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EDIFICIOS Y VIVIENDAS
COMITE 12.1CEMENTO
NB 011:2012 Cemento-Definiciones, clasificación y especificaciones
NB 059:2013 Cemento- Extracción y preparación de muestras
NB 060:2013 Cemento -Disposiciones generales para análisis químico
NB 061:2013Cemento - Análisis químico
NB 062:2013 Cemento - Determinación de la consistencia normal
NB 063:2013 Cemento - Determinación del tiempo de fraguado
NB 064:2013 Cemento - Determinación de la densidad
NB 096:2013 Cemento - Requisitos de comercialización
NB 470:2015 Cemento - Determinación de la resistencia a la compresión
NB 471:2015 Cemento - Ensayo en autoclave para determinar la estabilidad de volumen
NB 472:2013 Cemento - Determinación de la superficie específica por el permeabilímetro (Blaine)
NB 473:2015 Cemento - Determinación de la fluidez
NB 642:2005 Cemento - Ensayo de puzolanicidad
NB 643:2005 Cemento - Ensayo para determinar la estabilidad de volumen por el método de Le Chatelier
NB 644:2012 Métodos de ensayo de cementos - Determinación de la resistencia a compresión (según método europeo)
NB 789:1997 Aglomerante para albañilería - Definición y especificaciones
NB790:1997 Aglomerante para albañilería - Procedimiento y método de ensayo
NB791:1997 Aglomerante para albañilería - Requisitos de comercialización
CERCAS O BARDAS
CERCAS Y BARDAS EN CONSTRUCCIONES PARALIZADAS. Los propietarios de las obras cuya construcción sea paralizada por
cualquier causa, por más de 30 días calendario, estarán obligados a limitar sus predios con la vía pública, por medio de cercas o
bardas, y contar con la señalización correspondiente, a fin de impedir el acceso al predio donde se realiza la construcción.
CERCAS Y BARDAS EN EXCAVACIONES. Cuando se realiza una excavación, el Propietario y/o Contratista tomará las
precauciones necesarias con la instalación de cercas o bardas que brinden estabilidad y seguridad, para evitar que se presenten
accidentes al interior o exterior de la obra.
PREVENCIÓN DE ACCIDENTES. Se tomarán también las precauciones necesarias para impedir el acceso a la obra, mediante
señalización adecuada y barreras para evitar accidentes, en los siguientes casos:
a)De barrera: cuando se ejecuten obras de pintura, limpieza, o similares, se colocarán barreras físicas que se puedan remover al
suspender el trabajo diario. Estarán pintadas y tendrán leyendas de “Precaución”. Se construirán de manera que no obstruya o
impida la vista de las señales de
tránsito, de las placas que llevan el nombre de las calles o de los aparatos y accesorios de los servicios públicos;
b)De protección: cuando los trabajos se ejecuten en altura, se colocarán protectores que cubran suficientemente la zona inferior de
las obras, tanto sobre la acera como sobre los predios colindantes y autorizados por el Departamento del GAM;
c)De paso cubierto: en obras cuya altura o la invasión de la acera lo amerite, el Departamento del GAM podrá exigir que se construya
un paso cubierto, tendrá cuando menos una altura de 2.40 metros y un ancho libre de 1.20 metros; y
d)En casos especiales: el Departamento del GAM podrá permitir o exigir otro tipo de sistemas de protección diferentes a los
especificados en este artículo.
SEGURIDAD INDUSTRIAL E HIGIENE EN LAS OBRAS. Todas las obras de construcción de edificaciones, y donde existiera
relación empleador - trabajador, deberán: garantizar las condiciones adecuadas de salud, higiene, seguridad y bienestar en el
trabajo; lograr un ambiente de trabajo desprovisto de riesgos para la salud psicofísica de los trabajadores; y proteger a las personas
y al medio ambiente en general, contra los riesgos que directa o indirectamente afectan a la salud, la seguridad y el equilibrio
ecológico en el marco de la disposiciones de la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar Decreto Ley N° 16998,
así como de los derechos laborales que establece la Ley General de Trabajo y normas conexas.
I. INSTALACIONES PROVISIONALES.
1. Aprobar al Contratista la ubicación y construcción apropiada de las instalaciones provisionales y su dimensionado de acuerdo a
las especificaciones técnicas.
2. Asegurarse que el depósito ofrece la protección necesaria contra deterioro y robo de los materiales, especialmente si éstos van
a ser suministrados por el Contratante.
3. Asegurarse que la Valla ha sido colocada y que cumple los requerimientos del Contratante.
4. Asegurarse que el Contratista provea las adecuadas instalaciones sanitarias para uso del personal y que las descargas
provenientes de los servicios sanitarios sean dispuestos en las redes de aguas negras existentes o se provea la adecuada
disposición a través de pozos sépticos u otros medios, técnica y ambientalmente aceptables.
5. Asegurarse que la zona de trabajo ha sido delimitada adecuadamente a fin de no causar interferencia ni peligro a las zonas
adyacentes y evitar la obstrucción de los accesos.
6. Asegurarse que las instalaciones eléctricas provisionales cumplan los requisitos mínimos de seguridad para evitar accidentes y
tengan la capacidad necesaria para los equipos que se van a manejar.
7. Asegurarse que el Contratista construya los depósitos necesarios para el agua que va a ser utilizada en la construcción y exigirle
un control de limpieza constante en los depósitos.
8. Asegurarse que el Contratista provea las adecuadas instalaciones de agua potable para el consumo.
II. DEMOLICIONES Y DESMONTAJES.
1. Verificar que los procesos de demolición y desmontaje son los adecuados y no afectarán, por encima de niveles tolerables, a los
alrededores.
2. Verificar que los procesos de demolición se hagan con los equipos apropiados y se tomen las precauciones para evitar accidentes.
3. Si existen materiales recuperables, se deberá hacer un inventario completo de los mismos e indicar la manera más apropiada de
rescatarlos, almacenarlos y entregarlos al Contratante.
4. Asegurarse que los materiales removidos con recuperación, sean clasificados y resguardados.
III. REPLANTEO.
1. Verificar que se establezcan referencias apropiadas, que permanezcan durante la construcción y que se mantengan replanteadas
durante todo el proceso de construcción para fines de control del trazado, niveles y verificación de mediciones.
2. Verificar que el Contratista replantee los límites y compruebe el área de trabajo.
3. Verificar el trazado efectuado por el Contratista para la correcta demarcación de las distintas partes del trabajo objeto del contrato.
4. Asegurarse que el Contratista levante el plano topográfico del terreno para fines del control antes de realizar cualquier movimiento
de tierra.
5. Verificar que el plano topográfico efectuado por el Contratista esté acorde a la realidad del terreno.
6. Verificar que se respetan las normas urbanas y ordenanzas municipales.
7. Verificar que las estacas sean adecuadamente replanteadas, para que internamente aporten las dimensiones reales de proyecto
y que estén debidamente enterradas y no se desvíen cuando se replantea la altimetría y/o planimetría.
IV. TERRAZAS
1. Verificar que el estudio de suelos se encuentra en la obra y que ha sido estudiado y comprendido por el Contratista y la
Supervisión.
2. Verificar que se remuevan las fundaciones de edificios existentes, si los hubieran.
3. Verificar que las edificaciones y servicios existentes en el sitio, serán conservados y adecuadamente protegidos.
4. Verificar que la vegetación existente a ser conservada, esté protegida.
5. Verificar que las propiedades vecinas estén protegidas o se adopten medidas para evitar daños.
6. Verificar que el material de desecho sea sacado del sito de trabajo a un lugar apropiado.
7. Verificar que el laboratorio de suelos efectúe las pruebas necesarias y el ensayo de los materiales que se utilizarán para relleno.
8. Verificar que el Contratista provea medidas de seguridad, tales como: cubiertas, cercas, iluminación, avisos, según lo necesario.
9. Verificar que se provea un adecuado control sobre el polvo producido.
10. Verificar que los materiales de desecho o inapropiados no contaminen el subsuelo.
11. Verificar que únicamente se utilicen materiales apropiados y que todos los materiales inapropiados se dispongan fuera de la
obra y se evite la contaminación.
