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Dr.

Elías Silva Hernández

Depresión
¿Moda o
Patología?
Una Guía para el
Paciente y su Familia
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Introducción

Depresión es un término que forma parte de nuestra habla coloquial


desde hace tiempo inmemorial. Decimos que estamos “Deprimidos” o que
tenemos una “Depre”, cuando las circunstancias nos son adversas, perdemos
algo valioso, nos sentimos engañados o abandonados, cuando parte algún amigo
o familiar, cuando muere algún ser querido; en fin que son muchas las causas
que reconocemos como motivo de un estado de ánimo disminuido o de tristeza
manifiesta.

Hay sin embargo, personas que progresivamente se sienten más y más


deprimidas, sin que puedan hallar explicación o motivo a dicha desagradable
sensación. Esto se convierte en una cuestión inexplicable o paradójica, tanto
para aquel que la padece como para sus amigos y familiares.

Aceptamos prácticamente sin discusión que la vida moderna, llena de


exigencias y estrés, pueda ser la causa del enorme número de personas que
dicen padecer una depresión y lleguen a sentirse tan mal que abandonan toda
actividad productiva y social; sin embargo, muchos de los que padecen una
depresión son personas que llevan vidas comunes y corrientes, muy
distanciadas de las presiones que pueda padecer un alto ejecutivo o un
importante funcionario del gobierno, quienes dicho sea de paso no se muestran
precisamente deprimidos o tristes.

Los que padecen una depresión exigen, con todo derecho, una explicación
a sus padecimientos, no se conforman con recibir un tratamiento, aun cuando
sea efectivo; desean conocer que es lo que realmente anda mal en sus cabezas y
vidas y sobre todo como colaborar en el alivio de su padecimiento.

Para comenzar estudiaremos la razón u origen del interés creciente que


muestran profesionales de diversas especialidades por la enfermedad depresiva,
luego pasaremos a describir de manera comprensible los síntomas y signos que
la caracterizan y nos adentraremos en las causas reales de este padecimiento.
Un capítulo aparte dedicaremos a la depresión femenina, dado que esta
enfermedad afecta de manera predominante a la mujer.

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Luego revisaremos las formas de tratamiento actualmente aprobadas por
la comunidad científica y más frecuentemente utilizadas. Destacaremos la
relación de la depresión con otras enfermedades, reforzando la noción de que
esta patología es una enfermedad orgánica que se vincula con otras, iniciándolas
o agravándolas. Analizaremos la estrecha conexión entre la depresión y la
sexualidad. Por último entraremos a describir el impacto que tiene esta
enfermedad sobre la estructura familiar y como puede esta ultima servir de
soporte al paciente.

Pretendo compartir con Usted, lo que he logrado investigar y aprender


sobre esta patología, a lo largo de 35 años de ejercicio clínico como Médico
Psiquiatra. Son los más de siete mil pacientes con los cuales me he entrevistado,
los verdaderos autores, ellos me han enseñado de forma continua como ser más
eficiente en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad y son quienes han
valorado de forma precisa la efectividad de los diversos tratamientos, fruto de la
investigación en neurociencias a lo largo de estos años.

Para ambos, pacientes e investigadores, mis sinceras gracias por todo lo


que me han permitido aprender y sobre todo por la oportunidad de haber
intentado ayudar a tantos seres humanos sufrientes.

Es un trabajo pensado y escrito para los pacientes y sus familiares, tiene


la intención principal de servir de guía orientadora para los que requieren ayuda
en la resolución de las múltiples preguntas que pueden surgir, en el largo
camino que a veces les toca recorrer, ya sea padeciendo la enfermedad o
acompañando a un allegado que la sufre. Por esta razón, está escrito en un
lenguaje sencillo y en ocasiones repetitivo, dado que el tema tiene aspectos
complejos que es necesario conocer.

Dejo constancia del agradecimiento especial a mi esposa Isabel Lecuna de


Silva quien colaboro en el diseño de la portada y pacientemente escucho la
lectura de las correcciones y a la Profesora. Carmen Cecilia Sánchez de Fuentes,
que brindo sus conocimientos y tiempo para leer el manuscrito y hacer valiosas
correcciones gramaticales y sugerencias de estilo.

En atención a las recomendaciones de aquéllos que lo leyeron antes que


Usted, tomé la decisión de eliminar referencias científicas, que de todas
maneras no podrían ser consultadas sino por expertos en la materia y
sustituirlas por enlaces hacia Internet, escritos en letra cursiva y negritas,

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donde los que así lo deseen podrán ampliar su conocimiento de la enfermedad;
he colocado la dirección exacta, de forma que sólo tienen que copiarla para
obtener lo deseado, sugiero que lo peguen en el buscador, por ejemplo Google y
de allí lo revisen.

De todas formas, en el caso de que algún lector desee profundizar o esclarecer


de donde pudo tener origen alguna información o dato, solamente tiene que
escribirme a mi correo electrónico y gustosamente le haré llegar la referencia.

Aclaro también que el libro está repleto de opiniones personales, la


mayoría de ellas estructuradas sobre la base del estudio y la práctica clínica, por
supuesto me hago absolutamente responsable por ellas. De antemano agradezco
cualquier comentario o crítica, que será tomado en cuenta para posteriores
ediciones. Para facilitar este pedimento les proporciono mi dirección física y
electrónica.

Por último, dejo constancia que todas las ilustraciones han sido tomadas
de sitios de Internet calificados como: Libres de derecho de autor; sin
embargo, en caso de cualquier error u omisión respecto de tales derechos,
solicito que se pongan en mi conocimiento, para hacer las reparaciones
correspondientes.

Atentamente:

Dr. Elías Esteban Silva Hernández.

Dirección. Avenida 19 de Abril. Centro Profesional “Vista Lago”. Torre B. Piso 3.


Consultorio 31-B. Maracay. Estado Aragua. Venezuela.

Teléfonos: 0243 2196207 (Lunes a Jueves de 08 a 12:30 p.m.)

Internet: tudrsilva@gmail.com

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Cada día circulan en Internet miles de correos que contienen comunicaciones
acerca de resultados de estudios e
investigaciones directamente vinculadas con
el tema. Basta con colocar la palabra
“Depresión” en un buscador de información
para obtener 2.610.000 respuestas.

Cada mes de cada año se realizan decenas de


conferencias, seminarios y congresos sobre el
mismo tema.

¿Por qué los Psiquiatras tienen tanto interés en hablar sobre


Depresión?

Según cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud) De 3 a 5 %


de la población mundial sufre enfermedad depresiva, lo que viene a representar
más de 100 millones de personas. En todos los estudios se halla que 12 % de
las mujeres y 6.6 % de los hombres sufren Depresión cada año, es decir
que la enfermedad afecta el doble de mujeres que de hombres.

Por otro lado se refiere con frecuencia que aproximadamente 30% de


todos los pacientes que acuden a cualquier consulta médica de atención
primaria, por cualquier causa, padecen de depresión. Así mismo, diversas
investigaciones sostienen que cada paciente depresivo solicita atención médica
de diversas especialidades al menos doce veces por año. Es importante saber,
que según la misma OMS, actualmente la depresión es la segunda causa de
incapacidad laboral en la categoría de 15 - 44 años para ambos sexos.

Todas estas cifras pueden en realidad decirnos poco, por ello vale la pena
hacer un ejercicio hipotético: En una población de 28 millones de habitantes,
podríamos tener cerca de cinco millones de personas afectadas de depresión en
algún momento de su vida. Esa enorme cifra se incrementa si suponemos que
cada paciente acuda a consulta primaria al menos doce veces en un año y se
torna astronómica si consideramos que cada paciente se encontrara
incapacitado para trabajar en promedio 45 días en un año.

Para tener una idea los costos de la depresión, para los Estados Unidos
de Norteamérica en un año fueron de $53 mil millones al año (Psiquiatric
Services 1996; 47: 318-319), una década después se han incrementado en un

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15%, esta es una cifra que supera el presupuesto de salud de muchas de nuestros
países.

(http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion
/index.shtml)

Lamentablemente esto no es todo, la depresión está vinculada con una


serie de problemas, que se alimentan unos a otros.

Como ya fue dicho, esta enfermedad es una de las causas principales de


ausencia laboral (Reposo) ya que casi siempre el paciente estará inactivo
durante al menos cuarenta y cinco días en promedio, lo que viene a significar
una cifra muy grande en tiempo y productividad perdidos. En este momento la
depresión es una de las primeras causas de inactividad laboral en el
mundo.

La familia también es afectada, dado que casi siempre la persona se


enferma en la etapa de madurez temprana, cuando los hijos están pequeños y la
pareja aún no se ha consolidado del todo, generándose conflictos conyugales y
familiares que no pocas veces culminan con la disolución del matrimonio.

El paciente depresivo sufre por partida doble. Por un lado, la carga de la


enfermedad y por el otro la crítica proveniente de relacionados, familiares y
amigos, quienes desconociendo la realidad del padecimiento, muchas veces le
hacen objeto de severos cuestionamientos, agravando la situación y en
ocasiones conduciéndolo a la desesperación y el suicidio.

El paciente depresivo es un enfermo incomprendido y estigmatizado. Al


propio paciente le cuesta entender que está enfermo; para él y sus relacionados
lo que manifiesta es muestra de debilidad, “Tiene algo que podría superar si
pusiera de su parte, si fuese más valiente, decidido y fuerte”.

Los malestares que padece deben ser disimulados o corre el riesgo de ser
catalogado como flojo, manipulador o loco. La incapacidad es rechazada y
perseguida, es catalogado como “Reposero”, insulto acuñado por directivos
ignorantes de esta enfermedad, que lo somete a la crítica y discriminación de
sus compañeros de trabajo, agregando nuevos motivos de ansiedad.

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La situación empeora por la desvalorización de la posible ayuda que se le
pudiera brindar. En nuestra sociedad es severamente criticado todo aquel que
busca asistencia o apoyo para resolver sus problemas personales, si es un
hombre peor. Usualmente se dice que “Nadie puede decirle a uno como
conducir su vida”. Esto retarda el acudir a una ayuda especializada, empeorando
la enfermedad y aumentando los riesgos inherentes a ella.

Vivimos en una sociedad que ha ido devaluando casi todas las actividades
y profesiones; en ese basurero entramos todos: Maestros, abogados, militares,
curas, médicos; que van siendo sustituidos por curanderos, iluminados y
curiosos.

El conocimiento científico no escapa a esta conspiración social masiva. Lo


que se obtiene mediante el estudio largo y laborioso y el trabajo constante y
fatigoso es descalificado a favor de aquello que se logra fácil y rápidamente.
Títulos, postgrados y Doctorados se cambian por “Cursillos”, “Diplomados” o
aun más fácilmente por nada.

La psiquiatría y quienes la practicamos no somos


inmunes a esta erosión social. Anteriormente, llamados
“Loqueros”, descalificados como habladores de tonterías;
hemos devenido en “Drogadores” profesionales, especie de
genios locos con patentes para intoxicar y matar niños y
adultos sanos.

Esta especie de guerra mediática ha dado sus frutos. Individuos que


jamás han pisado un laboratorio, que nunca hicieron siquiera un trabajo de
investigación en bachillerato, dan opiniones negativas sobre procedimientos,
investigaciones y medicamentos que apenas pueden nombrar. Deliran hablando
de curas milagrosas y juegan impunemente con la salud y vidas de aquéllos que
para ellos sólo representan cifras de sus negocios.

Los medicamentos han sido un objetivo principal de estas acciones. Se ha


hecho una sistemática propaganda sobre los efectos secundarios, que
indudablemente existen, ocultando los beneficios que son disminuidos u
omitidos. Sería como decir que el agua es mala porque oxida las cosas y causa
inundaciones.

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Es la preocupación humana por los que padecen esta enfermedad y la
vocación por prestarles ayuda, lo que explica el interés continuo de cada uno de
nosotros por saber cada día más y mejor como realizar acciones efectivas en pro
de la salud de todo aquel que padezca esta enfermedad.

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¿Cuáles son los síntomas de una
Depresión?

La Depresión presenta una sintomatología muy variada y es natural que


así sea, ya que detrás de los síntomas y signos de patología psicológica, subyace
una alteración profunda del funcionamiento de todo el Sistema Nervioso y otros
sistemas importantes para el mantenimiento de la vida.

Dado que los síntomas evidentes pertenecen a la esfera mental los


revisaremos primero, luego nos detendremos en los que están conectados con
otros sistemas del organismo que pueden ser aún más graves o peligrosos.

El diagnostico de Depresión lo realiza la persona que conoce


estos síntomas y sorpresivamente no son los médicos generales quienes lo
hacen en primera instancia. En una investigación particular entre mis pacientes
el 50% de las veces fueron referidos a la consulta por otros pacientes ya
diagnosticados, 20% por amigos que detectaron cambios en la conducta, 20%
por familiares que percibieron que algo andaba mal y solo el 10% fue referido
por médicos. En próximos capítulos trataremos de dar explicación a estos
paradójicos resultados. Ahora revisemos los síntomas.

