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Recursos Agricolas Del Zulia LINK
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4 Recursos agrícolas
El Zulia era a principios de siglo una región eminentemente agrícola, con un alto
porcentaje de su población dedicada a las tareas de campo. No obstante, el sector
agrícola vegetal ha venido sufriendo progresivamente una sensible disminución de su
importancia relativa como consecuencia de un incremento sostenido en el sector
agrícola animal. Actualmente, apenas el 2.6% de la superficie neta del Estado,
equivalente a 103 818 hectáreas está dedicada a cultivos. Sin embargo, a pesar de lo
antes señalado, el valor de la producción agrícola vegetal alcanzó en 1971 un total de
130.4 millones de bolívares, lo cual significó un aporte de 17.6% del valor total de la
producción agrícola regional.
Cabe destacar que gran parte de los incrementos logrados en la producción agrícola
vegetal ha sido consecuencia principalmente del auge en la producción de plátano y
cambur, que representan el 45.8% del total de la producción durante ese año.
Es importante señalar también la importancia que este sector adquiere frente a la crisis
alimenticia nacional debido a su elevada capacidad para superar los déficit en la
producción de aquellos renglones de primera necesidad. En este sentido se impone el
criterio de revisar las posibilidades agrícolas de la región, a fin de lograr, dentro de
este propósito, un mayor aprovechamiento de los recursos naturales y de las
oportunidades de integración agroindustrial de cada zona.
Se puede decir también que el 33% de los suelos de la región pertenecen a las Clases
I, II y III, o sea, los que son aptos para la agricultura; un 21.5% son suelos que
deberían utilizarse en actividades pecuarias y un 33% para la actividad forestal; el
resto corresponde a áreas urbanas o no utilizables.
Para comprender mejor esto habrá que considerar que los suelos, desde el punto de
vista agrológico, son cuerpos naturales, con características físico-químicas y
biológicas resultantes de la actividad de sus factores formadores: material geológico,
clima, edad, elementos bióticos y topografía. Los procesos pedogenéticos son tan
lentos, que en la práctica el suelo es considerado como un recurso no renovable.
En materia de información básica relativa a suelos puede decirse que toda la región
cuenta con estudios de este tipo aunque a diferente nival de detalle; es decir, se
consiguen estudios de suelos desde el nivel de gran visión hasta los detallados para
zonas determinadas. A tal efecto, el Ministerio de Obras Públicas, a través de la
Oficina Edafológica Zulia-Andes, ha publicado el trabajo titulado "Contribución al
conocimiento de los Estudios Agrológicos realizados en la Hoya del Lago de
Maracaibo" (Ing. José R. Parra, marzo 1972), el "Estudio semidetallado de suelos del
sur del Lago de Maracaibo" y otros.
Por otra parte, la Comisión para la Planificación Nacional de los Recursos Hidráulicos
(COPLANARH) publicó también, en diciembre de 1972, un informe de avance sobre el
"Inventario de tierras de la cuenca del Lago de Maracaibo".
Otros organismos también han efectuado estudios de suelos en la región; entre ellos el
Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), el Instituto Agrario Nacional (IAN) y la Facultad
de Agronomía de la Universidad del Zulia.
miles de ha %
- Suelos aptos para cultivos agrícolas 706 14.05
- Suelos aptos para pastoreo 1 432 28.55
- Suelos aptos para bosques 2 090 41.62
- Suelos sin aptitud productiva 783 15.78
Total 5 023 100.00
Una clasificación más detallada de las 706 000 hectáreas de suelos aptos para
cultivos agrícolas se describe de la siguiente manera:
miles %
de ha
a. Suelos con pocas limitaciones. Para gran variedad de cultivos, de topografía 2.5 0.05
sensiblemente horizontal, sin riesgos de inundación y muy poco peligro de
erosión. Tienen clima favorable para diversos cultivos, con 2 o más cosechas por
año. Estos suelos son profundos, de buena fertilidad natural, buena retención del
agua y son fáciles de trabajar.
b. Suelos con ciertas limitaciones para algunos cultivos. Tienen pendientes y 206.1 4.10
riesgos moderados de erosión; el clima permite generalmente una sola cosecha
anual. Puede haber riesgo de inundaciones esporádicas y exceso de humedad.
