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El ojo, gran logro evolutivo y motor que impulsó la vida de los Arthropodos en sus

inicios.

Juan Pablo Gutiérrez Marín

Pontificia Universidad Javeriana de Cali


B. Invertebrados
Santiago de Cali - 2018
El ojo como logro evolutivo más importante, y motor que impulsó la radiación de
vida de los Arthropodos en sus inicios.

Introducción

El ojo, como órgano de visión, dejó fascinado a Darwin con su perfección y como
este evolucionó a partir de estructuras tan sencillas, pues este requiere de todas sus
estructuras para funcionar correctamente, por lo que existía la duda que probara como
a partir de un ojo imperfecto o simple pudiera evolucionar produciendo cambios a
través de las generaciones para llegar a obtener ojos de mayor complejidad (Guido &
Panzetta, 2008). Pero estos ojos simples fueron un factor determinante en la
supervivencia de muchas especies desde sus inicios, antes y durante la explosión del
cámbrico (Paterson et al 2011) ojos simples como formados por fotorreceptores los
cuales requieren de un grupo prostético, además de una proteína especifica (Opsina),
este complejo realiza unos cambios en respuesta a la luz (Eakin & Westfall,
1962)(Schmidt-Rhaesa, 2007)(Bradley, et al, 2009); por lo que esta complejidad no era
suficiente, la gran variedad de especies que surgieron debían de adaptarse a una
visión más desarrollada muy rápidamente para poder sobrevivir, esto generó la
aparición de ojos complejos tempranamente; los Arthropodos beneficiados por varios
factores entre ellos su visión lograron adaptarse rápidamente (Paterson et al 2011)
(Clarkson, 1973).

El ojo desde sus inicios redefinió la vida en la tierra, en un principio cuando todo
era calma en los océanos, y no existían tan sólo algunos ojos simples, no había mucho
que las distintas especies existentes pudiesen hacer, la vida es simple; a partir de esto
ciertos individuos empezaron a desarrollar unas pequeñas manchas oculares, llamados
ojos simples, los cuales permiten distinguir la luz de la oscuridad, esto significó un gran
avance, pues ya toda la calma se convertiría en un caos, la lucha por cazar y no ser
cazado empezaba a partir de ese momento.
Para el inicio de estos órganos de visión se data desde aproximadamente 600
millones de años atrás, justo en el lapso de tiempo entre el proterozoico y el cámbrico,
allí parte desde un mismo linaje lo que son todos los componentes de la visión, que a
hoy en día tras años de haber mejorado y especializado para los diferentes ambientes,
es capaz de dejar impresionados a científicos como C. Darwin, pues era muy complejo
explicar cómo a partir de células fotosensibles se pudo llegar a tal complejidad que
conocemos (Paterson et al 2011) (Schmidt-Rhaesa, 2007); basados en lo anterior y
debido a la falta de información disponible, debido a que el ojo al estar compuesto por
tejidos blandos es poco probable que se hubiese conservado alguno de estos para hoy
en día, pero a pesar de esto aún existen algunos individuos que conservan el mismo
rasgo después de 600 millones de años de evolución. La medusa del género Polyorchis
posee bajo su manto unas manchas oculares que le permiten distinguir las diferentes
longitudes de onda que se presentan en su entorno, como se planteó en un
experimento hecho por la científica Alexandra Goodell para el programa de NatGeo,
donde explica como la medusa Polyorchis reaccionaba a estos distintos tipos de
longitudes de onda, donde se explica más significativamente la reacción que se te tuvo
frente a la luz verde y la luz violeta, mostrando una reacción de relajación frente a la luz
verde, y esto se debe a que la longitud de onda se asemeja a la que ella encuentra en
el lecho marino, se asemeja a su hogar, donde encuentra algas donde refugiarse; y por
último una longitud de onda de color violeta se asemeja a una reacción de los humanos
frente a un incendio, para la medusa significa peligro de muerte, pues esta longitud de
onda es bastante corta y con mucha energía y esto resulta ser dañino para este tipo de
organismos; para ser fotosensible se necesita que una proteína requiera un grupo
protésico, el cromóforo y además de una proteína específica, Opsina. Este complejo
proteína-cromóforo realiza cambios conformacionales en respuesta a la luz y comienza
una cascada de transducción, que finalmente abre canales iónicos (Schmidt-Rhaesa,
2007) (Bradley, et al, 2009). Lo que muestra es que a pesar de ser un sentido sencillo y
bastante primitivo, este rasgo ha permitido sobrevivir a la medusa por gran cantidad de
tiempo (Eakin & Westfall, 1962).
A partir de lo anterior ¿Como los Trilobites lograron desarrollar ojos de tal
complejidad?; pues debido a que estos individuos son los primeros en aparecer en el
registro fósil con ojos compuestos durante los inicios del cámbrico, estos aprovecharon
los materiales disueltos en el mar, el carbonato de calcio, el cual se encuentra tanto en
sus ojos como en sus corazas, sin este material no solamente serían ciegos, sino que
tampoco tendrían un cuerpo duro que los pudiese proteger de ser atacados por demás
individuos, anterior a ellos ningún individuo logra tener un órgano de visión más
desarrollado, este rasgo adaptativo logró que los trilobites pudiesen perdurar por más
300 millones de años, pues permitía ver sus presas y sus depredadores por lo que era
de gran importancia a la hora de la supervivencia, hasta que una extinción masiva logró
acabar con ellos por completo haciéndolos desaparecer por completo.
Sin embargo otros Artrhopodos lograron sobrevivir, elevando su complejidad en
sus órganos de visión, Insecta, los más abundantes y todos poseen ojos compuestos y
aunque poseen ancestros en común con los trilobites, estos desarrollaron sus ojos
compuestos de manera independiente, debido a que estos poseen un conjunto de
miles de lentes microscópicos que trabajan unidos para formar una sola imagen,
haciendo así que este rasgo fuera mejorando lentamente pero fuera cada vez mejor,
permitiendo a cada individuo obtener una ventaja de poder ver su presa y su
depredador, permitiendo su supervivencia, donde hoy en día son muy abundantes.
Conclusiones

