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5.

Análisis de Mercado

5.1 Descripción y Análisis de Materias Primas, Productos y


Subproductos (presentación, empaque, embalaje, naturaleza,
calidad, atributos y necesidades que satisface).

5.1.1 Descripción y Análisis de Materias Primas.

Taxonomía del conejo.

Orden Lagomarpha (Oryctolagus cuniculus).

Al igual que todos los lagomorfos, presenta potentes extremidades traseras


adaptadas a la carrera, grandes pabellones auriculares, aunque menores que los
del género Lepus, con una coloración uniforme. Su pelaje muestra variaciones en
tonalidades pardas y grisáceas, destacando claramente el blanco de la parte
interna de la cola.

Familia: Leporidae.
Subfamilia: Leporinae.
Género: Oryctolagus.

Algunas razas.

Nueva Zelanda.
Azteca.

Población y distribución.

Su distribución original engloba España, Portugal, Francia, Marruecos y


Argelia.

En la actualidad, el conejo europeo ha sido introducido por casi la totalidad de


Europa continental, Reino Unido, islas atlánticas (archipiélagos de las Azores y
Canarias), Australia, Nueva Zelanda, y parte de América del Sur y norte de África.
Además, ha sido introducido en más de 800 islas por todo el mundo.

El conejo está presente en prácticamente la totalidad de la Península Ibérica,


además de en las Islas Canarias y Baleares. Actualmente, el conejo en España se
distribuye por la mayoría del territorio, aunque es raro en la Cornisa Cantábrica,
Vizcaya y Guipúzcoa.
Las estimaciones moleculares de los eventos de colonización sugieren que el
conejo fue introducido en Mallorca hace unos 4.000 años por los primeros
habitantes de la isla. Los haplotipos mitocondriales de los conejos de Mallorca y su
comparación con los de poblaciones peninsulares sugieren que ha habido
introducción de conejos de distintas poblaciones del linaje del noreste.

Bajo escenario climáticos disponibles para el siglo XXI, los modelos proyectan
aumentos en la distribución potencial actual en España peninsular entre un 18% y
un 21% en 2041-2070 y el nivel de coincidencia entre la distribución observada y
potencial se reduce hasta un rango de entre un 91% y un 93% en 2041-2070.

Estos mamíferos se distribuyen en gran parte del mundo exceptuando el extremo


sur de América del Sur, Australia, Nueva Zelanda y otras islas como Madagascar,
Filipinas y algunas del Caribe. Son habitantes conspicuos y muchas veces
abundantes de los ecosistemas mexicanos, donde son fácilmente reconocibles
debido a sus largas orejas.

En el pasado se consideró que, por su parecido, eran parte del grupo de los
roedores (ratas y ratones, orden Rodentia). Sin embargo, en la actualidad se
reconoce como un grupo bien diferenciado de los roedores, aunque cercanamente
relacionado en un sentido evolutivo.

Es importante divulgar el conocimiento de este grupo de mamíferos silvestres


debido a que México es el país que alberga la mayor diversidad de conejos. Por ello
su estudio y conservación es responsabilidad de instancias gubernamentales, de
científicos y de la población en general.

Los conejos son mamiferos de tamaño pequeño que pertenece a la familia


Leporidae, dentro del Orden de los Lagomorfos. Los conejos se caracterizan por su
pelaje pardo-grisáceo y un rabo corto cuya parte interna es de color blanco, potentes
extremidades posteriores adaptadas para la carrera, y grandes orejas (aunque
menores que las de sus parientes del género Lepus). La especie está exenta de
dimorfismo sexual, y las crías, adultos y juveniles son iguales excepto en el tamaño.

Todos los lagomorfos son de hábitos crepusculares o nocturnos principalmente,


aunque esto no impide que durante el día también tengan actividad. Sin embargo,
ésta se limita principalmente al descanso, ya sea en la madriguera o en las
depresiones que forman las liebres para echarse. Los conejos y las liebres son
herbívoros, es decir, se alimentan de plantas y sus semillas, y se sabe que suelen
comer sus propias heces. El periodo de gestación en los conejos dura hasta 29 días
y tienen entre dos y cuatro camadas anuales, aunque especies como el conejo
castellano (S. floridanus) pueden tener más de cuatro camadas y las hembras paren
entre tres y cuatro neonatos por camada.

Los lagomorfos son organismos carismáticos y bien conocidos por la población en


general. Asimismo, son considerados organismos clave para mantener el correcto
funcionamiento de los ecosistemas. Existe la percepción de que poseen altas tasas
reproductivas que hacen que se les juzgue como especies que ocasionan graves
daños ecológicos una vez que el equilibrio es alterado.

Tienen importancia económica debido a sus regímenes alimenticios y su fácil


reproducción. Algunas razas son utilizadas para obtener piel, lana, estiércol, pero
principalmente carne para consumo humano.

