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M a r ía S u s a n a B o n e t t o

M a r ía T e r e s a P in e r o

Las transformaciones
del Estado
De la modernidad
a la globalización

2a edición

Córdoba
2003
I,íi i eproducción de este libro, ya sea total o parcial, en forma idéntica o con
modificaciones, escrita a máquina por el sistema Multigraph, mimeógrafo,
impreso, etc., que no fuera autorizada por esta Editorial, es violatoria de
derechos reservados. Toda utilización debe ser solicitada con anterioridad.

320.1 Boneíto, María Susana y Piñero, María Teresa. A nuestros alumnos


BON Las tra n s fo rm a c io n e s del e s ta d o : de la m o d e rn id a d
a la globalización, 2 a. ed.

Córdoba : Advocatus, 2003.


164 p. ; 23x16 cm.
ISBN 987-551-031-9

i. Piñero, María Teresa II. Título - 1 . Estado


Fecha de catalogación: 05/06/03

Duarte Quirós 511 - Córdoba


E-mail: advocatus@ sinectis.com.ar
ISBN 987-551-031-9
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Impreso en Argentina
I

CAPITULO I
La formación del Estado.
El absolutismo

S u m a rio :

1. Form ación del Estado moderno. 2. El Estado absolutista.


C onclusiones del modelo absolutista.
1. FORMACION DEL ESTADO MODERNO <*>

L a quiebra del orden político m edieval, la aparición y desarrollo del


E stado, del sistem a económ ico capitalista, de la estratificación social clasista,
del absolutism o com o régim en político, son fenóm enos históricos que no
adm iten una explicación unicausal, como así tam poco la ubicación tem poral
exacta del acontecim iento.
E l E stado, en el sentido de Estado nacional, es un producto de la cultura
de O ccidente que se plasm a a partir del R enacim iento. Con anterioridad a esta
época no puede hablarse propiam ente de «Estado». E xistió, obviam ente, la
relación gobernantes-gobernados, pero ésta se dio de una m anera m uy diferente
si la com param os con la que se efectiviza en la actualidad; esto quiere decir
que la organización política m edieval fue m uy distinta a la que posteriorm ente
-y h a sta nuestros días- se denom inaría «Estado».
P a ra realizar una exposición acabada de las condiciones y circunstancias
históricas que dan surgim iento al Estado, debem os hacerlo a través del análisis
del largo proceso histórico que lleva a la aparición de las prim eras m onarquías
nacionales (Francia, E spaña e Inglaterra) y a la introducción, p o r N icolás
M aquiavelo, del concepto de « stato » en la literatura política.
Com o señala H eller (1987, 145) «la nueva palabra «Estado» designa
certeramente una cosa totalmente nueva porque a pa rtir del Renacimiento y
en el continente europeo, las poliarquías, que hasta entonces tenían un
carácter impreciso en lo territorial y cuya coerción era flo ja e intermitente, se
convierten en unidades de p o d er continuas y reciamente organizadas, con un
solo ejército que era perm anente, una única y competente jera rq u ía de
funcionarios y un orden ju ríd ico unitario, imponiendo además a los súbditos
el deber de obediencia con carácter general. A consecuencia de la concentración
de los instrumentos de mando (militares, burocráticos y económicos) en una

(*) La versión original de este tema se encuentra en Tem as de h is to ria de las ideas p o lític a s de
María Susana B o n e t t o y Carlos Ju á r e z C e n t e n o .
14 M. Susana Bonetlo - M. Teresa Piñero La formación del listado. El absolutism o 15

unidad de a cción p o lític a -fenóm eno que se p ro d u c e p rim era m en te en el norte ex terio r, u n id a d e s de p o d e r p o lític o sólo in te rm ite n te s y, a d em ás, las
de Italia d eb id o al m ás tem prano desarrollo que alcanza a llí la econom ía v e rd a d e ras re la cio n es de m a n d o -o b e d ien c ia e sta b a n m e d ia tiz a d a s a tra v é s
m onetaria-, su rg e a q u el m o n ism o de poder, rela tiva m en te estático, que de los e fe c tiv o s fa c to re s de po d er: la Ig le sia y e l señ o r fe u d a l, a lo s que se
diferencia de m anera ca ra c te rístic a a l E sta d o de la E d a d M o d e rn a del sum aron m ás tard e -en la B a ja E d a d M edia- com o te rc e r fa c to r de p o d e r,
territorio m edieval». las co rp o ra cio n es o guildas (H e ller 1992).
Til E stado, como m odelo de dom inación p o lítica, aunque sea un fenóm eno E n sín te sis, el p o d e r e ra co m p artid o (p o r el E m p era d o r y los m o n a r­
hoy extendido universalm ente es, en sus orígenes, un fenóm eno propio del cas te rrito ria le s o m o n arcas m ed iev ales y los señ o res feudales: «po liarq u ía» ),
circulo cultural de O ccidente que se plasm a a p artir del R enacim iento. in term ite n te (el m o n arca no p o d ía m an ten er sus o rd en acio n es de m odo
En la E d ad M edia no existió el E stado en el sentido de una unidad de in in terru m p id o , deb ien d o c o n te n ta rse con in te rv e n ir sólo e sp o rád ic am en te
dom inación independiente en lo ex terio r e in terio r que actuara de m odo p a ra elim in ar p ertu rb a c io n es sum am ente rie sg o sa s) y m e d iato (fo rz o sa ­
continuo con m edios de p o d er p ro p io s y claram ente delim itada en lo personal m ente d e p e n d ía de la a q u ie sc e n c ia de los v e rd a d e ro s fa c to re s de po d er).
y territorial; es decir, operando independientem ente sobre personas determ inadas E sto c am b ia rá rad icalm en te h a c ia el R en acim ien to , pu es e n c o n tra rem o s
cu un territorio determ inado. E n los tiem pos m edievales fue desconocida la que p a ra e s ta épo ca, el p o d er del m o n arca de c o m p a rtid o se h a tra n s fo r­
idea de una pluralidad de estad o s soberanos, coexistiendo con una igual m ando en ú n ico , de in term iten te h a pasad o a se r p erm an en te y de m ed iato
consideración jurídica; todas las form aciones políticas de Europa se consideraban se h a co n v e rtid o en inm ediato.
más bien subordinadas al E m perador (H eller, 1992). ¿Q ué p ro d u jo e s ta tra n sfo rm a c ió n ? M ú ltip le s y d iv e rso s fa c to re s
Pero, a d ecir verdad, puede afirm arse que en la E dad M edia se vivió una coadyuvaron a ella. Pero consideram os necesario destacar que la evolución
profunda escisión entre el ideal y la realidad. E l ideal era la «com unidad hacia el E stad o m oderno, en el aspecto organizativo, principalm ente consistió
universal» com o organización p o lítica -el Sacro Im perio R om ano G erm ánico en que los m edios reales de autoridad y adm inistración, que eran propiedad
dirigido por el Em perador- pero la realidad nos m uestra la existencia de una privada de los factores de poder ya señalados se convirtieran en propiedad
gran división del poder político: una «poliarquía», según la calificación hegeliana. pública, y en que el p o der de m ando -que se venía ejerciendo com o un derecho
En efecto, el E m perador ju g ó m uy raras veces el papel unificador que se le de aquellos sujetos que lo practicaban: el noble, el obispo, el m aestro de la
asignaba en los textos de los pensadores políticos m edievales y a que, en corporación- se expropia en beneficio del m onarca absoluto (H eller, 1992).
realidad, com p artía su p o d er, p u e s estab a su peditado a la lealtad de los P o r otra parte, m ediante la creación de un ejército perm anente, cuya
m onarcas territoriales. A la par, m ediante el endeudam iento, la hipotecas o la existencia depende del pago de la soldada, el m onarca se independiza del hecho
concesión de inm unidades, el p o d er central del m o n arca territorial (por ejemplo: aleatorio de la lealtad de sus feudatarios, estableciendo así la unidad de poder
el rey de A ragón, del m argrave de B randeburgo, del duque de M ilán, etcétera) del E stado en lo militar. L a caballería (arte de guerra propio de los «caballeros»,
se vio priv ad o , poco a poco, de casi todos los derechos inm anentes a su quienes p o r lo general eran nobles propietarios de tierras o señores feudales)
superioridad, los cuales fueron tra sla d a d o s a o tra s p ersonas de carácter había visto deteriorada su función político-m ilitar a causa de la transform ación
«privado», p a ra decirlo en térm inos jurídicos. D e e sta m anera, casi todas las de la técnica guerrera. L a utilización creciente de cañones y de arm as de fuego
funciones que el E stado m oderno reclam a p a ra sí se hallaban, en la E dad portátiles, de la infantería y de las tropas m ercenarias hacen que el papel de la
M edia, rep artid as entre los m ás diversos depositarios: la Iglesia, el noble caballería en el com bate decaiga. L os gastos que im ponía la nueva técnica de
propietario de tierras, los caballeros, etcétera. A l m onarca m edieval le vinieron las arm as exigían la organización centralizada de la adquisición de los m edios
a quedar, finalm ente, m uy pocos derechos inm ediatos de dom inación (se lo necesarios para la guerra, lo cual suponía una reorganización de las finanzas.
consideraba solam ente p r im u s in ter p a r e s , o sea «prim ero entre sus iguales»), D e este m odo, la necesidad política de crear ejércitos perm anentes dio lugar en
lin lo sustancial, no podía p rescindir de los p o d eres locales, am pliam ente m uchas p artes a una transform ación burocrática de la adm inistración de las
autónom os, que habían som etido a su autoridad a todos los habitantes de la fin an zas: fu n c io n a rio s e s p e c ia liz a d o s , e c o n ó m ica m en te d e p e n d ie n te s y
localidad, sustrayéndolos así a las órdenes inm ediatas del poder central. Es por nom brados p o r el m onarca, consagraron su actividad de m odo continuo y
esto que los reinos de la E d ad M ed ia eran, tanto en lo interior com o en lo principal a, la función pública de recaudación. M ediante la burocracia se eliminó
16 M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro L a f o rm a c ió n del lista d o . Kl a b s o lu tis m o 17

la modiatización feudal del poder del m onarca y se hizo posible establecer el A dem ás, la idea de ganancia y aun la m ism a posibilidad de realizar una
vinculo de súbdito con carácter general y unitario. G racias a la burocracia, la utilidad eran incom patibles con la situación del terrateniente m edieval. Como
organización política llam ada «Estado» pudo extenderse al territorio, abarcando no tenía m edio alguno, por falta de m ercados extranjeros, de p roducir con
n todos sus habitantes, asegurando de este m odo una unificación centralizada. m iras a la venta, no se esforzaba en obtener de su gente y de su tierra un
Animismo, debido a que tanto el ejército com o la burocracia dependían del excedente que sólo constituiría para él un estorbo. Y a que estaba obligado a
nucido para su subsistencia, se im puso tam bién un sistem a im positivo bien co n su m ir él m ism o sus re n ta s , se c o n te n ta b a co n re la c io n a rla s a sus
rogl amentado a fin de disponer de ingresos suficientes p ara el sostenim iento de necesidades. E n síntesis, el inm enso caudal de bienes raíces que poseían la
timbas actividades. D e esta m anera, hacia m ediados del siglo X V I, los m onarcas Iglesia y la nobleza no producía, en suma, sino u n a renta insignificante en
consiguen em ancipar p o r com pleto la base econ ó m ica del p o d e r estatal, relación con su capacidad virtual.
estableciendo im puestos sin la n ecesidad de contar con el asentim iento de la Por otra parte, hay otro factor que influyó para que durante la E dad
nobleza. Así fue com o pudo constituirse el patri-m onio del E stad o y el M edia no existiera la idea de ganancia, nos referim os a la condena que de ella
aseguram iento de una tributación general (H eller, 1992). hacia la Iglesia. Por lo tanto, teniendo en cuenta esto, es fácil com prender
Un segundo proceso es el que determ ina la aparición de la econom ía cóm o se produce -a partir del siglo XI- la expansión de la econom ía com ercial.
capitalista m onetaria, y está estrecham ente ligado al anterior, pues la dependencia E l re in ic io del p ro c e s o , seg ú n P ire n n e , fue c o n se c u e n c ia de las
politico-económ ica del m onarca m edieval respecto de los señores feudales, la m o d ificacio nes introducidas p o r la intervención de m ahom etism o en las
Iglesia y las corporaciones, estab a b asad a en gran parte en la descentralización corrientes del com ercio bizantino. D ebido a las invasiones árabes, la inm ensa
y disgregación que eran consecuencia de la econom ía natural de subsistencia y m etrópolis com ercial que era B izancio se vio pronto privada de sus fuentes de
trueque pro p io s de la épo ca, la cual sólo pudo se r superada g racias al abastecim iento, situadas en casi todo el litoral sur y este del M editerráneo. Por
desarrollo de la econom ía capitalista m onetaria, o lo que es lo m ism o, gracias consiguiente, los bizantinos debieron volcarse hacia las costas de Italia. Como
al desarrollo del sistem a de m ercado. es sabido, este contacto dio lugar al surgim iento de poderosas econom ías
En efecto, con la desaparición del Im perio R om ano de O ccidente se com erciales en la costa italiana. L a propagación de esas corrientes de com ercio,
produjo una atrofia en la econom ía de las grandes regiones de E uropa, pero en los siglos siguientes, por to d o el continente europeo, h a sido am pliam ente
esta atrofia no significó exactam ente un retroceso a los estadios anteriores. estudiada. Se form ó en el litoral de Europa una v erdadera cadena de em porios
Una econom ía atrofiada se caracteriza p o r ten er un nivel técnico superior al com erciales y, por el curso de los grandes río s, to d o el co n tinente fue
que norm alm ente correspondería a su nivel de ingreso, habida cuenta de su vivificado p o r las actividades de los m ercaderes. Tenem os aquí un caso típico
c o n ste la c ió n de re c u rs o s n a tu ra le s . E s d e c ir q u e la re d u c c ió n de la de expansión de una econom ía com ercial que encontraría pronta resp u esta en
productividad, m otivada por la desarticulación del sistem a económ ico, no razón de la existencia de un virtual excedente de producción, vale decir en
acarreó una reversión a las form as prim itivas de producción. La com prensión virtud de las características de la econom ía feudal anteriorm ente señaladas.
de este fenóm eno es de gran im portancia p ara la explicación del tipo de E sta econom ía se portó com o si estuviera p rep arad a para recibir las corrientes
organización económ ica-social que surgió en E uropa a partir del siglo V III y de com ercio, las que hicieron posible la m ejor utilización de los recursos ya
que llamamos «feudalism o». Según la opinión corriente, la econom ía del feudo e x isten tes y u n a d iv e rsific a c ió n del consum o sin exigir m o d ificac io n es
era un sistem a cerrado o casi cerrado. Los señores feudales conseguían con sustanciales en el sistem a productivo.
los recursos locales, no sólo construir castillos, sino tam bién arm ar a sus Según Heller, m erecen destacarse, asimismo, los fuertes motivos políticos
hom bres p ara la g uerra y m antener un núm ero casi siem pre elevado de de esta evolución económica, pues el desenvolvimiento de la forma económ ica
personas ociosas a su alrededor. E l excedente de producción que llegaba a capitalista se vio acelerado por el hecho de que la concentración estatal de poder,
manos del señor feudal era relativam ente grande, si se tiene en cuenta que se sin proponérselo, actuaba de m odo tendiente a tal resultado. Así, la circulación
originaba en la apropiación directa de parte del fruto de la producción de una del dinero se vio estimulada por el establecim iento regular de tributos, y la
pequeña com unidad. Todo esto fue posible debido a que el nivel de la técnica producción de mercancías por el hecho de que los grandes ejércitos m ercenarios
que se utilizaba en el feudo era relativam ente elevado. uniform ados, con sus armas cada vez más tipificadas, creaban la posibilidad de
18 M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P ifiero L a fo rm a c ió n d e l E sta d o . E l a b s o lu tis m o 19

enormes ventas en masa. Pero, adem ás, en virtud de la política m ercantilista que p erm anente y ju ríd ico s. Sin em bargo, com o y a vim os, dicha función social
siguió el Estado, se fom entó de m odo consciente e intencionado el desarrollo quedó red u cid a a sim ple aparien cia cuando la transform ación de la técnica
capitalista a fin de fortalecer el poder político del monarca. m ilitar, del sistem a económ ico y de la estru ctu ra del p o d er po lítico dejaron al
Por o tra parte, es necesario considerar un tercer proceso, que es el que noble sin función en el conjunto social.
determ ina la aparición de la burguesía y del sistem a de estratificación social E l orden de dom inación, basado en el nacim iento, propio de este sistem a
clasista, p roceso que tam bién se encuentra inextricablem ente unido a los otros de estratificación, estaba condicionado económ icam ente y había acarreado el
dos, ya que la burguesía será el sector social en que se apoyará el m onarca enriquecim iento de los estam entos dom inantes. Pero existe una im portante
para im ponerse a los nobles y, adem ás, será el principal p ro veedor de los diferencia política-psicológica entre este orden de dom inación y el clasista que
m edios de pago que n ecesitab a el m onarca p ara arm ar sus ejércitos. sobrevendrá, que W erner Som bart ha form ulado claram ente de la m anera
En los tiem pos m edievales el m onarca territorial se veía enfrentado no siguiente: «- ¿Quién eres tú? se preguntaba antes: - Un poderoso. - Luego,
solam ente al E m perador y al P apa en el orden externo, sino tam bién a los eres rico. ¿Qué eres tú?, se interroga ahora: - Un rico. - Luego, eres
señores feudales, la Iglesia y las corporaciones en el orden interno. A hora bien, poderoso » . En e fe c to , a p a rte del h ech o d e que el n o b le re c ib ía m uy
tras una larga serie de luchas de todo tipo, term inó por im ponerse de m odo tal frecuentem ente su feudo por concesión graciosa, en m érito a sus com bates
que centralizó de m anera efectiva todo el poder político, y para ello contó con (lo cual hace derivar su posterior dom inación de su habilidad guerrera y no de
un aliado inestim able: la burguesía (enem iga «natural» de la nobleza), que le la tenencia originaria de la tierra), no debe olvidarse que la explotación feudal,
proporcionó los m edios económ icos p ara organizar los ejércitos perm anentes el latifundio, no sólo era una institución económ ica, sino tam bién una institución
antes m encionados. P ero este triunfo del m onarca vino a constituir a la postre social. Se im ponía a toda la vida de sus habitantes. E stos eran m uchos m ás
-y a partir de la R evolución Francesa esto se hizo m ás evidente- el triunfo de la que sim ples vasallos o siervos de su señor: eran «sus hom bres» en toda la
burguesía y de sus ideas económ icas, y la consolidación de un nuevo sistem a fuerza del térm ino y se ha observado acertadam ente que el p o der del señor se
de estratificación social, que suplantará finalm ente al sistem a de estratificación b asab a aún más en la cualidad de jefe que confería a su titular que en la de
estam ental (propio de la E dad M edia), p o r el de estratificación social clasista. terrateniente (Heller, 1992).
En la E d ad M ed ia el sistem a de estratificació n se su stentaba b ásicam ente E l señor feudal defendía al conjunto de sus vasallos. D e e sta form a, en
en el linaje y la ten en cia de la tierra, o sea en la p ro p ied ad inm obiliaria. E sto tiem pos de guerra los protegía contra el enem igo abriéndoles el refugio de las
no debe sorp ren d er, si se tiene en cu enta que, siendo la vida social m edieval m urallas de su fortaleza, ya que su interés m ás evidente era am pararlos, puesto
esen cia lm e n te ag ríc o la , en e ste p e río d o las c iu d ad e s a p en a s si p o d ía n que vivía del trabajo de ellos. P o r ello no debem os confundir el m odo de
denom inarse tales, y a que contenían u n a m inoría p equeñísim a de la p o blación dom inación característica de la E dad M edia con la idea generalizada de la
(puede afirm arse que, en el conjunto de E uro p a, la población urb an a, desde explotación del hom bre, explotación que supone la voluntad de em plearlo
los siglos X II al X V , n u n ca fue sup erio r a la d écim a parte del total de los com o instrum ento con el fin de que llegue al máximo de su rendim iento.
habitantes). Lo que d ab a a este sistem a de estratificació n estam ental su Ejem plos bien conocidos de este tipo de som etim iento a lo largo de la historia
fisonom ía p ro p ia era el estam ento superior: la nobleza, que se asen tab a lo constituyen la esclavitud rural de la antigüedad, la de los negros en las
económ icam ente sobre la p o sesió n de tierras, rech azan d o el com ercio y la colonias de los siglos X V II y X V III y la condición de los obreros de la gran
artesanía com o queh aceres im propios de su cond ición y aislándose, abrazad a industria durante la prim era m itad del siglo X IX .
h sus co n cep to s de honor, de los otros estam entos (el clero, los vasallo s, los P u es bien, el nuevo sistem a de e stra tific a ció n que su rg irá con la
siervos, e tcétera). A sim ism o, conviene d e sta c a r que el hecho de la p o sesión aparición de la burguesía estará basado, ya no en la posesión de la tierra, ni
de la tierra estab lecía tam bién rangos entre la m ism a nobleza, en función de en el linaje o nacim iento, sino en la posesión de un bien m ueble: el dinero. La
la extensión de la tierra p o seíd a (ducado, condado, m arca, baro n ía, etcétera). im p ortancia del dinero com o m edio de circulación económ ica está de más
La función que este estam ento estim ab a p ro p iam ente suya, en el seno del recalcarla luego de haber expuesto el advenim iento del sistem a de morcado.
conjunto social, era la dirección p o lítica y m ilitar. Y al cum plim iento de e sta Un co n secuencia, aqui nos lim itarem os a se ñ ala r tres o cuatro aspectos
función se debe que o riginariam ente se le con ced ieran privilegios de po d er sociales im portantes atinentes a la burguesía.
I
M. S u sa n a llo n e llo - M. T e re s a l’iflcro I ,a formación del listado, lil absolutismo 21

Kn el contexto feudal la burguesía estaba form ada p o r los h abitantes de Con el triunfo de la burguesía, vehiculizado en un prim er m om ento por el
los burgos, o sea en las poblaciones edificadas fuera del contexto del castillo triunfo del m onarca absoluto, con quien hicieron causa común, el sistem a de
lottilicndo del señor feudal, y no tenía sino una identidad negativa o residual, estratificación social dejará de ser estam ental para convertirse en clasista, es
Imito legal como socialm ente: era la identidad que se asignaba a todos los que decir, la escala social jerá rq u ica en la cual se ubican los individuos dejará de
no eran clérigos, ni nobles, ni siervos. Al proliferar la burguesía, este status estar fundam entada en la p o sesión de la tierra p ara p asar a girar en tom o a la
único llegó a abarcar una enorm e variedad de estilos y circunstancias de vida. p o sesión del dinero y los valores propios del sistem a estam ental (linaje,
I sin identidad residual y negativa reflejaba el surgim iento histórico de la tradición, honor, com unitarism o) serán reem p lazad o s por los valores del
liniguesía com o estrato articulado de m anera tan sólo casual con la estructura sistem a clasista (habilidad, inteligencia, utilidad, individualism o).
leudal, cuyo sistem a legal e identidades estratégicas -siervo y señor- giraban E n este contexto es im portante dar cuenta del surgim iento y ascenso de
;ili ededor de las relaciones con la tierra. A dem ás, las actividades de la burguesía las ciudades en el O ccidente m edieval, ya que éstas se desarrollaron no sólo
tam poco eran relevantes p ara el in terés religioso fundam ental de la Iglesia del com o ám bitos ecológicam ente distintos, por la densidad de asentam iento
m edioevo en la salvación de las alm as y, a decir verdad, solían estar en franco hum ano, con personas dedicadas a actividades productivas y com erciales,
desacuerdo con los v alores religiosos, que exigían la renuncia a la vida sino tam bién como entidades políticam ente autónom as (Poggi, 1997). En el
mundanal (lo que traía aparejada la renuncia al com ercio y al beneficio). Al escenario m edieval a m enudo obtuvieron su autonom ía contra la oposición
estar alejada, en la m ayoría de los aspectos, del centro de la cultura feudal, la expresa del elem ento feudal.
burguesía elaboró lentam ente una vida y una cultura paralelas a las feudales C onstituyeron una nueva fuerza política en un sistem a dom inado casi
(hoy diríam os una « co n tracu ltu ra» ), p ro te g id a p o r el hecho de se r una exclusivam ente por las dos partes de la relación señor-vasallo.
excrecencia relativam ente aislada en las incipientes ciudades. D espués de siglos de abandono y predom inio rural se reactivaron con un
M arginada, p o r así decirlo, de las p reo cu p aciones predilectas de la sentido socio-político de centros de acción solidaria por individuos que por sí
cultura cristiana y del orden feudal, y sin un sitio firm e y honroso en ellos, la solos carecían de poder (Poggi, 1997).
vida de la burguesía no era estim ada por la n obleza y el clero, pero sí tolerada E n cierto sentido los derechos reclam ados por las ciudades eran de
a causa de su clara utilidad. D esde el punto de v ista del sistem a feudal, naturaleza corporativa y se articulaban de alguna m anera con la institucionalidad
im portaba poco lo que era la b urguesía (desde el punto de vista del sistem a de feudal en la m edida en que se requería su inclusión en las estructuras existentes
identidades sociales del orden feudal, la burguesía no existía, no era nada): lo Pero a diferencia de la relación feudal que im plicaba dos obligaciones que
que im portaba era lo que hacía, es decir, los servicios y funciones (com erciales) se cum plían separadam ente, cad a una desde su poder, las ciudades adquirieron
que desem peñaba. Sin embargo, con el tiem po la burguesía llegó a enorgullecerse p oder y autonom ía política com o formas asociadas m antenidas en vigencia
de su m ism a u tilidad y a m edir a tod o s los otros estratos sociales según dicha p o r la c o a lic ió n de v o lu n ta d e s y re u n ió n de re c u rso s de ig u a le s que
cualidad o la falta de ella. L a situación se invirtió cuando el patrón de m edida individualm ente carecían de poder.
*.le la burguesía: la utilidad, fue adoptada y valorada por otros grupos. E ntonces Lo que aglutinaba a los burgueses fue el hecho de que estos grupos
la mera utilidad se convirtió en un requisito p ara el resp eto social (reem plazando sociales urbanos se entregaron prim ordialm ente a em presas económ icas. En
al honor, que era el valor-patrón de la nobleza), en lugar de ser una sim ple base ese m arco las construcciones políticas urbanas proporcionaron un ámbito
l>ara ser tolerado a regañadientes. L a burguesía elaboró este patrón de utilidad p ara la experim entación, con nuevos dispositivos políticos, adm inistrativos y
durante su larga polém ica con las norm as feudales y las atribuciones de los legales que progresivam ente penetraban en el contexto general de gobierno
nobles, en las que los derechos de los hom bres se consideraban derivados de (Poggi, 1995). A sí tam bién fue en las ciudades donde se presentó gran número
su estam ento y lim itados por éste que, en últim a instancia, estaba predeterm inado de personas seculares instruidas que sirvieron com o un nuevo tipo de personal
por su nacim iento (por lo que se era y no por lo que se hacía). Por el contrario, adm inistrativo.
la burguesía vino a tener m ayor estim a por los talentos, las habilidades y Siguiendo a M ax W eb er podem os sostener que las ciudades solo alcan­
energías de los individuos que contribuían a sus propias realizaciones y logros zaron su autonom ía plena en E uropa, porque poseían sus propios gobiernos y
individuales (H eller, 1992). ejércitos en lugar de ser controlados por el po d er arbitrario de otros. En las
.'2 M . Su sti tu í U o n e t l o - M. T e r e s a l ’if ie r o I .a l ' o n i i i i d r t n c id Ii stm io , lil a b s o l u t i s m o 23

ciudades, el m ercader era el rey y en ellas los v alores burgueses se condensa- en ¡o militar-burocrático y económico, se hacían necesarios nuevos conceptos
tim y solidificaron. jurídicos; el pensamiento jurídico medieval no conoció las distinciones entre
Finalm ente, es de destacar que el Estado sólo p o d ía independizarse como derecho público y derecho privado, entre contrato y ley, entre derecho y
mudad ile acción m ilitar, económ ica y política bajo la form a de una un id ad de juicio: ni siquiera requería la vida de entonces una diferenciación precisa
decisión jurídica universal independiente. entre derecho objetivo y derecho subjetivo. E l contrato era la institución
«La disgregación política del Imperio y de los territorios había acarreado jurídica universal y se utilizaba incluso para fundam entar y transmitir derechos
una extraordinaria disgregación jurídica y una intolerable inseguridad en el y obligaciones concernientes al ejercicio de la autoridad» (Heller: 1992, 151).
derecho. La unificación general p a ra todo el territorio y la regulación de toda T odo ello va transform ando de m anera notable la vida política. Lo que
la actividad relevante para el p o d er del Estado, requiere la existencia de un era antes atom ización del po d er político, aunque cubierta por el m anto sacro
m i s cci'tuni válido para todo el territorio del Estado, un sistema de reglas
de la u to p ía del Im p e rio U n iv e rsa l, a p a re c e a h o ra , co n un te rrito rio
unitario , cerrado y escrito, en el que, hasta donde sea posible, toda regla perfectam ente delim itado, con fronteras protegidas por un ejército de carácter
l'articular se ordene -según criterios políticos y no solamente jurídicos- perm anente, con una econom ía al servicio de la m onarquía, con una burocracia
Msteináticamente en la unidad del todo. Por otra parte, la colaboración de que es su colum na vertebral y con un ordenam iento jurídico uniform e, el
toda Ia jera rq u ía de funcionarios, según el principio de la división del Estado nacional y absoluto.
trabajo, hace precisa una ordenación jurídica racional y planificada. Y, La peculiaridad del caso europeo en cuyo m arco em ergen los E stados
asimismo, la economía capitalista del dinero reclama, tanto para el derecho nacionales se vincula a un hecho absolutam ente distintivo. A sí, aunque la
p n vado como para la administración, laprevisibilidad extendida a un territorio estructura política del im perio rom ano, fue destruida perduró un núcleo de
lo más amplio posible, de un derecho sistematizado» (Heller: 1992, 150). derechos y cultura sobre el que se apoyó la Iglesia. E sa cultura com ún tuvo
«/•'rente a la disgregación ju ríd ic a germ ana aparecía el D erecho R o­ im portantes im plicaciones p ara la innovación económ ica y política.
mano, sistem atizado p o r la burocracia justiniana, con un ius certum. La El sentim iento de com unidad que e sta b le c ía contribuyó a cre ar un
causa fundam ental de la gran extensión que en la práctica adquirió su consenso dentro del cual podían funcionar las relaciones contractuales.
recepción, d esd e fin e s del siglo XV, fu e la necesidad de superar la disgrega­ La hom ogeneidad cultural contribuyó con el tiem po a la difusión relativa­
ción jurídica, nacida de la desaparición del Imperio, y la fa lta de codifica­ mente fácil de las innovaciones organizativas, a la expansión del control territorial
ción. El derecho culto hizo preciso encom endar la ju stic ia a fu n cio n a rio s del Estado y a la movilidad del personal administrativo (Hall-Ikenberry, 1993).
especializados, form ados en el D erecho Romano en las universidades del La unidad cultural del E stado de la E uropa m edieval era equiparable a su
norte de Italia. Apareció así, en lugar de los tribunales integrados p o r fragm entación política y la fragm entación política fue una condición necesaria
personas sin preparación, quienes juzgaban según el sentido ju ríd ico y los para la autonom ía de m ercado que contribuyó a p o tenciar el dinam ism o
precedentes. Una jurisdicción relativam ente previsible, a cargo de una clase económ ico. Pero además tam bién contribuyó a la peculiaridad del caso europeo
especial de ju rista s que sentenciaban basándose en norm as racionales» que el E stad o se desarrollara lentam ente en m edio de relaciones sociales
(I leller: 1992, 151). D ebido a esto y al fuerte p o d e r ejecutivo del funcionario, preexistentes, y una característica única en O ccidente es el papel que las
se produjo un aum ento co n sid erab le de seguridad ju ríd ic a , que la E d a d M edia asam bleas legislativas desem peñaron en su historia.
sólo conoció con carácter tem poral. El Standesstaat (1) que se instaura a fines del siglo XII, la representación de los
«La codificación dispuesta p o r el príncipe y la burocratización de la tres estamentos funcionales, la Iglesia, la nobleza y las ciudades al reunirse como
junción de aplicar y ejecutar el derecho eliminaron, finalm ente, el derecho cuerpos constituidos podían confrontar con el gobernante o cooperar con él.
de! más fu erte y el de desafío, e hicieron posible la concentración del ejercicio
legitimo del p oder físic o en el Estado, fenóm eno que, con razón, se señala
como una característica típica del Estado moderno» (Heller: 1992, 151). (1) El sistema de gobierno característico desde el siglo XIII aproximadamente, de las más
«Para p oder explicar conceptualmente esta concentración de todo el importantes regiones de Europa, lo denominamos según la costumbre alemana Standestaat,
poder jurídico en el «poder del Estado» organizado e independizado también que podría traducirse como la organización política de los estam entos. La entrada de

i
M M. S u sa n a U onello - M. T e re s a l'iñ e ro I ,a fo rm a c ió n d el lisia d o . Id a b s o lu tis m o 25

Una tradición de resistencia contra el p oder despótico y un increm ento Para concluir, señalarem os un hecho tam bién fundam ental: h a sta el
enlistante del pod er in fraestructural signaron el o rigen y evolución de la Renacim iento el m undo conocido había sido fundam entalm ente la cuenca del
construcción del E stado europeo. M editerráneo. C on el descubrim iento de A m érica y la prim era circunnavegación
Rosctti (1983) nos señala que esta transform ación, tan evidente en el del globo, el horizonte se am plió desm esuradam ente, desde todos los puntos
inundo social, económ ico y político, no se hubiese cum plido de m an era cabal de vista (económ ico, político, social, etcétera), y de este hecho resultaron
de no haberse dado previam ente la transform ación social y económ ica ya beneficiados aquellos estados que se o rg an izaro n prim ero sobre la base
scrtülada, pero sobre todo, si no se hubiese transform ado tam bién la filosofía y nacional (E spaña, Portugal, Inglaterra, etcétera). A quellos que no lo hicieron
l,i m entalidad del hom bre, en el p aso del m edioevo a la m odernidad. O sea, la (Italia, A lem ania, etcétera), no solam ente perdieron colonias y m ercados por
iia n slo rin a c ió n de la c o n c e p c ió n del E s ta d o tra s c e n d e n te , co n u n fin estar to d a v ía ocupados sus m onarcas en las rencillas internas c o n tra los
sobrenatural, al fin terreno, laico. nobles y el clero, sino que a la po stre padecieron terriblem ente el poderío de
Se escindió perfectam ente entre poder político del m onarca y el poder los prim eros, personificados a través de sus m onarcas absolutos. E ste hecho
espiritual del pontífice, surgiendo así, un nuevo pro tag o n ista de la vida obsesionó a M aquiavelo, como m ás adelante se verá.
política, el m onarca absoluto. Se llega así a fines del siglo X V y com ienzos del X V I, período en el que
Esta transform ación lleva al hom bre renacentista a pasar de una filosofía encontram os la culm inación de un proceso que se desarrolla durante to d a la
teológica y m etafísica a una filosofía de la naturaleza que culm inará con el Edad M edia. A parece el m onarca absoluto y con él el E stado m oderno (en el
racionalism o del siglo X V II. Se desecha la fe y se vuelve a la razón. La círculo de O ccidente). E ste p ro c e so no se lo g ra en form a u n ita ria sino
concepción es antropocéntrica y no teocéntrica, como lo era en la E d ad M edia. paulatina. A sí, prim ero en F rancia, España e Inglaterra, luego en Portugal y,
La transform ación tam bién se aprecia en lo religioso. La Iglesia tuvo que por últim o, se verá cristalizado en Alem ania y en Italia.
adaptarse a ese cam bio, y así el cristianism o se hizo m ás terrenal, ocupándose
de los problem as del hom bre m oderno. M uchos h ablan de un cristianism o
medieval y un cristianism o m oderno. Aquél se caracteriza por la espiritualidad 2. ELESTADO ABSOLUTISTA
y éste po r ser un «cristianism o terrenal», p reocupado por los problem as de
esta vida, del hom bre m o d ern o , p ro b lem as que en la E dad M e d ia eran C om o efecto de las transform aciones analizadas se produjo en gran parte
desconocidos o no se les asig n ab a im portancia. de E uropa el fortalecim iento de la autoridad territorial y la absorción de
territorios m ás pequeños y débiles por otros m ás grandes y m ás fuertes,
tendencia que se fue gestando en las postrim erías de la E dad M edia, en el
m arco del Standestaat.
A sí se fue construyendo un nuevo escenario por la «formación de un
las ciudades en la política, la modificación del equilibrio de poder entre el gobernante
territorial y los feudatarios a favor del primero, y el cambio en la participación del elemento número relativamente pequeño de Estados mutuamente independientes, cada uno
feudal en un sistema más amplio enmarcaron la emergencia del S tandestaat. Fue un sistema de los cuales se definía como soberano y libraba con los demás una lucha de
de gobierno históricamente nuevo y diferente al feudal anterior. Tenía tres cámaras o poder inherentemente abierta y competitiva y preñada de riesgos» (Poggi, 1997:97).
estamentos: el clero, la noblezaylasciudades. Las tres cámaras deliberaban separadamente, D e allí surge que para lograr m antener su posición e incluso expandirla,
tomaban sus propias resoluciones internas por el voto mayoritario y se relacionaban entre
en cada E stado se produce una tendencia a la m onopolización del poder
sí por delegados. Estos cuerpos se constituían con la finalidad de cooperar o confrontar
concentrado en m anos del m onarca y en lo posible con un ejercicio liberado de
con el gobernante. Al reunirse en cuerpos constituidos, los «Stande» (o estados o
estamentos) se presentaban ante el gobernante territorial como preparados para otras m ediaciones. Tam bién para im poner eficaz y confiablem ente las decisiones
asociarse con él en los aspectos de gobierno, característicamente públicos o generales. en todo el territorio había que perfeccionar los instrum entos de gobierno.
Así trataban con el gobernante, hacían oír sus protestas, reafirmaban sus derechos, L a expansión del gobierno absolutista se vio notablem ente favorecida por
planteaban sus consejos, establecían los términos de su colaboración con aquél y ser capaz de frenar las sangrientas confrontaciones que com o resultado de la
asumían su parte en la responsabilidad de gobernar.
R eform a se gestaron entre católicos y protestantes. A sí, es probable que el
M. S u s a n a B o n o l l o M. T e r e s a P i n e r o I ,a f o r m a c i ó n d e l l i s t a d o , til a b s o l u t i s m o 27

m odelo ahsolutista recibiera su m ayor im pulso de las cruentas luchas religio- produjo un aum ento en la prom inencia del rey y se m agnificó la m ajestad de
síis i|iic se extendieron por E u ro p a en la segunda m itad del siglo X V I y sus poderes, rodeándose el m onarca de una corte de consejeros y burócratas.
alcanzaron su punto de m ayor intensidad d urante la G uerra de los Treinta Según Poggi (1997), la corte constituía el aspecto expresivo de su gobierno
Arios. Los conceptos teocráticos de autoridad p ropios de la E uropa m edieval pero esto tenía que completarse con un aspecto instrumental. Por ello coexistía
I ik t o h puestos en discusión com o consecuencia de la R eform a y los efectos con el privilegio y simbolismo de poder de la corte parasitaria, un conjunto de
c o n llicliv o s que en ese m arco se p ro d u je ro n , sentando las b a se s de la consejeros que asistían al m onarca en las decisiones de éste y eran responsables
secularización del poder político. ante él de su puesta en práctica. Estos consejeros culminaban en un pequeño
P rogresivam ente, en ese m arco se fue h aciendo evidente la n ecesid ad de número de ministros con poderes m arcadam ente discrecionales rodeados por
que los poderes del E stado debían diferenciarse de los deberes del gobernante una m ultitud de agentes m enores que realizaban diversas tareas m ilitares, de
con respecto a una fe en particular. obras públicas, burocráticas, etcétera, cuyo origen era generalmente burgués.
Tam bién favorecieron al absolutism o las exigencias de seguridad física y Un hecho revolucionario que se m anifiesta en este periodo es la producción
liirídica que surgen de la com ercialización acelerada de la econom ía, por de leyes p o r parte del m onarca con la capacidad de ponerlas en vigor, adem ás
eIcelo de la dinám ica interna del sistem a productivo urbano, así com o la del establecim iento de un sistem a tributario cada vez m ás abarcativo y efectivo
necesidad de seguridad física y ju ríd ic a que em erge com o consecuencia de los en todo el territorio; y, lo que es m ás im portante, sin necesidad del consenso
IIujos de m etales preciosos y nuevas transacciones que se produjeron luego de los estam entos. Los teóricos políticos de este período explicitaron muy
del descubrim iento de A m érica. bien los alcances de esta capacidad paradigm ática del ejercicio del poder
Surge así el m odelo absolutista, que se con sid era la prim era encarnación soberano. A sí por ejem plo, B odin, quien trata esta cuestión con claridad.
m adura del E stado m oderno. E sto se produce en el m arco de una declinación Y a en este período el E stado funciona instrum entalizado por un conjunto
del sistem a estam ental del S ta n d esta a t (2), sobre todo a partir de un cam bio de de leyes prom ulgadas unitariam ente por el m onarca, quien si bien se encontraba
las ciudades, en tanto la b urguesía había ingresado a ese sistem a en los últim os p or encim a de ellas, hacía que sus decisiones se im pusieran a sus subordinados
siglos de la E dad M edia, a fin de lograr su particip ación en un estructura más com o un conjunto sistem ático, coordinado y predecible. A sí el «derecho
am plia de gobierno que p udiera proveer paz y seguridad a sus transacciones público» se constituye com o un conjunto de dispositivos internos que regulaban
com erciales. Al lograrse esto p o r el ejército unificado en m anos dei m onarca y el funcionam iento de los cargos inferiores frente a los superiores. Y los
por la vigencia de un derecho cierto y unitario, la burguesía estuvo d ispuesta a m iem bros de la burocracia estatal no actuaban inm ediatam ente com o ejecutores
renunciar a la m ayor parte de sus poderes en los cuerpos constituidos, a de órdenes personales sino con una guía y control de un cuerpo de norm as
cam bio del apoyo del m onarca a su expansión com ercial. prom ulgadas que se articulaban al poder del E stado.
Por o tra parte la nobleza había perdido p resencia económ ica, m ilitar y El gobernante absolutista hizo suyas las facultades de gobierno que antes
jurídica en sus territorios. estaban dispersas entre varios individuos y cuerpos colegiados, produciéndose
Por ello en el m odelo ab so lu tista el gobernante 110 tiene que com partir su así una unificación del establecim iento y ejecución de políticas estatales, un
autoridad con los Stande (estam entos) sino que la concentra en su persona. ejercicio de todos los aspectos del gobierno que funcionaban en nom bre de un
Así hace suyas todas las p rerrogativas públicas efectivas. Para sustentarlas se p o der soberano.
En ese m arco, las instituciones del Estado, las tribunalicias, m inisteriales
y adm inistrativas se van haciendo cada vez m ás públicas, es decir oficiales y
relativam ente visibles. A sí, los códigos y estatutos del E stado tenían que
prom ulgarse y publicarse oficialm ente im prim iéndose en lengua oficial.
{’) ) Una vez obtenida la seguridad para sus emprendimientos comerciales y productivos por
parte del monarca territorial, se diluyó la importancia política de las ciudades, presas a El E stado se va distinguiendo así de la sociedad y se concentra en un nivel
su vez de diferenciaciones internas de intereses, sobre todo en la regulación corporativa distinto, en donde se focalizan las funciones específicam ente público-políticas.
de la producción y el comercio y las aspiraciones individuales de enriquecimiento y En cuanto a la vinculación con la naciente econom ía capitalista, ya en el
reconocimiento social, que evidencian cada vez más los contrastes de clase. siglo X V III se m odificaron y uniform aron las reglas que en los siglos anteriores
,'N M. S u sa n a B oncllo - M. T e re s a P iñero l a lo im a i' ií M i (k'l li s i a d o , lil a b s o l u l i s m o 29

los grem ios y otros cuerpos corporativos h abían im puesto autónom a y local- Pero en definitiva, a p esa r de estas pretensiones, había elem entos de
mente a las actividades com erciales y productivas. continuidad entre el orden absolutista y la pro p u esta que lo cuestionaba.
MI m e rc a n tilism o se p re o c u p ó p o r el sa ld o c o m e rc ial p o s itiv o y la Incluso en el nuevo contexto político-institucional que se gestaba, a la
a c u m u la c ió n de re s e rv a s en m e ta le s y se fo m e n tó 3a a c tiv id a d e c o n ó m ic a burguesía le interesaba fortalecer el potencial estatal para la conducción social,
p riv ad a d e la b u rg u e sía . E n el siglo X V III la s p o lític a s m e rc a n tilista s la defensa de las fronteras nacionales y la represión de los conflictos, o sea lo
fueron a b a n d o n a d a s p o r u n « d e sp o tism o ilu s tra d o » , que g e n e ró com o que ya en los siglos del absolutism o se había incorporado al aparato del Estado.
re sp u e sta u n a a c tiv a c ió n de la s o c ie d a d c iv il b u rg u e sa , q u e in ic ia su Lo que se buscaba era controlar ese aparato por el ám bito público
c u e stio n a m ie n to a e ste m o d elo . institucionalizado, pero no su desm antelam iento o debilitam iento, así como
La intervención abso lu tista en cuestiones de negocios, en la autonom ía y tam poco pretendía la burguesía reco rtar su capacidad para ejercer la autoridad
fluidez del m ercado, generó la resistencia de la burguesía. P ero siguiendo a sobre la sociedad.
Poggi, la resp u esta y m ovilización de la burguesía fue radicalizada y dinam izada En su program a político la burguesía ya se prevenía contra las potenciales
por algunos de sus m iem bros no pertenecientes a los grupos económ icos sino im plicancias dem ocráticas de id eas tales com o la soberanía p o p u lar y la
a círculos intelectuales, literarios y artísticos, que se presentaban com o una ciudadanía igualitaria.
audiencia calificada p ara criticar el funcionam iento del Estado. Así, es posible advertir com o ya desde el absolutism o se fueron gestando
En e s te m arco, al e sp acio p ú b lico c o n stru id o desde a rrib a p o r el las tendencias posteriores del E stado de derecho liberal, que constituyó la
ab so lu tism o se le ag reg a un ám bito p ú b lico fo rm ad o p o r m iem b ro s in d iv i­ forma jurídico-instítucional b ásica del Estado nacional.
duales de la so c ie d a d civ il a p a rtir de u n a o p in ió n p ú b lica co n stru id a p o r un
público ra z o n a b le .
Este p o n ía en tela de ju icio los privilegios concedidos a la no b leza y en su CONCLUSIONES DEL MODELO ABSOLUTISTA
lugar com ienzan a generarse ideas racionales secularizadas e ilustradas signadas
por el anti-tradicionalism o y la búsqueda de la em ancipación. El m odelo absolutista sentó las bases fundam entales del E stado m oderno.
Se abre así la p ersp ectiv a de una transform ación política que coloca a - C om o lo sostienen H eller (1987) y H eld (1995), cuando se habla
«lo público» como un ám bito abierto a la confrontación y al avance de los histórica y políticam ente del E stado m oderno debem os referim os a aquel que
intereses individuales burgueses. surge en el Renacim iento europeo, en el m arco de los procesos ya analizados.
El nuevo ám bito público así generado dirige y controla las actividades del I,a expansión y el desarrollo extraordinario de E uropa produjeron tam bién la
Estado y se legitim a p o r invocar la rep resen tació n de las opiniones prevale­ expansión del sistem a de Estados en ella generado.
cientes de la sociedad civil. - La form ación del E stado m oderno se produjo -y así debe com prenderse-
E n ta n to la clase b u rg u e s a se fue c o n v irtie n d o en el fa c to r d o m in a n ­ cn el m arco de los conflictos políticos y religiosos que siguieron a la caída del
te de la s o c ie d a d civ il, la lu c h a p o r u n a re p re s e n ta c ió n p o lític a según sus orden m edieval.
v alo res y c re e n c ia s r e fle ja b a ese p re d o m in io . E sta visió n de un nuevo - Según H eld (1995), este contexto nos perm ite apreciar las innovaciones
d iseñ o in stitu c io n a l d el E s ta d o p ro y e c ta b a la s a sp ira c io n e s y lo s rec lam o s institucionales y conceptuales claves del E stado m oderno y entender de qué
de la b u rg u e s ía y p la n te ó d e fin itiv a m e n te la te n sió n en tre la b u rg u e sía manera se desarrolló la discusión acerca de la naturaleza y la form a adecuadas
com o c la se y el « a n d e n régim e» del a b so lu tism o . de la com unidad política. Y en ese escenario, el concepto de soberanía
Las diversas altern ativ as h istó rico -p o líticas para la reso lu ció n de la organiza la em ergencia del E stado m oderno.
cuestión fueron variadas, pero contaron con dos dim ensiones com unes: la - E sto debe com prenderse, com o ya dijim os, en el m arco de las disputas
im portancia de las ideas de nacionalidad y so beranía nacional. Y en segundo político-religiosas de los siglos X V I y X V II, donde se planteó de m anera
urgente y acuciante la necesidad de la paz interna.
lugar cabe destacar que el proletariado naciente, p ese a sus conflictos con la
burguesía, acom pañó en algunos de sus reclam os a ésta. - La paz es una condición necesaria, es el presupuesto fundam ental para
CAPITULO I I
La tradición del Estado de
derecho constitucional
democrático
S u m a rio :