Son tierras con dificultades para el laboreo a causa de sus texturas y tienen
profundidades menores a la ideal. Tienen problemas moderados en su fertilidad
natural.
c. Suelos con severas limitaciones, las cuales reducen sensiblemente el número 497.4 9.90
de cultivos. Tienen pendientes que varían de moderadas a fuertes y presentan
riesgo de erosión, poca profundidad natural; tienen baja retención del agua y son
susceptibles a inundaciones con cierta frecuencia. El clima condiciona en cierto
grado las fechas de siembra y cosecha.
706.0 14.05
Suelos jóvenes (aluviales) que presentan una alta fertilidad inherente. Son suelos que,
según su capacidad potencial para uso agrícola, son clasificados como pertenecientes
a las Clases I, II, y III. Presentan algunas limitaciones debido al exceso de lluvia en la
zona, lo que origina una permanente humedad. Por lo tanto, si se elimina esta
limitación, una buena parte de ellos pasarían a la Clase I con posibilidades de rendir
cultivos anuales (2 cosechas/año) y permanentes.
En estos suelos, situados en los Distritos Colón y Sucre, se destacan los aluviales,
formados por los grandes ríos Chama-Escalante, Zulia y Mucujepe.
Estos suelos están localizados en los Distritos Baralt y sur de Bolívar, y comprenden la
llanura aluvial del río Motatán y la de los ríos Pueblo Viejo-San Pedro.
Es una de las áreas con mayores recursos edáficos del Estado, y su desarrollo bajo
lluvia es altamente factible. En vista de que esta zona dispone de una obra de
infraestructura para riego ya realizada (Represa Agua Viva-Sistema de Riego "El
Cenizo"), tiene una alta prioridad de desarrollo agrícola.
En esta área los suelos presentan algunos problemas de fertilidad que son factibles de
resolver. El factor limitante es el clima, que solo permite en algunos sitios una cosecha
anual. Sin embargo, si se dispone de una fuente segura de agua, una gran parte de
estos suelos podrían ser aptos para agricultura, con una alta eficiencia en cultivos
frutícolas, hortalizas y otros de ciclos anuales.
b) Pecuaria: comprenden las áreas ocupadas por ganado (bovino, ovino, caprino o
equino), ya sea con pasturas naturales o mejoradas, o aun presentando vegetación
asociada de porte mediano o alto.
SUPERFICIE
USO ACTUAL
Miles ha %
Agrícola 104 2.07
Pecuario 1 804 35.91
Forestal 2 615 52.07
Otros usos sin producción agropecuaria 500 9.95
Total 5 023 100.00
Los factores que se tuvieron en cuenta para este fin fueron los siguientes:
i. Zona 1 - Guajira
Es la zona situada en el extremo norte de la región. Limita con Colombia y con las
costas del Golfo de Venezuela; su superficie es de 235 922 hectáreas.
El material generador de suelos que predomina en las partes central y sudoriental son
aluviones cuaternarios. Las áreas costeras han tenido gran influencia marina. Al
sudoeste, los suelos se han desarrollado sobre materiales terciarios. Los suelos son
de fertilidad natural muy baja.
Los suelos tienen muy baja capacidad productiva como consecuencia de su limitada
fertilidad y condiciones de extrema aridez climática.
También son muy limitadas sus perspectivas en el campo agrológico pero son mejores
las posibilidades de desarrollo turístico y de recursos pesqueros, para lo cual se hace
necesario desarrollar la infraestructura y los servicios.
La zona está ubicada en la margen noroeste del Lago de Maracaibo, con una
superficie de 333 351 hectáreas. Es la zona de mayor densidad poblacional e incluye a
la capital regional, Maracaibo.
Los suelos se han generado sobre materiales coluviales terciarios, de origen lacustre.
El drenaje de los suelos es bueno y en parte excesivo.
