Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 Fundamentos-Tecnicos PDF
1 Fundamentos-Tecnicos PDF
1
PRESENTACION
Los lineamientos que se presentan ahora para el debate territorial son los siguientes:
Fundamentos de la Estrategia.
Protección integral del ejercicio de los derechos.
Entornos que favorecen su desarrollo.
Participación y construcción de ciudadanía.
Formación y acompañamiento a familias.
Salud para la primera infancia.
Alimentación y nutrición.
Orientaciones pedagógicas para la educación inicial.
Valoración del desarrollo.
Formación del talento humano.
2
Tal como se enunció anteriormente, son documentos base para la discusión, los cuales
aún NO constituyen una postura oficial de la Estrategia como lineamiento oficial para la
Atención Integral a la Primera Infancia.
Cordialmente,
Comité Técnico
3
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
4. EL COMPROMISO
4
INTRODUCCIÓN
5
individual y social de mayor bienestar. De esta manera, la decidida acción del Estado, la
sociedad y la familia son fundamentales para favorecer el desarrollo infantil en la primera
infancia y así contribuir a la superación del círculo de la pobreza en que se sumen las
poblaciones más vulnerables.
Consecuentes con lo planteado, la Estrategia de Atención Integral a la Primera Infancia se
propone el pleno desarrollo de los niños y las niñas desde la gestación hasta antes de
cumplir los 6 años, a través de la implementación de acciones, programas y proyectos
dirigidos a la atención integral a la primera infancia en todo el territorio nacional. Como
podrá verse a lo largo de este documento, la integralidad en la estrategia se expresa a
través de las concepciones de niño y niña y sus derechos, la atención y la gestión, que
deben concurrir en lo entornos en donde transcurren sus vidas.
6
Finalmente, la gestión integral, tiene relación con las labores de direccionamiento,
planeación, aseguramiento de condiciones, articulación y seguimiento de la atención
integral. Trasciende la mera articulación de acciones atomizadas, sectorializadas y
descontextualizadas, para propender porque la labor de cada actor se configure desde su
especificidad, en relación con la especificidad de los demás, y que esto ocurra de manera
intersectorial, concurrente y coordinada. Ello involucra a los sectores estatales (educación,
salud, cultura, bienestar planeación, etc.) y a los demás miembros de la sociedad (familias,
comunidad, sociedad civil, academia, organizaciones no gubernamentales, etc.).
Derivada de esta integralidad, la atención que contribuye al desarrollo de la primera
infancia requiere una comprensión que trasciende la sumatoria de acciones de cuidado,
educación inicial, salud, protección, nutrición, salubridad. Antes bien, estas acciones han
de llegar a los entornos y orientarse hacia el niño y la niña en forma simultánea.
Con base en esta conceptualización que pone en el centro a las niñas y niños y en el
horizonte su desarrollo integral, la atención y la gestión han de entenderse en forma
integral en tanto concurren en sus entornos y responden a criterios de calidad que
aseguran ese desarrollo integral. Significa lo anterior que la calidad de la atención ofrecida
a niñas y niños menores de 6 años es una realidad cuando ellos logran vivir sus vidas en
entornos que cuentan con las condiciones humanas, sociales y materiales que favorece la
realización de sus derechos, única manera de asegurar la potenciación del desarrollo y una
vida humana digna.
7
a la primera infancia y permiten aproximarse a las concepciones fundamentales que
orientan el trabajo sobre la primera infancia.
Para concluir, el documento se cierra con una referencia al compromiso que es necesario
adquirir con la primera infancia, por parte de todos los actores que intervienen en su
desarrollo integral y contribuyen a promoverlo.
8
1. VISIBILIZAR LA PRIMERA INFANCIA: ENTRE LA NORMATIVIDAD Y LA MOVILIZACIÓN
SOCIAL
Para lograrlo, se cuenta ya con un marco normativo a nivel internacional y nacional así
como con la movilización de todos los actores comprometidos con la primera infancia, y
con la convocatoria al país a trabajar por los niños y niñas en estas edades para promover
su desarrollo.
