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LA VANGUARDIA INTERNACIONAL: EUROPA Y AMÉRICA LATINA (POESÍA PERUANA DE

VANGUARDIA) POR LUIS FERNANDO CHUECA FIELD; resume by. Álvaro Gamonal.

1.- La Vanguardia internacional: Europa y Latinoamérica.

El término vanguardia “llegó a designar el pequeño grupo de escritores y artistas avanzados que
transfirieron el espíritu de crítica radical de las formas sociales al dominio de las formas
artísticas” (Chueca 2009: 13). Entre los más importantes destaca Jean Arthur Rimbaud.

En el año de 1920, la vanguardia, como concepto artístico, se había hecho lo suficientemente


comprensiva como para designar a todas las nuevas escuelas cuyos programas estéticos se
definían por su rechazo al pasado y por el culto a lo nuevo. Esto se expresaba, especialmente,
en el discurso pletórico de violencia verbal.

Para entender los inicios de la vanguardia es necesario empezar por los años o décadas que
impactaron al mundo. Estos hechos, ocurridos en estos años, obligaron a percibir el mundo de
una forma distinta. Entre estos tenemos, el crecimiento de las metrópolis (la expansión de las
ciudades y sus habitantes), la industrialización, el desarrollo tecnológico avanzado- aquí se
observa la idea de renovación constante y las sensaciones de una velocidad de la vida cotidiana.
Asimismo, los profundos cambios en la comprensión de la identidad del ser humano, el
funcionamiento del planeta dominado por las elites imperialistas, las grandes potencias, como
la idea de un cambio de la sociedad por medios revolucionarios (aquí se puede observar como
la seguridad se estaba desplomando). Ante esto, la pérdida de confianza de los individuos que
pertenecían a ese entorno social se hacía inminente. Además, surgía la necesidad de buscar un
nuevo refugio para permanecer seguros antes los diferentes cambios de la sociedad.

Por todo esto, las vanguardias proponen el rechazo a la verosimilitud, el cual representa el arte
viejo, que para los vanguardistas era insuficiente para dar cuenta de la realidad que se estaría
presentando alrededor de este siglo. Por lo expuesto, los vanguardistas estaban convencidos de
ser parte de la avanzada que abría ese mundo que no se ha descubierto. Además, pretendían en
ir en pos de lo nuevo. “Tenían la sensación de que todos eran parte de una aventura auroral que
los unía inequívocamente y que los llevo a buscar el contacto a través de viajes y
correspondencias, a compartir espacios en revistas y a componer una escena en que todos ellos
reconocían”. En este sentido, la palabra vanguardia pasó a asociarse con la agitación a las
décadas iniciales del siglo XX.

El recorrido para llegar al año de 1925, este fue como la explosión del manifiesto vanguardista,
fue muy intenso y crítico, como el estallido de la revolución rusa. Es así como uno de los primeros
manifiestos vanguardistas fue EL PRIMER MANIFIESTO FUTURISTA. En este se afirmaba, y suena
algo escandaloso, de que un automóvil de carreras, que parece correr sobre metralla, es más
hermoso que La Victoria de Samotracia, y la declaración de demoler bibliotecas y museos,
porque estos eran como cementerios, representaron sin duda un punto de inflexión decisivo
para sellas el carácter agresivo del discurso vanguardista. Alrededor de estos años se fue
gestando el cubismo y el expresionismo, así como varios movimientos literarios. Es así que, al
llegar la tercera década del siglo, las ideas de renovación estética y revuelta estaban también
claramente expandidas en los países de Europa Oriental, así como en Latinoamérica.

De esta manera, las corrientes vanguardistas coincidían, a pesar de sus diferencias, en la


búsqueda de expresiones artísticas acordes con los nuevos tiempos y sensibilidades. Pero lo más
resaltante es que la mayoría compartía una perspectiva UTÓPICA, pues entrar en la vanguardia
es entrar de lleno en el terreno de la utopía, en la visión de un mundo mejor. Y es también situar
al arte en dependencia de una responsabilidad moral directa. No se trata ya únicamente de las
responsabilidades del artista con su obra o sus clientes. Es un compromiso de mayor alcance.
Para algunas escuelas, se trataba más bien, en tanto reconocían que el problema del arte no
radicaba ni única ni centralmente en cuáles eran sus características formales, sino en CÓMO SE
ARTICULABA EN LA SOCIEDAD. En este sentido, Peter Burger sostiene que: “A los movimientos
de vanguardia europeos se les puede definir como un ataque al estatus del arte en la sociedad
burguesa. No impugnan una expresión artística precedente, sino la institución arte en sus
separaciones de la praxis vital de los hombres. Asimismo, plantean que la exigencia de que el
arte vuelva a ser práctico en el sentido de que va dirigida contra el funcionamiento del arte en
la sociedad, que decide tanto sobre el efecto de la obra como sobre su particular contenido.

En este sentido, lo propuesto de Burger obliga a concluir que el objeto final de la recusación
mencionada no era prioritariamente la institución arte sino la praxis vital de la sociedad
burguesa.