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LOS SINTOMAS DE LA DEPRESION

Humor Depresivo

Es la sensación progresiva de malestar general, asociado usualmente con


tristeza, la mayor parte del tiempo, todos los días, por un periodo igual o mayor
a dos semanas. Puede estar acompañado de irritabilidad y/o retraimiento, sobre
todo en niños, niñas y adolescentes.

El paciente muestra seriedad continuamente, expresa disgusto, dice


sentir fastidio por todo. Su expresión de sentimientos está disminuida
(sequedad), responde de mala manera a cualquier intento de ayuda verbal
(acritud), toma todas las cosas con desinterés por interesantes que sean
(displicencia) y responde con escasa educación o es verbalmente agresivo
(aspereza).

Insomnio

El paciente tarda en quedarse dormido o se despierta en la


madrugada, usualmente intranquilo, sus pensamientos negativos no le dan
sosiego. Se despierta con sensación de cansancio y falta de fuerza. En ocasiones
se queda en cama, con los ojos cerrados, sin dormir. Cuando se levanta esta
somnoliento y distraído. Pasa el día tratando de despertar.

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Pérdida del Interés

Incapacidad para buscar y/o disfrutar actividades que antes le resultaban


placenteras. Marcada indiferencia y apatía. El paciente puede estar
despreocupado por sus cosas y parecer hostil. Se opone a los esfuerzos de sus
familiares y amigos por distraerle o llevarle a pasear y/o hacer ejercicio. Puede
lucir aburrido y exigente.

Falta de Vitalidad

Aumento de la fatigabilidad. Constantemente dice sentir debilidad, ante


cualquier pequeño esfuerzo exhibe desfallecimiento. Tiene la sensación de
pérdida de la fuerza muscular. Cansancio permanente, fácil agotamiento y una
severa tendencia a la lasitud. El paciente progresivamente cae en la inactividad.
Conflictos por ser llamado “Flojo” o “Reposero”. Usualmente cree que le falta
alguna “Vitamina” o lo adjudica a la mala alimentación.

Sentimientos de Inferioridad

Pérdida progresiva de la confianza en su capacidad para afrontar las


exigencias usuales de la vida cotidiana, ya no confía en sí mismo. Hay una
disminución apreciable de la autoestima. Se siente más y más desvalorizado y
cualquier elogio puede tomarlo como burla. Siente que no es merecedor del
afecto de sus familiares. Percibe que molesta y que todo el interés que le
muestran se deriva de la lástima. Está preocupado por no estorbar y causar
problemas con su sola presencia.

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Sentimientos de Culpa

Auto reproches desproporcionados, autocensura. Puede sentir que su


enfermedad actual es castigo por ideas o acciones de su pasado. Busca una
“Razón” en sus pecados. Los sentimientos de desaprobación pueden ser la base
de la ideación suicida. En ocasiones proyecta la culpa sobre los demás,
acusándoles de ser los responsables de sus molestias y malestares.

CONDUCTA SUICIDA

Pensamientos recurrentes acerca de la muerte. Búsqueda de sentido a la


existencia en términos negativos. Vuelta hacia sí mismo de sentimientos
agresivos. Ideas auto destructivo. Necesidad de castigar a sus allegados, de
darles una lección con su desaparición, planificación y anticipación de su
muerte y su impacto sobre él o los otros. Acciones tendientes a lesionarse,
enfermar o quitarse la vida.

Disminución de la Capacidad de
Concentración

Progresiva incapacidad para ordenar las ideas y pensar con claridad. Indecisión.
Vacilaciones en las conversaciones y ejecución de acciones y tareas comunes. La
persona se abstrae progresivamente, se encierra en sí misma y va aislándose.
Aumento del riesgo de sufrir u ocasionar accidentes.

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QUEJAS SOMÁTICAS MÚLTIPLES

Son muy importantes ya que están presentes en más del 70% de los pacientes
Depresivos. Son la causa de la mayoría de las consultas y desafortunadamente pocas
veces reconocidas como síntomas depresivos. Provocan la deambulación de los
pacientes por diferentes especialidades y generan grandes gastos en exámenes que
resultan negativos y tratamientos ineficaces.

Las más frecuentes son:

 Taquicardia (Aumento de la frecuencia y fuerza del latido cardiaco).


 Sensación de Asfixia.
 Gastritis (Dolor y acidez en el estomago).
 Cefaleas (Dolor de cabeza).
 Dolores Musculares.
 Diarrea Crónica.
 Anorexia (Disminución intensa del apetito).
 Lumbago (Dolor y contractura en la parte baja de la espalda).
 Síntomas Extravagantes o inexplicables, tales como sentir un “Tarugo” en la
garganta, carraspera que aparece y desaparece, erizamiento de los pelos del
cuerpo, frió y calor alternos, sensaciones quemantes en las palmas de manos o
plantas de pie, dolores que “Caminan” dentro del cuerpo, entre otros.

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Otros Síntomas Importantes

Alteración Psicomotriz

Lo usual es que el paciente presente inquietud, sobresalto, zozobra y


nerviosismo. Reacciones de agitación y violencia pueden presentarse ante
pequeños estímulos, su actitud puede ser considerada alterada o agresiva por
quienes le rodean.

En otros casos la actividad motriz esta inhibida, apareciendo el paciente


retraído, con una actitud de encogimiento, a veces inmóvil y muchas otras
indiferente o desatento a los estímulos del medio ambiente.

Cambio del Apetito

Lo común es que el paciente presente una disminución apreciable del


apetito. En ocasiones debe ser obligado a comer o lo hace por sí mismo sin
sentir hambre. Se valora una pérdida de por lo menos el 5 % del peso inicial por
mes. La persona puede llegar a la delgadez extrema.

En otras ocasiones el cambio es hacia la voracidad, el paciente se


mantiene “Picando” todo el día, sobre todo dulces y golosinas de todas clases; en
esos casos vemos aumentos del peso de hasta diez kilos por mes. Algunas teorías
psicológicas ven en esta conducta una forma de auto agresión.

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Dolor

Es uno de los síntomas más frecuentes y peor diagnosticados de la


depresión. La persona se queja de dolores principalmente musculares o
articulares, cambiantes de lugar e intensidad. De aparición y desaparición
súbita. También puede existir dolor en las vísceras abdominales, pulmones, ojos
y en ocasiones hasta el cabello puede doler. Aunque no es frecuente el dolor
generalizado puede resultar extremadamente incapacitante. Al no hallarse una
causa “Orgánica” al dolor, el paciente puede ser acusado de fingir para obtener
beneficios (Manipulación).

Trastorno Sexual
Son muy frecuentes y a veces la primera
manifestación de una depresión es la disminución de
libido o desinterés sexual. En hombres se puede
observar Disfunción Eréctil (Impotencia) a veces
precedida por Eyaculación Precoz Secundaria.

En las mujeres también se aprecia desinterés sexual y es muy común la


incapacidad para alcanzar el orgasmo (Disfunción Orgásmica). En ocasiones se
encuentra Anestesia Genital y la paciente dice “Estar como muerta
sexualmente”.

Rara vez se encuentran presentes todos los síntomas en una misma


persona y la intensidad de cada uno de ellos puede variar. El psiquiatra utiliza
escalas para medir en forma global e individual la severidad de un cuadro
depresivo, estos instrumentos de medida ayudan en la labor de determinar cuan
enferma está una persona y sirven para medir su mejoría o empeoramiento a lo
largo del tiempo.

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Hay una forma más sencilla de sospechar si una persona
pudiera estar padeciendo una depresión y es haciéndole dos
preguntas:

1.- En las dos semanas anteriores se ha sentido


Decaído, Deprimido o Desesperanzado

2.- Ha perdido el Interés o Placer en hacer las cosas

Si la respuesta es positiva a una o ambas preguntas, lo más probable es


que esté padeciendo algún grado de depresión clínica, lo adecuado sería acudir a
la consulta de un especialista y corroborar el diagnostico.

(http://www.guiasalud.es/egpc/depresion/completa/bibliografia.html)

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¿Cuál es la causa de una Depresión?

La Enfermedad Depresiva no tiene una única causa, es la resultante de


varios factores que convergen para hacer posible la manifestación plena de la
enfermedad. Estudiarlos en detalle escapa a los propósitos de este trabajo, sin
embargo casi todos los pacientes desean una respuesta a la siguiente pregunta:
¿Por qué me siento así? Vamos a tratar de hacerlo de la forma más sencilla
posible.

Lo primero es el terreno hereditario sobre el cual germinará con mayor o


menor facilidad la enfermedad. Viene a apoyar la hipótesis genética el hecho
comprobado de que los familiares de pacientes depresivos tienen hasta un 20 %
de probabilidades de padecerla, en el caso de gemelos monocigotos o idénticos,
si uno de ellos la presenta, el riesgo del otro de padecerla es del 75%. La
investigación científica en la genética de esta patología no cesa y los avances
actuales son destacados a partir del refinamiento de las tecnologías utilizadas
para realizarlos, sin embargo queda un largo camino por recorrer.
(www.sames.org.ar/.../Bases_geneticas_de_la_vulnerabilidad_a_la_depr
esion.doc)

Otro factor importante es la sumatoria de hechos o eventos traumáticos o


estresantes a lo largo de la vida del sujeto. Cada uno de ellos pone a prueba la
capacidad del individuo para afrontarlos y si ésta, está debilitada, irán quedando
huellas o cicatrices psicológicas a partir de los cuales se generaran formas de
pensar y analizar la realidad defectuosamente, que contribuirán a que la
persona sea propensa a agotar sus reservas psíquicas y caer en un episodio
depresivo. El estrés continuo altera de forma permanente el funcionamiento del
Sistema Nervioso e Inmunológico, estableciendo una nueva forma de sentir y
pensar, que constituye una de las bases principales de la enfermedad
(Wikcionario. http://es.wiktionary.org/wiki/psicoterapia).

Vinculado directamente con lo anterior está el proceso de formación de


formas erróneas de pensar o como se dice técnicamente distorsiones
cognitivas, que son modelos deformados sobre los cuales elaboramos ideas,
las que obviamente serán igualmente defectuosas; éste es un proceso que se
realiza paulatinamente a lo largo de toda la vida y a menos que sea analizado se
mantiene inmutable. Más adelante dedicaremos un capitulo a este importante
aspecto.

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Por último, están las alteraciones de hormonas producidas por nuestro
cerebro que reciben el nombre de Neurotransmisores, encargadas de regular
todas las manifestaciones de nuestra vida psicológica: Noradrenalina,
Serotonina y Dopamina son nombres que han llegado ya al público y denominan
estas sustancias. Los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de la
depresión actúan modificando la producción y/o utilización de estas
importantes hormonas.

No se debe ver la depresión como una enfermedad que afecta una


hormona y que una vez que dicha alteración se normaliza, la patología
desaparece. El desbalance hormonal que produce la depresión perdura a lo
largo del tiempo y produce mal funcionamiento de múltiples sistemas que
sostienen el estado de salud mental y física. De otra parte este profundo y
extenso desequilibrio, provoca síntomas en la esfera mental, que pueden ser
iniciados, mantenidos o agravados por maneras poco eficientes de pensar o
comportarse, las cuales son el objetivo de los tratamientos psicológicos
(Psicoterapias).

Episodio Duración del Tratamiento

Primero 6 a 9 Meses

Segundo 4 a 5 Años

Segundo Complicado Indefinido

Tercero Indefinido

La Depresión es un trastorno duradero con un alto riesgo de recaídas. El


50% de los que han tenido un episodio depresivo, presentarán un segundo
episodio. 70% de los que han padecido dos episodios, presentarán un tercero.
90% de los que han padecido tres episodios, padecerán un cuarto.

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El Tratamiento inicial de un primer episodio depresivo, no debe ser
suspendido antes de que haya transcurrido un periodo mínimo de 12 meses,
después de haber obtenido una Respuesta Favorable con al menos un
medicamento antidepresivo.

Si el Medicamento se suspende antes de Seis Meses, las Recaídas superan


el 50% de los Casos.

La OMS (Organización Mundial de la Salud), APA (Asociación


Psiquiátrica Americana) y el NIMH (Instituto de Salud Mental de USA);
Recomiendan las siguientes duraciones para los episodios depresivos.

Segundo episodio complicado se refiere a que esté acompañado de


intentos de suicidio, que el intervalo desde el primero sea menor de seis meses o
que esté antecedido por un periodo de euforia y/o agitación.

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Depresión Femenina

Las mujeres en todas las sociedades presentan con mayor frecuencia


Depresión, tres de ellas enferman por cada hombre, cabría preguntarse porque
sucede este fenómeno y cómo suele suceder la respuesta no es sencilla. Se
pueden encontrar guías acerca del tema en los siguientes enlaces:
(http://www.scielo.br/pdf/csp/v20n3/19.pdf) y
(http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-lo-que-
toda-mujer-debe-saber/index.shtml).

