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Esclavitud, segregación racial

y los orígenes del Blues


POR JMVILCHES, 01 - 05 - 2011

El nacimiento del blues y los condicionantes que dieron lugar a su creación


han sido tratados en numerosas ocasiones, aunque no siempre haciendo el
hincapié necesario en diversos aspectos que trataremos aquí.

Su origen estuvo marcado por los cantos propios de las comunidades y tribus
del África Occidental que fueron llevadas a Estados Unidos para trabajar como
esclavos en los campos de cultivo, sobre todo de algodón y tabaco, en los
primeros años del siglo XVII.

Aquella mezcla de cantos africanos tradicionales y los himnos


religiosos que los negros adoptaron junto con la religión cristiana que les fue
inculcada a su llegada a América dieron como resultado muchos de los
elementos característicos del blues, como el patrón de llamada y respuesta y
la utilización de las notas de blues.

Algunos autores señalan algunas características, como la entonación nasal,


como conexión entre ambas orillas.

Pero, aunque estas influencias fueron decisivas, es un punto de vista que se


centra exclusivamente en el origen sonoro.
Sin embargo, fue mucho más profunda la huella que dejó en el desarrollo de
este género el régimen de esclavitud y la marginación a la que fue sometida
la población negra durante cientos de años, porque de ahí surge el lamento y la
tristeza característicos del blues en sus orígenes.

De ahí nacen las primeras letras, que narraban con crudeza la opresión -que
los blancos no dejaron de imponerles aun después de la abolición de la
esclavitud-, la tristeza y la miseria en que vivían (Florida Blues, Atlanta
Blues oRailroad Blues).

Esclavitud

Si queremos entender mejor el nacimiento del blues es conveniente


adentrarnos un poco en el tráfico de esclavos, que provocó sin lugar a dudas
el mayor éxodo forzado de la historia de la humanidad.

Este lucrativo negocio, sobre el que se cimentó gran parte del crecimiento del
mundo occidental desde el siglo XVI, provocó una auténtica debacle
demográfica en amplias zonas de África.

Durante cuatro siglos este continente fue escenario de guerras y razzias por la
captura de esclavos. Millones de africanos fueron exportados para tierras
lejanas y otros tantos murieron en largas marchas hasta la costa y en los
almacenes a la espera de ser embarcados.

Las actividades económicas como la agricultura, la minería, la artesanía, la


alfarería y el comercio local fueron abandonados en numerosas zonas de África
y se orientaron a una actividad económicamente más productiva: la esclavitud.
En lugar de poner a la venta productos, entonces el único producto de fácil
venta en el mercado eran los propios productores. Las pequeñas industrias
locales no pudieron sobrevivir.

De esta forma, el tráfico de esclavos retardó el desarrollo y estableció las


condiciones para el actual estado de subdesarrollo.

Para hacerse una idea de lo que suponían las condiciones en las que los
esclavos eran transportados y hacinados son interesantes y esclarecedoras las
siguientes líneas del padre Alonso de Sandoval, que fue testigo de la forma
en que se transportaban los esclavos negros:

“van de seis en seis encadenados por argollas en los cuellos, asquerosos y


maltratados, y luego, unidos de dos en dos con argollas en los pies. Van
debajo de la cubierta, con lo que nunca ven el Sol o la Luna. No se puede estar
allí una hora sin grave riesgo de enfermedad.
Comen de 24 en 24 horas una escudilla de maíz o mijo crudo y un pequeño
jarro de agua. Reciben mucho palo, mucho azote y malas palabras de la única
persona que se atreve a bajar a la bodega, el capataz“.

Además del elevado número de muertes durante la travesía, en los almacenes


de destino fueron frecuentes las epidemias, incluidas las de viruela. De ahí, los
esclavos continuaban su infernal viaje con destino a minas y plantaciones.

En Estados Unidos, la mayor actividad comercial en torno a las plantaciones


de algodón y tabaco en las colonias del sur favoreció un mayor número de
esclavos en esta zona, que llegaron a constituir más de un tercio de la
población total. La importancia y el peso real de la esclavitud en el crecimiento
económico de los estados Unidos en el siglo XIX es complicado de cuantificar,
pero es significativa la caída que sufrió la economía sureña a partir de 1865.

Aquel año, con la victoria de los unionistas (el bando formado por los estados
del norte) al término de la Guerra Civil Americana, la esclavitud dejaba de ser
legal en los nuevos Estados Unidos.