● Los órganos de visión de todas las especies que los poseen vienen un
pariente en común, rasgo que poco a poco fue variando y especializando
de acuerdo a su entorno; esto permitió a los Trilobites ver a su presa y
sus depredadores y poder reaccionar frente a ello, rasgo que entre otros
les permitió perdurar en la historia durante 300 M.A
● Durante la explosión cámbrica comenzó un reto por la supervivencia, esto
hizo que el desarrollo de los órganos de visión fuera bastante rápido, y
cada vez más complejo, haciendo así que los trilobites fueron los pioneros
y únicos en quedar registrados en el registro fósil con ojos compuestos.
● Las manchas oculares o células fotosensibles a pesar de que no fuera un
sistema muy complejo de visión, aún se mantiene y se expresa en
algunas especies, permitiéndoles seguir sobreviviendo a lo largo de los
años.

Referencias
Guido, M. E., & Panzetta, P. (2008). Evolución de los Ojos y Fotorreceptores.
Córdoba, Argentina: CIQUIBIC.

Paterson, J., García-Bellido, D. C., Lee, M., Brock, G. A., Jago, J. B., &
Edgecombe, G. D. (2011). Acute vision in the giant Cambrian predator Anomalocaris
and the origin of compound eyes. Armidale, Australia: Nature Publishing Group.

Schmidt-Rhaesa, A. (2007). The Evolution of Organ Systems. New York: Oxford


University Press Inc.

Eakin, R., & Westfall, J. (1962). FINE STRUCTURE OF PHOTORECEPTORS IN


THE HYDROMEDUSAN, Polyorchis penicillatus. Berkeley: University of California.

Clarkson, E. (1973). The evolution of the eye in trilobites. Scotland: Grant


Institute of Geology.

Bradley, T., Briscoe, A., Brady, S., Contreras, H., Danforth, B., & Dudley, R. (2009).
Episodes in insect evolution. Little Rock: Oxford University Press.

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