12. Observar las condiciones del subsuelo durante los trabajos a fin de asegurarse de que se identifiquen las zonas de material
inapropiado para que estos sean removidos adecuadamente.
13. Ordenar las pruebas necesarias de aquellos materiales que se consideran contaminados.
14. Verificar que las sobre-excavaciones no ocurran innecesariamente.
15. Verificar que se tomen las medidas correctivas cuando ocurran sobre-excavaciones.
16. Verificar que se protejan en lo posible, las excavaciones contra la lluvia, para evitarla formación de pantanos o lodos, mediante
drenajes provisionales.
17. Verificar que se hagan las inspecciones y pruebas necesarias para el control de las excavaciones y rellenos: anchos de zanja,
rasantes, alineamientos, espesores de materiales y otros.
18. Verificar que los procedimientos de obtención de material de préstamo sean adecuados y que la fuente de los mismos haya sido
certificada por el laboratorio.
19. Verificar que la compactación se efectúe de acuerdo a lo establecido en las especificaciones técnicas y que alcance la densidad
esperada.
20. Verificar que las excavaciones sean adecuadamente protegidas con métodos para seguridad del personal y las instalaciones,
especialmente la estabilidad de las excavaciones en zanja.
21. Verificar que los rellenos contra estructuras y paredes de mampostería se hagan de manera cuidadosa y utilizando el equipo
apropiado para evitar el debilitamiento o fractura de las estructuras y mampostería. Asimismo, asegurarse que ningún relleno se
ejecute antes que la estructura o mampostería haya alcanzado su adecuada resistencia.
22. Si se encuentra material arqueológico o instalaciones no previstas, tales como tuberías, canalizaciones, ordenar la suspensión
del trabajo hasta que personal calificado pueda analizar los hallazgos.
23. Asegurarse que el Contratista mantiene un adecuado control de erosión e inundaciones, especialmente durante la estación
lluviosa.
24. Verificar especialmente que las excavaciones y depresiones de tierra queden protegidas al final de cada día de trabajo.
25. Verificar que el Contratista efectúe la limpieza de las excavaciones y zonas inundadas antes del inicio de cualquier trabajo de
excavación.
26. Verificar que el agua sea extraída de las excavaciones y empozamientos por métodos y con equipos apropiados, tan pronto
como sea posible y que el material contaminado sea eliminado.
V. CONCRETO ESTRUCTURAL
1. Verificar que los materiales a utilizarse en el concreto sean almacenados apropiadamente a fin de evitar deterioros y
contaminaciones con materiales extraños.
REFUERZO:
1.Verificar que el acero recibido es nuevo y cumple los requerimientos de dimensión según los planos. Verificar la resistencia grabada
en las barras de los lotes de acero recibidos (N60 o N40), resistencia o grado y peso.
2. Tomar las muestras necesarias de acuerdo a las especificaciones para hacer las pruebas y rechazar los lotes de acuerdo a los
certificados de laboratorio.
3. Verificar que el acero se manipule para la formación de elementos, estribos, ganchos y empalmes con los radios y dobleces
apropiados.
4. Verificar que el armado de las piezas longitudinales tengan los solapes de acuerdo a las tolerancias de las especificaciones y las
normas.
5. Verificar que los estribos y el refuerzo principal de los elementos estructurales estén adecuadamente amarrados apropiadamente
para prevenir desplazamientos y deformaciones durante el vaciado.
6. Verificar que el espaciamiento de las barras verticales de refuerzo corresponda a la repartición prevista en el proyecto y que no
se doblen para que queden centradas respecto a la sección.
7. Verificar que el acero de refuerzo esté limpio y libre de óxido suelto, escamas o cualquier material que pueda disminuir la
adherencia del concreto.
8. Verificar que antes colocar los encofrados, todos los elementos que quedarán embutidos con el concreto tales como: pernos de
anclaje, dovelas, pasa tubos, cajas eléctricas, tuberías eléctricas, estén colocados en su sitio y adecuadamente asegurados y
protegidos para evitar deterioros y desplazamientos durante el vaciado.
9. Verificar que las barras de acero no estén en contacto con otro material antes del vaciado.
10. Si existe conflicto entre los elementos embutidos y las barras de refuerzo, consultar con el Proyectista Estructural.
11. Verificar que el acero quede separa do del encofrado de acuerdo a los recubrimientos exigidos en los planos: el acero debe
tener el recubrimiento previsto.
12. Verificar que el acero de las obras de concreto que se vaciarán contra superficies de suelo o piedra picada, se encuentre
separado de éstas por medio de separadores de concreto o similares, de la dimensión apropiada para obtener el recubrimiento
establecido en los planos y/o especificaciones técnicas.
13. Verificar que el acero de refuerzo jamás quede en contacto con la piedra o base, sin el recubrimiento adecuado.
ENCOFRADOS:
1.Verificar que los moldes sean construidos de manera que las medidas finales de los elementos de concreto (medidas internas de
encofrado), tengan las dimensiones mostradas en los planos y conforme a las tolerancias establecidas por las Normas.
2. Verificar que los moldes sean fabricados con materiales adecuados, las juntas se sellen adecuadamente para evitar fugas de
mortero y que resistan las cargas de vaciado.
3. Verificar que el material usado anteriormente para la fabricación de encofrados, haya sido adecuadamente preparado para su
reutilización y esté libre de deformaciones, escamas de concreto, agrietamientos y de cualquier material que pueda afectar la calidad
del concreto y su acabado.
4. Verificar que los encofrados se construyan a plomo y a escuadra.
5.Verificar que el encofrado se encuentra adecuadamente firme, por medio de soportes provisionales, puntales y arriostramientos
necesarios para soportar los esfuerzos de trabajo, el peso del personal y el equipo durante los procesos de vaciado, sin presentar
deformaciones que afecten la dimensión final de los miembros de concreto o su alineamiento o verticalidad. Personalmente
comprobar que los puntales no se muevan.
6. Verificar que los elementos que quedarán embutidos en el concreto, tales como: pernos de anclaje, pasa tubos, ductos eléctricos
y cajas no se desplacen ni deformen durante el proceso de colocación del molde y el vaciado y que los moldes tengan las aberturas
apropiadas para acomodarlos.
7. Verificar que las juntas de expansión, construcción y contracción se hayan colocado de acuerdo a los requerimientos.
8. Verificar que los encofrados hayan sido provistos de suficiente espacio y de las aberturas necesarias para depositar el concreto
apropiadamente y permitan el paso de los agregados, evitando segregación y “cangrejeras”.
9. Verificar que los andamios sean los apropiados y ofrezcan seguridad a los trabajadores en aquellos casos donde se ameriten.
10. Verificar que todos los moldes estén limpios de cualquier desperdicio o material antes del vaciado.
11. Verificar que existen las adecuadas separaciones entre el acero de refuerzo y el encofrado.
12. Asegurarse que los encofrados permanecen en su sitio hasta que se termine el período de curación, según el tipo de miembro.
13. Verificar que el concreto haya alcanzado la suficiente resistencia antes de remover los encofrados y que los miembros no son
dañados o deformados al momento de la remoción de los puntales.
14. Verificar que los encofrados son completamente removidos, especialmente en donde existan juntas de expansión, contracción
y dilatación,
una vez que sea autorizado.
15. Verificar que la remoción de los encofrados se haga de manera apropiada para no dañar las piezas vaciadas.
16. Asegurarse que se han tomado las precauciones para las reparaciones de las estructuras de concreto de manera aceptable por
las especificaciones y que dichos procesos de reparaciones son realizados con todas las precauciones del caso.
VACIADO DE CONCRETO:
1.Asegurarse que todos los moldes de encofrado y refueros han sido inspeccionados y aprobados antes de realizar el vaciado, para
poder autorizar su ejecución.
2. Si el concreto es fabricado en obra , verificar lo siguiente:
a)Que los materiales a utilizarse son los aprobados por el laboratorio o por el Supervisor.
b)Que se cuenta con un diseño para la mezcla del concreto, haciendo uso de los materiales arriba mencionados y que este diseño
garantiza la resistencia requerida.
c)Que el equipo de mezclado es el apropiado y se encuentra en buen estado.
d)Que el concreto se prepare cuidando que no se contamine ni se alteren las proporciones autorizadas. Se recomienda medir las
proporciones en cajas o cualquier elemento de volumen controlado.
e) Verificar que los materiales estén adecuadamente almacenados y que no se contaminen con material orgánico. Se recomienda
proteger los agregados en casos de lluvia.