1. E stado de derecho liberal. 1.1. C oncepto de E stado de


derecho. 1.2. Delimitación histórica. 1.3. Supuestos político-
ideológicos. 1.4. E structura de funcionam iento del E stado
de d e re c h o lib eral. 1.5. P r e s u p u e s to s ju r íd ic o s -
institucionales. 1.6. C ontradicciones del funcionamiento
del E stado de derecho liberal. 2. Estado social de derecho.
2.1. Introducción. 2.2. D elim itación histórica. A ntecedentes
y origen, 2.3. Supuestos político-ideológicos. 2.4. Supuestos
económ icos. 2.5. E structura del E stado social de derecho.
2.6. L a reform ulación del E stado: nuevas funciones. 2.7.
P resupuestos jurídicos. 2.8. D istintas configuraciones del
E stado de bienestar. 2.9. Análisis crítico del funcionamiento
del E stado social de derecho.
1. ESTADO DE DERECHO LIBERAL

I. I. Concepto de Estado de derecho

El E stado de derecho puede ser abordado desde dos perspectivas; desde


una estrictam ente ju ríd ica y entonces nos referirem os a la dim ensión del
E stado som etido al derecho en tanto su actividad y po d er vienen regulados y
controlados por la ley, en contraposición a cualquier form a de E stad o absoluto
que se caracterice por el ejercicio de poder ilim itado. D esde este sentido se
refiere a todos los aspectos vinculados a un E stado ordenado en b ase a norm as
ju ríd icas que integran un sistem a com pleto y de las cuales la fundam ental es la
C onstitución que obliga al E stado y por la cual se autolim ita.
El concepto que m ás no s interesa a la teoría política es el segundo, el que
podríam os llam ar histórico, centrado en la interpretación de cóm o se dio
históricam ente el fenóm eno del E stado de derecho, atendiendo a su génesis y
al desarrollo en el tiem po, estudiando la interacción de las m últiples variables
que lo configuran: sociales, políticas, económ icas, ju ríd icas y culturales.
E l E s ta d o de d e re c h o , p ro d u c to d e u n a la rg a h is to r ia , im p licó
fundam entalm ente una lucha contra el absolutism o m onárquico y la concreción
de una serie de principios legales que m arcaron un m odo de ser estatal que
caracterizó a la m ayoría de los E stados occidentales del siglo XX, y que en su
m odalidad m ás específica significó la im posición de una técnica de vinculación
ju ríd ic a del E stado al ordenam iento ju ríd ic o y el reconocim iento de los
derechos fundam entales del hom bre, com o m edio de h acer efectiva la libertad.
El proceso de afianzam iento de tal concepción ju ríd ica del E stado es lo
que se designó como constitucionalismo, al que entendim os como el m ovim iento
filosófico-histórico y político de los siglos XV111 y X IX , tendiente a delim itar
claram en te las relacio n es entre el hom bre y el E stado, sus derech o s y
obligaciones recíprocas, y a fijarlas en un docum ento escrito que aseguran» su
vigencia por medio de adecuadas garantías (R osetti, 1983).
lista forma de lisiado som etido a control jurídico tuvo la form a ideológica
histórica inicial como Estado liberal, lin electo, la aparición del prim igenio
listado de derecho estuvo acom pañada por una corriente de pensam iento que
le dio su im pronta particular: ol liberalism o.
36 M. Susana Honcllo - M. Teresa Piñoro I ,ii tra d ic ió n d el lis ia d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d c m o c rílllc o 37

Entonces se vinculan íntimamente en su origen y desarrollo , las form as legal. Este «im perio de la ley», postulado del Estado de derecho, encuentra
del Estado de derecho y del Estado liberal. El Estado de derecho comienza antecedentes im portantes.
siendo, y lo será durante todo el siglo X IX y prim eros decenios del XX, Estado La distinción entre gobierno de las leyes y gobierno de los hombres se
liberal de derecho, es decir expresión jurídica del liberalismo (D íaz, 1983). rem onta a la antigüedad clásica; ya se encuentra en textos de Platón, A ristóteles
Pero el Estado de derecho no debe identificarse con el Estado liberal, ésta es y C icerón, siendo esta distinción la que perm itía distinguir entre el «buen
una modalidad de aquél pero no lo agota. Verdú (1975) sostiene que para hablar de gobernar» del «mal gobernar».
Estado de derecho no es preciso que éste mantenga una ideología política determinada, De allí, esta doctrina de la superioridad del gobierno de las leyes sobre el
basta que el Estado se limite, y esta limitación puede ser variada. gobierno de los hom bres, p asa al pensam iento ju ríd ico m edieval. En esa época
A sí, el E stado de derecho es un m arco que nos perm ite abordar las hay m anifestaciones doctrinarias, teológicas y filosóficas que procuran lim itar
diferentes m odalidades que fue adquiriendo en la historia. E n esa línea nos la voluntad om ním oda de la autoridad, pero a decir de E lias D íaz (1983) so
proponem os analizar el E stad o de derecho liberal, el E stado social de derecho, trata siem pre de lim itaciones y controles de carácter m ás bien ético-religioso o
tam bién co n o cid o com o E stad o del b ie n e sta r y luego in d ag ar sobre las iusnaturalista que no autorizan en m odo alguno a hablar todavía de E stado de
reform ulaciones que se están dando en el E stado en el m arco de la globalización. derecho. R especto de los derechos de los hom bres, si bien hay una com plicada
m alla d e situ a c io n e s ju ríd ic a s e sta m e n ta ria s p o r cuyo re s p e to se vela
escrupulosam ente, en tanto el rey ju ra m antener los fueros y franquicias de los
1.2. Delimitación histórica vasallos, el juram ento tiene valor social paralelo a su hondo sentido religioso.
B obbio (1990) sostiene que aun en épocas de la m odernidad, los teóricos
H ablam os del E stad o liberal de derecho com o una form a estatal que del absolutism o m onárquico, como por ejemplo B odin, no dejan de reconocer a
im plica u n a síntesis de m últiples sentidos h istó ricos, políticos, sociales y la ley por sobre el rey. Y esto aun cuando existiera la tesis opuesta; «el príncipe
económ icos que im pregnan un siglo. Por ello no puede sino ser analizado a está exento de las leyes», que incluso estaba codificada en el Digesto; pero esle
partir de su relación con estos clivajes, y esto presupone un concepto de pasaje nunca fue considerado en contraste con la suprem acía de la ley.
sociedad-individuo y una concepción económ ica, que en su desarrollo histórico, E l nudo del problem a, aun pa ra los absolutistas, era presen tar al poder del
coadyuva a la form ación característica del E stad o de derecho liberal. soberano com o un p o der autorizado, regulado, y a sea por una norm a superior,
D ijim os en otra oportunidad en relación con este tem a, que la característica de origen divino, ley natural o p o r leyes positivas, pero nunca com o un poder
m ás ab arcad o ra del E stad o de derecho era el imperio de la ley, el que estaba desnudo, com o simple p o der de hecho.
destinado a realizarse en dos ám bitos fundam entales: en el E stado y en la C uestión ésta, que encuentra su form alización en el E stado de derecho,
sociedad; a partir del establecim iento de una técnica de vinculación jurídica ya que allí se establecen los recursos ju ríd ic o s que delim itan la acción y el
del Estado al ordenam iento ju ríd ic o y del reconocim iento de derechos p o der del gobierno. Se habla, finalm ente, de un sistem a ju ríd ic o asentado
fundamentales del hombre. A m bos elem entos adquieren m odalidades específicas sobre el principio de la responsabilidad no relig io sa o sólo m oral, sino política
en razón del contexto histórico e ideológico en el que nacen y se aplican. N o se y ju ríd ic a de los órganos de gobierno.
trata de cualquier técn ica de vinculación ju ríd ic a ni de cualquier concepto de E n cu an to a lo s a n te c e d e n te s del re co n o c im ie n to de los d erech o s
ley, ni de cualquier clase de derechos fundam entales. E stas características las fun d am en tales de los hom bres veáse «La g énesis del co n stitucionalism o
verem os desagregadas a continuación. liberal» en este capítulo.

Antecedentes de la lim ita c ió n del poder y de los derechos del individu o como base del E tapa de construcción teórica del Estado de derecho
Estado de derecho
E n el siglo X IX , hace eclosión la expresión intelectual e ideológica de la
U n a de las principales problem áticas p o líticas de la m odernidad, fue la de b urguesía en crecim iento, frente a la aristocracia y al clero: son la Ilustración
distinguir a través de las leyes, el pod er despótico de la dom inación legítim a o y el liberalism o, que van erosionando al E stado absoluto, a través de procesos
M . S u s a n a H o n etto - M . T e re s a P iñ e ro I ,a tra d ic ió n del 1ista d o d e d e re c h o c o n sti tu c io n a l d e m o c rá tic o 39

y autores que deben b u scarse y en tenderse sobre la base del desarro llo del c o n s titu irs e en E sta d o de d e re c h o : d iv isió n de p o d e re s , g a ra n tía de los
pensam iento desd e los siglos X V II, X V III y XIX. L ocke, Sm ith, B entham y d e re c h o s fu n d a m e n ta le s, im p e rio de la ley , so b e ra n ía p o p u lar.
Ricardo en Inglaterra; M o n tesq u ieu , V o ltaire, R o u sseau y T ocqueville en En resum en, direm os que el E stado de derecho liberal debe entenderse
l'nm cia; P uffendorf, W o lff y K ant en A lem ania; Jefferson y los federalistas sobre la b ase de procesos que van surgiendo correlativam ente: el racionalismo
en N orteam érica. P or ello, to d o lo que se diga de este m odelo de E stado, de la ilustración, el liberalismo político, el liberalismo económico y desde un
condensa y p resu p o n e las d o ctrin as de los au to res anteriorm ente m enciona­ punto de vista social, el triunfo de la burguesía, que como clase adquiere
dos, que son sólo algunos de los e scrito res re le v an te s en los perío d o s reconocimiento y fu erza de cambio.
citados. Su elaboración te ó ric a co rresp o n d e a to d a una concepción racio n a­ Si b ie n la im p le m e n ta c ió n d e l E s ta d o de d e re c h o lib e ra l v a rió
lista que se condice con la ex altació n de la razó n que hace el hom bre en la significativam ente, de acuerdo con las distintas m odalidades de los países
m odernidad. Se trató de lo g rar los avan ces del m undo de la físic a y de la europeos, tuvo un núcleo central: la galvanización de la form a de gobierno
m atem ática en el m undo de lo social. ab solutista y la expansión del constitucionalism o. P ero esto no destruyó a la
Cabe decir que la educación política de E uropa en casi todo el siglo X IX , m onarquía, sino que la com pletó, instaurándose las monarquías constituciona­
proviene de tres aportes: F rancia e Inglaterra en un prim er m om ento; luego
les com o form a predom inante en la época.
Alemania. D esde el prim er país se extienden las ideas revolucionarias de la
soberanía popular, eternam ente representada p o r la Declaración dé los Derechos
Liberalism o y democracia
del Hombre y del Ciudadano de 1789, corolario de la Revolución F rancesa. De
In g la te rra , la tra d ic ió n p a rla m e n ta ria , la s lim ita c io n e s al p o d e r y la
El liberalism o, protagonista ideológico desde el siglo XVIII y durante el
industrialización tem prana que proporciona un m odelo de desarrollo. M ás
X IX , suele identificarse autom áticam ente con la dem ocracia. Pero la gran
tarde del siglo, sería A lem ania la protagonista, com o cuna del m arxism o, de
expansión del liberalismo en este mom ento, no debe hacem os suponer que se
los partidos socialdem ócratas y eje de las reform as sociales estatales, que
instauraron las dem ocracias repentinam ente; prim ero fue el liberalism o, luego las
m arcarían el rum bo del m odelo de E stado p ara el siglo XX.
dem ocracias-liberales. Las m onarquías eran la form a predom inante en este siglo,
a tal punto que el concepto de «república» tiene connotaciones negativas (1).
A firm ación del Estado de derecho
E n cam bio, las dem ocracias surgen com o producto de años de lucha por
el sufragio universal, p ro ceso que se v a dando paulatinam ente y que se
Las características que configuran el E stado de derecho im plican una
generalizará después de la II G uerra M undial, cuando y a hablam os del voto
larga lucha que hinca sus raíces en la antigüedad, pero direm os que el Estado
que incluye a todos, hom bres y m ujeres.
de derecho es un triunfo del m undo m oderno, y que se institucionalizó de
P o r e llo , S a rto ri (1 9 8 8 ) m a n ifie s ta q u e h a y tre s e ta p a s en lo que va
modo coherente y con un cierto carácter general tras la R evolución F rancesa
d e l sig lo X IX al sig lo X X : el E s ta d o lib e r a l que es ú n ic a m e n te e l E s ta d o
en los E stados liberales del siglo pasado.
c o n s titu c io n a l que a p ris io n a el p o d e r a b s o lu to ; lu e g o , el E s ta d o liberal-
E sta revolución de la burguesía m arca el fin del ciclo absolutista y el
dem ocrático que es prim ero liberal (constitucional) y luego dem ocrático; y el
principio de los regím enes liberales, así com o desde el punto de vista social
E stad o dem ocrático-liberal, en el que el peso específico de los com ponentes se
establece el p aso de la sociedad estam ental a la clasista.
A sí en la D eclaración de los D erechos del H om bre y del C iudadano
a p r o b a d a p o r la A s a m b le a C o n s titu y e n te e n 1 7 8 9 , d a d a p o r lo s
«R epresentantes del p u e b lo fr a n c é s constituido en A sa m b lea N acional»,
se e sta b le c e n lo s p rin c ip io s so b re lo s c u a le s se a sie n ta to d o E sta d o de (1) «Para los constituyentes de F ila d e lfia la democracia todavía in dicab a u n m a l gobierno, la experiencia
d e rech o : «La so cie d a d en que la g a ra n tía de los derechos no está fracasada de los a n tig u o s, y si el Tocqueville de 1835-40 a d m iraba la «democracia social» de los
a s e g u r a d a n i la s e p a r a c ió n de p o d e r e s d e te r m in a d a c a r e c e de am ericanos, sin embargo seguía tem iendo la democracia en A m é rica , la tira n ía de la m ayoría y
C o n stitu ció n » (a rt. 16). E s d e c ir q u e h a c e n f a lta c o n d ic io n e s p a ra rep ud iab a el despotism o dem ocrático, es decir, la dem ocracia en sentido p o lític o » (S a r t o r i 1992,38).
40 M . S u s a n a B o n e tio - M . T e re s a P iflero I ,ii in id ic ld n del I Istm io d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 41

invierte: el poder popular p revalece sobre el poder lim itado. E sto últim o Así, para Locke el contrato social era un puente para el reconocim iento
cuando las dem ocracias se instauran como la form a específicam ente popular, de esos derechos básicam ente individualistas, para otro contractualista com o
que condiciona y lim ita el desarrollo del m odelo del E stado social de derecho o R ousseau, el contrato era el puente p ara el reconocim iento de la entidad social.
listado de bienestar. A p e sa r de las distintas m odalidades que adquiere el contrato social
según los autores, el hecho es que este contractualism o presupone la afirm ación
de que el ejercicio del p oder político es legítimo, sólo si se basamento en el
1.3. Supuestos político-ideológicos consenso de las personas. P or lo tanto es un acuerdo entre quienes deciden
som eterse a un poder superior y con las personas a quienes este po d er os
1.3.a. Derechos del hombre confiado, lo que significa que las personas tien en derechos que no dependen
de la institución, y que el soberano tiene com o función principal perm itir el
El presupuesto filosófico del E stado liberal es la doctrina de los derechos desarrollo m áxim o de esos derechos.
del hom bre, entendidos com o aquellos que todos los hom bres tien en por Es u n tem a clásico en la teoría política la controversia sobre el origen de
naturaleza, independientem ente de su voluntad y frente a los cuales quienes en los derechos hum anos. A lgunos sostienen que provienen de la tradición del
algún m om ento detenten el p oder, deben resp etar y abstenerse de invadir. E ste derecho anglosajón. O tros se pronuncian por su génesis vinculada a la filosofía
iusnaturalismo racionalista (2) es una doctrina que afirm a la existencia de leyes iusnaturalista de la tradición francesa.
independientes del hom bre, y p o r lo tanto anteriores a la existencia de cualquier
grupo hum ano, leyes que son cognoscibles p o r la razón y de las que derivan
derechos y deberes tan n aturales como esta ley. 1.3.6. División de poderes
Este presupuesto adquiere un valor vital p a ra la época en tanto sirve para
establecer los lím ites del poder político, con b ase en una concepción general e D esde el punto de vista institucional, la separación de poderes, a partir de la
hipotética de la n aturaleza del hom bre que p rescinde de to d a verificación form ulación m ás acabada de M ontesquieu, debe entenderse como la garantía
em pírica y de to d a prueba h istó rica (B obbio, 1989). adecuada para instrum entar el imperio de la ley y la libertad. El m odelo de división
Ju n ta m e n te co n e s te iu s n a tu r a lis m o q u e a s e g u ra lo s d e re c h o s de poderes respondía a una organización de división del trabajo estatal, en razón
fundam entales, debem os m en cio n ar al contractualism o social que es la de que a cada órgano le correspondía una función acorde a su estructura.
expresión política del racionalism o , en tanto aparece como el m edio más E sto suponía la in d e p e n d e n c ia de los p o d e re s en tan to c a d a uno de
eficaz p a ra establecer racionalm ente la técn ica de lim itación del p o d er y la ello s se a se n ta b a so bre u n a re a lid a d so cial au tó n o m a, que im p lica b a la
garantía de aseguram iento de aquellos derechos. au to n o m ía de sus p o rta d o re s. E l E je cu tiv o se lo c a liz a b a en el m o n arca; el
L ocke, H obbes y R ou sseau son denom inados contractualistas, y esta L eg isla tiv o e sta b a d iv id id o en dos C ám aras, re p re se n ta n d o a la n o b le z a y a
concepción es fruto del racionalism o de la época. El contractualism o es una la b u rg u e sía , y el Ju d ic ia l, si b ien no te n ía p re se n c ia p e rm a n en te , era
forma de fundar racionalm ente al Estado y a la sociedad, alejándose de las in v e stid o en re a lid a d p o r el e sta m en to de to g a.
fundam entaciones supraem píricas de la E d ad M edia. Se estructura sobre la T anto Locke com o M ontesquieu proclam an la separación de poderes, y
base de la existencia de un hipotético estado natural presocial del cual los se considera que en cierta m anera esto es u n a m anifestación en el terreno
hom bres salen p o r p ropia voluntad, p ara constituir el grupo social y el E stado, político-jurídico de las ideas de la física n ew toniana predom inante en su
por m ed io de un contrato social. E ste co n tractualism o adquiere distintas tiem po; el sistem a de fren o s y co n trap eso s. L as prim eras elab o racio n es
m odalidades según los autores. teóricas sobre el tem a, surgen en Inglaterra y en coherencia con el carácter
em p írico del p e n sam ien to b ritá n ic o , p o r e llo fu ero n el re su lta d o de la
observación, m ás que de la especulación.
(2) (1989) se refiere a la doctrina de los derechos del hombre elaborada por la escuela
B o b b io
R esp ec to del P o d er Judicial no existe un estudio acabado sobre sus
del derecho natural o iusnaturalismo racionalista, que difiere del derecho natural tomista.
funciones, e incluso en L ocke este poder no aparece, y a que en Inglaterra el
42 M . S u sa n a B o n e tlo - M . T e re s a P ifiero I ,a tra d ic ió n d e l lis ta d o de d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 43

ejercicio de la función ju risd ic c io n a l co rresp o n d ía en parte a un órgano La preocupación jurídica se centra en las instituciones del derecho patrim o­
legislativo: la C ám ara de los L ores, ju e z en últim a instancia en orden a la nial, asegurando la libre circulación de los bienes y afianzando el derecho de
aplicación del common law. dominio en cabeza de su titular, en tanto que otros derechos de las personas, no
Pero M ontesquieu, en Francia, tam bién le otorga un lugar secundario al incluidos como tales en la estructura social, como consecuencia lógica, apare­
Poder Judicial en su teoría de la división de pod eres, y a que en consonancia cían casi siem pre regulados con insuficiencia, cuando no faltan por completo.
con el racionalism o im perante, la ley es entendida com o form ulación abstracta Esta legislación es posible, en la m edida que tam bién el concepto de propiedad
que contiene en sí todas las hipótesis posibles, que de hecho puedan surgir. D e tom a un cariz nuevo; m uere la idea colectivista y así se propagan por Europa
este m odo, si la ley ofrece la solución a cad a conflicto, se com prende que leyes contra el m ayorazgo, prim ogenitura, m anos m uertas o explotación colectiva.
M ontesquieu nos diga que «el ju e z es sólo la boca que pronuncia las palabras
de la ley». T anto el P o d er E jecutivo com o el Judicial se lim itaban a ejecutar y
ap licar las norm as g en erales ap ro b ad as p o r el P arlam ento. E sto es una 1.3 .d. Supuestos económicos
adm inistración «nacional» y una ju stic ia independientem ente garantizada.
A través del sistem a de contrapeso entre los poderes, se aseguraba la La economía es uno de los pilares fundam entales del E stado de derecho
predom inancia del órgano representativo, el Parlam ento, verdadero ejecutor del liberal. L a econom ía era v ista com o parte integrante del todo social, las
principio de la soberanía popular y órgano protagonista del siglo X IX . E l poder relaciones económ icas estaban ligadas al orden político y los valores políticos.
legislativo del Parlam ento no nace sólo com o generador de leyes, sino como Todos los autores m odernos que hablaron sobre econom ía, desde L o ck e, M ili,
órgano de contrapeso político p ara quitarle al m onarca la facultad legislativa. H um e incluido A dam Sm ith y M arx, lo hacían entendiendo que el análisis
económ ico era valioso por lo que podía aportar al desarrollo de los principios
sociales y políticos (M acPherson, 1991) (3).
13.c. Valores fundantes del modelo A dam Sm ith publica su obra La riqueza de las naciones en 1776, y
revoluciona los conceptos económ icos; su defensa del libre cam bio se convierte
Los valores que estaban destinados a aseg u rar el orden ju ríd ico eran los en un ataque directo contra la concepción m ercantilista del oro y la p la ta como
derechos individuales: la seguridad jurídica, la igualdad de los hom bres frente fundam ento de la riqueza nacional. P or ello ex p resará que: «Es el trabajo
a la ley, la libertad, la p ropiedad privada y la particip ación de los ciudadanos en anual de cada nación la fu en te original que le proporciona la satisfacción de
la form ación de la voluntad estatal. A sí los prim eros derechos reconocidos las necesidades y comodidades de la vida » (G albraith, 1989, 83).
fueron los civiles y políticos, los que form aron el eje del plexo propio del La tierra ya no es el clivaje sobre el que se articulan las relaciones de poder,
constitucionalism o m oderno que arranca a fines del siglo XV III y en ellos se su tenencia o producción estarán íntimamente vinculadas a una idea de producti­
jerarquizan derechos individuales considerados, p o r la influencia de la vertiente vidad general; la tierra se estaba convirtiendo en una m ercancía como cualquiera.
del iusnaturalism o clásico, innatos al hom bre, que el E stado debía lim itarse a El eje com ienza a girar sobre la idea de que el incentivo fundam ental de la
reconocer y a abstenerse de limitar. actividad económ ica es el interés individual Su consecución privada y com petitiva
Eran recogidos p o r los textos constitucionales como instrum ento de es la fuente del máximo bien público, con lo que se destruye el postulado de toda
defensa de los ciudadanos frente a la om nipotencia del E stado. N o se los la E dad M edia; la desconfianza hacia la persona dedicada a enriquecerse.
concibió com o valores que se deben dar en las relaciones entre sujetos D e Smith proviene la adhesión a la com petencia com o principio de todas
individuales del m ism o rango o categoría. E sta función se consideró que era las so cie d ad e s c a p italista s, su p o n iéndose que p u ede garan tizar el m ejor
propia y exclusiva del derecho privado en general y m ás estrictam ente del
derecho civil. Entre ellos, com o sabem os la p ro p ied ad ocupa el m ism o lugar
que la vida, derecho inviolable y absoluto, y que es tam bién consecuencia de (3) Si bien Adam Smith es considerado el m entor del estudio autónom o de la economía,
una real estructura de poder vigente en la época, a tal punto que los códigos de él mismo consideró que la econom ía y la política eran ramas de la filosofía moral
la época son llam ados «códigos de los propietarios», o «códigos burgueses». (M acP h erso n, 1991).
44 M . S u sa n a B o n e tto - M . T e r e s a P iñ cro I .ti tra d ic ió n d e l 1tetad o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 45

llincionamiento posible de la econom ía. En ese m arco la función que el autor el liberalism o económ ico se convirtió en la fuerza política m ás p o d ero sa del
le asigna al E stado, era tam bién restrictiva; éste debía asegurar la lib ertad del siglo X IX , y las críticas al m ism o, no parecen en este m arco opiniones
comercio interior; la gestión de la defensa com ún, la adm inistración de ju sticia discutibles, sino ataques a las b ases iusnaturalistas de la com unidad política.
y la construcción de las obras públicas necesarias (G albraith, 1989). Kriele (1980) analiza críticam ente este proceso, y sostiene que el liberalism o
lin la teoría económ ica del m ercado, el beneficio y la propiedad de los com o m ovim iento perseguía dos objetivos: el E stado de derecho constitucional
m edios de producción son ju stificad o s en la m ed id a en que sirven a este fin. y la econom ía de m ercado. P or ello se distingue el liberalism o político, cuyo
Son presentados com o m edios p ara un fin y no u n fin en sí. fin es el establecim iento de la división de pod eres y el resguardo de los
El m ercado es presentado com o un ám bito natural es el que juegan derechos hum anos, y el liberalism o económ ico que se ocupa de la econom ía
librem ente la oferta y la dem anda, de allí que la econom ía tiene, supuestam ente, de m ercado. P or lo tanto se diferencia el liberalism o constitucional del liberalism o
un orden autorregulado, y equilibrado. C onsecuentem ente con la idea liberal de económ ico. L a conexión entre econom ía de m ercado y E stado constitucional,
hom bre, a ese m ercado concurren individuos libres que pretenden m axim izar sólo im plica que el E stado constitucional, crea condiciones favorables p a ra la
racionalm ente sus in tereses y que operan en condiciones de igualdad. El econom ía de m ercado, sobre todo en cuanto a la seguridad ju ríd ic a y a la
m ercado es un principio organizativo, ya que se estim a que libre de obstáculos garantía de ciertos derechos, en especial de la propiedad.
distribuye recursos, honores, autoridad, bienes y servicios m ediante un proceso Pero los derechos fundam entales, si bien favorecen a la econom ía de
espontáneo. E sta id ea de m ercado como d istribuidor de bienes, según el m ercado pu ed en ser pervertidos cuando funcionan al servicio de la econom ía
liberalism o no es sólo una extensión de la econom ía, sino que se d a en los de m ercado.
m ercados in te le c tu a le s, c ie n tífic o s, té c n ic o s, cu ltu ra le s, e tc é te ra, siendo E sto es así, porque en el E stado constitucional no hay protección de
entonces el ám bito com petitivo pero esencialm ente pacífico en el que se derechos fundam entales p ara un sistem a económ ico, sino que hay libertades
produce la v id a social. D e allí que el E stado no debe inm iscuirse en este orden p ersonales que pueden ser positivas para el hom bre económ ico, y son p o r eso
¡uitorregulado, ni ninguna otra institución pública, ya que destruyen el mundo relevantes p a ra la econom ía de m ercado.
arm ónico que de él fluye. Así el E stado de derecho constitucional debería proteger la libertad personal
Sin em bargo, en el m arco de la econom ía capitalista, se genera el en nombre de la dignidad hum ana no en nombre de la econom ía de mercado.
«individualism o de posesión» (M acPherson, 1989), que según el autor consiste P or eso la econom ía de m ercado corrom pida por el individualism o de
en una variante del individualism o utilitarista, en el cual, los intereses del posesión, corrom pe a su vez al E stado de derecho constitucional.
individuo y hasta la libertad p ersonal son articulados en el lenguaje de la E sto h a conducido a que el p o d er económ ico se h ay a hech o m ás
propiedad. A sí se sostiene que el individuo es esencialm ente propietario de su poderoso que el poder estatal; tiende a disolver el liberalism o constitucional, y
propia perso n a y de sus capacidades, por las cuales nada debe a la sociedad h a afectado negativam ente, en altísim a m edida, la base de legitim idad del
(M acPherson, 1989). Estado de derecho constitucional.
En el individualism o de posesión, el punto de partida es el individuo y la
sociedad es construida a partir del sistem a de m ercado, donde los individuos
persiguen sus intereses p articulares y la com unidad política es el instrum ento 1.4. Estructura de funcionamiento del Estado de derecho liberal
para la protecció n de las condiciones externas del libre com ercio de m ercado,
en particular p ara la protección de la propiedad. En la estructura de esta form a histórica estatal nos interesa definir la
En este contexto la libertad económ ica sirve a las pretensiones individuales interrelación entre sociedad y E stado.
basadas en el derecho natural, considerándose que otras fundam entaciones
éticas eran dañinas p ara la com unidad. 1.4.a. La sociedad civil según el liberalismo
El derecho natural y la econom ía política se confundieron, el derecho
natural del individualism o posesivo, fue éticam ente purificado por la teoría C am bia absolutam ente el planteo de la relación sociedad-E stado tal com o
económ ica y definitivam ente legitim ado (K riele, 1980). G racias a esta sim biosis se venía sosteniendo desde la antigüedad. A hora la sociedad no es entendida
4<S M . S u s a n a B o n e lto - M . T e re s a P ifiero L a tra d ic ió n del lis ia d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 47

com o un h ech o n a tu ra l sin o com o un c u e rp o a rtificia l c re a d o p o r los fruto del cristia n ism o , desarro llad a por el R enacim iento, por el p ro testan tis­
sujetos para la sa tisfa c c ió n de sus in te re se s, y esto en el m arco de una ley mo y por la escuela m oderna del derecho natural (Sartori, 1989).
n atu ral, q u e esta b le c e d e re c h o s fu n d am en tales, de los cuales el individuo La burguesía fue la prim era clase política y económ ica que exigió para sí,
sólo puede d e sp re n d e rse re sp e ta n d o los lím ites de u n a re n u n cia a co rd a d a com o grupo social, no sólo una libertad política sino adem ás una «libertad de la
con to d o s, con lo que se a se g u ra una c o n v iv e n c ia o rd en ad a y lib re. política», concebida y proclam ada com o la diferenciación de funciones sociales
B obbio (1 9 8 9 ) d irá que sin e ste in d iv id u alism o que se a sie n ta en to d a y roles individuales frente al cuerpo político, y ya no com o se la entendía al
la filo so fía que se v a g e sta n d o , que im p licó u n a v e rd a d e ra «rev o lu ció n estilo griego: com o una sim biosis a las form as éticas y racionales de la vida
c o p ern ic a n a» , no h u b iera sido p o sib le el lib e ra lism o y el m odelo de E stado colectiva (Zolo, 1994).
de d erech o liberal. La libertad, entonces es el tem a del siglo X IX , com o lo será el de la
Este p ro ceso , im plicó la sep aració n de lo p o lítico frente al universalism o igualdad para el siglo XX. P or ello se trata de encontrar los medios institucionales
religioso y feu d al (4), p e ro tam b ién su p u so u n a clara d istin c ió n entre las necesarios para asegurar este valor.
estru c tu ra s n o rm ativ as y b u ro c rá tic a s d e l E sta d o y la « so c ie d a d civil» A hora bien la idea de libertad no puede ser sino vinculada al desarrollo
naciente. E sta sociedad civil, es en un com ienzo la burguesía, y sólo ella. económ ico capitalista propulsado por la propia burguesía y el m onarca. D e allí
Por eso el lib eralism o , en su significado h istó ric o inicial, com o te o ría y que según H eller la idea de sociedad civil se vincula estrecham ente con la
praxis de la p ro te c c ió n ju ríd ic a , p o r m ed io del E sta d o co n stitu c io n a l, de la concepción liberal de la ép o ca que se m anifiesta en ideas que inform an las
lib erta d individual, v ien e a ase g u ra r fu n d am en talm en te la lib e rta d de esta instituciones en todas sus dim ensiones; económ icas, sociales y políticas.
clase. L a lib e rta d e stá e n te n d id a com o lib e rta d p o lític a y civil, en tan to ésta A co n tin u a ció n , H eller n o s d escrib e cóm o e sa s id e a s se c o n v ie rte n en
es la gran c o n q u ista del siglo X IX c o n tra el p o d er d esp ó tico y a b so lu tista id eo lo g ía, c rea n d o la fic ció n de u n a so cie d ad arm ó n ica, de p e rso n a s libres
del m o n arca, com o hem o s v isto con an terio rid ad . e ig u ales que v iv en en u n a so c ie d a d eq u ilib ra d a p o r las fu erzas n a tu ra le s de
Esto llev a a C o n stan t a d ife re n c iar la lib e rta d de los « an tig u o s» de la un m e rc a d o a u to rre g u iad o . A sí e sa fic c ió n es aún h o y le g itim a d a p o r
de los «m odernos». A sí dice: «... El fin de los antiguos era la distribución q u ien es ad o p ta ro n ese p ro c e so com o su id e o lo g ía. Y h ac en de las id e a s que
del p oder p o lítico entre los ciudadanos de una m ism a patria: ellos llamaban in fo rm aro n a la so c ied a d civil b u rg u esa, se n tid a s en ese m o m en to en su
a esto libertad. E l fin de los m odernas es la seguridad de los goces lu c h a c o n tra el ab so lu tism o , el p rin cip al en m asca ram ie n to id e o ló g ic o que
p riva d o s: ello s llam an lib e rta d a las g a ra n tía s a co rd a d a s p o r las en cu b re la so c ie d a d civil real.
instituciones para esos goces» (B obbio, 1989:8). P o r ello e s ta idea es id e o lo g ía , en ta n to , en lu g a r de h a ce r e fectiv o s
L a d ife re n c ia a la que C o n sta n t se re fie re , ra d ic a en que los griegos los id e a le s de lib e rta d e ig u ald a d , c o n so lid a com o n atu ral la d o m in ac ió n de
d esco n o c ía n la n o ció n p o s itiv a del in d iv id u o ; no co ncebían al individuo c la se , b a s á n d o s e en lo s p ro c e s o s h istó ric o s que le d ie ro n fo rm a a la
com o p e rso n a , com o un yo priva d o m e re c e d o r de re sp e to . L os an tig u o s no re la c ió n e n tre b u rg u e sía y a q u e llo s que p re sta b a n su fu e rz a de tra b a jo . Así
p re sta b a n ate n c ió n a la lib e rta d in d iv id u al com o un v alor, n o c ió n que es el b u rg u é s n e c e sitó la ig u a ld ad ju ríd ic a , que le aseg u ró el derecho u n ificad o ,
p a ra p o d e r re sp o n d e r a la eco n o m ía de cam b io , que exigía lib e rta d y
d e re ch o s su b je tiv o s p a ra su efectiv o d e sa rro llo . D e allí que su prim er
su p u esto es la lib e rta d e ig u a ld a d ju ríd ica.
Según su idea, «o m ejor su ideología» com o dice H eller, los hom bres son
(4) Asívemos que después de 1789 la nueva tendencia internacional mostraría una creciente su je to s e c o n ó m ic o s, ig u ale s y lib res, a u to d e te rm in a d o s, re sp o n sa b le s y
-aunque de ningún modo total- aceptación de que la autoridad secular no debía ponerse
autorregulados, norm as básicas de una econom ía de cam bio, que para su
al servicio de fines religiosos. En este sentido se tomaron medidas legales para recortar
el poder de la Iglesia. En España se abolió la Inquisición, en Inglaterra se recortó la funcionam iento requiere un libre m anejo de la propiedad privada y una previsión
Constitución anglicana y en Francia se estableció definitivamente el matrimonio civil en racional en todos los aspectos. Se im pone una racionalidad que abarca no sólo
1815, entreoíros ejemplos ( R o b e r t s , 1989). la división del trabajo sino tam bién las relaciones jurídico políticas.
48 M . S u sa n a B o n e lto - M. T e re s a P iñ ero I-a tra d ic ió n del lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 49

I A .b . Estado. Sus funciones en relación a la sociedad civil Todo E stad o ha tenido el control sobre los m edios de coerción. En
com paración con otros sistem as de gobierno, el E stad o del siglo X IX construye
T odo lo antedicho perm ite hablar de u n m odelo de Estado, un E stado este aspecto m ediante el fortalecim iento de su m onopolio de la coerción
que, según la teoría de los autores del liberalism o, debía ser m ínim o, sólo legítim a, haciéndola técnicam ente m ás sofisticada p ero no m enos sólida.
debía intervenir en la vida social y en el m ercado, p ara asegurar las m ínim as La coerción legítim a se convierte en un aspecto del gobierno m enos
condiciones p ara que la sociedad y la econom ía actuaran de acuerdo a su difuso, penetrante y visible y m ás controlado y especializado. A sí, los m ilitares
propio orden; que era el orden de la autorregulación propio de la lógica y la policía están directam ente encargados de la coerción, pero las decisiones
racionalista, y que coincidía con la lógica de la autorregulación del m ercado. acerca de su organización y funcionam iento y sobre su despliegue, se confieren
Asi el Estado se p resentaba com o un árbitro neutral de fuerzas autorreguladas, a órganos tales com o el L egislativo y el Ejecutivo.
pero en la práctica, el E stad o intervenía constantem ente m anteniendo un L os derechos públicos reconocidos hacen posible el disenso organizado,
esquem a de libertades y regulaciones a favor de la clase burguesa. y la elim inación constitucional de algunas cuestiones de la arena política, en
E ntonces, era un E stado abstencionista, gendarm e en la teoría e interventor particular las religiosas.
en la práctica. L os órg anos legislativos, que cum plen las funciones m ás relevantes
La sociedad y el E stado eran presentados com o ám bitos separados, ya constituyen ám bitos de discusión, con reglas form ales y precisas p a ra ordenar
que ésta era la form a necesaria de evitar la intervención de un poder negativo en los debates, aunque sólo particip an en ellos p ro fesionales, em presarios y
la esfera de los individuos. Se tratab a de un E stado supuestam ente m ínim o, con dem ás m iem bros de la burguesía.
funciones y poderes lim itados, y que en la práctica significaba dejar desprotegidos Si bien el E stado decim onónico e stá constituido unitariam ente, tam bién
a los sectores de la sociedad que no ingresaban al circuito de los intereses presen ta una m ultiplicidad de focos, en tanto se articula en diferentes órganos
burgueses. y cargos, con variadas com petencias e intereses. D e este m odo el proceso
Racionalm ente, el E stado es justificado com o el resultado de un acuerdo político se concentra y se enm arca en los num erosos nudos y em palm es de un
entre individuos en principio libres que acuerdan en el establecim iento de sistem a com plejo y diferenciado.
relaciones estrictam ente n ecesarias p ara garantizar una convivencia duradera y E n ese contexto sectores progresivam ente m ás am plios de la población
pacífica. com ienzan a participar en el proceso político, con la intención de ejercer
El título del libro de V on H um boldt resum e la idea m ás ju sta del m odelo influencia en las decisiones y acciones propuestas, generándose así diversos
ideal de E stad o liberal p a ra la época: Ideas p ara un ensayo p ara determ inar los
alineam ientos, m uchos de ellos superpuestos.
limites de la actividad del Estado, lím ites que no eran sólo en relación a la A diferencia de las prim eras etapas del desarrollo del E stado, en las cuales
libertad m oral y política de los individuos, sino tam bién im prescindibles para el
los individuos y cuerpos reclam aban su participación apelando a sus privilegios
ámbito de la economía.
tradicionales, en el Estado decim onónico, se negocia y construye políticam ente,
Frecuentem ente se identifica la concepción del E stado del liberalism o
no por referencia a esas prerrogativas autónom am ente sostenidas por las partes,
con la noción de E stado «m ínim o», pero este concepto de E stado «mínimo»
sino en articulación al potencial abierto del poder unitario del Estado.
no presupone un E stado débil, p o r el contrario, el cam bio fundam ental que
aparejó la estructura estatal en el siglo X IX fue la constitución de su fortaleza.
Las reform as internas llevadas adelante p o r los países, en el m arco del
I.4.C. Las discusiones publicas y las instituciones representativas
cambio de la técnica y del am biente general del siglo X IX , introduce nuevas
instituciones útiles para el increm ento de su poder: la policía, la administración
E n el m o d e lo ab so lu tista no e x istía un foro de d iscu sió n y la a p e rtu ra
central, el servicio militar obligatorio, los avances técnicos en el arte militar, los
al c o n tro l p ú b lic o de la a cc ió n esta ta l. E n cam b io el E stad o de d erech o
transportes y las comunicaciones. Cuando todo esto se combinó con el crecimiento
lib eral c o n stitu c io n a l no só lo p erm ite sino que ex ige el d eb ate p ú b lico y la
económico de la industrialización, quedaron estados centralizadores, poderosos,
confrontación de opiniones. L os rasg o s esenciales de este deb ate son la
que podían resolver sin m ayores complicaciones el tem a del orden público.
aceptación del conflicto, pero lim itado, y de las controversias reguladas.
50 M, Susana Uonelto - M. Teresa Pinero 1 ,a tra d ic ió n d el lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 51