La zona está ubicada al oeste de los Distritos Mara y Maracaibo. El centro urbano más
importante es Carrasquero. La superficie es de 199 121 hectáreas; en su mayor parte
está ocupada por bosques secos tropicales y muestra una precipitación que varia en
torno a los 700 mm.
La zona está ubicada en la costa occidental del Lago de Maracaibo, entre los ríos
Palmar y Apón. En ella no hay centros urbanos de importancia y abarca parte de los
Distritos Urdaneta y Perijá, con una superficie de 249 618 hectáreas.
La zona se caracteriza por sus bosques secos tropicales deciduos, que han venido
siendo prácticamente eliminados.
La precipitación anual oscila en los 800 mm con periodos de 3 a 6 meses sin lluvia, y
la evapotranspiración alcanza valores muy elevados.
El uso más generalizado es el pecuario; en las áreas próximas a los nos Palmar y
Apón se utiliza el sistema de cajones para el riego de pastizales.
Si se supera la aridez causada por los factores climáticos, el área se prestaría para un
uso agrícola de cierta intensidad utilizando prácticas de riego.
La zona tiene gran potencial de desarrollo siempre que se utilice el riego en forma
adecuada. En ese caso se podría producir maíz, sorgo, yuca, algodón, ajonjolí,
cítricos, hortalizas y pastos para pastoreo o corte. Sus condiciones hacen posible el
cultivo de caña de azúcar, previa experimentación sobre el tenor sacarígeno. Al sur
podría cultivarse eventualmente arroz.
Está localizada al este de la sierra de Perijá, entre los ríos Palmar, Yasa y Negro.
Tiene una superficie de 302 898 hectáreas.
La zona tiene numerosos centros poblados; los principales son Machiques y La Villa
del Rosario.
En la zona predomina el bosque seco tropical con sabanas; la lluvia alcanza valores
próximos a los 1 000 mm en su flanco oriental y 2 000 en el occidental. Generalmente
existe un balance hídrico favorable entre mayo y octubre. La zona está comprendida
entre las curvas de nivel de 50 a 200 metros sobre el nivel del mar.
Las rocas predominantes son sedimentarias (areniscas, limonitas, calizas, lutitas, etc.)
y la topografía es ondulada, alternando con planicies. Los suelos son en general
profundos, con textura media, baja fertilidad y elevado riesgo de erosión.
En cuanto al uso actual de la tierra, puede decirse que en general se hace pastoreo
sin riego, aunque se encuentran frutales en algunas áreas cercanas a la Villa del
Rosario.
Se halla ubicada al sudeste del Distrito Perijá; se trata de una transición entre las
zonas de colinas de Perijá y las de ciénagas, con una superficie de 158 882 hectáreas.
La zona está ubicada en los Distritos Perijá y Colón; no tiene centros urbanos de
importancia y su superficie es de 696 918 hectáreas.
La zona está localizada al sudeste del Distrito Perijá y al noroeste del Distrito Colón,
con costas sobre el Lago de Maracaibo; tiene una superficie de 444 335 hectáreas.
Las asociaciones representativas son la del bosque seco tropical modificado por las
condiciones de saturación de agua del suelo, con frecuentes ejemplares de palmas. La
fauna silvestre es abundante en lapas, picure, hicotea de agua, venados, caimanes,
manatíes, puercos de monte, tigres, dantas, etc. La precipitación anual varia entre 1
000 y 2 000 mm con periodos lluviosos de abril a junio y de septiembre a noviembre,
alternando con periodos secos de uno a cinco meses.
Está localizada en el Distrito Colón y es una de las zonas que tiene mayores
posibilidades para el desarrollo agrícola, con una superficie de 461 216 hectáreas. La
vegetación característica es el bosque seco tropical subhúmedo y su precipitación
anual varia entre 1 000 y 3 500 mm.
Esta zona está localizada en la parte occidental de los Distritos Bolívar y Sucre y
enmarcada en su porción meridional por el piedemonte andino, con una superficie de
158 725 hectáreas.
