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CÓMO ES EL EMPRENDIMIENTO EN

COLOMBIA?

Damian Amaya y Keily Torrado – estudiantes de administración de empresas de la


Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña.

La principal arma que tiene un país para su desarrollo son los empresarios, el mundo es
movido por una fuerza llamada economía, ésta controla variables importantes como la
educación, la ciencia, el comercio y la industria; quienes controlan estas variables, manejan
el mundo.

Las Empresas dinamizan la economía en un país o en otras palabras: “son el motor de la


economía colombiana, generadores de empleo, crecimiento, expansión, exportaciones, y
millones de utilidades” (MACHADO, 2012).

¿Qué impacto tiene el descenso del emprendimiento en el país?

Una de las consecuencias más importantes es el débil crecimiento de la economía


colombiana, el Estado a través de políticas públicas debe encargarse de solucionar esta
problemática, “las políticas públicas se han consolidado como una herramienta esencial en
el ejercicio académico y práctico de la gestión pública es la plataforma de los planes,
programas y proyectos dirigidos a resolver parte de los conflictos sociales existentes”
(Alzate, 2011).

El gobierno debe solucionar las fallas del mercado, ya que no es capaz de asignar recursos
de manera eficiente y da paso a políticas como la Ley 1014 de 2006 enfocada en el fomento
de la cultura del emprendimiento.

Esta normativa establece un elemento importante para la cultura de la creación y


fortalecimiento de las empresas en Colombia, crea oportunidades que favorezcan a las
microempresas, ya que en el país sólo el 0.1% son empresas grandes, las pymes ocupan
apenas el 3.9% y las microempresas ocupan el 96% quiere decir que el país se sustenta a
base de las Mipymes.

Hagamos un recuento

En el 2012 se fortaleció el fondo Emprender creado para estudiantes y egresados del Sena,
en ese entonces ampliaron la convocatoria para profesionales y egresados de las
instituciones públicas y privadas,;el Sena invirtió en la creación de tecno-parques en el país
para que cualquier idea productiva o empresarial tuviera apoyo técnico, tecnológico sin
costo y económico por parte de entidades como la Cámara de Comercio, el fondo
Emprender, entre otros.
Sin embargo, la cultura de emprendimiento no generó desarrollo, como se había planteado
inicialmente con la creación de empresas, pues según estudios realizados en la ciudad de
Bogotá “el número de unidades económicas creadas a partir del número de participantes en
las convocatorias de emprendimiento solo representa el 9.84%” (Chamorro, Ceballos, &
Villa, 2013); es claro que hay fallas en la implementación de esta ley.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2010) desarrolló un completo estudio sobre


el tema, titulado: “La era de la productividad” – Eduardo Lora, economista jefe del
Departamento de Investigación del BID, explicó en el Foro de Asofiducias, los hallazgos
centrales de dicho estudio: una brecha del más del 61% entre el sector producción y
servicios; en las regiones hay muy pocas empresas grandes que son productivas y
demasiadas empresas pequeñas que no lo son; la baja productividad es motivada por altos
costos de transporte, bajo acceso al crédito para las empresas pequeñas, altas tasas de
tributación, insuficiencia de innovación e incentivos perversos que permiten que las
empresas no productivas sobrevivan o que incluso permanezcan (el régimen fiscal
simplificado, programas sociales, evasión fiscal y las políticas de apoyo para las Mipymes,
son algunas de ellas) (Sánchez & Soto, 2013).

Las empresas pequeñas no muestran interés en pertenecer a un régimen tributario


simplificado, ya que al aumentar los impuestos y la empresa al no ser productiva durante
todo el año, la llevaría finalmente a la quiebra.

Soluciones

Una posible solución propuesta por Jesen y Meckling, es darle seguimiento a las empresas
existentes para aumentar su productividad, protegerlas y estimular su crecimiento,
crear políticas que las protejan ante la quiebra a las Mipymes y así reducir su temor e
incentivarlos a implementar estrategias que generen productividad.

En el 2016 fue bastante alentador pues Colombia según el Foro Económico Mundial es el
4° país más innovador a nivel mundial, ocupó el primer lugar en emprendimiento en
Latinoamérica y el 19° a nivel mundial, y el puesto 35° en el sistema educativo que
fomenta el emprendimiento, el 38° en facilidades de financiación, y en materia de
inversión, ciencia y tecnología y el 46° a nivel mundial (Portafolio, 2016).

Actualidad

En el 2017 superó estas cifras ocupando el primero en Latinoamérica y el tercero a nivel


mundial en emprendimiento, adicionalmente en el 2018 caeubicándose en la posición 60° a
nivel mundial y en Latinoamérica pasó al puesto 6°.

La política del emprendimiento actual busca la innovación, promover la formalización y el


desarrollo de sectores económico como el agrícola que ha estado cojeando, además crear
competitividad y productividad para fortalecer la economía y abrir nuevas oportunidades.

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