Evañluación por programas y evaluación centrada en la persona.

De acuerdo con Kushner es necesario reconocer que “la integridad del concepto
independiente de programa empieza a erosionarse”. En lugar de hacer hincapié en el
programa - como el contexto dentro del cual leer la vida de las personas y medir su
significación - debemos documentar la experiencia individual y de grupo, utilizando esto
como una lente a través de la cual leer los programas sociales y medir su significación en la
vida de las personas. En este sentido, el asunto no está tanto en marginar los mismos
programas del rpoceso evaluativo, sino impedir que ellos sean un fin en sí mismos, es decir,
la elaboración y ejecuacion de un programa evaluativo no puede estar por encima de las
mismas viencias que pueden los individuos partuclares. Además, como el mismo Kushner lo
señala “reconocer el pluralismo de valores requiere de jostros que soemtamos nuestras
deficiones de lo que tiene significado a la apreciación crítica, porque podernos equivocarnos,
ser injsutos al impoiner nuestro conjunto individual de valores al acontecimiento”. Asi pues,
el evaluador debe tomar una distancia de aquello que entiende por programa y, por otro lado,
las implicaiuiones del acontecmiento educativo en sí mismo. En otras palbras, una cosa es el
programa que se pretende desarrollaf en el marco evaluativo y otra es lo que los evaluandos
expementan.
Programas y las biografías.
De acuerdo con Kushner, es fiundamntal “documentar algo de los valores de las personas, su
vida y utilizar esto como contexto dentro del cual leer los programas.; cominzar la evaluación
a a prtir de donde las personas están, en lugar de hacerlo a partir de donde está el programa”.
Aquí nos damos cuanta que la incidencia de la biografia en el proceso evaluativo no recae
sobre la misma estructuración del programa como puento de partida, sino que debe tener su
origen en la persona misma, de su propia vida. Kushner supone que el dato bioghrafuico es
esencial pero “algo que es al menos tan importante como esto, localizará al individuo en la
sociología reciente de su vida: quién es y cíomo es a la vez”. De esta manera, m´pas que el
mero dato que describe un pergfil del evaluando, es menestrer que los evaluadores se fijenm
en los comportamienbtos y disposiones que los evaluab dos pueden tener en su relación con
los otros. La biografía no puede ser una reunión fría o arida de fechas y medidas, sino que ha
de entenbderse como un proceso en el que se llega a conocer a la persona que está siendo
evaluada de forma mucho más profunda o personal.
Personalizar la evaluación y pesar el pollo.
La tesis a prtir de la cual podemos hacer una relación entre los dos autores en cusntión
(Kushner y Santos Guerra) consite en afirmar que la evaluación no puede convertirse en un
elembnto despersonalizado y alejado de la pluralidad de los individuos, cuyo único propósito
sería estra al servico de la competencia. En últimas, la evaluación debe ser personalizada,
teniendo en cuenta los verbos que le mimso Santos señala “educar, comprobar, seleccionar,
motivar, conocer, asignar, valorar, obtener, mejorar, interactuar, medir, ,medir y satisfacer”.
No sólo competir o crear un ambiente en el que los evaluandos se las tengan que ver con una
luvha desmedida por ser el mejor, sin imnportar que los otros no tengan las mismas
posibilidaes. En este sentido, estos dos autiores comparten la idea de una evaluación que no
es un fin como tal, sino que lo más relevante es el proceso y mejoramto tanto individual como
colectivo de los evaluandos.