En áreas planas es frecuente el pastoreo de ganado; en los aluviones del río Torondoy
se cultiva e industrializa la caña de azúcar y en los sectores de piedemonte se cultivan
frutales.
Está ubicada en la costa oriental del Lago de Maracaibo, desde el río Chereque hasta
las proximidades del río San Pedro, con una superficie de 42 590 hectáreas.
Los suelos se han desarrollado sobre sistemas deltaicos y de terrazas antiguas. Estos
suelos varían bastante entre si. Algunos son de baja fertilidad, con riesgo de erosión;
otros son profundos y fértiles y los hay también arenosos, de fertilidad mediana a baja.
Las tierras ubicadas en el piedemonte son de baja calidad productiva y tienen como
limitación principal su pedregosidad. Los sectores de planicies aluviales alcanzan alta
capacidad productiva en algunas tierras, con otras sin ningún valor para la producción.
Está localizada en el Distrito Baralt. En ella hay importantes centros poblados, como
Mene Grande, Bachaquero, San Timoteo y San Lorenzo. Tiene una superficie de 98
538 hectáreas. La zona se caracteriza por ser de bosque seco tropical, el cual ha sido
talado en gran parte, lo que originó una vegetación secundaria de chaparral y sabana.
La precipitación oscila entre 900 y 1 200 mm, con distribución irregular, y presenta
máximas de precipitación en abril-mayo y septiembre-octubre.
El material originario de los suelos es aluvial; son de textura arcillosa, de baja fertilidad
y están sometidos a inundaciones periódicas, con drenaje generalmente impedido y
procesos de erosión reticular.
Las tierras son de baja a mediana capacidad productiva, y las principales limitaciones
son el mal drenaje, las texturas pesadas y su baja fertilidad.
Las buenas tierras de esta área pueden utilizarse intensivamente en cultivos de ciclo
corto con riego y el resto del área en pastoreo intensivo. Una pequeña proporción de la
zona (7%) no tiene posibilidades de ser utilizada en explotaciones agropecuarias.
xiii. Zona 13 - Ondulada oriental
La zona está localizada al sudoeste del Distrito Miranda, al este del Distrito Bolívar y
parte norte del Distrito Baralt, y tiene una superficie de 208 503 hectáreas.
Presenta asociaciones de bosque seco tropical, de follaje semideciduo del que solo
quedaron relictos.
De acuerdo con los factores limitantes indicados, la zona debe orientarse hacia la
actividad agrícola basada en una selección cuidadosa de unas pocas variedades, con
buen manejo del suelo y medidas de conservación y fertilización. Hay áreas que se
adaptan mejor al pastoreo controlado.
El bosque muy seco tropical caracteriza la mayor parte de la zona, con áreas de
bosque espinoso tropical en sectores al norte. Las precipitaciones varían de 600 mm
en el norte y en la costa oriental, mientras que en el centro llega a unos 1 000 mm.
Los materiales geológicos generadores de suelos son terrazas aluviales antiguas, las
que dan lugar a suelos de texturas livianas, con incremento de la fracción arcillosa en
horizontes inferiores. La topografía general es plana con cierta pendiente, y en algunos
sectores es ondulada.
Hasta hace poco tiempo la zona conservaba su vegetación natural, pero últimamente
se está eliminando para establecer pastizales. Al nordeste se han hecho algunos
cultivos de arroz. Por las condiciones de aridez y otras limitaciones propias de los
suelos, la zona muestra pobres posibilidades productivas.
Las asociaciones que presenta son bosque húmedo tropical, muy húmedo y húmedo
premontano. Esta sucesión se presenta a medida que la topografía se eleva sobre el
nivel del mar.
En forma preliminar podría dejarse esta zona para la producción sostenida de masas
forestales manejadas técnicamente. Las condiciones naturales de vida la señalan
como zona con posibilidades para el cultivo de café. En sectores de topografía más
suave podría cultivarse la caña de azúcar, el maíz y las pasturas artificiales o
mejoradas para un pastoreo controlado.
La mayor parte del área conserva su vegetación natural, aunque se han producido
talas incontroladas en proximidades del río Limón y en otros sectores de la zona.
