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ENTRENAMIENTO AUTÓGENO DE SCHULTZ

Voy a pedirte que sigas mis instrucciones, vamos a realizar una relajación que
busca revisar todas las partes del cuerpo, induciendo la relajación mediante
sensaciones.

Primero de todo vamos a cerrar los ojos, nos sentamos con la espalda recta
aunque no rígida, los pies en el suelo, los brazos encima de las piernas o de la
silla.

Y vamos a centrar la atención en nuestra respiración. Nos fijaremos en ese


punto donde percibamos con mayor claridad nuestra respiración, puede ser el
abdomen, el pecho, la nariz, la boca... allí donde notemos con más claridad
nuestra respiración. Sea como sea está bien. (1’)

Ahora colocaremos una mano sobre el abdomen y otra mano sobre el pecho y
respiraremos profundamente, hinchando el abdomen cuando inspiremos, y
contrayendo el estómago hacia dentro cuando espiremos. Y nos repetimos
para no nosotros mismos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora vamos a prestar atención a nuestros brazos y en silencio, lentamente


repetiremos “Mis brazos son muy pesados”. Y observaremos la pesadez de
nuestros brazos sobre la silla o las piernas.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora vamos a prestar atención a nuestros brazos y en silencio, lentamente


repetiremos “Mis brazos están muy calientes”. Y observaremos las sensaciones
del calor que desprenden nuestros brazos.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora vamos a prestar atención a nuestras piernas y en silencio, lentamente


repetiremos “Mis piernas son muy pesadas”. Y observaremos la pesadez de
nuestros piernas, las nalgas y los muslos sobre la silla, y los pies sobre el
suelo.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora vamos a prestar atención a nuestras piernas y en silencio, lentamente


repetiremos “Mis piernas están muy calientes”. Y observaremos las
sensaciones del calor que desprenden nuestras piernas.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora enfocaremos la atención sobre nuestro pecho, concretamente a nuestro


corazón. Y nos repetiremos lentamente y en silencio “Mi pulso es tranquilo y
regular”.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.


Seguimos en el pecho y nos fijamos en nuestra respiración, y nos repetimos
lentamente y en silencio “Mi respiración es tranquila y regular”.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Ahora vamos a bajar un poco nuestro foco de atención y nos colocaremos en la


zona del estómago y nos repetiremos lentamente y en silencio “La zona de mi
estómago está caliente”.

Respiramos profundamente y nos repetimos “Estoy completamente tranquilo”.

Por último vamos a dirigir la atención hacia la frente, y vamos a repetir


lentamente y en silencio “Mi mente está fresca”.

Y vamos a terminar como el principio centrando la atención en nuestra


respiración. En ese punto donde la percibamos con más claridad, y
observaremos la tranquilidad del momento. Y disfrutaremos de esta sensación
de pesadez y calor en los brazos y piernas. De calor en la zona del estómago.
De frescor en la frente. Y de tranquilidad en el pulso y la respiración.

Poco a poco vamos a conectar de nuevo con esta sala, notaremos el contacto
de nuestros pies, piernas, espalda con la silla y el suelo. Haremos una
respiración profunda y cuando nos sintamos preparados vamos a abrir los ojos.

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