A partir de la Convención de los Derechos del Niño adoptada por el país hace algo más de
20 años1, se conciben y toman en cuenta a la niña y el niño como sujetos titulares de
derechos, desde el momento de su gestación. Esta centralidad en el niño y la niña se
refuerza con la postulación para ellos y ellas del interés superior, para indicar que sus
derechos prevalecen sobre los derechos de los demás, en toda situación y en aquéllas en
que éstos se encuentren en conflicto. En consecuencia, es un deber del Estado garantizar
el cumplimiento de los derechos de los niños y niñas, y una responsabilidad compartida
con la familia y demás miembros de la sociedad.
1
La Convención de los Derechos del Niño existe desde el 20 de noviembre de 1989 y rige desde
el 2 de Septiembre de 1990. Colombia firma su adhesión a ella el 26 enero 1990 y ésta entra en
vigor el 27 febrero 1991.
9
inherentes. Autoridades gubernamentales, representantes de organismos internacionales
y académicos, entre otros actores sociales, han hecho parte de la discusión y elaboración
de dichos lineamientos los cuales han representado para el país un imperativo a favor de
la primera infancia: El Foro Mundial sobre la Educación para Todos (Unesco, 2000), la
Declaración del Simposio Mundial de Educación Parvularia o Inicial (2000); la Conferencia
Iberoamericana de Educación (2001); y más recientemente la Conferencia Mundial sobre
Atención y Educación de la Primera Infancia (Unesco, 2010).
A su vez, los procesos de movilización social han tenido un impacto positivo en el país por
cuanto, además, han impulsado la formulación de políticas dirigidas a garantizar una
atención integral a la primera infancia. Es así como el Primer Foro Internacional “Primera
Infancia y Desarrollo. El desafío de la década”, realizado en el 2003 influyó en la
concreción del “Programa de Apoyo para la formulación de la Política de Primera Infancia
en Colombia”, en el 2005. Para cumplir con los objetivos de darle a este programa un
alcance nacional y participativo, se conformaron mesas de trabajo destinadas a
reflexionar, discutir y concertar los contenidos de una política para la primera infancia.
Mientras esto sucedía, se realizó el segundo Foro Internacional, “Movilización por la
primera Infancia” en el 2005. Estos foros han sentado las bases de las definiciones de
política pública de primera infancia formuladas por el país.
De estas políticas hacen parte, por un lado, el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098
de 2006) y por otra, la Política Pública Nacional de Primera Infancia “Colombia por la
Primera Infancia” (Conpes 109 del 3 de diciembre de 2007).
10
derechos postulado por ellas. En su artículo 29 referido al Derecho al Desarrollo Integral
de la Primera Infancia define las principales características de este ciclo vital y expone
como derechos impostergables de los niños y niñas la atención en salud y nutrición, el
esquema completo de vacunación, la protección contra los peligros físicos y la educación
inicial.
Por su parte, la Política Pública Nacional de Primera Infancia suscrita por el Ministerio de
la Protección Social, el Ministerio de Educación Nacional, el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar y el Departamento Nacional de Planeación es el resultado de un
proceso de movilización social, generado a partir de la necesidad de retomar y dar un
nuevo significado a la temática de ofrecer a la primera infancia en Colombia
oportunidades efectivas de desarrollo. A su vez, se enmarca en el Plan Nacional de
Desarrollo de la época2 y se refuerza por los compromisos adquiridos en la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño. La política plantea como objetivo general
“Promover el desarrollo integral de los niños y niñas desde la gestación hasta los 6 años de
edad; respondiendo a sus necesidades y características específicas, y contribuyendo así al
logro de la equidad e inclusión social en Colombia (Conpes, 2007:28).
2
Plan de Desarrollo 2002- 2006 “Hacia un Estado Comunitario”.