Estas talas tienen por finalidad principal ampliar las zonas ganaderas.
Esta protección forestal es por demás importante por encontrarse en esta zona las
principales cuencas de captación de varios ríos productores de agua de uso urbano,
energético y para riego.
Además de los recursos agropecuarios, la zona presenta síntomas muy auspiciosos
para la exploración y explotación de recursos minerales.
Los planes estratégicos de producción agrícola que se han formulado no han rendido
lo esperado por la falta de una planificación que tome en cuenta en forma armónica
todos los factores que intervienen en la producción.
Los principales aspectos que han frenado el desarrollo agrícola zuliano son, entre
otros, los siguientes:
d) Falta de crédito ágil y oportuno: Para producir a niveles óptimos es necesario utilizar
una serie de insumos que el agricultor solo puede emplear si cuenta con un
financiamiento adecuado y oportuno, a un interés razonable. Actualmente, en la
región, los bancos nacionales encargados de financiar los créditos agrícolas no han
logrado la agilidad necesaria para el éxito de la actividad agrícola. En general, los
mecanismos crediticios son rudimentarios y poco funcionales, y además parecen estar
reñidos con las exigencias operativas y estacionales del sector, o sea que muestran
fallas de diseño y de aplicación.
Para impulsar el desarrollo de la región no solo habría que solucionar los problemas
antes citados, sino también orientar las actividades e inversiones hacia aquellas zonas
en las que los insumos produzcan una mayor respuesta e incremento en la producción
agropecuaria.
Con esta finalidad se señalan las zonas que merecen especial atención desde un
punto de vista agronómico diferenciando las prioridades que contemplan un desarrollo
que pueda iniciarse de inmediato y aquellas en que el desarrollo se hará efectivo a
mediano plazo, ya que implican la inversión y construcción de obras de gran aliento.
Dichas zonas, tal como se puede apreciar en el Mapa 7, son:
Para estas prioridades a corto plazo las acciones estarán orientadas a elevar la
tecnología e inversiones necesarias al nivel de finca, significando que el productor
rural emplee mecanización en las labores agropecuarias, utilice variedades
seleccionadas, fertilización, control de plagas y malezas, rotación de cultivos, prácticas
de conservación de suelos, etc.
Para estas zonas agrícolas se ha establecido tan sólo una subdivisión, que es ésta:
Zona 2 - Planicie de Maracaibo.
La ejecución de las prioridades señaladas estarán dentro del marco especificado para
cada una de las zonas propuestas, donde deberán desarrollarse los proyectos
específicos identificados y descritos en el capítulo 4.
Para la fijación de una estrategia de desarrollo del sector agrícola vegetal es necesario
ordenar los aspectos significativos que plantea la problemática actual sectorial
orientada dentro del marco definido por los planes nacionales y regionales. Estos
aspectos a considerar pueden expresarse de la siguiente manera:
- Estimular un clima propicio en las relaciones laborales del sector para que se
produzca un mejoramiento progresivo en los niveles de remuneración de los
trabajadores, y una participación más sustancial en las utilidades de la empresa
agrícola mediante el perfeccionamiento de la contratación colectiva en la región.
- Prestar interés especial a todos aquellos cultivos o actividades del agro que puedan
sustentar núcleos industriales, localizados en la propia zona agrícola, por cuanto
contribuyen a fortalecer la base económica subregional.
Todo esto estaría dirigido a elevar el nivel de vida de la población rural, y a la vez
serviría para contribuir a la satisfacción de las necesidades de alimentos del resto de
la población y suministro de materias primas a la industria, culminando en el logro
programático propuesto de desarrollo armónico y equilibrado del sector.
Algunos de estos renglones se están produciendo bajo diferentes tipos de manejo pero
en muy escasas dimensiones, mientras que de otros no existe aún experiencia previa.
Por tales circunstancias, dentro de las actividades propuestas y descritas en detalle en
el próximo capitulo, se incluyen las etapas de experimentación e investigaciones
agronómicas necesarias para dar apoyo a etapas más avanzadas de aprovechamiento
comercial.