A tenlo a la im portancia de la discusión pública y a la relevancia del propietarios, los asalariados y los m endigos, así com o las m ujeres y los
d erech o , se explica la p o sició n central que en ese m arco a d q u ie re n las m enores, estaban excluidos. Sólo el je fe de fam ilia propietario era considerado
instituciones representativas. libre, y p o r lo tanto capaz de participar en las elecciones; los dem ás eran
lis en el Parlam ento donde se discuten y sancionan las leyes. R epresenta considerados dependientes.
asi el ám bito público por excelencia, no sólo com o escenario de discusión sino P e ro las leyes afec tab an a to d o s y no sólo a los je fe s de fam ilia
com o sede de vitales pro ceso s de tom a de decisiones (Poggi, 1997). propietarios. E l argum ento principal a favor del sufragio universal era que todo
Pero el Parlam ento no refleja sim plem ente la distribución de la opinión aquel a quien afectase la ley debía tom ar parte en la decisión; y esto estaba
pública, sino que el espectro de opiniones representadas en el Parlam ento es articulado a principios de derecho natural.
más estrecho que el del electorado; está lim itado por los com prom isos y C u an d o una parte del pu eb lo niega, p o r razones de in terese s o de
alianzas y sobre todo p o r el contraste entre oficialistas y opositores, orientado principios, el derecho natural a otra, priva a esta últim a de la esperanza de que
por la voluntad de form ación de una m ayoría. el d e re c h o p o sitiv o p u e d a p ro g re s a r h a c ia la ju stic ia . Se p ro d u c e una
De e sta m anera el Parlam ento adquiere autonom ía frente al público, confrontación entre el derecho positivo y el derecho natural, que c rea una
disputa la prim acía del gobierno frente al ejecutivo, transform ándose en el situación revolucionaria. P o r el contrario, el reconocim iento de la pretensión
órgano central del E stado. iu s n a tu ra lis ta de te n e r igual d e re c h o e le c to ra l p u ed e c o lo c a r al o rd en
En el Parlam ento lo que interesa son las discusiones y argum entos constitucional sobre una base de legitim idad m ás am plia. D e allí que este
justificativos, aunque no lleven en form a inm ediata a resultados y acuerdos. A argum ento contrario a la extensión del sufragio se tom ó inviable.
largo plazo contribuyen en virtud de su doble función de crear conciencia de E l m ás profundo y decisivo argum ento co ntra la extensión del voto era la
los problem as y de poner en tela de juicio las soluciones, a la m odificación de p rotección de propietarios y contribuyentes frente al derecho a legislar de los
las opiniones, aun cuando ésta se opere lentam ente. no p ro p ietario s y los no contribuyentes. El p e o r tem or era que los pobres
podían estab lecer una dictadura com o en el p a sad o había sucedido en Rom a.
P ero m ás allá de estas exageraciones, el núcleo racional de la inquietud
I A .d . La cuestión del sufragio universal co n sistía en la ex p ectativ a de una red istrib u ció n que p u d iera afectar las
condiciones necesarias p ara la producción y el com ercio (K riele, 1980).
Luego de lo expuesto, podem os sostener que la extensión de los derechos E s decir, se desconfiaba de la estabilidad del juicio político de aquellos
electorales, en el m arco del E stado de derecho constitucional dem ocrático, que no eran económ icam ente libres e independientes, y en el im aginario de la
constituye una cuestión de coherencia. A sí, no eran principios ajenos al burguesía liberal, no sabían apreciar de m anera realista y positiva las condiciones
parlam entarism o los que exigían la ex ten sió n del voto, sino los m ism os del com ercio económ ico.
argum entos en que se apoyaba. Entre otros podem os m encionar el principio de E l voto universal e igualitario sólo pudo im ponerse en el transcurso del
m ayoría articulado a la aproxim ación a la v erd ad en todo diálogo libre y abierto, período que v a desde la segunda m itad del siglo X IX a la prim era del siglo X X ,
el reconocim iento de la p ersonalidad ju ríd ic a del ciudadano, y en especial la y eso superando estas resistencias por el acrecentam iento de poder de las
im posibilidad de ser neutral en el proceso de legislación; a ellos se sigue la fuerzas que lo im pulsaban.
exigencia de extender del Parlam ento a los electores la identidad entre quienes A sí, d esde el siglo X V ÍI se tran sfo rm aro n tres condiciones que lo
alegan y quienes deciden. Sin em bargo, la aceptación del sufragio fue precedida facilitaron. E n prim er lugar, gracias a la instrucción obligatoria, los asalariados
de una larga resistencia de la p arte del pueblo (burguesía) que p erdía con esta pudieron acced er a la alfabetización, y por lo tan to conseguir la inform ación
extensión sus privilegios. necesaria. E n segundo lugar la revolución industrial, con su tendencia a la
E sta posición contraria no podía apelar sim plem ente a los intereses egoístas polarización, prom ovió la autoconciencia de los asalariados y la form ación de
de los privilegiados, sino que necesitaba una justificación mediante argumentos. opiniones po líticas propias. Y en tercer lugar la R evolución F rancesa despertó
O riginariam ente, el derecho al voto dep en d ía de la propiedad inm ueble, la co n ciencia pública respecto a la correlación entre la libertad y la igualdad, lo
pertenencia a un grem io libre o pago de im puestos de cierto m onto. Los no que estim uló la lucha p o r el voto universal y obligatorio.
52 M. S u sa n a H o n clto - M. T e re s a l ’ifícro I ,a trad ició n d e l lis ta d o de d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 53

De cualquier manera la obtención del sufragio universal e igualitario fue ju stic ia que se basan en la voluntad de D ios o los dictados de la «N aturaleza»,
paulatina, y sólo referida a la ampliación del sufragio masculino, pasando por etapas a los cuales sim plem ente se esp e ra que el E stado ajuste su orden jurídico.
intermedias, ya que el femenino no fue considerado posible en ese momento. A diferencia de todo esto, el E stado de derecho está constituido por un
Por ejem plo en Prusia, la C onstitución de 1850, que rigió h asta 1918, conjunto de leyes con validez y vigencia. E s derecho positivo, conform ado y
estableció el voto de tres clases. Las elecciones eran universales pero no validado por él m ism o en ejercicio de su soberanía, que im plica decisiones
igualitarias, sino escalonadas. Los contribuyentes de m ayor cuantía tenían un públicas, docum entadas y prom ulgadas.
Ici'cio de los votos, los que reunían la sum a co rrespondiente al segundo tercio D entro del sistem a de gobierno el derecho es el m odo habitual de su
lenlan otro tercio de los votos y el resto de los electores, que constituían la expresión, su lenguaje m ism o, el m edio esencial de su actividad.
amplia m ayoría, el otro tercio. E l E stado está constituido y funciona como una organización formal;
dentro de él, los individuos y sus decisiones representan y actualizan las
com petencias y facultades de órganos y cargos. A estos fines se requiere la
1.5. Presupuestos jurídicos'institucionales sanción de norm as generales que establezcan y regulen dichas com petencias y
facultades. Así, el Estado se preocupa constantem ente por la coordinación y
I 3 .a . Ley dirección de sus propios actos a través de ese tipo de m ecanism os. Com o efecto
de este proceso se produce la sanción de un vasto cuerpo de derecho público.
Debem os entender, tal cual dijimos, cóm o se concebía a la ley en este Siguiendo a H eller el derecho es técnicam ente (no políticam ente) la
momento histórico: com o una nonnatividad general y abstracta, válida para un form a m ás acab ad a de dom inación, ya que hace posible, específicam ente y a
número indeterm inado de casos y por tiempo indefinido. La ley era entendida largo p lazo, la m ás p re c isa y efectiva o rientación y ordenam iento de la
i oino una formulación racional correspondiente a un orden natural de las cosas, actividad p o lítica y el cálculo y la im putación m ás seguros de la conducta que
i¡ne es asequible al entendimiento y fundamentalmente destinada a asegurar la constituye y actualiza el p o d e r del E stado.
ti he liad. Las leyes eran pocas y fundam entales, no profusas como podría L a otra dimensión del orden jurídico, el derecho privado, no da directivas para
pensarse por la predom inancia que adquiere el Parlam ento durante el siglo XIX. el funcionamiento de los órganos estatales, sino que más bien fija marcos para la
La ley significaba m anifestación de la voluntad popular, al m ejor estilo de actividad autónoma de individuos que procuran satisfacer sus intereses privados.
Rousseau, expresada p o r los representantes del pueblo. En un prim er m om ento, P ero tam bién al tom ar esas disposiciones el E stad o establece qué intereses
claro que significaba la expresión de la voluntad de la burguesía, pero no es son dignos de apoyo, y en qué condiciones puede procurarse la satisfacción de
menos cierto que la m ediación del Parlam ento tam bién era fruto del pensam iento esos intereses, como así tam bién las consecuencias que se derivan de las
racionalista. Se entendía que po r m edio de la d iscusión racional y la deliberación transacciones de ese tipo. El E stado tam bién fija los deberes y las prerrogativas
parlam entaria existía m ayor certeza en la deducción de los principios obligatorios que surgen de la propiedad de bienes y otros derechos, o del posicionam iento
ile un orden natural, que se entendía asequible p o r la razón. en roles de parentesco.
La idea m oral que en últim a instancia legitim a al E stado m oderno es la A sí, en tanto se cum plan las condiciones fijadas en térm inos generales
dom esticación del p oder a trav és de la d espersonalización de su ejercicio por las leyes, se dice que los individuos tienen derechos, deberes y obligaciones
(Poggi, 1997). y deben som eterse a determ inadas m odificaciones en sus relaciones m utuas.
Así, cuando el poder se engendra y regula mediante leyes generales, la P ero si todo derecho positivo es m odificable, siem pre es posible que la
posibilidad de que se ejerza arbitrariamente se minimiza; así también se circunscribe nueva legislación destruya derechos establecidos o perturbe a sus poseedores
la posibilidad de sometimiento personal en las relaciones de los individuos en general. en su uso. P a ra evitarlo, ciertos principios legales sustantivos se establecen en
La articu lació n del E stad o m oderno co n el derecho es relevante y una p o sición legal m ás elevada, com o norm as «constitucionales», negándose
estrecha. Ya no se lo concibe com o un conjunto de reglas consuetudinarias, validez a las norm as que se les opongan.
desarrolladas tradicionalm ente com o prerrogativas o inm unidades tradicionales P o r otra p arte, los ciudadanos gozan de derechos en la esfera pública, del
sostenidas corporativam ente; tam poco como la expresión de principios de m ism o m odo que en la privada, y los órganos estatales tienen prohibido atentar
.14 M . S u s a n a lio n e ilo - M . T e re s a P iflero I ,a tra d ic ió n d el lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 55

contra esos derechos. El ciudadano está som etido al p o der del E stado, pero de de sus bienes, costum bres y libertades, sino en virtud del ju ic io de sus pares
lint) m anera lim itada, y p o se e la garantía de sus derechos frente a cualquier según la ley del país», que constituye un antecedente del h a te a s corpus.
intento de abuso del poder. En E spaña se m enciona el Fuero de Aragón de 1283, que fue la ley
suprem a a la que el m ism o m onarca debía obediencia, existiendo, aunque en
form a rudim entaria, un contralor de constitucionalidad a cargo del funciona­
I ri,b . C onstitucionalism o lib e ra l * rio.
L as declaraciones de derechos posteriores a este p eríodo, ya en la E dad
Se designa así, según sostuvim os, al m ovim iento filosófico-histórico y M oderna, p o r el contrario, eran sancionadas p o r los representantes del pueblo,
político de los siglos X V III y X IX ten d ien te a d elim itar claram ente las superándose el carácter de concesión unilateral. Se dan específicam ente en el
relaciones entre el hom bre y el E stado, sus derechos y obligaciones recíprocas, mundo anglosajón y constituyen el antecedente m ás específico de los do cu ­
y a lijarlas en un docum ento escrito que asegurara su vigencia por m edio de m entos constitucionales. Se destacan en Inglaterra el Instrum ent o f G overnment
adecuadas garantías. de 1653, que fue la prim era ley suprem a y la única constitución escrita que
lil constitucionalism o tiene varias etapas: conoce el m undo inglés; y el B ill o f rights de 1689, que fue un pacto entre
Guillerm o de O range y el pueblo, representado en el Parlam ento.
1. C onstitucionalism o liberal:
I .a. Las constituciones liberales censitarias: que según R osetti (1983) se L a etapa de afirmación del constitucionalismo: corresponde a las co n s­
desarrollan en tres períodos: tituciones de los E stados norteam ericanos en los siglos X V II y XV III, que son
a. G énesis (E dad M ed ia -orígenes- y E d ad M oderna); las constituciones escritas m ás antiguas que se conocen en el sentido que se
b. A firm ación (constituciones de E stados U nidos); da hoy a este vocablo. Se cita com o la m ás significativa la del E stado de
c. D ifusión (R evolución Francesa). V irginia de 1776, form ulada y aprobada por los representantes del pueblo
I .b. Las constituciones pactadas: h asta m ediados del siglo XIX . reunidos en asam blea, que es considerado com o único soberano.
1.c. Las constituciones que inauguran la dem ocracia y el parlam entarism o: L a unidad del gobierno central y el establecim iento de la concepción del
segunda m itad del siglo X IX . im perio de la ley, así com o de la soberanía popular, se establecen definitiva­
2. Constitucionalismo social: (5) m ente en la C onstitución de los E stados U nidos en 1787, que puede co n side­
2.a. Post prim era g u erra m undial; rarse el p u nto inicial del auténtico constitucionalism o. E sta C onstitución
2,b. P ost segunda g uerra m undial. aparece com o el resultado de la adhesión de los constituyentes a la dem ocracia
La génesis del constitucionalism o liberal: L os prim eros textos que y su convencim iento sobre la superioridad de los docum entos escritos (R osetti,
marcan una cierta protección de derechos co nsiderados com o fundam entales 1983) E ste instrum ento regulador del poder fue en su aspecto ju ríd ico el
son las cartas o fueros de la E d ad M edia, que constituyen concesiones iniciador de m uchos otros de A m érica. A sí, fue el prim ero que:
otorgadas por los soberanos a determ inadas perso n as o grupos, em anadas a) In stau ró un sistem a b icam eral, en el cual una cá m a ra re p re se n ta b a
im ilateralm ente de la voluntad de los m onarcas sin que haya intervención la so b e ra n ía de la N ació n com o un todo y la o tra la au to n o m ía de los
legislativa del pueblo, y que tienen com o d estinatarios exclusivam ente a los E stad o s fe d e ra d o s.
hom bres libres. A sí, encontram os la Carta M agna de Inglaterra de 1215, que b) E stab le ció un P o d er E jecu tiv o unipersonal, con p erio d icid a d del
establece en su art. 48: «N adie pod rá ser aprisionado, arrestado ni desposeído m andato y elegido por los rep resen tan tes del pueblo.
c) O rganizó un sistem a federal en el cual las provincias conservan todo
el p o d er no delegado al gobierno central.
d) A brió la posibilidad para que posteriorm ente se estableciera el control
judicial de la constitucionalidad de las norm as, que puede ejercer cualquier
l‘>) Que se desarrollarán en el capítulo del Estado social de derecho. órgano de dicho poder.
M . S u sa n a lio n e tto - M . T e re s a P in ero I ,n trad ició n d e l lis ta d o do d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 57

Posteriorm ente, entre los años 1789 y 1791, se sancionaron las diez M ás allá de las diferencias entre los distintos países, en general el rey
prim eras enm iendas, que incluían los d e rech o s de los ciudadanos y que dirige el gobierno, la adm inistración civil y el ejército, y el Parlam ento aprueba
constituían la parte dogm ática de la C onstitución. los im puestos y elabora las leyes, que precisan la sanción del rey.
Las etapas anteriores conducen a la form alización del sistem a político D esde el punto de vista social la burguesía tam bién adquiere poder: prime­
liberal en térm inos del E stado de derecho, p ro ceso que se realiza tras la difusión ro, porque en las nuevas constituciones se receptan los derechos fundam entales,
durante to d o el siglo X IX del ideario político de la R evolución Francesa, y que que son libertades civiles articuladas en tom o a la idea de la libertad y la propiedad
implicó el afianzamiento del constitucionalismo y su difusión en Europa. privada com o derechos naturales, lo que beneficia directam ente a la burguesía.
lista revolución de la burguesía m arca el fin del ciclo ab so lu tista y el P o r o tra p a rte p o rq u e el P a rla m en to , al m en o s en una de sus cám aras,
principio d e los regím enes liberales, así com o desde el punto de v ista social se c o n fig u ra com o re p re se n ta c ió n d ire c ta de e s ta c la se so cial, y a que sólo
eslablece el paso de la sociedad estam ental a la clasista. p u e d en e le g ir re p re se n ta n te s en el P a rlam en to lo s p ro p ie ta rio s a p a rtir de
Siguiendo a R osetti, se d estaca que en la A sam blea C onstituyente se un c ie rto n iv e l de riq u eza. E sto h izo que sólo p o se y e ra d erech o a v o to un 2
presentaron dos tendencias: la de considerar a la C onstitución com o instrum ento o 3% de la po b lació n .
L as constituciones cread as con po sterio rid ad a la R evolución Francesa
de soberan ía de la N ació n y la de que sirviera com o un elem ento de reform a de
receptaron en general los principios del ideario de la revolución, aunque
la m onarquía protegiendo a los ciudadanos del despotism o. Triunfó la prim era
asum iendo distintas variantes; la prim era C arta constitucional aparecida en
tendencia, y esta teoría de la constitución adop tad a en la A sam blea C onstituyente
E uropa fue la francesa de 1791, que sirvió de m odelo a la española (1812), la
signó la introducción al E stad o de derecho.
noruega (1 8 1 4 ), la portuguesa (1822) y la b elg a (1831).
A sí, en la Declaración de ios D erechos del Hombre y del Ciudadano
L a característica de la época fue que las constituciones iban reform án­
aprobada p o r la A sam blea C onstituyente en 1789, dada po r los «R epresentantes
dose co n stantem ente, p erfe ccio n á n d o se y sirviendo de a n tec ed en te s para
del pueblo francés constituido en A sam blea N acional», se estab lecen los
otras reform as o el dictado de nuevas constituciones en otros países (6).
principios sobre los cuales se asienta todo E stad o de derecho: «La sociedad en
que la g arantía de los derechos no está asegurada ni la separación de poderes
L as constituciones pacta d a s son post-R ev o lu ció n F ran cesa en tanto
determ in ad a carece de C onstitución» (art. 16). Es d ecir que h a cen falta
corresp o n d en a un m om ento en que se cuestiona la innovación rad ical que
condiciones p ara constituirse en E stado de derecho: división de poderes,
había significado la constitución y se proclam a una vuelta a las tradiciones
garantía de los derechos fundam entales, im perio de la ley, soberanía popular.
(B urke). A sí, en nom bre de la legitim idad tradicional de la m onarquía, se
Las disposiciones m ás im portantes que constituyen la base ideológica del
acuerda con el Parlam ento un reforzam iento del po d er del rey. Se da en
ideario de la revolución son:
algunos países: en algunos E stados alem anes e italianos, la C arta francesa de
- El objeto de to d a asociación política es la conservación de los derechos
1814, la de E sp añ a de 1834.
del hom bre.
- L a lib ertad consiste en h acer todo lo que no perjudique a otro.
Las constituciones que inauguran la dem ocracia y el parlam entarism o:
- Los lím ites a la lib ertad sólo pueden p ro v en ir de la ley.
Se refiere a las m anifestaciones jurídicas surgidas después de los m ovim ientos
- D ebido proceso legal.
obreros y sociales por la extensión del sufragio y otros derechos sindicales y
- L ib ertad de expresión y conciencia.
laborales que se dan en form a generalizada en la segunda m itad del siglo XIX.
- R epartición proporcional de las cargas públicas. Al m ism o tiem po se cuestionan los poderes del rey y se aum enta el del
- L a p ropiedad es un derecho inviolable y sagrado.
Las características p rincipales de estas constituciones en E u ro p a es que
establecen una nueva distribución del poder, suprim en el poder absoluto del (6 ) desarrolla el ímpetu constitucionalista de los países en diferentes etapas,
Je l l in e k ( 1 9 1 5 )
m onarca y lo distribuyen entre el propio rey, el Parlam ento y los ju e ce s. Se m ostrando las sucesivas influencias y reformas de las constituciones, posteriores a las
constituye la llam ada monarquía constitucional. primeras nacidas luego de la Revolución Francesa y que corresponden a distintos
mom entos de la historia de los países.
58 M. Susana Bonello - M. Teresa Piflero I ,a tra d ic ió n del lis ta d o de d e r e c h o c o n s litu c io n a l d e m o c rá tic o 59

Parlam ento. G ran B retaña, Suecia, N oruega y D inam arca progresivam ente van Las constituciones de la época, que com o dijim os configurarán el instru­
reform ando sus constituciones, pero tam bién se generaliza la id ea de una m ento organizador del E stado de derecho, contienen:
interpretación y una p ráctica diferentes de la constitución, m ás acordes a estas 1. P rim a c ía de la ley que re g u la to d a a c tiv id a d esta ta l, ta n to en la e sfe ra
nuevas tendencias. e je c u tiv a com o en la ju risd ic c io n a l: e n tié n d a se ley en sen tid o fo rm al, o
C laro que esto no sucede en todas la s nacio nes ni de m anera lineal, se a e la b o ra d a por lo s ó rg a n o s le g isla tiv o s d e l E sta d o ; en la s d e m o c ra ­
puesto que en otros p aíses la dem ocratización se va realizando de m an era más cias lib e ra le s, p o r el P arla m e n to . L os c iu d ad a n o s so n ig u a les, fo rm a l­
lenta y resistida, com o en Italia, Francia, E spaña, etcétera. m en te , ante la ley.
D esde un punto de v ista de los d erech o s fundam entales, H aberm as 2. U n sistem a jerárq u ico de norm as que realiza la seguridad ju ríd ica y que se
(1967) realiza una clasificación de los derechos que las constituciones del co n c re ta en el rango diverso de las distintas norm as y en su correspondiente
siglo X IX atribuyen m ás frecuentem ente al individuo: ám bito de validez.
1. D erechos correspondientes a la esfera del público razonable o racional: 3. L eg alid ad de la adm inistración, estableciéndose el sistem a de recursos
estos so n libertad de expresión, de opinión, de reunión y de asociación. corresp o n d ien tes.
2. D erechos articulados con las prerrogativas p o líticas de los individuos: 4. S eparación de poderes com o garantía de la libertad o freno de posibles
derechos electorales, derechos de petición, etcétera. abusos. E sta separación se interpreta de m aneras distintas y es receptada
3. D erechos que constituyen el status de un individuo como p erso n a libre: con m odalidades diferentes en las prim eras constituciones.
inviolabilidad de su residencia, su co rrespondencia y prohibiciones de 5. R econocim iento de la personalidad ju ríd ic a del E stado, que m antiene
todo lo que atente con tra su libertad. relaciones jurídicas con los ciudadanos.
4. D erechos referentes a las tran saccio n es de p o seed o res de pro p ied ad 6. R e c o n o c im ie n to y g a ra n tía de los d e re c h o s fu n d a m e n ta le s que se
privada en la esfera de la sociedad civil: igualdad ante la ley, pro tecció n de incorporan al orden constitucional.
la pro p ied ad privada, p ro tecció n de los derechos de herencia, etcétera. 7. E n a lg u n o s caso s, c o n tro l de co n stitu c io n a lid a d de las le y e s com o
Existía la preocupación, en el pensam iento liberal, de que el derecho g a ra n tía fren te al d e sp o tism o del L e g islativ o . E ste co n tro l se e fec tú a
positivo entrañ ara una posib ilid ad de m utabilidad p eligrosa para los derechos de d istin ta s m aneras.
«inviolables». Para enfrentar este dilem a, los teóricos y ju ristas plantearon
varios artificios, p o r ejem plo la existencia de un derecho natural p o r encim a y Gradas del desarrollo del Estado de derecho
anterior al derecho positivo, o interpretaciones político-institucionales que Según K riele (1980), existe una serie lógica de gradas del E stad o de
apelaban al contrato social. derecho constitucional liberal que se pueden caracterizar esquem áticam ente:
Sin em bargo estas p ro p u estas, ya en el siglo X IX , se contraponían al 1. E stad o de legalidad form al, que im plica el funcionam iento estatal m ediante
enfoque predom inantem ente secular que el positivism o legal había celebrado r e g u la c io n e s g e n e ra le s y a b s tr a c ta s , s a n c io n a d a s p o r m e d io de
com o una v icto ria sobre las doctrinas de derecho natural y el contrato social, procedim ientos determ inados y publicitados, legalidad de la adm inistración
que adem ás podían h acer surgir ten d en cias igualitarias, que la burguesía y com petencias determ inadas.
consideraba inconvenientes. 2. E stado de derecho m aterial, que asegura las garantías de la ju sticia m aterial
P or ello la base legitim atoria del E stado de derecho constitucional liberal y de la libertad; com prende la obligación del legislador de resp etar los
es legal racional, articulada a la despersonalización del ejercicio del poder, que derechos fundam entales, la interpretación de las leyes form ales conform e
en la tradición de la cultura occidental posee efectivam ente una significación a criterios de justicia. V inculaciones entre la legitim idad y la legalidad (7).
m oral distintiva, y constituye una v erdadera aunque débil fuerza legitim adora.
Tam bién en esa instancia de legitim idad es de la tradición del E stado de
(7) A partir de la secularización de la política propia de la modernidad racionalista que baña
derecho liberal la apelación a que, com o decisión que surge de la confronta­ al Estado, la legalidad es vinculada a la legitimidad, es decir que siempre el grupo social
ción pública de opiniones en un debate libre y abierto, el derecho se aproxim a evaluará si lo legal coincide con los principios suprapositivos que son su marco de justicia
a ser un p roducto de la razó n m ás que de la voluntad. del derecho del Estado.
60 M . S u sa n a D o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro I .a tra d ic ió n d e l K stad o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 61

3. Estado de derecho p rocesal, que im plica el control judicial de la ju rid ic id ad E ste m o d elo de E stad o p resen ta , a decir de E lias D íaz (1 9 8 3 ), la
formal y m aterial, resguardo de los principios del procedim iento legal, del prim igenia contradicción en sus postulados de form ación. En efecto, en la
ju e z legal y de la p resunción de inocencia. D eclaración de 1789 se establece la propiedad com o «derecho inviolable y
4. E stado co n stitu cio nal co n división de p o d e re s, que im plica división sagrado» (art. 17) y esto ap areja en la práctica u n a limitación de los derechos
institucional entre el p o d er legislativo y el ejecutivo, la independencia del civiles, específicam ente los derechos electorales. L os ciudadanos serán divi­
poder ju d icial y un sistem a de lim itaciones m utuas de los pod eres para didos en activos y pasivos en razó n de su contribución tributaria, tom ando
lograr la cooperación y el control al serv icio de las garantías de la com o base im positiva la pro p ied ad privada, y sólo los prim eros (propietarios
juridicidad form al y m aterial. contribuyentes) form arán parte del cuerpo electoral.
5. Estado constitucional parlam entario, que im plica prerrogativas del P arla­ P o r ello la lucha por la extensión del sufragio será el fin m ás am bicionado
m ento originadas en elecciones periódicas, en especial el derecho de de la últim a m itad del siglo X IX , pero no debem os entender que el hom bre de
legislar y la prioridad de la ley parlam entaria. Tam bién el derecho de dictar la época aspira a la extensión del sufragio sólo com o una conquista política,
el presu p u esto , así com o el control y ev entualm ente la elección del sino que tam bién rep resen tab a las aspiraciones de una naciente clase, de
gobierno. (E sto está sobre todo dirigido al sistem a parlam entario m ás que reconocim iento de derechos sociales concretos com o, por ejem plo, la red u c­
al presidencialista, que son form as de gobierno propias del E stad o de ción de la jo rn a d a laboral.
derecho. Pero la relevancia del pod er legislativo com o órgano suprem o de Según B riggs (1989), durante el siglo X IX los gobernantes de los países
debate y legislación se extiende a am bos m odelos). donde se generaliza el m odelo de E stado pierden im portancia al lado de la
Se trata de una secuencia lógica y no histórica, ya que es en el transcurso trascendencia y rapidez de los cam bios, aun en el caso de aquellos que fueron
de la historia constitucional, aunque en distintos m om entos, en los diferentes sím bolos de continuidad: V ictoria en Inglaterra (1873-1901), F rancisco José
listados, que se habrían reconocido y desarrollado las distintas gradas del en V iena en el trono de los H absburgo en 1848. O tros pasaron a la historia
Estado de derecho. com o partícipes m ás directos de los grandes cam bios de Europa: N ap o leó n en
Francia, B ism arck en A lem ania.
Y es que si bien la aplicación del E stado de derecho liberal adquiere
1.6. Contradicciones del funcionamiento del Estado de derecho liberal diferencias en razón de los contextos geográficos, hay un hecho que unlversa­
liza el proceso: la aparición de los m ovim ientos obreros, cuyo m otor principal
H ablam os de un p roceso que com ienza en el siglo X IX y que es superado es la Revolución Industrial (8), que tuvo lugar en Inglaterra y en el sur de
específicam ente después de las dos guerras m undiales, cuando se generaliza el E scocia durante el último tercio del siglo X V III, cuyas principales reivindica­
modelo del E stad o de bien estar o E stado social de derecho, que pro d u ce un ciones están relacionadas con el m undo laboral y que ve en el derecho de
viraje profundo en las relaciones estatales-societales. asociación y en la extensión del sufragio las arm as para la obtención de las
D esde la aparición de los prim eros m odelos de E stado liberal h a sta ese m ejoras sociales.
momento, la historia del m undo entero cam bia, las concepciones que habían A inicios del siglo, esta industrialización generó profundas reacciones,
dado vida al E stado liberal son puestas en d uda y superadas en ám bitos fundam entalm ente del artesanado, que fueron los prim eros antecedentes de los
relevantes p a ra el hom bre. P ero este es un p ro ceso , y como tal se va gestando
paulatinam ente, a tal punto que podem os decir que incluso concom itantem ente
con la im plem entación del E stad o liberal van surgiendo aquellas fuerzas que lo (8) En la primera ola de industrialización, la máquina de vapor revolucionó al mundo. El vapor,
m odificarían en aspectos esenciales. la nueva fuente de energía que acabó con el dominio secular del viento y del agua, íue
Y es que el E stado liberal que hem os d escripto no fluye pacíficam ente, descubierto y usado por primera vez en Gran Bretaña. Este país desarrolló además la
primera industria fabril de cierta envergadura, la industria algodonera. Luego vendrían el
sino que, p o r el contrario, lo hace en el m arco de profundas y constantes
carbón y el hierro, considerados el «capitalismo carbonífero», que alcanzó su punto
revoluciones que cuestionan sus m odalidades esenciales, culminante con la invención del ferrocarril (B r ig g s , 1989).
62 M . S usunu U o n etto - M . T e re s a P iñ e ro L a tra d ic ió n d e l lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 63

m o v im ien to s o b re ro s. C a b e d e c ir q u e d is c u s io n e s so b re sa la rio s y h o ra ­ Ahora bien, no debemos identificar al movimiento obrero con el socialis­
rios la b o ra le s e x istie ro n ya en la é p o c a de la m a n u fa c tu ra y p o r e lla s mo; este últim o apoya ideológicam ente un proceso que se gesta tiem po antes. El
lle g aro n los o b re ro s a c o n o c e r el c o n tra ste s o c ia l de in te re s e s e n tre ello s movimiento obrero nace naturalm ente como resistencia al capitalism o industrial.
y su s p a tro n o s . P e ro a h o ra la m a q u in a ria c o m p e tía com o m e d io de Por todas partes donde éste se instala, al desposeer y esclavizar las m asas
Irnhajo con los tra b a ja d o re s m ism o s. D e a h í q u e la p rim e ra re a c c ió n del obreras, las concentra y agrupa en grandes em presas y en ciudades industriales.
tra b a ja d o r a p u n ta se a la d e s tru c c ió n de la m á q u in a (9). L a form a prim itiva del m ovim iento obrero es la form a puram ente econó­
lis que la ausencia de to d a regulación estatal de las condiciones de m ica, la lucha p o r los salarios y la duración de la jo m a d a de trabajo. E sta lucha
trabajo dará lugar a una explotación inim aginable en la actualidad. Q uienes no no reviste en un principio m ás que la form a de sim ples explosiones d esesp era­
poseen otra co sa que su p ropia fu erza laboral estarán obligados a venderla en das, de revueltas espontáneas, aunque las organizaciones co rporativas no
las condiciones fijadas p o r un m ercado guiado solam ente por la lógica del tardan en darle form as superiores. D espués se añade la lucha política, en la
beneficio. A su vez existe una m ano de obra abundante, producto del ab an d o ­ cual el sufragio universal ap arece com o uno de los objetivos principales, tanto
no de los cam pos que hacen los hom bres y una reducción de puestos de en Francia com o en Inglaterra, y que en esta últim a provocó, y a antes de
trabajo por el establecim iento de las m áquinas. 1840, la constitución de un partido: el de los cartistas (10).
Esta m ano de o b ra que alim enta las fábricas, de hecho m ás m ujeres y L a prim igenia respuesta de la burguesía a las dem andas de la clase obrera
niilos que hom bres, tuvo que apren d er una nuev a disciplina, ya que era algo fue la represión. Y a en el siglo X V III el reglam ento grem ial del Sacro Im perio
más que una sim ple m ano de obra em pleada p o r los fabricantes. D esarrolló su Rom ano h ab ía fijado por derecho com ún la prohibición de asociación de los
propia conciencia y finalm ente sus propias instituciones com o clase tra b a ja d o ­ oficiales artesanos, como y a era natural en casi to d o s los estados europeos.
ra. liste térm ino era tan nuevo com o el fenóm eno en sí, lo m ism o que el uso de Tanto a los representantes del derecho natural racio n alista com o a los de la
la palabra «industria» p a ra referirse a un sector de la econom ía (Briggs, 1989). econom ía liberal clásica les parecía una extensión lógica de la libertad lim itar
Los diferentes p ro ceso s nacionales de in dustrialización le im prim ieron esta unión de «intereses especiales», cuyo poder p o d ría obstaculizar la libertad
ritmos distintos al desarrollo de la clase obrera continental. A l m ism o tiem po de los dem ás. D e allí que lo prim ero por lo que brega el obrero es por la
va solidificándose una teo ría que provee de m otivos para el protagonism o legalidad del derecho de asociación.
p o lític o y so cial de los tra b a ja d o re s : el s o c ia lism o , que a lc a n z a rá su Si bien en su fase prim aria el movimiento obrero había surgido en Inglate­
fundam entación científica con M arx. rra, pronto siguió en Francia y en A lem ania por cam inos paralelos. En los años
Su obra M anifiesto comunista es publicada en 1848, año de la gran sucesivos a la década del treinta se suceden los conflictos, fundam entalm ente en
revolución, cuyo eje es París. «Marx, movido p o r una comprensible im pacien­ Inglaterra, país de industrialización m ás acabada, en relación a Francia y a Italia,
cia revolucionaria, cree ver y a en 1848 una situación madura p a ra la de modo que los triunfos obtenidos por éstos entre 1830 y 1848 sirven de m eta
revolución proletaria, interpretando las crisis periódicas -los ciclos cortos de para el resto de los obreros de Europa.
siete-diez años- como síntomas de que las fu erza s productivas han crecido Si bien la represión es la devolución a los reclam os de los trabajadores,
espoleadas p o r el capitalismo hasta el punto de entrar en conflicto con las los obreros ingleses aportan la prueba concreta sobre la posibilidad de obligar
relaciones de producción capitalistas. La oleada revolucionaria que recorre
lúiropa en 1848 le parece así el ensayo general de la revolución proletaria
ipie ha de p oner fin a la existencia del capitalismo una vez que éste ha
cumplido su p a pel histórico» (Param io, 1989:75).
(10) El cartismo nace en 183 5, pero no era un partido acabado; no tenía programa socialista,
su programa era la obtención del sufragio universal; esto hizo que atrajera una multitud
de elem entos burgueses, que no tenían auténtica inclinación por los m étodos e intereses
('>) Ya durante el siglo XVII se habían registrado rebeliones de los obreros contra las primeras proletarios. Esto tuvo como consecuencia fuertes luchas intestinas que debilitaron sin
máquinas empleadas de telares y pasamanerías (A b e n d r o t h , 1970). cesar al partido cartista (P a r a m io , 1988).
64 M. S u sa n u B o n e tlo - M. T e re s a l ’i fiero I ,a tra d ic ió n del I is la d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 65

ni poder público a intervenciones p o lítico-sociales, de obtener concesiones D espués de 1848, y a p e sa r del fracaso de la revolución de P arís, las
con la lucha sindical d irecta (am pliación del derecho del voto, leyes de revoluciones se extienden por E u ro p a en p rocura de intervenciones estatales,
regulación de horas laborales, liberalización del derecho de asociación). El logrando conquistas sociales que supondrán cam bios notables en la estructura
punto culm inante se alcanzó durante la ola revolucionaria que, pro v o cad a por del Estado liberal. A m odo de ejem plo: en A ustria las m anifestaciones de 1869
lu crisis de 1847, incendió to d a E u ro p a y se transm itió al re sto de los obtienen el derecho de asociación; en H ungría sucede lo m ism o en 1880. En
m ovim ientos o b reros cll). Francia recién en 1894 se obtiene del E stado una am plia ley de seguridad social
D esde el p u n to de v ista eco n ó m ico , P aram io c o n sid e ra que la d e rro ta para los m ineros, y en 1898 una ley de protección contra accidentes. E n Italia,
de las rev o lu cio n es de 1848 ab re p a so a u n a o n d a la rg a de a cu m u lació n que de industrialización m ás tardía, recién en 1894 obtienen la concesión del
se pro lo n g a h a sta 1873. E s ta se c a ra c te riz a p o r u n a ex pansión m a siv a del renunciam iento de la represión m ilitar contra las huelgas. En Inglaterra, en
m ercado m un d ial com o e fe c to de la g e n e ra c ió n d el p ro c e so de in d u stria li- 1847 se aprueba la reducción de ho ras de trabajo a diez.
/,ación y de la ex ten sió n de la co n stru c c ió n de fe rro c a rrile s a to d a E u ro p a. D urante el decenio de 1880, las asociaciones obreras de casi to d as las
Así se p ro d u c e un a u m en to im p o rta n te de la ta s a de g a n an cia, com o naciones europeas crecieron en núm eros de afiliados y en buena organización.
co n se c u e n c ia de la p e n e tra c ió n de la m aq u in aria, q ue sig n ifica u n a b a ra ta ­ A fines del siglo el sindicalism o estaba lo suficientem ente organizado como
m iento global del cap ital co n stan te. para h acer de las huelgas un arm a m ás eficaz que en ninguna o tra época
Si tras las revoluciones de 1848 la resp u esta de los gobernantes fue la anterior; p o r ello se cam bian los m étodos de lucha, de las m anifestaciones a
represión de las organizaciones de la clase obrera, en los años sesenta se genera una acción organizada, que incluso tenía com o fin colocar las fabricas bajo el
una llexibilización que beneficia la reorganización obrera. En ese m arco, sólo control directo de los trabajadores.
lenlam ente y envuelta en contradicciones pudieron desarrollarse una concepción En relación a la extensión del sufragio, objetivo lim inar de las luchas,
y una acción independiente del m ovim iento obrero (A bendroth, 1970). debem os d e c ir que no era ta n ab so lu ta m en te re sistid a p o r los g ran d es
A esto contribuyen las m últiples asociaciones generales obreras que se gobernantes de la época. N ap o leó n III en F rancia y B ism arck en A lem ania
van erigiendo en toda E u ro p a y la extensión de la socialdem ocracia como propugnan cam bios en este sentido.
coadyuvante de la lucha política. Joll (1989) sostiene que p a ra estos gobernantes la concesión del sufragio
La form ación de los grandes p artidos políticos de la clase obrera com ienza fue otra estrategia política; utilizarla com o arm a p a ra destruir a los lib erales de
tam bién en este siglo: L asalle funda en A lem ania en 1863 la A sociación G eneral las ciudades que se oponían a sus gobiernos. A sí a trav és del sufragio
de Trabajadores A lem anes. En 1869 se funda el P artido Socialdem ócrata, obra universal, en estos países predom inantem ente ru rales y agrícolas -a p e sa r del
de Bcbel y Liebknecht. E sto luego da origen, en 1875, al Partido Socialdem ócrata crecim iento de la industria y el com ercio- siem pre cabía la esperanza de poder
form ado m ediante la unión de los partidarios de M arx con los seguidores de utilizar a un cam pesinado fundam entalm ente co n serv ad o r para su p erar el
Lasalle. En Francia, un grupo de seguidores de Proudhon presentó candidatos núm ero de vo to s de los reform adores pequeño-burgueses de las ciudades.
de la clase o b rera a las elecciones legislativas de 1863. En consecuencia, en 1866 el sufragio universal fue la base p ara la
La A sociación Internacional del T rabajo de 1864, cuyo dirigente m ás constitución de la C onfederación del N orte de A lem ania, y en 1870 p a ra el
im portante fue K arl M arx, logra convertirse en la representante de casi todas Im perio A lem án, creado después de la victoria sobre Francia. En Inglaterra,
las organizaciones independientes del m ovim iento obrero en Europa e inducirlas tierra de las libertades políticas, es donde se obtiene la am pliación del núm ero
a una am plia colaboración y a la discusión de sus objetivos y su estrategia. de votantes m asculinos ya en 1867 y en 1884.
R esultado de esta últim a m edida fue que la C ám ara de los C om unes se
elegiría sobre una am plia base de sufragio universal m asculino, aunque todavía
se negaba el acceso a los colegios electorales a dos de cad a cinco varones
(II) Las revueltas nacionales de Hungría y del norte de Italia fueron reprimidas ferozmente. ingleses adultos, y tendría que llegar el siglo X X p a ra que algunas naciones de
Kn Lombardía se impuso la ley marcial; en Prusia el rey Federico Guillermo IV derogó la
E uropa considerasen que el sufragio universal incluía a las m ujeres lo m ism o
constitución liberal y promulgó una de tendencia autoritaria (Jo l l , 1989).
que a los hom bres (Joll, 1989).
M. Sustituí Donelto - M. Teresa l’iñero I ,a trad ició n del I isla d o d e d e re c h o c o n s tilu c io n a l d e m o c rá tic o 67

