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Camino de Belén

12 Minutos y 11 Personajes. Dos hermanos preparan su viaje para ver al niño Jesús pero en el camino
se encuentran a varios viajeros necesitados a los que regalarán los presentes que llevaban para el
bebé.

CAMINO DE BELÉN
Texto adaptado de “La Navidad de los collas” por Esther Villanueva

PERSONAJES

HERMANA
HERMANO
VIAJERO 1
VIAJERO 2
VIAJERO 3
VIAJERO 4
VIAJERO 5
VIAJERO 6
VIAJERO 7
VOZ EN OFF
2ª VOZ EN OFF

ACTO I

(El escenario es la habitación de una casa. El hermano duerme. La hermana abre las
ventanas y lo despierta.)

HERMANA. Vamos (nombre) despierta. Ya ha amanecido. Tenemos que irnos.

HERMANO. (Remoloneando.) Pero si acabo de dormirme... ¿Por qué hay tanta prisa?

HERMANA. Porque tenemos que hacer una visita (le da algo de ropa para ponerse) Me ha
dicho Jacinta que al otro lado del monte, en Belén, ha nacido un niño muy importante.
Todos lo irán a ver y le llevarán regalos.

HERMANO. (Mientras se arregla.) ¿Importante? ¿Por qué?

HERMANA. Porque dicen que vino del Cielo para vivir en la Tierra y que cuando crezca
ayudará a todas las personas.

HERMANO. Y, ¿cómo se llama?


HERMANA. Se llama Jesús. Vamos, hay que prepararlo todo. (Coge una bolsa y van
metiendo todo lo que mencionan.)

HERMANO. Vamos a llevarle esta manta para que duerma bien abrigado. Y estas
sandalias, para cuando aprenda a caminar. Así las piedras no le harán daño en sus
piececitos.

HERMANA. ¡Ah! Mete también este queso de cabra. Seguro que le gustará.

HERMANO. ¿Y si llevamos este perfume?

HERMANA. Buena idea. Espera un momento que voy a buscar agua para el camino…
(Recoge unos recipientes y los coloca dentro de la bolsa.)

HERMANO. Bueno, ya está listo vámonos para poder llegar pronto.

(Salen.)

ACTO II

(El escenario es un camino. El decorado puede ser un fondo de campo. Los dos hermanos
se van a encontrar con distintos viajeros. Dos viajeros sentados al borde del camino.)

VIAJERO 1. Ayer se nos acabó la comida. Tengo hambre y no sé dónde vamos a conseguir
algo de comida.

VIAJERO 2. No te angusties. Estamos los dos igual. Seguro que por el camino habrá
alguien que pueda compartir su comida con nosotros. Mira (señalando por donde vienen
los hermanos) por ahí viene alguien.

(Entran los hermanos.)

VIAJERO 2. Esperad un momento, por favor. Estamos hambrientos y no tenemos comida.


¿No tendréis un poco de pan?

HERMANO. Bueno... No tenemos pan. (A su hermana.) Se nos ha olvidado la comida para


nosotros, Sólo llevamos el queso.

VIAJERO 1. ¡Queso! ¡Qué rico!

HERMANA. Sí, pero es un regalo para Jesús.

VIAJERO 2. (Desilusionado.) Ah... Bueno... Gracias de todos modos

(Se apartan. Los dos hermanos se quedan pensativos viéndolos irse.)

HERMANA. ¿Qué te parece si se lo damos?

HERMANO. Vale... Total... Tenemos otros regalos. (A los viajeros.) ¡Eh! ¡Esperad! (Les
entregan el queso.) Lo hemos pensado mejor. Que os aproveche.
VIAJEROS. (Despidiéndose agradecidos.) Gracias, muchas gracias.

(Salen. Entra el Viajero 3 como cojeando.)

HERMANA. ¿No es ese (nombre)?

HERMANO. Creo que sí. ¿Por qué anda así de raro?

HERMANA. Hola, (nombre) ¿Te pasa algo? (Señalando a las piernas.)

