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EL ARTE DE LA GUERRA DE SUN TZU

El arte de la guerra es un libro escrito hace aproximadamente 2500 años


probablemente entre los años 400 a.C. y 320 a.C. por Sun Tzu en la antigua China. Sun Tzu fue
un militar, estratega y filósofo de la antigua China a quien sus victorias en el campo de batalla
inspiraron a escribir El arte de la guerra. Se calcula que vivió alrededor del siglo V a. de C. Su
nombre de nacimiento era Sun Wu, hoy en día lo conocemos por su título honorífico, Sun Tzu,
que en español traduciría ‘maestro Sun’.

El libro es un tratado sobre práctica militar y estrategia de guerra que se fundamenta


en principios de la doctrina taoísta, en este sentido, es un texto que nos ayuda a comprender
mejor la naturaleza de los conflictos, a analizar y evaluar las mejores alternativas para su
solución. Es considerado uno de los mejores y más vigentes libros de estrategia militar de
todos los tiempos. Sus enseñanzas han tenido influencia a lo largo de la historia sobre grandes
estrategas de la guerra y la política de Oriente y Occidente.

Aunque el libro está orientado en un principio a su aplicación en conflictos bélicos, sus


enseñanzas pueden ser aplicadas a todas las facetas de la vida en el caso de que exista un
conflicto, ya que analiza la guerra en sentido amplio y no se centra únicamente en la batalla.
Eso sí, debemos hacer un pequeño esfuerzo en abstraernos y no aplicar el libro de forma
literal, sino aplicar sus enseñanzas analógicamente a otros aspectos de la vida. Es así como sus
enseñanzas son aplicadas en los más diversos campos de la actividad humana, no solo para la
estrategia militar, sino también para la política, la diplomacia, los negocios, la gestión de
conflictos, los deportes y la vida cotidiana.

En él se refiere la importancia de adaptar la estrategia a las condiciones y


circunstancias en que nos encontremos, se habla sobre algunos de los factores prácticos que
deben ser tenidos en cuenta, como la organización, la planificación y el abastecimiento, pues
son determinantes en la batalla. También es abordada y analizada la cuestión del terreno y su
reconocimiento. Entender las ventajas y desventajas que ofrece cada tipo de terreno es otro
aspecto clave para lograr la victoria. Del mismo modo, se previene sobre los beneficios y
perjuicios del uso de fuego en la batalla, y se analiza las ventajas e importancia del uso de
espías como instrumento de información.

Sun Tzu hace referencia a la importancia del liderazgo para la victoria. Un liderazgo
basado en la justicia permite que el general se gane la confianza de sus soldados y tenga su
voluntad y su buena fe para conducirlos. Un liderazgo contrario a la justicia solo ocasionaría
rebeldía, desconfianza y falta de disciplina, lo cual es sumamente perjudicial en el orden militar
cuando se afronta una batalla. Comenta Sun-Tzu que se debe de tener un ejército unificado a
fin de que luchen juntos por el mismo fin, menciona así mismo que el general que comanda un
ejército debe de ser tranquilo y oscuro, correcto y autodisciplinado y ser capaz de dejar
estupefactos los ojos y oídos de los oficiales y las tropas manteniéndolos ignorantes.

Manifiesta que la batalla debe ser consecuencia de la organización y la estrategia.


Quienes carecen de este tipo de planificación están condenados a la derrota. Es una frase que
habla, pues, de la importancia de los cálculos estratégicos en la guerra y de los peligros de la
impulsividad. Habla de “Planear las Ofensivas” y dice que la victoria debía lograrse con el
mínimo de sacrificio posible de hombres y materiales. El más alto ideal es sojuzgar al enemigo
sin luchar, frustrando sus planes, desbaratando sus preparativos y minando sus alianzas,
porque las victorias así logradas conservarán intacto al estado y aumentará su poder y su
imponencia. Si la guerra es inevitable un general astuto buscará conquistar al enemigo con la
mínima destrucción por ambos lados, tratando de evitar conflictos prolongados; hace énfasis
en que el uso de la inteligencia militar es necesario así como que también necesaria es la
autoevaluación; hay que ver hacia adentro para conocerse al cien por ciento a fin de que no
hayan sorpresas desagradables tales como descubrir que las estrategias son inapropiadas o
que no hay entendimiento de las capacidades y deficiencias.