M ás allá de las intenciones de los gobernantes en cuanto a la extensión de E stad o y la s fu n cio n es que é ste d e b ía cu m p lir. En e fe cto , im p licó el
los derechos electorales, al reconocerlos com o derechos deben incorporarlos direccionam iento del E stado desde un prim er m om ento, m ediante el em pleo de
en sus ofertas electorales, ya que com ienzan a constituir la base de legitim idad una política m onetaria, fiscal y educativa claram ente planificada, acom pañada
de los gobiernos. Pero lo que es m ás im portante es que su reconocim iento en el caso de A lem ania de m edidas antisocialistas, a fin de im pedir la hegem onía
com o derechos tiene un a lógica inevitable p o ten ciadora de otros derechos. del P artido S ocialista D em ócrata (B riggs, 1989).
Desde el punto de vista económ ico, a partir de 1874 y hasta 1893 tiene A fines del siglo X IX se advertían indicios, p o r toda E uropa, de que el
lugar una onda larga de estancam iento relativo, que recibe el nombre de «gran E stado no p o d ía ser sólo el «guardián» de la pro p ied ad privada, sino que se
depresión», disminuyendo la tasa de ganancia. P ero esto no implicó un hundimiento esp eraba de él que cuidara directam ente del b ien estar de los ciudadanos. Así se
del nivel de vida de la clase obrera, como sí ocurrió con la crisis del año 1930, cita a B ism arck, en A lem ania, quien acom pañaría sus m edidas antisocialistas
sino que por el contrario significó un crecim iento en calidad de vida. Param io con un gran program a de seguridad social. La idea del E stado p atern alista era
explica esta paradoja: en esa época el liberalism o competitivo estaba en su m ás típica de una tradición alem ana que del re sto de los países europeos.
apogeo: de allí que frente a la caída de la tasa de ganancia los capitalistas Fichte y H egel habían enseñado que el E stado era algo m ás que la sum a de sus
reaccionan bajando los precios, y no los salarios, con el fin de ganar m ayor ciudadanos. A dem ás, la legislación de B ism arck fue apoyada y com entada por
espacio en el m ercado. A dem ás en ese m omento las posibilidades de emigración, estudios sociales, ciertos grupos de intelectuales y econom istas académ icos
factor m uy im portante, evitan una excesiva com petición en el m ercado de preocupados p o r establecer estudios científicos de las leyes de la econom ía
trabajo, con lo que no hay una excesiva oferta que pueda abaratar su costo. com o base p a ra una legislación de reform as sociales.
El cuarto de siglo que transcurrió h asta la Prim era G uerra M undial se E n Inglaterra, donde las doctrinas liberales del laissez fa ire de la E scuela
caracterizó p o r un nuevo florecim iento industrial. E sta es otra onda larga de de M an ch ester habían sido consideradas en general com o axiom áticas, tam bién
crecim iento, de 1894 a 1914, que significó años de prosperidad. En to dos los son puestas en duda en la d éca d a de 1880. La evolución de Joseph Cham berlain,
países ya conquistados p o r la industrialización aum entó el producto social; los fam oso estadista, reorganizador del liberalism o británico, de la p o lítica de libre
países no industrializados o escasam ente industrializados, com o Italia, fueron com ercio a la política pro teccio n ista aduanera y colonial, era un sím bolo
incorporados al desarrollo capitalista, y la ap arición de industrias nuevas (la exacto de las transform aciones estructurales de todo el m undo capitalista
quím ica y la industria eléctrica) aparejó cam bios en la técn ica de producción, (A bendroth, 1970).
con lo que creció asom brosam ente el núm ero de obreros en el m undo. El P artido Liberal británico propone m edidas im positivas, m uy tím idam ente
L a anterior crisis produjo el nacim iento de los m onopolios y una incipiente a fines del siglo, discrim inadas para los de m ayor riqueza adquisitiva en favor
interdependencia económ ica al com pletarse la com petencia intercapitalista con de los m enos favorecidos. C abe d estaca r que en In g laterra el grupo de
una form a de com petitividad entre los E stados capitalistas, generándose lo que intelectuales que prom ueve las grandes refo n n as es la Sociedad F abiana, que a
M arx había predicho: el desarrollo hacia la co ncentración y centralización del partir de 1884 (12> brega por, y de hecho realiza, estudios científicos sobre las
capital. E sta época se caracteriza por una expansión acelerada del m ercado necesidades sociales.
mundial en A sia, A frica y O ceanía. El hecho es que el capitalism o com petitivo A p e sa r de las reform as lab orales y de las intervenciones político-
liberal del p e río d o a n te rio r a 1890 tuvo que d eja r lugar, de un m odo sociales de los gobiernos, existían zonas que aún no habían sido alcanzadas
sorprendentem ente rápido, al m oderno capitalism o m onopólico, en el cual el por ningún tip o de reform as; éstas eran las relacionadas con la propiedad
m ercado libre sólo tenía una función secundaria. privada, particularm ente la vivienda urbana. A fines del siglo X IX buena parte
Si G ran B retaña estuvo a la cab eza de la industrialización en la prim era de la población industrial seguía viviendo todavía en condiciones infrahum anas.
m itad del siglo, en la segunda m itad brillaría A lem ania, después de la unificación
realizada p o r B ism arck en 1870, convirtiéndose en un polo im portantísim o, al
cual le siguieron E stados U nidos y Japón. L a industrialización en A lem ania y
(12) La Sociedad Fabiana tiene también un brazo político, que disiente del marxismo en
Japón se desarrolló en un m arco distinto de la «clásica» revolución británica, numerosos puntos, pero que junto con éste constituyen la base ideológica del Partido
lis im portante d estacarlo, en tanto aparecen cam bios en la concepción del Laborista.de Inglaterra.
(SH M. S ustinu B o n e tto - M. T e re s a Bifloro I ,íi tra d ic ió n d el lis ia d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 69

Si el últim o cuarto de siglo im plicó un lento y gradual avance p a ra la clase Italia es otro caso de restricció n dem ocrática, donde parecía paten te la
trnbnjadora, no hay duda de que la vida p ara las clases acom odadas de E uropa debilidad del sistem a liberal, y las críticas a éste recibieron una expresión,
eni físicam ente m ás cóm oda que nunca y ofrecía p osibilidades de elección. El tanto en la teoría com o en la p ráctica. El Parlam ento era atacado constantem ente,
contraste con la calidad de vida de los trab ajad o res era todavía m uy grande a las luchas políticas internas m inaban su poder y la presión de los grupos de
Unes del siglo; sólo los privilegiados podían aprovechar los frutos dom ésticos interés era considerablem ente destructiva de la discusión en el Parlam ento. El
de In nueva industria y los grandes descubrim ientos. sufragio era sum am ente restrictivo; aun en 1912 se exigía ser propietario y
Desde 1900 hasta la P rim era G uerra M undial se advierte el p ro ceso que saber leer y escribir para p o der v o tar (B).
m encionam os an terio rm en te, el cam bio del E sta d o lib eral-d em o crático al En resum en, bajo la presión de los m ovim ientos sociales y de los partidos
dem ocrático liberal. En uno de sus aspectos esto se verifica a trav és de las políticos de izquierda y a organizados contra las condiciones sociales de la era
dem andas de extensión de sufragio universal y gobierno representativo, que industrial, los liberales se vieron obligados a cam biar el concepto ortodoxo que
tenían cada v ez m ás éxito, y que en esta época y a d ejan de ser revolucionarias, tenían del papel del E stado y acep tar la intervención de los gobiernos en la vida
pasando a form ar parte de la ortodoxia política. social y eco n ó m ica, en una m ed id a en que cin cu en ta años atrás h ab ría
En Rusia, bastión m ás intransigente a los cam bios, la revolución de 1905 resultado inim aginable. A sí lo resum e Joll: «Ahora todos somos socialistas,
llevó al establecim iento, p o r prim era vez, de un Parlam ento nacional y un comentaba festivam ente un estadista liberal inglés hacia fin e s del siglo ; y, era
ap arente constitucionalism o. D e igual m anera se asiste a una acep tació n cierto que el Estado del laissez faire, ideado p o r los economistas liberales y
generalizada de las form as de gobierno p arlam entarias en E spaña e Italia. teóricos p o lítico s más extremados, o más sim plistas, se desvaneció tan
Hn Francia se asiste a u n a verd ad era predom inancia del L egislativo como prestam ente como había sido creado» (Joll, 1989: 123).
órgano suprem o de d e c isió n y re p re se n ta c ió n ; é ste fija su p o sic ió n de E l E stado liberal m uestra sus propias contradicciones, ya que su extensión
preponderancia ante el E jecutivo cuando tras la caída de N apoleón III se como organización de la vida social aparejó m últiples conflictos sociales que
opone a todo gobernante que quisiera arrogarse la facultad de im poner sus no fueron sino interpelaciones a la construcción de relaciones sociales, ju ríd icas
designios o d isolver al Parlam ento com o form a de control. y económ icas m ás igualitarias. L os postulados liberales son puestos en duda
En G ran B retaña, la discusión d em ocratizadora no se genera p o r la por otras ideologías que plantearon otra form a de entender al hom bre y su
p red o m in a n c ia del P a rla m e n to so b re el E je c u tiv o (e sta es u n a h isto ria interrelación con el Estado.
perteneciente en este país al siglo X V III), sino que los cuestionam ientos son al E l o r d e n s u p u e s ta m e n te a u to r r e g u la d o r d e l m o d e lo lib e r a l es
interior de la p ro p ia C ám ara. La C ám ara de los L o res se convirtió en un d e s m itific a d o ; a él se o p o n e u n a s o c ie d a d c ru z a d a p o r la s g ra n d e s
im portante p ro b lem a político en los prim eros años del siglo XX, en tanto una d esig u ald ad es, en la que ex isten grupos que ni siq u iera pu ed en p artic ip a r del
cám ara com puesta por m iem bros de una aristo cracia hereditaria p a rec ía un m ercado. E l equilibrio que de él surgiría tam p o co es v isu alizado, en tanto
desafío directo a los principios del liberalism o y a u n a constitución b a sa d a en supone siem pre profundas d iferencias. Las críticas a este m odelo de E stad o
el sufragio universal. Luego de m últiples choques entre las cám aras, en 1911 deben b u sc a rse en las p e rsp e c tiv a s id eo ló g icas co n trarias a él, y en la
se dicta el Parliament Act, que lim itó severam ente los poderes de los L ores, co ncreción del m odelo su p erad o r al liberal, que fue el m odelo de E stado del
suprim iendo el v eto absoluto que podían ejercer con tra la legislación aprobada bien estar que verem os a continuación.
por los C om unes y recortando sus p o deres p ara re trasarla (Joll, 1989).
A lem ania, paradójicam ente, en tanto cuna del socialism o, en esta época
queda rezagada en cuanto a la dem ocratización. E sto se verifica en leyes
electorales restringidas, p ero fundam entalm ente en que la principal autoridad
ejecutiva del Im perio, el canciller im perial (que era tam bién, en la p ráctica, el (13) Según Joll (1989), el éxito tras la Primera Guerra Mundial del movimiento fascista en Italia
(la primera aparición en Italia de un sistema político que impugnaba los principios de la
prim er m inistro de Prusia) no era responsable ante el Parlam ento ni éste podía
democracia liberal) tuvo sus raíces en las experiencias de Italia a finales del siglo XIX y
destituirle; sólo deb ía o bediencia al em perador.
principios del XX.
70 M. S u sa n a B o n e llo - M. T e re s a In fiero I .a trad ició n del lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 71

2. ESTADO SOCIAL DE DERECHO V inculado a esto último, lina de las características com unes a to dos los
listados de bien estar es el aum ento progresivo y acum ulativo de los presupuestos
2.1. Introducción estatales y el nivel del gasto público sobre todo el gasto social.

El m odelo de E stado que surge luego de la crisis del E stado de derecho


liberal lia sido designado con distintos nom bres; tal v ez el m ás extendido sea 2.2. Delimitación histórica. Antecedentes y origen
«lisiado de bienestar» ( Welfare State), pero tam bién h a sido denom inado
listudo social de derecho, E stado benefactor, E stado dem ocrático neocapitalista Siguiendo a Cotarelo (1990) se puede decir que esta realidad com pleja, que
o incluso E stado socialdem ócrata. surgió en el contexto de ciertas estructuras políticas, económ icas y sociales,
G arcía Pelayo (1980) sostiene que la denom inación y el concepto de com ienza a gestarse a fines del siglo X IX y com ienzos del XX, se va consolidando
listado social de derecho es el m ás incluyente de to d o s los aspectos centrales en la década de 1920-1930 y definitivam ente se expande después de la Segunda
ilc esta form a estatal, ya que com prende no sólo la dim ensión de la acción del G u erra M u n d ia l; p re se n ta n u m ero so s p ro b lem as de co n c e p tu a liza c ió n y
listado orientado a finalidades sociales de bien estar, sino tam bién en general determ inación por su com plicada e incluso contradictoria construcción doctrinaria.
todas las cuestiones específicas de este sistem a estatal. D ebe considerarse el E stado de bienestar como producto de una evolución
lil E stado de bien estar es una form a histórica de la organización estatal social, política y económ ica que se fue gestando en todo ese período. Estos
que produce cam b io s e stru c tu ra le s en d iv erso s ám b itos con re sp e c to al cambios constituyen lo que suele denom inarse com o el núcleo histórico del
modelo liberal decim onónico, que desencadena p ro ceso s de diferenciación de Estado de bienestar (Sánchez, 1999) y que según P ierson (1992) se construye
las funciones estatales que afectan los fundam entos legitim atorios del E stado. como resultado de la interacción entre revolución industrial y revolución política
Es un m odelo propio de las econom ías capitalistas de m ercado y se Sánchez, coincidiendo con Heclo (1981) plantea la siguiente periodización
vincula a regím enes políticos b asad o s en dem ocracias pluralistas. de la construcción del Estado de bienestar, la cual debe entenderse en el m arco de
Esto ha condicionado y estructurado las funciones del E stado de b ienestar, las transform aciones interrelacionadas de la economía, la política y la sociedad.
ya que:
1. Por u n a p a rte ha debido o cu p arse de g ara n tizar la acum ulación 1. La fa s e de experimentación: ab arca desde 1870 a 1925. El aspecto
capitalista m ediante la intervención sobre la dem anda, con la intención de central de esta fase se articula a la interrelación entre seguridad social y
m antener la paz social. dem ocracia.
2. Por otra p arte otorgó una nuev a dim ensión a la dem ocracia a p a rtir de U na de las cuestiones m ás im portantes en los antecedentes del E stado
la concreción de un conjunto de derechos sociales articulados a un sistem a de social es la paulatina sustitución del concepto de seguridad liberal burgués por
protección legal, plasm ado en el E stad o social de derecho. A sí, la búsqueda de el de seg u rid ad so cioeconóm ica que se fue dando p o r un cam bio en la
garantía a la igualdad de oportunidades p ara la efectivización de esos derechos actuación estatal.
y la preocupación p o r la redistribución de la renta a p artir de acciones estatales Según el prim ero, la seguridad individual se correspondía sólo con la
im plicaron una nuev a dim ensión social de la dem ocracia. L a coexistencia de protección de la vida y la p ro piedad, siendo las n ecesidades sociales un asunto
estas funciones plantea dificultades que serán analizadas por autores com o de cobertura individual o con el auxilio de la caridad. Según el segundo, para
OITe (1992) en sus explicaciones sobre la crisis del E stado de bienestar. su cobertura se requieren acciones positivas de las instituciones públicas para
Las acciones del E stado de b ien estar se co ncentraron en ciertas políticas proveer a la atención de problem as socioeconóm icos.
públicas. Así la salud, la educación, las políticas de vivienda y sobre to d o la El reconocim iento de esta provisión como «derechos» se v a produciendo
seguridad social (em pleos, p ensiones, protecció n fam iliar, etcétera) han sido de m odo paralelo al proceso de expansión y consolidación de la dem ocracia
históricam ente cuestiones sobre las que ha actuado este m odelo estatal, a política.
través de las cuales el E stado de b ien estar se ha m aterializado. A sí es interesante destacar la coincidencia entre el reconocim iento del
sufragio un iv ersal (m asculino y luego fem enino) y las prim eras leyes de
72 M. S u sa n a H o n o tto - M . T e re s a P iñ e ro I .a tra d ic ió n del lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 73

protección sociales. Se puede m encionar en esta prim era fase com o ejem plo m ovim iento obrero provocan el colapso del E stado burgués liberal. E sto puede
histórico la ex periencia de B ism arck en Prusia a fines del siglo X IX y con una com prenderse, y a que la acum ulación de estos cu atro factores debía to rnar
mayor consid eració n refo rm ista p a ra solucionar los efectos neg ativ o s del necesariam ente inviable la estructura ju ríd ico-política de ese E stado liberal,
cupitalismo la experiencia de la R epública de W eim ar (1919-1933) con la basada en el sufragio de las clases poseedoras y con com petencias restringidas.
sanción de una C onstitución que positivizó los d erechos sociales, y con el A sí com o los liberales habían señalado reiteradam ente, la im plem entación
intento 110 siem pre logrado de su efectivización. del sufragio universal im plicaba el peligro de que acabaran determ inando la
constitución política del E stado las clases desposeídas. E n la realidad, su
2. La fa s e de consolidación: se inicia a partir de los años 30, donde el efectivización paulatina erosionó las bases del m odelo liberal, que sólo p o d ía
aspecto más d estacado será una reestructuración de las relaciones E stado- funcionar coherentem ente en el m arco de una dem ocracia restringida.
econom ía que abrirá legítim am ente la acción interventora del Estado. E s de d estacar que,, com o ya dijim os, en el período com prendido entre
En la d écad a del 20, y con m ayor urgencia luego de la crisis del 30, se las dos guerras m undiales se produce tam bién la crisis económ ica de 1930,
advierte una redefínición del p apel del E stado, a p a rtir de un increm ento de su sus problem áticos efectos y un extensísim o paro obrero, con la consiguiente
intervención. P o r una parte, la aparición del desem pleo m asivo obligó a realizar pro fu n d izació n de las luchas so ciales y sus efe c to s en las in stitu cio n es
disertos nuevos de políticas p a ra hacer frente a ese problem a. Por otra parte, políticas. A sim ism o se inició en este período la instalación de los totalitarism os
en re sp u e sta a las d em an d as de so lu c ió n de la p ro b le m á tic a situ ac ió n (fascism o-nazism o), el hundim iento de la idea m ism a del E stado de derecho y
socioeconóm ica em pezaron a destinarse fondos públicos para la creació n de la consiguiente catástrofe de la G uerra M undial.
servicios sociales, lo cual m arca una intervención del E stado orien tad a a T odo ello obligó a reconstruir el E stado sobre nuevas b ases, habida
organizar la sociedad. E sto produce im portantes cam bios en las estructuras cuenta que el abstencionism o intervencionista del E stado liberal había dado
organizativas del E stado, am pliando la capacid ad de gasto de los m inisterios y resultados nefastos. Se altera así el principio m ism o de legitim idad del anterior
produciendo un aum ento de perso n al adm inistrativo. m odelo. L a legitim idad propia del E stado liberal d escansaba sobre el hecho de
En este período pueden m encionarse el New D eal norteam ericano y que el E stado garantizara exclusivam ente los derechos individuales y asegurara
sobre todo, p o r su vigencia y consolidación com o nuev a visión de las relaciones la ju sticia, la protección exterior e interior y las obras públicas indispensables.
listado/sociedad, el llam ado «com prom iso histórico» sueco. O tras atribuciones que se im putara al E stado constituían un abuso de p o d e r y
una in necesaria y cara injerencia en el ám bito de la sociedad civil.
3. La fa s e de expansión: se sitúa a partir del final de la Segunda G uerra Sin em bargo, este E stado gendarm e había resultado un E stado fuerte en
M undial, y tiene su apogeo en las décadas que van de 1950 a 1970. lo m ilitar, articu la d o a su e x p an sió n económ ica, lo que en el c o n tex to
Luego de la Segunda G uerra M undial, atendiendo a las experiencias internacional de su tiem po p rovocó num erosas situaciones de guerra por
anteriores y a los cam bios producidos en el m arco de expansión del m odelo razones expansionistas. A sí erosionó su legitim idad p o r su desem peño externo,
soviético, los problem as sociales y el ascenso de los partidos de izquierda, se al no poder m antener la paz.
afianzó el establecim iento del E stad o de bienestar. T am b ié n c o m ie n za a su frir fu e rte s c u e stio n a m ie n to s re s p e c to del
Así, el fenóm eno m ás im portante después de la Segunda G uerra M undial desem peño y funciones internas del E stado. Se advierte que el d esastre
fue la sensación generalizada de que la intervención estatal se había convertido económ ico y social se ha producido p o r la ausencia de intervención del E stado,
en im prescindible p ara lograr dos grandes objetivos. el cual y a no se legitim a por una posición abstencionista en el libre ju eg o
a) El crecim iento económ ico dentro de las reg las de juego del capitalism o. socioeconóm ico. P or el contrario, com ienza a percibirse que sólo a trav és de
b) La producción pública del bienestar necesario, con la doble finalidad de una intervención que garantice el bienestar social fundam enta su legitim idad.
garantizar la p az social y asegurar una dem ocracia sostenida (Sánchez, 1999). En definitiva, com ienza a generalizarse la convicción de que aquel Estado
En síntesis, se puede so sten er atendiendo sólo a los hitos más im portantes no intervencionista era el culpable de los males que se producían en la sociedad.
que, históricam ente, la confluencia com binada del sufragio universal, la Prim era P o r ello, sostiene C otarelo (1990), el E stad o , a partir de la Segunda
Chierra M undial, la crisis eco nóm ica de 1929 y la p resión crecien te del G uerra M undial, tendrá que reflejar en su organización ju ríd ico-política las
74 M . S u sa n a B o n e u o - M . T e re s a P iñ e ro 1 -a tra d ic ió n d el E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 75

transform aciones experim entadas p o r la form ación h istó rica de lo que es m arco un nuevo orden laboral y de distribución de bienes. En síntesis, sostenía
parte. O sea, tendrá que articular un orden social y económ ico que no es igual una alternativa válida y superadora de la anarquía económ ica y a la inequidad e
al anterior y una estru ctu ra ju ríd ico -p o lítica d iferenciada y d istinta de la injusticia del Estado liberal y de la dictadura fascista (Heller, 1991).
escueta estructura del E stado de derecho liberal. E stos antecedentes y otros sim ilares que no podem os agotar en to d a su
Así surge un m odelo estatal que m antuvo una exitosa vigencia casi extensión en esta breve introducción, así com o pro ceso s históricos en los
d u ra n te 30 a ñ o s, g e sta n d o u n p e río d o de c re c im ie n to e c o n ó m ic o sin cuales se v a constituyendo este m odelo estatal, perm iten sostener que en su
procedentes, asegurando el nivel de vida, el em pleo y los servicios sociales surgim iento tuvieron m ucha influencia los postulados sociales, políticos y
básicos. Tam bién incentivó el m ercado y la producción, fom entó la p a z y la económ icos de los program as socialdem ócratas y laboristas. E sto es así aun
estabilidad social, así com o tam bién im pulsó notablem ente el consenso o en los casos en que este m odelo se consolidó por otros partidos, com o ocurrió
acuerdo entre las distintas fuerzas sociales (Picó, 1989). en la ex R epública Federal A lem ana y en Italia (C otarelo, 1990).
Sin em bargo, debe adm itirse que tam bién influyeron en su construcción
postulados provenientes del reform ism o social cristiano y de algunas elites
2.3. Supuestos político-ideológicos conservadoras ilustradas y reform istas.
Así, el núcleo teórico doctrinario del Estado social de derecho se apoya más
P ara algunos autores (C otarelo, 1990) el origen de la idea del E stado en propuestas program áticas que en «grandes obras», a diferencia del Estado de
social de derecho puede rem ontarse a la revolución de 1848, en la cual se derecho liberal, cuyo análisis remite a relevantes textos de importantes autores.
p re se n ta u n en fren tam ien to en tre el so cialism o ra d ic a l y un so cialism o A unque el desarrollo de este m odelo estatal p resen ta ciertas diferencias
dem ocrático o reform ista. A sí, se p u eden m encionar las propuestas doctrinarias según los contextos nacionales, se puede sostener que sus ejes doctrinarios
de Louis B lanc, que conjugaban el E stado, el derecho y una vía pacífica para com unes descan san sobre la pro p u esta del Report Beveridge (1942) (14) y la
obtener la em ancipación de la clase trab ajad o ra, y que fueron objeto de la política económ ica keynesiana.
crítica e incluso de la ironía de M arx. A m bos h ab ía n surgido com o resp u estas so ciales y económ icas a la
E sta m ism a concepción de un socialism o que cuenta con el E stado, para depresión y la crisis. El prim ero trataba de enfrentar las circunstancias de la
lograr sus objetivos y no plantea su destrucción, estaba presente en ciertas guerra y suavizar las desigualdades sociales a través de una doble redistribución
tendencias del pensam iento socialdem ocrático alem án iniciadas por Lasálle, de la renta que actuase sobre la seguridad social y otras subvenciones estatales.
las cuales fueron tam bién objeto del sarcasm o de M arx. A sí la distribución indirecta de la renta com pletaba la econom ía de m ercado,
Con m ayor precisión, se puede decir que la formulación de la concepción del subsanados los desequilibrios del laissez faire, y ayudaba a la paz social.
«Estado social de derecho» corresponde a Herm ann Heller, quien a su militancia P o r su p arte, la teo ría keynesiana intentaba p aliar los efectos de la
socialdem ócrata unía la condición de ser uno de los más destacados estadistas de depresión actuando sobre la dem anda a través del E stado, tratando de asegurar
teoría política y del Estado entre los años veinte y treinta (García Pelayo, 1980). un alto nivel de actividad económ ica y pleno em pleo.
H eller adm ite y a en esa ép o ca que el E stad o de derecho y la posibilidad E sta p o lítica socioeconóm ica, con diferentes m atices, fue llevada a cabo
m isma de un sistem a dem ocrático se encontraban en crisis, y a que la hegem onía en la m ayor p arte de los países europeos, tanto por los partidos políticos
de los intereses de los estratos dom inantes los habían convertido en sistem as
que no significaban nada y eran incapaces de oponerse a los dos frentes en que
se desplegaba la irracionalidad. P or una parte, la irracionalidad del sistem a
capitalista y sus consecuencias, no sólo económ icas, sino tam bién sociales y (14) A mediados de 1940 el político liberal británico William Beveridge propone al Parlamento
políticas negativas, las cuales el E stado form al de derecho encubría. Y por una reorganización de la seguridad social con intervención del Estado, en cuyo marco
opone el concepto de Welfare State (por oposición al War State de la Alemania nazi, con
otra parte, el peligro de la instauración de la irracionalidad fascista.
reformas sociales pero con miras a una reconstrucción praparatoria para la guerra), como
Para este autor, la solución no residía en el abandono del Estado de derecho, aquel tipo de Estado que se hace cargo de la seguridad social de los ciudadanos a ñn de
sino en otorgarle a éste un contenido económico y social, realizando dentro de su sentar las bases materiales para el ejercicio pleno de la democracia.
76 M. S u sa n a D o n elto - M . T e re s a P iflero I ,a tra d ic ió n d el lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 77

reform istas socialdem ócratas com o p o r los lab oristas y socialcristianos, siendo en el producto nacional a través de un sistem a de prestaciones sociales, y con
sus m ás conspicuos difusores los gobiernos socialdem ócratas. una participación en la dem ocracia interna de las organizaciones y de las
El modelo del Welfare State se encontraba en el propio ambiente de la época, em presas a través de m étodos com o la cogestión o la autogestión.
al concluir la Segunda G uerra M undial, por las condiciones favorables existentes. M ien tras el E stado liberal asigna los derechos sin m ención de contenido,
Así, la dem ocracia cristian a italiana se vio im pulsada a llevar a cabo una el E stado social distribuye bienes ju rídicos de contenido m aterial. Se produce
serie de nacionalizaciones y a fom entar la creación de un sector público de la el paso de la ciudadanía política a la ciudadanía social.
econom ía que h eredaba el aparato de em presas p úblicas del fascism o. Si p a ra el E sta d o lib e ra l y la d e m o cra cia b u rg u e sa la e x p an sió n de la
En A lem ania, es notable la coincidencia de expresiones y objetivos que se a cc ió n E sta ta l co n stitu y ó un p e lig ro , p o r el c o n tra rio , en el nuevo m o d elo
da entre la dem ocracia cristian a y la socialdem ocracia. El program a de A hlen lo que a se g u ra la v ig e n c ia de lo s v a lo re s so c ia le s es la a c c ió n del E sta d o .
de la dem ocracia cristiana de 1947 no tiene n ad a que envidiarle al SPD, que Se establece com o una obligación de E stado llevar a cabo las acciones
proponía «una estru ctu ra n u eva de la eco n o m ía in d ustrial alem ana, dado que que aseguren al hom bre las posibilidades de existencia que no puede asegurarse
hablan p a sa d o los tiem pos d el dom inio ilim itado d el capital». por sí m ism o. L a satisfacción de las condiciones básicas de existencia y la
H asta el gobierno provisional del general D e G aulle optó por una política de e sp e ra n z a de u n a m ejo ra co n sta n te de ta le s co n d ic io n es c o n stitu y e n el
n ac io n a liz ac ió n te m p ra n a que co m en zó co n el d ec re to del 1 3 /1 2 /1 9 4 4 , fundam ento de la legitim idad del sistem a y el logro del consenso.
nacionalizando las com pañías hulleras del norte y del Paso de Calais, continuando Según Picó (1990) en el E stado de bienestar el poder político se em plea
ese mismo año con sucesivas nacionalizaciones. E stas últimas tuvieron, en para m odificar con m edios legislativos y adm inistrativos el ju eg o de las fuerzas
muchos casos, función punitiva, pero en general se trataba de la convicción del m ercado en tres aspectos: a. G arantizando a los individuos y a las fam ilias
incuestionada de que determ inados servicios deben estar en manos del Estado, una ren ta m ínima, b. R educiendo la inseguridad social, instrum entando los
para garantizar su prestación a bajos precios, ya que eran un derecho de la m edios p a ra que cada ciudadano pued a hacer frente a difíciles coyunturas
ciudadanía. Com o sostiene Offe (1992), se trata de una forma política que (enferm edad, v ejez, p aro , etcétera), c. G arantizando a to d o s las m ejores
incorpora principios m ediadores que perm itieron la com patibilidad ininterrumpida, prestaciones posibles en relación a un conjunto de servicios.
m ientras duró, entre el capitalism o y la dem ocracia, lo cual había resultado A sí las condiciones sociales y económ icas creadas por las políticas de
inconcebible tanto para el liberalism o com o p ara el marxism o clásico. E stado tuvieron com o efecto la dism inución de intensidad de la lucha de clases
E sta construcción estatal fue postu lad a y fu ndada en una nueva fórm ula y de la energía revolucionaria de los partidos obreros.
legitim adora que com binaba el m antenim iento de las libertades form ales con Las p re sta c io n es m ínim as garantizadas, aunque se sum aron paulatinam ente
una orientación al logro de una progresiva igualdad entre los ciudadanos. Se la m uchas m ás, fueron sintetizadas por G arcía P elayo (1980) en las siguientes:
concebirá com o la síntesis de dos principios h a sta entonces excluyentes: la 1. F ijación de un salario vital m ínim o con independencia de la ocupación y
libertad y la igualdad. con actualizaciones periódicas.
E l E stad o social de derecho no niega los v alores básicos del E stado 2. E l com prom iso de un puesto de trabajo p a ra todo ciudadano, para lo cual
liberal (libertad, p ro p ied ad privada, seguridad ju ríd ica), sino que pretende se desarrollaron políticas de pleno empleo.
hacerlos m ás efectivos, dándoles una b ase y un contenido m aterial. 3. L a atención de los que están incapacitados p ara el trab ajo tem poral o
Se sostiene que es im posible el ejercicio de la libertad si su establecim iento perm an en te.
y garantías form ales no son acom pañadas de condiciones existenciales que lo 4. A crecentam iento de las posibilidades vitales de la población, sobre todo de
hagan posible. L a seguridad física debe com pletarse con la seguridad m aterial o breros y em pleados, efectivizadas por:
frente a la n ecesid ad eco n ó m ica p erm an en te o contingente, a tra v é s de a. U n a ju s ta distribución de ingresos.
instituciones que aseguren el salario, la seguridad del em pleo, la protección de
b. C reciente acceso a los bienes culturales.
la salud, etcétera.
c. E xpansión y perfeccionam iento de los servicios sociales.
Según G arcía Pelayo (1980), en el E stado social, la participación en la
P ara el cum plim iento de estos objetivos socioeconóm icos, el entram ado
form ación de la voluntad p o lítica debe ser perfeccio n ada con una participación
estatal se com plejiza no sólo en cuanto a un conjunto de instituciones que
76 M . S u s a n a B o n o tto - M . T e re s a P iflero L a tra d ic ió n d e l lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 77

reform istas socialdem ócratas como p o r los lab oristas y socialcristianos, siendo en el producto nacional a través de un sistem a de p restaciones sociales, y con
sus m ás conspicuos difusores los gobiernos socialdem ócratas. una participación en la dem ocracia interna de las organizaciones y de las
H1 modelo del Welfare State se encontraba en el propio ambiente de la época, em presas a través de m étodos com o la cogestión o la autogestión.
al concluir la Segunda G uerra M undial, por las condiciones favorables existentes. M ientras el E stado liberal asigna los derechos sin m ención de contenido,
Así, la dem ocracia cristian a italiana se vio im pulsada a llevar a cabo una el E stado social distribuye bienes juríd ico s de contenido m aterial. Se produce
serie de nacionalizaciones y a fom entar la creación de un sector público de la el paso de la ciudadanía política a la ciudadanía social.
econom ía que h eredaba el aparato de em presas p úblicas del fascism o. Si p a ra el E sta d o lib e ral y la d em o cra cia b u rg u e sa la ex p a n sió n de la
En A lem ania, es notable la coincidencia de ex presiones y objetivos que se acció n E sta ta l co n stitu y ó un p e lig ro , p o r el co n trario , en el nuevo m o d elo
dn entre la dem ocracia cristiana y la socialdem ocracia. El program a de A hlen lo que a se g u ra la v ig e n c ia de lo s v a lo re s so c iales es la a c c ió n del E sta d o .
de la dem ocracia cristiana de 1947 no tiene n ad a que envidiarle al SPD , que Se establece com o una obligación de E stado llevar a cabo las acciones
proponía «una estru ctu ra n u e v a de la econom ía in d u stria l alem ana, dado que que aseguren al hom bre las posibilidades de existencia que no puede asegurarse
habían p a sa d o los tiem pos d e l dom inio ilim itado d e l capital». por sí m ism o. L a satisfacción de las condiciones básicas de existencia y la
Hasta el gobierno provisional del general D e G aulle optó por una política de e sp e ra n z a de una m ejo ra c o n sta n te de ta le s co n d icio n e s c o n stitu y e n el
n a c io n a liz a c ió n te m p ra n a que com en zó con el d ec re to del 1 3 /1 2 /1 9 4 4 , fundam ento de la legitim idad del sistem a y el logro del consenso.
nacionalizando las com pañías hulleras del norte y del Paso de Calais, continuando Según Picó (1990) en el E stado de bienestar el poder político se em plea
ese mismo año con sucesivas nacionalizaciones. E stas últimas tuvieron, en para m odificar con m edios legislativos y adm inistrativos el ju e g o de las fuerzas
muchos casos, función punitiva, pero en general se trataba de la convicción del m ercado en tres aspectos: a. G arantizando a los individuos y a las fam ilias
incuestionada de que determ inados servicios deben estar en m anos del Estado, una ren ta m ínim a, b. R educiendo la inseguridad social, instrum entando los
para garantizar su prestación a bajos precios, ya que eran un derecho de la m edios p ara que cada ciudadano p u ed a hacer frente a difíciles coyunturas
ciudadanía. Com o sostiene OíFe (1992), se trata de una forma política que (enferm edad, vejez, p aro , etcétera), c. G arantizando a to d o s las m ejores
incorpora principios m ediadores que perm itieron la com patibilidad ininterrumpida, p restaciones posibles en relación a un conjunto de servicios.
m ientras duró, entre el capitalism o y la dem ocracia, lo cual había resultado A sí las condiciones sociales y económ icas creadas p o r las políticas de
inconcebible tanto para el liberalism o com o p ara el marxism o clásico. E stado tuvieron com o efecto la dism inución de intensidad de la lucha de clases
E sta construcción estatal fue p o stulada y fundada en una nueva fórm ula y de la energía revolucionaria de los partidos obreros.
legitim adora que com binaba el m antenim iento de las libertades form ales con L as p resta cio n es m ínim as garantizadas, aunque se sum aron paulatinam ente
una orientación al logro de una progresiva igualdad entre los ciudadanos. Se la m uchas m ás, fueron sintetizadas por G arcía P elay o (1980) en las siguientes:
concebirá com o la síntesis de dos principios h a sta entonces excluyentes: la 1. F ijación de un salario vital m ínim o con independencia de la ocupación y
libertad y la igualdad. con actualizaciones periódicas.
El E stado social de derecho no niega los valores básicos del E stado 2. E l com prom iso de un puesto de trabajo p a ra todo ciudadano, para lo cual
liberal (libertad, p ropiedad privada, seguridad ju ríd ica), sino que pretende se desarrollaron políticas de pleno empleo.
hacerlos m ás efectivos, dándoles una b ase y un contenido m aterial. 3. L a atención de los que están incapacitados p ara el trabajo tem poral o
Se sostiene que es im posible el ejercicio de la libertad si su establecim iento p erm anente.
y garantías form ales no son acom pañadas de condiciones existenciales que lo 4. A crecentam iento de las posibilidades vitales de la población, sobre to d o de
hagan posible. L a seguridad física debe com pletarse con la seguridad m aterial obreros y em pleados, efectivizadas por:
frente a la n e c e sid a d eco n ó m ica p erm an en te o contingente, a trav é s de a. U n a ju s ta distribución de ingresos.
instituciones que aseguren el salario, la seguridad del em pleo, la protección de
b. C reciente acceso a los bienes culturales.
la salud, etcétera.
c. E xpansión y perfeccionam iento de los servicios sociales.
Según G arcía Pelayo (1980), en el E stado social, la participación en la
P a ra el cum plim iento de estos objetivos socioeconóm icos, el entram ado
form ación de la voluntad p o lítica debe ser p erfeccio n ada con una participación
estatal se com plejiza no sólo en cuanto a un conjunto de instituciones que
7H I /d tradición del Iistado de derecho constitucional democrático 79
M. Susana Bonelto - M. Teresa Piflero

regulan el ám bito público y privado, sino tam bién por la construcción de una situaciones y com portam ientos im previstos de los actores económ icos. D e allí
com pleja zona interm edia público-privada. su sem ejanza con otras propuestas generadas en el mismo contexto histórico
En definitiva, el núcleo valorativo axiológico sobre el que se articula la tales com o el N uevo Pacto sueco y el N ew Deal de Roosevelt.
dim ensión social del E stado de b ienestar viene dado por dos valores básicos: la P or otra p arte, si analizam os la relació n entre el E stado social y el m odelo
seguridad y la igualdad socio-económ ica, a las que se agregan valores tales económ ico k ey n esian o , p o d em o s ad v ertir que lo s program as p o lítico s se
com o la eficacia en cuanto capacid ad de en co n trar soluciones a los problem as adelantaron a las realidades económ icas. Los prim eros ya existían en las
más im portantes, la eficiencia o sea la capacidad p ara im plem entar las m edidas pro p u estas socialdem ócratas de fines del siglo p a sad o y las segundas se
más adecuadas a los objetivos deseados y la estabilidad en cuanto prevención generaron luego de la crisis del ’30. Sin em bargo debe reco n o cerse que
de disfunciones que p udieran desestabilizar u n sistem a que a trav és de la m ientras la p ro p u esta keynesiana no se elaboró, no se había logrado una
integración social, política, etcétera, p erseguía el equilibrio y la perm anencia articulación económ ica y p o lítica p ráctica al E stado social. K eynes h ab ía dado
sin conflictos. Y en esto incidirán especialm ente los criterios de racionalidad a los políticos el equivalente económ ico de la piedra filosofal, «la habilidad de
científica y tecnocrática com o avales legitim adores de las decisiones políticas, convertir d ep resio n es. en pro sp erid a d y crear de esta fo rm a abundancia
lanto d esd e ópticas de g o b iern o com o d esd e la oposición. L a irrupción general y perm anente p o r prim era vez en la historia».
legitim adora a gran escala de la ciencia y de la técnica constituyen los rasgos E n este m arco el análisis del keynesianism o resu lta ta n im prescindible
más relevantes de la etap a expansiva del E stado de bienestar. p ara la com prensión del E stad o social com o cualquiera de las explicaciones
El m odelo de E stad o social de derecho constituye entonces una com pleja teóricas en lo político y social.
estructura de form as y funciones que tratarem os de analizar desagregando sus Se puede afirm ar que la aceptación generalizada de la teo ría económ ica
distintos aspectos. keynesiana arran ca de facto res objetivos, m ensurables. E n líneas generales
podríam os sostener que las m edidas p o r ella pro p u estas perm itieron hacer
olvidar la natu raleza y origen de la crisis del capitalism o.
2.4. Supuestos económicos E sto e s a sí y a q u e , en p rim e r lu g a r, la c o in c id e n c ia e n tre las
recom endaciones keynesianas y el nuevo auge que tom ó el E stado a p a rtir de la
F in alm en te co n sid eram o s que es n e c e sa rio a b o rd a r, no el an álisis Segunda G uerra M undial, dio lugar a u n a expansión estatal sin preced en tes en
económ ico de la teo ría de K eynes, tem a específico de econom ía política, sino dos órdenes diferentes:
los efectos que esta propuesta asum ida com o el m odelo económ ico del E stado a) E l de la gestión pública de la econom ía;
social tuvo en relación con el resto de los niveles de este m odelo estatal. L o que b ) el de la redistribución de la ren ta a través de un p la n general y com plejo de
pretendía la teo ría keynesiana era paliar los efectos de la depresión actuando transferencias del capital (C otarelo, 1990).
sobre la dem anda a través del Estado. E n este m arco la expansión de los E sta expansión explica el crecim iento constante del gasto público en las
program as de bienestar im plem entados desde e l gobierno se justificaba, n o sólo sociedades industriales avanzadas desde 1960, h a sta alcanzar el 38,8% del PB I
con el fin de cubrir las necesidades básicas de la población, sino tam bién como en 1973 p a ra los países de la O .C .D .E . y el 50,7 % del P.B .I. en 1982 en los
políticas p a ra reavivar el consum o. m ism os países.
Según Cotarelo, (1990) el Estado social posee un poderío económ ico sin L a intervención estatal generó un poderoso sector público de la econom ía
precedentes en la historia de las form as políticas y la integración de la econom ía que em pieza con el auge de las nacionalizaciones de posguerra, pasado el cual
política (reformulada) en las funciones del Estado causó una de las más «extrañas la política estatal prosiguió en ese rum bo, justificando el intervencionism o por
traiciones» im aginables a los fundam entos de la teoría económ ica clásica. dos razones:
Sin embargo era casi inevitable esta reformulación, ya que la propuesta de a) L a necesid ad de luchar contra el m onopolio;
Keynes surge en un contexto histórico en el que determ inadas m edidas de b) la dem anda de que las em presas públicas com pitan con las p rivadas en la
política económica, que luego serán habituales en el E stado d e bienestar, em piezan prestació n de algunos servicios básicos p a ra abaratar los p recio s, por
a aplicarse, p o r la fuerza pura de los hechos y la necesidad de dar respuesta a razones de política social (C otarelo, 1990).
KO M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P iflero I.a tra d ic ió n d el E sta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 81

