Está en la página 1de 6

“Los postkantianos y Fichte”

Introducción al idealismo alemán

Hand-out
Sesión 8
Fecha: 21/Sept/ 2019
Unidad temática: 1.4
La revolución de Kan en la estética(III)

 En la la Crítica del Juicio Kant introduce una nueva facultad a la


que llama Juicio. Kant dice que esta facultad determina el
sentimiento de placer y displacer de los sujetos. Este
sentimiento, afirma Kant, tiene que ver con el ámbito de la
Estética o teoría del arte. Con ello Kant nos va a explicar cómo
son posibles los juicios estéticos sobre lo bello y lo sublime, que
asociamos con otro tipo de experiencias: que no son las de
conocimiento, en la ciencia, ni las experiencia morales, o los
juicios valorativos de la moral.
 La experiencia estética o sobre el arte tiene para Kant sus propios
principios a priori: y en ese sentido, Kant nos va a decir que,
aunque en el ámbito del arte y de los juicios estéticos, parece
haber un relativismo, podríamos decir: “lo bello es lo que a cada
quien le parece bello”, Kant va a proponer que no es así. En
realidad, también en el ámbito estético puede haber reglas a
priori y no es un ámbito tan subjetivo.
 Lo estético tiene específicamente su propia esfera, y para ello,
Kant la hace depender de una facultad intermedia entre el
Entendimiento y la Razón. La primera se encarga de determinar
fenómenos para darles un orden y unidad que puede ser
expresable en juicios cognitivos objetivos, es decir, juicios que
nos proporcionan conocimiento al determinar objetos.
Determinarlos como causas y efectos, o como objetos-sustancias
permanentes que poseen ciertas propiedades, etc. Por otro lado, la
la Razón determina a la voluntad y su motivo, siendo así que la
razón también es determinante en cierto sentido.
 Kant está planteando aquí una división entre dos tipos de juicios:
determinante y reflexionante. Los juicios determinantes,
como lo dice su nombre son determinantes, constitutivos de lo que
es, en cierta medida, o de lo que debe ser. ¿Cómo decirlo?
Determinar algo es constituir algo, formarlo en cierta medida.
¿Cómo se constituye una casa, por ejemplo? Tenemos ciertos
materiales; piedra, cemento, ladrillos, etc. Estos elementos
constituyen esa casa, forman parte de lo que es ella. Pues así, de
esta forma podemos decir que en los juicios determinantes, que
tienen por objeto la realidad, lo que es: este árbol, esta casa,
esta mesa. Al hacer un juicio determinante: lo que entra en juego
es el Entendimiento y la intuición, que es organizada bajo un
concepto.
 En los juicios reflexionantes no encotramos que se determine
algún objeto, sino que más bien, tienen que ver con nuestra
manera de reflexionar, de ciertas reglas o normas que el pensar
se impone a sí mismo, es decir, el sujeto se impone regla a sí
mismo al juzgar,y no al objeto, no determina objetos. Por lo tanto,
lo que dijimos la sesión anterior, que “la pintura es bella” o “el
paísaje es bello”, no determina nada en ellos, como una cualidad
que tuvieran.
 El goce de poder mirar un prado lleno de flores, o el goce de
probar mi helado favórito de chocolate, son realmente “míos”, y es
muy probable que haya alguien para quién no resulte en el mismo
goce. En este caso estamos frente a una diversidad enorma de
goces, no hay punto común. Además, Kant afirma que adquirimos
un INTERÉS en esos objetos, es decir, que no sólo es el goce, sino
el interés por la existencia de esos objetos.
 La cuestión de lo bello y el placer que se asocia a esta experiencia,
desde antes de Kant, ya había tenido el problema de cómo era
posible justificar un juicio estético objetivo; y la conclusión había
sido que no. En realidad, se puede educar el gusto; que es una
capacidad refinada de considerar en el ámbio del arte, pero no se
puede dar normas a lo que cada uno debe sentir, en términos de
placer, ya que el placer no es algo que se pueda medir
objetivamente, y en realidad si lo bello tiene que ver con el placer,
siendo este último muy subjetivo-particular, entonces no puede
haber juicios sobre lo bello válidos para todos.
 En los juicios sobre lo bello, no aplicamos un concepto general.
Lo bello no es un concepto puro del entendimiento, no es algo
que el Entendimiento encuentre en los objetos y de los cuales
pueda recoge esa propiedad y construir un concepto. Para luego
aplicarlo a otros objetos. Como si lo es el concepto de árbol.
 La respuesta para esto tiene que ver con que para Kant con que
mientras que juzgamos algo como bello, estamos haciendo un
juicio sobre un estado subjetivo de nuestra mente, un estado en el
que nos encontramos, y tal experiencia es, y tiene que ser, según
Kan, universalmente comunicable. Es algo más que una mero
estado significativo privado propio, sino que además está sujeto a
normas universales.
 En los juicios sobre lo bello, sin embargo, experimentamos algo
que podemos comunicar, aunque nuestro juicio no se basa en
conceptos, ya que si estableciéramos conceptos podríamos
establecer una regla sobre lo bello o la belleza. Claro, no quiero
decir, y Kant estaría de acuerdo, que tenemos que “obligar” a los
demás a afirmar tal juicio como verdadero sobre determinados
objetos. Tal experiencia de lo bello, en tanto comunicable
universalmente debe estar estructurada por normas
universales que no pueden ellas mismas esta explicadas como
conceptos, como lo hacíamos en la CrP, ya que no podemos
imponer reglas para determinar lo que cuenta como bello.
 La condición de posibilidad de que tales experiencias estéticas es
que tenemos o poseemo un sentido “universal” o “compartido”,
esto es, la capacidad de un gusto estético. La posesión de ese
gusto significa que tenemos la habilidad de aprehender los objetos
como bellos. El gusto es, así, una habilidad para tener apreciación
estética, no una habilidad para imponer reglas en cuanto a lo que
cuenta como bello.
 El juicio estético involucra las facultades de la mente de una forma
que no se conforma a reglas. La conclusión de Kant es que, en la
apreciación estética se debe involucrar la IMAGINACIÓN y el
ENTENDIMIENTO de una forma en que estén en un libre juego,
y decimos libre en el sentido de que su interacción no está
sujetada a ninguna regla. Cuando el resultado de esto es un libre
juego armonioso entre las dos facultades, decimos que es una
aprehensión de algo como bello.
 La experiencia de lo bello involucra a la imaginación, aunque de
cierta forma mediada. El Entendimiento está gobernado por reglas,
los conceptos que son reglas necesarias para la experiencia. La
imaginación es LIBRE de cierta forma de combinar los materiales
de la experiencia de acuedo a su propio plan.
 Para Kant la capacidad del gusto es tener una habilidad de
responder a los objetos de la experiencia de manera reflexiva,
como si ellos hubieran sido diseñados para hacer surgir esa
experiencia en nosotros. En las artes tenemosuna de las
características clave que los objetos que encontramos como
bellos. Cuando pensamos en lo bello estético usualmente
pensamos en las artes y en los museos. Pero también la naturaleza
nos puede aparecer como bella de la misma forma.

