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(del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de tipo hidrometeorológico que se inicia con la
condensación del vapor de agua contenido en las nubes.
Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es
la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o de gotas
menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no sería lluvia, sino virga, y,
si el diámetro es menor, sería llovizna.1 La lluvia se mide en milímetros caídos por metro
cuadrado.2
La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y, especialmente,
la humedad atmosférica.
El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la
superficie contra la que choque, el sonido que producirá será diferente.
La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será aprovechada para las
plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se incrementen por medio de los
barrancos y escorrentías que, a su vez, aumentarán las reservas de pantanos y de embalses,
y otra parte se infiltrará a través del suelo, y, discurriendo por zonas de texturas más o
menos porosas, formará corrientes subterráneas que o bien irán a parar a depósitos naturales
con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o pozos naturales
(algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles, cuando se trata de agua acumulada
durante períodos geológicos con un clima más lluvioso), o acabarán desembocando en el mar.
La última parte se evaporará antes de llegar a la superficie por acción del calor.
Las dimensiones de una cuenca hidrográfica son muy variadas, especialmente cuando se
trata de estudios que abarcan una área importante. Es frecuente que en la misma se sitúen
varias estaciones pluviométricas. Para determinar la precipitación en la cuenca en un período
determinado se utilizan algunos de los procedimientos siguientes: método
aritmético, polígonos de Thiessen u otras interpolaciones, y el método de las isoyetas.
La precipitación se mide en milímetros de agua, o litros caídos por unidad de superficie (m²),
es decir, la altura de la lámina de agua recogida en una superficie plana es medida en mm o
L/m² (1 milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de agua por m²).
La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con los pluviómetros. La medición se
expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía en una superficie
horizontal e impermeable durante el tiempo que dure la precipitación o solo en una parte del
periodo de la misma.
Duración. La duración del evento de lluvia o tormenta varía ampliamente, oscilando entre unos
pocos minutos a varios días.3
Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría en agua precipitada sobre un m² de
superficie horizontal impermeable, si la totalidad del agua precipitada no se escurriera. Esta
dimensión es la que se mide en los pluviómetros. Generalmente se expresa en mm (1 mm de agua
sobre 1 m² equivale a 1 litro).
Distribución espacial. Las tormentas que cubren áreas grandes tienden a tener formas elípticas,
con un ojo de alta intensidad ubicado en el medio de la elipse, rodeado por lluvias de intensidades
y alturas decrecientes. El ojo de la tormenta tiende a moverse en dirección paralela a los vientos
prevalentes en el período en que se da el evento.