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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación superior


Universidad Yacambu
Núcleo Portuguesa

ENSAYO DE TEORIA
ECONOMICA

Participante: Digmar M. Alvarez

Lapso: 2017-3

Expediente: ACP-163-00979P

Araure, 2017
ECONOMIAS CENTRALMENTE PLANIFICADAS
En el siguiente ensayo hare referencia a un tipo de sistema económico
en específico, es el llamado economía con dirección central, o
economía centralizada, o economía socialista.
La economía centralizada es aquella donde los factores de
producción están a manos del Estado que es el único agente
económico relevante. Por ello, el mercado pierde su razón de ser
como mecanismo asignador de recursos. Estas manipulaciones son
llevadas a cabo mediante planes económicos plurianuales (planes
quinquenales), donde se especifica detalladamente el suministro, los
métodos de producción, los salarios, las inversiones en
infraestructuras.
El mejor ejemplo para explicar este sistema es la antigua Unión
Soviética, país donde se estableció un sistema socialista centralizado
en 1917; asimismo rigió en los países socialistas de Europa oriental,
en la República Popular China, en otros países asiáticos y africanos, y
Cuba en América. En sus manifestaciones concretas, la economía
socialista, o centralizada o planificada igual que las economías
capitalistas o de libre competencia, muestra grandes diferencias tanto
en la forma como asigna los recursos como en la manera en que se
realiza la producción.
Examinaremos los elementos más esenciales del sistema
centralizado y que difícilmente encontraremos en su forma descrita en
algún caso real. Sin embargo la presentación de un sistema
simplificado ayudará a comprender las formas concretas y específicas
de la organización económica socialista, o centralizada o planificada.
Un sistema económico centralizado puede tipificarse a través de tres
características esenciales:
En primer término, el móvil del comportamiento de los individuos en la
esfera económica debe ser el logro del bienestar colectivo por encima
del bienestar puramente individual.
Ahora bien, las normas que definen el bienestar colectivo son
establecidas por la autoridad central del país, vale decir, la autoridad
política representada en el Estado. Este bienestar colectivo se define
en función de ciertas normas o reglas de carácter
doctrinario/ideológico, moral o político. Lo anterior no significa que
los individuos no se muevan en función del interés individual, pero un
interés individual supeditado al bienestar colectivo En segundo lugar
un sistema económico centralizado o socialista se ordena en función
de la planificación central establecida por el Estado. Es decir las
decisiones de los distintos individuos no son coordinadas a través del
mercado, como ocurre en la economía de libre competencia o
capitalista, sino que ellas deben regirse por pautas y normas que
establece la autoridad central. En tercer lugar, el sistema socialista se
caracteriza por el hecho de que los recursos productivos, tales como
el capital, la tierra y otros recursos naturales son de propiedad estatal.
El problema de qué producir en una economía socialista se resuelve
en una escala de prioridades establecida por la autoridad central, de
acuerdo a una valorización que dicha autoridad hace de las
necesidades individuales y colectivas. De acuerdo con esa escala de
prioridades establecida, la autoridad central de planificación procede a
formular un plan de producción que sirve de base para que todas las
empresas socializadas produzcan aquellos bienes y servicios
contemplados en el plan. Además, para cada bien y servicio se fija un
precio que sirve de base para que las empresas vendan la producción
a los consumidores.
El conjunto de precios resultantes conforma, al igual que en una
economía capitalista, un sistema de precios. Sin embargo el rol que
estos precios juegan es muy distinto en una economía que en otra.
En una economía socialista estos precios no juegan ningún papel en
la orientación de la producción. Por ejemplo, si por alguna razón, ya
sea cambio de los gustos o preferencias de la comunidad, aumenta la
demanda por el bien azul. En una economía de mercado esta
alteración de la demanda significaría un cambio en el precio, lo cual
sería un indicio para que los empresarios aumentaran la producción
de ese bien.
En una economía socialista el aumento de la demanda por un bien no
significa necesariamente una modificación en su precio. Simplemente
la cantidad demandada por dicho bien será mayor que la cantidad
producida y la reducción que se observe en los stocks o inventarios
mantenidos por las empresas estatales de distribución indicará al
órgano central de planificación que es necesario aumentar la
producción de ese bien porque no existe o está en un nivel mínimo, se
ha producido una discrepancia entre la cantidad que los compradores
quieren adquirir de ese bien y la cantidad disponible. Lo bien o mal
que resuelve el problema del qué producir una economía socialista
dependerá, desde luego, de la mayor o menor flexibilidad que tenga
el sistema de planificación para ir adaptando la estructura de la
producción a la estructura de la demanda.
En una economía de mercado la distribución del ingreso está influida
en forma importante por la concentración o distribución de la
propiedad privada de los medios de producción. En una economía
socialista, al no existir propiedad privada de los medios de producción,
no se generan ingresos por la propiedad de los recursos. Esto, como
norma general, ya que prácticamente en todos los países socialistas
existen formas de propiedad privada en algunos sectores de la
producción, como el sector agrícola, en el pequeño comercio, y en la
pequeña industria. Sin embargo su significación relativa es mínima
frente a la producción socializada.
Además en una economía socialista hay distintas formas de ingresos
indirectos que la población percibe a través de beneficios sociales
gratuitos. En todo caso las diferencias de ingresos que se observan
en los distintos tipos de trabajo no juegan en una economía socialista
el papel que juegan en una economía de mercado. En una economía
de mercado, por ejemplo, si se incrementa la demanda por expertos
en computación, seguramente va a aumentar fuertemente el salario
que estos profesionales pueden ganar, lo cual incentivará a que otras
personas se dediquen a la realización de trabajos de computación.
En una economía socialista en cambio, si existe una mayor demanda
por ese tipo de profesionales las autoridades encargadas de la
planificación educacional darán las instrucciones para que las
universidades (u otros lugares de estudio) amplíen las matrículas
correspondientes y así pueda suplirse el déficit de profesionales que
se haya observado. En ningún caso la remuneración de estos
profesionales se verá alterada, como ocurriría dentro de una
economía de mercado.
Una economía socialista resuelve el problema de cómo distribuir los
ingresos buscando un cierto balance o equilibrio entre la necesidad
de establecer diferencias de ingreso que estimulen a la población a
entregar las energías necesarias para las tareas productivas, sin llegar
a generar diferencias muy apreciables porque ello crearía tensiones
semejantes a las que se observan dentro de una economía de
mercado.

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