el razonamiento práctico es el razonamiento del jurista, del
moralista, del político...; y el razonamiento teórico es el razonamiento del científico”.
Perelman entiende la lógica jurídica como una argumentación, no como lógica formal o deductiva.
Además, sostiene que la distinción entre ambas lógicas no se refiere sólo a la naturaleza de las
premisas, sino también al paso de las premisas a la conclusión, pero lo anterior no tienen en cuenta
la distinción entre justificación interna y justificación externa, lo que no permite fijar claramente el
papel de la lógica formal o deductiva en el razonamiento jurídico sin necesidad de contraponer
innecesaria y confusamente la concepción deductivista o formalista del razonamiento jurídico a la
concepción argumentativa o retórica; por lo que comete el error de no darse cuenta de que la lógica
—deductiva o no— se mueve en el terreno de las proposiciones y no en el de los hechos.