“El ser inconquistable está dentro tuyo, el ser conquistable está dentro del enemigo”
Quien posee excelencia en la guerra puede hacerse inconquistable, pero no necesariamente
puede tornar conquistable al enemigo” Sun-Tzu dice que por el hecho de ser los mejores no
significa que el enemigo ya está derrotado, sino que se deben de crear las condiciones que
conduzcan a la derrota del enemigo, ya sea por medio de ardides o trampas, de tal manera
que el enemigo se confíe y se convierta en presa fácil.

Algunas de las enseñanzas fundamentales del libro son que lo ideal es vencer sin
luchar y que la guerra se basa en el engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la
importancia de saber ajustarse a las condiciones, ser capaces de defender las ventajas,
aprovechar las oportunidades y tener claridad de visión y un sólido liderazgo. Según Sun Tzu,
otro de los principios fundamentales del arte de la guerra descansa sobre la necesidad
de saber practicar el arte del engaño para confundir y debilitar al enemigo. Además, también
se aconseja el aprovechamiento y mantenimiento no solo de las ventajas, sino, más
importante aún, de las oportunidades que se presenten. De allí la importancia de mantenerse
en todo momento atento al curso de los acontecimientos Uno de los aspectos claves del arte
de la guerra es manejar el arte del engaño. La estrategia militar supone engaño, trazar
estratagemas que confundan al enemigo, que le dificulten prever la dirección de tus acciones.
Mediante el engaño y la sorpresa se puede lograr vencer al enemigo.

Un principio básico del arte de la guerra es aquel que preconiza que lo más
conveniente es vencer evitando la batalla, valiéndose de la estrategia. Para ello, refiere que,
antes de entrar en la guerra, existen algunas cosas que se debe intentar, principalmente, tratar
de desmantelar la conspiración y los planes del enemigo, y luego disolver sus alianzas. El
siguiente paso sería, entonces, atacar al ejército. No obstante, se afirma que el verdadero
maestro debe evitar la batalla, y debe tratar de vencer sin guerra. La clave es, pues, vencer con
estrategia. Uno de los aspectos en los que Sun Tzu hace especial hincapié en el arte de la
guerra es en la importancia vital de la información. Eso sí, lo que no debemos hacer es utilizar
espías y buscar información privilegiada a la hora de invertir en bolsa si no queremos acabar
entre rejas.

Otro aspecto crucial de índole filosófica que aborda el libro es el de la importancia de


conocerse a sí mismo y al enemigo, pues esto conduce a la invencibilidad. También explica la
importancia de ser flexible en la batalla y saber adaptarse a las circunstancias, así como saber
visualizar las señales sutiles que permitan al general conducir a su ejército a la victoria.
En un párrafo dice “Así es que se dice que si conoces a los otros y te conoces a ti
mismo, tu victoria no se verá en peligro. Si conoces el Cielo y la Tierra, tu victoria será
completa”. Lo que se puede interpretar como que el comandante en jefe no puede
simplemente conocer sus fuerzas, sino que debe también analizar al enemigo y sus
capacidades, ya que esto le permitirá tener un dominio de la situación. Sun Tzu se refiere aquí
a la importancia del general conocer sus ventajas y desventajas, sus fortalezas y debilidades,
para así dominarlas, saber ocultarlas y sacar provecho de ellas. Además, señala también que es
importante lograr conocer bien al enemigo en la misma medida para tener una idea clara de
cómo vencerlo. El desconocimiento de uno de estos aspectos supone dejar a la suerte el
resultado de cada batalla.

Finalmente, para entender libro, es importante saber que este se fundamenta en


buena medida en el sistema de pensamiento del taoísmo. Así, en sus enseñanzas se traslucen
algunos principios del Tao, como el de la mínima acción y el menor esfuerzo para conseguir el
máximo resultado, la espontaneidad y la adaptación al curso natural de las cosas, la capacidad
para determinar el momento adecuado para actuar, y la consideración y el respeto por el
enemigo, entre otras cosas. El general no puede trabarse en batalla por una frustración
personal. Cuando es ventajoso, muévete; cuando no lo es, detente. La ira se puede revertir a
felicidad, la molestia se puede revertir a alegría, pero un estado vencido no se puede revivir,
los muertos no se pueden volver a la vida”. El fuego era muy utilizado en los combates a lo
largo de la historia de China, lo utilizaban para asaltar objetivos limitados, tales como pueblos
fortificados o campamentos protegidos.

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