Entre los diversos factores que se han planteado, destaca el de la


complejidad hormonal de la mujer, la niña al desarrollarse es sometida a
cambios hormonales drásticos y cíclicos y como ya fue dicho en la base de la
enfermedad subyace un patrón alterado de funcionamiento hormonal, aquí es
bueno aclarar que todos los sistemas hormonales del cuerpo esta
interconectados, así la alteración en uno de ellos afecta el resto.

La llegada de la Menarquía (Primera regla), es vivida de diferentes


formas, que dependen tanto de los aprendizajes acumulados por la joven a lo
largo de sus años de desarrollo, como por las actitudes de sus padres. Para
algunas niñas y sus madres representará el inicio de una nueva etapa, la
reproductiva, y probablemente sea recibida con alegría o como mínimo con una
actitud neutral. Puede servir en estos casos de base para la enseñanza de nuevos
procedimientos de higiene personal, de reconocimiento de su rol femenino y
para establecer las bases de una sexualidad y maternidad responsables.

Para otras, la menstruación significará la evidencia del castigo de ser


mujer, la aparición de un fastidio mensual o el peligro inminente de ser violadas
o utilizadas sexualmente, por el supuesto universo potencial de hombres
desalmados. Obviamente, en cada una de estas actitudes influyen el modelo
educativo de la familia y sociedad y las experiencias traumáticas sufridas por las
actrices del drama.

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Los embarazos son principalmente cambios hormonales profundos y el
parto es una especie de crisis de esos cambios, de allí la frecuencia de
Depresiones Post Partum, que son aquéllas que aparecen después del mismo.
Más tarde la menopausia, que señala la disminución de producción de
hormonas sexuales por parte de los ovarios, desencadena una cascada de
cambios hormonales, con una multiplicidad de síntomas derivados de ella.

La menopausia, marca el final de la vida reproductiva femenina y de


ninguna forma el final de su existencia como ser humano valioso; nuevamente
se presentarán múltiples actitudes que serán una especie de resumen de todo lo
que ha podido aprender y desarrollar en relación a su autoestima e
independencia. Para algunas significará haber cumplido una meta, el inicio de
una vejez tranquila, el reposo de una mujer que ha hecho su papel en la vida;
para otras será vivido como la llegada de la horrible vejez, la pérdida de sus
atractivos físicos y el abandono de todos los hombres que fueron significativos
en su vida anterior. Como se puede deducir, la mujer está sometida a un
continuo y complejo cambio de su patrón hormonal prácticamente desde que
nace hasta que finaliza su vida.

Otro factor importante es la educación diferencial de géneros, el


hecho de nacer mujer impone desde el nacimiento una forma diferente de ser
educada y tratada, las niñas, púberes y adolescentes deben cumplir exigencias
sociales y familiares so pena de ser sometidas a escarnio o castigo. Son
inducidas a parecer más débiles y dependientes, la conducta de afrontar con
decisión problemas es mal vista en ellas, esto sin decir que desde que nacen
llevan sobre sus hombros la pesada carga de la virtud sexual, mal entendida
como supresión absoluta de cualquier manifestación de tipo erótica o
placentera.

Por otro lado, estudios psicológicos y biológicos han demostrado que las
niñas progresan más rápido, alcanzan su madurez intelectual más pronto que
los varones y conservan una ventaja en todo lo relacionado con procesos en los
cuales es necesaria la intuición y rapidez mental. Como todo no puede ser
ganancia, los varones se muestran más decididos al enfrentar situaciones
nuevas, exhiben una mayor agresividad y fuerza muscular, que muchas veces,
desafortunadamente, utilizan para dominar a sus compañeras.

La mujer tiene la exclusividad de la generación de la vida, sólo ellas


pueden ser madres; esto que ha sido motivo de mucha poesía, ha tenido
también su carga de negatividad. Los hijos estaban y siguen estando vinculados

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con aspectos psicológicos, sociales y económicos. El hombre y la sociedad han
sido diligentes en fabricar un marco restrictivo para la mujer como medio de
asegurar las líneas de descendencia y la permanencia de los bienes dentro de la
familia. Esto explica la sacrosanta adoración por la virginidad y la existencia de
diferentes métodos para asegurar a un sólo hombre el acceso físico a su mujer.

El hecho de ser madre, impone una noción básica de sacrificio por su


prole; al correr del tiempo los hijos crecen y se independizan, buscan caminos
diferentes a los deseados por sus madres y muestran conductas que pueden
causar hondo pesar en estas últimas; complementariamente sienten el “Deber”
de defenderlos, independientemente de que tengan que ocultar su desacuerdo o
indignación. Al contrario, de las demás hembras “Mamíferas”, éstas nunca
dejan de cuidar y proteger a su prole y cuando esto es imposible de realizar, lo
sustituyen por una continua preocupación por sus vidas y situaciones, que en
ocasiones adquiere visos de tortura mental.

Otro aspecto de tener en cuenta es el propio hecho femenino, vale


decir lo que se deriva de ser mujer y reaccionar y comportarse como tal. En
términos generales se presentan como altamente competitivas con las otras
hembras, en prácticamente todos los terrenos de la vida cotidiana. Hay que ser
más elegante, bella, atractiva, inteligente, rica, que todas las demás.
Obviamente esto las coloca en una lucha sin fin, donde siempre habrá “Otra”
competidora que superar. Este particular asunto, ha sido explotado con mucho
éxito por los llamados “Árbitros de la moda”, que dicho sea de paso son en su
mayoría hombres!!!!

Vinculado con lo anterior, está un doble estándar moral paradójico, que


se incrementa con el pasar del tiempo. De una parte la mujer quiere ser objeto
del deseo sexual de los hombres, para ello se adorna, se maquilla, se viste
insinuante y hoy día se coloca prótesis y modifica su aspecto externo eliminando
o disimulando, todo lo que socialmente se considera menos deseable; se
esfuerza en no estar pasada de peso, no tener celulitis y permanecer con un
bronceado que pregone que es una mujer amante del sol y la desnudez. Por la
otra debe mantener un aspecto de mujer inaccesible, perfectamente fiel y celosa
guardiana de su estatus de señora o el ahora devaluado de señorita

Pasaron las mujeres a tener más y más derechos civiles, se incorporaron


al sistema productivo, ingresaron masivamente a la formación profesional,
lucharon y alcanzaron puestos de liderazgo social, comercial y político
destacados; pero….continuaron conservando sus roles ancestrales de madres,
esposas, amas de casa y pilares de la estructura familiar. El resultado ha sido

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una multiplicación acumulada de factores de fatiga física y estrés psicológico,
que se han estudiado como facilitadores de su mayor vulnerabilidad a la
depresión.

No pueden dejar de mencionarse los cambios sucesivos de estatus social y


psicológico. La niña comienza por ser la “Princesa” adorada por sus padres,
luego en numerosas ocasiones deviene en una especie de “Chinche” adolescente,
irritable, hosco y extraño. Pasa luego a Señorita inmersa en el azaroso proceso
de conseguir un “Príncipe azul” con el cual materializar un matrimonio de
fantasía. Finalizada esta etapa y en ocasiones transformado su príncipe en
“Verde ogro”, adopta el rol de “Tigra parida” celosa guardiana de sus hijos, por
los cuales es capaz de sacrificar cualquier cosa, sólo que los cachorros crecen y
se van, el príncipe se convierte en rey y poco está en la casa, la juventud también
se va, la implacable ley de la gravedad hace caer todo lo que estuvo arriba y para
colmo la paulatina deshidratación parece desafiar las más costosas cremas. La
casa hasta ayer llena de risas y agradables sonidos (Aun los de las pequeñas
discusiones) se convierte en “Nido vacío”, todo esto viene a constituir una de las
más frecuentes causas de depresión, llamada con razón Menopáusica o
climatérica.

Hay que tener especial cuidado en no entender que lo dicho hasta ahora
signifique que “Ser mujer es malo” o peor que “Ser hombre es bueno”. No, lo
que traduce es que la vida de la mujer está llena de desafíos, para los cuales
usualmente está mal preparada, simplemente porque no se le ha prestado
atención o ayuda, aún cuando aceptemos que se han hecho esfuerzos en ese
sentido, lamentablemente más para incrementar la división y lucha que para
acabar con la ignorancia y dotar de herramientas psicológicas y sociales fuertes,
que ayuden a solucionar los factores mencionados.

23
Trastorno Disfórico Pre Menstrual

Las manifestaciones depresivas son frecuentes y anexas a la vida


“Normal” de algunas mujeres. Con frecuencia la menstruación, es esperada con
temor por muchas mujeres, ya que anticipan la aparición de síntomas tales
como: Irritabilidad, enfado, ánimo deprimido, ansiedad, labilidad afectiva,
fatiga, apetencia por carbohidratos; los cuales constituyen el Trastorno
Disfórico Menstrual, que afecta del 3% al 5% de las mujeres en edad
reproductiva. Una forma atenuada, llamada Síndrome Disfórico Pre Menstrual
llega a afectar hasta el 80 % de las mujeres. Los síntomas aparecen desde una
semana antes de la fecha de la menstruación y suelen desaparecer con la llegada
del sangramiento.

La propia definición del Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) como


una afección caracterizada por síntomas de depresión severa, irritabilidad y
tensión antes de la menstruación, deja clara su relación estrecha con la
enfermedad depresiva, de hecho cerca del 10% de las mujeres que lo padecen
llegan a tener ideas suicidas vinculadas con la severidad de sus síntomas.

En las mujeres que presentan esta patología, aparece desde la menarquía


(Primera menstruación), se mantiene a lo largo de todos los ciclos menstruales
(Reglas) y suele desaparecer durante el embarazo y menopausia. Usualmente
sigue un curso crónico, con aumento de la severidad progresivo. Padecer este
trastorno aumenta de manera importante el riesgo de desarrollar una depresión
mayor o post partum.

Una mujer que presenta por primera vez el trastorno a los 26 años de
edad, experimenta más de 200 ciclos sintomáticos (Quiere decir que pasa de
1.400 a 2.800 días enferma).

Para entender la importancia que pueden llegar a tener “Esas pequeñas


molestias que acompañan la regla”, pensemos que si el período reproductivo de
una mujer es de 30 años y la enfermedad compromete el 20% del tiempo de

24
cada ciclo, podemos concluir que se pueden llegar a perder hasta seis años de la
vida útil y calidad de vida de la paciente.

Un aspecto relevante de tomar en cuenta es la respuesta positiva al


tratamiento que incluye el uso de antidepresivos, analgésicos, anti inflamatorios
y reposo.

Mas información:
(http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007193.htm)

Trastorno Termorregulatorio

En el extremo de la vida reproductiva de la mujer o sea la Menopausia,


encontramos de nuevo alteraciones hormonales que tienen una severa
repercusión en la vida cotidiana de muchas damas.

En la etapa peri menopáusica, es decir cuando comienzan los periodos


irregulares, suelen iniciarse los trastornos de la termorregulación y
vasodilatación llamados bochornos o “Calorones”.

Los bochornos son el síntoma más característico y frecuente del


climaterio, aparecen y desaparecen por episodios y consisten en una súbita
presencia de calor y sudoración. La literatura manifiesta que el 75% de las
mujeres en la etapa del climaterio los padecen. En el 82% de las mujeres que
presentan bochornos se ha informado que éstos duran más de un año y un 25 %
tendrán este problema durante por lo menos cinco años. Los bochornos van
acompañados de sudoración profusa o sensación quemante en cara, cuello y
tórax, éstos aparecen generalmente por la noche y principalmente en el área de
la cabeza, nuca, hombros y en la parte baja de la espalda.

Hay síntomas menos frecuentes como debilidad, fatiga, desmayo y


vértigos. En el siguiente enlace podrá encontrar una serie de presentaciones con
diapositivas, que le recomiendo ver
(http://www.slideshare.net/990662398/climaterio-y-menopausia).

25
Depresión Climatérica

La relación entre menopausia y depresión es estrecha y frecuente, dado


que confluye la caída en los niveles de estrógenos (Hormonas femeninas
producidas por los ovarios) y diversos factores psicológicos ya anotados
anteriormente. El tratamiento de estas depresiones llamadas también
climatéricas, no difiere del usualmente utilizado en la depresión mayor.

El riesgo de depresión es mayor en aquellas mujeres que han padecido


cuadros depresivos anteriormente o han tenido una depresión post partum. De
igual forma aquellas que han padecido de trastorno Disfórico premenstrual
presentan una mayor incidencia; sin embargo hay otras que presentan
depresión por primera vez durante su peri menopausia.

