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San Luis, 17 de octubre de 2019

Sra. Natalia Prieto


De mi mayor consideración:

Por medio de la presente, me dirijo a Ud. a fin de brindarle el


asesoramiento jurídico que me fuera solicitado, en razón del caso planteado
oportunamente.
De acuerdo a lo manifestado por Ud., en ocasión de la entrevista
personal que mantuviéramos el pasado 9 de octubre del corriente, procedo a
resumir los hechos así:
En fecha 6 de agosto del corriente, en oportunidad de cruzar la
intersección de las calles Cafferatta y Sarmiento, del barrio Jardín San Luis, fue
embestida por un vehículo con las siguientes características: cuadriciclo yamaha
raptor 350cc.; conducido por el menor Nicolás Flores, de 14 años de edad. El
cuadriciclo circulaba por calle Cafferatta de oeste a este y al llegar a la
intersección de calle sarmiento, dobla a la derecha y es cuando se produce el
impacto contra Ud., que cruzaba ya mitad de la bocacalle Sarmiento. El
cuadriciclo pertenece a Ricardo Flores, padre del menor Nicolás. El siniestro le
provocó lesiones de fractura en sus miembros inferior y superior, y también
traumatismos en diversas partes del cuerpo. A raíz del accidente, tuvo que ser
internada en el centro de salud “Dr. Ramón Carrillo” por 15 días y que, por lo
severo del impacto y afecciones que tuvo, debe someterse a tratamientos de
rehabilitación, tres veces por semana, desde el día 23 de agosto a la fecha.
Sra. Pietro, jurídicamente, su caso entra dentro de lo que en
derecho se denomina “responsabilidad civil” y más precisamente, a lo estipulado
por daños y perjuicios. Este encuadre jurídico, está regulado por el Código Civil y
Comercial de la Nación quien, para su conocimiento, lo hace de la siguiente
forma:
- Preventivamente.
o Artículo 1.710 del Código Civil y Comercial de la Nación, le
impone a toda persona el deber, siempre que de ella dependa, de: a)
evitar causar un daño no justificado; b) adoptar, de buena fe y
conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar
que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas
evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero
sería responsable, tiene derecho a que éste le reembolse el valor de
los gastos en que incurrió, conforme a las reglas del
enriquecimiento sin causa; c) no agravar el daño, si ya se produjo..
- Resarcitoriamente.
o Artículo 1716 del Código Civil y Comercial de la Nación, la
violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado.

Resumiéndole, el hecho que Ud. ha sufrido está definido como


daño (Artículo 1.737 del código Civil y Comercial de la Nación: “hay daño
cuando se lesiona un derecho o un interés …”), y ese daño, debe ser reparado por
quien tenga la responsabilidad de hacerlo.
Ahora, entonces, pasaré a analizarle quién es el responsable de
ese daño por Ud. sufrido, de modo de determinar quién deberá reparárselo. La
persona que provocó el accidente es menor de edad, por lo tanto, tenemos que
considerar que lo que dice el Código Civil y Comercial respecto a esta cuestión.
Frente a estos supuestos, el Código llama a las personas menores de edad, si no
han cumplido los dieciocho años y las considera incapaces de ejercicio, en la ya
que no tienen el grado de madurez suficiente para ejercer los actos que el propio
ordenamiento jurídico les permite. Los padres ejercen la responsabilidad parental
y son sus representantes legales. Ahora bien, dentro de esta categoría de personas
menores de edad se encuentran los adolescentes: desde los trece años hasta la
mayoría de edad. En efecto, el discernimiento para los actos voluntarios lícitos
ahora se adquiere, en general, a partir de los trece años; en tanto el discernimiento
para lo que se denomina actos voluntarios ilícitos se sigue adquiriendo a los diez
años. Entonces, como síntesis, se puede afirmar que un menor de diez años no
puede discernir la licitud de los actos que realiza y que a partir de los diez años
puede llegar a entender que está celebrando un acto ilícito. El menor Nicolás
Flores tiene catorce años, por consiguiente posee discernimiento para comprender
el acto y la consecuencia que realizó, por ende, es responsable civilmente de las
lesiones que Ud. sufrió. Esta responsabilidad, está contemplada en el Código Civil
y Comercial de la Nación, en el artículo 1.749 y se la atribuye a quien ocasiona un
daño injustificado. No obstante, también se debe considerar que el Sr. Flores
Ricardo es el dueño del cuadriciclo y según lo estipula el artículo 1.758 del
Código Civil y Comercial “El dueño y el guardián son responsables concurrentes
del daño causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o
por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un
provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue
usada en contra de su voluntad expresa o presunta”, en este sentido, entonces,
también es responsable por el hecho y si sumamos que es el padre del conductor,
menor y a su cuidado, nos encontramos lo que regla el artículo 1.754 del Código
Civil y Comercial “Los padres son solidariamente responsables por los daños
causados por los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que
habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad personal y concurrente que
pueda caber a los hijos”.
Determinado ya quién debe responder, pasaré a comentarle que
habrá que establecer lo que en Derecho se denomina “nexo causal”, que no es más
que establecer un “vínculo” o una “relación de consecuencia” entre el hecho y el
daño, es decir, en su caso, las el impacto o embestida sufrida por el cuadriciclo
conducido por el menor Flores y las lesiones que padeció y padece. Esa relación
(causal) es, en definitiva, la que permite afirmar, por un lado, que una persona es
autor de una conducta dañosa, y además de qué daños es causante. Para este
punto, Hugo Acciarri, que es un jurista reconocido de nuestro país, explica que la
relación causal debe juzgarse con el test de los dos pasos (two step approach). El
primero de esos pasos "consiste en determinar si el hecho sospechado de ser
causa es ' causa material ', y el segundo es verificar si cumple con el criterio
jurídico específico del sistema, rol éste que se atribuye a las directivas de la
llamada teoría de la causalidad adecuada”. Quisiera citarle, ahora, una sentencia
judicial que me servirá para apoyar lo que luego le manifestaré: “El análisis que
permite establecer los presupuestos de la responsabilidad civil no puede
desatenderse de la necesidad de verificar con precisión la autoría, la causalidad
y el daño experimentado, siendo imprescindible determinar si las consecuencias
imputadas fueron producidas por la acción del demandado, lo cual incumbe al
actor en todos los casos en forma efectiva (CNCiv., sala A, 26/2/2010, La Ley
Online).”, ¿qué significa esto?, que será nuestra responsabilidad y obligación
probar que los daños que Ud. ha sufrido, tienen relación directa con la conducta
ilícita cometida por Nicolás Flores. ¿Qué utilizaremos para probar ello?, las
actuaciones policiales, denuncia, expediente penal para evaluar todas las
actuaciones de oficio que se han llevado a cabo, historia clínica, informes
médicos, facturas de gastos que tengan relación con el accidente, testigos y todo
lo que disponga y que se relacione directamente con este suceso.
Por último, cabe analizar si existe alguna eximente de
responsabilidad, ya que de concurrir, el reclamo no sería posible. Así lo dispone el
artículo 1.758 del Código Civil y Comercial “…el dueño y el guardián no
responden si prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o
presunta”. Si el Sr. Flores, quisiera valerse de esta eximente, deberá probar que
existió de su parte un impedimento manifiesto y concreto para que el menor no
utilice el cuadriciclo y deberá probarlo. Ya así, la jurisprudencia lo tiene dicho
frente a estos supuestos.
Pasaré ahora, a detallar los rubros que pueden reclamarse:

DAÑOS MATERIALES O PATRIMONIALES:


Daños emergentes: son todos los gastos que surgieron por “culpa” del hecho que
sufrió, ej. gastos derivados de su hospitalización, honorarios médicos,
medicamentos, gastos de farmacia , rehabilitación, etc.
Incapacidad sobreviniente: aquí, y con la certificación de un médico, debemos
incluir cualquier disminución física o psíquica que afecte tanto su capacidad
productiva como también, cualquier menoscabo en las actividades que
desarrollaba con la debida amplitud y libertad y ahora no puede realizar.
Lucro cesante: en este rubro se contempla la pérdida económica futura como
consecuencia de las lesiones sufridas.
Pérdida de la chance: Se contempla el incumplimiento en el que ha incurrido,
debido a la imposibilidad de cumplir con los compromisos laborales asumidos con
anterioridad al accidente.

DAÑO MORAL O EXTRAPATRIMONIAL


Este rubro, contempla las consecuencias que le produjo el accidente, y que han
provocado en Ud. padecimientos físicos y emocionales junto con la repercusión
psicológica que ha provocado en Ud. la situación vivida, impidiéndole realizar las
actividades y desenvolverse en su vida, como lo hacía antes del suceso, según lo
que fuera por Ud. comentado.
Todas estas cuestiones, deben ser debidamente acreditadas. Por lo que será
necesario que reúna toda la documental que lo acredite (facturas de gastos,
historia clínica, etc.).

A modo ya de conclusión, recomiéndole que, como primera


instancia, realice un reclamo extrajudicial a fin de reparar los daños causados, sin
perjuicio que, de no prosperar, cuente con mi representación –también-, para
iniciar las acciones judiciales pertinentes.

La saludo distinguidamente, atte.-


ANEXO

Adjúntole jurisprudencia (decisiones judiciales), aplicables a su caso y que


ratificaran lo que le he comunicado en la presente.

1- “Las ordenanzas de tránsito imponen al conductor de todo rodado el deber


inexcusable no sólo de aminorar sino también de parar su marcha, si fuere
necesario, o de ceder el paso, al peatón que cruza por una bocacalle o la
senda peatonal, en razón de la prioridad de paso que tiene éste, por lo que
no excluyen la culpabilidad de quien conduce, aun admitiendo que la
víctima hubiese cruzado descuidadamente” Camara Nacional de
Apelaciones en lo criminal y correccional. Capital Federal, C.A.B.A.- Sala
02 - Magistrados: Ledesma, Palacios - Id Infojus: FA77060098 -
SANJURJO, ROBERTO s/ HOMICIDIO CULPOSO - PEATON -
PRIORIDAD PASO (…).
2- “Si resulta acreditada la imprudencia en que incurriera el menor, la
proyección de esa conducta se traslada a los progenitores que han omitido
tomar todos los recaudos para evitar el hecho, constituyéndose su
responsabilidad in vigilando”. CNCiv,Sala L, 12/2/99, “Arevalos Lucila c/
Palomero Sergio D. s/ daños y perjuicios”.
3- “Cuando se habla de responsabilidad de los padres por los hechos de los
hijos, implica culpa de aquellos en la vigilancia, o sea, se alude con ello al
hecho de que los padres permitan comportamiento de éstos que
potencialmente generen un daño para sí o para terceros” CNCiv,Sala B,
21/6/06, “Also Cecilia E., y otro c/ Chanampa Segundo L. s/ daños y
perjuicios”.-

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