El E stad o pasa así a controlar varios sectores de la econom ía y a generar Prácticam ente todas las prestaciones sociales del E stado de bienestar,
una inm ensa población activ a en situación de em pleo público. Se llega así a así com o m uchas otras de sus activ id ad es d escansan sobre la ex isten cia
cifras que alcanzan en 1982 el 31,8 % de la población en Suecia, con una garantizada del excedente social, cuya adm inistración proporciona los fondos
inedia del 18,4 % en los p aíses de la O .C .D .E . en ese mismo año. necesarios para que el E stado atienda sus com prom isos.
A parece como u n a n ecesidad la tendencia a la planificación económ ica F in a lm e n te , la r e fo rm u la c ió n k e y n e s ia n a se c a r a c te r iz ó p o r el
estatal, la cual plantea num erosos problem as, ya que h a de realizarse m ediante crecim ien to c o n stan te de la p ro d u c c ió n (v in c u la d a al aum en to p erm an e n te
ley y con control parlam entario, y adem ás ten er el carácter de indicativa y no d e l c o n s u m o ) . A u n q u e e s c i e r t o q u e n o se p u e d e i d e n t i f i c a r
im perativa p ara diferenciarse de la soviética. in d iscrim in a d am e n te el aum ento de p ro d u c c ió n con el aum ento au to m ático
La a so c ia c ió n de e s te m o d elo eco n ó m ico y el E stad o de b ie n e sta r y g e n e ra liz ad o del b ie n e sta r social.
im p lica que este últim o, a trav és de su a c tiv id a d , genera em pleo y re g u la de Tam bién debe destacarse que el crecim iento del m odelo analizado, si bien
m odo ju ríd ic a m e n te v in c u la n te u n a e x te n sa g am a de re la c io n e s lab o rales. no tuvo los trem endos costos sociales y políticos de la explotación de los
Por ello el in te rv e n c io n ism o e sta ta l se hace se n tir en la d eterm in ac ió n leg al trab ajad o res del anterior m odelo, tam bién tuvo aspectos negativos tales com o
de la s co n d icio n es de c o n tra ta c ió n lab o ral y en la reg u la ció n d e l régim en la discrim inación étnica, fenóm enos de p ro testa aném ica y el deterioro constante
sa laria l m ínim o. E sto fu e p o sib le p o r cu an to el m o d elo k e y n e sia n o , a del m edio am biente.
d ife ren c ia d e l cap italism o clásico , tu v o com o p ro p u e sta que p a ra a c rec er
la p r o d u c c ió n no e ra n e c e s a r io d is m in u ir e l c o n su m o d e la s m a sa s
tra b a ja d o ra s , sino p o r el co n trario , a c re c e rlo , p u es la p ro d u c c ió n está 2.5. Estructura del Estado social de derecho
d e term in a d a p o r la d em an d a efectiv a, y ésta a su vez p o r la c u an tía de las
perso n as e m p lead as, p o r el n iv el de los sa la rio s y p o r la ex p an sió n de las 2 . 5 . a. La reform ulación de la interacción Estaáo-soáeáaá
p re sta c io n e s so ciales (G a rc ía P elay o , 1980).
Así las propuestas de elim inación, o en su caso reducción del paro, U na de las características de orden político liberal era no sólo la distinción,
constituyen un punto de coincidencia entre los objetivos del keynesianism o y del sino la oposición entre E stado y sociedad, a los que, según G arcía Pelayo
Estado social, en cuanto el aumento del desem pleo increm enta los costos de las (1980), se concebía com o dos sistem as con un alto grado de autonom ía, lo
políticas sociales estatales, al tiempo que contribuye a la recesión de la demanda. que pro d u cía una inhibición del E stado frente a los problem as económ icos y
En la orientación del keynesianism o se advierte la voluntad de evitar una sociales, salvo aquellas m edidas indispensables, regulaciones autónom as y
crisis com o la del período de entreguerras derivada de una dem anda insuficiente m ínim as relaciones entre sí (G arcía Pelayo, 1980).
(crisis de sub-consum o). E sta orientación conllevaría un creciente proceso de Pero, según lo explicado inicialmente, el E stado social se construye a partir
politización de la econom ía, en que el E stado aparecería a veces com o una de la ex periencia de que estos supuestos «m ecanism os auto-reguladores»
parte m ás del sistem a resp ecto a los intereses particulares de los diversos condujeron a la irracionalidad, a constantes crisis, y sólo el E stado podía
actores (R equejo Coll, 1994). neutralizar los efectos negativos de un desarrollo económ ico y social no controlado.
A esto se agrega la generalización del fordism o, como organización Surge así la co n cep ció n de E stad o com o reg u lad o r decisivo de la
productiva del trabajo en cadena, que abarata el precio del producto y requiere sociedad, asum iendo la com petencia y la responsabilidad de la estructuración
m ucha m ano de obra. E ste fenóm eno se co n ecta con la consolidación de del orden social. E stado y sociedad ya no con dos sistem as autónom os, sino
grandes sindicatos con capacid ad negociadora, lo que posibilita la integración fuertem ente interrelacionados.
de los sectores asalariados en el sistem a económ ico de la dem ocracia liberal. A sí, la p o lític a e sta ta l lle v a a cabo d ire c ta o in d ire c ta m e n te una
P or o tra parte, lo que caracteriza al E stad o social, como otorgante de acció n e stru c tu ra d o ra de la so cied ad , ta l com o la a p e rtu ra al d isfru te de
diversas prestaciones, es el com plejo sistem a de seguridad social y subsidios b ie n es m ate ria le s e in m a te riale s m ed ian te el aum ento de se rv ic io s so ciale s,
de desem pleo que alcanzaron proporciones crecientes del P.I.B ., que p asa del so b re to d o en sa lu d y e d u c a c ió n , crean d o n u e v as fu e n te s de tra b a jo ,
19% en 1954 al 34,9% en 1980 en los p aíses de la O .C .D .E..
H2 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro I ,a U'adición del Estado de derecho constitucional democrático 83

red u c ien d o la in ten sid ad de la lucha de c la se s, p ro m oviendo el p o te n c ia l Esto perm itió sostener concepciones tales como el fin de las ideologías y de
cicn tifico y te c n o ló g ic o , e tc é te ra. las luchas revolucionarias. Lo cierto es que la teoría sociológica y política nos
Según G arcía Pelayo (1980), a este resultado se llegó históricam ente por presenta una interpretación integradora de una sociedad pacificada, según Cotarelo
una coerción de la sociedad p o r el E stado, com o p o r una coerción del E stado (1990), el funcionalismo es la teoría paradigm ática del Estado de bienestar.
por la sociedad. E sto es así por la capacidad que tuvo el E stad o social p a ra producir la
Frente a la crisis y al cúm ulo de conflictos ya desarrollados, si el E stado integración de la sociedad nacional. C om o dice G arcía Pelayo (1980), esto es
iliiería sub sistir, debía d isp o n erse a co n tro lar los problem as económ icos, «el proceso constantemente renovado de conversión de una plu ra lid a d en una
sociales y culturales que se produjeran en la sociedad. Y, si quería seguir unidad, sin perjuicio de la capacidad de autodeterminación de las partes».
teniendo vigencia, debía adaptar sus valores a las nuevas exigencias y añadir a E sto concretam ente no produjo la supresión de la lucha de clases, pero sí su
sus objetivos los de regulación perm anente del sistem a social. reducción a conflictos parciales y resolubles por vías ju ríd icas o por acuerdo
A su v ez, la so c ie d a d e je rc ía u n a a c c ió n c o e rc itiv a so bre el E sta d o , ya entre p artes, sin que dichos conflictos lleguen a adquirir extensión nacional y
que p o r su solo ju e g o e ra in c a p a z de re so lv e r los c o n flic to s, h ab ía p e rd id o se transform en en procesos de conflicto político radical.
su c a p a c id a d de d ire c c ió n y b u s c a b a en el E sta d o la a cció n re g u la d o ra de la Así, puede decirse que el rasgo m ás característico del E stado social fue la
que carecía. producción de la integración social, dentro de las estructuras de una sociedad
Por otra parte, si el E stad o reestructura la sociedad, si su acción afecta industrial, conform ada por una pluralidad de grupos e intereses antagónicos, así
los in terese s co n creto s de los g rupos, é sto s a su v ez, por sus p ro p io s como la reducción de los conflictos sociales a «acuerdos sociales».
intereses, están m otivados a influir la política del E stado. P o r ello el E stado M ucho tuvo que v er en la producción de tales efectos la obligación
social se encuentra expuesto al influjo de los grandes grupos de interés. asum ida por el E stado con los ciudadanos con el fin de asegurar la cobertura
La sociedad que coex iste con el E stad o de b ienestar, a su v ez, se de n ecesid ad es sociales.
caracteriza p o r p o seer un nivel m uy elevado de articulación organizacional. Se A unque debe destacarse que existen diferentes interpretaciones frente a
trata de una socied ad o rg an izad a en una gran can tidad de asociaciones, este desem peño estatal; p ara algunos tal política de integración p resen ta como
agrupaciones, grupos de presión, grem ios, etcétera. Todos ellos pretenden co n se c u e n c ia la co n so lid a c ió n de lo s se c to re s e c o n ó m ic o -so c ia le s m ás
influir sobre las decisiones de los poderes públicos. E ste grado de pluralism o privilegiados que, sin p e rd e r sus beneficios, obtienen adem ás un escenario
en la sociedad de b ienestar es un fenóm eno causa y efecto al mismo tiem po del social pacificado. P ara otros, la acum ulación de m edidas en beneficio de los
carácter benefactor del E stado (C otarelo, 1990). e s tra to s m e n o s fa v o re c id o s p ro d u jo c a m b io s c u a lita tiv o s d e l siste m a
A dem ás, no es posible separar las funciones del E stado del contexto eco n ó m ico-social.
social en que las cumple. L a am plia gama de subvenciones públicas a una serie G arc ía P ela y o (1 9 8 0 ) afirm a que si p rete n d em o s en te n d e r el E stad o
considerable de actividades sociales, desde la educación hasta la construcción so cial no só lo com o u n a c o n fig u ra ció n h istó ric a c o n c re ta sino com o un
de viviendas, se fundam entó en la creencia de que el aum ento de riqueza social co n cep to c la ro y d istin tiv o de otras e stru c tu ra s e sta ta le s, se debe c o n sid e rar
era im parable. E n esa convicción, la presión social sobre el Estado obligó a éste com o un siste m a d em o c rá tic am en te artic u lad o , es d ecir com o un sistem a
a am pliar y profundizar constantem ente su condición de prom otor del bienestar. en el cual la so c ied a d no sólo p a rtic ip a p a siv am en te com o re c e p to ra de
b ie n e s y se rv ic io s, sino que a tra v é s de sus o rg a n iza cio n es to m a p a rte
a ctiv a en la fo rm ació n de la v o lu n tad g en eral d el E stad o , así com o en la
2.5.6. Sus aspectos sociales y políticos form u lació n de las p o lític a s d istrib u tiv a s y otras p re sta c io n e s e sta ta le s. Su
desem p eñ o e s tá vin cu lad o a un p ro c e so m ás co m p lejo que el de sim ple
Así, la sociedad que coexiste con el Estado de bienestar es una sociedad d em o cra cia p o lítica.
industrial que se caracteriza por contar con una tasa de ingreso muy elevada, escasa Al m ism o tiem po, el E stado social es contradictorio con un régim en
conflictividad y alto grado de integración, expectativas verosímiles de movilidad autoritario, en el que la participación en los bienes económ icos y culturales no
social horizontal y vertical, así como abundancia de tiempo libre de la población. va acom pañada de la intervención en la form ación de la voluntad política del
K4 M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro I .a tra d ic ió n d e l lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 85

Estado. Es decir, en este m odelo la rep resen tació n de los intereses se agrega y eos, p re te n d e n p ro d u c ir u n m a n d a to p le b is c ita rio , que u n a v e z asu m id o
no excluye la rep resentación política ciudadana. no q u e d a a ta d o a c o m p ro m iso s d o c trin a le s. L a s c a m p añ as o rie n ta d a s a la
El E stad o social, entonces, tiene com o supuesto la dem ocracia política, c o o p ta c ió n d e v o to s se c a ra c te riz a n m ás p o r té c n ic a s d e m a rk e tin g y la
pero se orienta tam bién, tendencialm ente, hacia la instauración de la dem ocracia p e rs o n a liz a c ió n de las c u e s tio n e s ap o y a d a s en el c a rism a de lo s c a n d id a ­
social, cuyas expresiones paradigm áticas son la dem ocracia económ ica y la tos. Se a p e la c a d a vez m e n o s a c rite rio s p o lític o s e id e o ló g ic o s y cad a
dem ocracia em presarial. vez m ás a lo s ra z o n a m ie n to s te c n o b u ro c rá tic o s de los e x p e rto s. T odo
Por la prim era se sustancia la participación en las decisiones del E stado ello fre n te a u n a c iu d a d a n ía a p á tic a , d e sin fo rm a d a y a te n ta sólo a su
no sólo a trav és del Parlam ento, sino tam bién de organism os tales com o los c a p a c id a d d e consum o.
consejos económ ico-sociales. L a dem ocracia em presarial significa com partir, D e la m ism a m anera el elitism o y la extensión del profesionalism o y la
en las em presas, la autoridad d erivada de la p ropiedad, con la autoridad te cn o b u ro crac ia se apo d eran de las organ izacio n es de re p re se n ta ció n de
derivada del trabajo que las hace productivas, pudiendo adquirir distintas intereses sociales, por ejem plo los sindicatos.
formas, desde com ités de control de las condiciones laborales h asta laco g estió n .
Así, siguiendo a G arcía Pelayo (1980), p odem os decir que las dem andas
de la sociedad al E stado son form uladas p o r los p artid o s, las organizaciones de 2.6. La reformulación del Estado: nuevas funciones
intereses y las unidades de trab ajo , e integradas p or organism os estatales
m ixtos o p o r estructuras em presariales-sindicales creadas p o r la autoridad L a reform ulación anteriorm ente desarrollada de las relaciones E stado-
estatal a través de las cuales la sociedad interactú a perm anentem ente con el sociedad produce una transform ación del E stado, que adquiere características
Ivstado. Por ello este au to r opina que la d em ocracia social no se refiere inexistentes en los m odelos anteriores.
solam ente a la intervención de los criterios de distribución del producto social, E n este sentido, G arcía Pelayo (1980), nos habló del E stado social como
sino tam bién a la particip ació n en las decisiones de las grandes líneas de E stado distribuidor y E stado manager.
políticas económ icas y al p ro ceso de gestión y p roducción em presariales. Se E n cuanto a la prim era característica, se p u ed e afirm ar que lo distintivo
trata así de u n a dem ocracia m ás com pleja que la p o lítica clásica, no sólo p o r el del E stado social no consistió en una política de transferencia de la propiedad
m ayor núm ero de acto res, sino p o r la can tid ad y h eterogeneidad de los de los m edios de producción, sino una m ás ju s ta distribución de lo producido,
problem as abordados. llevada a cabo por una adecuada utilización de la po testad fiscal estatal, y que
Sin em bargo, se p u ed en realizar consideraciones críticas tanto a los llegó a alcanzar extraordinarias dim ensiones. P o r supuesto que tal facultad
partidos com o a las organizaciones que rep resen tan intereses sectoriales. tiene un lím ite político constituido por la influencia que sobre los centros de
En el prim er caso, a p esar de que los p artidos seleccionaban a los decisión estatal pueden ten er las organizaciones de intereses contrarios al
candidatos que colocaban en sus listas y controlaban sus acciones, podría aum ento de la presión im positiva. Tam bién existe un límite funcional constituido
interpretarse que los m ilitantes de b ase de los p artid o s tenían una considerable por el nivel d e la cuantía de las exenciones y sus efecto s sobre las posibilidades
influencia política, lo que difundiría la conciencia p o lítica en la ciudadanía. Sin de reproducción del sistem a económ ico capitalista.
em bargo, cualquiera sea el partido, su dinám ica organizativa profesionalizada E n el m arco de la teoría política es destacable que la distribución h a sido
refrena la influencia real de las bases e increm enta la de la élite partidaria, cuyo siem pre un concepto clave de la estructura y función del E stado. G eneralm ente,
control real sobre el partido la hace cada vez m ás independiente incluso de sus en los orígenes o en las grandes transform aciones de un orden político está
afiliados y m ás aún del electorado. im plicado un nuevo orden básico de distribución de los bienes, de los cuales
E n el p e río d o del E sta d o de b ie n e sta r u n te m a se h ace cen tral y casi han existido diversos ejem plos históricos.
excluyente: la p ro m o ció n del d e sa rro llo in d u stria l p a ra g en erar ab u n dancia. E n este m arco, distintos autores consideran al E stado social com o la
Esto difum ina las d ife re n c ias p o lític o -id e o ló g ic a s de los p a rtid o s, dad o que form a h istó rica superior de la función distributiva. A sí, G arcía Pelayo (1980)
el tem a en c u e stió n se c o n sid e ra m ás técn ico que p o lítico . L as e le c c io n es y sostiene que el E stado social constituye un gigantesco sistem a de distribución
la c o m p ete n c ia entre p a rtid o s, c a d a v e z m ás o rie n ta d o s a to d o s los p ú b li- y redistribución del producto social, cuya actualización afecta a la to talidad de
86 M . S u s a n a B o n e tto - M. T e re s a P iflero I .a tra d ic ió n del E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 87

la econom ía nacional, a las políticas de todo tipo y a los intereses de to d as las 6. C ada nuevo tipo de E stado tiene un principio de legitim idad que es especial;
categorías de estratos sociales. el E stado social se caracteriza por su función de manager. Se asocia a un
En segundo lugar, su condición de manager se vincula a la necesid ad del principio de legitim idad constituido por la perform ance, la funcionalidad y la
poder de d isposición que debe ten er el E stado p a ra la dirección general del eficacia de su gestión, principios que coexisten con otros principios de
proceso económ ico a fin de cum plir acabadam ente con su responsabilidad de legitim idad vinculados a la legitim idad dem ocrática a las cuales debe
ln distribución del producto social. E sto lo debe realizar dentro del m arco de subordinarse o con las que debe interactuar el E stado social.
una econom ía de m ercado que el m ism o E stado contribuye a regular estructural L a c o n se c u e n c ia so c io p o lític a de e sta s c a ra c te rístic a s e sta ta le s se
y coyunturalm ente. evidencia de la siguiente m anera: E n el E stado social, a la participación política
Ya no se considera que la función del E stad o sea la creación de las a través del sufragio se le ag reg a el derecho de p articipar a las prestacio n es del
condiciones ju ríd icas de un m ercado supuestam ente autorregulado (enfoque E stado, en el b ienestar y en la igualación real de oportunidades p ro ducidas por
liberal). Por el contrario, debe intervenir activam ente a través de m edidas un adecuado am biente económ ico. Es decir, el paso de la dem ocracia política
destinadas a la regulación del crecim iento y a la orientación del proceso a la dem ocracia social y la am pliación de la ciudadanía política a la social, que
económ ico h acia determ inados objetivos, así com o tam bién la efectivización se agrega sin excluir la prim era.
de m edidas de apoyo (obras de infraestructura, p rom oción de la innovación E n el E stado social no sólo se considera la participación a trav és de la
tecnológica, etcétera) y la creació n de las condiciones estructurales requeridas ciudadanía, sino tam bién a p artir de los roles concretos (por ejem plo el de
por la econom ía nacional. L a adopción de estas m edidas se tom a no sólo a obrero). L a p o lític a se co n v ierte así, en gran m edida, en re so lu c ió n de
partir del uso de la autoridad estatal, sino de acuerdo a los condicionam ientos conflictos de intereses, que b u scan en el E stado no sólo resoluciones generales
de la propia realid ad económ ica (G arcía Pelayo, 1980). sino norm as que afecten a intereses concretos. L a defensa de los distintos
E sta fu n c ió n re fo rm u la d a d e l E sta d o lo tra n sfo rm a de un E sta d o intereses es vehiculizada a trav és de las organizaciones, las cuales participan
predom inantem ente legislativo (leyes generales y abstractas) en un E stado en los pro ceso s decisorios de distribución y planificación. E s decir que el
adm inistrativo o de p restaciones, el cual se caracteriza según G arcía Pelayo: E stado social es un E stado en cuyas decisiones tom an parte no sólo los
1. Por una selección y jerarq u izació n de objetivos, para los cuales deben partidos, sino tam bién las grandes organizaciones de intereses.
tenerse en cuenta no sólo los v alores e in tereses e n ju e g o , sino los efectos A p esar de que hem os hablado de la reform ulación del E stado y analizado
que causan las m edidas adoptadas. los elem entos claves de e sta nueva form a estatal (E stado de b ienestar) no
2. P or una form ulación de p o líticas estatales, a p artir de la decisión de la podem os dejar de reconocer que, m ás allá de los niveles generales expuestos
autoridad estatal, p a ra cuya ejecüción depende en una buena p arte del con fines analíticos, existieron diferencias entre sus efectivizaciones reales,
consenso o asentim iento de los afectadas. que han coexistido como alternativas distintas de realización de este m odelo
3. L a form ulación racional de políticas depende de la interacción de la
racion alid ad política, la racio n alid ad adm in istrativa y la racio n alid ad
económ ico-social. 2.7. Presupuestos jurídicos
4. En las decisiones sobre la planificación de la instancia política requiere del
asesoram iento tecnoburocrático y del conocim iento cierto tanto de las L a fórm ula del E stado social de derecho im plica co n sideraciones y
dem andas com o de las p osibilidades de los acto res económ ico-sociales. debates, sobre todo en torno a las funciones y garantías de ciertos derechos
5. L a p la n ific a c ió n no só lo se re fie re al ám b ito económ ico, sino que se (los derechos sociales) y a la controvertida cuestión de la reform ulación de la
extien d e a u n a m u ltip lic id a d de asp e c to s, y m ás allá del c a rá c te r glo b al clásica división de poderes, así com o las fórm ulas jurídicas de intervención
o se c to ria l, estim u la d o r o in d icativ o de e lla , una de sus fu n cio n e s del E stado en la sociedad.
re lev a n te s es c re a r lo s su p u e sto s p a ra que o tro s a cto res fo rm u len sus E l E stad o social es u n E stad o de d erecho, en tanto su p o d er está
pro p io s p la n e s (los p la n e s e s ta ta le s sirv en de m arco p a ra la p la n ific a ­ som etido a la norm a que él m ism o genera. P ero la idea de E stado de derecho
ción de la s p ro p ias em p resas). no se agota en la m era legalidad, sino que se entiende ha de sustentarse en la
88 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iflero I tra d ic ió n d e l lis ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 89

legitim idad, en una concepción del derecho, com o expresión de los valores E n la segunda etapa encuentra su expansión, recién en las constituciones
juridico-po lítico s vigentes en una época. de la seg u n d a p o sguerra que han incluido en su dogm ática principios y
Así los m ecanism os ju ríd ico s form ales se orientarán a la actualización de garantías de este tipo, que reform ulan la anterior concepción del hom bre y sus
los valores jurídico -p o lítico s que inspiraron a ca d a m odelo estatal. E n este derechos, pero articulándolos ya a la intervención del E stado.
m arco pueden distinguirse dos m odalidades de E stado de derecho: el lib eral y A sí, la C onstitución italiana de 1947, si b ien reconoce «los derechos
el social, en tendiéndose que e ste últim o no significa una ruptura co n el inviolables del hombre» en sus arts. 2o, 3o y ss., sostiene que es lícito exigirle
prim ero, sino una read ap tació n a las nuevas condiciones. Por ello, a los el cum plim iento de los d eb eres inderogables que im ponen la solidaridad
derechos individuales clásicos, el E stado social añade los derechos económ icos política, económ ica y social, y tam bién sostiene que «el Estado renueva los
y sociales. N o sólo incluye derechos p ara lim itar la acción del E stado, sino obstáculos de orden económico y social, que , lim itando de hecho la libertad y
tam bién derecho a las p restaciones del E stado. E ste últim o, por consiguiente la igualdad de los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo de la persona
no sólo debe om itir lo que sea contrario a derecho, sino que debe realizar una •humana y la efectiva participación de todos los trabajadores en la organización
acción constante a trav és de la legislación. E sta necesidad planteó algunos política, económ ica y social del país».
problem as en el m arco del E stado social. T am bién la C onstitución de la R epública F ed eral A lem ana h a establecido
Los derechos sociales y el constitucionalism o social se desarrollan en en su form ulación fundam ental el E stado de derecho dem ocrático y social
dos etapas. L a prim era inicia su institucionalización en algunas constituciones (arts. 20 y 28).
posteriores a la Prim era G uerra M undial, reconociéndose ju nto a los derechos E n los arts. 14 y 15 se sostiene que la pro p ied ad y la com petencia de los
políticos algunos derechos sociales. L as constituciones m ás representativas propietarios no puede ir m ás allá de lo previsto p o r las leyes al respecto. A sí, el
en este período fueron la C onstitución de M éxico y la C onstitución de W eim ar, nuevo m odelo de E stado p lasm a constitucionalm ente la reivindicación de
que constituyen los antecedentes m ás notables del constitucionalism o social. configurador de la ordenación social. O sea, en definitiva, la consagración de
La C onstitución m exicana de 1917 en el art. 27 consagra un concepto de los derechos sociales requiere para su efectivización de una activa participación
derecho de propiedad, en el que el interés individual se som ete a lim itaciones del E stado.
inspiradas en el interés social: «la nación tendrá en todo tiempo él derecho de E l reconocim iento y pro tecció n de los derechos económ icos y sociales
imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, (derecho al trabajo o derecho a una vivienda digna) pueden llegar a colindar
así como el de regular el aprovechamiento de la riqueza pública.... Con este con la p ro tecció n de otros derechos políticos o civiles tradicionales (derecho
objeto se dictarán las medidas necesarias p a ra el fraccionam iento de los de propiedad , igualdad ante la ley, etcétera).
latifundios; p a ra el desarrollo de la pequeña propiedad....». P o r otra parte, algunos sostienen que no es posible el reconocim iento de
L a C o n stitu ció n de W eim ar de 1919, p arad ig m ático exponente del otro tipo de derechos que no sean los individuales clásicos. A sí, Sartori (1993)
constitucionalism o social, en su art. 151 estab lecía que la vida económ ica sostiene que los derechos individuales del liberalism o eran «derechos jurídicos»
debía ser organizada conform e con los principios de la ju sticia y tendiendo a que p roporcionaban espacios y garantías de protección, derechos «sin coste»
asegurar a to d o s u n a existencia digna. Según el art. 154 «La propiedad obliga» porque no requerían p restaciones m ateriales sino su resguardo por p arte del
y «el uso debe ser igualm ente en el interés general». poder político.
Luego de esta C onstitución podem os m encionar la de E stonia en 1920, L os derechos económ icos y sociales exigen, p o r el contrario, prestaciones
Polonia en 1921 y Y ugoslavia en 1921. D eb e destacarse la C onstitución de parte del E stado; por ello, tanto m aterial com o jurídicam ente p resentan una
austríaca de 1920, elaborada p o r K elsen y técnicam ente perfecta, p ero que m ayor com plejidad.
fracasó en la práctica. Finalm ente la C onstitución republicana española de A sí, aunque constituyen la base legitim atoria del E stado de bienestar, y
1931 fue u n a de las ú ltim as m a n ife sta c io n es de esta p rim era fa se del se puso em peño en su equiparación a los derechos individuales, dieron lugar a
constitucionalism o social. fuertes discusiones sobre su alcance, su verdadero carácter y su significado.
Sin em bargo, luego de la crisis económ ica de 1929 se acaba con la idea E n coincidencia con esto, el valor de la igualdad, verdadero pivote del E stado
de un autom atism o en la im plantación de la ju stic ia social de bienestar, constituye tam bién un concepto cuyo debate es m uy extenso en
90 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P ifiero L a tra d ic ió n d e l E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 91

cuanto a su real significado. Y aun aceptando la superación de la controversia La legislación, desde la persp ectiv a tecnoburocrática, se h a convertido en algo
filosófico-política sobre su sentido, tam poco se ha llegado a un acuerdo sobre m uy esp ecífico para dejarlo en m anos de los legisladores. L as ley es se
en qué m edida se encuentran vinculados los p o d eres públicos por la necesidad red ac tan casi exclusivam ente fuera de los parlam entos y sirven p a ra dar
de im plantar grados m ayores de igualdad. validez en térm inos form ales a decisiones tom adas por los funcionarios, de
Al servicio de la libertad, en el orden jurídico formal existen en la tradición acuerdo con su saber tecnocrático.
del Estado de derecho un conjunto de órganos de gran experiencia y tradición. Se han perdido los rasg o s de generalidad y abstracción que hacían de la
P ara la p rotección de la igualdad económ ica y social debieron crearse legislación clásica el instrum ento p o r excelencia de la suprem acía parlam entaria.
nuevas instituciones com o el C onsejo N acional de la E conom ía y del T rabajo D esd e el punto de v ista de la división de poderes, el rasgo form al más
en Italia o el C onsejo E conóm ico Francés, cuya naturaleza suscitó y suscita c a ra c te rís tic o d el E sta d o d e b ie n e s ta r e s la re fo rm a de la in stitu c ió n
fuertes debates y su relevancia jurídico política, grandes dudas. parlam entaria. Si bien form alm ente el Parlam ento sigue siendo suprem o, en la
En definitiva, todo lo expuesto rem ite a una cuestión que el E stad o social p ráctica no lo es, ya que to d as sus com petencias tienen lím ites de distinta
no pudo superar definitivam ente: la tensión a v eces conflictiva entre el ejercicio naturaleza. Según C otarelo (1990), estos lím ites form an en su conjunto lo que
jurídicam ente protegido de la libertad y de la igualdad. se entiende com o parlam entarism o «racionalizado» y que tiene su justificación
O tra cu estió n técn ico -ju ríd ica, v in cu lad a a lo político, que tam bién en dos tip o s de fundam entaciones:
suscita controversias, se refiere a la reform ulación de la legislación. 1. R azo n es de estabilidad;
L a ley, en el E stado de derecho liberal, se entendía como una norm ativa 2. R azones de rapidez.
general y abstracta. E n el E stad o social la ley p a sa a ser un instrum ento para la A m b as se esgrim en p a ra d em o stra r la c o n v en ie n cia de to le ra r un
ejecució n de d ecisio n es de d istin ta esp ecie, p o r lo que fo rzo sam en te la parlam entarism o recortado en pro de la eficacia gestora del E stado.
legislación aum enta tanto en cantidad com o en diversificación. L a crítica a la eficacia parlam entaria que se fue consolidando en el m arco
E sto tam bién está estrecham ente vinculado con las transform aciones del E stad o social surge en el contexto de un «E stado adm inistrador» en el cual
producidas en el funcionam iento del sistem a de división de poderes. se advierte una paulatina decad en cia de la ley en su acepción liberal. E n él
L a concepción clásica del E stado de derecho liberal, en su elaboración co bran im p o rtan cia tres fa cto res de co m p leja integración en la tradición
m ás fo rm a l, s itú a al P a rla m e n to en la c ú s p id e d e su c o n s tru c c ió n , europea del E stado de derecho: la iniciativa legislativa del gobierno, la legislación
estableciéndose el principio de la suprem acía parlam entaria. delegada y la nueva naturaleza de la ley.
Pero en este m om ento, atento a que la función central del E stado no sólo En el prim er caso, es reconocido que en los E stados de bienestar la gran
es legislar sino actuar, el escenario de las decisiones relevantes se traslad a del m asa de la legislación se origina en los departam entos m inisteriales. R especto a
Parlam ento a las instancias gubernam entales y adm inistrativas. E sto es así la legislación delegada, ésta se justificó por la falta de com petencia técnica del
p orque si b ie n el Parlam ento e stá cap acitad o p a ra deliberar so b re leyes Parlam ento. Finalm ente el cam bio de naturaleza de la ley nos rem ite a la
generales, no siem pre está en condiciones de resp o n d er con celerid ad a los aparición de nuevos tipos, «ley m edida» cuya fundam entación nos reenvía a lo
cam bios de situación. P uede tam bién aprobar planes, pero no siem pre está ya expresado de la m ayor com petencia tecnoburocrática del E jecutivo y las
capacitado p ara discutir su contenido técnico. L a m ayoría de los p ro y ecto s de restricciones técnicas del Legislativo, ya que éste sólo fijaba el m arco de la
planificación de políticas son presentados p o r el gobierno, quien dispone de legislación cuyos contenidos específicos quedaba en m anos de la tecnoburocracia.
m ayores recursos técnicos p ara su form ulación. A sí, la im agen m ás consolidada de la organización ju ríd ico -p o lítica del
El Parlam ento asum e así funciones de control m ás que de decisión. Estado social es la de un E jecutivo predom inante en todos los aspectos, que no
Según Poggi (1997), paradójicam ente el gran crecim iento de los ingresos se adecú a a la teoría clásica de la división de poderes.
y gastos públicos hace que el control parlam entario sea cada vez m ás necesario Por ello la p ro g re siv a in terv en ció n del g o b iern o en la so cie d ad p recisa
en el Estado de bienestar, pero tam bién casi im posible, dada la m agnitud y de e x tre m a d o s c o n tro les en el E sta d o so cial p a ra p re se rv a r su c a rá c te r de
c o m p le jid a d de los p re s u p u e s to s y o tro s in stru m e n to s c o n ta b le s . Los E stad o de d e re c h o , a fin de que su función so cial no im p id a la g a ra n tía del
parlam entos no pueden defender su am enazada suprem acía frente al Ejecutivo. p rin cip io de legalidad.
92 M . S u s a n a B o n e lto - M . T e re s a P ifiero L a tra d ic ió n d e l E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 93

De allí surge la im portancia creciente del derecho adm inistrativo en el sociales. Se caracteriza p o r la ayuda a aquellos que dem uestren no tener
conjunto de la teoría juríd ica del E stado de bienestar. Es así que la cuestión más recursos. L as transferencias universales son escasas. E ste sistem a no am plía
relevante a considerar en el análisis jurídico del E stado social, la constituye la propiam ente los derechos a los ciudadanos.
tensión que se m antiene entre el principio de igualdad que se orienta a una E n lo que re sp e cta a la estratificación, los criterios dom inantes no
proyección de futuro y que consiente la progresiva intervención del E stado en la en c u e n tra n ra z o n e s fu n d a d a s p a ra que el E sta d o a lte re lo s re su lta d o s
esfera de las relaciones privadas de la sociedad civil, y el principio de legalidad estratificadores producidos p o r el m ercado, que reflejan el esfuerzo, la habilidad
que tiende a m antener las relaciones existentes en un marco de seguridad. y la confian za en sí m ism o. Se crea una estratificación entre la relativa
igualdad de p o breza de los asistidos, el grupo m ás bajo que depende de la
ayuda estigm atizadora, otro grupo en el m edio integrado predom inantem ente
2.8. Distintas configuraciones del Estado de bienestar por la clientela de seguros sociales, y un tercer grupo de privilegiados que son
capaces de obtener su principal protección social del m ercado.
L uego de estas co n sid eracio n es g enerales corresponden an alizar las E n lo que respecta a la com binación público-privado, en estos regím enes
d iferen tes c o n fig u racio n es d el E sta d o de b ie n e sta r. U n ap o rte n u ev o y p revalece el m ercado en detrim ento de la seguridad social estatal.
trascendente sobre las tipología de E stados de b ien estar es la realizad a por E sto s países pertenecen m ayoritariam ente a la cultura política anglosajona.
E sping-A ndersen (1993) b a sa d a en una triple estructuración. A quí encontram os a E E .U U ., C anadá, G ran B retaña y A ustralia.
Los criterios utilizados com o elem entos b ásico s de diferenciación son:
1. C ada uno de los regím enes se caracteriza p o r la relativa centralidad que 2. Regímenes de Estado de bienestar corporativo
tienen el Estado y el mercado como mecanismos de producción del E ste sistem a se vincula a países de industrialización tardía y que conservaron
bienestar. A sí la interacción de estas dos instituciones producen diversas las clásicas tradiciones de los gremios. Tam bién en muchos casos se trata de
com binaciones, que a su v ez dan lugar a las distintas peculiaridades países católicos. Se conjuga con el principio subsidiario del catolicism o, siendo
existentes entre los diversos p aíses (S ánchez 1999). una respuesta natural a su preocupación por preservar la familia tradicional, y su
2. Los regím enes de b ien estar se diferencian p o r la intensidad variable de búsqueda de alternativas frente al liberalism o como al socialismo.
desm ercantilización que su s políticas provocan. E s decir, h a y que A diferencia del m odelo anterior, no existe una obsesión liberal por el
considerar el grado en que los derechos sociales perm iten a la gente que m ercado, teniendo un grado considerable de desm ercantilización sus políticas
sus niveles de vida sean independientes de las puras fuerzas del m ercado. sociales. C onsideran los derechos en base al rendim iento en el trabajo. Aquí
3. El últim o aspecto considerado p o r E sping-A ndersen son las consecuencias los derechos dependen de su lugar en el m undo laboral y su articulación con
que la intervención del Estado produce en la estructuración del orden los aportes económ icos sindicales.
social. L os diversos regím enes de Estado de bienestar producen form as de E n lo que respecta a estratificación, el corporativism o y el reconocim iento
estratificación social diferentes. E n ese sentido se pueden detectar diferencias estatal de ciertos privilegios de status, sum ado al rechazo de los grupos
en lo que se refiere a cóm o se h a m odificado la estructura social a partir del organizados de integración en una legislación m ás general e inclusiva, genera
desarrollo de los E stados de bienestar, atendiendo al papel en la distribución nu m ero so s p la n e s de seg u rid ad so cial, d iferen ciad o s, c a d a uno con sus
de los ingresos, si sostienen jerarquías, dualism os o universalism os. propias reglas, y estructura de subsidios, adaptadas a las distintas posiciones
E l análisis a partir de estos tres criterios, perm ite establecer tres categorías. de los beneficiarios.
Estas son: regím enes de E stad o de bienestar liberales, socialdem ócratas y E n cuanto a la relac ió n E stado-m ercado en la p revisión social, los
corporativ o s. sistem as de seguros están m ayoritariam ente en m anos del E stado, el m ercado
es m arginal. L a seguridad social depende del status ocupacional, siendo así
1. Regímenes de Estado de bienestar liberales diferenciada. E ste sistem a se afianzó en los E stados de E uropa continental,
L a característica de estos regím enes en cuanto a la desm ercantilización, especialm ente A ustria, B élgica, Francia, A lem ania e Italia
es la presen cia de condiciones m ás restrictivas p a ra el acceso a los derechos
94 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P ifiero L a tra d ic ió n d e l E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 95

3. Regímenes de Estado de b ie n e sta r socialdem ócrata 2) Estados de bienestar com pensatorios blandos: tien en p restacio n es
E l o b je tiv o p rin cip al es re d u c ir la d ista n c ia en tre los d iv erso s status sociales gen ero sas, pero fundam entalm ente dirigidas a com pensar la e x iste n ­
so c iales am p lian d o la u n iv e rsa liz a c ió n y d e sm e rc a n tiliz ació n . cia de d esem -pleo, con poca influencia en el m ercado del trab ajo . P o r algún
E n la perspectiva socialdem ócrata, lo esencial de la desm ercantilización tiem po siguieron una o rientación económ ica key n esian a b a sa d a en el control
es la em ancipación de la dependencia del m ercado. L a calidad de los derechos de la dem anda, p ero d espués de 1973 han a d o p tad o cad a vez m ás una
sociales y no su simple existencia, constituye u n a aspiración central de este p o lític a e co n ó m ica p o st-k e y n e sia n a . L os ejem p lo s típ ic o s son B élg ica ,
enfoque. A diferencia del m odelo anterior, la dependencia de la fam ilia, de la D inam arca y H olanda.
m oralidad o de la autoridad no sustituyen la dependencia del m ercado. F ran c ia, Ita lia , A lem an ia e Irla n d a tam b ié n p e rte n e c e n a e sta c a te g o ría,
L a id e a e s la in d e p e n d e n c ia d el in d iv id u o , p ero a d ife re n c ia del aunque con un niv el m enor de g e n e ro sid a d en sus p re sta c io n e s.
liberalism o , la id e a de e sta p e rsp e c tiv a es la de u n lv ersaliz ar, m ax im iz ar e
in stitu c io n a liz a r lo s d erech o s. E sto s se c o n sid e ra n com o d erech o s u n iv e r­ 3) E stados orientados al p len o empleo: con e sc a sa p o lític a de b ien e sta r,
sales de los ciu d ad an o s, in d e p e n d ie n te m e n te d el g rado de n e c e sid a d o del con p o c a s p re sta c io n e s so c ia le s, p ero con un co m p ro m iso in stitu cio n a l
statu s o ren d im ie n to en el tra b a jo . A l p e rse g u ir u n a m ax im ización de la p a ra m a n te n e r el p len o em pleo. P o r ejem p lo , S uiza y Jap ó n .
in d ep en d en cia indiv id u al, h a y u n e sp e c ia l cu id ad o p o r incluir en ella a las
m ujeres. P o r ello se e sta b le c e n esp ecialm en te p o lític a s p a ra el c u id ad o de 4) Estados orientados al mercado y con escasa política de bienestar:
niños y an c ia n o s, que si no e x istie ra n p u ed en re c a e r en las m u jeres. provisión limitada de servicios sociales y poca intervención pública en lo referente
E n lo que resp ecta a la estratificació n , el criterio dom inante en los al empleo. Por ejem plo, A ustralia, Canadá, N ueva Zelanda y Estados Unidos.
regím enes de e ste tipo ha sido el u n iversalism o am plio y popular, buscan d o
equiparar los su bsidios y p re sta c io n e s a las ex p e c ta tiv as de la clase m edia. E l E n u n se n tid o am p lio , y a que to d o s en la c o y u n tu ra h is tó ric a de
resu ltad o ha sido una ex p erien cia de m ov ilid ad so cial ascendente, y una
crisis d e E s ta d o lib e ra l y d e l c a p ita lism o c lá sic o to m a ro n en m e n o r o
alianza im p o rtan te de clases que defiende la su p erv ivencia de los arreglos
m ay o r m e d id a so lu c io n e s e c o n ó m ic a s k e y n e sia n a s y p o lític a s s o c ia le s,
institucionales obtenidos.
p u e d e n c o n s id e ra rs e lo s c u a tro tip o s com o in c lu id o s en lo s m o d e lo s de
E n este ré g im e n en c u a n to a la c o m b in a c ió n p ú b lic o -p riv a d a de
E stad o de b ie n e sta r.
p ro v isió n so cial, se ad o p ta u n sistem a u n iv e rsa lista dom inado p o r el E s ta ­
E n u n s e n tid o e s tric to lo s d o s p rim e ro s tip o s c o r r e s p o n d e r ía n
do, en los que la ex ten sió n de lo s d erech o s so c ia le s de la p o b la c ió n , d e ja
esp ec íficam e n te a dos v a ria n te s del E sta d o de b ie n e sta r, el te rce ro e sta ría
fuera tanto lo s p riv ileg io s de sta tu s com o al m an ejo del m ercado.
en el lím ite y no c o rre sp o n d e ría in cluir el c u arto d en tro del m odelo.
P o r ello la co in c id en c ia g e n e ra liz a d a en los p a íse s c en tra le s, en las
T h erb o n (1 9 8 9 ) so stie n e en e ste m arco q u e es p o sib le c a ra c te riz a r
cu atro tip o s d e E sta d o , se g ú n sus e stru c tu ra s so c io e c o n ó m ic a s, a te n d ie n ­ déc ad a s de ex p a n sió n inicial d e l E stad o de b ie n e sta r, de aum ento en las
do a la re la c ió n m e rc a d o -tra b a jo y al grad o de in te rv e n c ió n del E s ta d o en p re te n sio n e s so cia les, te n d e n c ia a la g en eració n del p len o em pleo y ad o p c ió n
sus p o lític a s p ú b lic a s. de fó rm u la s k e y n e sia n a s d e p o lític a e c o n ó m ic a , fue u n a c o in c id e n c ia
c o y u n tu ra l, p e ro que luego fu e e v id en cia n d o m o d a lid a d e s d istin ta s de
1) E sta d o s de b ien esta r intervencionistas fu e rte s: c o m b in a n una efec tiv iz a c ió n .
p o lítica so cial g e n e ra liz ad a c o n un com p ro m iso in stitu c io n al con el pleno D e trá s de ello, según e ste au tor, se e n cu b re n d iferen c ias entre los
em pleo, tale s com o S uecia, N o ru e g a y A u stria. T am bién podem os in c lu ir a distin to s p a íse s en su c o n c e p c ió n de la re la c ió n que v in cu la la p o lític a
Finlandia. Se c a ra c te riz a n p o r u n g asto m edio en p o lític a so cial un po co social p ú b lic a y la econom ía de m ercad o , así com o en sus in stitu c io n e s y
por encim a de la m ed ia de la O .C .D .E ., y con u n a p o lític a de p len o em pleo estra te g ia s de funcionam iento.
muy activa, au n q u e no siem p re eficaz. S u ecia y A u stria, adem ás, re p re s e n ­ E sto d eb e se r d e sta c a d o p o r cu a n to con el esta llid o de la crisis
tan dos c aso s típ ic o s de a c u e rd o s so c ia l-c o rp o ra tiv istas, los que influyen econ ó m ica del ’70 estas d ife re n c ia s se c o n v irtiero n en re le v a n tes p a ra la
también esp e c ífic am e n te en el E sta d o de b ien estar. co n creta elecció n y fu n cio n am ien to de d istin ta s a lte rn a tiv a s de su p eració n .
«6 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iflero L a tra d ic ió n d e l E s ta d o de d e r e c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 97

