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Alumno: Gumecindo Cruz Cruz

Consigna 2: Un personaje adulto narra la siguiente anécdota,

viajaba en su auto con su familia y otro auto choca con el suyo.

Ocasionalmente en carretera.

Nos incorporamos a la autopista siendo las 10:00 a.m. con la decisión de ir a un


balneario en familia, aproximadamente 15 personas, voy de copiloto para verificar
que todo esté en orden, después de haber revisado la camioneta le indico a mi
familia que por su seguridad se abrochen el cinturón de seguridad, la mayor parte
ellos lo hacen.

El viaje continua con normalidad, nos metemos por el carril de en medio a no mas
de 80 kilómetros por hora, todo marcha bien, incluso nos vamos pasando botanas
en lo que transcurre el viaje y al mismo tiempo escuchamos música para hacerlo
más ameno, todo iba bien hasta que de repente escucho un grito, en la parte trasera
de la camioneta, es uno de los pequeños, el cual grito de miedo, no entiendo el por
qué, hasta que en ese momento la camioneta recibe un impacto, por otro vehículo,
no me da tiempo de reaccionar o de hacer algo, el tiempo es demasiado corto, como
para pensar alguna cosa. Nos impactamos contra el muro de contención lo cual
ocasiona que se voltee la camioneta, Al momento de impactar contra el suelo, lo
único que pensé fue mi inminente muerte.

Vuelvo a reaccionar y me doy cuenta que sigo vivo, pero ahora vamos
arrastrándonos sobre el pavimento, los cristales tanto de las puertas como de las
ventanas se rompen al no resistir el impacto, estos fragmentos me golpean en la
cara, intento cubrirme con las manos, y al mismo tiempo pensando que íbamos
rumbo al barranco.

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El accidente en si paso muy rápido en cuestión de segundos, lo que fueron unos
escasos segundos, para mi fueron unos angustiantes y muy largos minutos, cuando
todo hubo acabado, no sabía que pensar, fue en el instante en el que mi familia grita
de terror y desesperación cuando por fin recupero la razón y me doy cuenta de la
situación en la que estamos, empujo la puerta hacia arriba intentando salir, en el
momento que por fin lo logro me doy cuenta que muchos automovilistas
presenciaron nuestro fatídico accidente y se acercaron a ayudar. Mientras
intentamos sacar a mi familia, me doy cuenta de como quedo la camioneta,
totalmente destrozada, con vidrios que seguramente salieron disparados del
vehículo regados por todo el suelo, con una gran cantidad de sangre escurriendo
del vehículo y manchando la autopista.

Fue un milagro que saliéramos vivos de aquel trágico accidente, es a partir de este
momento que comprendí, cuan tan frágil es la vida y que tan preciada lo es ahora.

Sin embargo, las secuelas y consecuencias por dicho accidente vial, pese a las
terapias de rehabilitación, son muy complicadas para poder asimilar.

La carretera o autopista es muy bonita, pero tiene un lado oscuro y guarda sobre el
asfalto decenas de historias trágicas de automovilistas que han perdido la vida,
hechos lamentables que marcan la memoria de familiares y amigos.

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