 Cuando miramos un paisaje, o vamos de viaje y vemos un lugar


que llama nuestra atención, una cascada, un bosque, un horizonte,
nos produce algo en nuestro sentimiento en el que llegamos a
pensar o nos parece que ha sido diseñado para concordar
exactamente con el resultado de una armonía producida
espontáneamente entre nuestra imaginación libre y el intelecto
hubieran producido.
 El artista, al lograr eso, nos está causando el goce estético con sus
obras de arte. Sin embargo, no es lo mismo en el caso de la
Naturaleza. Las experiencias de la naturaleza sobre lo bello nos
revelan algo más, basándonos en el juicio reflexionante. Se nos
abre a nosotros una cierta INTENCIONALIDAD DE LA
NATURALEZA a nuestro alrededor y cómo es que ese mundo
armónicamente se ajusta a nuestra naturaleza como seres
espontáneos.
 Para describir el juicio estético de lo bello Kant utiliza una
expresión y dice que es una experiencia de: “INTENCIONALIDAD
SIN PROPÓSITO”, una sensación de que las cosas se ajustan
todas de acuerdo a un propósito que no podemos afirmar. Es una
expresión rara, pues parece decirnos que hay una intención de
finalidad, propósito, pero sin propósito mismo.
 La idea del alma bella se buscaba que la belleza tuviera un papel
que jugar en la esfera de la moralidad, que la belleza impulsara a
la moralidad, y que aquí, en la experiencia estética de lo bello se
unieran la “belleza” y la “moralidad”. La forma misma en que la
belleza puede atraernos de manera casi espontanea, en un acto
de contemplación parecía que podía ser el tipo de motivación
interna que podía guía la vida moral de las personas, que sería
necesaria en un mundo donde la religión estaba perdiendo peso
en la vida y las decisiones de las personas. Este era un proyecto
ilustrado de algunos filófoso.
 La experiencia estética, de esta “intencionalidad sin intención”,
podríamos decir, nos motiva a tener un interés. En la experiencia
sobre lo bello podeos de alguna ajustar nuestros juicios, sin el uso
de conceptos, hacia la finalidad o intencionalidad de la naturaleza
y de una forma en la que podríamos considerar que los demás
pueden llegar a un acuerdo, porque lo que nos muestra el juicio
estético, es que es posible una universalidad subjetiva y
además, sin conceptos.
 Para Kant son los conceptos los que garantizan que un juicio sea
universal, que todos debemos estar de acuerdo con ese juicio.
Pero aquí en el juicio estético se abre otro tipo de universalidad,
basada en el sentimiento de placer y displacer, y la facultad del
juicio. Al afirmar que algo es bello, no estoy expresando mi placer
individual, mi goce particular, que puede variar de sujeto en
sujeto, sino que estoy juzgando de tal forma que, aunque no se
trate de un juicio de conocimiento, puedo aspirar a que todo
agente racional, sujeto racional, frente a los mismos objetos sea
capaz, al menos idealmente, de emitir el mismo juicio. Es algo
parecido a la idea de Kant del reino de los fines.
 Por medio de la cuestión estética Kant esta trazando ese puente
que, sin embargo, no puede decirnos que tenemos conocimiento
objetivo, pero que apunta a lo supransensible. Sucede que, en
realidad, lo que nos permite tener una pista, una ventana a lo
suprasensible, y a la unidad de toda la naturaleza, es la
experiencia estética, y lo hace sin concepto. Porque nuestras
capacidades captan algo “indeterminado” (e indeterminado quiere
decir sin conceptos), algo que no puede expresarse
cognitivamente, no podemos juzgar sobre ello, y menos a través
de juicios determinantes.
 No podemos “articularla conceptualmente”, lo cual es lo mismo
que “expresarla en juicios determinantes”, de conocimiento,
porque no pertenece a la esfera de lo racional, o por lo que nos
dice, rebasa nuestras capacidades cognitivas, aunque tenemos
una sensación de superioridad, un sentir, un sentimiento, de que
tenemos esa “vocación suprema” de realizarnos como seres
morales, como si todo estuviese perfectamente hecho para que lo
