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Como reciclar

El reciclaje  es un proceso para el tratamiento de los residuos, tanto industriales


como domésticos, que permite volver a introducirlos en el ciclo de producción
de un producto o de los materiales que lo componen.

Un ejemplo que ilustra bien el proceso de


reciclaje puede ser el de las botellas  nuevas de
vidrio que se realiza a partir del vidrio extraído
de las botellas viejas que se han tirado y luego
han sido recuperadas.

El reciclaje corresponde a una estrategia de


tratamiento de los residuos denominado “de las
tres R”:

 Reducir: reagrupa todo lo relacionado con la reducción de los residuos.


 Reutilizar: reagrupa los procedimientos que permiten darle a un producto
ya utilizado un uso nuevo.
 Reciclar:  es el proceso de tratamiento por el que tienen que atravesar
los residuos mediante el reciclaje.

Hay tres grandes divisiones de técnicas de reciclaje: química, mecánica y


orgánica.

El reciclaje “químico” utiliza una reacción química para el tratamiento de los


residuos, como por ejemplo para separar determinados componentes.

El reciclaje “mecánico”  es la transformación de los residuos con la ayuda de


una máquina, por ejemplo, una moledora de desechos.

El reciclaje “orgánico” consiste, después de la fermentación, para producir


fertilizantes y combustibles como el biogás.

¿Cómo reciclar?

La cadena de reciclaje está dividida en tres partes o en tres etapas:

 Etapa 1: Recolección de residuos: Las operaciones de reciclaje de


residuos comienzan con la recogida de los residuos.
Los residuos no reciclables son incinerados o enterrados en vertederos.
Los residuos recogidos para el reciclaje se preparan para su posterior
transformación. La recolección se organiza con ese fin.
Como resultado de la recolección, los residuos, ordenados o no, son
enviados a un centro de clasificación en el que, mediante diferentes
operaciones, son ordenados para optimizar su procesamiento. Una de
esas operaciones es la manual.
 Etapa 2: Transformación: Una vez clasificados, los residuos pasan a
las usinas que serán las encargadas de su transformación. Están
integrados en la cadena de procesamiento que les es específica. Entran
en la cadena en forma de residuos y salen en forma de material listo
para usar.
 Etapa 3: Comercialización y consumo: Una vez transformados, los
productos acabados del reciclado se usan para la fabricación de
productos nuevos que, a su vez, serán ofrecidos a los consumidores y
consumidos.
Para ser arrojados, recuperados y reciclados nuevamente.

El reciclaje es una contribución importante en la disminución de las cantidades


de residuos que deben eliminarse en vertederos, por incineración o por otras
vías. Por este motivo, el reciclaje es necesario para luchar así contra el
aumento de los residuos.

¡Contribuyamos a cuidar nuestro medio ambiente!  Aprendamos a reciclar


diferentes materiales:

 Cómo reciclar pilas


 Como reciclar papel y cartón
 Cómo reciclar aceite
 Cómo reciclar vidrio

Día Mundial del Reciclaje, ¿cómo celebrarlo?

Este 17 de Mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje. Este día brinda la
oportunidad a todos los seres humanos, de todos los países del mundo, de
hacerse cargo de sus residuos y de contribuir así a promover la reutilización de
los desechos inorgánicos.

La UNESCO declaró el 17 de Mayo como el Día Mundial


del Reciclaje. El reciclaje debería ser un proceso
habitual, algo ya incorporado a nuestra vida. Reciclar es
un modo de no romper un ciclo, para que pueda continuar
su cadena natural, y de contribuir con el medio ambiente.

Lamentablemente, en todos los países del mundo, falta


mucho trecho aún por recorrer hasta que los seres
humanos tomemos plena conciencia  de que no debemos
interrumpir ni quebrar los ciclos naturales y elementales para que todos los
seres vivos puedan llevar una vida más saludable en el planeta.

¿Cómo podemos contribuir en el Día del Reciclaje?

