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Los tres nudos de la guerra colombiana

Por: Oscar Mauricio López

María Emma Wills Obregón fue la única mujer que hizo parte de la Comisión Histórica del
Conflicto y sus Víctimas; Licenciada en ciencias políticas con doctorado en Filosofía de la
Universidad de Texas. Fue la persona que documentó en este ensayo su manera de entender
el conflicto y sus argumentos.

Cuando la autora habla de unos nudos dentro del contexto de una guerra se refiere a aquellas
relaciones e interacciones que se tejen y se enredan entre los actores, sea de manera prevista
o no. Ella afirma que Colombia se encuentra en una nueva-vieja guerra: una suma de la
Violencia más la guerra que sesenta años después se impulsa por otros actores que agencian
tanto nuevos como viejos reclamos y reactivan repertorios de violencia y de confrontación
armada. En la cual, se entrecruzan motivaciones privadas con motivaciones políticas, la
codicia con los reclamos de justicia y humillaciones personales; éstas de naturaleza política
y de carácter nacional.

Dentro de los contextos políticos encuentra que los tres nudos centrales de la guerra son: Un
campesinado resistente carente de representación política; La reiterada polarización del
marco del Estado sumada a una Policía y unas Fuerzas Militares que se enfrentan a grandes
desafíos de autonomía profesional democrática y; Los quiebres y perversas articulaciones de
las regiones y el centro que implicaron una fractura interna del Estado.

Antes de abordar cada nudo es importante poner en contexto y realizar un análisis general.
Como primer período aquel en el que se da la configuración del Estado-nación colombiano
(siglo XIX), cultivando enemistades absolutas enmarcadas en un Estado fracturado y débil.
El segundo gran periodo que toma inicia a partir de 1920 donde se inician transformaciones
sociales y económicas, que sumadas a las limitaciones de regulación de las relaciones
político-sociales del Estado débil, desembocan posteriormente en el momento histórico
denominado como La Violencia. Y dentro de un análisis de coyunturas fundamentales y
condiciones desencadenantes que estrechan los nudos de la guerra colombiana, estudia tres
momentos enmarcados en tres periodos diferentes: 1958-1976; 1978-1982 y; 1983-2012.

El primero nudo alude a la manera cómo el sistema político no ha logrado tramitar y


representar los reclamos por un buen vivir de los campesinos colombianos. Desde esta
perspectiva, el conflicto de tierras en Colombia se revela más como un problema de
representación y reconocimiento políticos que como una situación exclusivamente
económica.

El segundo nudo es producto de unas instituciones que aún luchan por alcanzar
imparcialidad frente a los distintos actores en conflicto y que todavía deben hacer esfuerzos
por inculcar en sus funcionarios la capacidad de adherir a procedimientos y reglas
establecidas constitucionalmente para actuar en consonancia con ellas. Estas instituciones, y
en particular la Fuerza Pública (FP), por la falta de autonomía relativa frente a los actores del
conflicto, ha terminado siendo parte de las espirales de violencia política

El último nudo alude a las fracturas entre la esfera y la agenda política del nivel nacional, y
las de los niveles regionales y locales. Estas dislocaciones propician respuestas
contradictorias, sobre todo en las instituciones estatales que por su efecto, se debilitan.

En conclusión el conflicto ha dejado mas de doscientos mil víctimas mortales y cinco


millones de afectados de forma directa, se ha ido tejiendo a través de múltiples fases, donde
doctrinas políticas encontradas junto a sus intereses han proliferado llevando a gran escala el
conflicto hasta un punto de guerra total, que se proyecta hasta estos tiempos recientes,
cualquier acercamiento que se logre en pro de alcanzar un territorio de paz, aunque existan
muchas diferencias siempre prime el derecho a la vida y a la vida digna, se puede realizar
democracia y construir el país de la manera correcta.

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