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Antes de hablar sobre cómo se originó la vida, debemos ir mas afondo retroceder mucho más y

pensar sobre el origen de todo, el origen del universo.

EL universo en expansión.

El origen de la vida y el universo han ocupado la mente humana desde tiempos prehistóricos. Los
conceptos más antiguos se basaron especialmente en fenómenos sobrenaturales y en “actos de
creación”. La mayoría de antiguas teorías formuladas afirmaban que el universo fue creado en el
mismo estado y condiciones en que actualmente se mantiene y conoce.

Origen y evolución.

¿Qué edad tiene realmente el universo y cuál fue su inicio?

La respuesta a tan inquietante pregunta realmente se desconoce. Podemos hacer ciertas


suposiciones basadas en observaciones muy en boga de fenómenos químicos y físicos.

Las suposiciones acerca de la edad y origen de la materia y energía que constituyen el universo
han sido causa de controversias. Estas ideas se revisan constantemente, surgen otras, y así,
sucesivamente. ¿es posible que el universo no haya tenido principio y no tenga fin? ¿podemos
pensar del espacio y tiempo como algo infinito? Existen dos teorías que consideran el origen del
universo; la teoría evolucionista y la del estado invariables.

La teoría evolucionista se basa en sí de la expansión del universo. Esta teoría afirma que hace diez
mil millones de años surgió por la explosión de un núcleo hirviente de materia prima concentrada.
la teoría implica que el universo comenzó con la explosión de un estado superdenso, su expansión
fue enorme y poco a poco ha ido disminuyendo como resultado de la atracción gravitacional.

A diferencia de la teoría del estado invariable. La cual afirma que el universo ha existido siempre,
siendo infinito en espacio y tiempo, sin principio y sin fin.

No se pude decir cuál de las dos teorías es la que más se acerca a la verdad en lo referente al gen
de universo. A pesar de las muchas evidencias y del actual desarrollo técnico y científico, no es
posible decidir todavía cual es el concepto correcto.
Ahora que ya tenemos idea de cómo fue el origen del universo, ya podemos hablar del origen de la
vida y su evolución.

La teoría creacionista.

Postula que el universo, la tierra y la vida fueron creados por un ser superior (Dios), la teoría trata
de explicar el origen de todo basándose en la biblia o escrituras sagradas, por medio de un Dios
supremo y muy inteligente.

Los creacionistas clásicos niegan completamente la teoría de la evolución biológica, además de las
explicaciones científicas sobre el origen de la vida. En el creacionismo clásico de origen cristiano se
hace una interpretación muy literal de la biblia y el origen de la vida en sí, sostiene que la creación
del mundo, y la vida, fueron originados en 6 días todo esto según el libro del Génesis, sin
pretender concretar de manera científica el origen de las especies.

El creacionismo fue propuesto por el arzobispo Ussher y Gregor CuVier. Ellos afirmaban que el
origen del hombre estaba en los pasajes de la biblia, principalmente en el Génesis. Sus ideas se
mantuvieron vigentes hasta el siglo XIX y cualquier idea contraria a sus principios era considerada
como una herejía y ridiculizada por la ciencia oficial que defendía las leyes bíblicas.

El creacionismo tomó fuerza luego de la publicación en 1859 sobre el origen de las especies
por Charles Darwin, la primera declaración sistemática de la teoría de la evolución. A principios del
siglo XX, algunas legislaturas estatales en los Estados Unidos prohibieron la enseñanza de la
evolución con el argumento de que contradecía la historia bíblica de la creación.

El creacionismo se divide en tres corrientes de pensamientos.

El creacionismo científico utilizaba fundamentos de carácter no religiosos a partir de


conocimientos o descubrimientos pertenecientes a las ciencias naturales, los cuales se
presentaban como pruebas científicas contra la teoría de la evolución.

Sin embargo, a diferencia de las ciencias naturales, en el denominado “creacionismo científico”


realmente no sigue el método científico, no produce hipótesis falsables por observación empírica,
el creacionismo como tal no logra totalmente las características de una teoría científica, por lo que
es mejor clasificarlo como proposición pseudocientífica.