A continuación, se mostrará los acontecimientos más populares para el desarrollo de las


vanguardias.

1) EL ESTALLIDO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL: El despliegue militar que supuso la


inédita dosis de horror y muerte confirmaron las percepciones de que el esquema de
valores de la sociedad de burguesa, su razón instrumental y la idea de progreso
resultaban nocivos y degradantes para el ser humano. A partir de estos lo vanguardistas
fortalecieron sus convicciones sobre la necesidad de enfrentar radicalmente el sistema
y la moral imperantes.
2) TRIUNFO BOLCHEVIQUE EN LA REVOLUCIÓN RUSA: Esto acrecentó las expectativas de
una alternativa al desarrollo capitalista y las atroces consecuencias de su fase
imperialista, y se mantuvo, al menos durante algunos años, como un claro referente a
una utopía social.
3) LAS GRANDES METRÓPOLIS COMO ESPACIOS DINÁMICOS DE ENCUENTRO SOBRE TODO
A PARTIR DE LAS INTESAS MIGRACIONES HACIA ESTAS EN LA EUROPA DEL SIGLO XX: Lo
más importante de las metrópolis fue que implico una movilización por la complejidad
y sofisticación de las relaciones sociales en los casos más importantes, como la libertad
de expresión que resultó determinante para la configuración de los lenguajes y las
rupturas formales de la vanguardia. Es decir, el lenguaje se percibió de una manera
completamente diferente.

En este sentido, ¿en nuestro contienen existieron razones para que se desate una
vanguardia? Buena parte de la crítica contemporánea afirma que sí hubo razones para que
exista una vanguardia Latinoamericana. De esta manera, aunque la acelerada
industrialización, el cine y los nuevos medios de comunicación, entre otros, fueron parte, en
mayor o menor medida en los países de Latinoamérica, existe razones para un surgimiento
de una vanguardia latinoamericana, a pesar de que las ciudades latinoamericanas no
alcanzaron ni el crecimiento ni el desarrollo de las europeas, pero en ellas se vivieron
también procesos de modernización que, aunque diseñados desde los grupos de poder y
apoyados en estructuras verticales excluyentes, ofrecieron de todos modos los requisitos
suficientes como para imaginar proyectos de modernidad e incluso estimularon a muchos
escritores a realizar simbólicamente, a través del discurso literario, esa modernidad que les
era esquiva o ausente desde el punto de vista material. Todo esto llegó a contribuir a que
también se llegara a experimentar con intensidad, desde temprano, el deseo compulsivo de
la diferencia y de la negación del pasado.
En este contexto, es como la vanguardia Latinoamérica comenzó a gestarse NO como copia
de la europea, sino indagando en sus propios caminos. Otra evidencia de la ruptura con el
modernismo, aunque todavía no desde una postura netamente vanguardista, fue el interés
por el trabajo poético de José María Eguren. En su libro Simbólicas evidenció una opción
estética muy distante del modernismo peruano. Queda claro entonces que ya se estaban
gestando inquietudes renovadoras en el terreno de la poseía. Por otro lado, si bien, como
es obvio La Gran Guerra no afectó de una manera notoria en Latinoamérica, sí trajo
consecuencias que entraron en conjunción con el agitado escenario que se experimentaba.
Es decir, la integración de Latinoamérica en el área hegemónica de los Estados Unidos de
Norteamérica desarrollo la idea de una nueva etapa de modernización, en el cual se
encontraba el comercio exterior, la internacionalización, el crecimiento de las ciudades, la
población, el beneficio que ganaba los burgueses de ese entonces, etc. Todo ello
evidenciaba un panorama nuevo en la configuración social.

En suma, se puede decir que al llegar los años veinte, existía ya un impulso vanguardista
importante en Latinoamérica, que se manifestó rotundamente en 1922 con la publicación
de Trilce de Cesar Vallejo y de Veinte poemas para ser leídos en tranvía de Oliverio Girondo.

¿Cómo caracterizaba a los poemas de vanguardia?

La lírica vanguardista renueva el lenguaje y los fines de la poesía tradicional. La nueva poesía
desecha el uso racional del lenguaje, la sintaxis lógica, la forma declamatoria y el legado
música (rima, métrica, moldes estróficos), dando relevancia al ejercicio continuado de la
imaginación, a las imágenes insólitas y visionarias, a la nueva disposición tipográfica, a
efectos visuales y a una forma discontinua y fragmentada. En los poetas Latinoamericanos
se observa una mayor libertad y soltura para procesar tales recursos expresivos. Incorporan
en sus poemas elementos tradicionales, culturas propias de esas tierras (aquellos vinculados
con el indio, el negro, el mestizo, el campesino). Asimismo, configuraron en sus textos
lugares más concretos, históricamente ubicables.

Por último, no hay un acuerdo entre los críticos con la relación al final de la vanguardia
Latinoamericana. Xd fin papu xd.

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