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UNIVERSIDAD CENTRO AMERICANA JOSÉ SIMEÓN CAÑAS

FACULTAD DE POST-GRADOS

MAESTRÍA EN TEOLOGÍA LATINOAMERICANA

ARTICULO: El PROYECTO DE DIOS SE DA A CONOCER EN UN CONTEXTO


MULTICULTURAL

Miguel Antonio Lopez Duran

San Salvador 26 de junio de 2015

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INTRODUCCION.

En el presente artículo tratare sobre una opinión muy personal sobre la inculturación, el mensaje del
proyecto de Dios nace en un contexto multicultural, tanto Dios como Jesús y sus seguidores se dirigen a
un grupo de personas con distintas cosmovisiones culturales, por tal razón, el reino de Dios es
proclamado a personas de diversas culturas, y es un reto con el cual se enfrentara todo aquel que opte
por dar continuidad a este mensaje.

ANTIGUO TESTAMENTO

1. ¿Dónde y cuándo empieza esta historia?


En el año 2.000 a C todo el Oriente Medio se encuentra bajo el dominio de grandes potencias. Son
verdaderos Imperios gobernados por poderosas familias de reyes llamadas dinastías. En el corazón de
estas potencias (Egipto, Asiria, Babilonia) está la tierra de Canaán.
La época patriarcal recoge la memoria de los orígenes nómadas de Israel como parte de la gran
migración de los pueblos semitas que estuvieron invadiendo los territorios durante un período de mil
años. Con las narraciones patriarcales da inicio la historia del Pueblo de Dios (Gen 12-50).
Atraído por la historia desconocida que lo llama a arriesgarse Abraham abre para la humanidad el
sentido de la vida y de la historia. Abraham junto a Sara, confían en Yahvé, caminan y sus pies dejarán
huellas. Dios pide a Abraham que inicie el camino. Atrás queda su tierra, su familia, sus proyectos
personales. El acepta el desafío de su fe. Trabaja, observa, compara, reflexiona y acoge los consejos de
Dios. Se consolida así la promesa de descendencia.
Esto nos da pie para reflexionar que el mismo Dios tiene que dar su mensaje en un contexto
sociocultural, para ello solo debemos comprender que los grupos que formaron el pueblo de Israel eran
de diferente culturas, pastores, agricultores, nómadas sedentarios, y tras un proceso de inculturación
asumen el proyecto de Dios, “Mi padre era un arameo errante” (Dt 26,5) reza el comienzo del credo
israelita y nos remite al caminar de Abraham y Sara junto a sus descendientes. En esta caminata el
pueblo reconoce que Dios es su compañía, es una presencia liberadora en medio de los israelitas. El
grupo que sale de la servidumbre estaba compuesto por gente de diversas culturas. Habían llegado a
Egipto a causa del hambre y les llamaron “hebreos” porque se rebelaron contra el Rey Ramsés II, quien
les imponía trabajos pesados. Al llegar a Palestina se mezclaron con otros grupos de campesinos

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instalados en los montes donde podían escapar de la dominación. El resultado de esta unión de
insurrección y migración constituyó la nación de tribus llamada Israel.

De esta forma, a partir de lo multicultural y pluriforme se va constituyendo un pueblo que hace una
travesía de 40 años por el desierto, tiempo durante el cual Dios manifestó su poder y misericordia. La
peregrinación hacia la independencia fue difícil, pero la providencia de Dios les permitió confiar. En su
camino por el desierto el pueblo crea sus costumbres y celebra sus fiestas. Cuando celebra esta
experiencia con el Dios de la vida se transforma en una explosión de fe en el Dios que camina con ellos
y ellas. Hubo milagros, pero también pruebas y obstinación. Ante las dificultades de la caminata muchos
pierden la esperanza y se lamentan: “¿Está Yahvé en medio de nosotros o no?” (Ex 17,7). Sin embargo
Dios estará permanentemente al lado del pueblo.