Otra forma mas sutil es el diseño inteligente el cual argumenta que el modelo científico de la
evolución natural es insuficiente para explicar el origen, complejidad, diversidad de la vida y que el
universo esta perfectamente adaptado para las criaturas vivientes para que sea por puro azar y
concluye que para su creación tuvo que haber intervenido un ser con una gran inteligencia.

Por otro lado, encontramos el creacionismo pro-evolución con sus dos vertientes, la evolución
teísta y el creacionismo evolutivo. Los cuales postulan la existencia de un creador y un propósito,
pero aceptan que los seres vivos a través de un proceso de evolución natural. Esta no interfiere
con la ciencia, ni es presentada como alternativa al neodarwinismo.
La generación espontánea.

Conocida también como autogénesis, sostenía que toda forma de vida era originada
repentinamente y espontáneamente a partir de sustancias inanimadas.

La mayoría de los científicos afirmaban y consideraban la generación espontánea como la única


explicación lógica, desde el punto de vista mecanicista, para explicar el origen de la vida.
Sosteniendo que no existían diferencia fundamental entre lo vivo y lo no vivo.

En civilizaciones occidentales fue también aceptado este dogma por científicos y pensadores
prominentes tales como Harvey, filosofo del siglo XVII creador de la teoría de la circulación
sanguínea; Francis Bacon, prominente orador y materialista del mismo siglo; así como el gran
filósofo francés René Descartes. Todos ellos aceptaban el origen de las formas vivas a partir de las
inanimada, considerándola como un hecho perfectamente factible y sin disputa.

Hasta mitad del siglo XVII la teoría de la generación espontánea se aceptaba ampliamente y se
consideraba indiscutible. A medida que se desarrolló la biología, los hombres comenzaron a poner
en duda la posibilidad de la generación espontánea. en 1668, el medico Italiano Francesco Redi
llevó a efecto un experimento para demostrar que las cresas no se originaron espontáneamente
en la carne en descomposición, sino que se producen a partir de huevos de moscas concluyendo
así que la vida es originada de vida preexistente, idea conocida como biogénesis.

La teoría de la Biogénesis.

postula que la vida solo puede surgir de una vida preexistente. la biogénesis surge como una
alternativa sobre el origen de la vida. Hasta el siglo XVIII la comunidad científica y filosófica creían
en la generación espontánea o abiogénesis, o sea, que los organismos son capaces de
desarrollarse a partir de materia inorgánica, a partir del principio activo de la vida.

Las primeras ideas relacionadas a la biogénesis empezaron a desarrollarse en el siglo XVII. Los
experimentos más importantes que apoyaron a la teoría de la biogénesis fueron ideados por
Francesco Redi y Louis Pasteur. Esta teoría fue considerada válida en 1887 después de que John
Tyndall comprobase que los experimentos de Louis Pasteur eran correctos y que la generación
espontánea no era posible.

La biogénesis se desata luego del descubrimiento de los microorganismos a través del microscopio
de Anton van Leeuwenhoek en 1668.

A partir de ese momento, los que apoyaban la generación espontánea usaron esta evidencia para
confirmar que la vida surge de la generación espontánea en el mundo de los organismos
microscópicos.

Los experimentos para comprobar la teoría de la biogénesis y refutar con pruebas científicas la
generación espontánea como origen de la vida, dividieron a los estudiosos en los biogenistas y los
abiogenistas.

Los primeros experimentos contra la generación espontánea fueron hechos por Francesco Redi en
1668. Mediante la introducción de un pedazo de carne en putrefacción en un frasco cerrado y otro
abierto, sólo se observaba el surgimiento de vida en el recipiente abierto cuestionando la
generación espontánea como origen de la vida.

Frente a la controversia, la academia de ciencias de Francia crea el Premio Al Humbert en 1864


para motivar a los científicos para que llegasen a una conclusión. El ganador del Premio Al
Humbert fue el químico francés Louis Pasteur. El científico, mediante matraces de cuello de cisne y
la utilización de líquidos esterilizados, demostró que un líquido se puede conservar libre de
microbios si se mantiene de manera adecuada. De esta manera confirma que la generación
espontánea como origen de la vida no es posible.