11
niños y las niñas desde la gestación hasta los 6 años, en una perspectiva de derechos, para
un ejercicio pleno de la ciudadanía. Así, este objetivo sobre la integralidad del desarrollo y
de la atención integral a la niña y al niño exige superar una concepción sectorial de la
política pública existente hasta el momento.
En esta misma línea, la Ley de atención integral a la Primera Infancia (Ley 1295 de 2009)
dispone la atención integral a los niños y niñas de este ciclo vital, focalizando la atención
en los estratos 1, 2 y 3 del Sisben. Para hacerlo propone una articulación interinstitucional
12
que permita al Estado garantizarles los derechos fundamentales a los niños y niñas
menores de 6 años mediante una acción integral.
Como puede mostrarse, la atención integral a la primera infancia ha sido considerada una
prioridad en la agenda social y política del país, a lo que ha contribuido la amplia
movilización de la sociedad. Gobierno, ONG, familias, investigadores y actores sociales han
hecho visible la importancia de la primera infancia como periodo de vida durante el cual
se establecen las bases fundamentales del desarrollo humano. Razones de distinta índole
(éticas, científicas, sociales y económicas) destacan la necesidad de actuar con calidad y
oportunamente con miras a procurar los escenarios propicios para un desarrollo pleno de
los niños y niñas desde la gestación hasta los 6 años.
Finalmente, el actual Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos”3 define una
política prioritaria y diferencial sobre los temas de infancia y adolescencia, orientada a
más de cinco millones de niñas y niños en primera infancia en el país, de los cuales más
del 50% enfrenta condiciones de pobreza que generan exclusión y falta de oportunidades
(Presidencia, 2010) y por ende, incumplimiento en la garantía de sus derechos. La
estrategia de atención integral a la primera infancia es la encargada de formular las
3
En el Capítulo IV de este Plan -reglamentado por la Ley 1450 de 2011- se establecen acciones
y estrategias para garantizar una Atención Integral de Calidad a la Primera Infancia.
13
orientaciones dirigidas a favorecer el desarrollo integral de los niños y las niñas menores
de 6 años en el marco de este plan de desarrollo. En ella se asume la responsabilidad
directa de gobernantes, familias, personas cuidadoras, docentes, agentes comunitarios y
la sociedad toda, en una acción articulada y coordinada a favor de la primera infancia.
14
2. CONCEPCIONES QUE GUÍAN LA ATENCIÓN INTEGRAL A LA PRIMERA INFANCIA
Los niños y las niñas desde su nacimiento hasta los 6 años son sujetos de derechos y, en
cuanto tales, seres sociales únicos, irreductibles, activos y con subjetividad propia. Esta
concepción implica que se consideran seres humanos dignos, amparados por los derechos
propios a su naturaleza y particular momento del ciclo vital.
15
La dignidad intrínseca a todos los miembros de la especie humana implica que los niños y
las niñas de 0 a 6 años no requieren hacer o lograr nada para merecerla, ni tampoco
requieren de la presencia de factores externos u otros individuos para que se la otorguen.
Son seres racionales únicos, dotados de libertad y con capacidades y potencialidades que
les son propias y están en ejercicio pleno.
La relevancia de la dignidad propia de las niñas y los niños menores de 6 años radica en
que sobre ella se sustentan las concepciones, las relaciones y las decisiones de quienes
hacen parte de su vida y contribuyen a asegurar las condiciones deseables para su
crecimiento y desarrollo, en forma directa e indirecta.
Es así como a partir de este reconocimiento a la dignidad propia de los niños y las niñas
menores de 6 años puede afirmarse que su desarrollo característico como ser humano no
puede dejar de considerar el sentido holístico bajo el cual las dimensiones del ser humano
y del desarrollo forman un todo inseparable, en el cual todas son importantes y se
influyen mutuamente.