Se han planteado explicaciones a la depresión que aparece durante el


climaterio y se han invocado diferentes factores de los cuales hemos hablado: el
llamado síndrome del nido vacío, con su carga de tristeza, desesperanza y
sentimientos de abandono. Las variaciones hormonales, sobre todo las
vinculadas a las acciones de los estrógenos sobre el propio tejido cerebral.
También se han invocados factores tales como: mala alimentación, falta de
ejercicio, hábitos tabáquicos, etc.

Lo que está claro es que la depresión que se presenta en cualquier


periodo de la menopausia no tiene ningún patrón que la diferencie de la
enfermedad corrientemente vista en otras edades. El tratamiento tampoco es
diferente e igualmente efectivo. Tal como se recomienda a todas las pacientes
depresivas, deben recibir apoyo psicoterapéutico y orientación dirigida a
optimizar su estilo de vida.

Resumiendo la vida de la mujer, por su complejidad, tanto en lo


biológico, lo psicológico y lo social; la hace propensa a padecer alteraciones de
su vida emocional, afortunadamente también son más proclives a buscar ayuda,
que hoy día es mucho más efectiva por la combinación de métodos de
psicoterapia modernos y nuevos y mejores fármacos antidepresivos.

26
Tratamiento de la
Depresión

Para comenzar, debemos aclarar que siendo la depresión una patología


del sistema nervioso central, con amplias complicaciones en otros sistemas del
organismo, su tratamiento debe recaer sobre un Médico Psiquiatra. Esto
excluye cualquier intento de tratarla por medios diferentes, que vienen a ser en
muchos casos formas incompletas o erróneas de abordar la alteración de la
salud mental de una persona, lo que puede acarrear complicaciones y
transformarle en un enfermo crónico e incapacitado.

La actuación de un Psicólogo Clínico, completa el equipo profesional


optimo, mas debe tenerse en cuenta que éste, al igual que el Médico General,
requiere de un estudio y entrenamiento a nivel de post grado, para poder actuar
de manera segura y eficiente, en el cuidado de pacientes afectados por cuadros
mentales tan complejos y delicados, es deseable que haya completado una
formación de tres años en psicoterapia. Nunca debe aceptar que un psicólogo le
indique un medicamento, aun cuando alegue que es “Natural”, es un acto ilegal,
riesgoso e indica que ese profesional no obedece límites éticos en su actuación.

27
Antes de iniciar el tratamiento de un paciente, es necesario realizar un
examen mental, físico general y de laboratorio. Es esto ineludible para poder
diferenciar esta enfermedad de otras que pueden tener síntomas parecidos y por
otro lado para determinar cuáles otras modificaciones patológicas presenta el
paciente, que pudiesen complicar o agravar el curso de la enfermedad o
producir efectos secundarios indeseables.

El tratamiento actual de la enfermedad depresiva se apoya en dos pilares.


La Psicoterapia definida como: Tratamiento de desórdenes o desequilibrios
psicológicos empleando una técnica profesional, como el psicoanálisis, la
terapia de grupo, o terapia del comportamiento. La Farmacoterapia que es
la aplicación de moléculas desarrolladas y aprobadas como medicamentos, para
el tratamiento de diversas patologías.

La mejor elección en el consenso de todos los expertos a nivel mundial es


la combinación de ambas y para algunos de nosotros, negarle a un paciente los
beneficios de un medicamento en pro de una psicoterapia o viceversa, aparece
como una acción éticamente reprobable.

Farmacoterapia

Muchas personas, incluidos profesionales médicos o vinculados con la


asistencia a pacientes depresivos, mantienen una actitud negativa hacia el uso
de medicamentos psicotrópicos y la psiquiatría en general. Aducen que son
“Drogas”, asimilándolas con cualquier droga ilícita de abuso que se vende en la
calle y descalificando al médico que las prescribe legalmente como “Loquero”,
término que además agrede al paciente etiquetándolo como loco o demente.

Es posible que algunas de esas personas jamás han estudiado medicina y


mucho menos farmacología, o en el caso de que lo hayan hecho, probablemente
superaron con dificultad esa materia y no volvieron a actualizar sus

28
conocimientos básicos, de otra forma no se explica su actitud contraria al
principio más elemental del ejercicio medico, como es buscar primero el alivio
de los síntomas del paciente, sin causarle daño, protegiéndolo de cualquier
riesgo potencial para su vida, evitar a toda costa la negación del tratamiento
efectivo y mantenerse al día en el desarrollo de la ciencia médica.

Sin caer en el extremo de decir que los medicamentos


que se utilizan para ésta y otras enfermedades son inocuos, que
no tienen ningún efecto secundario y que se pueden recetar sin
mantener un cuidado y vigilancia estrecho; debemos decir que
su desarrollo cambió la faz de la psiquiatría y sobre todo alivió
los síntomas de una enfermedad que puede conducir al suicidio
y esto último compendia todo lo que se pueda argumentar al
respecto de su severidad e importancia.

Elaborar un medicamento es labor que consume años de investigación y


trabajo. Miles de pruebas son realizadas antes de que un medicamento salga a la
venta y existen organismos regulatorios internacionales que vigilan día a día la
ocurrencia de eventos negativos derivados de uso y valoran las consecuencias
graves o fatales. Las inversiones que se hacen son mil millonarias (En dólares
USA) y el capital principal de una empresa farmacéutica es la confianza que
pongan médicos y pacientes sobre la efectividad y seguridad de sus productos.

El enlace siguiente le lleva a la pagina de FDA (Food and Drugs


Administration), que es un organismo del gobierno Norteamericano para la
autorización y vigilancia de cualquier tipo de medicamento o alimento. Debe
tomar nota que está en idioma inglés (http://www.fda.gov/default.htm), si es de
los que gusta de saber todo sobre el medicamento que ingiere, entonces le
recomiendo vaya a (http://www.vademecum.es/) donde debe utilizar el
principio activo, no el nombre comercial, para obtener toda la información que
desee.

Lamentablemente la cifra de personas que padecen depresión en el


mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanza a
121 millones y los convierte en un mercado lucrativo para todos los actores
involucrados profesionalmente o no con su tratamiento. Este aspecto económico
ha llevado a destacar sobre todo los efectos secundarios, que dicho sea de paso
tienen TODOS los medicamentos y la gran mayoría de los productos

29
mercadeados como “Naturales” y también muchos “Alimentos” (Embutidos –
Refrescos –Golosinas – Grasas trans. etc.).

Por otra parte están los “Gobiernos” interesados en atender al mayor


número de pacientes, convertidos en cifras estadísticas, en el menor tiempo con
la mayor economía de recursos, representada en medicamentos baratos (De
menor efectividad y mayores efectos secundarios), recetados por profesionales
formados en el menor lapso posible (Economía de Recurso Humano); lo cual
lejos de optimizar la atención, la “Abarata” en detrimento de su calidad y
aumento del riesgo para los que son supuestamente atendidos.

El paciente que padece una depresión tiene una perturbación severa y


duradera del funcionamiento de su sistema nervioso, presenta síntomas que
hacen inviable su vida social, familiar y laboral; además exhibe cifras mucho
más elevadas que la población general de patologías conexas graves, tales como:
Enfermedad cardiovascular, Trastornos gastrointestinales, accidentes cerebro
vasculares, diabetes mellitus y un largo etcétera que estudiaremos
posteriormente.

Afortunadamente los síntomas secundarios, provocados por el uso


racional de un medicamento antidepresivo son de leves a moderados,
usualmente desaparecen en pocos días o semanas y la posibilidad de un
accidente mortal es muy rara por no decir nula. Lo esencial es que psiquiatra,
paciente y familia, formen un equipo dentro del cual la información y la
confianza fluyan de forma continua.

Existen en el mercado venezolano un suficiente número de


antidepresivos, lo que permite prácticamente adecuar a cada paciente al
fármaco que mejor tolera. Desde los que aparecieron primero en el mercado en
la década de los 50 (Triptanol – Tofranil – Anafranil – Ludiomil), pasando por
los que aparecieron hace ya más de 20 años liderizados por el célebre Prozac
hasta llegar a los últimos medicamentos desarrollados, los “Antidepresivos
duales”, llamados así porque tienen acción sobre dos sistemas de
neurotransmisión (Serotonina – Noradrenalina), lo que representa una ventaja
considerable y amplifica el espectro de síntomas que pueden ser tratados
efectivamente con un sólo medicamento.

Todos los antidepresivos han probado de forma suficiente su efectividad


para hacer desaparecer los síntomas de la enfermedad depresiva, las diferencias

30
se encuentran en sus perfiles de tolerancia y la aceptación por parte del
paciente, que depende de una multiplicidad de factores.

Todos los antidepresivos requieren un periodo que va desde seis hasta


doce semanas en promedio para ejercer su acción, la cual se incrementa al
pasar tiempo tomando la dosis efectiva.

Un punto importante de entender, es el relativo al


Inserto Farmacológico, vale decir el papel que viene
usualmente dentro de la caja que contiene una medicina.
Según mi experiencia, es motivo de múltiples
interpretaciones erróneas y de no pocos abandonos de las
indicaciones. Es razonable que si sea; si usted tiene la
paciencia y la vista de águila necesaria para leer, esa
extensa relación de posibles reacciones negativas, que
muchas veces van desde la caspa hasta la muerte en medio
de atroces dolores, es lógico que lo piense cien veces antes de tragarse esa
pastilla con aspecto de carga de demolición o veneno activo. He dicho en
muchas ocasiones, que lo único que falta es que diga, debajo de una calavera
“No se tome esto”.

Aclaremos que lo que dice el inserto tiene que ver con todas las
reacciones que se han reportado en conexión con su uso, la mayoría de ellas
leves o moderadas, otras riesgos potenciales que hay que balancear con los
beneficios esperados. No se debe interpretar como si lo listado en el famoso
papel, le ocurriera a todos y cada uno de los pacientes que ingirieran el
medicamento, si así ocurriera no tendría sentido fabricarlo o venderlo.

La intención es que el paciente sepa cuales síntomas puede presentar


como consecuencia de tomar un fármaco y los riesgos potenciales que se han
reportado, que pueda discutir esa información con su Medico tratante y logre
autorizar racionalmente la prescripción que le están haciendo. Obviamente si
usted lo que desea es que le crezcan las uñas y el medicamento indicado le
puede causar un cáncer de colon, el riesgo es demasiado alto para lo que desea
conseguir. En cambio si lo que padece es un cáncer de pulmón y el medicamento
le va a ocasionar la caída del cabello y vómitos, el beneficio supera las molestias.

Todo el mundo corre riesgos a cada momento, la mayoría pasan


desapercibidos; si sale a la calle lo puede matar un delincuente o atropellar un

31
carro; si come carne molida puede adquirir una fiebre tifoidea, si mastica chicles
le pueden causar caries y si se mete debajo de la cama le puede caer la cama
encima.

Al tomar cualquier medicamento, asume un riesgo en la búsqueda de


recuperar su salud; las molestias tienen que ser tolerables y estar en
consonancia a la severidad del padecimiento que le está amargando su
existencia. Es totalmente diferente a correr el riesgo de una cirrosis hepática por
tener el placer de embriagarse o exponerse a padecer un cáncer pulmonar para
satisfacer su necesidad de fumar.

Si la depresión fuese una “Tontería” que se quita pensando en otra cosa o


divirtiéndose, sería el primero en no indicar ningún medicamento para eso y
seguramente no estaría consumiendo horas escribiendo esto para Usted.

A mis pacientes les digo: No vaya a servir de sujeto experimental para


cualquier aprendiz de brujo. Evite la opinión de “Sabios” y “Expertos” que no
leen ni el periódico y en son de broma les recomiendo: Hagan caso de este
“Bruto” que lleva más de 30 años estudiando esto y aun no ha terminado de
aprender la lección.

Cuando ha ocurrido que un familiar,


amigo o Colega, sin mayor cuidado indica al
paciente que deje el tratamiento, les digo:
Llévele esta carta, si se la firma, entonces se
trata de una persona responsable y seria, que le
está haciendo una indicación por lo menos tan legal como la mía; entonces le
entrego lo que llamo jocosamente “Anti entrepito o entrometido”, es un papel
donde la persona que retira la medicación asume la responsabilidad por
cualquier empeoramiento, hospitalización o muerte del paciente, hasta ahora
Nunca nadie la ha firmado.

El consejo es muy simple: confíe en su médico, pregunte todas las dudas


que tenga, escuche atentamente, observe su propia respuesta al tratamiento,
enfóquese en los beneficios y no en los daños potenciales, consulte por Internet
y lo mejor de todo: hable con los otros pacientes en la sala de espera. Creo que
son los que pueden opinar con mayor razón, su opinión se basa en la
Experiencia, las de otros mayormente se basa en la “Eminencia. (Personas
que creen saber de todo).

32
Psicoterapia

El otro pilar que sostiene el tratamiento adecuado de un paciente


depresivo es definido de la siguiente manera: “La psicoterapia es un proceso de
comunicación entre un psicoterapeuta (es decir, una persona entrenada para
evaluar y generar cambios) y una persona que acude a consultarlo «paciente» o
«cliente» que se da con el propósito de una mejora en la calidad de vida en este
último, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o
afectos”. (http://es.wikipedia.org/wiki/Psicoterapia).