3. Verificar que el equipo para toma de muestras (cilindros, equipo de medida, cono de Abrams, etc.) se encuentra en el sitio y que
las muestras sean tomadas apropiadamente.
4. Verificar que la producción del concreto o su recepción en obra, si el mismo se compra a un proveedor externo, se haga de
manera apropiada para evitar la paralización del trabajo de vaciado, que debe ser continuo.
5. En caso de existir atraso en el suministro del concreto, verificar que se utilicen los aditivos necesarios para unir concreto nuevo
con concreto endurecido, de acuerdo a las especificaciones técnicas.
6. Verificar que se cuenta con el equipo de vibración apropiado y que se cumple con las exigencias de las especificaciones, sobre
todo en cuanto
a la cantidad de vibradores de gasolina o eléctricos, según la extensión del vaciado, o la previsión de planta eléctrica para accionar
los vibradores. Se deberá controlar el tiempo de vibración para evitar decantación de los agregados.
7. Verificar que las pendientes, elevaciones, alineamientos y el ajuste de los encofrados y soportes se controle durante el vaciado
del concreto.
8. Verificar que los andamios sean los apropiados y ofrezcan seguridad a los trabajadores en aquellos casos donde se ameriten.
9. Verificar que se tomen las provisiones necesarias para evitar que el vaciado sea afectado por las lluvias. No insistir en la ejecución
de un vaciado si existe probabilidad de lluvia.
10. Verificar que los cilindros de las muestras se curen adecuadamente.
11. Verificar que la cura del concreto comience lo más pronto posible y que se haga de manera apropiada.
12. Mantener la humedad para un adecuado curado del concreto vaciado para pavimentos, aceras, cunetas y pisos.
13. Verificar que se evite la sobrecarga y el tráfico innecesario sobre las obras que están siendo vaciadas.
14. Tomar las medidas correctivas necesarias y ordenar las demoliciones que fuesen requeridas si los ensayos de calidad del
concreto determinan
Que no es apropiado para la obra.
VII.ALBAÑILERIA
PAREDES:
1.Rechazar todo material que presente deformaciones, falta de peso adecuado o cualquier desperfecto que le impida ser utilizado
apropiadamente en la obra. En el caso del ladrillo de arcilla, rechazar los que no estén adecuadamente horneados o estén quemados
o deformados de cualquier
manera. En el caso de los bloques de concreto, rechazar los que presenten signos de mal curado o estén agrietados.
2. Verificar que los bloques de concreto se encuentren secos y limpios en el momento de ser utilizados y que los ladrillos de arcilla
estén limpios y sean humedecidos previamente a su colocación.
3. Comprobar que los bloques de concreto cumplen con las normas establecidas en las especificaciones en cuanto a resistencia.
4. Verificar que todo miembro estructural que soportará paredes de mampostería, haya alcanzado la resistencia apropiada antes de
comenzar la construcción de las paredes.
5. Verificar que el mortero utilizado es el establecido en las especificaciones y que los materiales con los que se ha fabricado hayan
sido aprobados por la Inspección.
6. Verificar que las paredes se construyan alineadas y a plomo, para lo cual deberán utilizarse reglas calibradas, niveles de burbuja
y referencias de línea a base de cordel o nylon del diámetro apropiado y plomada.
7.Verificar que las piezas de mampostería (bloques o ladrillos) se coloquen con el alineamiento vertical alternado, a menos que en
los planos y especificaciones se indique lo contrario.
8. Verificar que el espesor de las juntas de mortero se encuentre dentro de lo especificado.
9. Verificar que si se indica relieves o hendiduras en las paredes, éstas deberán realizarse con los instrumentos adecuados.
10. Verificar el adecuado armado y encofrado de los dinteles y machones para puertas y ventanas, constatar que el acero esté
debidamente anclado.
11. Verificar que el vaciado de los huecos verticales para las paredes de bloque relleno, se haga con el mortero adecuado y siguiendo
el
proceso establecido en las especificaciones.
12. Verificar que las barras de refuerzo vertical en las paredes de bloque no se deformen más de lo permitido durante la colocación
de los bloques.
13. Verificar que los elementos que van a quedar embutidos en la pared, tales como: tuberías, cajas, cajetines, anclas o pernos sean
colocados y asegurados de manera apropiada.
14. Verificar que las juntas de expansión indicadas en los planos se construyan de manera apropiada y con los espesores
especificados.
15. Verificar que toda la mampostería de las jardineras ha alcanzado la resistencia apropiada antes de la colocación del relleno y
que se utiliza
equipo apropiado que garantice la estabilidad de la mampostería durante esta actividad.
16. Verificar que antes de colocar el relleno en las jardineras, las paredes y el fondo hayan recibido el acabado y el material de
impermeabilización especificado.
17. Verificar en los trabajos de mampostería con piedras, que este material cumpla con las especificaciones del proyecto y que se
coloquen evitando juntas verticales alineadas.
18. Verificar que los andamios sean los apropiados y ofrezcan seguridad a los trabajadores
.
REVOQUES Y REVESTIMIENTOS:
Revoques:
1. Asegurarse que las superficies a ser revocadas se encuentren libres de suciedad o cualquier material que pueda afectar la
adherencia del mortero, que estén humedecidas y que las piezas de concreto que recibirán revestimiento hayan sido picoteadas
para asegurar la adherencia.
2. Verificar que la mezcla se fabrique de acuerdo a las indicaciones de las especificaciones.
3. Verificar que los obreros cuenten con las herramientas apropiadas de colocación.
4. Verificar que se hagan las reglas maestras de mortero (guías) y se dejen fraguar lo suficiente para permitir, sin deformarse, la
manipulación de la regla.
5. Verificar que los andamios sean los apropiados y ofrezcan seguridad al obrero.
6. Verificar que durante el proceso de colocación, la mezcla no se suavice con agua para hacerla más trabajable. Recomendar la
preparación de cantidades adecuadas al rendimiento del trabajador y el elemento.
7. Verificar que al momento de colocar el mortero, las cajas eléctricas, las tuberías y cualquier elemento que pueda ser manchado
u obstruido, haya sido protegido.
8. Verificar que los elementos que hayan sido manchados con mezcla, se limpien de manera apropiada y de manera rápida antes
de que la mezcla fragüe.
9. Verificar que las aristas y cuadrados se construyan alineadas, a plomo y horizontalmente, según el caso.
10. Verificar que los revestimientos con mortero no presenten espesores más allá de lo permitido por las especificaciones técnicas.
11. Asegurarse que los acabados finales y mezclillas, se hagan de acuerdo a lo establecido en las especificaciones técnicas.
12. Asegurarse que el curado se efectúe de manera apropiada y por el tiempo necesario para evitar agrietamientos (mínimo 48
horas).
13. Revisar los revestimientos, una vez terminados para descubrir agrietamientos, depresiones o abultamientos que deban ser
corregidos.
14. Exigir las correcciones de los desperfectos de acuerdo a las especificaciones, a fin de que la superficie no presente defectos.
15. No permitir que se aplique pintura sobre las superficies antes de que estén completamente curadas y secas a efectos de evitar
que aparezcan manchas.
16. Verificar que los espacios vacíos no queden deformados y que las superficies que recibirán los marcos de las ventanas y puertas
se encuentren a escuadra y a plomo.
Revestimientos:
1. Verificar que las cajas de cerámica que se reciban en la obra sean las especificadas y no presenten variantes por encima de las
tolerancias de las especificaciones en cuanto al dimensionamiento de las piezas individuales. Verificar que se indique en las cajas,
la calidad especificada, si es de 1ra o 2da, según el caso.
2. Verificar que los colores sean los apropiados y la coloración de las diferentes piezas sea uniforme.
3. Verificar que la cerámica pertenezcan a un mismo lote para evitar variaciones de la misma tonalidad.
4. Verificar que la superficie de las piezas no presente deformaciones.
5. Verificar que las paredes donde se colocará la cerámica se encuentren con el acabado apropiado.
6. Verificar la distribución de las piezas en la pared a fin de evitar cortes innecesarios.
7. Verificar que el ancho de las juntas sea el apropiado.
8. Verificar que sean colocados con los morteros o adherentes apropiados, tales como cemento blanco, y que las piezas sean
untadas con las cantidades adecuadas, de manera que no se produzcan vacíos entre la pieza y la superficie base.