La concepción de las niñas y los niños de 0 a 6 años como sujetos de derechos4 se soporta
en la dignidad humana como lo reconoce la Declaración sobre los Derechos del Niño
4
Los derechos se caracterizan por ser: 1) Universales: tienen vigencia para todo el género
humano, en todo tiempo y lugar, sin distingo de edad, sexo, raza, ideas, cultura, condición social
o política; 2) Indivisibles: no pueden dividirse o separarse en partes ni distribuirse o repartirse
entre varias personas; 3) Interdependientes: se relacionan entre sí en forma no jerárquica o de
subordinación que implique que uno sea más importantes o que pueda hacerse efectivo a costa
de otros; 4) Irreversibles: son irrevocables y perdurables, pues una vez reconocidos adquieren
la condición de inherentes a la dignidad humana y no se pierden en el transcurso del tiempo; 5)
Progresivos: se complejizan y amplían en la medida en que el ser humano se desarrolla y en el
caso en que nuevas condiciones sociales van determinando la vigencia de otros derechos; 6)
Exigibles: tiene que garantizarse su cumplimiento y, efectivamente, realizarse. En caso de
vulneración tienen que restablecerse; y 7) Irrenunciables: no es posible declinar a ellos, ser
transferidos o separados de la persona.
16
sancionada por las Naciones Unidas en 1989 y ratificada por Colombia mediante la Ley 12
de 1991. A partir de la Convención se reconoce la titularidad, el ejercicio y la garantía de
los derechos como atributos inherentes a las personas y a su dignidad, lo que los hace
portadores de personalidad jurídica5 y seres sociales activos, protagonistas de la sociedad
y con finalidad y sentido en sí mismos.
En consecuencia, concebir a las niñas y a los niños como sujetos de derechos desde la
primera infancia, significa que su singularidad y momento particular por el que atraviesan
son exaltados y apreciados, que se les consideran sus capacidades y potencialidades para
relacionarse con los demás y constituirse en interlocutores genuinos y como tal, capaces
de tomar parte activa en la configuración de sus vidas y de sus entornos.
En esta medida, desde que nacen los niños y las niñas pueden gozar efectivamente de sus
derechos y contar con las condiciones afectivas, sociales y materiales indispensables y
óptimas, para su realización que son las mismas condiciones que requieren para su pleno
y óptimo desarrollo. Por su parte, el Estado, la familia y la sociedad tienen la
responsabilidad de garantizarlos, proporcionando oportunidades reales y concretas para
5
Toda persona tiene derecho a su reconocimiento como sujeto de derechos y obligaciones y a
gozar de los derechos fundamentales civiles, políticos y sociales.
17
materializarlos y hacerlos ciertos. A las niñas y los niños de 0 a 6 años o a quienes son sus
responsables les compete el interés y la voluntad para ejercer dichos derechos.
El desarrollo no ocurre de manera lineal, homogénea y acumulativa de forma tal que los
niños y las niñas de 0 a 6 años sean menos desarrollados que los más grandes que ellos y
ellas. Se habla precisamente de ciclos de vida en el desarrollo para indicar que en cada
momento del ciclo vital el ser humano es un ser completo en cuanto se desarrolla como
corresponde a las posibilidades y contextos (sociales, económicos, culturales y políticos)
dentro del marco de lo que es posible en dicho ciclo de vida (Isaza, 2011).
Es indispensable considerar que el desarrollo del niño y la niña desde la gestación hasta
los 6 años es un proceso complejo y dinámico de crecimiento, cambio y avance continuo y
está caracterizado por la actividad, lo que permite considerar que niñas y niños son
sujetos activos de su propio desarrollo. Esta actividad se logra en los procesos a través de
los cuales el niño y la niña interactúan con quienes lo rodean y lo que los rodea, los cuales
18
son intencionados6. La interacción es, entonces, un proceso de intercambio activo de los
niños y las niñas con la cultura, a través de los adultos que lo cuidan y de quienes depende
su desarrollo, hasta que logre hacerlo por sí mismo. Estas interacciones le proporcionan al
niño y la niña la posibilidad de desarrollar los vínculos de afecto y la seguridad necesarios
y fundamentales en su proceso de desarrollo (Bruner, 1984).