 Reciclemos vidrio: en lugar de tirarlos (que, además, puede ser


peligroso para aquellos que recogen residuos), al reciclar vidrios
estaremos contribuyendo al ahorro de energía.
 Reciclemos cartón y papel: reciclando papel y cartón estaremos
contribuyendo a una menor tala de árboles. Ambos materiales serán
reutilizados en cuadernos, agendas ecológicas, etc.
 Reciclemos pilas: las pilas que ya tiraremos porque están gastadas
contienen materiales tóxicos que pueden ser perjudiciales para la salud,
en caso de que las pilas se sulfaten.
 Reciclemos metales: seguramente, tenemos en casa varios trozos de
metal que no usamos ni usaremos y que no hacen más que ocupar
lugar. Si los reciclamos, estos metales pueden fundirse y volver a
utilizarse.
 Reciclemos todos aquellos materiales que tengamos en casa y que
sea reutilizable.

No hay más que observar una imagen. La señora


frente a un bote de basura en una calle madrileña.
¿Cómo pueden tirarse libros a la basura?

El proceso de reciclaje es una manera de contribuir a


cuidar nuestro hábitat y de volver a reutilizar todo
aquello que echaremos a la basura. Aprovechar el Día
Mundial del Reciclaje de hoy para poner nuestro pequeño granito de arena en
cuidar el planeta, más que una celebración debería ser casi una
responsabilidad que no nos cuesta nada asumir.

Como Reciclar Pilas

Hemos estado aprendiendo cómo reciclar en general y lo


beneficioso que es el reciclaje para el medio ambiente ya que
todos podemos contribuir evitando el aumento y la
acumulación de residuos. En esta ocasión, aprenderemos
un poco cómo podemos hacer para reciclar pilas.

Con el aumento del desarrollo de la electrónica de consumo, las pilas se han


ido multiplicado, en los últimos años, en el seno de cada hogar. En general,
una vez que las pilas se agotan y ya no sirven, son tiradas en cualquier parte.
Esto representa una verdadera amenaza para el medio ambiente cuando, en
lugar de tirarlas, pueden servir y ser utilizadas nuevamente si se les efectúa el
reciclaje apropiado.

Se estima que si el 87% de la población se dedicaran a reciclar pilas, se podría


obtener la recuperación efectiva de más una tercera parte. En cuanto a las
baterías, podríamos poner por ejemplo las baterías de plomo que se halla en
los vehículos. En este caso, la tasa de recuperación mediante al reciclaje
podría ser del 105%, una cantidad de unidades recuperadas ligeramente
superior a las que salen a la circulación cada año.

La Unión Europea, en una directiva de 2006, quiso dar un impulso para la


recuperación y el reciclaje de pilas y baterías. La UE se ha fijado una meta
para el 2016: obtener un 45% de materiales recuperados. Este parece un
proyecto ambicioso y, sin embargo, no lo es. Simplemente, se basa en la
participación de todos los ciudadanos, de las empresas, de las industrias y de
los gobiernos.
En cada hogar podría llegar a hallarse una gran
cantidad de pilas y baterías; quizás hasta más de
cincuenta. Esta cifra puede parecer enorme, pero
bastaría con mirar a nuestro alrededor: MP3 en reloj
de alarma, ratones inalámbricos, desde los móviles
hasta los relojes, el control remoto del garaje con
cámaras… Si nos ponemos a observar detenidamente las pilas están en todas
partes.

De allí surge la necesidad de recuperar sus componentes para otorgarles una


segunda vida útil. De hecho, el reciclaje de una tonelada de pilas usadas
permite la obtención de 600 kg de metales pesados, incluidos, por ejemplo 300
a 350 kg de zinc, 20 kg de níquel y 2 kg de mercurio. Estos compuestos,
contenidos en una sola pila, son suficientes para contaminar 40 litros de agua
durante 50 años. Si analizamos esto, vamos a comprender la necesidad de
contribuir para no contaminar medio ambiente.

¿Cómo reciclar pilas?