9. Verificar que las piezas cortadas no presenten cantos astillados y que el equipo para efectuar el corte sea el apropiado.
10. Rechazar cualquier pieza que se encuentre agrietada o con desperfectos.
11. Controlar que las juntas, tanto horizontales como verticales, estén alineadas y no presente deformaciones y comprobar su
horizontalidad por medio de nivel y su verticalidad por medio de plomada.
12. Asegurarse que la superficie terminada no quede manchada con mezcla, pintura o cualquier material.
13. Asegurarse que se cubran las juntas entre cerámicas con cemento blanco o con el mortero y color previsto en el proyecto.
14. Verificar si el acabado de las esquinas prevé algún tratamiento: esquineros o biselados a 45 grados del canto de las cerámicas.
15. Exigir la limpieza de la superficie de la cerámica con esponja metálica suave que no la dañe.
Pisos de morteros y otros revestimientos:
1. Asegurarse que los ladrillos o baldosas para piso suministrados cumplen con los requisitos establecidos en las especificaciones.
2. Verificar que el suelo, base o la superficie sobre la que se instalarán los pisos haya sido preparada de acuerdo a las
especificaciones y planos.
3. Verificar que se cumplen las pendientes especificadas en el proyecto.
4. Chequear el replanteo de las juntas antes de proceder al vaciado del mortero, bien sea de granito o de cemento-arena.
5. Aprobar la distribución inicial del piso para evitar cortes visuales innecesarios.
6. Asegurarse que las líneas maestras son colocadas de forma tal que se eviten cuchillas entre las piezas del piso terminado y las
paredes, escalones o cualquier arista viva.
7. Asegurarse que el color de los pisos sea uniforme. En el caso de terracotas y ladrillos, comprobar que las capas de desgaste
están dentro de lo especificado y que la resistencia de las piezas es la apropiada.
8. Verificar que la superficie de cada pieza individual, cuando se utilizan juntas de ladrillos, no presente agrietamientos o signos de
mal curado.
9. Verificar que los pisos se coloquen con los morteros apropiados.
10. Ordenar y asegurarse que los pisos, una vez terminados, sean protegidos contra el tráfico y los siguientes procesos de
construcción.
11. Revisar la superficie del piso terminado y verificar que no presente depresiones o deformaciones de cualquier tipo y que las
juntas se encuentran a escuadra, sean uniformes y que no presente depresiones, grietas o cualquier desperfecto.
12. Ordenar que se corrijan los pisos que presenten desperfectos.
13. Asegurarse que, en el caso de pisos especiales, el Contratista entregue al Contratante los materiales para reparación, de acuerdo
a lo establecido en las especificaciones técnicas.
14. Verificar que las piezas que se utilizarán en los zócalos correspondan a los tamaños especificados y que las dimensiones, una
vez instalados, coinciden o armonizan con las del piso.
15. Verificar que el pulido de baldosas de granito o similar, se haga con la maquinaria apropiada y que no se produzcan depresiones.
16. Verificar que previo al proceso de pulido se protejan las puertas, paredes, equipos y cualquier elemento que pueda ser dañado
por la maquinaria o el proceso mismo.
17. Verificar que la pulitura del piso se haga una vez que el piso sellado haya sido recibido por la Inspección.
18. Ordenar y asegurarse que se efectúe la limpieza general del piso una vez que el mismo ha sido terminado.
VIII. PAVIMENTOS Y ADOQUINADOS
1. Verificar que el Contratista replantee el área respectiva, para comprobar que se ha alcanzado el nivel de la subrasante (nivel de
suelo sobre el que se va a construir).
2. Verificar que se hicieron los ensayos necesarios a la subrasante y sus resultados están de acuerdo con las densidades esperadas,
para poder ordenar al Contratista el tendido del material de la base respectiva.
3. Verificar que el Contratista uniformice la buena condición de soporte de la subrasante.
4. Controlar y aprobar la muestra del material para la base del pavimento, auxiliado del reporte del laboratorio de suelos, con las
granulometrías necesarias.
5. Previo al inicio de la construcción de la base de apoyo, deberá exigírsele al Contratista, una programación de actividades y si es
posible, una muestra de ensayo para garantizar el proceso correcto.
6. Verificar que el equipo del Contratista está en perfectas condiciones y que debe mantenerse en tales condiciones a través de su
tiempo de empleo.
7. Verificar que el Contratista protege, contra la contaminación, el material para la base.
8. Verificar durante el tendido y conformación, que el espesor de cada capa a compactar no sobrepase el espesor previsto.
9. Inspeccionar continuamente la superficie, usando regletas o ejercicios visuales para determinar las irregularidades y la corrección
de las mismas. La superficie terminada deberá ajustarse a la tolerancia especificada.
PAVIMENTOS DE CONCRETO:
Verificar que el Contratista facilite las muestras necesarias para ejecutar las labores de control de calidad.
2. Verificar la resistencia diseñada mínima a la ruptura por compresión, a los 28 días de edad.
3. Verificar el tipo, dimensiones, número de encofrado a utilizar, trazos y nivelación respectiva.
4. Verificar que el Contratista ha programado el proceso del vaciado y que cuenta con el personal y equipo necesario y suficiente.
5. Verificar el proceso de mezclado, transporte, vaciado, vibrado y curado del concreto.
6. Verificar que se construyan las juntas de construcción de acuerdo a planos y especificaciones técnicas.
7. Verificar el acabado del pavimento.
8. Verificar la remoción correcta de los encofrados.
PAVIMENTOS DE LADRILLOS O ADOQUINES:
1. Verificar que el Contratista proporcione al Laboratorio, las muestras necesarias para la comprobación de la resistencia del adoquín.
2. Ejercer control minucioso en el trazo de las referencias para la instalación del adoquín, teniendo especial atención de dejar
uniforme la junta especificada.
3. Verificar que el Contratista suministre el adoquín con el color especificado y tonalidad uniforme.
4. Verificar la superficie terminada con regletas y ejercicios visuales, a efecto de corregir las deficiencias que presente la misma,
antes de proceder a rematar las juntas entre las piezas de adoquines.
IX. CARPINTERÍA
PUERTAS:
Verificar que la madera que se reciba en obra esté completamente seca y sea del tipo y calidad exigida en las especificaciones.
2. Verificar que en el almacenaje de la madera se evite que se humedezca y que tenga contacto con el suelo.
3. Verificar que los métodos de instalación y ensamblaje de las diferentes piezas de madera cumplan la calidad adecuada y que las
piezas no presenten deformaciones ni astilladuras ni cualquier desperfecto.
4. Verificar que los clavos utilizados sean los apropiados y evitar la utilización excesiva de los mismos.
5. Verificar que el tipo de pegamento sea el apropiado.
6. Verificar que las superficies se lijen apropiadamente antes de aplicarles el acabado final, especialmente controlar que se han
eliminado las marcas de lápiz, trazos, residuos de pegamento y que los agujeros de clavos, juntas y cualquier desperfecto que
pudiera ser resanado se haya reparado con la masilla apropiada y que las aristas o rebordes estén perfilados.
7. Exigir que las superficies terminadas sean protegidas para evitar el deterioro durante el trabajo.
8. Verificar que las abolladuras de martillo, hendiduras de clavos y desperfectos ocasionados por las herramientas son corregidos.
9. Verificar que los materiales para el acabado son recibidos en obra en envases sellados, tal como establecen las especificaciones.
10. Verificar que la instalación de contramarcos de puertas se haga a plomo y que los dinteles sean perfectamente horizontales.
11. Verificar que los desperfectos en los marcos lisos o frisados donde se colocarán contramarcos, sean corregidos a fin de evitar
la deformación de la hoja.
12. Verificar que los tornillos de anclaje que sostienen los contramarcos sean cubiertos con tacos de madera de la misma calidad y
color del contramarco.
13. Verificar que las puertas que se instalarán no presenten desperfectos y especialmente que no estén torcidas, abolladas o
agrietadas.
