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I. Antecedentes
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Es así, como desde marzo de 1968 y hasta octubre del 2000 se ejerció la Ley
N° 16587 de títulos valores, aunque algunos títulos no eran considerados como
tal ya que presentaban distintos mecanismos como en el caso del warrant y las
acciones; el primero estaba incluido en el Decreto Legal N° 2763 y las
segundas, en el Decreto Legal N° 861 de la Ley de mercado de valores.
Asimismo, de acuerdo con el libro Cajeros IFB para bancos y empresas de la
Institución de Formación Bancaria, en el Perú, a partir del 17 de octubre del
2000, entró en vigencia la Ley N° 27287 que reúne de forma ordenada, clara y
sistemática, en un solo cuerpo legal, todos los títulos valores contemplados por
nuestro ordenamiento jurídico. Cabe señalar que los documentos de esta
Nueva Ley de Títulos Valores están en concordancia con las leyes ya
establecidas en el país, como, por ejemplo, la Ley General del Sistema
Bancario, la Ley de Mercado de Valores, el Código Civil, la Ley General de
Sociedades, entre otras.
II. Concepto
Según la ley de Títulos Valores, en el Art. 1° literal 1.1: “Los valores materializados
que representen o incorporen derechos patrimoniales tendrían la calidad y los efectos
de título valor, cuando estén destinados a la circulación, siempre que reúnan los
requisitos formales esenciales que, por imperio de la ley les corresponda según su
naturaleza. Las cláusulas que restrinjan o limiten su circulación o el hecho de no haber
circulado, no afectan su calidad de título valor”.
Incorporación:
Los derechos contenidos en el titulo valor se encuentran fusionados. Es decir,
el documento y el derecho contenido en él, constituyen una unidad, por lo que
si alguien transfiere el título valor también está transfiriendo los derechos que
éste contiene.
Los títulos valores incorporan solamente derechos patrimoniales, esto es, de
contenido económico. Puede ser el pago de una suma de dinero (una letra de
cambio), entrega de mercaderías (un certificado de depósito), o derechos de
participación (una acción).
Literalidad:
Su principal objeto es darle certeza al derecho contenido en el título valor. De
acuerdo a este principio solo se puede exigir en los términos que textualmente
exprese el documento. De esta forma se determina en forma precisa los
elementos fundamentales del título tales como clase de título valor, cuantía,
lugar del pago, plazo y firmas de las personas obligadas. Para determinar el
contenido y alcances del título valor solamente podrá recurrirse a lo que se
haya expresado en el título mismo o en una hoja adherida a éste, de esta
manera, ni acreedor ni deudor podrán alegar cuestiones que no emanen
literalmente de lo manifestado en el titulo valor.
Formalidad
Significa que los títulos valores, para ser considerados como tales. Además de
incorporar derechos y estar destinados a la circulación, deberán reunir los
requisitos formales esenciales que exija la ley para cada tipo especial de título
valor.
Los títulos valores están sometidos por disposición de la ley a ciertos
formalismos y requisitos que lo hacen típicos, lo cual tiene por objeto la certeza
y la seguridad, toda vez que esta clase de documentos está destinada a la
circulación, de tal suerte que el último tenedor pueda ignorar quienes son las
otras personas que han intervenido en las operaciones cambiarias contenidas
en el título, tales como creadores del mismo, giradores, otorgantes, aceptantes,
endosantes o avalistas.
Circulación
Todo título valor, para ser tal, debe estar destinado a la circulación. Esto
significa que son emitidos para que puedan ser transferidos libremente, o sea
de persona a persona. El título valor solamente puede circular por la vía que le
autoriza la ley.
Autonomía
Supongamos que "A" gira una letra de cambio señalando como beneficiario a'
B" y éste lo transfiere a ''C" y a su vez éste a "D", y por último llega a manos de
"E", de tal manera que el último tenedor es "E". Por el principio de autonomía
de los títulos valores, las relaciones cambiarías existentes entre A-B. C-D y E
son independientes las unas da las otras, es decir. "E" será considerado como
el actual titular del título valor sin importar quiénes hayan sido los titulares
anteriores.