Actualmente existen seis modelos de psicoterapia, que se han


desarrollado a partir de conceptos teóricos, que vienen a ser las Escuelas de
Psicoterapia. Cada una de estas modalidades tiene a su vez un esquema de
aplicación clínica, lo que redunda en que se puede afrontar un problema
psicológico de ¡40 formas diferentes!

Los pacientes son inducidos por familiares y amigos a buscar a alguien


que les practique una “Psicoterapia”, creyendo que les pueden decir qué hacer
para resolver sus problemas y volver a ser felices. En realidad cualquier
psicoterapia implica un contrato de obligaciones entre un Terapeuta y un
Paciente, que usualmente puede durar varios meses o años. Requiere de
disciplina y trabajo de ambas partes y del cumplimiento de horarios y tareas.
Muchos son los engañados por “Psicoterapeutas”, que no son más que personas
dotadas de dones de palabra y persuasión, que se dedican a dar consejos y
directivas, lo que en innumerables ocasiones provocan mayores complicaciones.

Actualmente la línea de psicoterapia más utilizada es la Psicoterapia


Cognitiva, desarrollada a partir de los planteamientos teóricos del Dr. Aarón
Beck. “La terapia cognitiva es un sistema de psicoterapia basado en una teoría
de la psicopatología, que preconiza que la percepción y la estructura de las
experiencias del individuo determinan sus sentimientos y conducta” (Beck, 1967
y 1976), en otras palabras sencillas: Las emociones (El cómo se siente) se deriva
directamente del cómo piensa. Una forma moderna de expresar el concepto
bíblico: Del mucho pensar surge el mucho sufrir.

33
Sobrepasa la finalidad de este trabajo el detallar cualquier modelo de
psicoterapia, en el enlace de Internet siguiente, podrán encontrar un manual de
psicoterapia cognitiva.

(http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Manual/manual2b.htm)

34
Esta lámina es un “Clásico” de la literatura terapéutica psiquiátrica,
Vamos a hacer un viaje imaginario dentro de esta grafica diseñada por Kupfer
DJ. Publicada en 1991, la cual constituye una extraordinaria herramienta
didáctica para estos fines. Se inicia nuestro recorrido en una persona que no
presenta síntomas de depresión. Lenta y progresivamente su bienestar va
descendiendo hasta atravesar la línea punteada, que marca la frontera entre
tener algunos síntomas aislados y el desarrollo de una enfermedad depresiva
clínicamente reconocible. La flecha indica el inicio del tratamiento, que se
mantendrá en su Fase aguda, por un periodo de 12 semanas.

Poco a poco los síntomas van mejorando y de nuevo entramos en la línea


punteada, que ahora marca la Respuesta, en este punto el paciente se siente
mejor, pero aún quedan síntomas residuales, la mejoría deberá continuar hasta
alcanzar la fase de Remisión, que indica la desaparición de todos los síntomas
y malestares reconocidos como depresión. Este punto es la meta de todo el
tratamiento.

Desafortunadamente, muchas veces alcanzada la meta, el propio


paciente, sus familiares o el médico no experto; reducen o suspenden el
tratamiento. Como consecuencia podemos tener Recaídas, es decir, la
reaparición de los síntomas iníciales de la depresión. Para evitarlas el

35
tratamiento debe continuar de la misma forma por un periodo aproximado de 9
meses, hasta alcanzar la recuperación total. De nuevo, la falta de información
provoca retiros prematuros del tratamiento o disminución acelerada de las dosis
efectivas con el riesgo de tales recaídas.

Pasado este lapso el tratamiento entra en su fase de Mantenimiento


que, según las recomendaciones citadas anteriormente, debe durar entre un año
o indefinidamente, según el número de episodios que haya padecido el paciente.
También durante o después de este periodo de mantenimiento, el paciente
puede presentar un nuevo episodio depresivo, en ese caso hablaremos de
Recurrencia.

Esta gráfica es aplicable a ambos tipos de tratamiento, el farmacológico y


el psicoterápico. El psiquiatra deberá seguir estrechamente el curso o evolución
del padecimiento, son frecuentes retrocesos que requieren ajustes del
tratamiento, así como la aparición de complicaciones que deben ser resueltas de
la forma más inmediata.

Importante para recordar.

1.- El tratamiento de la Depresión, en condiciones ideales, sólo debe ser liderado


por un Médico Psiquiatra, mejor si cuenta con la ayuda y colaboración de un
Psicólogo Clínico debidamente entrenado y en forma óptima por un equipo
multidisciplinario.

2.- El objetivo del tratamiento es alcanzar la fase de remisión, es decir la


desaparición completa de todos los síntomas y signos de la depresión y no la
simple mejoría o respuesta.

3.- El tratamiento debe continuarse por un periodo variable que va desde un año
en el primer episodio depresivo hasta indefinidamente cuando se han
presentado tres o más de ellos o cuando en el primer episodio ha existido un
intento de suicidio inequívoco.

36
4.- La presencia de síntomas residuales aislados, a pesar del tratamiento tales
como: menor ánimo, voluntad menos estable, episodios de angustia, trastornos
del sueño, menor capacidad de disfrutar, menor rendimiento intelectual,
fatigabilidad fácil y síntomas físicos; son indicativos que la remisión no se ha
alcanzado.

5.- La no remisión tiene como consecuencia: aumento del riesgo de recaídas,


aumento de la resistencia a tratamiento, disminución de la capacidad y
productividad laboral, riesgo suicida mantenido, abuso de sustancias,
empeoramiento de la morbilidad y mortalidad de otras condiciones, aumento
de costos médicos y salud mental.

6.- Mantener el tratamiento después de haber alcanzado la fase de remisión trae


consigo los siguientes beneficios: mejor pronóstico, mejor funcionamiento,
menor resistencia a tratamiento, pocas complicaciones, menos abuso de
sustancias, menos problemas relacionales, mejores resultados en el tratamiento
de condiciones médicas asociadas.

7.- La causa primordial de las recaídas y complicaciones es el consejo erróneo de


reducción o abandono del tratamiento en fases tempranas o intermedias del
mismo.

El objetivo clínico óptimo del tratamiento del Trastorno Depresivo es


tanto la remisión de los síntomas como la prevención de las recaídas. “Se trata
de un concepto que se basa en la pretensión de llegar a un desenlace
satisfactorio del tratamiento que incluya la desaparición hasta de los síntomas
menores. Es decir, que haya una recuperación completa. No se trata de una
cuestión baladí, puesto si quedan restos de la depresión, aunque sean
pequeños, éstos deterioran mucho la calidad de vida y producen discapacidad,
llegando incluso a provocar la recaída”.

37
La Depresión ¿Es sólo
una enfermedad mental?

Durante mucho tiempo, las enfermedades fueron clasificadas en dos


tipos: físicas y mentales; esta división a pesar de ser artificial correspondía al
nivel de desarrollo de la ciencias hasta hace pocos años.

Lamentablemente, se hizo una separación que fue haciendo cada vez más
profunda con el correr del tiempo, se estableció una jerarquía engañosa entre
las enfermedades “médicas”, que tienen una comprobación objetiva por medio
de la clínica, laboratorio y pruebas especializadas y son susceptibles de ser
tratadas por médicos, mediante tratamiento con “medicamentos” o cirugía y las
“mentales”, asociadas con perturbaciones psicológicas sin ninguna base
anatómica o fisiológica y por ende “tratables” por cualquiera que tuviese o
creyese tener algún conocimiento de cómo resolver problemas cotidianos:
consejeros, religiosos, “Psicoterapeutas” o en otras palabras todos.

Los afectados por enfermedades “mentales” requerían la asistencia de un


psicólogo, sociólogo, sacerdote, pastor, consejero, para ayudarlos a entender
cómo ser “más felices”, “más tranquilos” o para alcanzar cualquier meta que le
propusiesen, sea que la llamaran “nirvana”, “meditación” o de cualquier otra
manera. Cuando eran considerados agresivos o peligrosos, necesitaban de un
psiquiatra, que venía a ser como una especie de médico devaluado, “loquero”,
que utilizaba “drogas” que terminaban convirtiendo al pobre paciente mental en
adicto además de loco.

Esta situación continúa vigente, no sólo en una gran parte de la


población, sino que también numerosos colegas evitan cuidadosamente
mencionar la palabra psiquiatra, por temor a ofender (y perder) su paciente.
Cuando no les queda más remedio o ya están realmente fastidiados de él,
sutilmente le sugieren que vaya a un psicólogo o que busque ayuda.

Vamos a demostrar que lo que acabamos de decir es producto de la


ignorancia y por tanto solucionable mediante la información veraz y
documentada.

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En primer lugar el organismo humano no funciona mediante
compartimientos separados, es una unidad funcional Bio – Psico – Social, en
cada momento de nuestras vidas están presentes las tres instancias actuando de
manera indivisible y afectándose unas a otras.

Por ejemplo, suponga que pasó la noche con diarrea, una alteración
biológica del funcionamiento de su aparato digestivo. Al día siguiente ¿Cómo
esta su humor? Probablemente alterado, con sueño y malestar (alteración de su
función psicológica). Va a su trabajo ¿Cómo está su concentración? Nuevamente
alterada, comete un error y lo despiden (alteración sociológica). Igualmente, si
al llegar a su trabajo le dicen que lo van a despedir, seguramente se preocupará
y terminará teniendo una diarrea aguda.

En segunda instancia no existe ninguna enfermedad que ocurra en


ausencia de una alteración anatómica y fisiológica, aun cuando los síntomas
sean exclusivamente psicológicos, cosa prácticamente imposible por lo que
acabamos de anotar. El hecho es que los exámenes necesarios para poder “ver”
esas lesiones, en el caso de las llamadas enfermedades mentales, son de
desarrollo tecnológico reciente. Hoy día podemos ver imágenes de patologías
que antiguamente eran consideradas problemas “espirituales”.

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La depresión no ha escapado a lo descrito anteriormente, sus síntomas
fueron considerados predominantemente psicológicos y se afirmaba que no
existía ninguna lesión orgánica que la explicara y se creía que “curada” la
enfermedad no quedaban señales residuales del padecimiento y no tenía
ninguna repercusión en el resto del organismo.

De este estudio y de muchos similares, se desprende que los pacientes


depresivos acuden en cerca del 70 % de las veces a una consulta porque sienten
síntomas físicos (Dolor – Contractura muscular – alteraciones digestivas –
insomnio, etc.) de origen inexplicable y solo en 30 % sus quejas se refieren a
alteraciones de su estabilidad emocional. Lo dicho trae como consecuencia que
una gran proporción de personas enfermas con depresión no se les diagnostica o
brinda tratamiento adecuadamente, con la consecuente cronificación o
agravamiento de la enfermedad.

Para poder entender esto es necesario saber que cada ser humano tiene
su salud y su vida construidas alrededor de un eje principal que se denomina
Eje Hipotálamo Hipofisario Suprarrenal, lo que involucra el
funcionamiento óptimo del Hipotálamo que es una parte del cerebro, la
Hipófisis que es la glándula directora de la mayoría de las funciones de las
demás glándulas y de las Suprarrenales, glándulas situadas sobre los riñones
que segregan el Cortisol, hormona vital para todas las funciones de defensa
inmunológica y anti inflamatoria de nuestro cuerpo. Como nos podemos dar
cuenta, la palabra glándula se repite y es que desde ya debemos dejar
establecido que la depresión es una enfermedad eminentemente hormonal.

Conocido este aspecto podemos comprender cómo es que los principales


síntomas somáticos (Físicos) de la depresión son: dolor de tipo cambiante,
especialmente en músculos y articulaciones, alteraciones de la función cardiaca
y respiratoria, irritabilidad del sistema digestivo, cuyo origen está directamente
vinculado con el mencionado eje.

También entender el porqué los pacientes depresivos tienen una mayor


propensión a sufrir de diabetes, hipotiroidismo, hipertensión arterial, artritis
reumatoide, soriasis, etc. Asimismo, comprender por qué en diversas patologías
agudas y crónicas, la aparición de una depresión, es una señal de alarma para el
surgimiento de complicaciones y elevación de la mortalidad por las mismas.

40
Los pacientes depresivos sienten más síntomas, frecuentemente
dolorosos y padecen con mayor posibilidad otras enfermedades o sufren
agravaciones de las que ya padecen ¿por qué? Como ya sabemos la depresión
altera hormonas del sistema nervioso llamadas neurotransmisoras, éstas están
presentes, funcionan y controlan todas las funciones del cuerpo, no sólo las del
cerebro. Para recordarlo fácilmente aprendamos que: El problema depresivo
no sólo está en su cabeza.