14. Rechazar cualquier puerta que presente torceduras y/o desperfectos o mala calidad de material en su superficie.
15. Verificar que las bisagras que se instalarán sean de la calidad especificada y en el número apropiado y que las cabezas de los
tornillos no sobresalgan.
16. Verificar que al canto de la puerta y a los contramarcos que llevarán bisagras, se les practiquen los cortes necesarios para que
las aletas de
la bisagra queden alineadas con la superficie del canto y con el contramarco.
17. Verificar que las puertas estén construidas con la estructura especificada y que no presenten añadiduras en las piezas visibles,
a menos que éstas estén indicadas en los planos.
18. Verificar que las mochetas y los cargaderos no presentan añadiduras y que el color de la madera utilizada sea el mismo.
19. Verificar que las puertas tengan el refuerzo necesario para recibir la chapa y/o los pasadores, según el caso.
20. Verificar que las cerraduras, pasadores y placas para cerradura se instalen a las alturas necesarias y que no se presenten
desalineadas. Deberán hacerse los agujeros en los contramarcos o en el marco empotrado, y en los cantos de las puertas para
aquellas piezas que quedarán
embutidas. Los agujeros deberán tener el diámetro y profundidad del objeto que quedará embutido.
21. Verificar que los topes en los contramarcos se construyan de acuerdo a lo establecido en los planos. No se permitirán topes
sobrepuestos si los planos y especificaciones piden contramarco con tope integral.
22. Verificar que las puertas se instalarán con las holguras necesarias para su adecuada operación.
23. Verificar que las puertas son desinstaladas para proceder a darles el acabado final.
24. Verificar que el canto superior e inferior de la puerta recibe el mismo acabado que los cantos verticales.
25. Verificar que no se usen anclas de madera para la fijación de los tornillos de anclaje y que las anclas usadas sean apropiadas
al tipo de mampostería en el que se instalarán.
26. Verificar la limpieza de bisagras, cerraduras, topes metálicos, de todo residuo de pintura o cualquier material utilizado en el
acabado de las puertas.
27. Verificar el adecuado funcionamiento de las puertas y su verticalidad una vez que estén instaladas.
MUEBLES:
1.Verificar que los muebles presenten superficies horizontales niveladas y si sus superficies verticales están a plomo.
2. Verificar que las puertas y gavetas de los muebles se instalen con la holgura necesaria para su adecuado funcionamiento.
3. Revisar que la instalación de accesorios, chapas y asas se encuentren alineadas e instaladas apropiadamente.
4. Verificar su acabado, apariencia, resistencia y estabilidad.
5. Tomar todas las precauciones y efectuar todas las verificaciones recomendadas para las puertas de madera, en donde sean
aplicables.
LAMINADOS DE FÓRMICA:
1. Verificar que el laminado que se instalará en cualquier superficie de madera, se haga con el adhesivo apropiado. Verificar la
calidad de la fórmica empleada.
2. Verificar que las superficies que recibirán adhesivo no tengan basura e imperfecciones o cualquier elemento que pueda evitar la
adecuada adherencia y pueda deformar el laminado.
3. Verificar que el laminado no se raye y que una vez instalado se proteja contra rayaduras.
4. Verificar que los cortes de laminado se hagan con los instrumentos apropiados a fin de evitar rasgaduras o astilladuras en el canto
del corte.
5. Verificar que el laminado que quede encajado, con los cantos a 45 grados.
6. Verificar que se eliminen de todas las superficies del laminado, cualquier suciedad o mancha producida por pegamento, pintura,
grasa, calcomanías, suciedad o cualquier material extraño.
7. Rechazar cualquier pieza que presente el laminado dañado.
8. Asegurarse de no aceptar piezas laminadas que sean hechos con pedazos y presenten juntas, a excepción de las juntas
necesarias debido a la modulación del producto o cuando así lo indique el diseño en los planos.
XII. PINTURA
1. Verificar el tipo de pintura a emplea r en paredes y techos, según sea para exteriores o interiores, ya que varía su composición:
se diferencian por la resistencia a la acción de la radiación solar y demás agentes atmosféricos (humedad, salinidad, etc.) y la
resistencia a la degradación del color y duración.
2. Para pinturas de vialidad, denominadas pinturas de tráfico, verificar su calidad, color y contenido de reflectantes, en el caso de
tenerlo previsto. Verificar que el equipo de pintura sea adecuadamente calibrado y bien replanteada la superficie para evitar que se
desvíe o distorsione la demarcación.
3. Verificar la clase, acabado y especificaciones de la pintura a emplear. Generalmente en las obras se utiliza pintura clase “A”. En
el mercado existe pintura hasta tipo “D” cuya calidad, costo y durabilidad es muy inferior a la tipo “A”.
4. Verificar la composición de la pintura indicada, esmalte, acrílica o epóxica. Tener mucho cuidado ya que por ejemplo hay pinturas
que son incompatibles para aplicarlas una sobre la otra.
5. En el caso de usar pintura epóxica, informarse suficientemente del tiempo de mezclado y el tiempo disponible para su aplicación.
Verificar que los dos componentes se encuentren en suficientes proporciones y que no se almacenen en sitios de alta temperatura
o a la intemperie.
6. Rechazar los envases que estén dañados o tengan muestras de haber sido abiertos.
7. Verificar que la pintura se homogenice al ser mezclada y que presente uniformidad al aplicarse. Verificar la fecha del lote y su
olor, ya que un olor no característico, podría ser indicio de que la pintura está vencida.
8. Verificar que toda superficie a recibir pintura esté perfectamente curada, seca y que se ha preparado de acuerdo a lo establecido
en las especificaciones o recomendado por el fabricante de la pintura. Se recomienda un período de 30 días para el curado.
9. Verificar que se han eliminado todas las imperfecciones, grietas, escamosidades, libres de polvo o cualquier elemento extraño. Si
existen fallas, que hayan sido tratadas con pasta profesional o cualquier material aprobado por la Supervisión.
10. Verificar también que las superficies a recibir pintura estén limpias, libres de cualquier producto que pueda dañar la adherencia
de la pintura o su apariencia, sobre todo si se trata de superficies previamente pintadas.
11. Verificar que se mantiene un control de polvo a fin de no contaminar la pintura que está siendo aplicada.
12. Verificar que existen las adecuadas condiciones de luz para el trabajo a realizar.
13. Verificar que las áreas adyacentes, equipos, accesorios y cualquier elemento que pueda ser deteriorado o manchado por la
pintura a aplicarse, sea removido o cubierto con materiales apropiados para su protección.
14. Verificar que la mano de obra es la apropiada.
15. Comprobar ocasionalmente que la pintura está siendo mezclada apropiadamente y no se ha diluido más allá de lo permitido.
16. Verificar el tiempo de secado de la pintura para que las capas subsiguientes establecidas en las especificaciones, no se apliquen
mientras la capa anterior no haya sido recibida.
17. Verificar con sumo cuidado, que los lugares difíciles de alcanzar han sido pintados.
18. Verificar que la corrección del trabajo mal ejecutado se haga rápidamente.
19. Verificar que las áreas que no están preparadas para ser pintadas o reciban tratamiento de otro tipo o color al que está
especificado, se limpien antes de que la pintura seque y exigir que se utilicen removedores apropiados que no dañen las superficies
u objetos a ser limpiados.
20. Rechazar cualquier mezclado de pintura de diferentes fabricantes o utilizar el mismo color de dos diferentes marcas, ya que
podrían diferir en componentes y tonalidades.
21. De estar previsto en las especificaciones, verificar el espesor de la pintura colocada, expresado en mils (25.4 micras ó 10 -6 m).
Existe instrumentos especiales para tal fin.
22. Verificar que, independientemente del número de capas, la obligación del Contratista es dejar una superficie que no muestre
imperfecciones, tales como: brochazos, raspaduras, grumos, pintura chorreada, manchas, etc. y que el color original de la pared o
friso no sea visible a través de las capas de pintura.
23. Recibir diariamente las superficies que han sido pintadas, indicando en el Libro de ordenes el estado en que se han recibido las
mismas.
24. Asegurarse que el Contratista entienda que debe proteger las áreas pintadas de cualquier deterioro, ya que es su responsabilidad
entregarlas en buen estado, a su costo, en la Recepción Provisional, Definitiva o mediante acta de entrega.