Cada uno de nosotros podemos contribuir en la etapa de recogida tal como ya


hemos explicado anteriormente cuando explicábamos cómo reciclar en general.

Cada uno de nosotros puede poner su granito de arena en esta fase que
corresponde a la primera fase de este proceso: la etapa de recolección de
residuos. Aquí es muy valiosa nuestra contribución ya que podemos cooperar
separando absolutamente todas nuestras pilas usadas y colocándolas,
posteriormente, en los contenedores correspondientes para que puedan pasar,
más tarde, a la segunda etapa en la que las usinas se encargarán de su
transformación. Pero, nosotros podemos colaborar para hacer muchísimo más
fácil su clasificación, que se realiza de modo manual.

Una buena acción que no cuesta casi nada, pero que puede hacer mucho bien
para cuidar nuestro medio ambiente.

Como Reciclar Papel y Cartón

El papel reciclado compite con el papel derivado directamente de


la celulosa de la madera. El papel reciclado ayuda a reducir el
impacto de la industria del papel en el medio ambiente.

La industria del papel es la primera consumidora de madera en el


mundo: el 42% de los bosques explotados sirven para alimentarla.
El 17% son bosques primarios (vale decir que no estaban,
previamente, preparados para la explotación industrial). Ahora bien,
la desaparición de los bosques es una de las principales causas de
la disminución de la biodiversidad que está experimentando
nuestro planeta. Además, estos bosques contribuyen -de manera
significativa- en la lucha contra el efecto invernadero mediante la absorción de
una parte del CO2 que está presente en la atmósfera.
Otro atentado contra el medio ambiente es la fase de transformación de la
materia prima en producto terminado. De hecho, se trata de una industria
altamente contaminante debido a que:

- Se consumen grandes cantidades de agua (60 litros por kg de papel) y de


energía.

- Se emiten diversos tipos de contaminantes (gases de efecto invernadero,


compuestos de azufre y cloro, aunque este último se utiliza cada vez menos)

- Sufren una baja tasa de transformación (casi tres toneladas de madera por
cada tonelada de papel).

Cada persona consume 183 kilos de papel por año, de los que el 20%
provienen de los bosques primarios de Canadá, de Finlandia, de Indonesia o
de Rusia. De ahí, la importancia del tema desde un punto de vista ecológico.

La producción de papel reciclado parece ser, en


comparación, más respetuosa del medio ambiente,
incluso aunque no sea ecológicamente neutra. En
primer lugar, es más eficaz porque con una
tonelada de papel o de cartón recuperados se
fabrican 900 kilos de papel reciclado. También se
consume el 90% menos de agua y el 50% menos
de electricidad. Operaciones tales como el
entintado de revistas viejas o el blanqueo final
hacen que intervengan diversos productos químicos, pero en cantidades
menores que en la producción de papel a partir de la pulpa de madera.

¿Cómo reciclar papel y cartón?

Ya hemos explicado cómo reciclar en general.


Pero, ahora veremos cómo reciclar papel y
cartón.

La primera etapa de este ciclo de


transformación es, por supuesto, la
recuperación de papeles y de cartones usados.
Pueden ser periódicos, revistas, folletos publicitarios, envases de cartón así
como también residuos de las imprentas, etc. La tasa de recuperación es
impresionante. Como referencia podemos decir que ya en el año 2006 había
ascendido un 60,5%. Un aumento del 7% por año durante 10 años, alcanzando
así un volumen de más de 6 millones de toneladas.

Después, estas materias primas se colocan en una máquina que las agita en
un agua jabonosa para separar las fibras de celulosa de los productos
residuales que se puedan encontrar. La depuración separa, entonces, las fibras
de los elementos del tipo de cola o de grapas. El desentintado permite obtener
una pasta que, posteriormente, será tratada según el nivel de calidad que uno
desee obtener. El papel puede ser objeto de cuatro o de cinco reciclajes
sucesivos.
En la actualidad, el interés ecológico del papel y del
cartón reciclados y el hecho de que contribuyen a
crear empleos locales, hace que valga la pena 
aprender a hacer un uso más razonable de estos
recursos reutilizables.

