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CHOCO ENCUENTRA UNA MAMÁ -Lo siento-suspiró la señora

Autor Keiko Kasza (nacionalidad japonés) Pingüino-.Pero mis mejillas no son grandes
Choco y redondas como las tuyas.
era un pájaro -¡Señora Morsa!-exclamó-.Sus mejillas
muy pequeño son grandes y redondas como las mías. ¿Es
que vivía a usted mi mamá?
solas. Tenía -¡Mira!-gruñó la señora Morsa-.Mis pies
muchas ganas no tienen rayas como los tuyos, así que, ¡no
de conseguir me molestes!
una mamá, Choco buscó por todas partes, pero no
pero ¿quién pudo encontrar una madre que se le
podría serlo? Un día decidió ir a buscar una. pareciera.
Primero se encontró con la señora Cuando Choco vio a la señora Oso
Jirafa. recogiendo manzanas, supo que ella no
-¡Señora Jirafa!—dijo-¡Usted es podía ser su madre. No había ningún
amarilla como yo! ¿Es usted mi mamá? parecido entre él y la señora Oso.
-Lo siento-suspiró la señora Jirafa-.Pero Choco se sintió tan triste, que empezó
yo no tengo alas como tú. a llorar:
-¡Señora Pingüino!-exclamó-¡Usted -¡Mamá, mamá! ¡Necesito una mamá!
tiene alas como yo¡ ¿será que usted es mi La señora Oso se acercó corriendo
mamá? para averiguar qué le estaba pasando.
Después de haber escuchado la historia de
Choco, suspiró:-¿En qué reconocerías a tu A Choco también le pareció que se
madre?-¡Ay! Estoy seguro que ella me vería muy graciosa.
abrazaría-dijo Choco entre sollozos. -Bueno -dijo la señora Oso-, mis hijos
-¿Así?-preguntó la señora Oso. Y lo me están esperando en casa. Te invito a
abrazó con mucha fuerza. comer un pedazo de pastel de manzana.
-Sí…y estoy seguro de que también me ¿Quieres venir?
besaría-dijo Choco. La idea de comer pastel de manzana le
-¿Así?-preguntó la señora Oso, y pareció excelente a Choco.
alzándolo le dio un beso muy largo. Tan pronto como llegaron, los hijos de
-Sí…y estoy seguro de que me cantaría la señora Oso salieron a recibirlos.
una canción y de que me alegraría el día. -Choco, te presento a Hipo, a Coco y a
-¿Así?-preguntó la señora Oso. Y Chanchi. Yo soy su madre.
entonces cantaron y bailaron. El olor agradable a pastel de manzana
Después de descansar un rato, la y el dulce sonido de las risas llenaron la
señora Oso le dijo a Choco: casa de la señora Oso.
-Choco, tal vez yo podría ser tu madre. Después de aquella pequeña fiesta, la
-¿Tú?-preguntó Choco. señora Oso abrazó a todos sus hijos con un
-Pero si tú no eres amarilla. Además no fuerte y caluroso abrazo de oso, y Choco se
tienes alas, ni mejillas grandes y redondas. sintió muy feliz de que su madre fuera tal y
¡Tus pies tampoco son como los míos! como era.
-¡Qué barbaridad!-dijo la señora Oso- …
¡Me imagino lo graciosa que me vería. Fin

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