NUEVO TESTAMENTO

En tiempos de Jesús, la influencia del helenismo impregnaba todo el Mediterráneo y también los judíos
se sentían influenciados por la cultura griega. Por ejemplo, la lengua de la mayoría de los judíos de
la Diáspora era el griego. Y no olvidemos que la redacción definitiva de los Evangelios de Marcos,
Lucas y Juan se hizo en esta lengua.
En este contexto Jesús de Nazaret, en los años del emperador romano Tiberio, proclamó en Palestina la
cercanía inminente del Reinado de Dios.
El problema de la inculturación se acrecienta para la comunidad apostólica recién hacia el año 40 d.C.,
cuando se convierten a la fe en Jesús los primeros grupos de no judíos, de cultura griega (o helénica).
Hasta ese momento los cristianos eran todos judíos y vivían su fe en Jesús en continuidad con su cultura.
Al incorporarse a la comunidad los primeros no judíos surgió la pregunta de si ellos debían vivir la fe
cristiana igual que los cristianos de origen judío. El único precedente disponible era el de los
“prosélitos” judíos, gente de origen no judío que se convertía a la religión de Israel, y tenían que hacer
suya, junto con la Ley de Moisés, la cultura judía.
La comunidad apostólica era heredera de Israel, también en este punto. El descubrimiento de la
posibilidad de vivir el evangelio de Jesús y la fe en él en otra cultura fue obra de un grupo algo marginal

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de la comunidad apostólica, reunido en torno a Pablo (o Saulo) de Tarso. Pablo no había conocido a
Jesús; es más, había perseguido tenazmente a los cristianos.
.El Nuevo Testamento nos recuerda la polémica que se suscitó en la comunidad apostólica cuando estas
comunidades de cristianos no judíos, animados por el grupo en torno a Pablo, empezaron a dejar de lado
la cultura judía, incluida gran parte de las prescripciones de la Ley de Moisés. Vale la pena recoger su
enseñanza. Pablo cuenta el problema que vivió en Antioquía con Pedro, cuando éste empezó a apartarse
de la mesa de los cristianos griegos, para evitar hasta el contacto físico con ellos, porque eran
considerados “impuros” pablo manifiesta, La fe es una relación personal con Dios por medio de Jesús,
en la comunidad que se puede dar en cualquier cultura; no es necesario situarse primero en una
determinada cultura.

Con este fundamento Bíblico quiero manifestar que la Iglesia no siempre siguió esta norma tan clara que
nos da San Pablo, una de las experiencias que más se aproxima es la inculturación del evangelio en
América Latina, sería el trabajo que realizaron los Jesuitas con Los Guaraníes en Paraguay, parte de
Bolivia y parte de Uruguay. Supieron aprovechar sus propias ideas que coincidían un Dios único, Él
representaba al “bien” y los protegía del “mal” Creían en la continuidad de la vida después de la muerte.
Por eso a sus difuntos los enterraban con todo lo necesario para que pudieran realizar sin carencias, el
largo y peligroso viaje a la “TIERRA SIN MAL”, donde había alimentos y todos vivían felices por
siempre. Si comparamos estas dos ideas con el mensaje evangélico, nos damos cuenta, que nosotros los
cristianos cristianas, creemos en un solo Dios y estamos confiados en el proyecto de Dios en la historia,
será un mundo sin mal porque Dios reinara en todos y todas.
Estamos consiente del contexto histórico de esta evangelización podríamos decir que se perdieron
grandes experiencias de la cosmovisión indígena ya que se impuso un cristianismo del estilo europeo, no
podemos olvidar el trabajo de aquellos grandes hombre que influidos por su experiencia de Dios
supieron comprender que el evangelio es más que una doctrina es un seguimiento un estilo de vida
propuesto por Jesús. Este es el llamado para nosotros hoy, debemos proponer este estilo de vida en
cualquier cultura respetando sus creencias. La fe es una relación personal con Dios por medio de Jesús,
que se manifiesta en la comunidad y en nuestro entorno, que se puede dar en cualquier cultura.

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FUENTES CONSULTADAS:
1. Ensayo Sergio Silva G., ss.cc.
2. Revista Voces del Tiempo. Migrantes. No. 37, Guatemala, 2001.
3. Biblia Latinoamericana

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