Teoría de Oparin sobre el origen de la vida.

El ruso Alexander Oparin presento una de las hipótesis más razonables y muy elaboradas de cómo
se originó la vida. Oparin pensó que, si bien la vida no puede originarse espontáneamente, si pudo
haber surgido bajo condiciones que existían en las épocas tempranas de la tierra. Según esta
teoría los océanos de la tierra primitiva contenían abundantes moléculas orgánicas. A través del
tiempo dichas moléculas se asociaron unas con otras en complejos temporales, finalmente uno de
los complejos poseía cierto tipo de membranas que lo separaban de la “sopa” y de moléculas
orgánicas circundantes, tenía la capacidad de incorporar moléculas procedentes de esa “sopa” y
de descargar en ellas otras moléculas, también poseía la habilidad de incorporar las moléculas
absorbidas en la estructura característica de complejo, y la capacidad de segregar porciones de sí
mismo que también tuviesen las mismas características. Tal complejo podría haber sido el primer
viviente. Sosteniendo que las primeras formas vivientes deben de haberse construido por
polipéptidos, polinucleótidos, carbohidratos y otras sustancias, formando un sistema con limites
definidos, estructuras y configuración espacial. Este sistema, el cual fue creado en el laboratorio
de forma muy simplificada, tendería a remover y concentrar varias sustancias del medio en que se
efectúa el experimento. Oparin considera que este tipo de sistema inanimado es análogo a un ser
vivo, pues son sistemas esencialmente dinámicos formando y desprendiendo materia y energía.

La consistencia de su teoría depende en la medida de que la tierra haya sido algo diferente de lo
que es ahora. Para que cada una de las moléculas orgánicas hayan podido acumularse en los
océanos, debe haber existido los ingredientes inorgánicos en concentraciones elevadas, a partir de
los cuales podrían haber sido sintetizadas y con una fuente de energía indispensable para llevar a
cabo tales hipótesis.
Teoría de la panspermia.

Platea el origen cósmico de la vida en algún punto del Universo, y su llegada a nuestro planeta
transportada por meteoritos y cometas, donde proliferó gracias a condiciones adecuadas para
ello. Según esta teoría, es posible que la vida se originara en algún lugar del Universo y llegase a la
Tierra incrustada en restos de cometas y meteoritos.

La primera idea sobre la llegada de la vida desde el espacio se remonta a un antiguo pensamiento
del filósofo griego Anaxágoras enunciado en el remoto siglo VI a. C. El término mundialmente
conocido como Panspermia fue defendido posteriormente por el biólogo alemán Hermann Richter
en 1865, pero no fue hasta 1903 cuando el sueco Svante Arrhenius, ganador del premio Nobel de
Química, la popularizó. El cual en 1908 sugirió que la luz de las estrellas podía capturar esporas, las
transportaba a través del espacio y así habían llegado a la tierra, en donde evolucionaron. Sien
embargo, su idea fue progresivamente abandonada cuando el científico francés Paul Bacquel
demostró que dichas esporas serian destruidas por las radiaciones de alta energía, las bajas
temperaturas y el vacío casi absoluto del espacio. No obstante, en 1960 con el análisis químico de
un meteorito una variante de esta teoría fue apoyada. La litopaspermia, la cual afirma que la vida
se distribuye por todo el universo a través de fragmentos planetarios que son expulsados por
erupciones volcánicas u colisiones con otros cuerpos planetarios, estos cuerpos son atraídos por la
gravedad de otros planetas y en ellos viajaría la vida. el meteorito contenía diversos aminoácidos,
hidrocarburos, bases nitrogenadas y otros compuestos. Ya en 1969 se demostró la supervivencia
microbiana en el espacio, cuando la nave apolo trajo desde la luna los restos de la sonda surveyor
3 enviada en 1967, estas contenían colonias de bacterias que habían sobrevivido al viaje de ida y
regreso recurriendo a piezas de cauchos como fuente de energía. Sin embargo, esta teoría no
resuelve el origen de la vida, solo lo traslada fuera del planeta.

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