2 .9 . A n á lis is c r ític o d e l f u n c i o n a m i e n to d e l E s t a d o s o c ia l d e d e r e c h o so cio e co n ó m ic as y d eterm in ad o s b ie n e s a la m ay o r p a rte de la p o b la c ió n , o


sea se a so c ia al p ro ce so de d e m o c ra tiz ac ió n e n te n d id o com o la p a rtic ip a ­
Se han realizado análisis críticos del funcionam iento del E stad o social ción de lo s c iu d ad an o s en las v e n ta ja s m a te ria le s del sistem a. P e ro , por
atendiendo a que, en persp ectiv a, se puede o b je ta r el carácter dem ocrático, o tra p a rte , el c rec im ien to te c n o b u ro c rá tic o su p o n e un o b stá c u lo a los
reform ista y en general de p rofunda transform ación del orden existente que se p ro c e so s de d em o c ratizac ió n , en te n d id o s com o p a rtic ip a c ió n en lo s p ro c e ­
postuló al iniciarse su transform ación. sos de to m a p o lític a de la s d e c isio n e s.
Así, se sostiene que inicialm ente se planteó una articulación entre los A dem ás, el crecim iento tecnoburocrático no ha significado una m ayor
principios liberales del E stad o de derecho y los del E stado social de derecho. autonom ía estatal en el m om ento de fijar los objetivos generales, sino una
Pero en cierta m edida se p rodujeron conflictos entre los principios de la m ayor cap acid ad de alcanzarlos cuando han sido acordados a trav és de la
dem ocracia social y los principios del m odelo liberal. En este escenario, las negociación con los actores públicos y privados de m ayor poder.
construcciones político-institucionales subrayan la garantía de la esfera individual Las instituciones y los procedim ientos de la dem ocracia en este E stado
y los tradicionales m arcos del E stado de derecho adm itiendo sólo intervenciones se orientan a la producción de decisiones gubernam entales adoptadas con
de correcció n del orden social, quedando como E stad o de bienestar reducido a m arcada independencia de m otivos definidos por los ciudadanos. Se diseñó a
la obligación de realizar prestacio n es de auxilio social. Con esta concepción, el fin de que los ciudadanos en u n a sociedad fuertem ente politizada adquieran un
E stado so cial de d erech o se d efine en sus fu n cio n es a rticu la d as a una status de ciudadanos pasivos. Se estim ula el privatism o y la indiferencia
adm inistración prestataria de servicios y no com o u n m odelo configurador de política y se prom ueve el consum o, el tiem po libre y el goce m aterial.
una nueva situación política social y económ ica fu ndada en nuevos principios E n el nuevo acoplam iento entre el sistem a económ ico y el sistem a
de equidad social y solidaridad. político ya no es la ideología del libre cam bio que oficia de legitim adora, sino
U n tem a a d estacar que produce críticas al funcionam iento del E stado un program a sustitutivo que sostiene la gestión técn ica para el funcionam iento
social de derecho se refiere a que la adm inistración de éste aum entó su esfera estable del sistem a, y excluye las cu estio n es p rá ctic as que sólo podrían
de com petencia (aunque con sujeción a las leyes) y se independizó en gran definirse a p artir de un discurso dem ocrático y valorativo.
m edida del P o d er Legislativo, del propio Ejecutivo y todavía en m ayor proporción Según la visión crítica, en este contexto de despolitización ciudadana
de los ciudadanos. queda sin funciones una opinión p ú blica reflexiva y activa. L os electores
En su calidad de organización de técnicos aventajó al Parlam ento, así como quedan degradados al papel de consum idores apolíticos.
también a la dirección política gubernamental, en tanto la actividad técnico- E ntre los postulados del E stado social de derecho y su praxis se instala
adm inistrativa cada vez pudo ser abarcada m enos p o r la program ática política. u n a c o n tra d ic c ió n . E sto se re fie re al c o n flic to e n tre la n e c e s id a d de
La adm inistración p ú b lica en el Estado social de derecho sólo queda dem ocratización m aterial del conjunto de la sociedad y la instauración de
sujeta por la obligación form al de las norm as leg ales, pero queda excluida de estructuras e im aginarios de dom inio elitista, en cierta m edida antidem ocráticos
todo control dem ocrático en el proceso de trab ajo , el cual en cierta m edida por la falta de participación ciudadana.
im plica la im posición de d ecisiones, en tanto los órganos políticos se apoyaban La ideología política que oculta estas tensiones en la fase del E stado de
para la adopción de éstas en inform es técnicos especializados producidos por bienestar es el pluralism o elitista (A bendroth-Lenk, 1970). El pluralism o se
la tecnoburocracia. L os técn ico s form alm ente «neutrales» arrinconan cada presenta como una teoría de base em pírica y sugiere que el sistem a de dominación
vez más a quienes «sólo son representantes p o lítico s en el Parlam ento». sociopolítico e stá caracterizado por la com petencia libre y num éricam ente
Se p ro d u ce así una característica del E stad o social de derecho, que lo ilim itada de los grupos sociales para obtener poder político y social, dando lugar
orienta h acia un elitism o tecn o crático no participativo que produce efectos autom áticam ente a com prom isos que representan el interés general
negativos en el funcionam iento del E stado h asta el presente. A l n eg ar esta ideología la existencia de contrastes, de intereses socio-
L a te c n o b u r o c r a tiz a c ió n p u e d e e n te n d e r s e com o u n fe n ó m e n o políticos b asad o s en la estru ctu ra de la sociedad, y al negar la n ecesidad de una
am bivalente. A sí, por una p arte fue una realidad n ecesaria para efectivizar el transform ación m ás profunda y radical de la sociedad, oculta el desequilibrio
p ro c e so s o c ia l d e m o c ra tiz a d o r de e x te n d e r d e te rm in a d a s c o n d ic io n e s
98 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro L a tra d ic ió n d e l E s ta d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 99

existente en la distribución del p oder económ ico y político, y oculta el desigual que quedaron excluidos p o r su m enor capacidad organizativa y de poder,
poder de los grupos p ara com petir. ro m p ien d o así la u n id ad d el se c to r tra b a jo , dism in u y en d o la s en erg ía s
E n ese m arco es que se form ulan las críticas de Offe (1988) en cuanto a tran sfo rm a d o ra s.
los partidos com petitivos de m asas, los llam ados «catch all party» que no A sí, adem ás, la adopción de estas p rácticas afectó la c ap acid ad de
representan realm ente la v oluntad del pueblo, sino que sólo reflejan la dinám ica configuración p o lítica y de plasm ación de program as políticos de reform as
desencad en ad a p o r los im perativos de la com petencia política. más profundas y generales, que fueran m ás allá de los intereses inm ediatos de
Según este autor e sta dinám ica tiene efectos im portantes en la p érd id a de distribución de los sectores participantes. E sto significó la renuncia a objetivos
la ideología de los partidos, ya que p ara llegar al gobierno deben o rien tar sus políticos que generaran una redistribución de los m edios de p o d er entre todos
program as h acia las oportunidades que les ofrece el m ercado político. los distintos actores sociales. E l acuerdo entre intereses y la discusión sobre la
a) Es necesario conseguir el m ayor núm ero de votos y para ello debe m anera en que se extern alizarían los costos de los acu erd o s quedó por
m inim izar lo s asp ecto s m á s id eo ló g ico s del p ro g ram a que p u e d a n crear com pleto fu era del control po lítico dem ocrático.
rechazos del electorado. E sto los lleva a una gran am bigüedad, a la que debe E n segundo lugar, se cuestiona la real equivalencia de poder de las partes de
agregarse que p ara captar la m ayor cantidad del electorado deben diversificar la negociación, o sea en qué m edida dieron lugar a la existencia de una distribución
su discurso p a ra contener la pluralidad de in tereses y dem andas. E sto tiene equitativa y estable de recursos de poder entre capital y trabajo. N o fue suficiente
como efecto la disolución de todo sentido de iden tidad política colectiva que, contraponer la configuración organizada del sector trabajo para contrarrestar el
anteriorm ente a este m odelo, se b asab a en valores y significados com partidos. poder social del capital. Esto es así porque los propietarios del poder económ ico
b) P or o tra parte, el partido com petitivo plenam ente desarrollado se ve gozaron tam bién de ventajas organizativas. L a posibilidad de negociar en este
obligad o p o r la s n e c e sid a d e s de la c o m p e te n c ia a equip ararse co n una escen ario de in tere ses m arcad am en te c o n trap u esto s y o rg a n izad o s, pero
organización sum am ente centralizada y burocratizada. estructuralm ente asimétricos, sum ada al hecho de que al poder económ ico no le
La profesionalización de la política p artid aria conduce al dom inio político interesan los costos sociales (desem pleo, restricciones socio-económ icas, etcétera),
del personal profesional y directivo del partido que p o r su form ación proviene solo podía tener posibilidades de redistribución equitativa con la participación de
de m edios tales com o la ad m inistración em p resarial, pública, m e d io s de una fuerte y decidida intervención política estatal para asegurar este tipo de
com unicación, etcétera. resultados, y esto reenvía al problem a de cómo se encuentren en los hechos las
Este m odelo b urocrático profesional de p artid o s que se g e sta en el relaciones de poder entre política y economía.
Estado social produce la desactiv ació n de la participación de los m iem bros de
base. Ya no hay espacios de p articipación p a ra discutir internam ente los
program as o políticas del partido, ya que esto queda a cargo de la élite
profesional.
Finalm ente, Offe (1 9 8 8 ) rea liz a un a n álisis crítico de las p rác ticas
neocorporativas vinculadas con los acuerdos capital-trabajo que se efectivizaron
en el Estado de bienestar.
En una form ulación sintética, del com plejo análisis realizado p o r el autor
sólo m encionarem os algunas cuestiones centrales que desde una perspectiva
actual perm iten evidenciar las carencias de esas prácticas.
En p rim er lugar, eso s acuerdos en cuanto neutralizadores del poder
social del capitalism o no sólo no pudieron b lo q uear esa fuerza, sino que
borraron la línea de conflicto entre capital y trab ajo en tanto produjeron una
división entre los intereses inm ediatos de redistribución de los grupos socio­
económ icos del sector trab ajo que pudieron a cced er a esa negociación, y los
98 M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro L a tra d ic ió n d e l I ista d o d e d e re c h o c o n s titu c io n a l d e m o c rá tic o 99

existente en la distribución del p oder económ ico y político, y oculta el desigual que quedaron excluidos p o r su m enor cap acid ad organizativa y de poder,
poder de los grupos p ara com petir. ro m p ien d o así la u n id ad del se c to r tra b a jo , d ism inuyendo la s en erg ías
En ese m arco es que se form ulan las críticas de Offe (1988) en cuanto a tra n sfo rm ad o ras.
los partid o s com petitivos de m asas, los llam ados «catch all party» que no A sí, adem ás, la adopción de estas p rác tic as afectó la cap acid ad de
representan realm ente la voluntad del pueblo, sino que sólo reflejan la dinám ica configuración política y de plasm ación de program as políticos de reform as
desencad en ad a p o r los im perativos de la com petencia política. más profundas y generales, que fueran m ás allá de los intereses inm ediatos de
Según este autor e sta dinám ica tiene efectos im portantes en la p érd id a de distribución de los sectores participantes. E sto significó la renuncia a objetivos
la ideología de los partidos, y a que p ara llegar al gobierno deben orien tar sus políticos que generaran una redistribución de los m edios de p o der entre todos
program as h acia las oportunidades que les ofrece el m ercado político. los distintos actores sociales. E l acuerdo entre intereses y la discusión sobre la
a) E s necesario conseguir el m ayor núm ero de votos y p ara ello debe m anera en que se extern alizarían los co stos de los acu erd o s quedó por
m inim izar los asp ecto s m ás id eo ló g ico s del p ro g ram a que p u e d a n crear com pleto fuera del control político dem ocrático.
rechazos del electorado. E sto los lleva a una gran am bigüedad,,a la que debe E n segundo lugar, se cuestiona la real equivalencia de poder de las partes de
agregarse que p a ra captar la m ayor cantidad del electorado deben diversificar la negociación, o sea en qué m edida dieron lugar a la existencia de una distribución
su discurso p a ra contener la pluralidad de in tereses y dem andas. E sto tiene equitativa y estable de recursos de poder entre capital y trabajo. N o fue suficiente
com o efecto la disolución de todo sentido de id entidad política co lectiva que, contraponer la configuración organizada del sector trabajo para contrarrestar el
anteriorm ente a este m odelo, se b asab a en valores y significados com partidos. poder social del capital. Esto es así porque los propietarios del poder económ ico
b) P o r otra parte, el partido com petitivo plenam ente desarrollado se ve gozaron tam bién de ventajas organizativas. L a posibilidad de negociar en este
o bligado p o r las n e c e sid a d e s de la c o m p e te n c ia a eq u ip ararse con una escen ario de in te reses m arcad am en te c o n tra p u esto s y o rg an iz ad o s, pero
organización sum am ente centralizada y burocratizada. estracturalm ente asimétricos, sum ada al hecho de que al poder económ ico no le
L a profesionalización de la política partid aria conduce al dom inio político interesan los costos sociales (desem pleo, restricciones socio-económicas, etcétera),
del perso n al profesional y directivo del partido que por su form ación proviene solo podía tener posibilidades de redistribución equitativa con la participación de
de m edios ta le s como la ad m inistración em p resarial, pública, m ed io s de una fuerte y decidida intervención política estatal para asegurar este tipo de
com unicación, etcétera. resultados, y esto reenvía al problem a de cómo se encuentren en los hechos las
E ste m odelo burocrático profesional de p artid o s que se g e sta en el relaciones de poder entre política y economía.
E stado social produce la d esactivación de la p articipación de los m iem bros de
base. Y a n o hay espacios de participación p a ra discutir internam ente los
program as o políticas del partido, ya que esto queda a cargo de la élite
profesional.
F inalm ente, Offe (1 9 8 8 ) realiza un an álisis crítico de las p rácticas
neocorporativas vinculadas con los acuerdos capital-trabajo que se efectivizaron
en el E stado de bienestar.
En u n a form ulación sintética, del com plejo análisis realizado p o r el autor
sólo m encionarem os algunas cuestiones centrales que desde una perspectiva
actual perm iten evidenciar las carencias de esas prácticas.
En prim er lugar, eso s acuerdos en cuanto neutralizadores del poder
social del capitalism o no sólo no pudieron blo quear esa fuerza, sino que
borraron la línea de conflicto entre capital y tra b a jo en tanto p ro dujeron una
división entre los intereses inm ediatos de redistribución de los grupos socio­
económ icos del sector trab ajo que pudieron a cced er a esa negociación, y los
CAPITULO III
Crisis del Estado de
bienestar

Sumario:

1. P la n t e o de la crisis. 1.a. El g a sto púb lico, l.b.


In te rn a c io n a liz a c ió n del sistem a financiero, l . c . S e c ­
to r tr a b a jo . 1 .d. A p e r tu r a de las eco n o m ía s nacionales.
2. A s p e c t o s te ó r ic o s de la crisis. 2.a. R e s p u e s t a s t e ó ­
ricas a la crisis: n e o c o n s e r v a d o r a s , m arx istas y social-
d e m ó c r a ta s . T e rc e ra vía.
I. PLANTEO DE LA CRISIS

E l tem a de la crisis del E stado de bienestar será presentado en relación a


sus dos niveles de análisis:
1. E l referido a los p ro ceso s que se van desarrollando en la realidad.
2. L as distintas teorías que describen o explican tales procesos.
A p artir de m ediados de los años setenta, la que había sido reconocido
casi unánim em ente com o la fórm ula m ás exitosa de superación de los conflictos
sociales y gestora del «progreso indefinido» com ienza a desm oronarse y a ser
objeto de duras críticas. E m pieza así a quebrarse el consenso de la confianza
indiscutida en el E stado de bien estar y su expansión futura.
E ste m odelo estatal h abía m ostrado una fu erza insospechada en el logro
de un p eríodo inéditam ente extenso de pacificación social en el orden interno.
Al m ism o tiem po si se entiende la paz como ausencia de guerra, E uropa vivió
la era de p a z m ás prolongada de to d a la E dad M o derna (1).
E sta situación de arm onía llegó a su fin en la década de los setenta, a
partir de un proceso que se inicia con la crisis económ ica de 1973/4. En ese
período los cam bios producidos en la estructura económ ica, coincidentes con
la desconfianza en el sistem a m onetario internacional, ayudaron a provocar
alzas consid erables de los precio s de m aterias prim as, que abrieron el camino
al shock de la O .P.E .P. en 1974.
E l alza del precio del p etróleo, hasta ese m om ento a bajo costo, decidido
p o r la s n a c io n e s p ro d u c to ra s , g e n eró u n a fu e rte tra n s fe re n c ia de los
im portadores a los exportadores, que produjo un efecto considerable sobre el
funcionam iento del sistem a económ ico.

(1) Por tratarse de un modelo típicamente europeo, aunque luego se expande a otras
regiones, no se incluyen aquí los conflictos en otras áreas como Asia y América
Latina.
C ris is d e l E s ta d o d e b ie n e s ta r 105
104 M. S u s a n a lio n c tto - M . T e re s a P iñ e ro

reordenam iento parcial y rejerarq u izació n de erogaciones, según los objetivos


En ese contexto, las profundas dificultades a las que se enfrentaron las
económ icos propuestos. E n la m ed id a en que el gasto público no puede
econom ías d esarrolladas o ccidentales -que incluyeron inflación, estancam iento
reducirse p o r los condicionam ientos sectoriales m encionados, el E stado necesita
y creciente déficit público- sentaro n las condiciones m ateriales p a ra que se
increm entar sus erogaciones to tales p a ra hacer frente a las nuevas dem andas
cu estio n ara seriam ente la e fic a c ia del E sta d o en el cum plim iento de su
del desarrollo (gastos en tecnología, energía n uclear, etcétera), y a que las
responsabilidad p o r el bien estar económ ico en u n a sociedad capitalista.
Asi, las transform aciones de la estructura económ ica que habían apoyado erogaciones no pueden salir de la reducción de otras actividades.
E ste acrecentam iento del tam año del E stado fue encontrando una renovada
fuertem ente la construcción de este m odelo fueron las que iniciaron a la vez su
resistencia p o r p arte de los sectores con m ayores recursos económ icos y que
declive, po r la acum ulación de problem as fiscales y económ icos.
m ás ap ortaban a su m antenim iento, a p artir de las transferencias de recursos a
Los p ro b lem as fiscales se cen traro n en la ex isten cia de un déficit
creciente, unido a una reacción en contra de la p resió n fiscal, en situaciones de través de la carg a im positiva, aunque esta reacción tom ó diversas form as en
estancam iento con inflación, y sobre todo en que se evidenció la incapacidad cada país.
E stas lim itaciones obligaron al E stado a la opción o de la reducción del
del E stado p ara h acer frente a los gastos sociales.
gasto, a p e sar de otras dem andas sociales que lo exigían, incluso arriesgándose
Los problem as económ icos se centraron en la inflación creciente -con
al estancam iento económ ico, o a m antenerlo, y h a sta aum entarlo, a co sta del
am en aza c o n sta n te de h ip e rin fla c ió n - y en la a u se n c ia de c re cim ien to ,
endeudam iento. Se siguió la segunda opción, pero cuando el déficit del sector
advirtiéndose, adem ás, que am bos problem as estab an relacionados.
público de coyuntural se transform ó en perm anente, el recu rso al sector
P ara com prender esta situ ació n es n ecesario desarrollar brevem ente
algunos de sus aspectos relevantes. financiero, al endeudam iento, se tornó destructivo p a ra el m odelo.

I.a. El gasto público 1.b. Internacionalización del sistema financiero

L as dem andas de crédito por p arte del E stado tendieron a neutralizar su


E n el m odelo keynesiano el crecim iento del gasto público se efectivizó en
Iunción de tres requerim ientos: capacidad de controlar las tasas de interés; a p esa r de que ello constituía uno
a) Las em presas estatales, de los p ila re s del m odelo k e y n e sia n o . E sta te n d e n c ia c o in cid ió co n la
b) los servicios de infraestructura; internacionalización del m ercado financiero, el cual en la década del cincuenta
c) las p olíticas sociales (S chvarzer, 1987). sólo existía com o sistem a financiero nacional, som etido a estrictas regulaciones,
El gasto público dirigido a im pulsar los dos prim eros requerim ientos, en derivadas de las experiencias de la crisis del treinta.
P ero ya a fines de esa década, y a través de un com plejo proceso que no
los años iniciales de la p o sg u erra, se constituyó en uno de los facto res
decisivos del crecim iento económ ico y social, en cuanto prom otor del desarrollo cabe aquí desarrollar, com ienza a crearse un sistem a financiero m undial de
in d u stria l. E n d é c a d a s p o s te rio re s , las e ro g a c io n e s del gasto p ú b lic o , dim ensiones colosales, que hace perd er la autonom ía a los estados para el
correspondientes a las políticas sociales del E stado, im pidieron que se produjeran establecim iento de las tasas locales de interés con sus consecuentes efectos.
situaciones de recesió n sim ilares a las de 1930.
Sin em bargo, a p esar de sus aportes p ositivos, el crecim iento del gasto
no tuvo lugar en el vacío (S chvarzer, 1987). E l aum ento del sector público
1x . Sector trabajo
hace su funcionam iento m ás com plejo al m ism o tiem po que el poder central
P or o tra p arte, la política de pleno em pleo y la m ejora constante del
pierde capacid ad de regulación sectorial a m edida que cada área de la burocracia
salario real a p artir de la posguerra, que fue tanto una consecuencia de las
se ve influida p o r un com plejo de intereses específicos y presiones sectoriales,
ideas keynesianas como de la creciente dem anda sustentada en el po d er de las
listo im p id e q u e p u e d a m a n te n e rs e e sta b le el g a sto glo b al, m e d ia n te
organizaciones sindicales, se vio paulatinam ente condicionada y reform ulada
106 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro C r is is d e l E s ta d o d e b ie n e s ta r 107

p o r la re s p u e s ta e m p re s a ria l, en u n p ro c e s o q u e e m p ie z a a g e s ta rs e en E n este contexto, todas las explicaciones y ju stificaciones del E stado


la d é c a d a d el s e se n ta . social de derecho se resienten o se desm oronan. A sí, el com plejo edificio de
A sí, la estru ctu ra de la o ferta y la dem an d a de m ano de o b ra fue garantías constitucionales y ju risd iccio n ales de unos derechos que configuraban
cam biando en los p a íse s in d u strializad o s c e n tra le s, con una te n d e n c ia a un orden m ás ju sto quedó vacío ante la im posibilidad de garantizarlos. El
dism inuir la capacidad de negociación de los trabajadores. E ste pro ceso tuvo E stado benefactor, que aseguraba el desarrollo y el equilibrio al m ism o tiem po,
form ulaciones distintas en cad a país y sus resu ltad o s fueron tam bién diferentes, ya no puede garantizar nada. L os sistem as políticos donde el orden se b asab a
pero en to d o s los casos se observa esta tendencia. en el consenso se hacen ingobernables y com ienza a explicárselos desd e otras
E n E uropa y E E .U U ., fundam entalm ente, las em presas im plem entaron el ópticas m ás críticas.
recurso de fom entar la inm igración de trab ajad o res de otras regiones m enos
desarrolladas. E sta inm igración posibilitó que alred ed o r del 10 % de la fuerza
de trabajo en E uropa, en la d écad a del seten ta estuviera co m puesta por 2. ASPECTOS TEORICOS DE LA CRISIS
inm igrantes, p orcentaje que se duplicó en la d écad a siguiente. A lgo sim ilar
ocurrió en E stados U nidos. Todo ello contribuyó a contener las presiones Si a ce p ta m o s el co n c e p to de crisis com o un p ro c e so de cam b io s
salariales (Schvarzer, 1989) por los salarios m ás bajos aceptados p o r los significativos en el com portam iento de com ponentes de la realidad social y de
trabajadores extranjeros. las teo rías destinadas a interpretarlos, podem os sostener que a p artir de los
O tra estrateg ia com plem entaria, que luego tu v o una fuerte expansión, se procesos analizados com ienza a gestarse la crisis del E stado de bienestar.
inició en el m ism o período: la exportación de capital destinado a producir L a m anifestación inicial de la crisis aparece así, en los setenta, p o r la
bienes en países de m ano de obra barata. D esde E E .U U ., E uropa y luego Japón ausencia de instrum entos eficaces y eficientes de corrección a los grandes
se produjo una ola de exportación de capital en b u sc a de áreas productivas con desequilibrios económ icos.
salarios m ás b ajo s (T aiw an, C orea del Sur, Singapur, H ong K ong, etcétera). Pero no es sólo una crisis de funcionam iento de la econom ía por la
quiebra del crecim iento y la bon an za económ ica, sino que la incapacidad de los
p oderes públicos para resp o n d er a las fallas del sistem a pone en cuestión el
1.d. Apertura de las economías nacionales m ism o papel del E stado.
E sto es así porque la ju stificació n de este m odelo d escansaba en gran
Se produce, asim ism o, una tendencia a la apertura en las econom ías m e d id a en su c a p a c id a d p a ra p ro d u c ir el d e s a rro llo e c o n ó m ic o y su
nacionales, tam bién m uy vinculada con el accionar m encionado de las em presas funcionalidad p a ra prom over el bienestar social.
m ultinacionales, las cuales b uscan distribuir sus productos en el m ercado P or ello, la crisis del E stad o de bienestar im plica tam bién una crisis
mundial. E sta apertura fue transform ándose cad a v ez m ás en un fenóm eno ideológica de confianza en él, por cuanto y a no se confia en la eficiencia y
irreversible, al que coadyuva una am plia gam a de convenios internacionales y operatividad de las anteriores soluciones estatales. E sto se advierte en la lucha
los acuerdos del G .A .T .T .. política, donde parecen adquirir peso creciente las opciones defensoras de la
Así, el funcionam iento de la econom ía nacional debe adecuarse cada vez d esregulación y de la ex tensión del ám bito de lo privado. Las p o stu ras
m ás a su estrecha relación con otros m ercados, lo que limita la posibilidad de socialdem ócratas, socialcristianas o sim ilares, que se apoyan en la defensa de
regular el m ercado nacional, por la presión de los costos y precios de los otros. lo ya conseguido, y en la continuidad del m ism o cam ino, sufren frecuentem ente
E n definitiva, la interconexión entre el gasto público excesivo, el déficit derrotas electorales. A unque cabe preguntarse cuál es el verdadero alcance de
fiscal, la inflación, la dism inución de los salarios y beneficios sociales, la esta crisis de consenso (M uñoz de B ustillo, 1989), de legitim idad (H aberm as,
pérdida de control de la ta sa de interés, recorta la capacidad de m anejo de la 1981) o crisis ideológica de confianza (M ishra, 1992).
econom ía n acional según el m odelo keynesiano, lo que unido a la instalación Pareciera que a pesar de haberse quebrado el consenso sobre el funciona­
de la interdependencia asim étrica lim ita la operatividad de este m odelo. miento del E stado de bienestar, esto no ha producido conflictos políticos y
sociales de fuerte envergadura y de m anera generalizada, que perm itiera vaticinar
1OH M . S u sa n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro C ris is d e l E sta d o d e b ie n e s ta r 109

el hundimiento de los sistem as jurídico-políticos dem ocráticos, como sucedió b) el re c o n o c im ie n to y g a ra n tía de títu lo s y p o s ic io n e s e x c e s iv a s
luego de la Prim era Guerra M undial y de la crisis de 1929/30. de p o d e r d e lo s sin d ic a to s d e tr a b a ja d o r e s d a n lu g a r a u n « d esin ce n tiv o
Podríam os decir, siguiendo a C otarelo (1990) que el E stado de bienestar, p a ra la tra b a jo » .
com o m odelo, m antiene cierta legitim idad, aunque deficitaria. E sto nos perm i­ E sto s dos aspectos com binados producirían una dinám ica «declinante»
tirla sosten er que se trata de una crisis relativa aco tad a a determ inados niveles de crecim iento y aum entos de expectativas, que im plican una «sobrecarga» de
y no general. Ello resu ltaría así h a sta este m om ento; lo que suceda en el futuro dem andas económ icas (inflación) y una sobrecarga en las dem andas políticas
dependerá de las tendencias de evolución, las cuales son interpretadas desde (ingobernabilidad).
diferentes p erspectivas, que p asarem os a analizar. Según O ffe (1992), lo que subyace en esta crítica es una recuperación
del análisis original decim onónico, en el cual coincidían liberales y m arxistas,
esto es: dem ocracia y capitalism o no son com patibles; al m enos su conviven­
2.a. Respuestas teóricas a la crisis: neoconservadoras, marxistas y
cia re su lta sum am ente conflictiva. E ste problem a, que se consideró superado
socialdemócratas
por los escritos politológicos del período del capitalism o de bienestar, vuelve a
aflorar ante su crisis.
Frente a los proceso s desarrollados surgen distintas interpretaciones,
que dan lugar a tres respuestas diferentes a «crisis»: En el caso del enfoque neoconservador, éste considera que son los
1. La neoconservadora, arreglos institucionales de la «dem ocracia de masas» del E stado de bienestar
2. la m arxista y los causantes de la crisis. E s decir, que éstos deben ser elim inados porque
3. la socialdem ócrata. están ahogando al capitalism o y sus fuerzas creativas; adem ás en lo político
D e éstas, la m arxista constituye una re sp u e sta analítica y teórica, que producen ingobernabilidad. Según este enfoque, existe el peligro de un colapso
aún se ev idencia sin im plicancias p o lítico -p rácticas im portantes. L as dos agudo del E stado, debido a la sobrecarga de expectativas a las que está
restantes, adem ás de constituir críticas teó rico-ideológicas, han tenido con­ som etido el po d er estatal en el sistem a «democrático de masas». P o r otra
cretas efectivizaciones en la realidad. parte, su p o d er de intervención y capacidad de dirección no están dim ensionados
y estructurados para resp o n d er eficazm ente a tal crecim iento constante de
1) E l enfoque neocon serv ad o r o neoliberal sustenta una retórica y una expectativas y exigencias.
ideología de desm antelam iento del b ienestar social, apoyándose en el sector E s te au m en to « d esm esurado» de p re te n sio n e s de c o g e stió n y de
privado y en las fuerzas del m ercado p ara alcanzar el crecim iento económ ico y p a rtic ip a c ió n d em o c rá tic a, y u n a p o litiz a c ió n ex ag era d a de tem as y co n ­
para cubrir la provisión de distintos servicios. flic to s, p ro d u c e n u n a fru s tra c ió n en tre el v o lu m e n de d e m a n d a s y la
Im puta al E stado de b ienestar con sus p o líticas sociales y económ icas ca p a c id a d de re sp u e sta del E sta d o .
ser el culpable de las tasas d ecrecientes de crecim iento por oprim ir con E sto produce crisis de representación, en tanto las esperanzas de cada
regulaciones y cargas in to lerab les las fuerzas p ro ductivas de pro g reso y
plataform a electoral quedan sin cumplir, mientras que las m edidas duras se tienen
crecim iento propias del m ercado.
que tom ar. Los desengaños y frustraciones que se acumulan pueden causar: a)
A sí tam bién lo acusa de ser culpable de la destrucción de la econom ía
una politización dentro del sistem a de partidos «reideologizando» a los partidos
capitalista y de sus actuales m ales. E l E stado de bienestar no arm oniza los
de oposición; o bien b) que los partidos caigan en una crisis de representación.
conflictos de la so ciedad d em o crática-cap italista, sino que los ex acerb a,
E l neoconservadurism o o neoliberalism o m ediante un análisis ponderado
bloqueando a las auténticas fuerzas de progreso y de paz (las em ergentes del
m ercado) e im pidiendo su adecuado funcionam iento. de los errores del capitalism o de bienestar propone posibilidades de co rrec­
L as causas de este bloqueo provienen: ción, ofreciendo una salida aparentem ente fundada y válida a la crisis del
a) Por un lado de las pesadas cargas fiscales y normativas que se imponen al anterior m odelo económ ico, con sus prom esas de control de la inflación,
capital, produciendo como efecto un «desincentivo para la inversión»', equilibrio de los presupuestos y estrategias de revitalización de la econom ía.
lio M. S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro C risis d e l E s ta d o d e b ie n e s ta r 111

En alguna m edida ha logrado construir una cierta hegem onía interpretativa, definir la realidad, estando en posición de crearla, así como sus efectos. Si
que lo presen ta com o la salida casi inevitable a la actual crisis. consideran que las restricciones im puestas por el Estado de bienestar constitu­
D esde un análisis de los procesos reales debe destacarse que en varios yen una carga intolerable, será de hecho eso. P o r lo tanto, m antendrán una
países el neoconservadurism o h a triunfado como ideología y proyecto político. tendencia a no invertir, m ientras puedan esperar que dichas sanciones económ i­
Por ejem plo el triunfo de los gobiernos conservadores en Inglaterra y EE.U U . en cas servirán para reducir los costos im puestos por el Estado de bienestar.
1979 y 1980, m anteniéndose aún el éxito electoral en el prim ero de los citados. E n c u a n to al « d e sin c e n tiv o p a r a el tra b a jo » , so stie n e que lo s o b re ro s
En estos casos se advierte que, por un lad o , la nueva derecha tuvo éxito n o se e n c u e n tra n m o tiv a d o s a tr a b a ja r to d o lo p ro d u c tiv a m e n te que
en persuad ir a buen a parte de la ciudadanía, así com o a intelectuales y otras p o d ría n . Y a que p o r u n a p a rte , el E sta d o de b ie n e s ta r m a n tie n e el c o n tro l
élites, de que la m ejor alternativa de superación co nsistía en la potenciación del del c a p ita l so b re la p ro d u c c ió n , y p o r ende la fu en te b á s ic a de c o n flic to
capitalism o (el cual era sólo uno de los polos del anterior m odelo, adem ás con in d u s tria l y de c la se , no e s ta b le c ie n d o n a d a p a re c id o a un « co n tro l
otras características al prop u esto actualm ente). obrero». P e ro p o r o tra p a rte , fa v o re c e el p o te n c ia l o b re ro de re s is te n c ia
E n los h ech o s, el cum plim iento de c ie rta s p ro p u esta s del enfoque an te el c o n tro l del c a p ita l (le g isla c ió n p ro te c to ra del tra b a jo ), lo que h ac e
neoconservador produjeron graves consecuencias sociales, m ientras otras no que la e x p lo ta c ió n del tra b a jo se a m u ch o m ás c o m p lic a d a e im p re d e c ib le
pudieron efectivizarse. A sí, p o r una parte, el gobierno de T hatcher, por que en el c a p ita lism o d e c im o n ó n ic o .
efectos de su política económ ica, aum entó en form a considerable los índices El efecto de todo ello es que en un conflicto inm odificado se lucha con
de desem pleo, y en la p ráctica al no producirse inestabilidad social, logró una m edios m odificados a favor del trabajo. N o es sorprendente que en estas
im portante v ictoria ideológica, pues term inó con la creencia de que el desem ­ circunstancias se mine la «ética laboral» del «trabajo duro y po co pago».
pleo m asivo es políticam ente peligroso p a ra el capitalism o. Pudo tam bién P lanteado en los térm inos del autor, la crítica neoconservadora, m ás que
m antenerse en el p oder en una situación de evidente crecim iento de la pobreza. en el diagnóstico -que correspondería a su pro p ia lectura de las contradiccio­
Sin em bargo, no pudo desm ontar el sistem a de servicios sociales, que nes existentes en el E stad o de bienestar- incurre en equivocaciones y errores
afectaba a todo el cuerpo electoral, incluyendo a la gran y articulada clase en las soluciones propuestas.
m edia británica. P o r lo tanto, en la práctica, el enfoque neoconservador no fue E s to e s a sí p o rq u e la c o r r e c c ió n de la c ris is e c o n ó m ic a y la
aplicado en form a tan radical com o su propuesta. ingobem abilidad en lo político, a fin de evitar el colapso del E stad o , se propone
M ishra (1992) sostiene a su vez, que una enseñanza sociopolítica im por­ en el sentido de una dism inución de exigencias y expectativas por parte de la
tante que se puede extraer de la política neoconservadora es que en sociedades ciudadanía, y al mismo tiem po la reducción de las responsabilidades al E stado,
de cierto desarrollo es posible sacrificar a una m inoría de la población (pobres y a fin de evitar su sobrecarga.
desem pleados), sin perder el respaldo político de la mayoría. A sí, una propuesta de reducción de dem andas se refiere al desvío de
D esde la perspectiva de Offe (1988) este autor sostiene que el análisis todas la s ex ig en cias que re b a sa n lo s lím ite s de las « p o sib ilid a d es» del
neoconservador es falso, no tanto por lo que dice sino por lo que m antiene en E sta d o al m ercad o . E n este se n tid o , se p ro p o n e n m e d id a s ta le s com o
silencio, esto es que aunque postulado como una estructura política y social p riv a tiz a c ió n , fle x ib iliza ció n la b o ral, etc é te ra. E sto im p lica ría que la r e s ­
capaz de sum inistrar ingresos y servicios, com o «derechos ciudadanos», el ta u ra c ió n de la «com petencia» y el «m ercado» p o n d ría u n a b a rre ra a las
Estado de bienestar depende p ara su realización de la prosperidad y de la p re te n sio n e s ex ag erad as.
continua rentabilidad del capitalism o. Por ello, aunque haya sido proyectado O tra s so lu cio n es p ro p u e sta s se o rien tan a u n a re so c ia liz a c ió n a p a rtir
como cura para algunas de la enferm edades de la acum ulación capitalista, esta de las in stitu c io n e s de co n tro l so c ia l, p a ra u n a re fo rm u lac ió n de v a lo re s y
última puede forzar al E stado a no emplear la cura. p a u ta s de c re e n c ia s c u ltu ra le s y p o lític a s. E l o b jetiv o se o rie n ta ría a
P or ello, dice este autor, el debate sobre si el E stado de bienestar está p ro m o v e r la v ig e n cia de v a lo re s ta le s com o la m o d eració n , d iscip lin a y
realm ente im poniendo cargas intolerables al capital es puram ente académ ico, ya e sfu erz o , a fin de m a n ten e r b ajo c o n tro l las «exigencias desm edidas» al
que la posición de poder de los inversores privados incluye tam bién el p o der de a c c io n a r del E stado.
112 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro
C r is is d e l E sta d o d e b ie n e s ta r 113

En esta «terapia», sostiene el autor, resid e la principal deficiencia del L a crítica m arxista al E stad o de bienestar es una crítica a sus fundam en­
argum ento neoconservador. A dvierte que resu lta m uy poco realista concebir tos. E ste m odelo es ineficaz e ineficiente, represivo y condicionador de un
una estrategia política orientada a eliminar aspectos sustanciales institucionalizados entendim iento falso (ideológico) de la realidad social y política dentro de la
por el E stado de bienestar, y m enos aún hablar de su total abolición. clase obrera. E n definitiva, a pesar de las innegables ventajas en las condicio­
P ara este autor, el E stad o de bienestar se h a convertido en una estructura nes de vida de los asalariados, el E stado de bienestar es un instrum ento para
irreversible, cuya abolición exigiría la abolición de la dem ocracia p o lítica y de estab ilizar y no para p asar a la transform ación de la sociedad capitalista.
los sindicatos, así com o cam bios su stanciales en el sistem a de partidos. E s ineficaz porque no elimina las causas de las necesidades (enfermedades
E xpresa que no ha aparecido u n a pod ero sa corriente ideológica y organizativa laborales, desempleo, etcétera). Es decir, la intervención típica del Estado de
en la po lítica occidental (n eo fascista o autoritaria) capaz de efectivizar cam bios bienestar sucede siempre «demasiado tarde»y sus medidas ex post facto son más
tan dram áticos. Los acto res, valores y procedim ientos existentes no podrían caras y menos eficaces, que si fueran estrategias preventivas. Sin embargo, una
jam ás legitim ar tales cam bios. P or ello, no dejan de ser una fantasía políticam ente prevención eficaz implicaría perturbar las prerrogativas de inversores y directivos,
im p o te n te . E s to se a d v ie r te en lo s h e c h o s , y a que lo s g o b ie rn o s es decir, la esfera del m ercado y la propiedad sobre las cuales el Estado de
neoconservadores se lim itaron a realizar cam bios sectoriales (tales los ejem plos bienestar sólo tiene poderes legales muy limitados.
de T hatcher o R eagan), p ero no un desm antelam iento total, com o usualm ente A dem ás, la ineficacia del E stado tam bién está muy vinculada a la constante
se postula en el discurso. am enaza a la que se ven expuestos la planificación social y los servicios
Porque, sum ado a ello, O ffe (1988) advierte que una cosa es el discurso sociales, debido a la crisis fiscal del E stado, que a su vez refleja discontinuidades
de laissez fa ir e y el individualism o económ ico y otra cosa es la auténtica tanto cíclicas com o estructurales en el proceso de acum ulación.
d is p o s ic ió n de e so s m ism o s se c to re s q u e lo e n u n c ia n , de a b a n d o n a r P ero incluso, cuando el increm ento de gastos en planificación social no
transferencias y subsidios del E stado de b ien estar que le reportan beneficios. se interrum pe, puede no ser correspondido p o r increm entos en bienestar
Finalm ente es utópico p en sar, según este autor, que capitalism o avanzado social, sino em plearse en alim entar la propia m aquinaria burocrática.
sin E stado de bienestar sería realm ente un m odelo operativo. Incluso sería P o r otra parte, las burocracias profesionales que dispensan los servicios
peligroso y explosivo si p u d iera adm inistrarse. Sin una política social que en el E stad o de b ien estar ab sorben m ás recu rso s y p ro p o rcio n an m enos
contem ple g aran tías m ínim as de salud, ed u cació n , vivienda, e tc é te ra, el se rv ic io s de lo que se ría p o sib le c o n o tras e stru c tu ra s d e m o crá ticas y
funcionam iento eficaz de u n a econom ía de m ercado sería inconcebible. descentralizadas de planificación social.
L a b ru sca desaparición del E stado de b ien estar abandonaría el sistem a a A sí, el E stado de b ienestar para este enfoque es «un producto contradic­
un estado explosivo de conflicto y anarquía. torio» de la sociedad capitalista, que generó a su vez nuevas contradicciones
En definitiva, según el autor, el em b arazo so secreto del E stad o de que ahora m inan su funcionam iento.
b ienestar es que si su im pacto sobre la acum ulación capitalista b ien puede L o s a n á lis is m a rx is ta s se ñ a la n q u e la in fla c ió n es m ás u n sín to m a
hacerse destructivo (com o lo sostiene enfáticam ente el análisis neoconservador) q u e la c a u s a de la s d ific u lta d e s d el c a p ita lis m o y r e fle ja u n a s itu a c ió n en
su abolición sería sencillam ente paralizante. la q u e ta n to el E s ta d o c o m o lo s c a p ita lis ta s y tr a b a ja d o re s e x ig ía n cad a
L a contradicción consiste en que el capitalism o no puede existir ni con, v e z m á s p a rtic ip a c ió n de u n a « to rta » c a d a v e z m ás p e q u e ñ a . E l E sta d o
ni sin el E stad o de bienestar. de b ie n e s ta r y e l c a p ita lis m o k e y n e s ia n o im p u ls a ro n u n a « ilu sió n »
to ta lm e n te f ic tic ia de u n a s o c ie d a d « p o s c a p ita lis ta »q u e h a b ía su p e ra d o
2) A nálisis de la p ro p u e sta m arxista p a r a sie m p re to d o s sus d e s e q u ilib rio s e n d é m ic o s y q u e g e n e ró c o n c e p ­
D esde o tra p erspectiva, el análisis m arxista del E stado de bienestar, to s ta n e x tra v a g a n te s c o m o el fin de las id e o lo g ía s .
aunque p arte de un punto de v ista teórico e ideológico m uy distinto, coincide T a m b ié n o tr a c r ític a se r e f ie r e a la « r e p r e s iv id a d » d e l E s ta d o de
con el n eo co n serv ad u rism o sobre las c o n trad iccio n es y d isfunciones del b ie n e s ta r , p o r c u a n to p a r a a c c e d e r a su s s e r v ic io s el c iu d a d a n o d e b e
Estado de b ien estar y la econom ía mixta. p le g a r s e a la s p a u ta s y n o rm a s e c o n ó m ic a s , p o lític a s y c u ltu r a le s
d o m in a n te s e n la s o c ie d a d .
114 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro C ris is d e l E s ta d o d e b ie n e s ta r 115