6
Según Bruner (1984) inicialmente el bebé despliega movimientos sin objetivos ni intenciones y
son los cuidadores quienes le ayudan a traducirlas, para convertir sus movimientos en actividad.
Esta actividad jalonada por una intención, implica un niño o niña activo en su desarrollo (Isaza,
2011).
7
Por ejemplo, en la estrategia “de Cero a Siempre” se consideran las siguientes dimensiones:
corporal, emocional, social, comunicativa, cognoscitiva, estética y trascendental.
8
Esta comprensión holística, integradora de las dimensiones del desarrollo, conlleva una
orientación holística de las políticas dirigidas a la primera infancia, a través de la cual los
distintos sectores de la acción política relacionados con las dimensiones del desarrollo del niño y
la niña (educación, bienestar y salud) deben garantizar su atención integral en este ciclo de
edad.
19
estudios científicos de neurociencia han añadido el saber correspondiente al desarrollo
del cerebro durante este ciclo de vida para afirmar que desempeña un papel crucial en el
desarrollo humano. Es así como las acciones que se toman desde la gestación tienen un
efecto mayor en la promoción del desarrollo, comparadas con otras que se hagan en
momentos posteriores de la vida.
En cuanto a los entornos del desarrollo infantil la familia es el primero y más importante
de ellos. No obstante, la complejidad del desarrollo de la sociedad ha llevado a la
necesidad de contar con escenarios institucionales para contribuir a cuidar y educar a los
niños y niñas desde muy temprana edad, no en el afán de sustituir a la familia en esta
función sino con el propósito de colaborarle en su cumplimiento, complementar su acción
y lograr una cualificación del desarrollo infantil que beneficie a la sociedad, a sus
instituciones y a todos sus miembros.
2.3. Entornos en los que transcurre la vida cotidiana de las niñas y niños en primera
infancia, sus contextos y actores
Los entornos son los espacios físicos, sociales y culturales - delimitados por fronteras
espaciales, personas con roles definidos y una estructura organizativa - en donde ocurre la
vida cotidiana de las niñas y los niños.
20
El hogar, el centro de salud y de desarrollo infantil, la institución educativa, el espacio
público, son los entornos cotidianos en los que niñas y niños tienen la posibilidad de vivir
una intensa y continua interacción con los contextos histórico, cultural, social, económico,
político que les atraviesan. Por ello y por las particularidades propias que hacen de cada
persona un ser singular, el desarrollo ocurre de manera particular para cada quien.
Los actores presentes en estos entornos, cumplen un papel fundamental para hacer de
ellos verdaderos ambientes que potencien el desarrollo. Durante los primeros años de
vida la familia tiene un lugar protagónico. Es el primer agente socializador, que desde la
crianza configura un proceso de interacción con el niño y la niña que le permiten
comprender el mundo y transitar por él, construir su vida y ser parte activa de la
construcción de sus entornos.
21
Familia, comunidad e instituciones, se encuentran y articulan en cada uno de los entornos,
para cumplir con su responsabilidad de garantizar que en la primera infancia las niñas y los
niños cuentan con las condiciones que les hacen posible vivir una vida en plenitud.
Lo planteado hasta el momento, pone en evidencia que el propósito del pleno y óptimo
desarrollo de las niñas y los niños en primera infancia, requiere de la acción decidida por
parte de las personas adultas que enrostran a los actores de cada uno de los entornos.
Consecuentemente, en todos ellos deben ocurrir las acciones tendientes al
reconocimiento, garantía, prevención de amenaza o vulneración de sus derechos y su
restablecimiento inmediato en caso de que ésto haya ocurrido, de forma tal que la
protección integral sea un hecho.
22
Consecuentemente, la atención a la primera infancia se hace integral cuando al servicio de
las niñas y los niños se configura para favorecer el desarrollo en todas sus dimensiones y
garantizar los derechos; se contextualiza y ocurre en los entornos en dónde ellas y ellos se
encuentran, e involucra de manera concurrente a los sectores responsables.
