Uno de los conceptos que más se ultiman en el campo del
entrenamiento deportivo ya sea a nivel amateur o de alto
rendimiento es TALENTO. El terminó talento se puede ver en tres aspectos diferentes: El primero se enfoca más en la parte de virtud o don, es decir, el Diccionario de la Real Academia Española (1984)dice, el término talento se define como “el conjunto de dones naturales o sobrenaturales que enriquecen a los hombres. Dotes intelectuales, como ingenio, capacidad, prudencia, etc., que resplandecen en una persona”. Este se enfoca mas en la parte biológica y el desarrollo genético; Gabler y Ruoff (1979; en Baur, 1993, p. 6), “un talento deportivo es aquel que, en un determinado estado de la evolución, se caracteriza por determinadas condiciones y presupuestos físicos y psíquicos, los cuales con mucha probabilidad, le llevarán, en un momento sucesivo, a alcanzar prestaciones de alto nivel en un determinado tipo de deporte”. Este punto se enfatiza en la correlación de diferentes esferas con un resultado único y potencial, según; Zatsiorski (1989, p. 283).“El talento deportivo se caracteriza por una determinada combinación de las capacidades motoras y psicológicas, así como de las aptitudes anatomofisiológicas que crean, en conjunto, la posibilidad potencial para el logro de altos resultados deportivos en un deporte concreto”. Aunque cada una de las definiciones se diferencia de la otra, tienes semejanzas entre ellas y estás son que tiene que haber una persona, se necesita de un proceso para poder alcanzar el resultado que depende de ciertas cualidades. Sin embargo, en la actualidad, se observa cómo este término “talento” es sustituído en la literatura especializada por el término de “sujeto experto”, de tal forma que, este concepto supone una aproximación totalmente diferente al concepto de talento utilizado hasta el momento; siguiendo a Durand-Bush y Salmela (1996), el concepto de experto es definido como “alguien experimentado, enseñado a partir de la práctica, habilidoso, ágil, dispuesto; con facilidad para rendir a partir de la práctica. Una persona habilidosa o experimentada” (The New Webster, 1965, p. 310, en Durand-Bush y Salmela, 1996, p.88). Quizás Ericsson, Krampe y Tesch-Römer (1993), profundizan un poco más en esta idea de la necesidad de la práctica continuada, cuando acuñan el concepto de “práctica deliberada”, al cual se refieren, como una práctica altamente estructurada con el expreso deseo de progresar y mejorar y no con el deseo de pasarlo bien o entretenerse. Lo anteriormente descrito nos lleva a pensar que no es suficiente solo poseer el talento “habilidad”, también se tiene que trabajar y perfeccionar, para construir así un buen prospecto deportivo y utilizar esa capacidad para sacarle todo el rendimiento posible. A.Jonak decía:” el trabajo duro le gana al talento cuando el talento no trabaja duro” Sin duda, son Bloom (1985) y Ericcson y cols. (1993), los máximos representantes de esta teoría, quienes argumentan que la “alimentación” de un jugador (“nurturing”), a través de horas y horas de práctica, es más importante que el talento natural en el desarrollo de la pericia o experiencia. Para estos autores, el nivel de rendimiento está directamente relacionado con la práctica acumulada y que, independientemente de las habilidades individuales. Esto no quiere decir que una persona sin habilidad o talento puede llegar a ser un buen atleta, el argumento es que necesariamente tiene que existir una relación entre ambas y trabajarlas mutuamente para poder consolidar un prospecto en el alto rendimiento. La práctica deliberada supone un gran esfuerzo en cuanto a tiempo a emplear (aunque siempre respetando los principios lógicos de trabajo y descanso), en cuanto a la intensidad requerida (ya sea física o mental) y la necesidad de que esa práctica sea motivante y divertida, sobre todo, como indica el estudio de Bloom. Este aspecto motivante es especialmente importante en la primera fase de formación del deportista). Ya que solo así buscaremos que el deportista no se aburra de la rutina y en muchos casos de la monotonía del entrenamiento, permitiendo jugar con las cargas de entrenamiento, el descanso y la práctica de la actividad como tal, todo para que el deportista no se desconcentré y permanezca motivado. En la actualidad la orientación clásica del concepto talento y su detección de arriba- abajo (top-down), es decir, la consistente en considerar a los deportistas campeones como marco referencial para realizar una valoración actitudinal y establecer tipos de test adecuados y después aplicarlos a los jóvenes para detectarlos lo antes posible, está siendo sustituida por una nueva orientación (antes), aunque todavía existen quien trabaje con ella.
Este nuevo concepto, modifica totalmente la orientación del
proceso de detección de talentos, ya que, propone hacer el análisis al revés, de abajo-arriba (bottom-up). Es decir, teniendo en cuenta a los deportistas de élite que destacaron en su infancia, analizar su proceso de formación (Régnier, Salmela y Russell,1993; Ruiz, 1998), para poder encontrar aquellas variables críticas que establecen las diferencias entre los distintos rendimientos alcanzados por los deportistas. Este nuevo análisis se puede hacer a su vez desde dos perspectivas: bien analizando la formación de jugadores ya formados o bien, comparando deportistas de distinto nivel de rendimiento pero de la misma edad. Este proceso permite que no haya una diferencia notable entre la experiencia del deportista que juega un papel preponderante a la hora de la comparación y el rendimiento como podía suceder en la anterior, en cambio al comparar la evolución del rendimiento en edades semejantes hace tener un margen de equivocación menor, ya que se compara son las capacidades técnicas-tácticas y su proceso de formación y no el desempeño a través del tiempo (experiencia), así como el Estado de entrenamiento que es mejor al tener más edad. Los profesores de educación física y algunos entrenadores tienen que dominar más está selección de talento, no sólo conociendo la teoría sino también como aplicarla y reconocer de forma inmediata todos las señales para detección temprana y oportuna, es así como se utilizarán los porcentiles para señalar a las personas que estén por encima del porcentil 90 con habilidades psicofísicas importantes para potenciarlo en algún deporte, al mismo tiempo que se tienes en cuenta las características lábiles y fuertes de cada disciplina. Se busca también apoyar y motivar al estudiantes por medio de consejos que lo impulsen para que brinde todo su 100% en sus entrenamientos y competencias.