logremos.
 El arte creado por el hombre, para Kant, es demasiado conceptual,
y siemple se muestra en él algo o mucho de la intención del
artista, de producir una obra de tal o cual estilo, y ahí ya lleva el
concepto. En cambio, en la belleza natural, no hay tal exhibión de
trasfondo conceptual, de concepto. Una puesta de sol sobre las
montañas no es, a menos que lo digamos en sentido metafórico,
uno de los géneros de la naturaleza, en sentido de concepto, y
cuando la contemplamos es más adecuada para expresar, o
incluso revelarnos, el libre juego de nuestras facultades.
 Esto nos hace pensar que el artista es el que sabe como escaparse
del orden normal de las facultades del sujeto y juega, juega con
esa relación entre la sensibilidad, el entendimiento y la capacidad
mediadora de la imaginación. Ese libre juego es esencial para la
experiencia estética, es ese mismo libre juego el se capta y
produce la experiencia placentera que resulta en el juicio sobre lo
bello. Detrás de esta apreciación de lo bello el Juicio, la facultad,
nos hace suponer, ese llamado substrato suprasensible, que no
podemos conocer, ni observar, pero del cual se nos presenta ese
espectáculo bello de la naturaleza.
 Kant va a sacar importantes conclusiones en cuanto al juicio
teleológico. En el juicio estético veíamos que podíamos ver a la
naturaleza como una unidad intencional, con un propósito que era
adecuado o se ajustaba a los tipos de actividades que realiza
nuestra mente, o incluso nosotros. Pasemos ahora a hablar del
juicio teleológico. Aquí va a entrar en juego la categoría de
órgano. Para que podamos llamar o clasificar como órgano (en el
sentido de ser orgánico), necesitamos juzgarlo en términos de
algún propósito al que sirve o esté destinado.
 Los juicios teleológicos son juicios de reflexión, ya que ellos van
más allá de los juicios que se basan en meros atributos físicos.
Cuando un órgano se daña o funciona mal, no se rompe o se viola
ninguna le y de la naturaleza, un ojo que no ve bien obedece las
mismas leyes de la física que un ojo sano. El decir que un ojo se ha
dañado es decir que hay ciertas funciones que ese ojo no puede
servir, no es decir que viole alguna ley de la naturaleza.
 Cuando el científico investida presupone que las partes de los
organismos tienen una función, un propósito que hace armonía
con las demás partes para que ese organismo funcione en su
totalidad. En la biología es muy útil este tipo de explicaciones, ya
que sin esto no podríamos hablar de órganos en tanto órganos.
Para que podamos hacer juicios de órganos en términos del
propósito al que sirven ello requiere que veamos la naturaleza
como un todo con ciertas intenciones, finalidades y propósitos.
 Podemos al menos considerar subjetivamente la naturaleza en
términos de propósitos ordenados, decir por ejemplo, que tal
característica de tal especie en tal animal apareció para
“ayudarlo” a subsistir. Eso es parte del ámbito del juicio
reflexionante, y es algo muy distinto a ver la naturaleza como un
todo mecánico que causas y efectos, materia que se mueve bajo
ciertas leyes. No podemos considerar objetivamente la
naturaleza como un sistema de propósitos.
 Kant le devuelve así un lugar importante al pensamiento
teleológico y de causas finales, que había sido dejado de lado
por las explicaciones mecanicas, causales de la fisica. Pero no hay
que olvidar que le regresa ese lugar como juicio reflexionante, es
decir, un “como si”, que no nos dice nada objetivamente del
mundo. La humanidad posee esta idea a priori de la realización de
una comunidad ética, y la historia así, tiene una finalidad, una
estructura dada a priori, que sigue. Una trama oculta, si así lo
quieren poner, donde todo parece estar dándose de acuerdo al
“plan de la naturaleza”. Ese plan de la naturaleza es la
racionalidad misma operando guiando el destino del hombre y
puede verse expresado en los ideales de racionalidad y la ciencia
modernos.

También podría gustarte