5.- SUPERVISION DEL EQUIPO Y PERSONAL QUE PARTICIPA DEL PROCESO DE DESARROLLO DE UNA
OBRA
Según la Guía Boliviana de la Construcción de Edificaciones
Definición e importancia de la supervisión De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, supervisar es ejercer la
inspección en trabajos realizados por otros. La teoría de la administración moderna (Suárez, 2001) se basa en un ciclo de cuatro
funciones principales: Planeación, Organización, Dirección y Control; siendo la supervisión del trabajo una de las herramientas
usadas para ejercer la Dirección. Otros autores (Ferry, 2001) utilizan la palabra Ejecución para nombrar a la tercera función.
En el contexto de la construcción, el Manual de Supervisión del Concreto (ACI, 1995) define la actividad de supervisar como asegurar
que se logren fielmente los requisitos y propósitos de los planos y las especificaciones.
En los proyectos de construcción, la supervisión es ejercida tanto por el constructor, como por el propietario. La supervisión que
realiza el equipo del constructor o contratista está altamente orientada a la función administrativa de la Dirección, y hace uso
principalmente del ejercicio de la autoridad, la delegación de funciones y la utilización de los medios de comunicación, entre un
equipo humano. Sin embargo no es la única función administrativa que realiza, ya que participa también en el ejercicio del Control:
la supervisión es responsable de que el tiempo de ejecución y la calidad correspondan con los planeados; y es corresponsable
–Junto con el personal administrativo de la empresa– de ejercer el control de los costos. Además, la supervisión, como parte del
equipo del contratista, tiene una responsabilidad legal y moral sobre la seguridad y la higiene del personal técnico y obrero asignado
a la obra, y sobre el impacto que los procesos constructivos tengan sobre el medio ambiente.
La supervisión podrá cumplir cada una de sus responsabilidades siempre que cuente con el apoyo de la dirección de la empresa,
que será la responsable de que se den las condiciones generales de operación. Por poner algunos ejemplos: si la constructora no
tiene una política de seguridad en la obra y no pone a disposición del supervisor los recursos necesarios, éste se verá impedido de
realizar una labor eficiente en este rubro; o si los materiales no son comprados en el momento adecuado y llegan con retraso a la
obra, el supervisor difícilmente podrá cumplir con los programas de ejecución.
Por otra parte, el propietario ejerce también la función de la supervisión a través de la denominada supervisión externa. Con la
contratación de este servicio, el propietario pone dentro de la obra a un profesionista (o equipo de profesionistas) –independiente
del constructor– que lo representa, y cuya misión es garantizar que reciba el producto que corresponde a lo que ha contratado y
paga. Cuando el propietario de la obra es toda la sociedad en su conjunto, la entidad o dependencia de gobierno que administra los
recursos económicos nombra a funcionario público denominado residente de supervisión, que de acuerdo a lo establecido en la Ley
de Obras Públicas y Servicios relacionados con la misma es el responsable de la: supervisión, vigilancia, control y revisión de los
trabajos, así como de la aprobación de las estimaciones. El ejercicio de la supervisión externa está principalmente orientado a la
función administrativa del Control; por lo general, el supervisor externo no ejerce autoridad sobre los trabajadores, ni delega
responsabilidades entre ellos, y su nivel de comunicación con los obreros es limitado.
La importancia de la supervisión en la construcción ha sido reconocida desde de que esta actividad se profesionalizó. En un
documento fechado en el año 97 d.C., Sixto Frontino, comisionado de aguas del Imperio Romano, escribió: “Ni una obra requiere
mayor cuidado que aquella que debe soportar la acción del agua; por esta razón todas las partes del trabajo deben hacerse de
acuerdo con las reglas del arte, que todos los obreros saben, pero pocos cumplen”.
Este importante constructor de hace casi dos mil años deja en claro que aún cuando el personal obrero sea competente, la labor de
la supervisión es necesaria para garantizar que el trabajo cumpla con los requisitos especificaciones.
En 1964, Jacob Feld, notable investigador de las fallas estructurales de los edificios de concreto, observó que en muchos casos las
causas de los colapsos no provienen de la insuficiencia en el diseño, sino de la falta de competencia de la supervisión, y escribió:
“La supervisión competente y estricta, casi inamistosa, parece ser la clave del problema de cómo prevenir fallas.
Muchos estudios han mostrado que gran parte de los problemas en las construcciones, tanto desde el punto de vista de la seguridad,
como desde el punto de vista del servicio, no provienen del diseño, ni de los materiales, sino principalmente de la ejecución de la
construcción. Se reporta 51 % de fallas atribuibles a la ejecución y 37% atribuibles al proyecto. Lo anterior pone de manifiesto la
importancia de la supervisión; en muchos casos el desempeño de esta actividad tiene una fuerte influencia en las etapas de
operación y mantenimiento del proyecto, y puede provocar elevados costos durante estas fases del ciclo del proyecto, e incluso una
utilización ineficiente de la construcción.
Para desempeñar exitosamente la supervisión de una obra es necesario realizar una serie de actividades programadas, ordenadas
y sistematizadas.
Estas actividades deben tener una orientación principalmente preventiva para evitar retrabajos (trabajos que se ejecutan por
segunda vez) que incrementan tanto el costo, como el tiempo de ejecución, y probablemente también afecten la calidad. Las
acciones preventivas están orientadas a la revisión de los requisitos de ejecución de las actividades antes que e stas se ejecuten,
como por ejemplo: revisar la calidad de los materiales, antes de utilizarlos; revisar el alineamiento de un grupo de columnas, antes
de vaciarlas; hacer una prueba de presión en una tubería, antes de ocultarla bajo rellenos o pisos, etc.
También, serán necesarias las acciones de verificación, en la que se inspeccionará el trabajo ejecutado, en algunos casos de manera
sistemática –cuando la importancia del trabajo lo amerite– y en otros casos de manera selectiva. Cuando el trabajo no cumpla con
los requisitos pactados el supervisor deberá hacer uso de las acciones correctivas para cumplir con su misión dentro de la obra; sin
embargo, muchas acciones correctivas no hablan de un buen supervisor, sino de una carencia de acciones preventivas.
Perfil del supervisor El trabajo de supervisión –como la mayoría de las labores desempeñadas por los ingenieros– requiere de tres
tipos de competencias: competencias técnicas, habilidades interpersonales, y valores y actitudes positivas; del concurso de estas
tres competencias dependerá su desempeño integral como supervisor, entendiendo que cumplir con los objetivos del proyecto con
base en costos sociales y/o malas relaciones humanas no puede considerarse como un adecuado desempeño del profesionista.
Competencias técnicas Por lo general, únicamente se solicitan competencias técnicas a los aspirantes a un puesto de supervisión,
y estas son las que se evalúan por el área de recursos humanos. Entre las competencias que suelen solicitarse se pueden mencionar
las siguientes: experiencia sobre los materiales y los procedimientos de construcción comunes; habilidades para la interpretación
de planos; habilidades para programar y cuantificar los recursos y productos de la construcción; y entrenamiento en la utilización de
programas de cómputo, tanto de oficina, como aplicaciones específicas para la ingeniería civil.
Además para supervisores especializados en algún subsistema del proyecto, se les solicita conocimientos más profundos y
experiencia en diversas áreas específicas, tales como: fabricación y montaje de estructuras; instalaciones eléctricas, hidráulicas,
sanitarias, de aire acondicionado, o especiales; elevadores y montacargas; pisos industriales; acabados especiales;
impermeabilizaciones, etc.
Dentro de la visión tradicional de la supervisión de obra, los ingenieros o arquitectos que demuestren competencia técnica son
considerados candidatos idóneos al puesto.
Habilidades interpersonales El principal recurso que un supervisor administra es el humano; por lo que las habilidades que se
requieren para entablar y cultivar las relaciones interpersonales no deben eludirse, ya que éstas juegan un papel importante en el
ejercicio de la supervisión. El supervisor juega el rol de la máxima autoridad en la obra, sin embargo, el llevar un casco de un color
diferente, o un gafete que acredite su puesto, no es suficiente para que ejerza de manera efectiva ese papel.