El E s ta d o de b ie n e s ta r e s im p líc ita m e n te re p re s iv o en c u a n to c o n ­ del bienestar económ ico de todos no sólo es deseable sino tam bién posible,
cede b e n e fic io s a lo s n e c e s ita d o s com o u n a tr a n s a c c ió n de in te rc a m b io , buscando nuevas m edidas y soluciones para las actuales circunstancias.
en la m e d id a en q u e e llo s r e c o n o z c a n el « o rden m oral» d e la s o c ie d a d M ishra (1992) sostiene que el neocorporativism o socialdem ócrata, a
que e n g e n d ra e sa n e c e s id a d . diferencia de neoconservadores y m arxistas, no es una ideología social com pleta,
V inculado con esto, la crítica m arxista del E stad o de bienestar sostiene siendo en alguna m edida una aproxim ación pragm ática para los problem as de
que no sólo es fuente de b eneficios, sino fuente de falsas concepciones sobre integración del capitalism o de bienestar.
la realidad histórica que tien en efectos dañinos sobre la conciencia, la organi­ P or otra parte, originariam ente no produjo una nueva respuesta, sino
zación y la lucha de clases. E l E stad o de b ien estar crea la falsa im agen de dos estrategias de continuación y reafirm ación del tipo de E stado de bienestar, tal
esferas separadas en la vida de la clase trabajadora. P or una parte la e sfera del como se efectivizó en A ustria y Suecia.
trabajo, la econom ía, la p ro d u cció n y la distribución del ingreso. P or otra, la E n e sta p ro p u esta se inco rp o ran objetivos de p o lítica social en las
esfera de la ciudadanía, el E stad o , la reproducción y la distribución «secunda­ m edidas de política económ ica. P o r otra parte, reconoce que una econom ía de
ria». E sto oscurece los lazos y vínculos entre am bos, im pidiendo la form ación m ercado productiva y un sistem a de bienestar social m uy desarrollado no
de un entendim iento p o lítico que asum a la so c ie d ad com o una to talid a d pueden sostenerse en el largo plazo sin la cooperación y el consentim iento de
coherente a cam biar. Sostiene tam bién que un concepto fiable de seguridad los principales intereses económ icos. P o r ello, la característica institucional
social no presupone la expansión de los derechos de ciudadanía, sino d e los m ás distintiva de este tipo de sistem a, h a sido su m ecanism o centralizado de
derechos de los trab ajad o res en el proceso de producción. E n lugar de ello, el negociación salarial y to d a la am plia gam a de acuerdos neocorporativos, que a
Estado de bien estar sugiere ideas de cooperación entre clases, el fin de las pesar de la generalización de tendencias contrarias no consideran abandonar.
luchas p o líticas y económ icas y la 'c o n fia n z a en un ciclo perm anente de E n lo s h ec h o s, ta n to S u ecia com o A u stria m a n tie n en m eca n ism o s
crecim iento económ ico y seguridad social. tr ip a r tito s in s titu c io n a liz a d o s . E n A u s tria , lo s « p a cto s so c ia le s » se
P or supuesto que fiel a su rechazo del capitalism o, este análisis no institucionalizaron ya desde 1957, a través del C om ité C onjunto de Salarios y
pretende una defensa del E stad o de bienestar, sino que propone program as de Precios. M ediante este m ecanism o se discuten y solucionan gran variedad de
problem as económ icos y sociales.
«transición» p ara superar el sistem a capitalista. E n los hechos, en Inglaterra,
E n Suecia, la cooperación institucional se realiza m ediante la Junta de
la izquierda radical propuso la «estrategia económ ica alternativa». Sin em bar­
M ercado de T rabajo, una organización tripartita que puso en m archa políticas
go, el público inglés no se m anifestó pred isp u esto a apoyar este tipo de
anticíclicas de inversión, así com o políticas extensivas del em pleo, las que han
program as; p o r ello no se constituyeron en alternativas políticas relevantes, lo
ayudado a la m odernización de la industria y al aum ento de productividad.
mismo que en otras sociedades europeas.
En los prim eros años de la crisis la utilización de subsidios a las em presas
E n este sentido, la izq u ierd a m arxista tiene el problem a práctico de que si
privadas y la expansión de los servicios públicos fueron m edidas tom adas en
actúa dentro de los lím ites del capitalism o no se diferencia de los socialdem ó-
Suecia p a ra evitar el desem pleo. E n este contexto, el aum ento del gasto
cratas. P ero , p o r otra parte, las estrategias superadoras al capitalism o no
público, que im plicó determ inadas consecuencias (de tener superávit en 1977
tienen apoyo en las urnas, resultando faltas de realism o político.
del P.I.B . se pasó a un déficit de 0,5 % en 1978, con un m áxim o del 6,2 % en
1982), fue tom ado com o una m edida transitoria (al estilo keynesiano) p ara
3) U na tercera p ro p u esta es la socialdem ócrata (postulada por la izq u ier­
adaptarse y reestructurarse a las nuevas circunstancias.
da en sentido práctico, no ideológico), el cual se niega a abandonar los objetivos
E sta política parece haber funcionado bien, y a que a m ediados de los 580
del capitalism o de bienestar: en especial busca resguardar el pleno em pleo, el la econom ía estaba ya en la senda del crecim iento.
crecim iento económ ico, la estabilidad de p recios y el bienestar social. N o T odo ello se logró sin el desm antelam iento de los servicios sociales
rechaza la econom ía m ixta y no propone la privatización y el libre juego de las básicos y m anteniendo la calidad de vida. Por otra parte, las estadísticas no
fuerzas del m ercado. H a conservado la idea de que la responsabilidad pública dan cuenta de acrecentam iento de la p o b reza com o en Inglaterra.
116 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iflero C r is is d e l E sta d o d e b ie n e s ta r 117

En A ustria, al igual que Suecia, se m antuvieron índices similares en cuanto vía propone un bien estar positivo al que contribuyen los propios ciudadanos y
a la preservación de los servicios sociales, ausencia de desem pleo y de pobreza. otros actores de la sociedad civil, adem ás de la adm inistración.
E sto no quiere decir que am bos p aíses no sufrieran y sufran problem as y A sí la idea de «Estado de bienestar» debería ser reem plazada p o r la de
dificultades p ara reconciliar su econom ía con los requisitos de rentabilidad y «sociedad de bienestar» form ulando program as sociales que incorporen d e sa ­
adaptación a la econom ía internacional, al m ism o tiem po que tratando de rrollos activos de la sociedad civil. F ocaliza estos desarrollos en la cuestión del
preservar el com prom iso de m antenim iento del b ien estar social. desem pleo y la generación de políticas p ara la creación de empleo.
Pero han dem ostrado que es posible m antener un consenso social amplio E n conclusión, m ás allá de las propuestas teóricas, las políticas neoliberales
para con el E stad o de b ien estar, y que sus instituciones han podido resistir o n eo conservadoras y las socialdem ócratas representan las dos opciones m ás
eficientem ente las duras p ru eb as a que han sido som etidas. extendidas de las gam as de p ro p u estas rea le s a la crisis del E stad o de
bienestar. Las socialdem ócratas han tenido éxito en com binar los objetivos de
TERCERAVIA eficiencia y equidad. Las neoconservadoras han sacrificado la equidad para
asegurar la eficiencia.
U na de las últim as p ro p u estas de esta p ersp ectiv a es la llam ada «tercera N o es p ro b a b le que en el fu tu ro c e rc a n o a lg u n a s de e s ta s dos
vía»«tercera vía», generada en el seno del laborism o británico. Según G uiddens p ro p u e sta s d em u e stre con c la rid a d su «superioridad» so b re la otra. E n el
la tercera vía «se refiere a un marco de pensam iento y política práctica que p re se n te lo s d istin to s E sta d o s han articu lad o sus tra n sfo rm a c io n es co n una
busca adaptar la socialdemocracia a un mundo que ha cambiado sustancialmente u o tra p e rsp e c tiv a . C ad a un o re p re s e n ta un grupo co n cre to de v a lo re s e
a lo largo de las dos o tres últim as décadas. Es una terceras vía en cuanto que in tere se s. E n un caso , eq u id ad , co n sen so so cial y re sp e to p o r las d e m an ­
es un intento p o r trascender tanto la socialdem ocracia a la antigua como el das de la m ayoría. E n el o tro , la sa tisfa c c ió n del in te ré s in dividual y la libre
neoliberalismo» (G uiddens, 1999:38) c o m p ete n cia, aun a co sta de la d esig u a ld ad .
L a política de la te rc e ra vía m antiene com o preocupación esencial la
ju stic ia social en el m arco de dos form ulaciones: ningún derecho sin resp o n sa­
bilidad y ninguna autoridad sin dem ocracia. Y adem ás busca p lan tear una
convivencia ju s ta tras el declive de la antigua tradición social, intentando
recrear la solidaridad social en un escenario que resp ete tam bién la n ecesaria
respuesta a los problem as ecológicos.
E n lo que hace estrictam ente a la cuestión social propone m antener los
niveles de gasto público, considerando que el E stado de bienestar debe ser
reform ulado, pero debe seguir el Estado influyendo en la distribución de la
riqueza, aunque con otras estrategias. Entre ellas se destacan la recuperación del
espacio público y la m ejora de la calidad de la educación pública, m anteniendo
buenos niveles de prestaciones públicas, sobre todo las referidas a la salud, con
nuevos program as que resuelvan dos tem as centrales: el desem pleo y la pobreza.
A dm ite las críticas referid as a la b u ro cratización de las prestaciones
públicas pero adm itiendo que la solución no es el desm antelam iento del E stado
sino una m ayor transparencia, descentralización y posibilidades de p articipa­
ción ciudadana en su gestión pública.
A diferencia del inform e Beveridge, escrito en 1942, que proponía un
bienestar im plem entado totalm ente desde la adm inistración estatal, la tercera
CAPITULO IV
El Estado en la tradición
marxista. Concepción marxista
del Estado
S u m a rio :

1. Introducción. 2. Principios básicos de la teo ría m arxista


del E stado. 3. El E stado en la etapa de la dictadura del
proletariado. 4. La sociedad comunista. El modelo soviético,
a. L a etapa previa al socialismo. L a apariencia del régimen
constitucional (1905-1917). b. L a Revolución de 1917. c.
L a C onstitución de 1924 y el E stad o Federal, d. La
C onstitución de 1936 y al consolidación de socialismo, e.
L a C onstitución de 1977. Los órganos del poder político.
1. INTRODUCCION

M arx en la Crítica de la filo so fía del Estado de Hegel, de 1834, se


enfrenta radicalm ente a la conceptualización hegeliana del E stado, en tanto
H egel, rep resen tab a para M arx, la «culminación del pensam iento político
burgués, su síntesis más elevada y su visión más abarcativa y profunda»
(B orón 2 0 0 1 .3 1 9 ) H egel se situ a b a p o r en cim a de los au to res lib erales
contem poráneos a M arx, su obra plasm aba la síntesis ideológica de la sociedad
burguesa y la m áxim a racionalización de to d as sus estructuras.
E n el pensam iento de H egel, el E stado m oderno, com o p o d er soberano,
tiene la m isión fundam ental de organizar la coex isten cia dinám ica de lo
singular y lo universal, de los intereses p articulares y de la voluntad general.
Su instrum ento es la razón que piensa y prevé el desarrollo de la sociedad
(B adía 1995.612). E s en la m onarquía constitucional de base b u rocrática, con
un conjunto de funcionarios seleccionados, donde se en contraba la plena
realización de los seres hum anos.
M arx entiende que los E stad o s realm ente existentes, no tienen n ad a que
ver con lo postulado teóricam ente por H egel. Frente a la idea hegeliana del
E stado com o la realización ética del Espíritu A bsoluto y la esfera m ás perfecta
de la v id a social, M arx lo desenm ascara com o la instancia suprem a de la
alienación y del m antenim iento de un orden social basado en la explotación,
que se ocu lta en la ficción de una seudo legalidad.
A diferencia de los hegelianos de izquierda, antecesores de la posterior
postura socialdem ócrata, que sostenían la corrección teó rica de la concepción
hegeliana, pero advertían su corrupción en la realización p rá ctica del E stado
burgués, M arx y E ngels form ulan una crítica rad ical del E stado capitalista, en
cu alquiera de sus form as o régim en político , y a que siem pre rep resen ta
opresión de las clases dom inantes sobre el conjunto de las clases subalternas.
P a ra M arx, el E stado no puede se explicado sino en referencia a la
estructura económ ica de la cual em erge. Y esta últim a está constituida p o r los
m odos de producción vigentes en la sociedad. A sí, cualquier orden estatal,
incluso la «tolerante» dem ocracia liberal, tiene p o r objeto m antener y reforzar
el m odo y las relaciones de producción capitalistas.
122 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro 1il lis ta d o en la tra d ic ió n m a rx ista . C o n c e p c ió n m a r x is ta d e l E s ta d o 123

2. PRINCIPIOS BASICOS DE LA TEORIAMARXISTA DEL ESTADO Se p resen tan dos fases (esbozadas por M arx y desarrolladas p o r Lenin).
La prim era im plica la sustitución de la sociedad b u rguesa por la dictadura del
Ni M arx ni E ngels elab o raro n una teoría general del E stado, por lo tanto proletariado, m om ento transitorio hacia la fase superior del com unism o. E n la
no podem os abordarlo com o u n núcleo de conocim iento cerrado, sino com o segunda fase, cuya condición previa es la desaparición del estado de escasez
un conjunto de referencias al fenóm eno del E stad o , fragm entadas y dispersas m aterial, el E stad o d esaparecerá com pletam ente y la coerción no será necesaria.
que pueden ser articuladas alrededor de ciertos ejes.
E n prim er lugar, p ara com prender el análisis crítico del E stado burgués,
debem os reco rd ar una teo rizació n central en el pensam iento de M arx: la 3. EL ESTADO EN LA ETAPA DE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO
referencia a los m odos y relacio n es de producción, que com o estructuras
económ icas de cada sociedad constituyen la b ase concreta, sobre la que se Según L enin (1976), el E stado burgués es elim inado por el proletariado
articula u n a su p erestru ctu ra p o lítica y ju ríd ic a a la que le co rresp o n d en en el c u rso de la R ev o lu c ió n . C u an d o é ste asu m e el p o d e r , d e stru y e
determ inadas form as de co nciencia social. autom áticam ente todo el sistem a superestructural de la burguesía. Pero el
En ese m arco, el E stado y las superestructuras en general, m antienen la hecho de que el poder político haya pasado a m anos del p roletariado no
cohesión de la sociedad, totalm ente atravesada p o r las contradicciones presentes significa que hayan desaparecido las contradicciones y la lucha de clases, ya
en las relaciones de producción. que subsisten sectores con intereses contrapuestos y, sobre todo, la burguesía
D e ahí surge la concepción del Estado com o una forma separada de la no se deja desp lazar sin resistencia.
sociedad, cuya m isión consiste en m antener las relaciones de producción existentes Por ello se im pone la necesid ad de un instrum ento efectivo de dom inio
y la dom inación de clase. A sí, se convierte en u n aparato que es necesario político del proletariado triunfante.
destruir revolucionariam ente, tanto en su estructura como en sus funciones, las L enin (1976), luego de aceptar la n ecesidad de esta fase, realiza una
cuales deben ser transfo rm ad as radicalm ente p o r m edio de la acció n del aproxim ación al «E stado proletario». E ste es un E stado en tan to es una
proletariado. Este debe cam biar el orden social burgués suprimiendo instituciones organización de poder, con el objetivo de dom inar a la burguesía. Pero al
tales como la propiedad privada, la familia, la nación, la moral, la religión, m ism o tiem po no es un E stad o , porque su poder coercitivo, debe ser ejercido
etcétera. La victoria del proletariado implicará la quiebra de todas esas instituciones. sólo contra la antigua burguesía, y en cuanto ésta sea abolida p o r com pleto, la
E l E stad o com o m aquinaria coercitiva que m antiene la dom inación deberá m áquina co ercitiva del E stado desaparecerá.
desaparecer. N o h a existido siem pre, sino desde que se produce la escisión de Lenin (1976) considera a la dictadura del proletariado como «sem i-estado»,
la sociedad en clases. Se transform a en necesario a causa de la oposición entre en el cual se m antienen algunas características de la sociedad anterior, como la
los propietarios de los m edios de producción y los p o seedores de la fuerza de fuerza de la violencia y la coerción para asegurar la revolución, tam bién se
trabajo. C om o e sto s ú ltim o s re su lta n p o rta d o re s de un in te ré s gen eral, mantiene la existencia de desigualdades, aunque poco a poco se pone fin a la
coincidiendo su liberación con la de toda la sociedad, al realizarse la revolución explotación, anulando la propiedad privada de los m edios de producción.
finalm ente, luego de un perio d o de transición se produce la disolución del D e esta m anera el proletariado utiliza el aparato del Estado para term inar
Estado y la posibilidad de la participación igualitaria en «la adm inistración de con los explotadores, y construir las bases de la fase superior del comunismo. La
las cosas» en una sociedad reconciliada. dictadura del proletariado se constituye en un periodo de transición, en el cual el
Pero la transform ación no se alcanza instantáneam ente, se trata de un largo Estado se desvanecerá gradualmente. En esta etapa, la libertad se concibe como
proceso y la dialéctica exige conservar el E stado hasta que estén dadas las la participación de cada ciudadano en la construcción del comunismo. Por eso no
condiciones de su desaparición, ya que a diferencia de la teoría anarquista, M arx tiene sentido hablar de resistencia o limitaciones a los gobernantes.
no cree que la abolición del E stado pueda realizarse inmediatamente, sino que es C ontra to d a evidencia histórica, L enin considera que el E stad o del p role­
necesario un período de transición. A dem ás el paso al estadio final: la sociedad tariado es m ás fácil de m antener que las form as de dom inación anteriores. Las
sin clases y sin Estado, tiene un camino inicial violento, ya que jam ás una clase instituciones burguesas deben ser suprim idas. A quellas como la policía y el
dom inadora ha cedido voluntariam ente todo su poder a una clase o p rim irla ejército pu ed en ser sustituidas por el proletariado organizado en soviets o
124 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iflero E l E sta d o en la tra d ic ió n m a rx ista . C o n c e p c ió n m a rx is ta d e l E s ta d o 125

m ilicias. L as cuestiones de tipo burocráticas y adm inistrativas pueden ser Se tra ta de una visión m esiánica y grandiosa que presen ta al hom bre en
controladas directam ente p o r consejos de obreros. E n cuanto a las funciones su plenitud, libre de to d a alineación.
estrictam ente técnicas, los m ism os profesionales técnicos y especialistas que En esta etapa, frente al gigantesco b ienestar económ ico, por el m ejor
las realizan b ajo el dom inio burgués las p u eden continuar realizando bajo el desarrollo de las fuerzas de la producción no tiene sentido el antiguo criterio de
control del proletariado. E n esta etapa se aplica un sistem a de derecho, en trabajo, y a que todos los hom bres podrán apropiarse librem ente de los bienes
tanto el E stad o necesita reg u lar actividades, aunque el derecho así form ulado necesarios. L a sociedad será altam ente cultivada intelectualm ente, liberada de la
tiene características totalm ente diferentes a la trad ición liberal. L as distintas lucha contra la naturaleza y encam ará la libertad total: la desaparición del Estado.
constituciones sancionadas durante el período de la dictadura del proletariado E n síntesis, en la concepción sobre el E stad o de M arx y L enin se
se consideran básicam ente com o program as de acción, que no son estáticos destacan dos aspectos centrales:
ya que acom pañan la m archa de la construcción del socialism o. A dem ás, las 1. E l concepto de E stad o se diversifica en función del m om ento histórico
constituciones soviéticas, tan to la federal com o las de las repúblicas federadas, donde se ubica.
no proponen una separación de p oderes, se sostiene el principio de unidad de A ntes de la revolución, el E stado se conceptualiza com o un instrum ento
poder, ya que éste rep resen ta los intereses de to d a la población, y no los de una de opresión al servicio de la clase dom inante.
clase en particular. T am bién com o característica diferenciada del derecho D u ran te la revolución desem p eñ a e sta función pero al servicio del
socialista, se debe considerar la concepción de la legalidad revolucionaria en la proletariado sobre la burguesía, siendo utilizada para la destrucción de las
cual el carácter obligatorio de todas sus leyes y las decisiones de su órganos instituciones burguesas y de la dom inación.
depende de su conform idad con el proyecto revolucionario. Luego de la revolución y en la prim era fase de la construcción del
A ntes de concluir el análisis, debem os m encionar el papel del partido com unism o, el E stado es un instrum ento del proletariado y garantía del nuevo
constituido p o r una v anguardia de revolucionarios profesionales que aseguran orden socialista, desapareciendo en la segunda fase.
la expansión de la conciencia de clase, y se constituye en la instancia dirigente 2. Se transform a la idea de Estado N ación. E sta últim a no es la base del
del proceso revolucionario, incluida la dictadura del proletariado. Estado. L a idea de Estado N ación, se vacía así de contenido, aunque Lenin y
Stalin m antuvieron el valor revolucionario de la nación, en los períodos bélicos.
E x isten distintas clases de dem ocrácia m arxistas, los cuales no analizare­
4. LA SOCIEDAD COMUNISTA mos en su totalidad:
1. D em o cracia centralizada, pro p ia del m odelo soviético que abordarem os a
La evolución natural de la dictadura del proletariado conducirá a la segunda continuación.
2. E l m odelo de dem ocracia de autogestión social, efectivizado en Y ugoslavia
fase, o sea a la sociedad comunista. En este periodo ya se habrá producido
en la décad a del ’50, centrado en la autogestión económ ica y social de
totalm ente la socialización de los m edios de producción y concluidos los
antagonism os de clase (Badía, 1995). En él se realizaría plenamente el principio p ro d u c to re s.
3. L as dem ocracias populares, que articularon instituciones com unistas con
de cada uno según sus capacidades y a cada uno según sus necesidades.
otras anteriorm ente existentes de tipo occidental constitucional: Polonia,
L a intervención y regulación del E stado en las relaciones sociales, se
vuelve superflua en todas las esferas y finalm ente caerá. El gobierno sobre las H ungría, etcétera.
personas será sustituido p o r la adm inistración de las cosas y la dirección de los
procesos de producción. E l E stado, se extingue, se desvanece paulatinam ente.
El modelo soviético
L a expansión de las fuerzas productivas conducirá a un sistem a de
abundancia en cuyo m arco, la distribución de b ienes se constituirá en secundaria,
V istas las características m ás generales del E stado socialista, queda
el hom bre se transform a, alcanza su redención. E l hom bre que tiene asegurada
entrar en el abordaje de sus características político-constitucionales, tom ando
su vida y sus necesidades y a no n ecesita explotar a los d e m á s..
para ello el caso de la U R S S , y a que rep rese n ta la form a m ás acabada del
126 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro E l l ista d o en la tr a d ic ió n m a rx ista . C o n c e p c ió n m a r x is ta d el lis ta d o 127

Estado socialista, sin d esco n o cer las otras form as socialistas que tam bién El su frag io se e sta b le c e com o lim itad o , d e sig u a l, p ú b lico e ind irecto .
existieron en la historia. A sí se e x c lu y en a cierto s g rupos so c iales b u rg u e se s com o c o m e rc ia n te s y
M arcarem os algunos hitos fundam entales en la historia constitucional de te rra te n ie n te s, señ a lán d o se que lo s d e re ch o s p o lític o s se lim ita b a n a «los
la U RSS a fin de entender el p ro ceso de desarrollo del socialism o. que se g a n a b a n la v id a p ro d u c ie n d o con un tra b a jo socialm en te ú til», esto
es a los so ld a d o s, m arinos y tra b a ja d o re s (A lv a re z C onde, 1995: 6 47). Se
a. La etapa previa al socialismo. La apariencia del régimen constitucional e sta b le c ía n fo rm as de d e m o c ra c ia se m id ire cta y e x istía el m an d a to im p e ra ­
(¡905-1917) tivo, así lo s re p re se n ta n te s d eb ía n re n d ir c u e n ta s y p o d ía v e rse re v o c ad o
La convulsión social en la U R SS como co nsecuencia de las políticas del su m an d ato en cualq u ier m om ento.
zar N ico lás II, hace surgir los soviets o b rero s (sistem a de o rg anización
propios de los trab ajad o res ru so s, utilizados p a ra la conquista del p o d er, que c. La Constitución de 1924 y el Estado Federal
reconoce su origen en los m ir del cam pesinado del siglo X IX ) y la revolución E l p e n sa m ie n to m a rx ista h ab ía sido re a c io a la c o n sid e ra c ió n del
de 1904 que finalm ente fracasará, en la que intervino el propio Trotsky. federalism o com o una form a de organización del p o der político, p o r ello su
E sta situación obliga al Z ar a crear un esbozo aparente de gobierno surgim iento tam bién se debió a m otivaciones pragm áticas. 1922 es el año
representativo. Se establecen d os cám aras; la A lta llam ada C onsejo del Im perio oficial de nacim iento de la U nión de las R epúblicas Soviéticas las que ya se
form ada p o r los ciudadanos m ayores de 40 años, la m itad eran elegidos por el habían estado dando sus p ro p ias constituciones (U crania, A zerbaijan, A rm enia,
Zar, y la C ám ara B aja o D um a elegida p o r sufragio universal m asculino. E n la etcétera). E n ese año se reúne el prim er congreso de los soviets de la U nión
práctica las cám aras no sesionaban y el Z ar d ecretab a la suspensión de los que elige el prim er C om ité E jecu tiv o C entral y aprueba el n u ev o texto
derechos individuales, no particip an d o los socialistas en la prim era elecció n de constitucional. E l sistem a federal se caracteriza p o r la heterogeneidad de las
la D um a. A um enta el d escontento, y estalla p aralelam ente la P rim era G uerra entidades políticas y adm inistrativam ente descentralizadas. R epúblicas federales,
M undial, lo que va a servir de detonante p ara la revolución de 1917. república autónom as y regiones autónom as. Se produce una reestructuración
de los órganos de poder a fin de contener esta n u eva realidad.
b. La Revolución de 1917 En este m om ento ocurren dos hechos trascendentales p ara la historia
Im plica un m om ento fundacional de la h isto ria rusa y a que com ienza un rusa; la m uerte de Lenin en 1924 que plantea un problem a sucesorio; Trotsky,
nuevo o rd e n que se p a te n tiz a rá en la C o n stitu ció n de 1918. E ste texto Z inoviev y Stalin se enfrentan y finalm ente se im pone Stalin en 1927 quien
constitucional se inspira en el principio fundam ental de la «dictadura del inicia la e ta p a de las g ran d es p u rg as co n tra lo s enem igos del sistem a,
proletariado urbano y rural y del cam pesinado po b re» , articulada a p artir de los com enzando la construcción de un E stado fuerte y una reestructuración del
soviets, con el objetivo de ap lastar a la burguesía y establecer el socialism o. sistem a ju ríd ic o y económ ico, tendiente a una concepción m ás planificada de
D icho estab lecim ien to es c o n sid erad o sólo p o sib le en cuanto fenóm eno la econom ía a fin de lograr un rápido proceso de industrialización.
internacional, de allí que la C onstitución fuera estim ada provisional y prim er
paso fundacional. Incluso no incluía a todo el territorio de la U nión Soviética, d. La Constitución de 1936 y al consolidación de socialismo
sino sólo a la llam ada G ran R usia. E sta n u eva C onstitución rep resenta el triunfo de la tesis de Stalin al
Se p roclam a en ella la abolición de la p ro p ied ad privada, el principio de m arcar el inicio de la nueva etap a de tránsito de la dictadura del proletariado al
elección y revocabilidad de to d o s los cargos, el control obrero sobre las E stado so cia lista, siem pre co n el fin, aún le ja n o , de co n stru cció n de la
fábricas y otros m edios de producción. P uede afirm arse que con el triunfo de sociedad com unista, y de abandonar el principio del internacionalism o proletario,
la revolución los dirigentes bolcheviques se v en desbordados por la ta re a de lo que es recibido con beneplácito en el mundo o c c id e n ta l(1). E sta C onstitución
gobierno, y paulatinam ente v an adoptando soluciones pragm áticas en desm edro
de algunos principios. A sí ocurre con las prim eras m edidas que deben tom arse
y, por ejem plo, ante un p rogram a de nacionalizaciones de territorios se p a sa a (1) «S ta lin sostenía la tesis sobre la necesidad y p o sib ilid a d del socialism o en un solo país como paso
un simple reparto de tierra entre los cam pesinos. interm edio e indispensable para la in sta u ra ció n de socialism o in te rn a c io n a b ( A l v a r e z C o n d e , 650).
128 M . S u s a n a B o n e tto - M . T e re s a P iñ e ro E l E sta d o e n la tra d ic ió n m a rx ista . C o n c e p c ió n m a r x is ta d e l E stad o 129

inaugura la nueva época del fin de la lucha de c lases y la consolidación de la a través del Estado, las b ases de la sociedad com unista sin clases en la que
organización de acuerdo a la p ro p ied ad socialista de los m edios de producción, se desarrollará la autogestión social comunista.
extendida ahora tam bién a los b ienes de consum o. 2. E l E stado no tiende a desaparecer, sino que debe ser perfeccionado.
A d em ás se e s ta b le c e n lo s d e re c h o s y lib e rta d e s a firm a d o s en el 3. El P artido C om unista considerado com o «vanguardia de todo el pueblo»
p ro p io ré g im e n s o c ia lista . A sí com o so stie n e A lv a re z C onde (1 9 9 5 , 6 5 1 ), ve aum entada su influencia dentro del sistem a soviético.
«no se tra ta de unos d erech o s absolutos y a n te rio re s al E stado, sino que 4. Se afirm a la id ea de «legalidad socialista», entendida com o im portante
su razón de se r radica en el p ro p io sistem a so c ia lista y en su p ro c e so de p ara la consolidación de las instituciones, aproxim ándose bastan te a la
consolidación, y a que la autonom ía individual encuentra su m ejor cam ­ concepción garantista de las dem ocracias occidentales. E sta C onstitución
po de rea liza ció n dentro del p ro p io Estado». form aliza un sistem a de fuentes norm ativas en cuya b ase se encuentra la
Se produce un cam bio en el sistem a electoral y desaparecen las ventajas C onstitución y que deben ser observadas por to dos los ciudadanos y
electorales otorgadas al proletariado urbano, así com o las incapacidades electorales pod eres públicos.
anteriores, lo que va a influir en la estructura de los órganos representativos. 5. U na im portante reform a sobre los órganos del E stado soviético, la que
Además debem os m encionar el cam bio que im plica el concepto de «legalidad m encionam os pues delinea definitivam ente la organización del p o d er antes
socialista», es decir la ley que ahora se ve reforzada por el aplazam iento de la de la desaparición del E stad o socialista soviético, ocurrido en 1991. Se
desaparición del Estado y la tesis stalinista de la n ecesidad de su afianzam iento. m an tien e el típ ico re c h a z o del p rin cip io de separación de p o d ere s,
Antes la ley era entendida com o parte de la superestructura, es decir expresión propugnando la unidad y concentración del poder, de acuerdo a la tesis de
de una clase; en cambio, en esta segunda etapa se habla de una «legalidad que la separación de p o d eres es un producto occidental favorecedor de
revolucionaria», que aun teniendo efectos garantistas, estaba siempre subordinada los intereses de una clase burguesa
a los fines revolucionarios, de allí que necesidades contingentes justificaban
derogación de la ley cuando aquellos fines lo justificaran.
Los órganos del poder político
e. La Constitución de 1977
E sta C onstitución rep resen ta una nueva etap a en la historia del socialism o Soviet Supremo de la URSS
ruso, y a que hab ía lleg ad o el m om ento de e sta b le c e r las b ases p a ra la U na característica dom inante del sistem a era la duplicidad de órganos de
construcción de la sociedad com unista, lo que significaba que la dictadura del poderes entre los del poder estatal y los del partido único, y a que no sólo se
proletariado h ab ía ya cum plido su m isión histórica y se entraba en la fase del encontraban a m enudo las m ism as personas en am bos órdenes, sino que cada
«Estado p ara todo el pueblo». decisión estatal era previam ente filtrada desde el partido.
La refo rm a constitucional se caracterizó p o r la casi presencia de 400.000 D esd e el punto de v ista funcional, la estructuración de los órganos
enm iendas presentadas p o r el pueblo ruso, de las cuales se aceptaron unas estatales se caracterizaba en prim er lugar, por acentuar la tradicional consigna
150, que im plicaron la m odificación de 110 artículos del proyecto. revolucionaria de «todo el p o d er a los soviets» (palabra rusa que significa
Entre las m odificaciones fundam entales según A lvarez C onde (1995, «consejos»), que fue recogida en todos los textos constitucionales, incluido en
655) m erecen destacarse: el de 1977, siguiendo -al m enos en teoría- la idea de un sistem a de gobierno
1. La inclusión de un preám bulo de m arcada influencia del constitucionalism o por asam bleas, conducido p o r la presencia fuerte de un partido único. Si bien
occidental, de carácter program ático ya que supone un program a a desarrollar se estim aba que el poder del pueblo se ejercía a través de los soviets de
por los poderes públicos y los ciudadanos, com pletándolo con la tradicional diputados populares, éste fue perdiendo peso lo largo de la historia.
form a de los preám bulos soviéticos que significaban un balance de las E l P residium estaba com puesto por dos cám aras: el Soviet de la U nión y
conquistas realizadas. Se habla de una nueva com unidad histórica, el pueblo el Soviet de las N acionalidades, representando los electores de las distintas
soviético, organizado en una sociedad de auténtica dem ocracia que sentará rep ú b licas ru sa s, alcanzando el núm ero de 750 dip u tad o s, los que eran
e le g id o s p o r v o to u n iv e rsa l y se c re to . S e sio n a b a n d o s v e c e s al año,
130 M . S u s a n a B o n e lto - M . T e re s a P iñ e ro E l Pistado e n la tra d ic ió n m a rx ista . C o n c e p c ió n m a r x is ta d el E s ta d o 131

prácticam ente dos sem anas al año, lim itándose a « ratificar las decisiones que preciso aclarar que éstos no guardaban relación alguna con los ju ra d o s propios
se le som etan a su consideración, no ejerciendo ningún tipo de iniciativa» de los sistem as jurídicos occidentales. E n efecto, lo s ju rad o s populares tenían
(A lcántara, 663). Sus funciones eran de carácter legislativo, económ icas y de iguales derechos que los ju e c e s, pudiendo, incluso, participar en los debates,
nom bram iento y control; elegían el Presidium , el C onsejo de M in istro s, el llegado el caso, hasta oponerse a los actos pro cesales de los m agistrados, lo
T ribunal Suprem o y el F iscal G eneral. cual, usualm ente, no solía suceder. E sto era entendido com o uno de los
m ayores logros socioculturales de la U R SS, y a que los ju rados populares son
Presidium del Soviet Supremo el pueblo soviético participando de la función ju risdiccional p ro p ia de una
E ste órgano, junto con la P residencia del C onsejo de M inistros y la ju sticia orientada a la construcción de la sociedad com unista.
Secretaría G eneral del P artido Com unista, constituían la triada que ejercían el L a organización ju d icial soviética tiene una estructura organizativa m uy
poder real del régim en soviético. sim ple que d ata de 1958: un T ribunal Suprem o de la U R S S , tribunales
El Presidium era un instituto difícilm ente com prensible a partir de las suprem os de las repúblicas federadas y de las repúblicas autónom as, tribunales
categorías propias del constitucionalism o clásico, ya que resultaba ser tanto una de los territo rio s, regiones y ciudades, y tribunales m ilitares.
especie de Jefatura de E stado de carácter colegiado cuanto un órgano perm anente
del Soviet Suprem o, ejerciendo, adem ás funciones de naturaleza judicial.
E ra «elegido» por am bas cám aras de entre los diputados del Soviet
Suprem o, y se com ponía de 1 presidente, vicep residente, 15 vicepresidentes
(uno p o r cada R epública F ed erad a), 1 secretario y 21 vocales.
El Presidium se fue convirtiendo el eje decisorio del sistem a, al ver
aum entado su p o d er real, así y a desde la época de B reznev se establece que el
secretario general del partido fuera a la vez p resid en te del Presidium ; adem ás,
la C onstitución de 1977 tam bién contribuye a este hecho, al otorgarle m ayores
funciones y atribuciones.

Consejo de Ministros de la URSS


E ra el órgano de m áxim a potestad ejecutiva y adm inistrativa del régim en;
form ado por num erosos funcionarios que desplegaban su poder en una estructura
sumamente burocrática. Tenía la función principal de decidir todo asunto de
adm inistración del Estado que no fuera de incum bencia del Soviet y del Presidium .

Organización judicial
Com o en m uchos otros aspectos del E stad o soviético, la ju stic ia de la
URSS se concebía y aplicaba de acuerdo con principios m uy diferentes a los
de los países occidentales. E n efecto, debe ten erse p resente el hecho de que el
sistem a ju ríd ico soviético e ra un sistem a de ju stic ia popular, característico
(pese a ciertas diferencias m ás form ales) de la casi totalidad de los países
socialistas, em pezando p o r la R epública P opular china.
Los órganos jud iciales soviéticos estaban integrados por ju eces y asesores
o ju ra d o s populares. Los ju e c e s son elegidos p o r elección popular y tienen
responsabilidad frente a sus electores. R esp ecto de los jurados populares es
CAPITULO V
El Estado y los desafíos
de la globalización

S u m a rio :

L a reform ulación del E stado. Pueblo. T erritorio. D erecho.


P o d er. G lobalización y E stado. D istintas perspectivas.
Algunas tendencias de reform ulación alternativas.
E n general puede entenderse la globalización com o un patrón com plejo,
denso y dinám ico de interconexión global sobre cuyos orígenes los autores
disienten, pero sobre el que acuerdan en sostener que alrededor de los años
setenta, del siglo X X , com ienzan a ap arecer algunas notas distintivas y que
m arcarán los noventa. E stas son:
a) L a inédita extensión (alcance geográfico) y profundización (intensidad)
de vinculaciones e interconexiones m últiples entre los E stados y las sociedades.
b) U n aum ento del grado y un cam bio en la clase de la interdependencia
que se m anifiesta a través de m últiples redes de com unicación e interacción.
c) L a intem acionalización de la producción, las finanzas y el intercam bio,
apareciendo sobre todo el fenóm eno de la transnacionalización de la producción,
que ha achicado los m árgenes de m aniobra de los E stados nacionales. Se
aprecia una disyunción entre la autoridad territorial del E stado y el actual
alcan ce de los sistem as de p ro d u cció n , d istrib u ció n e in tercam b io y la
globalización de las transacciones financieras.
d) L a expansión form idable de la tecnología y del conocim iento como
paradigm a de producción
e) La exclusión de v astos sectores de la población m undial del proceso
de p ro d u c c ió n ag ravando las co n d icio n es de v id a de los p a íse s m enos
desarrollados, aum entando la inm igración hacia los m ás ricos, p o r efecto del
desem pleo y la pobreza. El desenvolvim iento económ ico en el contexto de la
globalización se acom paña de un proceso de desestructuración, exclusión y
disgregación sociales en casi todos los países que aceptaron las nuevas reglas.
L a exclusión se transform a en un ingrediente estructural de las sociedades
em ergentes luego de la crisis del E stad o de bien estar y el avance de la
econom ía globalizada. E stas sociedades se caracterizan p o r la dualización, la
desestructuración, fragm entación, insolidaridad e incluso anom ia.
E xiste una afinidad en este m arco entre las diferentes lógicas de la
globalización, ecológica, cultural, política y social, que no son reducibles ni
explicables las unas a las otras, sino que deben resolverse y entenderse a la vez
en sí m ism as y en m utua interdependencia.
G lo b alizació n , en este contexto, h aría refe ren cia , aten d ien d o a las
transform aciones políticas, a los procesos en virtud de los cuales los Estados
N acionales soberanos se entrem ezclan, im brican e interrelacionan con los
136 M. Susana Bonetto - M. Teresa Piñero ü l Estado y los desafíos de la globalización 137

nuevos acto res tra n sn acio n ales y sus re sp e c tiv a s p o sibilidades de poder, Pueblo
orientaciones, identidades y entram ados varios.
H e ld (1 9 9 7 ) d e sc rib e la s n u ev as tra n s fo rm a c io n e s g lo b a le s com o D esde el punto de v ista del elem ento p u eb lo , se han m ultiplicado las
disparadores hacia un nuevo orden global. E n los actuales procesos históricos dem andas identitarias en reconocim iento de un m ulticulturalism o creciente
sociales se advierte una fuerte tendencia a la m undialización de gran parte de que incluye a veces nacionalism os exacerbados, y hasta tribus y etnias que
las actividades sociopolíticas, y sean cuales fueren los efectos de ésta, así reclam an sus derechos e incluso la creación de sus propios E stados.
com o los desajustes y contradicciones de los actuales procesos, es evidente P o r otra parte, m uchas de esas m anifestaciones van acom pañadas de
que dan lugar a nuevas form as concretas de organización. reacciones xenofóbicas que parecen oponerse a ese im pulso de ser arrastrados
El crecim iento de organizaciones internacionales y transnacionales alteró p or las fuerzas hacia un m undo único cultural que tiende a conform arse.
la form a y la dinám ica, tan to del E stado com o de la sociedad. L a intensificación A quí cabe p ensar en un asp ecto dem ográfico: los flujos m igratorios
de los p ro ceso s de in terconexión regional y global y la p ro liferación de originados por causas tam bién vinculadas a la dinám ica de la globalización, ya
acuerdos internacionales y de form as de cooperación intergubem am entales sea la necesid ad de m ovilidad del factor trabajo p a ra el desarrollo del capital
para reg u lar esos proceso s h an reform ulado la distinción entre actores internos tran snacional com o la producida p o r la p o b re za creciente, contribuyen a
y externos, entre política internacional y dom éstica. generar un núcleo de tensiones. Podem os decir que durante los siglos anterio­
L a n u ev a p o lític a g lo b al im p lica p ro c e s o s de to m a de d e c isio n e s res la inm igración era m anejada p o r los E stados nacionales; incluso en algunos
m u ltib u ro c rá tic a s e n tre y d e n tro de las b u ro c ra c ia s g u b ern am en tales e casos e ra considerada deseable para conform ar la nación, com o en A rgentina.
internacionales, políticas inducidas por agencias y fuerzas internacionales y P ero en la actu alid a d la re g u lac ió n de las m ig racio n es tien e la c o m p le­
nuevas form as de integración entre los E stad o s. Todo esto ha creado un jid a d de la glo b alizació n , o c asio n an d o re a c c io n es d iv ersas que p a re c e n
m arco dentro y a través del cual se redefinieron los derechos y las obligaciones, re sc a ta r co n c ep c io n es de p u eblo en un sentido n atu ral, esto es de raza. E sto
los pod eres y las cap acidades de los E stados tan to como la form a en que se gen era te n sio n e s de to d o tip o , ta n to p a ra los grupos m ig ran tes com o p a ra
estructuran las relaciones sociales en el interior de los Estados. los E sta d o s que no tien e trad ició n in m ig rato ria. In clu so en la actu alid ad se
h ab la de un acuerdo en tre p a íse s p a ra d istrib u ir de m an era e q u itativ a los
flujos inm ig rato rio s p ro d u c id o s p o r la s n e c e sid a d e s cre cie n tes de m o vilidad
LAREFORMULACION DEL ESTADO del fa c to r hum ano. R e a lid a d en co n stru cció n , d esea b le, p e ro de d u d o sa
co n creció n , al m enos en el corto p lazo. Se p re d ic e un cam bio fundam ental
L a globalización, al ap arecer como un conjunto de fuerzas que contribu­
de la n o c ió n de pu eb lo com o elem ento del E sta d o en los pró x im o s veinte
yen a la unificación del m undo y a la integración de sus m últiples espacios,
años, c u y a n o ta d istin tiv a se rá su h e tero g e n eid ad .
im pacta sobre los E stad o s generando superposición y conexión de realidades;
E s en este m arco que se habla de fragm entación, ya que h a estallado la
la local, nacional y regional con la global. P or ello surgen elem entos difíciles de
idea de p o d er pensar a la nación com o nucleadora de una identidad.
conciliar: fragm entación social/id ea de ciudadanía supranacional, integración/
El elem ento hum ano del E stado fue entendido de m anera tradicional
reg io n alism o s, que son n u ev o s co n cep to s que no resu ltan tan sólo una
com o nación. E ste térm ino designó, en la teo ría, al conjunto hum ano unido
am algam a de lo nacional y lo internacional, sino que involucran un concepto
p or un lazo histórico-social, que nace con el ideario de la R evolución Francesa
ambiguo: «lo global».
y que h a servido para nutrir los nacionalism os de toda índole. E sta idea de
Se p resentan num erosas perspectivas ac e rc a del E stado-N ación y su
nación, que en su origen parecía rep resen tar a un todo hum ano hom ogéneo,
futuro p o r las transform aciones a que se ve sujeto p or los efectos derivados de
adquirió, sin em bargo, características diferenciadoras de acuerdo a la dialécti­
la globalización. H ay autores que predicen su extinción (Strange, O hm ae) y
ca de la relación E stado-sociedad. E sta historicidad hizo que en la realidad
otros su pervivencia (H eld). Lo que es claro es que estam os aún sum ergidos
algunos autores desdeñaran la noción de nación, por estim ar que ya desde su
en un proceso inacabado y que hasta el m om ento sólo es posible describir las
aparición, con el capitalism o m oderno, era im posible p en sar que en una
transform aciones que se están dando en los elem entos del Estado.
138 M. Susana Bonetto - M. Teresa Piflero El Estado y los desafíos de la globalización 139