Desgraciadamente, esto no supuso una mejora sustancial en las condiciones


de vida y las oportunidades de la población negra, que siguió estando sometida
a una brutal discriminación y opresión (aún quedaban años hasta que Rosa
Parks se negara a ceder su asiento en un autobús a un blanco).
Segregación racial

En el siglo XIX, las canciones de trabajo fueron un entretenimiento muy


popular, hasta el punto de que en muchos espectáculos, llamados minstrels
shows, eran blancos pintados de negro los que las interpretaban.

Toda esta pantomima llegó a su cénit ya bien entrado el siglo XX con la


estrella Al Jolson y su personaje de la película The Jazz Singer, que iba con
la cara pintada de negro y unos guantes blancos, a modo de parodia de un
cantante negro.

Y es que poco antes de la Guerra Civil Americana no era raro que en ciudades
como Nueva Orleans se mantuvieran dos orquestas sinfónicas -una blanca y
una criolla- y tres salas de ópera en las que había butacas separadas para
blancos, criollos y esclavos, a quienes se les exigía una nota firmada por sus
amos que les autorizaba a asistir al teatro.

En los años 20 las compañías discográficas incluso tenían una serie


llamada RACE (raciales), que englobaba aquellos títulos dirigidos a la
población negra con artistas como Edith Wilson,Viola McCoy o Rosa
Henderson y que, curiosamente, era de una de las series con más títulos
publicados anualmente.
Algunos investigadores asocian el desarrollo del blues en los primeros años del
siglo XX a la nueva condición de libertad de los esclavos. Según Lawrence
Levine había “una relación directa entre el énfasis ideológico nacional sobre el
individuo, la popularidad de las enseñanzas de Booker T. Washington y el
auge del blues”.

Sin embargo, a comienzos del siglo XX, con el género ya prácticamente


establecido, la situación de los negros no había experimentado muchas
mejoras. Tan sólo eran ahora “legalmente libres”, pero en la práctica la vida que
llevaban muchos de ellos y los sentimientos que albergaban eran casi los
mismos que cincuenta años antes.

Eso sí, al menos algunos pudieron comprar instrumentos, porque antes


debían apañárselas con alambres y utensilios del hogar, pero sobre todo con lo
único que no les podía ser arrebatado: su voz.
La voz siempre fue el instrumento primero del blues, aunque más tarde han
sido varios los instrumentos –banjo, violín, etc.- que han tenido su propia
relevancia según las épocas y los músicos. Muy pronto fue la guitarra y sus
posibilidades expresivas la que se convirtió en el instrumento del blues por
excelencia.

Al ser una música vocal la flexibilidad que ofrecía la guitarra y el uso de


técnicas como el slide –que daba ese sonido lastimero similar al gemido- fue
fundamental. Y es que el blues necesita de esa voz afligida que tenga un poso
de melancolía aunque trate los temas más diversos.

Una de las características de los primeros temas de blues es ese carácter


narrativo, una forma de conversación rítmica y un tratamiento más realista en
las letras, a diferencia de la mayoría de la música popular que se grababa por
aquellos tiempos.

En un principio, la dureza del trabajo del campo y las penurias diarias fueron la
temática más recurrente, pero con los años acabarán apareciendo otros temas
como el alcohol, la cárcel, el crimen e incluso motivos cómicos y sexuales,
como en la canción Down in the Alley de Memphis Minnie, que trata el
encuentro de una prostituta y un hombre en un callejón.

Aquellos temas que hablaban de relaciones difíciles, la mala suerte y los malos
tiempos, unido a los lugares donde eran interpretados, fueron señalados como
algo propio de barrios marginales y gentes de mal vivir. La historia se repetiría
años más tarde con músicos de jazz y de rock.

Como en otras disciplinas artísticas, la influencia de otros artistas y obras


anteriores tienen un enorme peso en la música, pero el contexto histórico y
las vivencias personales son siempre la chispa necesaria para que en ciertos
momentos se den las condiciones necesarias para crear algo nuevo.

El caso del blues es probablemente uno de los más interesantes, porque fue el
sufrimiento infligido a la población negra el que concibió un nuevo género
musical que pudiera expresar y captar toda la intensidad de aquellas vidas.

“Los negros americanos podrán mirar hacia atrás con orgullo y contemplar la
admirable creación de una de las artes populares más ricas y valiosas, que
bien podría ser la última gran música popular del mundo occidental“.

Paul Oliver. Historia del Blues


Juan Manuel Vilches

http://www.musicopolis.es/articulo-%E2%80%93-esclavitud-segregacion-racial-y-los-
origenes-del-blues/232712011/

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