Se realiza en función de los niños y las niñas concebidos como sujetos de derechos
que se desarrollan integralmente de acuerdo con su edad, contexto y condición.
Está dirigida a garantizar la realización plena de sus derechos.
Llega a todos los entornos de desarrollo del niño y la niña (hogar, centros de salud
y de desarrollo infantil, instituciones educativas, espacio público) allí en donde
trascurre su vida cotidiana en los territorios en los que habitan y dialoga con los
contextos diversos.
Reúne las condiciones que aseguran disponibilidad, accesibilidad, calidad, inclusión
y sostenibilidad.
23
salud, cultura, bienestar, planeación, etc.) y a los demás miembros de la sociedad:
familias, comunidad, sociedad civil, academia, organizaciones no gubernamentales, etc.).
24
3. LA ESTRATEGIA DE ATENCIÓN INTEGRAL A LA PRIMERA INFANCIA
Para ello se plantea los siguientes tres objetivos y siete líneas de acción:
Objetivos
1. Definir una política para la atención integral de la primera infancia de largo plazo,
sostenible y universal con enfoque poblacional y territorial.
2. Garantizar la pertinencia, calidad y articulación de las acciones programáticas y sociales
inherentes a la atención integral a la primera infancia desde antes de la concepción
hasta la transición hacia la educación formal.
3. Desarrollar un proceso de movilización social que enriquezcan las concepciones sobre
la primera infancia y las interacciones que se establecen con las niñas y niños en los
diversos entornos en donde transcurre la vida, con referentes reconocedores de su
dignidad humana e integralidad.
9
La Comisión Intersectorial para la Atención Integral a la Primera Infancia se reglamenta
mediante el Decreto 4875 de 2011, es la responsable de coordinar y armonizar las políticas,
planes, programas y acciones necesarias para la ejecución de la atención integral a la primera
infancia, siendo ésta la instancia de concertación entre los diferentes sectores involucrados. Está
integrada por: Presidencia de la República, Ministerio de Salud y Protección Social, Ministerio de
Educación Nacional, Ministerio de Cultura, Departamento Nacional de Planeación, Departamento
Administrativo de Prosperidad Social e Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
25
Líneas de acción
1. Armonización de la política pública de primera infancia con el marco de la atención
integral a la primera infancia.
2. Definición y desarrollo de los lineamientos técnicos y la Ruta Integral de atención
dirigidos a este grupo poblacional.
3. Diseño y puesta en marcha del sistema de aseguramiento de la calidad
4. Fortalecimiento territorial en la atención integral a la primera infancia
5. Movilización social
6. Articulación, cooperación y alianzas público-privadas
7. Innovación y generación de conocimiento.
Planteadas en singular y tiempo presente para cada niña y cada niño, estas son:
1. Cuenta con padre, madre o cuidadores principales que le acoge y pone en práctica
pautas de crianza que favorecen su desarrollo integral.
2. Vive y disfruta del nivel más alto posible de salud.
3. Goza y mantiene un estado nutricional adecuado.
4. Crece en ambientes que favorecen su desarrollo.
5. Construye su identidad en un marco de diversidad.
26
6. Expresa sus sentimientos, ideas y opiniones en sus entornos cotidianos y éstas son
tenidas en cuenta.
7. Crece en un contexto que promociona sus derechos y actúa ante la exposición a
situaciones de riesgo o vulneración.
Como un todo, las realizaciones convocan a que las líneas de trabajo previstas en la
Estrategia hagan de los derechos una realidad presente en los entornos cotidianos de las
niñas y los niños, que permea sus contextos e interacciones y se expresa en sus vidas de
manera singular.
27
Las orientaciones diferenciales.
28
3.4. Concreción de la acción: Ruta de atención integral para la primera infancia
La Ruta plasma el conjunto de las atenciones que contribuyen a asegurar las condiciones
familiares, sociales y comunitarias que favorecen el desarrollo integral de cada niña y cada
niño durante su primera infancia y la realización de sus derechos, en cada uno de los
entornos en los que transcurre su vida.
