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UNIVERSIDAD LIBRE- SECCIONAL CÚCUTA

FACULTAD DE DERECHO
GRUPO 1GJ
EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

ANÁLISIS, MIGRANTES VENEZOLANOS EN COLOMBIA, EMPLEO INFORMAL

PRESENTADO A: Dr. VLADIMIR SOLANO

ORDÓÑEZ CAMILO
ESTEBAN HELBERTH
JAUREGUI NEIDER
HERNANDEZ ERIKA
HERRERA ANA
ALEXANDRA

SAN JOSÉ DE CÚCUTA __ DE ______ DE 2019


1) INTENCION
Nuestra intención con el estudio y el análisis de esta situacion es entender de una
mejor manera la crisis migratoria y los problemas sociales que esta genera.
En el caso de nuestros país vecino, esto se debe al denominado “ÉXODO
VENEZOLANO” O “TERCERA OLEADA MIGRATORIA VENEZOLANA”, crisis
humanitaria por el incremento del flujo descontrolado procedente de Venezuela
iniciado desde el 2016. En el 2015, 697.562 venezolanos en el exterior, que
representa el 2,3 % de la población total, pasó al 2017 a tener casi 5,4 % de la
población del país, alrededor de un millón 421 mil personas. En el 2018, 2,3
millones de venezolanos están fuera de su país, aproximadamente el 7 % de la
población. De esos indicadores dados durante un lapso de 4 años, se dice que
aproximadamente de una totalidad de 3´700.000 venezolanos salidos de su país
713.000 se han instaurado en nuestro departamento Norte de Santander

2) EL QUE

La situación de los niños venezolanos en los semáforos la abordaremos desde


varios puntos de vista y diferentes perspectivas de algunas de las entidades más
importantes a nivel nacional.
Estarán presentes en el auditorio los siguientes participantes:
—Neider Jáuregui y Erika Hernández representantes de la EPS medimas de la
ciudad de cucuta.
—Ana Maldonado directora del Instituto colombiano de bienestar familiar
—Alexandra estudiante de economía de la Universidad de los Andes.
—Helberth Esteban y Camilo Ordoñez profesores de Ciencias políticas de la
Universidad exterminado de Colombia.

Estas exposiciones serán el resultado de una sería investigación acerca del tema
y respaldadas en datos y estadísticas reales.
ECONOMÍA INFORMAL Y MIGRACIÓN EN NUESTRO DEPARTAMENTO

Norte de Santander por ser frontera reúne el 31 % de la ola de migrantes, “Se


puede decir que solo unos 4.000 venezolanos cuentan con un empleo formal,
unos 90.000 están buscando trabajo y al menos 300.000 se encuentran en el
sector informal, según estadísticas planteadas.
Esta llegada masiva de venezolanos especialmente menores de edad ha
generado presiones sobre la oferta de servicios que, normalmente, se articula en
ocupaciones sin contrato de trabajo y seguridad social que aumentan la
informalidad.
Según el profesor de macroeconomía de la Universidad de Antioquia Mauricio
López explicó que al departamento han llegado tres tipos de olas migratorias, la de
venezolanos con recursos que llegaron a formar nehyyon la doble ciudadanía o
con el permiso de trabajo y una última que no tiene la documentación necesaria
para laborar en el mercado colombiano.
“Los salarios podrían estar cayendo en algunos sectores porque muchos
empresarios podrían estar contratando a venezolanos en condición ilegal para
disminuir costos laborales”, apuntó López.
Las empresas que realicen contrataciones irregulares pueden ser multadas con
hasta 5 mil salarios mínimos (3.906 millones de pesos) por el Ministerio de
Trabajo.
Así, López enfatizó en la necesidad de aplicar una legislación que permita la
incorporación de extranjeros al mercado sin que se sobrepasen las leyes.