VIAJERO 3. Nada, que hace dos día se me rompieron las sandalias y hasta que pueda
conseguir unas nuevas... En este camino hay muchas piedras y estoy viendo las estrellas.

HERMANO. (A su hermana.) ¿Y si le damos las sandalias?

HERMANA. (Sacándolas.) Bueno... Son muy grandes y hasta que le sirvan a Jesús... (A
Viajero 3.) Mira, tenemos estas sandalias. Son tuyas.

VIAJERO 3. (Poniéndoselas.) Gracias, muchas gracias. Vosotros sí que sois buenos


amigos.

(Se despiden y continúan sus caminos.)

HERMANO. ¿No podríamos sentarnos a descansar un poco? Hace mucho calor y tengo sed.

(Se sientan, sacan el agua y beben los dos un poco, Enseguida aparecen otros dos
viajeros que corren hacia ellos y les quitan el agua de las manos.)

VIAJERO 4. ¡Esperad! ¡Dadnos un poco! (La cogen y se la beben entre los dos.)

HERMANO. (Protestando.) Pero que todavía nos queda mucho camino...

HERMANA. No te molestes, ya se la han bebido toda.

VIAJERO 5. (Devolviéndoles el recipiente.) Muchas gracias. Buen camino. (Salen


rápidamente.)

HERMANA. (Levantándose.) Anda, vamos, que nos queda mucho por andar.

(Aparecen otros dos viajeros. Uno ayuda al otro a caminar. Está herido. Lo ayudan a
sentarse.)

HERMANO. ¿Qué ha pasado?

VIAJERO 6. Estábamos cuidando el ganado. Se ha resbalado y se ha caído desde bastante


altura. Si no llego pronto al pueblo sus heridas se infectarán.

HERMANA. (Buscando en la bolsa.) Espera un momento. (Saca el perfume.) Es perfume,


pero puede ayudar a desinfectar la herida. (Cura al herido.) Ya está.

VIAJERO 6. Muchas gracias. Ahora ya está fuera de peligro.


HERMANO. ¿Podrá caminar?

VIAJERO 6. Yo creo que sí. Pero descansaremos un poco antes de seguir.

HERMANO. (Saca la manta de la bolsa.) Entonces coged esta manta. Pronto anochecerá y
no es bueno que pases frío.

VIAJERO 7. Muchas gracias por todo. Me gustaría poder pagaros de alguna forma.

HERMANA. No te preocupes. Lo hemos hecho con gusto. No necesitamos más


recompensa.

(Continúan el camino.)

HERMANO. (Nombre) ¿Te has dado cuenta de que no tenemos nada para regalarle a
Jesús?

HERMANA. (Preocupada.) ¡Es verdad! ¿Y ahora qué hacemos?

HERMANO. (Triste.) No podemos ir así, con las manos vacías. Tendremos que volver a
casa.

HERMANA. (Consolándolo.) Me hubiera gustado tanto regalarle algo a Jesús...

(Una luz brillante los interrumpe.)

VOZ OFF. Venid, benditos de mi padre. Heredad el reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me
disteis de beber; estuve desnudo y me cubristeis; enfermo y me visitasteis.

HERMANO. Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos


de beber?

VOZ OFF. De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
pequeños (salen todos los viajeros) a mí lo hicisteis.

2ª VOZ OFF. Cuando los corazones simpatizan con otros corazones agobiados por el
desaliento y la congoja; cuando la mano reparte a los necesitados; cuando los desnudos
son vestidos, los extraños bienvenidos a vuestra sala y tienen un lugar en vuestro
corazón, los ángeles se llegan muy cerca y resuena un acorde como respuesta en el
cielo.
La verdadera simpatía entre el hombre Y su prójimo ha de ser la señal que distinga a los
que aman y temen a Dios de los que no tienen en cuenta su ley.
¡Cuán grande es la simpatía que Cristo expresó al venir a este mundo para dar su vida
como sacrificio por un mundo agonizante!
Feliz Navidad

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