Esta herramienta contiene un mapa que se comporta como un referente orientador, que
permite a los territorios ubicarse en el campo de la atención integral para ordenar, dar
pertinencia y consistencia a los servicios a través de los cuales se prestan las atenciones
allí relacionadas, asegurando que se articulen y que lleguen armónicamente a cada niño y
cada niña en sus entornos cotidianos y de acuerdo con su edad, contexto y condición.
Desde este punto de vista puede decirse que la Ruta es la definición del camino para
asegurar las realizaciones.
Los niños y niñas están presentes en el mapa según las siguientes edades:
• Preconcepción
• Gestación al parto
• Nacimiento al primer mes
• 2 a 5 meses
• 6 a 11 meses
• 1 año
• 2 años
• 3 a 5 años 11 meses
29
Para cada una de estas edades, se identifica en la Ruta el conjunto de atenciones que se
encuentran pertinentes y oportunas, así como las derivaciones que son necesarias en caso
de encontrarse situaciones que requieren activar la ruta de atenciones especiales.
Tanto las atenciones, como las derivaciones cuentan con la relación de los contenidos que
contemplan, así como del actor o actores responsables de su prestación.
La Ruta Integral de atenciones cobra vida cuando el territorio establece interacción con el
mapa, y a manera de tamiz lo utiliza para contrastar su oferta en términos de identificar:
1. Qué atenciones está prestando y cuáles no, de forma tal que pueda establecerse la
brecha entre lo existente y lo que debe asegurarse.
2. De qué manera estas atenciones están llegando a cada uno de los entornos cotidianos
en los que se encuentran las niñas y los niños, de modo que sea posible identificar si se
llega a todos los entornos y el estado de articulación de los actores que brindan la
atención en cada uno de ellos.
3. Si es posible dar cuenta de que estas atenciones ocurren para cada niño y cada niña,
con el propósito de establecer si es necesario visibilizar a las niñas y los niños en la
gestión para garantizar que cada uno de ellos acceda de manera cierta al conjunto de
atenciones que requiere para su desarrollo integral.
30
El sistema de aseguramiento de la calidad define unos criterios y estándares para la
prestación de servicios en los entornos cotidianos, con el propósito de garantizar en las
atenciones dirigidas a los niños y niñas los atributos cuantitativos y cualitativos que
aseguran su contribución al pleno desarrollo de las niñas y niños.
31
Concretar políticas, planes, programas, proyectos y servicios que aseguren el pleno
desarrollo de las niñas y niños en su primera infancia, es una labor compleja en tanto el
cumplimiento efectivo de la normatividad y de las acciones previstas es sensible a factores
de diverso orden: político, económico, estructural y cultural, entre otros.
10
La oportunidad hace referencia a la ocurrencia de todas las atenciones previstas en
cada edad.
32
4. EL COMPROMISO
Un compromiso que genera escenarios de mutua escucha entre los distintos actores
participantes lo que permite definir y priorizar las acciones de la gestión relacionada con la
atención integral a la primera infancia, con base en las necesidades del territorio, y
establecer una agenda de trabajo conjunto.
Un compromiso que allana el camino para asegurar que las niñas y niños pueden
desarrollarse y configurar su vida tal y como la desean, incidir en sus entornos, contribuir
33
al desarrollo de sus comunidades desde que nacen y continuar haciéndolo a lo largo de su
vida.
34
BIBLIOGRAFÍA
Declaración del Simposio Mundial de Educación Parvularia o Inicial. (2000). Una educación
Inicial para el siglo XXI. Santiago de Chile, 4 de marzo.
35
Departamento Nacional de Planeación. (2003). Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006
Hacia un estado comunitario. Bogotá.
36
Programa de Apoyo para la formulación de la Política de Primera Infancia. (2005).
Movilización por la primera Infancia. 2º Foro Internacional, Memorias, 2006.
Unesco. (2000). Foro Mundial sobre la Educación para Todos Dakar. Senegal, 26-28 de
abril.
37