El supervisor es responsable de establecer su autoridad en la obra como resultado de su ejercicio profesional. Y esto únicamente
se logra si es capaz de guiar con éxito la conducta de sus subordinados, para la consecución de sus metas específicas dentro del
proyecto. En la medida que el supervisor colabore con su equipo humano dictando órdenes atinadas y oportunas se convertirá en
su líder y tendrá menos dificultades para ejercer la autoridad.
Por otra parte, el supervisor también requiere habilidades para el trabajo en equipo, mismas que son indispensables para interactuar
con otros profesionistas responsables de supervisar otros subsistemas del proyecto, o con personal de otros departamentos de la
empresa, que tienen un nivel jerárquico igual o similar al suyo. Generalmente, las metas de cada persona son diferentes, por lo que
suelen presentarse conflictos entre sus intereses, ya que cada uno tiene sus propias responsabilidades y orden de prioridades. Se
requiere que todos trabajen en equipo y estén conscientes que comparten un objetivo común: el proyecto; cuando esto no se da,
son comunes las relaciones de escasa colaboración entre supervisores de diferentes subsistemas, o entre el personal de supervisión
y el del costo, o el de diseño, por mencionar algunos ejemplos.
En general, el supervisor debe desarrollar habilidades para interactuar con todas las personas que intervengan o tenga injerencia
en el proyecto.
Algunos ejemplos de estas relaciones humanas pueden darse con: los vecinos de la obra –con suma frecuencia inconformes con el
proyecto–, proveedores, funcionarios de diversas dependencias o entidades de gobierno, representantes de agrupaciones obreras,
vendedores y prestadores de servicios para los trabajadores, líderes sociales de la comunidad, etc. Ante cada uno de ellos el
supervisor deberá representar adecuadamente al propietario de la obra.
Valores y actitudes
El desempeño del supervisor también se ve fuertemente influenciado por un tercer componente: los valores y las actitudes. El fracaso
de un proyecto atribuido a una deficiente supervisión no únicamente se da por incompetencia técnica o por fallas en la interacción
humana, sino también por el desapego a la ética profesional.
De una ponencia presentada recientemente en un congreso internacional de patología de la construcción, en la que se hace
referencia a un edificio de 15 años de antigüedad que a la fecha presenta daños severos estructurales, se presenta la siguiente cita:
No se concibe una variación tan grande en las características del concreto sin la complicidad de la supervisión de obra, cuya misión
es impedir la ocurrencia de los errores aquí documentados”. El investigador atribuye el problema estructural a la falta de
responsabilidad de la supervisión, e incluso pone en duda su honradez. Desgraciadamente, es común que la falta de valores, como
son la lealtad y la fidelidad, haga que algunos supervisores actúen protegiendo intereses diferentes a los del dueño (para el caso de
la supervisión externa) o de la empresa (en el caso de la supervisión interna). El supervisor debe evitar recibir favores personales,
obsequios, invitaciones, etc. de las personas a las cuales les debe revisar su trabajo, y mantener la relación en un plano estrictamente
profesional. También, está obligado a actuar con honestidad y justicia con los trabajadores. Adecuado con el dinamismo propio de
la industria de la construcción, el supervisor debe ser tan laborioso como sea necesario para colaborar en el cumplimiento de la
programación del proyecto. Desde luego que lo anterior además de producir satisfacciones morales al supervisor, debe ser
estimulado económicamente por parte de la empresa, para que esta actitud sea permanente. Para hacer más eficiente el trabajo, el
orden es otra virtud que debe ser cultivada, y que no es muy común; son típicos los escritorios de los ingenieros repletos de papeles
y con poco espacio para trabajar.
En una encuesta realizada, sobre las debilidades de egreso de los estudiantes, entre empleadores de ingenieros civiles (empresarios
de la construcción y funcionarios públicos) el 14% mencionó como la principal debilidad la falta de actitud positiva hacia el trabajo.
Este problema de actitud suele ser provocado por una insatisfacción con las percepciones económicas y en la inseguridad laboral,
ya que muchos profesionales –y el supervisor no es la excepción– suelen ser contratados para prestar sus servicios en un proyecto
en particular, y no en forma permanente. De cualquier forma, el profesionista debe poner por encima de estas circunstancias su
ética profesional y afrontar de manera positiva sus responsabilidades.
Manejo de los conflictos y comunicación efectiva Es común e inevitable que durante la construcción de las obras se presenten
disputas y controversias de diversa índole que dan lugar a conflictos. Estos pueden darse entre miembros de la organización del
constructor, y en este caso serán afrontados por su propia supervisión; o entre la organización y el dueño, y en este caso deberán
ser afrontados por la supervisión externa.
Un ambiente cordial y profesional propicia buenas relaciones humanas dentro de cualquier interacción humana, lo cual hará más
fácil la solución de los conflictos. La actitud del supervisor en la obra debe ser agradable, pero impersonal; debe mostrar una actitud
de colaboración, pero a su vez evitar la familiaridad.
Parte de las labores propias del supervisor es detectar los errores en el trabajo de los demás; en estos casos debe tomar todas las
medidas que correspondan, pero dentro de un marco ético, por lo que debe evitar la crítica hacia los ejecutores del trabajo y no
hacer alarde de su descubrimiento, lo cual es negativo para el clima en la obra. Asimismo debe reconocer y ponderar el trabajo bien
ejecutado y ayudar a dar satisfacción a las necesidades humanas de reconocimiento, atención y estimación.
Para un manejo adecuado de los conflictos, el supervisor debe plantear los asuntos de manera positiva, sin atacar, para propiciar
un clima en el cual se puedan lograr las soluciones; para esto, los asuntos se deben analizar, madurar y definir, antes de exponerlos.
También, es muy importante evitar plantear los problemas en lugares o momentos de tensión entre las partes, ya que el ambiente
no será propicio para la solución del conflicto.
El supervisor debe conocer y utilizar todos los medios de comunicación que tenga a su disposición. Los más importantes son la
comunicación verbal y el uso del libro de órdenes.
Algunos otros son: los reportes periódicos, los oficios y los medios gráficos (como dibujos y fotografías).
La comunicación verbal es el medio de comunicación más común en la obra, pero debe limitarse para transmisión de información o
instrucciones que por su naturaleza no sean de trascendencia para el costo, la duración o la calidad de la obra; o que impliquen
modificaciones a los trabajos previamente pactados.
Para participar en un diálogo es muy importante saber escuchar; se debe atender al interlocutor sin distraerse escribiendo, dibujando
o mirando a otro lado que no sea el propio interlocutor. Debe evitarse interrumpir a la otra persona antes que termine su exposición;
y es recomendable indicar con movimientos de cabeza o expresiones cortas (sí, claro, no, etc.) el hecho de que se está
comprendiendo lo que expone. Estas actitudes, aparte de hacer más efectiva la comunicación, minimizando las interferencias,
demuestran respeto hacia el interlocutor, lo cual invita a una actitud recíproca.
Por su parte, el libro de órdenes es el instrumento legal mediante el cual se deja constancia de lo sucedido en la obra día a día. Es
un medio tanto de comunicación como de mando que el supervisor debe utilizar de manera correcta y sistemática durante todo el
desarrollo de la obra. Cuando una disputa trasciende al ámbito de los tribunales, el libro es una prueba legal de gran importancia y
puede ser el factor que incline la balanza hacia una de las partes en el conflicto. De ahí que las anotaciones deben ser claras,
concretas, veraces y oportunas.