Esto que a la luz del conocimiento actual luce muy claro, tardó años en
ser explicado, entendido y aceptado y ha sido causa de que muchas personas
hayan deambulado en multitud de consultas, gastando sus recursos y recibiendo
siempre la misma respuesta: “Usted no tiene nada, su problema debe ser
psicológico”.

Ahora afortunadamente sabemos que la depresión es una enfermedad


que tiene como todas, síntomas expresados en molestias físicas y otros en la
esfera mental.

41
El problema reside en que aún cuando la mayoría de las quejas
expresadas por los pacientes que padecen de una depresión son aquellos
listados en el lado derecho de la gráfica, sólo se piensa en ella cuando aparecen
los colocados a la izquierda, el resultado es que una gran cantidad de pacientes
no son diagnosticados ni tratados, a veces durante años de padecimiento.

Para los médicos la situación es mucho más complicada, ya que como


veremos a continuación, prácticamente cada especialidad tiene un llamado
“Síndrome funcional”, esto es, una enfermedad que a pesar de ser explorada
y revisada no muestra una señal física o de laboratorio, que le permita a dicho
profesional “demostrar” la existencia de un daño. Estos pacientes sin
diagnostico “firme”, van de mano en mano y lamentablemente en numerosas
oportunidades son acusados de “simular” enfermedades con el propósito de
“manipular” a sus familiares, allegados o estafar a sus empleadores.

Vamos a repasar algunas de ellas: El Síndrome de intestino


irritable (SII) conocido hasta hace poco como “colon irritable”, causa en el
paciente que lo padece crisis de diarrea o estreñimiento y diversas molestias
digestivas, sin que ningún examen revele una lesión demostrable.

42
La Fibromialgia causa dolores erráticos en diversas partes del cuerpo
y se ha resistido a mostrar una etiología precisa, ningún analgésico o
tratamiento ha podido dominarla de forma completa. Un caso parecido es el
“Síndrome de Fatiga crónica” (SFC), adjudicado a falta de vitaminas,
infecciones, virosis, estrés; sin que se dé una cura precisa.

La Cefalea Tensional. El dolor de cabeza es por así decirlo una


pandemia, la mayoría de las veces resiste explicaciones y tratamientos y su
supuesta causalidad ha resistido el paso del tiempo; la mayoría de las veces los
pacientes después de haber hecho dietas, ejercicios, y una miríada de acciones a
veces absurdas, terminan por aceptarlos como parte de sus vidas.

Como ya fue dicho antes, un porcentaje importante de mujeres espera


con terror la venida de la menstruación, dado que antes y durante ella su humor
cambia, se vuelven torpes e irritables, su temperatura enloquece y el dolor en el
vientre las paraliza, es el “Síndrome pre menstrual (SPM) o como se le
denomina ahora Síndrome Disfórico Premenstrual que de por sí indica
una alteración destacada del humor de dichas pacientes.

Dolores inexplicables como la “Disfunción de la articulación


temporo - maxilar” o el temido dolor retro esternal (Detrás del esternón), a
menudo confundido con un infarto al miocardio, son causa de consultas en las
emergencias. Pacientes que no pueden tragar por sentir que tienen “algo
atravesado” en la garganta, que carraspean incesantemente o toman líquidos sin
cesar. Otras que llegan con las manos agarrotadas a las emergencias, con el
temor de tener una convulsión o tétanos, cuando en realidad lo que les sucede es
que hiperventilan sus pulmones, aún cuando tienen la sensación de que se van a
asfixiar.

Todas esas personas posiblemente tengan una manifestación de una


depresión, uno de cuyos componentes es la ansiedad aguda. Requieren
atención, cuidados, tratamiento y sobre todo respeto, por parte de quienes las
atienden. Por ello, sistemáticamente brindamos un lema a los médicos:

43
No dé la cómica. No diga “Usted no
tiene nada”.
El que se queja es porque tiene algo.
Que Usted no sea capaz de
diagnosticarlo es otra cosa.
Busque con mayor detenimiento.
Piense en la Depresión.

Un consejo para el paciente y sus familiares es que si usted se


siente mal, siente dolor o molestias, síntomas ansiosos o depresivos
y alguna persona le dice que “usted no tiene nada”, busque otra
opinión.

44
Depresión y otras Patologías.

El hecho de haber considerado a la depresión una enfermedad mental,


sin base anatómica y sin alteración demostrable de la fisiología de algún órgano,
retrasó el que se pudiese estudiar tal cual es y sobre todo se pudiera notar su
relación e incidencia en la complicación o agravación de otras enfermedades.

Es importante aclarar, a fin de no crear pánico entre los pacientes o sus


familiares, que lo que viene a continuación, siendo importante no significa que
Todos los pacientes se van a complicar o van a presentar la totalidad de las
enfermedades relacionadas. Debe entenderse que se busca prevenir situaciones
derivadas de la equivocada concepción, sostenida aún por muchos
profesionales, que la depresión es solo un asunto de “nervios” que se quita
“poniendo de su parte” y que no reviste mayor severidad y gravedad y que puede
desaparecer distrayéndose o haciendo alguna labor divertida.

Lo primero que hay que tomar en consideración es que 74% de los


pacientes depresivos consultan a un Medico No Psiquiatra, esto trae como
consecuencia que la depresión mayor no se diagnostica en más del 50% y no se
trata adecuadamente en más del 90%, además cerca del 75 % de los pacientes no
reciben ningún medicamento antidepresivo y lo que es peor más del 80 % de
aquellos que lo reciben, lo hacen en una dosis inadecuada.

La depresión puede ser una reacción al diagnostico, pronóstico, dolor o la


incapacidad asociada a cualquier enfermedad o tratamiento; Los familiares y
los médicos asumen que es “normal” tener una depresión cuando se está
enfermo, cuando en realidad, una depresión mayor y un padecimiento médico
pueden ser enfermedades diferentes.

45
La depresión como ya hemos dicho antes, no es sólo una enfermedad de
la mente o el cerebro, tiene consecuencias a largo plazo en diferentes sistemas y
órganos. Es importante saber cómo influencia la depresión el curso y el
pronóstico de diversas enfermedades.

Depresión y Corazón

La asociación entre el corazón y nuestras emociones es tan antigua como


la humanidad, de hecho, hablar de amor es referirse a nuestro pecho y el órgano
que late dentro de él. Pero también el dolor, el llanto y las pérdidas, los
ubicamos en él y hoy día decimos que: “la depresión te puede romper el
corazón”, frase de autor anónimo que ha inspirado multitud de composiciones
musicales de todo tipo.

Ya en el terreno de la ciencia sabemos que la depresión ocurre en 40 a


65% de los pacientes que padecen un ataque cardiaco. Aparece en 18 al 20% de
los que sufren una patología cardiaca sin llegar a tener un infarto.

El estudio realizado por el Instituto de Salud Mental de los Estados


Unidos de Norteamérica revela que: después de un Infarto, los pacientes
con Depresión tienen 4 veces más oportunidades de morir dentro de
los próximos Seis Meses.

En un estudio realizado con pacientes que desarrollaron un infarto al


miocardio y fueron seguidos durante 18 meses, se pudo determinar que aquéllos
que no presentaron depresión tuvieron una incidencia de muerte coronaria del
6 %, los que presentaron asociada una depresión tuvieron una incidencia de
muerte coronaria de 20 % en el mismo lapso; esto demuestra que la
Depresión aumenta la rata de muerte coronaria 18 meses después del infarto

46
Un gran número de estudios prospectivos han demostrado que la
Depresión es factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedad
coronaria (1,5 a 2 Veces), similar a fumar.

Hay varios posibles mecanismos subyacentes a la propensión de los


pacientes depresivos para enfermedad coronaria isquémica: Hiperactividad del
Eje Hipotálamo – Hipofisario - Suprarrenal, aumento de la actividad simpática,
elevada secreción de citokinas, alteraciones en la función plaquetaria. Para
aclarar hagamos un breve comentario sobre cada uno.

Como ya hemos visto, el eje Hipotálamo – Hipofisario – Suprarrenal


(EHHS), es uno de los sistemas más importantes para la regulación
neurohormonal, vale decir los mecanismos hormonales del Sistema Nervioso
que establecen y mantienen nuestra salud

La Actividad Simpática, es expresión del funcionamiento de una de las


dos partes del Sistema Nervioso autónomo, es decir, el que mantiene y dirige los
procesos de los órganos que aparentemente trabajan de forma independiente de
nuestra voluntad; Se produce mediante la secreción de una hormona llamada
Noradrenalina, encargada de acelerar todas nuestras funciones, como parte de
la llamada reacción de alarma o defensa, que puede ser activada por amenazas
externa, nuestro propio pensamiento o por las alteraciones patológicas. Produce
muchos efectos vinculados con la ansiedad y el estrés, entre los cuales están:
reducción del calibre de las arterias, elevación de la tensión arterial y aumento
de la coagulabilidad de la sangre. Estas reacciones, sumamente importantes
para preservar la vida en situaciones de peligro, si se mantienen en el tiempo
terminan por dañar nuestros vasos sanguíneos, promueven la formación de
coágulos y pueden terminar rompiendo la pared de las arterias provocando los
temidos Accidentes Cerebro Vasculares (ACV).

Las Citokinas, son un grupo de sustancias, secretadas en diversos sitios


importantes para el mantenimiento de la Defensa Inmunitaria, que nos protege
de la invasión de virus, bacterias y elementos extraños o peligrosos para nuestro
cuerpo; también tienen una gran importancia para la modulación de los
mecanismos inflamatorios que limitan las agresiones y tratan de proteger las
partes u órganos dañados, además intervienen en la producción y regulación del
dolor, que a pesar de las apariencias cumple también importantes actividades
protectoras. Estas sustancias se encuentran alteradas durante la enfermedad
depresiva, modificándose todo el sistema inmunológico o de defensa del
paciente.

47
Las Plaquetas son elementos que circulan en nuestra sangre, están
encargadas de regular gran parte de lo que tiene que ver con la formación de
coágulos y detención de las hemorragias y lesiones vasculares. Cuando se
alteran pueden formarse “Trombos”, que son pequeños coágulos que viajan
dentro de las arterias y que potencialmente se pueden atascar en los vasos de
menor diámetro o calibre y producir obstrucción y posterior Necrosis (Muerte)
de regiones que pueden expresarse como Infartos en diversos órganos. La
depresión altera también la capacidad de las plaquetas de agregarse (Pegarse
unas a otras) incrementando la posibilidad de infartos en estos pacientes.

Como puede deducirse de este párrafo, a primera vista complicado, la


depresión está muy lejos de ser una enfermedad leve o poco importante, que
pueda tomarse ligeramente.

Desafortunadamente, frecuentemente no es diagnosticada o tratada en


pacientes con cardiopatías. Sólo el 25% de los pacientes cardiópatas con
depresión mayor recibe el diagnostico y de ellos sólo 25% recibe tratamiento
adecuado.

La Depresión puede no ser diagnosticada o tratada por varios motivos,


entre ellos: Síntomas como fatiga e insomnio son comunes a depresión mayor y
enfermedad coronaria. También puede influir el que el paciente y/o el médico
pueden pensar que la depresión es una reacción “normal” a la patología
cardiaca. El paciente puede evadir hablar de síntomas depresivos con el
cardiólogo. El médico puede evitar hablar de depresión con el paciente. El
Cardiólogo elude usar “psicotrópicos” bien por desconfianza sobre efectos
adversos o desconocimiento de su farmacología.

48
Del Intestino a la Mente.

El habla coloquial nos da una idea de la estrecha relación que existe entre
nuestras emociones y nuestro aparato gastrointestinal. Nos provoca “comernos”
a nuestros seres más queridos, no “tragamos” a aquéllos que detestamos y los
intestinos se mueven violentamente al impulso del miedo, “cagándonos del
susto”. Todos conocemos a alguien que “puso la gran C…”, actualmente algún
dirigente ha sugerido a sus opositores que “enrollen sus quejas y se las metan
por el C”.

El epigastrio, mejor conocido como “boca del estomago”, es el lugar


favorito de la ansiedad, que se aloja en forma de mil mariposas o sensación de
“vacío”. De igual forma, el mejor apetito se ve amenazado por la posibilidad de
ser abandonado, intervenido, o amenazado en cualquier forma.

Podríamos seguir argumentando ejemplos tales como: “se me hace agua


la boca”, “no me pasa de aquí” (señalando la garganta), “me cae como una
patada en el estomago” y muchas otras referidas a la parte final del intestino que
podrían ofender a los lectores más sensibles.

Fuera del plano de lo anecdótico o folklórico, se ha demostrado por


medio de innumerables estudios con rigurosa validez científica, cosas sabidas de
manera empírica, tal como que los sujetos ansiosos padecen mucho más de
acidez y úlceras estomacales y otras menos conocidas a las que pasaremos
revista a continuación.