El 2 de agosto de 2018 el presidente saliente Juan Manuel Santos firmó el decreto


1288 de 2018, que le otorga a los migrantes venezolanos inscritos en el Registro
Administrativo de Migrantes Venezolanos acceso a servicios básicos de salud,
educación y trabajo.

Como hemos observado, Cúcuta ocupa el primer puesto de informalidad desde


hace más de cinco años, gran porcentaje de estos datos son niños. Esto se debe
que las políticas públicas y las iniciativas privadas no logran generar empleo de
calidad.

En Cúcuta escasea aquello que la Organización Internacional del Trabajo (OIT)


llama empleo decente, lo que ocasiona que la gente trabaje en el rebusque”,
actividades realizadas por millares de de venezolanos en las esquinas de los
semáforos de nuestra ciudad, todos estos reciben sueldo, pero no les pagan
seguridad social. Aunque el panorama para el Gobierno es alentador cuando se
habla de los indicadores nacionales, en el mercado local nada parece mejorar.

En la ciudad, la falta de tejido empresarial ha ocasionado que la mayoría de


empleos sean de carácter informal. Esto varía según el crecimiento económico de
la región y después del 2009 que se empiezan a romper las relaciones con
Venezuela, la economía del departamento empezó a depender única y
exclusivamente de la situación del país. De todo esto, podemos concluir que en
nuestra ciudad no se generan los empleos necesarios, hay un exceso de oferta
para tan poca demanda, hay un número alto de personas que a pesar de que
generan sus ingresos se mantienen en condiciones laborales de informalidad, un
reflejo de la poca calidad de empleo y la baja productividad.
La tasa de subempleo del Dane demuestra que hay una insatisfacción de parte de
los empleados con sus puestos, en Cúcuta para noviembre de 2018 esta cifra fue
del 12,6%. Esta situación se ha incrementado con la migración, porque
profesionales venezolanos están trabajando en puestos que no tienen nada que
ver con sus facultades profesionales.
Más del 90% de las empresas de la Cámara de Comercio de Cúcuta son
pequeñas, es necesario fortalecerlas con mejor capital trabajo, mayor acceso al
crédito, nuevas tecnologías y unidad entre sectores para que sigan creciendo.
También cabe resaltar, que según diálogos que hemos presenciado con personas
de la Universidad podemos rescatar, lo dicho por el Dr. Luís Emigdio Guerrero,
economista de nuestra universidad Libre, que toda esta problemática está mal,
que es debido al sistema venezolano en general, que tomaron la revolución como
base de este sistema pero fue un fracaso, todo esto causando miseria y gran
división del poder.
Por otro lado el Señor Carlos Palomino, asistente de sala de cómputo, perteneciente al
SENA, nos dio su punto de vista sobre esta problemática y afirma al igual que el Dr. Luís
Emigdio Guerrero, que la crisis obliga a los menores a desplazarse de un país a otro, en
busca de nuevas oportunidades económicas y a su vez, habla sobre la explotación en la
cual afirma, que se obliga a trabajar a los menores en vez de ser sus familiares adultos
quienes deben ejercer esta labor y no estos por sus capacidades.
El trabajo forzoso por parte de menores de edad venezolanos, en los semáforos es
debido a la necesidad, sobre todo, el hambre y posada digna. Por esto, sus padres se ven
obligados a exigirles trabajar.

A la fecha, el resultado de los planes liderados por la Policía de Infancia y Adolescencia y


defensores de familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) arroja 20
menores de edad que estaban dedicados a la venta de productos comestibles en los
semáforos y parques de la ciudad, entre ellos seis venezolanos. Los últimos rescates
fueron de tres niños venezolanos, provenientes de Rubio (Táchira), de entre 8 y 14 años,
quienes fueron hallados durmiendo en andenes de los alrededores del centro comercial
Ventura Plaza.

Para concluir con este tema, es necesario que los altos mandatarios impulsen el
emprendimiento, como mecanismo para generar empleo y aumentar la demanda laboral
para así atender la amplia oferta de trabajadores que hay en la ciudad.

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