Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONCEPTO
El fenómeno de la nulidad no es específico de una rama del Ordenamiento
jurídico, pues puede encontrarse tanto en el Derecho público (nulidad de la ley, del
reglamento o del acto administrativo) como en el Derecho privado (nulidad de un
negocio). En todos estos casos la nulidad está vinculada al incumplimiento de los
requisitos que condicionan la eficacia jurídica de cualquiera de las figuras
jurídicas.
Acto nulo es aquél que no cumple alguno de los requisitos esenciales que la ley
procesal exige para su constitución, por lo que no produce los efectos que debió
producir o, al menos, sólo los produce provisionalmente. Se trata, por tanto, de
una sanción que la ley determina para el acto procesal que ha incumplido algún
presupuesto o requisito considerado esencial, sanción que consiste en la no
producción de los efectos jurídicos que son propios de ese acto.
Naturaleza jurídica
El art. 615 dice que la nulidad se interpondrá ante el tribunal que haya dictado la
resolución o infringido el procedimiento, y con ellos nos está dando la
característica esencial de los remedios: conoce de la misma el órgano
jurisdiccional que dictó la resolución que se impugna o que tramita el
procedimiento. Estamos, pues, ante un remedio y no ante un recurso, a pesar de
lo que se viene sosteniendo en la práctica judicial.
2) El art. 617, párrafo 2. °, añade que la nulidad de las sentencias o de los autos
sujetos a apelación o a recurso de casación, sólo puede hacerse valer dentro de
los límites y según las reglas propias de estos medios de impugnación.
Entonces cuando estamos ante un vicio capaz de impedir que el acto produzca los
efectos que le son propios. La situación es muy distinta cuando lo que se trata es
de que en una resolución judicial se ha aplicado erróneamente una norma
material, es decir, una norma con la que debe, decidirse sobre la estimación o
desestimación de la pretensión interpuesta por el actor o sobre la estimación o
desestimación de una excepción perentoria opuesta por el demandado; entonces
no debe hablarse de validad de la resolución.
Se podría decir que una cosa es el vicio en la tramitación del proceso, el defecto
procesal en un acto procesal o resolución judicial, que no toma en cuenta la
"justicia" del contenido del mismo, y otra cosa es el error en la decisión del
proceso, la "injusticia" que sobre el tema de fondo se cometa.
2) Después se dice, en el art. 613, que procede el remedio nulidad contra las
resoluciones cuando no sea procedente el recurso de apelación.
3) Se sigue diciendo, en el art. 615, que contra el auto que resuelve el remedio de
la nulidad cabe apelación.
4) Se acaba expresando, en el art. 617, párrafo 3. °, que si el tribunal de apelación
declara la nulidad de la sentencia, resolverá también sobre el fondo del litigio.
Por este extraño camino resulta que contra algunas resoluciones cabe apelación y
contra otras resoluciones no, pero que si la parte interpone el remedio de la
nulidad contra la resolución que no es directamente recurrible en apelación, el
tribunal superior posteriormente puede terminar resolviendo también sobre el
fondo del litigio por la apelación interpuesta contra el auto que resuelve la primera
instancia de la nulidad. Como dice Aguirre Godoy "el absurdo es evidente".
Consecuencias de la confusión
La señalada confusión ha originado en la práctica forense, un uso desmedido y
abusivo que hacen los litigantes de este remedio procesal, al grado que resulta
raro el proceso, de la naturaleza Ve fuere, en el que no se interponga por los
menos Una nulidad. A ello contribuyen en gran medida los jueces y por variadas
razones:
1) Porque acceden a darle trámite a cualquier nulidad que se les proponga, lo que
obviamente incide en el trámite normal del proceso.
3) Por la timidez de los juzgadores en aplicar los apremios que les faculta la LOJ a
los litigantes que interponen recurso o incidentes frívolos o improcedentes, aunque
la multa resulte ridícula, pues puede incluso sancionarlos con la separación de la
dirección del proceso.
4) Porque han perdido el norte respecto de las costas de las actuaciones nulas,
que son a cargo de los funcionarios o empleados públicos, en forma solidaria, si
les fueren imputables, y la norma expresamente prevé que en la resolución que
declare la nulidad se haga el pronunciamiento sobre costas y se ordene a la
secretaria la formación del proyecto de liquidación del caso (art. 618). Como es
lógico, no hay juez o empleado que vaya a formar una liquidación de esta
naturaleza. Lo que no dice la norma es a favor de quién se hará la liquidación de
costas.
A lo anterior hay que añadir que, por la defectuosa regulación de este remedio
procesal, al no hacer distinción entre los dos supuestos que establece (violación
de ley material e infracción de procedimiento), los litigantes lo hagan valer sin
advertir de su diferencia. No falta alguna ocasión en que los tribunales han
pretendido realizar la distinción entre ambos supuestos.