Antes es preciso conocer algunos aspectos de cómo funciona nuestro


valioso intestino. Desde que el alimento llega a nuestra boca, se inicia un
complejo proceso en el cual intervienen muchos sub procesos que nos proveen

49
de nutrientes y que son reducidos a una pequeña masa blanda, de la cual se ha
extraido practicamente todo lo aprovechable.

La relacion del sistema digestivo y el sistema nervioso queda fuera de


toda duda, si conocemos el llamado “cerebro intestinal”, que expresa la alta
jerarquia al tener su propio sistema nervioso Está dentro de la pared del tubo
digestivo, tiene tantas neuronas como la médula espinal, es muy complejo y
tiene varios tipos de neuronas: receptores (neuronas que informan),
interneuronas (neuronas que reciben información y la procesan), neuronas
motoras (neuronas que actúan sobre el músculo liso gastrointestinal).

El sistema digestivo cumple con varias funciones, entre ellas: motora,


secretora, digestiva, absortiva, eliminación e inmunológica, todas ellas
reguladas por diversas hormonas que conservan entre sí un delicado equilibrio,
que en última instancia depende de la estabilidad e integridad de nuestro
sistema nervioso.

Una de las patologias más frecuentes en este aspecto es el llamado “colon


irritable”, actualmente denominado síndrome de intestino irritable,
consecuencia de un cerebro irritable o alterado por la ansiedad, la depresion y el
estrés.

Dentro de las características clínicas de la depresion esta la falta de


apetito, la repulsion hacia los alimentos, las digestiones lentas, el tránsito
rápido, las diarreas, la flatulencia y la pérdida de peso, que sirven también para
denotar la influencia que tiene sobre la función digestiva las alteraciones
hormonales propias de la depresion.

50
Depresión y Respiración.

Es innegable la relación estrecha que tiene nuestra respiración con los


diferentes estados de nuestra mente. La imagen del sueño tranquilo está
vinculada con una respiración pausada y rítmica, por el contrario, la ira lo está
con una respiración entrecortada y ruidosa (bufido).

Aprendemos a conocer a las personas, sin hablarles, por la forma en que


respiran. El ansioso que respira rápidamente y entrecortado. El depresivo que
apenas inhala y cada tiempo emite un suspiro. El desesperado que rápidamente
inhala y expulsa en forma de hipo y así un largo etcétera que permite a policías y
entrevistadores darse cuenta cuando la persona miente o titubea.

De igual manera, esta relación tiene una trascendencia que va más allá de
lo observable, existen de igual forma, extensos estudios que vinculan patologías
respiratorias con patologías mentales, destacadamente depresión y ansiedad.
Por ejemplo, en los asmáticos es posible encontrar altos puntajes de depresión y
ansiedad, igualmente son personas que contienen sus emociones, sobre todo las
que consideran negativas o amenazantes (rabia – llanto – amor).

Nuestro cerebro como órgano físico ocupa aproximadamente el 2% de


nuestro cuerpo y necesita un 20% del oxígeno que respiramos, cuanto peor
respiramos, menor cantidad de oxigeno disponible existe para nuestros circuitos
cerebrales, y de ello se deriva el mal funcionamiento de nuestro sistema
nervioso.

Dentro de nuestros pulmones, en sus alvéolos, ocurre el intercambio de


oxígeno y dióxido de carbono y otros gases productos de desecho de nuestro
metabolismo. Desde ellos el valioso oxígeno es transportado por medio de la

51
hemoglobina a los más remotos confines de nuestro cuerpo y hasta allí,
usualmente llega nuestro conocimiento del tema respiración.

La realidad es tan compleja, que escapa a los límites de este trabajo.


Baste saber que el control respiratorio reside en zonas del tallo cerebral (bulbo
raquídeo, sistema reticular ascendente), que son extremadamente sensibles a
las concentraciones de los gases en nuestra sangre. Por otro lado, todo el árbol
traqueo bronquial posee musculatura gobernada por neurohormonas, de allí
que cualquier alteración nerviosa incide directamente en el diámetro de los
tubos que conducen el aire a los pulmones y los músculos (torácicos –
diafragma) involucrados en la expansión y colapso de toda la masa pulmonar.

Hipo, ahogo, suspiro, dificultad para inspirar (disnea), sensación de


asfixia son manifestaciones comunes a prácticamente todas las patologías
nerviosas. En pacientes con patologías respiratorias crónicas, tales como la
enfermedad bronco pulmonar obstructiva crónica y el asma bronquial, son muy
comunes la depresión, ansiedad o la presencia simultánea de ambos trastornos,
también se ha encontrado niveles altos de miedo, frustración e ira. En un
estudio reciente (2007) se encontró una elevada prevalencia de depresión y
ansiedad (80%) en pacientes con patología respiratoria crónica.

La respiración forma parte esencial de técnicas utilizadas para el control


del estrés, algunas de ellas derivadas del yoga y otras técnicas que implican la
meditación, la tranquilidad y el respirar pausado.

Diabetes y Depresión.

Dentro de nuestro abdomen, rodeado por la porción inicial del intestino


delgado se encuentra el páncreas, es una gran glándula que tiene dos funciones
principales: por un lado secreta enzimas pancreáticas, que colaboran en la
digestión del alimento que llega al duodeno desde el estómago. Por la otra
secreta insulina y glucagon, encargadas de regular el nivel de glucosa en sangre
y su metabolismo dentro de las células.

52
La diabetes se produce por una escasa producción de insulina o por que
la producida no puede ejercer su actividad metabólica de manera eficiente y a
menudo por la asociación de ambos factores. Es una enfermedad crónica, en la
que el azúcar de los alimentos (glucosa) es mal utilizada, lo que provoca que
aumente excesivamente en la sangre por sobre su valor normal de 110 mg/100
ml.

Médicamente se clasifica en Diabetes Tipo I y Diabetes Tipo II. La


diabetes mellitus tipo I es una enfermedad que aparece, generalmente, en
personas de menos de 30 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Su
característica principal es la incapacidad del cuerpo para producir insulina, la
hormona que hace posible la utilización de la glucosa por parte de las células del
organismo.

La diabetes tipo II, llamada también del adulto, aparece usualmente


después de los 30 años; ha sido vinculada con la obesidad y el sedentarismo; sin
embargo los factores geniticos son muy importantes. En ella el problema
fundamental suele ser la resistencia que muestran las células a la entrada de la
insulina o las modificaciones de dicha hormona que impiden su acción efectiva.
La dieta y el ejercicio son los pilares fundacionales de su tratamiento. También
se utilizan fármacos anti diabéticos orales y en algunos casos inyecciones de
insulina.

El exceso crónico de glucosa obstruye los vasos sanguíneos finos, en


órganos como el corazón, riñón, ojo, cerebro y de las extremidades inferiores; lo
que conduce entre otras a enfermedades cardiacas (arteriosclerosis coronaria,
angina infarto cardiaco), insuficiencia renal, arteriosclerosis cerebral, ceguera,
obstrucción de la circulación en las extremidades y alteraciones neurológicas.

Los diabéticos tienen el doble de riesgo de padecer depresión. Los


diabéticos depresivos tienen el doble de riesgo a presentar complicaciones
diabéticas. El riesgo de padecer depresión es de 25% en los pacientes diabéticos
Tipo II. Los diabéticos complicados presentan depresión mayor en 70%.

Es importante saber que la diabetes es un factor de riesgo para cualquier


enfermedad en la cual sea determinante el daño vascular (infarto miocardio –
ACV) si cruzamos esta información con lo antes dicho, sencillo es deducir que la
asociación de depresión – diabetes es un riesgo determinante para dichas
complicaciones.

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Puede encontrar información en español, en el sitio de Internet de la Asociación
Americana de Diabetes: (http://www.diabetes.org/espanol/diabetes-tipo-
2/depresion.jsp)

Depresión y Cáncer

La depresión crónica es un factor de riesgo para desarrollar cáncer. La


Neuropsicoinmunología, (rama de la ciencia que estudia la influencia que tiene
la actividad nerviosa sobre el sistema inmunitario y viceversa), sugiere que
existe un posible mecanismo de interactuación entre sistema nervioso central y
sistema inmune.

La depresión se asocia con una disminución de los linfocitos (glóbulos


blancos) circulantes incluidas Células T, Células B y “Natural Killers Cells”,
involucradas en la detección y destrucción de células tumorales. Para dar una
idea de la importancia de lo anteriormente expresado, algo parecido sucede en
los pacientes enfermos de SIDA, sólo que en este último caso la enfermedad
tiene origen viral.

La depresión afecta de 15 a 25% de los pacientes de cáncer. Afecta de la


misma manera a hombres y mujeres que lo padecen. Las personas que reciben
un diagnóstico de cáncer experimentarán distintos niveles de tensión y angustia
emocional. Entre los aspectos importantes de la vida de cualquier persona con
cáncer, se encuentran los siguientes: miedo a la muerte, interrupción de planes
de vida, cambios en la imagen corporal y la autoestima, cambios en su función
social y su estilo de vida, preocupaciones monetarias y legales, los cuales se
verán amplificados o agravados, si al mismo tiempo el paciente presenta un
cuadro depresivo.

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Lo anterior significa que el paciente afectado por una patología
oncológica sufre el ataque de dos factores poderosamente causales de depresión,
por un lado la alteración metabólica, neurológica e inmunológica y por el otro la
afectación psicológica resultante de la amenaza de una enfermedad
potencialmente mortal.

En la dirección del Instituto Nacional del Cáncer USA., hay información


detallada y muy útil: (http://www.cancer.gov/espanol).

55
Depresión y Otras enfermedades

Accidente Cerebro Vascular (ACV)

La Depresión ocurre en 10 a 27% de los que sobreviven a un Accidente


Cerebral Vascular (ACV), usualmente después de un año. Adicionalmente 15 a
40% de los sobrevivientes a un ACV tienen algunos síntomas de Depresión
dentro de los dos meses después del ataque.

La rata de recuperación post ACV es de 35% en los depresivos contra 70% en los
no depresivos; quiere decir que los primeros se recuperan lentamente y quedan
con un mayor número de secuelas. Presentan con mayor frecuencia
complicaciones.

También está relacionada con la sobrevida: 60% de no depresivos están


vivos después de 10 años. Solo 30% de los depresivos están vivos después de 10
años, vale decir aumenta la mortalidad. El diagnostico de depresión 3 meses
después del ACV se relaciona con pobre funcionamiento y lenta recuperación en
los 15 meses posteriores.

Osteoporosis

La depresión se ha asociado con la osteoporosis, la relación se hace


evidente si sabemos que el cortisol, es una hormona importante en el
metabolismo de los huesos; además ya sabemos de las alteraciones hormonales
de la menopausia, que también inciden en la pérdida de la materia dura de los
huesos y conocemos la elevada incidencia de depresión en esta etapa de la vida
de la mujer. La densidad ósea en la columna lumbar es 15% menor en
depresivos. La densidad mineral ósea 6% menos en columna lumbar y 14%
menos en cadera, en tales pacientes.

56
Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad del cerebro, provocada


por la muerte progresiva de neuronas de una zona llamada sustancia negra y
otras importantes regiones. Al comienzo, lo evidente es la pérdida de funciones
motoras, que hacen que el paciente gesticule, tiemble y adopte una posición
inclinada al estar parado o caminar. Progresivamente aparece la depresión,
trastornos de sueño y la demencia.

La Depresión es comórbida (presentación conjunta de dos o más patologías) en


40% de los pacientes con enfermedad de Parkinson. En 20% la depresión
precede a los síntomas físicos del padecimiento.

Depresión y Sexualidad

Los que padecen una depresión se quejan usualmente de la ausencia de


interés por realizar actividades que en el pasado les resultaban placenteras. Los
pacientes depresivos presentan un despego general por las personas y las cosas.
Además muchos de ellos tienen dificultad para experimentar la sensación de ser
amados, para sentir que son queridos por alguien.

No es de extrañar que un gran número de pacientes deprimidos,


experimenten una importante reducción de sus respuestas ante estímulos
sexuales o que tales respuestas lleguen a desaparecer del todo.

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Existe una extensa literatura científica que destaca la estrecha relación
entre la depresión y la alteración de la función sexual en la mujer. Los
principales problemas hallados se relacionan con: pérdida del deseo sexual,
dificultades para alcanzar o mantener la excitación, dificultades para alcanzar el
orgasmo, reducción de la satisfacción sexual, disminución del placer sexual,
rechazo o repulsión a tener relaciones y dolor durante o posterior al coito.

La depresión y los trastornos de la erección son comunes en hombres


mayores de 35 años, la relación entre ambas patologías es doble, ya que la
presencia de una de ellas puede ser la causa, la consecuencia o el agravante de la
otra.

En los hombres depresivos la disfunción eréctil puede ser un síntoma


inicial de la depresión o aparecer como un efecto secundario del tratamiento
antidepresivo, por otro lado un hombre afectado en su erección puede
desarrollar una depresión secundaria como reacción a un padecimiento que
tiene un gran impacto en la vida emocional de la mayoría de los individuos.

