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3.

Participación política y lucha por la conquista del poder político

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y LA LUCHA POR EL PODER – UCAB. afirma: “La política


se entiende como el medio para acceder al poder y mantenerse ejerciéndolo. Hay formas de
perversión de la política, en la que ésta se asume no como un mecanismo para evitar la guerra, sino
como una forma aceptada e ilimitada de guerra, y concebida de esta manera, en la lucha por el
poder está permitido todo, pasando por la violación de las leyes, e incluso llegando a la eliminación
del contrario”1. De modo que, la política es un instrumento para los que entran a tallar a tomar el
poder; sin embargo, la participación de los agentes involucrados en muchas veces no se da de
manera bajo el marco normativo del respeto de la buena convivencia, sino se da mediante el
ejercicio de la violencia. Este queda legitimado por quienes lo ejercen cuando toman el poder; más
aún, cuando dice que el fin justifica los medios.
3.1. Participación política individual y colectiva
Para FRANCISCO LETAMENDIA BELZUNCE es lo siguiente: “En cuanto a los actores, se
analiza la acción política individual (participación política y voto) y la acción colectiva: teorías y
actores colectivos (partidos políticos, grupos de interés y sindicatos, movimientos sociales, medios
de comunicación)”2. Así que, cuando nos remitimos en cuanto a la participación política individual,
es hablar más notoriamente en el voto que deposita un elector para la elección de la autoridad y
esto es entendido un acto político; mientras la participación política colectiva es lo concerniente a
partidos políticos, grupos de interés, movimientos gremiales y otro que están de su límite.
3.2. Conducta política individual y colectiva
ALEJANDRO MORENO, sostiene: “Pocos conceptos han sido tan centrales y a la vez tan
comúnmente utilizados para entender las elecciones y los sistemas de partidos, en general, y las
actitudes y el comportamiento político en particular, como la Identificación partidista”3. En
definitiva, es manifiesto que la conducta política individual sale al relieve de la sociedad en que
cómo una persona manifiesta su conducta, en este caso podemos decir, que tal acto sale al flote

1
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y LA LUCHA POR EL PODER – UCAB. Consultado en:
http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/CDH/Lineastematicas/anexo3.pdf Pág. 1.
2
LETAMENDIA BELZUNCE, Francisco. Ciencia política alternativa. Editorial Fundamentos. Primera Edición.
Madrid 2001. Pág. 77.
3
MORENO, Alejandro. El votante mexicano. Editorial Fondo de Cultura Económica.com. Primera Edición. México
2003. Pág. s/p.

1
mediante la identificación con un determinado partido político por el lado macro; también en lo
regional es igual la situación.

EDUARDO GONZÁLEZ CALLEJA, fundamenta: “(…), la creciente ideologización e


instrumentalización de la violencia con arreglo a pautas deliberadas de conducta política colectiva,
o la generalización de su valoración ética como un hecho anormal, intolerable y aberrante (…), son
elementos que diferencian la violencia política propia de las sociedades evolucionadas de la
violencia cotidiana y rutinaria de los tiempos antiguos”4. Por esto, la conducta colectiva se vuelve
un tanto complejo cuando manifiesta como instrumento de control mediante la violencia política,
expresado en sus diversas dimensiones. Tal es así, que tales conductas cuando se desborda fuera
de los límites de lo normal aceptado por la muchedumbre, es catalogado parafraseando hasta con
las primeras formaciones de la sociedad de los tiempos antiguos.
3.3. El político
JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, expresa: “El político ha de ser fuerte y hábil; ésta es la doctrina de
Maquiavelo. El león y la vulpeja le suministran un ejemplo para hacer patente, resaltante, su idea.
Es necesario dice Maquiavelo ser vulpeja para conocer los lazos y ser león para espantar los lobos:
(…)”5. Así que, en el escenario del ejercicio de la política, el político tiene que ser astuto, es decir,
tiene que ser fuerte y hábil ante las circunstancias que se le presenten. Solamente de esa manera
puede enfrentar la coyuntura del momento. Además, eso de lo político se establece con la sociedad.
3.4. El perfil del político
JOSÉ OROSA GONZÁLEZ, manifiesta: “El objeto de la técnica de mercado es analizar lo que el
mercado necesita, lo que solicita de los políticos y hacia dónde evoluciona. A partir de ella se
obtendrá el perfil del líder o candidato, el programa político y el medio publicitario más adecuado
para llegar al electorado”6. En consecuencia, el perfil político obedece munchas veces al contexto
del momento en que se realiza y como es sabido responde al objetivo de los promocionadores de
los políticos, es decir, los financistas. Cuando lo habitual sería que el perfil fuera de acuerdo a la
demanda de las amplias mayorías, es decir, el pueblo; sin embargo, no ocurre eso, pues un solo

4
GONZÁLEZ CALLEJA, Eduardo. La violencia política. Editorial CSIC. España 2003. Pág. 52-53.
5
MARTÍNEZ RUIZ, José. El político. Editorial fondo de cultura económica.com. Primera edición electrónica. México
2012. Pág. s/p.
6
OROSA GONZÁLEZ, José. El marketing de los partidos políticos. Editorial Erasmas. Barcelona 2009. Pág. 53.

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grupo es lo que determina, tergiversando los intereses de las mayorías.

