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1. Etiología
Depresión:
Cuando se sufre de depresión se suele tener también insomnio algo que impide descansar de
la forma adecuada.
Estrés:
Tener altos niveles de estrés puede afectar de una forma muy negativa al descanso adecuado.
Medicación:
El consumo de determinados tipos de medicamentos puede dar trastornos en el sueño.
2. Fisiopatología
Depresión: Las alteraciones del EEG del sueño se encuentran relacionadas con gran cantidad de
los síntomas centrales de la depresión. La presencia de ideas o tendencias suicidas puede ser una
factor crítico en la aparición de alteraciones del sueño. En un estudio del sueño en paciente es
depresivos con y sin historias de intento suicida tenían más tiempo y actividad REM en el
segundo periodo de REM y menos sueño delta en el cuarto periodo no REM que los depresivos
sin intento de suicidio. Además, los pacientes con intento suicida tenían más alterada la
distribución intranoche de la actividad REM fásica, con un incremento de la actividad REM en
el segundo periodo. En otro estudio se ha encontrado una peor calidad, mayor latencia y menor
duración y eficiencia del sueño en pacientes con un mayor riesgo suicida en comparación con
los pacientes no suicidas. Además se han encontrado tasas más elevadas de insomnio e
hipersomnia en pacientes deprimidos con conductas suicidas.
Estrés: Es una respuesta normal del organismo ante un peligro inminente o la percepción del
mismo. Permiten generar la alerta y activación necesarias para hacer frente a estos peligros o
amenazas y buscar soluciones. Sin embargo, se convierten en un problema cuando se vuelven
demasiado intensas o desproporcionadas al estímulo que las precipita, demasiado duraderas o
demasiado frecuentes. La respuesta de activación y alerta que desencadenan cuyo objetivo
primordial es movilizar recursos para la supervivencia es incompatible con el sueño. Por ese
motivo, cuando estas emociones, se mantienen en el tiempo, acaban generando problemas
psicofisiológicos como el insomnio.
Medicación:
3. Epidemiologia
Las encuestas realizadas en los Estados Unidos, los países europeos y Australia
mostraron que entre el 30 y el 40% de los adultos informan trastornos del sueño.
Se calcula que cerca del 30% de los mexicanos padece algún trastorno del sueño.
4. Clínica
Insomnio: Afecta a un 25% de la población. Puede deberse a ciertos trastornos de fondo como
la depresión o la ansiedad. El insomnio se define como la incapacidad para conciliar el sueño y
permanecer dormido toda la noche. Cada persona necesita ciertas horas para sentirse descansado
aunque lo normal es entre 7 y 9 horas. Las personas con insomnio suelen sentirse somnolientas
durante todo el día perjudicando esto a su vida diaria, y por la noche les volverá a costar
quedarse dormidos a pesar del cansancio. Dentro del insomnio; el llamado efecto de “piernas
inquietas” consiste en un hormigueo en las piernas que obliga al paciente a moverlas. Se
produce por la noche y dificulta el sueño.
Apnea del sueño: Es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una pausa en la
respiración durante el sueño. Suele durar poco y la persona recupera su respiración normal con
un ronquido fuerte. Generalmente es un trastorno crónico que altera el sueño ya que ocurre en
la fase REM y se pasa a un sueño ligero provocando que la persona no descanse correctamente.
Si no se trata correctamente puede haber graves consecuencias porque en los periodos de anoxia
(falta de aire en el cerebro) se pueden dañar neuronas asociadas al sueño. Y aumentar la
probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.
Narcolepsia: Esta enfermedad neurológica se debe a una anomalía cerebral que altera los
mecanismos neurales del sueño; Consiste en episodios de sueño repentinos en horas de vigilia,
pudiendo quedarse dormidas durante 2-5 minutos en cualquier lugar y despertándose
sintiéndose despejadas. Puede ocurrir conduciendo, hablando o paseando simplemente. Estas
personas carecen del sueño de ondas lentas y pasan directamente a la fase REM. La narcolepsia
se puede dar también en perros. Dentro de esta enfermedad encontramos algunas variantes
como son la cataplejía: Es una parálisis total que ocurre durante la vigilia. La persona sufre
debilidad muscular y puede quedar totalmente paralizada y caer al suelo. Lo que ocurre es que
el fenómeno del sueño REM se produce en un momento inapropiado. La persona está
consciente durante estas crisis.
Alucinaciones hipnagógicas: Ensueños vividos que ocurren antes de que la persona se duerma.
Son sueños mientras se está despierto.
Parálisis del sueño: Suele darse justo antes del sueño o al despertar por la mañana pero en un
momento en el que no representa peligro para la persona
Trastornos asociados al sueño de ondas lentas: Durante esta fase, concretamente en la fase
número 4 del sueño (una de las más profundas), algunas personas sufren conductas de
inadaptación; como pueden ser el sonambulismo, enuresis nocturna (mojar la cama) y terrores
nocturnos.
El sonambulismo: En los niños suele ser por fatiga, falta de sueño o ansiedad; en los adultos
puede deberse a trastornos mentales, alcohol entre otras. Estas personas se pueden levantar y
pasear con normalidad, realizar acciones… estos episodios suelen ser muy breves y si no se les
despierta volverán a irse a dormir pero pueden quedarse durmiendo en cualquier lugar
diferente. Dentro del sonambulismo se encuentra el trastorno de ingesta asociado al sueño; La
persona come mientras está dormida. Para prevenirlo suelen guardar la comida bajo llave.
Terrores nocturnos: Los terrores nocturnos son más comunes en los niños de entre 3 y 7 años.
El niño puede estar sudando o respirando agitadamente, en estado de shock y muy desorientado.
En definitiva, se necesita de un sueño reparador para estar al 100% en nuestro día a día. Es por
ello que, en el caso de que sufras algunos de los síntomas descritos, consulta con tu médico y él
podrá diagnosticarte adecuadamente y tomar medidas si es necesario. Muchos de estos
trastornos tienen tratamientos altamente efectivos.
5. Dx. Diferencial
Alzhéimer. Los trastornos del sueño ligados al Alzheimer deben ser analizados
con mucho detenimiento. Intentar saber si lo que se produce es miedo,
alucinaciones, delirios, ansiedad, o dolor, que pueda estar interfiriendo en la
calidad y cantidad de sueño nocturno es labor de su médico, que lo conoce en
profundidad.