El acto médico de infiltrar consiste en administrar una sustancia
directamente en el lugar afectado. El uso más común es en las
articulaciones inflamadas, que pueden deberse a diversos trastornos, y su función es eliminar o reducir de una forma rápida dicha inflamación y el dolor que ello pueda causar. Las infiltraciones permiten que el medicamento vaya directo al tejido que se quiere tratar, con un resultado más rápido y duradero, evitando los efectos secundarios sistémicos de los medicamentos que se administran por vía oral o intramuscular si bien conviene recalcar que a pesar de aliviar el dolor y disminuir la hinchazón, no curan.
Las infiltraciones se pueden realizar en todas las articulaciones; en
aquellos procesos que tienen dolor puntual, y no zonal. Se utilizan sobre todo en las grandes articulaciones como rodillas y hombros, siendo además estas zonas las menos dolorosas dado que al ser cavidades mayores la introducción del líquido se tolera mejor. Además, se puede utilizar anestesia local aunque no son especialmente dolorosas en manos expertas.
Normalmente se realizan en consulta, pero en algunas articulaciones que
son más profundas se realizan en quirófano de forma ambulatoria para usar el intensificador de rayos X para tener la certeza de que se está dentro de la articulación. Ocasionalmente, se puede usar la ecografía, pero esta técnica no es válida para infiltrar en la columna.
¿Qué sustancias se emplean en las infiltraciones?
Tradicionalmente las sustancias que se infiltraban eran la anestesia y los corticoides, pero actualmente hay otros productos beneficiosos que se aplican a través de infiltraciones y que tienen efectos muy positivos. Hablamos concretamente del ácido hialurónico y del plasma rico en factores de crecimiento.
En lo que a las infiltraciones de plasma rico en factores de
crecimiento se refiere, cabe recordar que la articulación es un espacio avascular, es decir, no hay vasos sanguíneos, y la nutrición del cartílago es a partir del líquido sinovial. Por lo tanto, la capacidad de los factores de crecimiento que existe en las membranas de las plaquetas de favorecer el crecimiento del tejido donde se infiltra solo puede desarrollarse en un contexto de aporte sanguíneo y este no es la articulación.
Por otra parte, el ácido hialurónico tiene dos mecanismos de actuación,
uno biológico – al ser uno de los componentes del cartílago-, y otro físico -debido a que es un mucopolisacarido, esto es una sustancia gelatinosa, que engrasa la articulación-. Si engrasamos se irrita menos y se genera menos dolor, y además roza menos y por lo tanto se desgasta menos, alargando la vida de la articulación.
El usar uno u otro fármaco va a depender de cada caso.