Procedencia
a) La determinación de contra qué cabe el remedio se hace en el Código
atendiendo a dos reglas, una positiva., y otra negativa:
Estamos en este segundo caso ante una norma con doble contenido pues más
que establecer casos de improcedencia de la nulidad, la que hace es determinar
quién está legitimado para interponer el remedio. La manera de determinar la
legitimación lleva a entender, en sentido contrario, que puede interponer el
remedio la parte que no se encuentre en alguna de esas situaciones, incluso
aquella de la que no pueda considerarse que sufre algún gravamen.
b) Tramitación
El remedio debe interponerse dentro del plazo de tres días siguientes a la última
notificación: En realidad el art. 614 del CPCYM dice que el acto procesal se
entiende consentido tácitamente por el hecho de no interponer la nulidad dentro de
los tres días siguientes de conocida la infracción y que ese conocimiento se
presume desde la notificación, pero se ha aplicado aquí la regla general de que los
plazos deben computarse a partir del día siguiente al de la última notificación [art.
45, 3) de la LOJ].
Para el trámite el art. 615 del CPCYM se remite a lo dispuesto para los incidentes,
añadiendo que contra el auto que decida este incidente cabe apelación ante la
Sala respectiva o, en su caso (es decir, cuando la Sala conozca en primera
instancia, lo que sucede sólo en casos de responsabilidad civil de los jueces, art.
247), ante la Corte Suprema.
Decisión
Si el remedio de nulidad es desestimado no hay problema alguno, pues la
resolución o el procedimiento se convierte en firme. Los problemas atienden al
supuesto de que la nulidad sea estimada, pues entonces debe distinguirse:
De las actuaciones, y por el art. 617 sigue diciendo que esta nulidad no afecta a
los demás actos del proceso; además si la nulidad se refiere a una parte de la
resolución, no afecta a las demás partes y la resolución sigue produciendo sus
efectos.
El auto debe pronunciarse, además, sobre las costas de las actuaciones nulas, y
el art. 618 dice que esas costas serán a cargo de los funcionarios o empleados
públicos, en forma solidaria, si les fueren imputables, debiendo ordenarse al
secretario que proceda a la formulación del proyecto de liquidación del caso. Con
una norma dé este contenido no cabe extrañeza de que:
CAPITULO XXI
LA APELACION
El recurso de apelación
En el capítulo anterior dejamos establecida la distinción entre remedios y recursos
y, dentro de éstos, entre recursos ordinario y extraordinario, Y hay que empezar
ahora diciendo que la apelación es el modelo tópico de lo que es un recurso
ordinario.
Con uno u otro nombre se trata de un verdadero recurso, si bien el mismo es instrumental,
es el sentido de que él está al servicio de la admisión de un recurso de apelación. El ocurso
de hecho persigue que se admita el recurso de apelación que el Juzgado de Primera
Instancia declaró inadmisible. A este efecto.
De notificada la denegatoria, presentando escrito (de que cumplir los requisitos de una
primera solicitud, art. 61) en el que pedirá que se le conceda el recurso (art. 611, párrafo 1.)
Llama la atención en esta dispersión que la parte no tenga que presentar, junto con su
memorial, copia alguna ni de la resolución apelada, ni del escrito interponiendo el recurso
de apelación, ni del auto denegándole el recurso (aparte de las respectivas notificaciones)
2. La Sala remitirá original del ocurso al Juzgado d Primera instancia, para que el juez
informe, en el plazo de veinticuatro horas. A la vista del informe la sala resolverá el
ocurso dentro de otras veinticuatro horas, si bien puede pedir los autos originales
cuando lo estime indispensable (art. 612, párrafo 1.)
La sala puede, pues, decidir bien teniendo en cuenta el escrito de la parte y el informe del
Juez, bien reclamando que se le reemitan los autos originales. Esta petición de los autos
originales demorará, inevitablemente, la decisión en el ocurso; y esa demora es
consecuencia de no haberse previsto la presentación de las copias a que nos hemos referido
inmediatamente antes.
5. Cuando la Sala decida que el recurso de apelación debió admitirse para su trámite
revocará el auto de inadmisión del Juzgado de Primera instancia y, a partir de ahí
existen dos posibilidades de tramitación.
i. Si ya tiene los autos originales los pidió para decidir el ocurso, continuará la
tramitación del recurso de apelación, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 606.
ii. Si no tiene los autos Originales los pedirá al Juzgado, y continuará la
tramitación normal de la apelación.
A pesar, pues de l, de la regulación del ocurso de hecho en los arts. 611 y 612, es decir,
dentro del Título III, el dedicado al recurso de apelación, se trata de un recurso en sí mismo,
aun cuando sea instrumental por esta al servicio de la admisibilidad de la apelación.