Cómo reciclar vidrio

En el El Blog Verde ya hemos explicado cómo reciclar en general y también


cómo reciclar diferentes tipos de materiales. En este caso, veremos que
reciclar vidrio es muy sencillo y que, además, es un modo de contribuir con la
preservación de nuestro medio ambiente.

Sabemos que el reciclaje es un proceso para el tratamiento


de los residuos, ya sea a nivel industrial o a nivel doméstico,
mediante el que se logra volver a introducirlos en el ciclo de
producción del producto en sí o de los materiales que lo
componen. En este caso, el vidrio es un ejemplo de ello.

La fabricación de botellas nuevas de vidrio ilustra


perfectamente este proceso. En un lenguaje corriente, la
palabra “vidrio” sirve para designar un material duro, frágil,
quebradizo o transparente. Gracias al reciclaje es posible ver como las botellas
que son tiradas pueden ser, posteriormente, recuperadas y reutilizadas.

Para España, es fundamental que toda la población


logre concienciarse de la importancia vital que implica
reciclar. El reciclaje constituye una de las
contribuciones más importantes que podemos realizar
para ayudar a preservar el medio ambiente. ¿De qué
modo? El reciclaje es una excelente forma de
cooperar en la disminución de la cantidad de residuos
que terminan en los vertederos, que se pierden incinerados o por otras vías.
Además, estaremos colaborando para lograr que disminuya la contaminación.

Cuando se habla de reciclar, ya es conocida la famosa “estrategia de las tres


R” porque reciclar implica:

 Reducir: la reducción está vinculada, en este caso, a la recolección de


vidrio que se hará del modo más apropiado y no tirándolo en cualquier
vertedero.
 Reutilizar: el vidrio recolectado es reagrupado y, más tarde mediante el
proceso de transformación, es posible volver a utilizar vidrios que ya
han sido usados con anterioridad.
 Reciclar: es el proceso de tratamiento de reciclado que reciben los
materiales reciclables como, en este caso, el vidrio.
En realidad, el reciclaje no es nuevo. El
reciclaje ha sido utilizado desde la Edad del
Bronce. En aquel momento, los objetos
utilizados en metal eran fundidos con el fin de
recuperar ese metal para fabricar objetos
nuevos. El arte y la forma de “hacer algo nuevo
con lo viejo” han existido en todas las
civilizaciones. Pero, la situación ha cambiado
con el desarrollo progresivo, con la industrialización y con el consumo masivo.
Por ello, en 1970, el reciclaje es puesto en primer plano, nuevamente, por los
defensores del medio ambiente. La situación cambia progresivamente. Los
consumidores ahora reaccionan frente a la etiqueta de “producto reciclable”
que puede reconocerse gracias a su logotipo.

El proceso se hace común en la industria que se


organiza para promocionarlo. Todo es muy sencillo.
La recogida de los residuos domésticos se realiza a
través de un “trío selectivo”. Tal como todos sabemos,
existen tres contenedores de tres colores diferentes:
los contenedores amarillos son para envases de
plástico y latas, los contenedores azules son para
papel y cartón y los contenedores verdes son para envases de vidrio.

Si bien la consigna del reciclaje de vidrio no es tan simple como parece


porque exige mucha logística (transporte de botellas, cuidados especiales para
no romperlas, separación por tipos de botellas o de frascos de vidrio para
ordenarlos, etc.), la parte que nos concierne es muy simple: sólo debemos
tener la precaución de tirar siempre los vidrios en el contenedor verde que
son exclusivos para los envases de vidrio. De este modo, estaremos evitando
que los vidrios vayan a parar a los vertederos.

El método que menos contaminación produce


se remite a la clasificación de los residuos antes
de tirarlos con el objeto de facilitar el proceso de
su reciclaje. Reciclar vidrio no nos cuesta
nada y estaremos haciendo algo para mejorar
nuestro medio ambiente.

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