Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Al año siguiente de su fundación, el rey Carlos V le otorgó la jerarquía de ciudad, y por real cédula
del 7 de octubre de 1541 le concedió escudo de armas. En éste se representaba el volcán Misti,
los árboles y tu río de sus alrededores. Además, un león simbolizaba el valor y espíritu bizarro de
sus pobladores. Tiempo después (en 1575) el virrey Toledo, en atención a la fidelidad a la corona
demostrada por sus habitantes, le confirió el título de «Muy noble y muy leal ciudad»,
posteriormente confirmado por los reyes Felipe II y Felipe III.
La actividad que pronto se hizo predominante fue la agricultura; se habían aclimatado con gran
éxito la vid y el olivo, iniciándose al poco tiempo una próspera producción de vinos y aguardientes
de uva, así como de aceite de oliva, sobre todo en la zona de Yauca.
Al usarse el sillar, un tipo de piedra volcánica abundante en la región, en las construcciones, la
urbe virreinal empezó a adquirir su característico aspecto, llenándose paulatinamente de
majestuosas casonas de hacendados, hermosos templos y monumentales conventos, como el de
Santa Catalina.
Durante este período colonial Arequipa permanece tranquila y fiel a la metrópoli, lo que se explica
si se tiene en cuenta que tuvo la mayor concentración de población blanca, superando incluso a
Lima; en efecto, de 37 mil habitantes que tenía en la época del virrey Gil y Lemos, 22 mil eran
españoles, 6 mil indios, 5 mil mestizos, 2 500 negros libertos y 1 200 esclavos. En Lima, en
cambio, de sus 62 mil habitantes, sólo algo más de 18 mil eran hispanos.
Arequipa era, pues, casi un bastión español en el Perú, y obligadamente debía ser fiel a la Madre
Patria. Su vida transcurría patriarcal y austeramente, y sólo movilizaban al pueblo las celebraciones
religiosas, a las que acudía pleno de fervor y recogimiento. No siempre era la vida tan tranquila, sin
embargo. La fuerza de los terremotos redujo gran parte de la ciudad a ruinas en 1582, 1687 y
1784, pero en cada ocasión el tradicional temple de sus habitantes volvió a levantarla.