También, JOAN RIDAO, manifiesta: “Otro perfil es el de portavoz político. En este caso, quien
tiene la misión de comunicar en nombre del gobierno no solo posee un cursus honorum politizado,
sino que, como ahora veremos, incluso puede ocupar un cargo político dentro de Ejecutivo. La
defensa de un portavoz con perfil político implica admitir que para ejercer este cometido es tan
importante tener dotes comunicativas como dominar el contexto político y controlar el trasfondo
político de sus declaraciones”7. De ahí que, cuando se habla del perfil político, es referirse también
a uno de los actores del aparato estatal, en este caso al perfil del portavoz del gobierno. Este
personaje tiene que tener el perfil de dominio suficiente y certero del contexto del escenario en que
se desarrolla tal régimen, para así proveerle la información fiel al gobierno y así el conductor de la
política nacional puede conducir debidamente por el buen sendero a los gobernados y no se
produzca un desgobierno.
3.5. Bases principistas y programáticas de la organización política
UNIVERSIDAD DE TEXAS, afirma: “La política no es un juego de niños, se ha dicho ¡Nada
más evidente en esa época terrible de enfrentamiento a la barbarie fascista! Tampoco es un “juego”
para “principistas de gabinete”. Es necesario, en todo momento, poseer objetivos claros y encontrar
los caminos adecuados”8. De manera que, hablar de bases principistas es tener en claro un principio
fijo que no responda a juego. En esa medida los objetivos tienen que ser claros, para que de esa
manera sea veraz, direccionador de la política y que no conduzca a un desgobierno que puede ser
un tanto letal para los menos favorecidos, que son quienes los que sufren las consecuencias.

En este mismo sentido, INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA


AGRICULTURA, sostiene: “(…), la unidad de programación (…) concebida como una instancia
para generar alternativas de medidas de política, al carecer del marco global que confiere un plan
sectorial debidamente formulado y en ejecución, solo puede contribuir al manejo coyuntural de los
problemas sin discernir sobre prioridades y preferencias que deben concederse en la ejecución de

7
RIDAO, Joan. Comunicación política y gobierno de coalición. Editorial UOC. Primera edición digital. Barcelona
2016. Pág. s/p.
8
UNIVERSIDAD DE TEXAS. Bases de nuestro tiempo. Editorial Las bases. México 2008. Pág. 290.

3
los proyectos de especial interés para el gobierno”9. Por lo cual, la programación de la organización
política es de significado trascendental, ya que permite tomar medidas alternativas al común
empleado por los políticos que lo hacen su programación política a como sea, tan solamente con el
afán del momento, solo por apetitos personales. Descuidando el verdadero interés y necesidades
que tiene el pueblo sufrido.
3.6. Factores sociales, del comportamiento político
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, asevera: “(…), los factores de carácter individual no pueden
explicar enteramente las acciones y opiniones de los ciudadanos. Junto con estos factores, el
comportamiento político debe ser entendido en términos de la relación de las personas con el
entorno y los factores ambientales que afectan las decisiones individuales (…). En otras palabras,
las decisiones políticas de los ciudadanos están ubicadas en la intersección entre las características
personales de los ciudadanos, y las oportunidades y restricciones impuestas por el contexto”10. De
modo que, el factor social juega un papel muy importante, y por ende en el comportamiento político
cuando se personifica. Pues el comportamiento individual no determina para nada el
comportamiento de la colectividad. Sin embargo, la intersección y el tener en común de los
individuos los une a los ciudadanos y sumado a ello el ambiente que son los determinantes que
exhibe el comportamiento político y que es una fuerza importantísima.
3.7. Desarrollo de la participación política
PEDRO IBARRA y KOLDO UNCEDA, sostienen: “La participación política es decidir
colectivamente en lo político. Pero la participación política no supone instituir al poder político
formal y democráticamente constituido. Ni la participación política sustituye por definición
conceptual al Estado democrático en aquellas funciones que éste debe llevar a cabo, ni la
participación política trata de eliminar, de sustituir, aquellas instituciones del poder político surgido
de procesos democráticos”11. Por consiguiente, el desarrollo de la participación política es actuar
en la toma de decisiones del fin público de la colectividad; mientras que, si una colectividad no

9
INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA AGRICULTURA. Bogotá 1986. Pág. 21.
10
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES. Conflicto armado, seguridad y construcción de paz en Colombia. Editorial
Uniandes. Primera edición. Bogotá 2010. Pág. 163.
11
IBARRA, Pedro y UNCEDA, Koldo. Ensayos sobre el desarrollo humano. Editorial Icaria. Barcelona 2001. Pág.
112.

4
participa, eso ya no es desarrollo de participación política. Esto en el lenguaje pueblerino se puede
llamar en vez que crecimiento un retroceso.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

GONZÁLEZ, E. (2003). La violencia política. España: CSIC.

IBARRA, P. y UNCEDA, K. (2001). Ensayos sobre el desarrollo humano. Barcelona: Icaria.

INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA AGRICULTURA. (1986).


Bogotá

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y LA LUCHA POR EL PODER – UCAB. Obtenido de


http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/CDH/Lineastematicas/anexo3.pdf

LETAMENDIA, F. (2001). Ciencia política alternativa. Madrid: Fundamentos.

MARTÍNEZ, J. (2012). El político. México: Fondo de cultura económica.com.

MORENO, A. (2003). El votante mexicano. México: Fondo de Cultura Económica.com.


OROSA, J. (2009). El marketing de los partidos políticos. Barcelona: Erasmas

RIDAO, J. (2016). Comunicación política y gobierno de coalición. Barcelona: UOC.

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES. (2010). Conflicto armado, seguridad y construcción de paz en


Colombia. Bogotá: Uniandes.

UNIVERSIDAD DE TEXAS. (2008). Bases de nuestro tiempo. México: Las bases.

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