Suelen ser aprovechados en las comunidades rurales y semirrurales como una


fuente de proteína alternativa; además, sus pieles son curtidas para ser vendidas a
la industria peletera o a artesanos.

Ésta especie es famosa por su prolificidad, el conejo es un herbívoro capaz de


aprovechar los forrajes. Cualquier producción de carne tiene como razón de ser la
transformación de proteínas vegetales, que el hombre consume poco o nada, en
proteínas animales de gran valor biológico. En el caso de una producción que utilice
el conjunto de los conocimientos adquiridos para la cría de las diferentes especies,
se comprueba que el conejo puede transformar el 20 por ciento de las proteínas
alimenticias que absorbe en carne comestible (valor obtenido integrando también el
alimento consumido por los reproductores y para la renovación de estos últimos).
Los valores calculados para las demás especies son de 22-23 por ciento para el
pollo de carne, 16-18 por ciento para el cerdo y 8-12 por ciento para la producción
de carne de bovino, en función del sistema de producción.

Un cálculo análogo relativo al coste energético de esas mismas proteínas es todavía


más desfavorable para los herbívoros rumiantes. La importancia del gasto en
bovinos y ovinos para carne deriva esencialmente de la gran cantidad de energía
consumida para mantener una hembra poco prolífica (como máximo 0,8 a 1,4 crías
al ario frente a 40 para la coneja). No obstante, este tipo de producción se explica
por la reducción del coste energético de las proteínas en la hipótesis de una
producción mixta de leche y carne de bovino; pero, incluso en este caso, la
producción de carne de conejo es más económica en energía alimenticia que la
producción de carne de bovino. La producción de carne de conejo es valiosa a priori,
sobre todo cuando se trata de suministrar proteínas de alto rendimiento. Además,
el conejo puede asimilar con facilidad parte de las proteínas contenidas en las
plantas ricas en celulosa, mientras que los pollos y los pavos, únicos animales que
dan mejores resultados a nivel de rendimientos, no pueden ser rentables cuando
son nutridos con alimentos celulósicos. Por otra parte, el consumo de alimentos
clásicos por estos animales (cereales, torta de soja) entra en competencia con el
consumo alimentario humano.

Comparada con la de otras especies animales, la carne de conejo es más rica en


proteínas, en determinadas vitaminas y en minerales. Por el contrario, es más pobre
en grasas (Cuadro 1).
CUADRO 1

En relación con otras especies, la grasa de depósito del conejo se caracteriza por
su bajo contenido de ácidos esteárico y oleico, y por una alta proporción de ácidos
grasos esenciales poliinsaturados: linoleico y linolenico (Cuadro 2).

CUADRO 2
El consumo de carne de conejo puede fomentarse mejor cuando la población tiene
costumbre de comer carne de animales muy distintos, que proceden de la caza por
ejemplo (como en el caso del Africa negra en general). En cambio, las poblaciones
que tienen una alimentación carente de variaciones tendrían mayores reparos en
aceptar este nuevo producto. Pero el ejemplo de México (alimentación tradicional
basada en el maíz y los frijoles) demuestra que una campaña de divulgación bien
concebida puede favorecer mucho los cambios necesarios en las costumbres
alimentarias.

Nueva Zelanda

Fue primero una variedad roja y fue conocido en Estados Unidos alrededor de 1912.
Se cree que es un cruce entre un Belgian Hare y un conejo blanco. La variedad
blanca se consiguió de un cruce de diversas razas, como el Flemish, American,
Blancos y Angoras. También se desarrolló una variedad negra de varios cruces
incluyendo el Chinchilla.

Animal de aptitud cárnica, también apreciado por su pelo. Es de color blanco con
pelos brillantes. Su cuerpo es macizo, con los flancos redondeados. Es un animal
precoz y se encuentra mejorado zootecnicamente.

Algunos aprecian su capacidad para ser criado sobre suelos de enrejado, mientras
que otros valoran su aspecto de mejorador de otras razas. Aunque la raza
americana, está muy extendida actualmente en todos los criaderos.

A partir de 1970 tuvo gran expansión en España cruzándose en muchos casos con
poblaciones autóctonas y con otras razas. La razón de la expansión hay que verla
en su excelente calidad maternal y docilidad, asociada a un crecimiento y
rendimiento a la canal notables. Junto a las citadas cualidades cárnicas, hay que
resaltar una calidad peletera sobresaliente.

Resulta muy ventajoso su cruce con cualquier otra raza criada para carne, a la que
transmite su carácter precoz, su lomo bien lleno y su musculatura compacta y
regular. Pesa alrededor de 4,5 kg o 5 kg. Ostenta el récord de reproducción con
cinco o seis camadas anuales que producen de tres a siete gazapos cada una. El
índice de conversión alimenticia es de 1:2,5 a 1:3,5, lo que quiere decir que por cada
2,5 o 3,5 kg de alimento se produce un kilogramo de peso vivo.

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