Dado su carácter legal –con igual valor probatorio que el contrato, los planos y las especificaciones constructivas– es una importante
responsabilidad del supervisor resguardar el libro para cuidar su integridad y velar por que siempre permanezca en la obra. La
utilización del libro está restringida a un representante del dueño (la supervisión externa) y a un representante del constructor (la
supervisión del contratista); en algunas ocasiones ambas partes pueden estar representadas por más de una persona, pero en
cualquiera de los casos únicamente podrán hacer uso del libro quienes acrediten sus cargos y firmas en la primera hoja. Además,
todas las hojas deben estar foliadas y cada anotación que se haga debe incluir las firmas de las dos partes, la fecha, e incluso la
hora si el evento reportado lo amerita. Algunas anotaciones que nunca deben faltar de una obra son: constancia de verificaciones
geométricas diversas, tales como trazos, niveles, escuadras, plomos, alineaciones, dimensiones de los elementos, etc.; reporte de
las mediciones de los diferentes conceptos constructivos cuya dimensión sea diferente a la de los planos, o que no estén contenidas
en los mismos, como las profundidades de excavaciones o de los cimientos, o de cualquier elemento que sea ocultado por conceptos
subsecuentes; mediciones y pruebas realizadas a los diversos tipos de instalaciones, como las pruebas de presión en tuberías,
mediciones de voltaje en conductores eléctricos, pruebas de temperaturas asociadas a equipos acondicionadores de aire, etc.;
constancia de revisión de trabajos que son requisitos para la autorización del inicio de subsecuentes actividades de importancia
especial, tales como revisión de rellenos para la autorización de la ejecución de los pisos, revisión de cimbras, armados e
instalaciones para la autorización del inicio de los colados de concreto, revisión de las pruebas de los recubrimientos y acabados
especiales para la autorización de su ejecución, etc.; autorización de generadoras y de estimaciones, así como de la entrega de los
cheques respectivos, para dejar constancia de las fechas en la se conciliaron los intereses de ambas partes y se efectuaron los
pagos parciales; constancia de los eventos de cualquier índole que se considere que pueden estar provocando un contexto diferente
al existente en el momento del acuerdo contractual entre las partes, tales como fenómenos meteorológicos extraordinarios, cambios
notorios en la situación económica del país, obstáculos en el avance del proyecto o interrupciones no previstas que la constructora
no tiene en sus manos evitar, etc.; reprogramaciones que sean acordadas por ambas partes; y constancia de revisión final de los
trabajos y cierre del libro dando por concluida la obra.
Un libro de ordenes de obra que contenga toda la información que arriba se menciona con las firmas de conformidad tanto del
constructor, como del supervisor, será una herramienta efectiva de comunicación formal; y además, evitará discusiones y conflictos
que tienen su origen en diferentes recuerdos e interpretaciones de hechos no documentados.
La supervisión de las obras forma parte de las funciones administrativas de la Dirección y del Control e implica revisar que el trabajo
sea realizado de acuerdo a lo establecido en planos y especificaciones constructivas para contribuir a que se cumplan los objetivos
del proyecto.
El perfil del supervisor no debe limitarse a las competencias técnicas, sino que debe ser complementado con habilidades
interpersonales, y con valores y actitudes positivas.
La interacción de muchas personas en una obra genera, en forma natural, conflictos que deben ser resueltos por la supervisión.
El supervisor debe dominar las técnicas de la comunicación como un medio de lograr sus objetivos de dirección y control en el
proyecto.
A) OBJETIVOS
El objetivo primordial de listar las principales actividades prácticas de campo que debe realizar el Inspector, el Residente y su equipo,
en relación a una obra en ejecución. El listado de las actividades descritas, son complementarias a las obligaciones establecidas en
las condiciones Generales de Contratación de Obras, a las Normas Técnicas y a las derivadas del contrato de construcción. Debe
considerarse asimismo, que en ningún caso las actividades enunciadas, son limitativas de las funciones del Inspector. Por lo tanto,
deben considerarse a título enunciativo, de orientación e ilustrativas de las funciones que deben ser desarrolladas. Es impor tante
que las actividades realizadas, se incluyan en el Informe de Inspección y en el Libro de Obra.
B) ASPECTOS GENERALES
1) COORDINACIÓN DE LA EJECUCION DE LA OBRA:
La responsabilidad directa en la coordinación y gerencia de las diferentes disciplinas, especialidades, personal, sub-contratistas,
que intervienen en la realización de una obra, es una actividad primordial del contratista, como “único responsable por la buena
ejecución de una obra”
Dicha responsabilidad es delegada total o parcialmente a su personal de dirección en el campo (Residencia de Obra, Maestro de
Obra, Encargado de Obra). Sin embargo, es responsabilidad del Supervisor, el verificar que dicha coordinación se esté realizando
de acuerdo al marco técnico, legal y administrativo del contrato, todo de acuerdo con la programación de trabajo aprobada. Es
importante, por lo tanto, que el Supervisor se asegure de estar informado de toda esa actividad, para determinar y evitar, si la obra
puede presentar problemas en su realización, debido a una falla de coordinación. Igualmente es importante que el Supervisor no
asuma la labor de dirigir directamente ninguna de las actividades que corresponden al Contratista porque puede, sin quererlo, y a
veces por “involucrarse demasiado”, convertirse en parte del problema y no en la solución.
2) COMUNICACIÓN EN EL CAMPO:
El Contratante debe comunicarse directamente con el Supervisor a través de oficios, mediante el libro de órdenes y con el Contratista,
por escrito, preferiblemente a través del Supervisor. Preferentemente todas las comunicaciones deben ser por escrito. En el caso
de instrucciones verbales de urgencia, deben ser ratificadas por escrito o asentadas en el Libro de Ordenes. El Supervisor deberá
advertir al Contratante de la inconveniencia de la comunicación directa con el Contratista, especialmente si dicha comunicación se
realiza verbalmente y en el campo. Igualmente, tanto el Inspector como el Contratante deben abstenerse de comunicarse
directamente con los subcontratistas, personal del Contratista o sus suplidores, excepto en el caso de que el Contratante sea quien
suministre los materiales debido a la forma de contrato.
3) PROGRAMA DE TRABAJO:
El Contratista es el responsable de preparar el programa de trabajo o de ejecución, de acuerdo a los documentos del contrato y
presentárselo al inspector para su revisión y aprobación. Independientemente de la forma en que se haya realizado el programa de
trabajo (manualmente o mediante software), es importante que en la obra se mantenga un programa de barras impreso en el que
claramente se identifiquen las actividades que son críticas (secuenciales) y que diariamente el Inspector examine y estudie
detenidamente el avance de la obra y asiente en el Libro de Obra sus apreciaciones.
Si debido a la naturaleza de la obra, la Inspección se realiza por visitas y no de una manera permanente, el análisis del programa
debe ser uno de los principales objetivos de la visita y el asiento en el Libro de Obra de las apreciaciones del Inspector es de suma
importancia para realmente llevar un adecuado control de la obra.
Debe tener presente el Inspector, que el incumplimiento de estas actividades puede tener graves consecuencias en la obra y debilitar
la posición del Contratante y del mismo Inspector en el caso de un conflicto.
Es importante también, en el caso de obras que no tienen inspección permanente, lo cual no debería ocurrir, que el programa
establezca las fechas en las que se realizarán los controles e inspecciones que son necesarias para la realización de pruebas o
aprobación de procesos, principalmente de aquellas actividades que requieren una inspección y aprobación como requisito para ser
valuadas y pagadas.
4) LIBRO DE ORDENES DE OBRA:
El principal elemento de comunicación en el campo, desde el punto de vista contractual, es el Libro de Obra, por lo que el Supervisor
debe asegurarse mantenerlo en la obra a buen resguardo, en buen estado y disponible para las personas autorizadas a consultarlo
o utilizarlo. El Supervisor debe evitar el uso del Libro para la comunicación de aspectos irrelevantes o para mantener con el
Contratista discusiones estériles.
El Supervisor deberá escribir en el Libro las principales actividades diarias, los problemas surgidos, las órdenes dadas y las
soluciones dadas, en especial, es importante llevar un registro de las condiciones climáticas, de la regularidad en el envío de los
materiales o sus deficiencias y todo aquello que pueda incidir en el desarrollo de la obra.
La correspondencia de oficina, si bien no es parte de los documentos contractuales, contribuye a un mejor manejo de la obra. Toda
correspondencia que se dirija al Contratista debe hacerse del conocimiento del Contratante a través del envío de una copia de la
misma. Toda la correspondencia debería estar referenciada y fechada.
Es importante sin embargo, evitar excederse en el uso de correspondencia de oficina y tratar de resolver los problemas a través de
notas de campo en el Libro de Obra. El Inspector debe estar atento en resolver los problemas que puedan complicarse, por medio
de reuniones con las partes interesadas y de cada reunión deberá levantarse un acta en la que las partes deberán firmar los acuerdos
que se tomen o exponer de forma clara las diferencias existentes para buscarles solución.