Dado que la disfunción eréctil afecta al 50% de los hombres mayores de


50 años y que la posibilidad de que un hombre padezca depresión a lo largo de
su vida está entre el 6% y el 10%, se deduce una fuerte probabilidad de que las
dos enfermedades se presenten conjuntamente. Se ha dado importancia a
factores tales como: uso de alcohol, tabaco, enfermedad cardiovascular, diabetes
y el declive de la producción de testosterona (Hormona masculina), en la
etiología de ambas enfermedades.

En un estudio reciente, realizado sobre 98 pacientes depresivos, de los


cuales 54 eran mujeres y 44 hombres; los autores concluyen que: en los
hombres, aunque manifiestan deseo sexual con cierta frecuencia, un 31% sólo lo
experimenta una vez al mes o menos. Un 69,2% no consigue la erección en un
alto porcentaje de veces y un 72% la pierde, si es que llegase a iniciar. Un
30,7% eyacula sin sensación de placer, y un 19,2% manifiesta experimentar
dolor genital durante las relaciones cóitales.

58
En el caso de las mujeres, un 69,3% manifiesta sentir deseo sexual menos
de una vez al mes, el 61,5% no se excitan sexualmente (no llegan a lubricar), un
59% experimenta dolor, en lugar de placer, durante el coito. Sólo un 47,4% es
capaz de llegar al orgasmo en un alto porcentaje de ocasiones a través de
masturbación. Esta cifra disminuye si la fuente de estimulación son las caricias
de la pareja (45%); coito (38,5%), y un exiguo 33,3% mediante coito y caricias
paralelas.

En las personas que sufren una depresión crónica es común la ausencia


de deseo sexual, con frecuencia se pierde la capacidad para evocar y disfrutar de
las fantasías sexuales. Esto redunda en que las personas depresivas tienen pocos
o nulos pensamientos eróticos lo que los conduce a tener escasa iniciativa para
buscar relaciones sexuales con sus parejas.

La acción negativa de la depresión sobre la sexualidad, complica


frecuentemente las relaciones de pareja, ya de por si menoscabadas por las
conductas propias de los enfermos depresivos; lo que puede conducir a
desavenencias, enfrentamientos y separaciones, lo que a su vez agrava y
ensombrece el panorama tanto del tratamiento como de la vida futura del
paciente, necesitado de apoyo familiar y sobre todo de la comprensión y amor
de su pareja.

Algunos fármacos anti depresivos presentan como efecto adverso la


disminución o ausencia del deseo u orgasmo, es importante hacerlo del
conocimiento del Psiquiatra tratante, dado que a veces se puede resolver el
problema cambiando la medicación.

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Depresión y Familia

La familia ocupa un lugar muy importante en la vida de todos nosotros,


nacemos dentro de una ellas y dentro de su seno adquirimos nuestras primeras
experiencias, que serán las bases de nuestra forma de percibir el mundo y la
gente en general. Las relaciones primarias con nuestros padres, hermanos y
demás familiares, forman la base sobre la cual se cimentaran nuestras
relaciones sociales posteriores.

Sin embargo, la familia dista mucho de ser un tranquilo lago de mansas y


quietas aguas, en su interior muchas veces se generan tensiones derivadas de la
estrecha convivencia y el ideal de salud mental de todos sus miembros en
escasas ocasiones es alcanzado o mantenido.

Desde el punto de vista psicológico la familia puede generar numerosos


elementos que faciliten la manifestación de una depresión en sujetos proclives a
desarrollarla. La violencia intra familiar no es, desgraciadamente, rara. Ésta se
puede evidenciar en el maltrato físico directo, pero también en el acoso
psíquico, más que todo en forma de descalificación, culpabilización, exigencias
enormes o sin sentido y muchas otras maneras de lesionar la tierna estructura
mental de los niños.

Dentro del seno familiar ocurren cambios dinámicos, tales como


embarazos, nuevos nacimientos, cumpleaños, navidades; pero también
separaciones, divorcios y muertes, todos ellos pueden pasar a constituir un
archivo de sucesos histórico biográficos traumáticos.

La familia es de igual forma el principal y primario soporte de apoyo


social y la fuente primigenia del afecto y amor filial. La presencia de apoyo de
familia y amigos se asocia a una mejor recuperación. Tener una satisfactoria
relación de pareja incide en el efecto que pueda tener la medicación

60
antidepresiva y también incrementa el apego a las indicaciones y prescripciones
hechas por el médico. En resumen, la familia es un recurso valioso y una fuente
de apoyo para el adecuado tratamiento de los pacientes depresivos.

Por otra parte, tanto familiares y amigos pueden actuar como agentes
agravantes de la enfermedad, usualmente víctimas de la impotencia para
encontrar vías idóneas o efectivas para tratar de ayudarlos. La situación es
crítica, si como ya hemos dicho, la paciente es la madre, comúnmente en la
madurez temprana (De 25 a 30 años), quien funge en nuestra sociedad como
pilar central de la vida familiar y cumple una diversidad de roles, necesarios
para el mantenimiento de la dinámica familiar y su persistencia en el tiempo, o
como sucede menos frecuentemente es el padre, quien generalmente sirve de
soporte económico principal en la mayoría de las familias y del que se espera
sirva de ejemplo de fortaleza e inmunidad ante cualquier adversidad.

¿CÓMO PUEDE LA FAMILIA COLABORAR EN


LA RECUPERACIÓN DE UN PACIENTE
DEPRESIVO?

Tan importante como saber lo que se debe hacer es conocer lo que nunca
se debe hacer y que lamentablemente es lo que con mayor frecuencia se ensaya.
Dado que el tema es muy complejo y extenso, hagamos una lista con unos y
otros, con un breve comentario en cada caso.

1.- Informarse. Igual que en cualquier otra circunstancia vital, el conocer en


profundidad lo que afecta a uno o a un familiar es la base principal para poder
intentar prestar cualquier tipo de ayuda o apoyo. La fuente idónea de dicha
información debe ser el Psiquiatra o la persona que haya asumido la
responsabilidad de tratar el paciente, sirve además para poder calibrar los
conocimientos o experiencia del tratante y su disposición para servir de apoyo a
la familia.

61
2.- Comprender la enfermedad: qué es y a qué se debe, cuáles son los
síntomas y el pronóstico. Las familias que entienden que la depresión es una
enfermedad que afecta primariamente la biología del sistema nervioso central y
toda la vida psicológica y social del paciente, son proclives a permitir y favorecer
que el paciente tome sus medicamentos y cumpla las prescripciones, en cambio
aquellas que desconocen esta realidad o piensan que se debe a un forma
inadecuada de adaptarse o afrontar los retos de la vida, tienden a sabotear o
impedir la recuperación de sus seres queridos.

3.- Colaborando con el Médico Psiquiatra. Lo ideal es que la familia se


involucre en el tratamiento del paciente, pero esto debe ser bien entendido, en el
sentido de que no se trata de que se inmiscuyan en su vida privada o de “saber”
qué y de que habla en la consulta; más bien de colaborar en el fiel cumplimiento
del tratamiento, ayudarle a recordar y cumplir sus citas, reportar los efectos
adversos, reconocer los cambios tanto positivos como negativos en la conducta
del paciente; estar alerta sobre todo a las manifestaciones indicativas de
suicidio, especialmente en las dos primeras semanas del tratamiento, dado
que algunos de ellos, al mejorar, toman fuerzas para intentar lo que tenían en
mente desde tiempo atrás.

4.- Cuidando al Cuidador. El paciente depresivo demanda atención durante


un periodo extenso de tiempo. La propia naturaleza de la enfermedad que
padece le ocasiona síntomas de irritabilidad, la dependencia que siente lo hace
exigente y a veces desconsiderado con los demás. Es frecuente escuchar
expresiones como: “esto no lo aguanta nadie”, “me estoy volviendo loco”, “no
podemos salir a ningún lado, nunca quiere ir”. Hay que poner atención y prestar
apoyo, a las personas que cuidan del paciente, son muy importantes para lograr
su recuperación y mantenerla. Éstos requieren de tiempo libre y mantener sus
actividades y ocio, si no lo hacen terminaran agotados y seguramente se
inclinaran por agredir al paciente, culpabilizándolo, para luego sentirse peor y
cerrar un círculo vicioso.

5.- Evitar la Culpabilización. Uno de los síntomas de la depresión son los


sentimientos exagerados de culpa, si encima se agregan acusaciones de no
querer mejorarse, de no colaborar o de “no poner de su parte”, la recuperación
se hará cuesta arriba, por bueno que sea el tratamiento. En la práctica cotidiana
pongo mucha atención a este tema de “no poner de su parte”, esencialmente
porque no hay nada que el paciente pueda “poner”, sobre todo si ni siquiera
sabe que es lo que tiene o padece y muchas veces sus familiares y los doctores

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que lo han visto tampoco. Les pido a estos familiares exigentes que hagan un
par de pruebas muy sencillas. La primera consiste en que sabiendo usted que
tiene un corazón dentro del pecho ¿espero que lo sepa?, se esfuerce en detener
un latido. ¿No puede? ¿Era mentira lo de una prueba sencilla? Bien, entonces
trate de no pestañear durante un minuto. ¿Tampoco puede? Si usted que está
tan sano no logra dejar de tragar saliva durante un minuto, cómo puede
pretender que su familiar, logre con éxito lo que le están solicitando, que
consiste en elevar las concentraciones de hidroxitriptamina en las uniones ínter
sinápticas de sus neuronas. Así que eliminemos de una vez por todas esas
odiosas exigencias.

6.- Animar. Es estimular sin exigir, a realizar alguna actividad que


anteriormente le agradaba. A dar un corto paseo, prestándole nuestro brazo
como apoyo. Una conversación sobre un tema de su interés y de contenido
agradable. Destacar cualquier cambio o logro por pequeño que pueda parecer.

7.- Amar. Parece salir sobrando cuando se habla de familia, mejor que así sea,
también implica el acompañar tranquilamente, escuchar quejas sin argumentar
defensas. Es a veces ser todo oído a una repetición de dolores y penas, sin
fastidio. Es servir bien y con alegría, por todo el tiempo que sea necesario. Es no
parecer cansado o aburrido de lidiar con un enfermo, que apenas progresa a
pesar de tanto esfuerzo. Si lo hacen enfermeras y médicos ¿Por qué no
hacerlo mejor nosotros que decimos amarle?

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Comentario Final:

A lo largo de estas páginas espero que se hayan aclarado dudas y


establecido nuevas inquietudes por conocer más detalladamente esta
enfermedad que nos ocupa. Espero que su lectura le haya resultado amena, a
pesar de lo denso y a veces complicado del tema; fue muy grato el estar durante
muchas horas tratando de hacerlo más ligero y sencillo.

Todo estará recompensado si sirve para ayudar a alguien que padece de


depresión o a sus familiares y allegados. Cada uno de nosotros es parte
importante del equipo interesado en prestarle ayuda y apoyo.

No queda más que darle las gracias por haber llegado hasta el final e
invitarlo a compartir los conocimientos adquiridos. Siempre que lo considere
necesario puede contactarme: Dirección. Avenida 19 de Abril. Centro
Profesional “Vista Lago”. Torre B. Piso 3. Consultorio 31-B. Maracay. Estado
Aragua. Venezuela.

Teléfonos: 0243 2196207 (Lunes a Jueves de 08 a 12:30 p.m.)

Internet: tudrsilva@gmail.com

Atentamente:

Dr. Elías Esteban Silva Hernández.

Preguntémonos, cuando nos cueste trabajo dejarnos


conmover, cuán poco felices seríamos si los demás fueran
indiferentes hacia nosotros.
Séneca

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Índice

Introducción pagina. 2

¿Por qué los Psiquiatras tienen tanto interés en hablar sobre Depresión? Pagina 5

¿Cuáles son los síntomas de una Depresión? Pagina 9

¿Cuál es la causa de una Depresión? Pagina 17

Depresión femenina. Pagina 20

Trastorno Disfórico Pre Menstrual Pagina 24


Trastorno Termoregulatorio Menopáusico Pagina 25

Depresión Climatérica Pagina 26

Tratamiento de la Depresión. Pagina 27

Depresión ¿Es solo una enfermedad mental? Pagina 38

Depresión y Otras patologías. Pagina 45

Depresión y Sexualidad Pagina 57


Depresión y Familia Pagina 60

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El Autor: Dr. Elías Silva Hernández

 Egresado como Medico Cirujano de la Universidad Central de Venezuela


(UCV) año 1969,
 Especialista en Psiquiatría – Sexología y Terapia de la conducta.
 Miembro de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría.
 Miembro del Colegio Venezolano de Neuropsicofarmacología del cual fue
Miembro del Comité Asesor.
 Asesor de Farmacología Clínica de varios laboratorios nacionales.
 Conferencista Nacional e Internacional en temas de neurociencias.

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