sociedad clasista pudiera h a b e r un conjunto de p erso nas con intereses, valores histórica, empobrecimiento de sectores medios y aparición de una nueva
y sentim ientos hom ogéneos. violencia social».
Sin em bargo el concepto de nación fue clave para la constitución y Todo lo anterior afecta el papel del E stado com o constructor de la
desarrollo de los Estados en tanto im plicaba un lazo de unión social form ado integración social, y m enoscaba el concepto de ciudadanía igualitaria.
sobre un conjunto de ritos, símbolos y prácticas com unes que sirvieron de base
legitimatoria p ara las políticas de los Estados. L a nación hacía referencia a un Territorio
grupo hum ano que constituía sus vínculos y sus bases de legitimidad en el m arco
de un espacio territorial delim itado jurídicam ente; de allí que el propio carácter El concepto de territorio com o elemento del Estado nación tam bién sufre el
cerrado de sus norm as te n ía el valor tam bién de unificar las conductas y impacto del proceso de globalización. El territorio es el espacio físico donde se
construir a la nación a partir del establecim iento de vínculos y prácticas dirigidas. asienta la población, pero com prende no sólo aspectos físicos como el suelo con
En el interior de los E stados la nación se vincula al conjunto de derechos todos sus accidentes y espacios, sino que es el ámbito de com petencia territorial
que conform an la ciudadanía. El proceso de globalización, con sus efectos en del poder del Estado, y como tal, fija la territorialidad de la soberanía y delim ita la
cada vez m ás áreas, im pacta sobre los Estados nacionales y los actores sociales. com petencia tam bién de orden territorial del poder del gobierno. M arca el límite
De acuerdo a las significaciones que adquieren dichos procesos en los m arcos de la com petencia territorial de los otros E stados particulares y sirve de base a la
nacionales, se advierte cóm o se va dibujando una sociedad política con nuevos organización del poder conforme a criterios espaciales; y con relación al derecho
criterios de exclusión e inclusión que son tanto sociales como políticos (Jelin, determ ina el ámbito de validez o vigencia del orden jurídico estatal.
1996) y que definen el carácter del ciudadano. Esto es así, porque siguiendo a E stas dim ensiones del territo rio en relació n al E stado están siendo
Jelin, la definición del ciudadano se vincula al establecim iento de los límites entre reform uladas; en el aspecto de fronteras existe una tendencia a su desdibujam iento
incluidos y excluidos, y se configura en la lucha sobre los contenidos a los cuales por la profundización de procesos integradores y regionalizadores, caso Unión
los ciudadanos pueden acceder, o sea, cuáles son sus derechos. Se trata de una E u ro p e a , M e rc o su r, A lca. L a s re g io n e s im p lic a n in clu so un c a so m ás
tensión presente entre ciudadanía y derechos que se m anifiesta en una relación paradigm ático de las nuevas realidades de la globalización en tanto pueden
con los derechos cada vez m ás com pleja y problem ática. designar espacios integrados sin necesidad de contigüidad geográfica.
E n los p aíses en desarrollo, una de las características decisivas de estos G arcía D elgado (1998) h a ce p resen te la em ergencia de los nuevos
p rocesos es que im pactan en los niveles n acionales, definiendo una ciudadanía problem as, no resolubles y a en el m arco de las fronteras del E stado-nación,
con nuevos caracteres, que p ueden asociarse, p o r un lado a una m arginación tales com o los tem as del m edio am biente, de los flujos m igratorios y del
de grupos im portantes de la sociedad, vinculada fundam entalm ente al no terrorism o, así com o los flujos económ icos especulativos a corto plazo.
reconocim iento o desconocim iento de los derechos sociales, y por otro a una O tro caso es el de la soberanía territorial, vinculada a la seguridad y
paradojal expansión del reconocim iento de derechos a nivel jurídico fo r m a l(1). defensa de los E stad o s, y en este sentido la capacidad de los E stad o s para
En este contexto, se p roduce una fuerte ten d en cia hacia la concentración desplegar ciertas acciones de política exterior o de defensa se ven cad a vez
de la riqueza, con debilitam iento de la clase m edia, y con una nueva conflictividad m ás lim itadas. E n el m undo post-guerra fría en lugar de bipolaridad, apareció
social pro d u cid a por la fragm entación y la exclusión. en la década de los 90 del siglo X X la m ultipolaridad del poder político y
Según G arcía D elgado (1998, 165) la nueva cuestión social «puede ser económ ico, pero en am bos sistem as las posibilidades de decisión exterior de
vinculada a una conjunción de factores que adoptan cierta circularidad: a) los E stados individuales son definidas por su posición dentro de la je ra rq u ía de
desempleo, b) vulnerabilidad y exclusión, c) profundización de la pobreza p o d er in ternacional. En la actu alid ad nos encontram os con un escenario
internacional signado por la búsqueda de hegem onía de E E .U U a trav és del
despliegue de su poderío m ilitar.
L a proliferación de conexiones de in terdependencia de todo tipo ha
(1) Es el caso del elenco de derechos reconocidos en la Constitución Nacional Argentina con h ech o in clu so que c ie rto s p a íse s p u g n e n p o r p a rtic ip a r en e stru c tu ra s
la reforma de 1994. in te rn a cio n a les de seguridad, caso O T A N , y no sólo por cu e stio n e s de
140 M. Susana Bonetto - M. Teresa Piñero El Estado y los desafíos de la globalización 141

territo rio . A l d ecir de H eld , la O T A N se h a c o n v e rtid o en un e sp a c io que su jeto com o el ám bito y la fu en te del d erech o in tern a cio n al fu ero n c u e stio ­
d istrib u y e re c u rso s e sc a so s, c o n tra to s de a rm a s, p re stig io in te rn a c io n a l y n ad o s; y se h a g e n e raliz ad o la o p in ió n c o n tra ria a la d o c trin a de que el
otros m e d io s de e n g ra n d e c im ien to in te rn a c io n a l. De esta fo rm a im portan­ derech o in te rn a c io n a l es y d e b e ría ser un d e re ch o que re g u la las re la c io n e s
tes a sp ecto s de la soberanía y la autonom ía estatal son negociados y entre los E sta d o s p u ra y exclu siv am en te.
renegociados a través de la alianza de la OTAN. E n g en eral se p re se n ta En el ám bito en que m ás se h a avanzado es en el de los derechos
una te n d e n c ia a fav o r d el fo rtalecim ien to de la o rg an izació n c o le c tiv a de hum anos, e x te n d ién d o se la n o ció n de que c o rre sp o n d e n a las p e rso n a s
las fu n c io n e s de d e fe n s a ; a s í, en E u ro p a se h a b la de un «un n u e v o independientem ente de su nacionalidad, y asegurando su participación individual
c o n c ierto de E u ro p a» que e stim u la rá una m a y o r in teg rac ió n in te rn a cio n a l ante organism os internacionales para su defensa. E sto últim o es un logro
en lo s asu n to s m ilitares y de seguridad. paulatino del siglo X X , que cuestionó la exclusión de los individuos de la
Tradicionalm ente se entendía al territorio com o el espacio en el cual se provisión del derecho internacional (Held).
asentaba el pueblo y se construía la nación y sobre el que el Estado ejercía su E sto proviene de los num erosos tratados y declaraciones internacionales
dominio; espacio delim itado p o r el conjunto de norm as jurídicas que no sólo que h a n re c o n o c id o que lo s in d iv id u o s tie n e d e re c h o s y o b lig a c io n e s
delineaban su posesión en m ateria territorial sino que contenía al grupo hum ano irr e n u n c ia b le s a u n q u e n o e s té n d e fin id o s p o r su s p r o p io s s is te m a s
que conform aba su organización en base a un derecho de carácter territorial. constitucionales.
R esp ecto a los aspectos del territorio vinculados al derecho, debem os Por otra parte la integración interestatal im plica el pasaje gradual de las
decir que es el ám bito que m ás transform aciones h a sufrido en tanto im pacta facultades ju ríd ica s de los E stados a órganos supraestatales; así, la idea de un
directam ente sobre tod o s los otros elem entos. E n efecto, el territorio dem arcaba d erech o co m u n itario a v a n z a com o g e sto r de p rin c ip io s a lte rn a tiv o s de
el ám bito de validez del derecho en relación al territorio, idea que ha estallado organización del orden m undial.
por la configuración de nuevos espacios, la p ro liferación de organism os
internacionales, de relaciones internacionales y de actores transnacionales,
como la aparición de los p ro ceso s de integración jurídica. Poder

En cuanto al p o d er en el nuevo orden global que describe H eld, y en el


Derecho que el E stad o está inm erso, existe un conjunto de fuerzas que interaccionan en
form a com binada provocando: restricciones a la libertad de acción de los
E n cuanto al derecho , en form a gen eral e stá siendo profundam ente gobiernos y de los E stados, transform ación del pro ceso de tom a de decisiones
conm ovido tanto en su concepción de derecho nacional como en su relación p o lític a s, com o asim ism o la a lte ra c ió n de lo s m arco s in stitu c io n a le s y
con el derecho internacional, produciendo im pacto en la m ism a conform ación organizativos con la m odificación del orden legal y adm inistrativo. E stas
de la ciudadanía. El derecho fue un elem ento clave de conform ación de los fuerzas -en el m arco de análisis del autor- son reveladas p o r una serie de
Estados y las sociedades en tanto no sólo im plicaba el m onopolio de la disyuntivas de cuyo carácter analítico se advierten o señalan dos aspectos: por
coacción ju ríd ic a sino que fue el elem ento b ásico de reparto de bienes, un lado, que las m ism as ponen de m anifiesto la particular relación o tensión
recursos y derechos dentro de u n E stado. El derecho, así, siem pre cum plió no entre el dom inio form al de autoridad política que los E stados-N ación reclam an
sólo la función de unificar conductas sino de cohesionar a la sociedad p a ra el para sí y los com portam ientos reales del sistem a político en los distintos
cum plim iento de los fines estatales, lo que perm itía generar y estim ular niveles, nacional, regional y global.
identidades y cultura local. D esde el punto de vista económ ico diversos autores (W allerstein, 1997;
S ie m p re h a n c o n v iv id o u n a d e re c h o n a c io n a l c o n un d e r e c h o G uiddens, 1999; B aum an, 1999 y tam bién B eck, 1998) dan cuenta de la
in te rn a c io n a l que e s ta b le c ía la b a se de la c o o p e ra c ió n en el o rd e n ex isten cia de u n a econom ía g lobalizada, c a ra cterizad a p o r u n a creciente
in te rn a c io n a l. E ste sis te m a se c o n s tru ía s o b re la id e a w e s tfa lia n a de diversidad de intercam bio internacional, por el carácter global de los m ercados
co e x iste n c ia de E sta d o s so b e ra n o s, pero en las ú ltim as d é cad as, ta n to el financieros y el p o der cada vez m ayor de las em presas trasnacionales.
142 M. Susana Bonetto - M. Teresa Piñero K1 Estado y los desafíos de la globalización 143

Los E stados ven afectado el m anejo de la econom ía por dos fenóm enos: internacionalización de la producción y la de las transacciones financieras. El
a) La internacionalización de la producción, ya que la globalización perm ite a im pacto de los cam bios tecnológicos produce la reconfiguración tanto de los
las em presas transn acio n ales volver a d isponer del po d er que estuvo sistem as productivos como de los m ercados financieros m undiales, con lo
social y políticam ente dom esticado en el capitalism o de bienestar, en tanto cual y com o consecuencia de los actuales pro ceso s, han perdido significación
se han liberado de los «corsés» del trabajo y del E stado a los que estaban los m arcos regulatorios y de control de los m ercados en el nivel nacional. El
som etidos en el anterior m odelo. im pacto de la econom ía globalizada im pone a los E stad o s m edidas com patibles
b) Tam bién la em ergencia de la internacionalización de las transacciones con los m ovim ientos de capital tanto regionales com o globales, tendientes al
financieras, que aum entan el ám bito de la interconexión económ ica. Casi logro de objetivos vinculados con la obtención de protección económ ica y
se puede decir que se constituye una nuev a econom ía virtual de corrientes política y a evitar la desconexión de los m ercados internacionales; esto socava
financieras in tern acio n ales, cada v ez m enos deudoras de un sustrato la capacidad de control de los E stados respecto a su porvenir dem ocrático.
m aterial, y m ás de los sistem as in fo rm ático s que se e v ad en de los E n la actualidad se ha producido una creciente liberalización del capital
controles de los E stados. respecto al territorio estatal, lo cual afectó fuertem ente la relación E stado-
E n este m arco es p o sib le sostener que la econom ía globalizada cuestiona econom ía, p ro p ia del m odelo de E stado de bienestar, pero sobre todo p arecería
tanto las bases del E stado nacional com o las de la dem ocracia liberal. A sí que está afectando los fundam entos básicos del E stado nacional.
com o en el m odelo keynesiano el proceso de p roducción era de base nacional, E n é l m odelo de bienestar, la organización estatal tenía cierta capacidad
siendo el E stad o el dinam izador de la integración social, en el m arco de la de control sobre el capital productivo y, aunque en cierta m edida, del capital
globalización los proceso s productivos se autonom izan del E stado. E sto es así financiero.
ya que se m anifiesta una gran autonom ía del capital, que adquiere la form a de P e ro en las c o n d ic io n e s de la a c tu a l ec o n o m ía g lo b a liz a d a e stas
capital volante, en especial p o r la internacionalización del sistem a financiero, capacidades han quedado fuertem ente reducidas, y a que en esta nueva etapa
cuyos m ovim ientos se realizan p o r vía inform ática. del capitalism o el control territorial de éste p o r el E stado y todos los antiguos
E n la actualidad, el ord en económ ico se construye en el m acrom ercado m a rco s re g u la to rio s de la re la c ió n E sta d o /c a p ita lism o p a re c e n h a b e rse
transestatal, un m ercado prácticam ente virtual. A sí la econom ía m igrante, con convertido p a ra éste en una traba.
sus propias lógicas de regulación y acum ulación, relativiza la soberanía y sus U n aspecto relevante de esta transform ación se articula con la capacidad
fronteras. Las m edidas económ icas de un E stado deben ser com patibles con im positiva del E stado.
los m ovim ientos del cap ita l reg io n al y g lobal si no quiere su frir serios Existe la posibilidad para los sectores del capital de eludir los im puestos o
inconvenientes en la obtención de sus objetivos. de elegir pagarlos en lugares de m enor im posición, teniendo en cuenta el
E stos elem entos redefinen las relaciones entre los E stados y los actores carácter «m igrante» del capital y su libre m ovilidad. E sto ha producido una
económ icos, advirtiéndose u n a dism inución de la autonom ía estatal en la tendencia generalizada en los E stados a la reb aja de las tasas y de los im puestos
esfera de la econom ía. L as funciones del E stado frente a la econom ía m igrante a las ganancias.
consisten en regular el flujo de m ano de obra dentro del territorio y garantizar E l anterior acuerdo capital-trabajo interm ediado p o r el E stado, p o r el cual
las condiciones de rep ro d u cció n de la fuerza del trabajo, pero el desarrollo éste garantizaba diversos beneficios a am bas p artes, y a no es requerido por el
capitalista en su conjunto q u eda fuera de la regulación estatal. capital. P o r lo cual, a pesar de las ventajas que puedan otorgarle los gobiernos,
E l establecim iento de las redes m ediáticas transnacionales se vincula éstas ya no pueden ser utilizadas por el p o d e r político para lograr algunas
directam ente con los asp ecto s de la dinám ica de la econom ía globalizada, v entajas para otros sectores. P o r ello ya no puede recaudar un p o rcentaje de
cuyas situaciones im pactantes escapan al control de las com unidades políticas. las ganancias capitalistas para utilizarlas en políticas que reduzcan los efectos
El alcance espacial de los sistem as contem poráneos de producción, distribución de la desigualdad social.
e intercam bio lim ita la com petencia y el despliegue de la autoridad form al del E sto m arca una independencia cada vez m ayor del capital con resp ecto al
E stad o -N ació n . E n los p ro c e so s eco n ó m ico s a c tu a les se d istin g u e n dos E stado. E l increm ento del poder económ ico de las em presas globalizadas y la
cuestiones centrales organizadas por las com pañías m ultinacionales (CM N ): la persistente dism inución de la b ase im positiva estatal repercuten notablem ente
144 M. Susana Bonelto - M. Teresa Piñero F1 Estado y los desafíos de la globalización 143

en u n a m e n o r c a p a c id a d e s ta ta l p a ra r e a liz a r sus la b o re s de le g itim id a d c iu d a d a n o s , c o n d u c e a la id e a de q u e h a y un m e n o sc a b o de la soberanía


de la a c u m u la c ió n y p a r a g a ra n tiz a r la r e p ro d u c c ió n so c ia l com o un to d o de lo s E s ta d o s n a c io n a le s .
(C e rn o tto , D ., 19 9 7 ). E ste m enoscabo se da en los dos niveles en los que las doctrinas sobre la
Los gobiernos, en este m arco, priorizan la gestión de los condicionam ientos soberanía han dividido el concepto: el aspecto interno y el externo. El primero
que provienen de la econom ía globalizada y relegan las actividades que los se refiere a la autoridad p o lítica que tiene el derecho reconocido de ejercer los
legitim an frente a su ciudadanía, tales com o políticas sociales, etcétera. pod eres del E stado y determ inar las reglas y leyes dentro de un territorio
E n este contexto se afianzan los requerim ientos de liberalización y determ inado. E l segundo im plica la posibilidad de que los E stad o s soberanos
desregulación, que es lo que el m ercado requiere al Estado. se autodeterm inen, que establezcan sus propias reglas sin verse obstaculizados
Com o el m antenim iento de los m arcos reguladores del E stado sobre la indebidam ente p o r los pod eres de otros E stados.
econom ía, sobre todo los im positivos y los que se refieren a relaciones laborales, Según el autor am bos niveles están siendo dism inuidos por el patrón de
hace p erder «com petitividad» a los E stados, el retom o de algunos m arcos de interconexión global profundizado en las últim as décadas, en tanto se han
regulación por parte del E stado sólo puede pensarse a partir de un com prom iso internacionalizado aún m ás las actividades dom ésticas y se han intensificado
internacional que ligue a distintos Estados, alternativa a largo plazo que en la los p ro c e so s de ela b o ra c ió n de d e c isio n e s en m arco s internacionales y
actualidad resulta casi de im posible efectivización. tran sn acio n ales.
E n este m arco, el condicionam iento económ ico globalizado, que reform ula P or ello es que las ideas que piensan en la soberanía como un poder público
las relaciones E stado-m ercado, afecta el d esarrollo y vigencia de la dem ocra­ ilimitado e indivisible que se encontraba en los Estados-N ación individuales
cia, que debe convivir con esa dinám ica inequitativa y que provoca exclusión. resultan obsoletas, en vista de los dominios políticos y estructuras de autoridad
E sto produce un efecto de im potenciación de la política, que sólo alcanza interconectadas y la reform ulación de las diversas concentraciones de poder que
a elab o rar respuestas incom pletas, insuficientes y subordinadas. se articulan, curiosam ente, con dominios fracturados de autoridad política.
L a tan conocida form a n eo lib e ra k p rim ac ía del E stado sobre el E stado», P ara hacer frente a esta realidad de la lim itación de la soberanía por lo i
im plica este efecto subordinador de la p o lítica a la econom ía. pro ceso s globales, que ap arece como ineludible, es necesario reconceptualizw
Sobre todo se evidencia en tres planos fundam entales (López, E ., 1999). el concepto de soberanía: H eld propone concebirla com o una facultad dividida
P o r u n a p arte p ro d u c e d isg re g a c ió n so c ia l, y a que e sta n u ev a re a lid a d entre m últiples agencias-nacionales, regionales e internacionales y limitada por
g o lp ea n e g ativ am en te la re la c ió n de los in d iv id u o s entre sí, con la p o lític a y la natu raleza m ism a de esta pluralidad. A sum ir una m orfología diferente es el
con el p ro p io E stad o . gran desafío de la idea de soberanía, desprenderse de la noción de fronteras y
E n segundo lugar, la prim acía del m ercado sobre el E stado se refleja en la te rrito rio s fijos y ser p e n sa d a com o atrib u to de co n ste la cio n e s espacio-
dism inución de la autoridad de los E stados y el recorte del principio de la tem porales m aleables. E sa será la única form a de explicar la idea de soberanía
soberanía estatal. teniendo en cuenta el lugar de los E stados-N ación en los actuales procesos de
Y en tercer lugar, aunque no p a re z c a ta n m anifiesto, tam b ién segura­ globalización, integración y regionalización.
m ente influirá a largo plazo en la com petitividad, la estabilidad y la confiabilidad
que re q u ie re n los m ercad o s globalizad o s, y a que éstos son requerim ientos
prio ritario s que h istó ricam en te la econom ía c ap italista h a form ulado a la GLOBALIZACIONY ESTADO. DISTINTAS PERSPECTIVAS
p o lítica y al E stado.
E n este m arco existen distintas perspectivas sobre la globalización.
A sí, el concepto de soberanía es en los actu ales procesos de globalización
A tento a lo expresado, puede designarse con el nom bre de globalización
uno de los más d iscutidos. El conjunto de factores tanto políticos com o
al conjunto de facto res que hoy se d estac an com o em ergentes de estos
económ icos que hoy alteran los lím ites de los E stados nacionales, y que están
cam bios a nivel mundial.
achicando notoriam ente sus m árgenes de d ecisió n autónom os y reform ulando
Este conjunto de cambios plantea num erosos interrogantes acerca de su
los principios bajo los cuales se arm aban las identidades nacionales de sus
origen, pero fundamentalmente sobre los patrones de respuesta que darán los
146 M. Susana Bonetto - M. Teresa Piflero El listado y los desafíos de la globalización 147

distintos países a estos cambios, y también hay un acuerdo entre autores en «Estado m ínim o» en la p ráctica propone una privatización de lo público y en
sostener que el tipo de respuesta económica, social y política que busquen las las cuestiones estratégicas p ara el nuevo orden presiona p ara efectivizar el
distintas sociedades dependerá de la percepción que ellas tengan sobre su significado. intervencionism o no gubernam ental.
L a globalización com o fenóm eno de interd ep endencia m undializada está F rente a las críticas sobre la desigual distribución de la riq u eza que es
generando consideraciones teóricas que p reten d en explicarla desde diferentes con co m itan te a la glo b alizació n , sobre to d o p a ra el T e rce r M undo, sus
ópticas, aunque en general com parten la consideración de que es un fenóm eno defensores sostienen que a la larga estos países ganarán, p ese a los riesgos
novedoso y transición ineludible p ara los E stados-N ación. existentes, y a que el sistem a les ofrece la posibilidad de cam biar, de salir de la
A sí, puede ser v ista com o un proceso -p ro y ecto auspicioso que im plica a pobreza, la ignorancia y enferm edad. Subyace en estas consideraciones una
la larga un bienestar creciente p ara los individuos, a través de la universalización alabanza de la m eritocracia, excluyendo todo tipo de consideración distributiva,
de los m ercados y el avance de un capitalism o p o stindustrial que se expandirá lim itándose a políticas asistencialistas que previenen estallidos sociales. Im plican
so bre to d o s los se c to re s d el m undo p ro v o c a n d o m ayor b ie n e sta r a las un m odelo de socialización y educación com petitivos y orientados al éxito
p oblaciones, para lo cual los p aíses adoptarán m edidas de liberalización y social; los «ganadores» son ensalzados y se desprecia a los «perdedores», que
apertura que originen com petencia y por lo tan to perm itan m anejar los precios constituyen la inm ensa m ayoría.
relativos, trayendo así m ayores posibilidades de consum o a capas de población «Esta es la contradicción básica del nuevo orden mundial: la reproducción
que antes no tenían acceso a determ inados bienes. del capital se ha internacionalizado, la econom ía ha quedado en manos de
E n general estas perspectivas coinciden con la vertiente neoliberal. Los sistemas financieros mundiales, pero la gestión de las crisis y las p a utas de
e co n o m ista s h a n sid o lo s p rin c ip a le s d e fe n s o re s de la g lo b a liz a c ió n , administración política y social que esto conlleva urgen p o r el mantenimiento
ap o lo g ista s del lib re m e rc a d o y de la llam ad a « in iciativ a individual». D ebe del Estado cuya pervivencia hoy se pone en duda» (Am in, 1997:140).
d e sta c a rse que la re s p u e s ta n e o lib e ra l a la c risis econ ó m ica que c o m ien z a a E n el m ism o sentido de po n er en cuestión aspectos de las transform aciones
g e sta rse en los años s e te n ta p ro p u g n a m en o s E sta d o y m ás m ercad o , ya globales, W allerstein (1996) sostiene que lo que está agotado es el liberalism o
que p rio riz a en la in te rp re ta c ió n de la c risis lo s p ro b lem a s g en erad o s p o r el m ism o, en tanto aglutinante ideológico de la econom ía del m undo capitalista
su p u esto in terv en cio n ism o e sta ta l, a n u n cian d o una « crisis del E sta d o » , desde 1789 hasta 1989. Con una afirm ación m uy provocativa sostiene que la
ad ju d ica n d o a éste la re sp o n sa b ilid a d p o r las d ific u lta d es de c o m p a tib iliza r caída de los com unism os no rep resen ta el éxito final del liberalism o com o
las e x ig e n c ia s de o rd e n « p o lític o » (p le n o e m p le o , s e g u rid a d s o c ia l, ideología, sino la socavación definitiva de la capacidad de la ideología liberal
re d istrib u c ió n de in g re so s) co n lo s re q u isito s d el cap ita l p riv ad o (b u en a para continuar su p apel histórico.
tasa de acu m u lació n y p ro d u c tiv id a d , lib re d isp o sic ió n so b re in v e rsio n es y L o que definió al liberalism o como ideología triunfante no fue la claridad
b aja trib u ta c ió n ) y p o s tu la la in c a p a c id a d del E stad o p a ra co h esio n ar las de su program a sino m ás bien su énfasis en la necesidad de cam biar las
re la c io n e s c a p ita lista s de p ro d u cció n . P o r ello se p ro p o n e el g o b iern o estructuras existentes a un ritm o racional y perfeccionador, en contraste con
«m ínim o», y a que es el m e rc a d o y no el E sta d o el qué g aran tiz a el bu en la aniquilación propuesta por el socialism o y la inm ovilidad del conservadurism o.
o rden so c ia l. P ero a su v e z el g o b iern o d eb e d a r re sp u e sta s p a ra im p o n er y E ra la geocultura de la m odernidad racional perfectam ente interpretada y
hacer resp etar las leyes del m ercado y resistir las dem andas populares. em patizada por el liberalism o. D e aquí se entiende que luego el socialism o en
E l p ro y e c to h eg em ó n ico d el n e o lib e ra lism o b u sca en d efin itiv a re s ta u ­ sus v ersio n es y el conservadurism o no hicieron sino adaptarse a estas respuestas
rar lo s fu n d am en to s no p o lític o s de la s o c ie d a d . D e ahí la im agen de una liberales, a la racionalidad instrum ental.
s o c ie d a d a u to rre g u la d a a tra v é s d el m e rc a d o que v u e lv e su p e rflu o al E sto se conecta con el tem a de la llam ada crisis del E stado-N ación, que
E stad o y la p ro p ia p o lític a y el tem o r a la « in g o b ern ab ilid ad » fre n te a la en uno de sus aspectos, al m enos el económ ico, que hoy nos urge, e stá dando
ex p lo sió n p a rtic ip a tiv a . lugar a un axiom a político que se extiende con u n a rapidez inusitada; esto es,
D e allí sus objetivos de lim itar la p o lítica y la dem ocracia y en este que frente a la com plejidad de la globalización se avizora un escenario de fuerte
objetivo el E stado tam bién resu lta resignificado. En realidad se p o stu la una restricción a las políticas nacionales, lo que achica los m árgenes de m aniobra
nueva significación del intervencionism o gubernam ental, ya que a p esa r del
148 M. Susana Bonetto - M. Teresa Pifiero El Estado y los desafíos de la globalización 149

de decisiones que estén desvinculadas de los parám etros internacionales de Pero tam bién debe destacarse que en los actuales p rocesos la reivindica­
generación del capital. ción de lo público no puede ser una tarea a desarrollar sólo en un escenario
Este es un fenóm eno nuevo, en tanto h asta hace poco tiem po la expan­ nacional. E sto es así, y a que si observam os las em presas transnacionales, se
sión del capitalism o se susten tab a sobre la coincidencia entre el espacio que advierte que éstas han creado un m ercado m undial, en el cual ellas son
gestionaba la reproducción del capital y el de su gestión política y social; era el p rotagonistas con m ayor cap acid ad deciso ria que los p artid o s políticos y
espacio del E stado-N ación que formó la estru ctu ra del sistem a internacional. m ovim ientos sociales nacionales, rem odelando lo que anteriorm ente se consi­
En ese contexto podem os reco rd ar la característica del E stado de b ienestar deraba el espacio público, realizando estas transform aciones a escala interna­
descripta p o r H aberm as y p o r Offe en los años setenta, referida a la contradicción cional y según sus intereses privados.
entre la legitim idad del cap ital y la de su d istribución social com o un problem a P or eso concebir la ciudadanía, su actuación y sus nuevos reclam os sólo
acuciante de los gobiernos nacionales. a nivel local o nacional y a no alcanza p a ra reconstruir el espacio público sino
En la actualidad, la lógica del capital globalizado im pone reglas de que, por el contrario, hay que penetrar en el orden internacional. Y la inserción
evolución que m inim izan to d a consideración de crisis nacional, incluso su en este esc en a rio debe ser realizad o tan to p o r los organism os p o lítico s
n eg ació n com o p ro b lem a de capital, estim án d o se en cam bio u n a errad a tradicionales com o por redes ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil,
adecuación a la inserción internacional. C om o una estrategia de reproducción si quieren actuar en la m ism a dim ensión que las em presas transnacionales.
del capital se requiere p rio riz a r su gestión internacional, para lo cual es El enfoque de H aberm as es uno de los que m ás directam ente se centra en
necesario m inim izar las funciones del E stado n acional, lo que h a generado una el análisis político de lo público y p enetra «el aspecto normativo de una visión
expansión del discurso an tiestatista que ha seguido su curso a través de dem ocrática radical que toma en cuenta y convierte en su propósito el
políticas nacionales de d esactivación de las funciones distribuidoras del capital. entralazamiento funcional del Estado y la sociedad que objetivamente ocurre»
(H aberm as, 1992, 439).
P o r u n a p arte tiene en cuen ta el «p o d er adm inistrativo» de una b u ro cra­
ALGUNAS TENDENCIAS DE REFORMULACIONALTERNATIVAS cia estatal d esarro llad a en su m áxim a exp resió n en el E stad o in terv encionista,
pero guiado exclusivam ente p o r u n a ra zó n técn ico -in stru m en tal, en lugar de
Pueden pensarse p o sibilidades alternativas; así, el planteo central en el una raz ó n práctica.
m arco de estas transform aciones se focaliza, a nuestro entender, en cómo P o r o tra parte da cuenta del «poder de los m edios» que m anipulan la
rehacer conjuntam ente el p ap el del E stado y de la sociedad civil, notablem ente form ación dem ocrática de la opinión pública.
reestructurados por efectos de la globalización. F re n te a ello , la re s p u e s ta de H ab e rm a s o frece un c o n c e p to norm ativo
Y en el centro de e sta reform ulación se halla el intento de reconcebir la de lo p ú b lic o . A sí, la ú n ic a form a de in flu ir so b re el p o d e r a d m in istra tiv o ,
esfera pública. que p re v a le c e en el d e rec h o y los ó rg a n o s re p re se n ta tiv o s, se ría ap o rtan d o
A sí es posible im aginarla ni subordinada al E stado ni disuelta en la sociedad fu n d am en to s n o rm a tiv o s que p u e d a n c o n tra rre s ta r lo s fu n d a m en to s del
civil, y sostener que se reconstituye una y otra vez en la tensión entre ambos. p o d e r a d m in istra tiv o . P o r ello , al « p o d er adm in istrativ o » H a b e rm a s opone
L a perspectiva herm enéutica, en la cual se puede incluir, con ciertas el « p o d e r c o m u n ic a tiv o » . E s en el e sp a c io p ú b lic o p o lític o donde se
reservas, el enfoque de H aberm as, entiende que la esfera pública es «un campo p ro d u ce el p ro c e so de g en era ció n co m u n icativ a d el p o d er le g ítim o , aunque
de tradiciones en competencia», en el que ciertos significados y tradiciones allí ta m b ié n se d e sa rro lla el p ro ce so o p u e sto , la leg itim ac ió n de las d ec isio ­
son fo rtalecid o s, pero ta m b ié n nuevas fu erzas p u ed en atribuir diferentes nes del p o d e r adm in istrativ o .
significados o énfasis a los m ism os hechos (G arcía Canclini, 1995). Lo público está constituido por dos procesos: por una parte la obtención
E n ese m arco, constituiría todo un desafío un planteo orientado a la o rganizada de la lealtad de las m asas, pero tam bién la form ación espontánea de
revitalizació n del E stad o com o rep resen tan te d el interés público y como opinión en espacios públicos autónom os.
garante de que las n ecesid ad es colectivas de inform ación, innovación, etcétera, E s to im p lic a el « e s p a c io p ú b lic o d e m o c rá tic o » , q u e tie n e com o
no sean subordinadas siem pre a la rentabilidad com ercial. m e ta la fo rm a c ió n d e m o c rá tic a de v o lu n ta d , a c tu a n d o co m o c a ja de
l.V) M. Susana Bonetto - M. Teresa Pifiero 121 listado y los desafíos de la globalización 151

re s o n a n c ia de lo s p roblem as de la sociedad, que d ebieran ser abordados por Si esto se refiere al interior del E stado, tam poco debe dejarse de lado la
el sistem a político; esto es, identificando y tem atizando los problem as que posible articulación cooperativa entre E stad o s que perm ita una ree stru ctu ra­
afectan al conjunto de la sociedad, a fin de que sean asum idos y p ro cesad o s ción del p o d er político y una m ay o r posibilidad de acción p o lítica y económ i­
por el sistem a político. E n particular, el P arlam ento debería actuar com o ca. E n este m arco deben considerarse las actuales tendencias de constitución
« e sc lu sa » q u e re g u la e l a c c e s o a lo s c e n tro s d e c iso rio s de lo s flu jo s de la región, p ero no sólo com o espacio económ ico sino p olítico-social, según
com unicativos p rocedentes de la sociedad. el ejem plo de la U nión E uropea.
L a interacción entre la form ación de la v o lu n tad p o lítica institucionalizada L a form ación de lo s bloques regionales, p a ra sum ir los com plejos p ro c e­
y los pro ceso s inform ales abriría la posib ilid ad de que los procedim ientos sos de desarrollo económ ico-social y cultural de los E stados, frente a la
dem ocráticos, establecidos conform e a derecho, p u ed an reflejar una form ación debilidad de éstos, p areciera constituirse en una tendencia relev an te en el
dem ocrática de la voluntad. m arco de la globalización. A sí la regionalización parece una re sp u esta para
Se p lan tea así la po sib ilid ad de repolitizar la s instituciones de la sociedad recuperar capacidades económ icas y de g o b eraabilidad en el actual contexto
civil, p a ra asum ir la defensa del m undo de la vida. (G arcía D elgado, 1998).
P ero tam bién se advierte la necesidad de construir «espacios públicos» E l M erco su r es un am bicioso proyecto de integración, que em erge en la
capaces de m ovilizar escenarios de representación, interlocución y neg o cia­ dem ocratización, en le m arco del agotam iento del anterior m odelo de sustitu­
ción entre el E stado y la sociedad. ción de im portaciones. E s uno de los bloques económ icos m ás dinám icos,
Se p ostula una nuev a institucionalización, que torne la gestión pública contando con un m ercado de 204 m illones de habitantes.
más p erm eab le a las d em andas em ergentes de la so ciedad y asegure la L a evolución del proceso del M ercosur nos perm ite distinguir tres etapas:
responsabilidad pública en su ejecución. transición, consolidación y crisis. La prim era denom inada de transición se
extiende desde la firm a del T ratado de A sunción (26 de m arzo de 1991) h asta
P ara ello es n ecesario el fortalecim iento del E stado tanto com o de la
el P ro to co lo de O uro P reto (diciem bre de 1994). E n ese periodo se creó y se
sociedad. A sí, la «devolución» de pod er a través de los procesos de privatización
puso en funcionam iento el M ercado C om ún del Sur entre los cuatro países
realizados p o r el E stado h a aum entado, no el p o d e r de la sociedad civil sino el
m iem bros, se estructuraron sus instituciones intergubernam entales, com enzó
poder de la «sociedad m ercantil», debilitando incluso la prim era.
a o p erarse la reducción progresiva de las b arreras arancelarias y se iniciaron
El fortalecim iento del E stad o no sólo re su lta funcional al fortalecim iento
las tratativ as p ara la aplicación de la tarifa externa común.
de la socied ad civil, en tanto no abdicación de la responsabilidad p ú blica del Sin em bargo, en esa etap a com enzaron a insinuarse algunas d iscrep an ­
E stado frente a la sociedad.
cias entre países y sectores debido, sobre to d o , a la celeridad con que se
L a visión pluralista de la sociedad y la orientación sociocéntrica de la liberalizó el com ercio y a las dificultades p a ra com petir en un m ercado
política apuntan en la dirección de que lo político no se agote en lo estatal, ni lo desregulado y asim étrico, esto produjo la necesid ad de reform ulación tanto de
público en lo gubernam ental. las m etas com o los plazos establecidos originariam ente.
E sto im plica la deliberación colectiva de la sociedad para actualizar lo L a segunda etapa de consolidación, que se desarrolló desde enero de
político en la p o lítica (L echner, 1992). 1995 h a sta 1997, se caracterizó p o r los arreglos institucionales im plem entados
L a am pliación de la esfera de producción de bienes públicos desde la p ara la consolidación de la unión aduanera, p o r la búsqueda de ad ap tació n de
sociedad exige a su v ez el fortalecim iento del E stad o , en térm inos de rep rese n ­ las econom ías de los países m iem bros a las nuevas reglas de juego. Así
tación, capacidad institucional y responsabilidad pública; así la reducción de tam bién se consolidaron estrategias com unes que tuvieron fuerte im pacto en el
su ám bito de acción fo rtalece a la sociedad civil y no sólo al fragm ento frente externo. E ntre ellos la incorporación com o m iem bros asociad o s de
m ercantil de ella. Chile y B olivia, la im plem entación de negociaciones con la U E y el CA N
E l Estado requiere fortalecimiento, representatividad, transparencia, etcétera. (C om unidad A ndina de N aciones).
E sto plantea la necesidad de problem atización de la relación entre burocra­ E n este período com enzaron a gestarse problem as p o r la re sisten cia de
cia estatal y dem ocracia, tem a central en toda reform a actual del Estado. ciertos sectores productivos com o el autom otriz de B rasil de abrirse a la
com petencia en un m ercado am pliado.
152 M. Susana Bonetto - M. Teresa Pifiero

La tercera y últim a etapa, la de la crisis del M erco sur, se inicia a fines de


1997 y se prolonga hasta el presente. E n el terreno com ercial, el establecim ien­
to de barreras no tarifarias y alteraciones en las alícuotas de im portación
im puestas po r Brasil, generaron reacciones sim ilares en los otros m iem bros.
Situación ésta que se agravaría con el transcurso del tiem po.
Si bien en cuanto a los logros económ icos h a tenido altibajos, y se
encuentra en u n com pás de esp era, d esde el p u n to de v ista p o lítico h a
funcionado com o un m arco de estabilización de la dem ocracia en la región.
P resenta fu ertes d ebilidades en lo social, p o r la creciente desigualdad y BIBLIOGRAFIA
regresiva distribución del ingreso, no habiéndose avanzado en la dim ensión
social de la integración, aunque sí en térm inos culturales, área en la que A b e n d ro th , W ., Historia social del movimiento obrero europeo, E stela, B arce­
existen experiencias p asadas que favorecen esta articulación. lona, 1970.
Según G arcía D elgado (1998) dependería de la voluntad política de los A b e n d r o t h - L e n k , coord., Introducción a la ciencia política, A nagram a, B ar­
pueblos y los gobiernos de los p aíses m iem bros, si el M ercosur se dirigirá en celona, 1971.
térm inos del paradigm a del E stado-región y de com unidad supranacional, o si A l v a r e z C o n d e , E., «El régim en político soviético» en B a d í a y F e r r a n d o ,
se diluirá en su dim ensión com ercial. Regímenes políticos actuales, Tecnos, M adrid, 1995.
Tam bién si quedará subsum ido en el A LC A , o si se orientará a tener una A m in , Samir, E l capitalismo en la era de la globalización, Paidós, B arcelona,
relación m ás am plia y flexible tanto con la U nión E u ro p ea como con A sia y con 1997.
IÍE.UU.. E n definitiva, cabe p reguntarse si se g enerará un m odelo de desarrollo - «U nidad y m utación del pensam iento único»en D oxa, año X , N ° 20.
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INDICE

P rólogo.............................................................. .............................................................. 9

Capítulo I
La formación del Estado. El absolutismo

1. Formación del Estado m oderno............................................................................. 13


2. El Estado absolutista.............................................................................................. 25
Conclusiones del modelo absolutista......................................................................... 30

Capítulo II
La tradición del Estado de derecho constitucional democrático

1. Estado de derecho lib e ra l................................................................................ 35


1.1. Concepto de Estado de derecho..................................................................... 35
1.2. Delimitación histórica...................................................................................... 36
1.3. Supuestos político-ideológicos......................................................................40
1.3.a. Derechos del hom bre.............................................................................. 40
1.3.b. División de p o d eres................................................................................41
1.3.c. Valores fundantes del m odelo............................................................... 42
1.3.d. Supuestos económ icos.......................................................................... 43
1.4. Estructura de funcionamiento del Estado de derecho liberal.....................45
1.4.a. La sociedad civil según el liberalismo...................................................45
1.4.b. Estado. Sus funciones en relación a la sociedad c iv il.......................47
1.4.c. Las discusiones públicas y las instituciones representativas........ 49
1.4.d. La cuestión del sufragio u n iv ersal....................................................... 50
lu d ia - I

1.5. Presupuestosjurídicos-institucionales........................................................ 52
1.5.a. L e y ............................................................................................................ 52 Capítulo V
1.5.b. Constitucionalismo liberal ................................................................... 54 El Estado y los desafíos de la globalización
1.(). Contradicciones del funcionamiento del Estado de derecho lib eral...... 60
r.siado social de derecho......................................................................................... 70 La reform ulación del E s ta d o ...................................................................................... 136
.M . Introducción...................................................................................................... 70 P u e b lo ........................................................................................................................ 137
2 2. Delimitación histórica. Antecedentes y origen.........................................71 T erritorio................................................................................................................... 139
2.3. Supuestos político-ideológicos......................................................................74 D e rec h o ..................................................................................................................... 140
2.4. Supuestos económ icos....................................................................................78 P o d e r.......................................................................................................................... 141
2.5. Estructura del Estado social de derecho....................................................... 81 G obalización y Estado. D istintas p ersp ec tiv a s....................................................... 145
2.5. a. La reformulación de la interacción Estado-sociedad........................ 81 Algunas tendencias de reform ulación alternativas................................................ 148
2.5.b. Sus aspectos sociales y políticos......................................................... 82
2.6. La reformulación del Estado: nuevas funciones....................................... 85 Bibliografía........................ ............................................................................................ 1^3
2.7. Presupuestos ju ríd ic o s.................................................................................87
2.8. Distintas configuraciones del Estado de b ien esta r.................................. 92
2.9. Análisis crítico del funcionamiento del Estado social de derecho..........96

Capítulo III
Crisis del Estado de bienestar

1. Planteo de la crisis................................................................................................ 103


I .a. El gasto p ú b lico ........................................................................................... 104
1,b. Internacionalización del sistema financiero............................................. 105
1x. Sector trabajo............................................................................................... 105
1.d. Apertura de las economías nacionales................. ................................... 106
2. Aspectos teóricos de la crisis............................................................................. 107
2.a. R espuestas teóricas a la crisis: neoconservadoras, m arxistas y
socialdemócratas..................................................................................................... 108
Tercera v ía ................................................................................................................. 116

Capítulo IV
El Estado en la tradición marxista. Concepción m arxista del Estado

1. Introducción.......................................................................................................... 121
2. Principios básicos de la teoría marxista del E stado......................................... 122
3. El Estado en la etapa de la dictadura del proletariaado................................... 123
I. La sociedad com unista...............................................................................................
El modelo soviético............................................................................................ 125
1,os órganos del poder p o lítico ........................................................................ 129
594

Bonetto - Pinero
L a s tra n s fo rm a c io n e s d e l E stado - 2 - Ed.
(03)

Se terminó de imprimir en
Editorial Advocatus, Duarte Quirós 511.
en el mes de junio de 2003

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